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Dios,

el Diseñador
Lo que dicen los patrones de la vida sobre el Creador

La vida es preciosa; sin ella no hay existencia o experiencia. Por lo tanto,


parece natural que los seres humanos se hagan la pregunta fundamental
sobre cómo se llegó a ese estado destacado de las cosas. ¿Por qué usted y
yo tenemos la posibilidad de ser?

La Biblia brinda una respuesta muy directa a esta pregunta: no solo


nosotros sino también el mundo en que vivimos somos resultados de un
plan divino. Dios tomó la iniciativa de crear los cielos y la tierra (Gén. 1:1;
2:4), y decidió crear también al ser humano (Gén. 1:26, 27).
Los adventistas abrazamos este mensaje de la actividad creadora de Dios.
Hay muchos, sin embargo, que creen que el universo y sus habitantes son
tan solo el resultado de una concatenación aleatoria de eventos,
gobernados por las leyes naturales casuales. Ese punto de vista, conocido
como naturalismo, excluye que la realidad es la manifestación de un plan
divino.

¿Una creación planificada?

La pregunta de los orígenes está conectada íntimamente con la búsqueda


de significado y contexto. Hay una diferencia radical entre ver la vida
como un accidente o consecuencia inesperada, y considerarla el resultado
de un diseño intencional. La Biblia no solo indica que Dios es el Creador
del mundo sino que también señala que su creación siguió el patrón de un
proyecto bien planificado.

La sugerencia implícita del diseño se hace evidente en la estructura del


relato de la creación (Génesis 1). La condición inicial de la tierra es
presentada como tohû («desordenada») y bohû («vacía») (Gén. 1:2). La
narración continúa, mostrando de qué manera Dios cambió ese estado
original al «formar» un medio ambiente estructurado (Día 1: La luz; Día
2: El cielo y los mares; Día 3: La tierra y su vegetación); entonces, al
«llenar» las particiones establecidas en los primeros tres días (Día 4: Las
lumbreras; Día 5: Las criaturas aladas y acuáticas; Día 6: Las criaturas
terrestres y los seres humanos). La correlación interna entre los días de la
creación y el enfoque metódico descrito en el texto transmiten claramente
el mensaje de una actividad divina planificada.

Vislumbres del Diseñador

Si la Biblia es clara a la hora de revelar que la creación se originó por la


voluntad deliberada de Dios, ¿cuál es el testimonio de la naturaleza
misma? ¿Es posible inferir la existencia de un diseñador al estudiar las
propiedades de los sistemas naturales?

Los objetos diseñados están construidos de una manera que concuerda


con un patrón preexistente desarrollado por el diseñador. Podemos estar
seguros de que cierto objeto ha sido en verdad diseñado, si no puede ser
construido por procesos naturales sin ninguna conducción. Usemos el
ejemplo de la pirámide a fin de aclarar ese concepto. Supongamos que un
arquitecto egipcio planea construir una estructura de forma piramidal.
Siguiendo las directivas del arquitecto, se erige una pirámide real hecha
de bloques. El patrón preexistente en la mente del diseñador es la
pirámide abstracta; la implementación del diseño es el edificio piramidal
material. Varios siglos después, un turista que mira la construcción puede
tener la seguridad de que fue diseñada, porque en la naturaleza no hay
nada que lleve a un conjunto de bloques a acomodarse en forma
piramidal.

La sugerencia implícita del diseño se hace evidente en la


estructura del relato de la creación de Génesis 1.
Al igual que la pirámide y el turista, algunas de las características que
observamos en el mundo natural concuerdan con patrones que llevan la
impresión de un diseñador. Pensemos, por ejemplo, en los elementos
químicos, los átomos, que conforman los compuestos y las sustancias. Las
propiedades de los elementos son determinadas por las leyes de la física.
Sin embargo, ¿por qué esas leyes son tales que determinan el agregado
de materia en elementos discretos, de manera que exhiben propiedades
ordenadas, predecibles y periódicas?

