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Fredy Álvarez Vásquez
Como ya sabemos el conflicto es una guerra o un combate que se deriva de una oposición
o una rivalidad prolongada. En el caso de “El efecto Lucifer”, la definición que se obtiene de
conflicto se desprende en los ejemplos citados por el autor que van de una época a otra y van
encaminados a los elemento influenciados por el poder que proviene de las circunstancias sociales,
las cuales llevan a una confrontación entre el bien y el mal, dependiendo del lado en que se mire,
ya que muchas personas creen estar haciendo el bien cuando en realidad no lo es, todo por
maligno y lo heroico, y como podemos ver en un sin fin de casos de la realidad y de la ficción no
es más que una serie de impulsos que tiene una persona y que lo llevan a hacer el mal o actuar a
favor de personas o ideales sin esperar una retribución. Entonces es aquí donde nos podemos
preguntar ¿qué puede impulsar a una persona moralmente ética e íntegra a llevar a cabo actos
despiadados? Entonces podemos responder que la sociedad corrupta está en primer lugar, y es que
el poder de las situaciones sociales de las circunstancias en las que muchas personas están obligadas
a vivir, son algunas de las causas que llevan a la gente del común a un “camino del mal”, y tenemos
muchos ejemplos en nuestro país y en nuestra comunidad, en donde la gente vulnerable con
necesidades, especialmente de dinero, se ven obligadas a pertenecer a grupos que hacen daño a la
sociedad, violentando en contra de la humanidad de otros seres, por dinero. En segundo lugar está
la formación de los individuos desde su estado infantil, está bien decir que los niños no nacen
malos, no nacen con prejuicios ni con estándares impuestos por la sociedad, se puede decir que
nacimos con plantillas mentales para aprender a realizar cosas buenas como malas, pero
dependiendo de qué tan buena o mala sea la influencia del entorno y de los contextos de
y último lugar está lo que llamamos el "círculo mágico", en donde pueden haber ambientes que
carezcan de hostilidad o maldad, y las personas o niños buenos, en pocas palabras, pueden empezar
a realizar cosas indebidas, hostiles, solo por la presión que presenta un círculo social, al cual
podemos denominar como grupo de amigos, en donde se establecen unas normas para ser
aceptados, o por el simple de hecho de querer aparentar algo que no son, para poder encajar y no
sentir rechazo de esta colectivo. A esto Zimbardo, plantea que hay fuerzas sistémicas externas que
son capaces de promover y alimentar la crueldad al punto de lograr que cualquier ser humano pueda
Teniendo en cuenta los tres puntos anteriores, en donde definimos las 3 situaciones volátiles
que encaminan a una persona a la crueldad y a crear conflicto entre las masas, pero también
tenemos una serie de características que tienen este tipo de personas, o si nos vamos más allá las
personas a las cuales les gusta generar conflicto por naturaleza, estas pueden ser, violencia,
conflictos provocados por desacuerdos que la más común es por opinión, muchas veces no se
comparten opinión de cualquier índole y esto genera conflicto, porque no sabemos aceptar el
pensamiento ajeno. También encontramos una característica de conflicto por impulso, donde sin
comunidad, pensamientos que creen, pueden beneficiar a la sociedad, por esto, podemos ver
Podemos concluir y así mismo dejar en claro, que todos y cada uno de nosotros posee una
parte de maldad que puede generar conflictos, somos humanos, y como humanos, pertenecemos a
ambos bandos, pero es allí donde nuestro raciocinio debe de entrar a jugar un papel importante para
poder comprender que es bueno y que es malo, además de comprender que cada persona es un
mundo diferente, con pensamientos e ideales diferentes, y que es responsabilidad de cada uno de
nosotros actuar de forma lógica pensando siempre en el prójimo y comprender el posible daño que
podemos hacer con nuestras acciones. De esta forma, aceptando lo anterior se pueden evitar
.
Bibliografía
Manuel Guedán & Ruben Dario Ramirez. (2005). Resolución de conflictos en el siglo XXI.
Zimbardo, P. (2012). El efecto Lucifer, el porqué de la maldad. Nueva York: Espasa Libros.