Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
PET-231
R
ENMIENDA HICKENLOPER, EN LA LEGISLACION PETROLERA BOLIVIANA,
PRINCIPALMENTE DURANTE LA 2DA. NACIONALIZACION DE HIDROCARBUROS.
En nuestro caso, de las tres llamadas nacionalizaciones, tan só lo con Bogoc se ha seguido el
curso señ alado anteriormente.
En 1936, una sucursal de Standard Oil de Nueva Jersey operaba en Bolivia. El gobierno la
sancionó con la confiscació n de sus bienes y activos, y expulsió n del país por infracciones a la
Ley de Hidrocarburos vigente en esa época. El aparato propagandístico de la compañ ía matriz
convenció a la opinió n pú blica mundial de que había sido arbitrariamente nacionalizada.
El 17 de octubre de 1969, con el DS 8956, Bogoc fue nacionalizada con la seguridad de que se
le pagaría la respectiva indemnizació n por los efectos de la medida.
En el caso de Bogoc, YPFB se hizo cargo de las operaciones e instalaciones de la compañ ía.
Gulf, por su lado, suspendió las entregas de petró leo en Arica a partir de ese día. Se invocó la
Enmienda Hickenlooper, bloqueando las exportaciones hasta que se acuerde la
indemnizació n. Gulf, en su calidad de operador de la firma Yabog, que tenía el contrato de
venta de gas a Argentina, notificó su retiro del mismo y suspensió n de sus garantías con el
Banco Mundial; suspensió n de pagos a la compañ ía constructora del gasoducto y a la
proveedora de tubería.
Para pagar la indemnizació n al Banco Mundial y otros acreedores, el Estado nacional adoptó
la política general que “del mismo cuero salen las correas”. Por este motivo el acuerdo final
contemplaba que un porcentaje de los ingresos por exportació n de petró leo y gas de los
campos nacionalizados fueran destinados para todos los pagos. El First National City Bank fue
escogido como fideicomisario. Se programó 20 añ os para el pago total. La subida de los
precios internacionales del petró leo hizo posible que se realice en tan só lo siete añ os y medio.
LEGISLACION PETROLERA
PET-231
Como los resultados fueron exitosos para todas las partes, la seriedad de los acuerdos del país
gozó de la confianza mundial.
En gran síntesis: el país ingresó al mundo del gas natural con una imagen impecable de
seriedad en el cumplimiento de sus compromisos y un gran interés de inversió n extranjera
para la exploració n. En cambio, las llamadas nacionalizaciones de 1936 y la del 2006 han
dejado como herencia una gran desconfianza de inversió n en la bú squeda de hidrocarburos
en el país.