En los organismos vivos también se pueden identificar vislumbres de


diseño. Pensemos por ejemplo en el ADN. Esa molécula contiene la
información necesaria para construir las partes que nos hacen funcionar.
Al igual que las frases de este artículo, que resultan inteligibles porque
están compuestas por una sucesión específica de letras, la secuencia de
«letras» del ADN actúa como instrucciones precisas. Ninguna ley natural
requería que las «letras» del ADN estuvieran arregladas originalmente de
una manera significativa. A pesar de ello, vemos que nuestras células
contienen páginas y páginas de «texto» significativo, lo que nos permite
ser seres vivientes hermosos y complejos.

Enfoques alternativos

Aun si el estudio de la naturaleza hace que algunos reconozcan la


existencia de un diseñador, otros interpretan los mismos patrones
observables de diversas maneras.

En lugar de ver la complejidad y la organización detectada en los sistemas


naturales como fruto de intencionalidad, hay quienes los atribuyen a las
propiedades intrínsecas de la materia. Algunos sistemas físicos, tales
como la estructura de un cristal, tienen en efecto la capacidad de
organizarse a sí mismos y producir estructuras ordenadas. Asimismo, los
procesos observados en la naturaleza también pueden ser periódicos y
predecibles como resultado de la constancia de las leyes de la física.

Sin embargo, cuando las leyes naturales producen arreglos inteligibles,


eso no explica por qué esas leyes son así. Cuando el ensamblaje de un
sistema no requiere de la participación directa de un diseñador, las reglas
que regulan ese ensamblaje aún pueden ser producto de un diseño.

La casualidad es otro mecanismo citado a la hora de explicar por qué


existen las cosas sin la acción de un diseñador. Esa perspectiva ve el
universo como el teatro de innumerables eventos aleatorios y no
dirigidos, que resultan en combinaciones casuales de procesos y
materiales. Una de esas combinaciones sería responsable del origen de la
vida en este planeta. Los partidarios de la casualidad reconocen la muy
escasa probabilidad de que la vida surgiera de esta manera. Sin embargo,
sostienen que el problema es mitigado por la inmensidad del tiempo y el
espacio.

Una elección razonable

Vivimos en una sociedad que da mucho valor a las observaciones


científicas del mundo físico. Para algunos, la contemplación del mundo
físico indica una explicación estrictamente naturalista de la existencia.
Por el contrario, el creyente halla razones para creer cuando considera los
patrones revelados por el estudio de la naturaleza, porque le confirman
que la revelación bíblica de Dios como diseñador es una elección
El doctor Ronny Nalin es científico asociado en
el Instituto de Investigaciones en Geociencia de
la Asociación General de la Iglesia Adventista
del Séptimo Día, y vive con su esposa Elisa y su
hija Gioia en California (E.E. U.U.).

Si desea saber más


1. Respecto de la estructura y propósito del relato de la creación del Génesis: R. Davidson, «The Biblical
ccount of Origins», Journal of the Adventist Theological Society 14, Nº 1 (2003): 4-43.Disponible en línea
en www.andrews.edu/~davidson/Publications/Creation/Biblical%20Account.pdf.
2. Respecto de las implicaciones de diseño en la tabla periódica: B. Wiker y J. Witt, A Meaningful World
(Downers Grove, Ill: InterVarsity, 2006), pp. 111-193.
3. Respecto de la inferencia de diseño: W. Dembski, «Signs of Intelligence: A Primer on the Discernment of
Intelligent Design», en W. Dembski y J. Kushiner, eds., Signs of Intelligence: Understanding Intelligent
Design (Grand Rapids: Brazos, 2001), pp. 171-192.
4. Respecto de la evidencia de diseño en la naturaleza: T. G. Standish, «What Is the Evidence for a
Creator?», en L. Gibson y H. Rasi, eds., Understanding Creation: Answers to Questions on Faith and
Science (Nampa, Idaho: Pacific Press Pub. Assn., 2011), pp. 57-68.
5. Recursos adicionales en
línea:www.grisda.org ,http://grisda.wordpress.com/ ,www.facebook.com/Geoscienceresearchinstitute

Fuente: http://es.adventistworld.org/2014/octubre/dios-el-disenador/132-dios-el-disenador.html

Compilado: Over Álvarez

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