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10. La discriminacién, la diversidad social y la estructura en la Argentina Mari Pcheny tina del siglo XXI, este capitulo de cierre intenta plantear la dis in acerca del cardcter estructural de la ‘estructura social” definida como de desigualdad y ‘analizamos en términos de vulnerabilidad. Para ilustrar la discusié ‘a tomar datos relevados en la Argentina por el Instituto Nacional tra la Discriminacién, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). In presupuesto para analizar la discriminacién (como fenémeno po- eo normativo que subordina determinadas categorfas de poblacin) liversidad social (como modo de referirse, amigablemente, a las ca- ‘que se apartan de aquellas consideradas como normales o mayo- ) es remitir dichos fenémenos a actitudes y practicas individuales, ‘unstancias coyunturales, a prejuicios y sensibilidades, Esto lleva a ‘el fenémeno de la discriminacién y de la diversidad como cues.” ‘no estructurales. Por el contrario, este capitulo invita a cuestionar uesto para investigar ¢ intervenir en materia de discrimina- ¥ diversidad, y propongo hacerlo a partir de la recuperacién del ‘sociol6gico y politico-practico de “vulnerabilidad estructural”, IACION in de Fdiscriminacibn" hace visible desigualdades de hecho y de nese sentido es una hetramienta politica yjuridicavaliosa, algunos problemas, aunque subsanables, importantes El pri suponer que la discriminacin reiere a minora. No siempre Las categoriasdisriminadas son a menudo mayorias: las mujeres, bres, las y los sujetos railizados- Una manera de intentar el problema es desacoplar la nocién de minorfa de su defint ee nts EAVERSIDAD SOCIAL Y LA ESTRUCTURA.. 259 “eaegoras minorizadas” cin numérica y hablar de “categorie mis vi Per eno no reset el cmt haba de minor ie rin aa fe tico también porque obliga a definir una mayoria construida vee erin ie serlda we sleopre ex chro. Por ego, tala Cen ens respons ene dea mans Homo ‘ nte heterosexual. En qué sentidos y de qué maneras se puede aa i .ente normal, y en qué sentidos y de qué tefiir una mayor sex ess» dg Ines ay quale de anos pr rei como minora scons ye a etn mai ora ea tgs, de exado de alu de generacon, entre tt ion de minis dseriminadas, enonces. pony aturaiva Sh ar que el nora ded a se drinker ace 9 Eales Fenda in diferencia wses medias y altas, los suc incl festa la deren: lo varone, la cases media © socioldgicas “blandas”. La discriminacién como fenémeno de mine: fx oprimidas,volentadas oexcluidas pols mayorian,o por lor suena normale, reduce la aci6n politica al recomocimiento det pluraivesy Ja invesigacién a medir cudmto y como los indviduos perenecines 2 determinadas categorias son subprivilegiados en los heenos {a calificacion de minorias alas categoriasdiscriminals ya ha sido Asia de lado, pero a reducci6n de la dacriminacién aun tema de pre ¥ actitudes, operacion coherente con la contracara de la defen, gresista y biempensante de la diversidad, sigue prevaleciendoves a aniliss, Esto no solo ocurre porque hay una vsién pluralss liberal cot fenmeno de la dscriminacin y su contracara, el reconocimiente eng Porque suponer que hay categorias sisteyniticamente diseriminade ne lca suponer que hay categoriasidentifeables, incluso definidas pos In ico chr la discriminacion como una in segundo problema apunta a conc’ * mo mate ae Drejuicios individuales, hasta psicoldgicos, que una b ue nae tratamiento to orl pian spear: La err ", al incluir el sufijo “fobia” $n *homofobia", por ejemplo, al eee 6 is, un miedo no justificado € Jcxigna un estado patol6gico de la priquis, ica Vana cane deo que se van ead ede eam to socal, normative y polio-statal que sistemdticamente su ci chines se sparta det ora etre repro). sumen: quienes son objeto de discriminacion no son wre names Inenteinosarion wot de pref, sno grapes eon jos de manera sstematica, fominados,explotados y exch sa : tz discriminacién Yefinida como un asunto de may ; n ales que son mas 0 como una relacién de sujetos normales q oe emo un aso de pein ines e compatible a yectiva politicamente pluralista y metodolégicamente ins i a {a Tanto cl pluralismo com la educacin y el trabajo moral son ie a nidos para los casos puntuales. Pero estas perspectivas individual og ee eee que las relaciones de.diser ist ln cle ser eucralesono psn acai rexponden a patrones sstemticos, polltiamente isco Paar par c ido, que condicios el dinero y la violencia del Estado, q Renesas propane mis adelante, noines como “nena etsarnral das para dar cuenta de es iad estat” me patecenapropiadas para a ue pees aoe ae ei i un texto de hace unos cuantos aiios (Pecheny, 2002), distin de la discriminacién y el reconocimiento: discriminacién di indirecta; cjecutada o anticipada; polit irecta segtin niveles sociales; con dimen- as, cognitivas y normativas. Las pricticas discriminatorias len gjercerse de manera directa hacia una categoria de poblacién, lo S€ puede cuestionar politicamente con mayor facilidad cn demucra. ue el ejercicio indireeto de la discrimi orma aparece como universal, eterminadas categorias, ta discriminacion puede ser ejecutada de manera efectva: prohibit ‘ngreso a un establecimiento bailable a quienes no tienen ia chee ci” a menudo genérica racializaa y claista, Pero con frecwnnnc ser anticipada: quienes ereyéndose o sabiéndose potenctales a de hosilidad o rechazo se antcipan y no xe ponen en stacker na binacin, La eficacia de la dscriminacidn antcipada (que alguna “autodiscriminaci6n”) es muy fuerte nas, la dscriminacién no es un fendmeno eoherente:segin el social (niveles que van desde lo mas intimo -tamiliay, aneotoae rio- pasando por lo laboral y profesional, hasta los nveles neg ‘te los medios, la opinién, ls lees, las politics lon discaraes val ). puede haber mayor o menor disciminacién, mayor o mesa tocimiento, sin que se verifique una consistencia logiea ene Ian niveles. En suma, la di iscriminacién (0 su contracara, el recono- to) es siempre contextual y compleja inacién, cuando formalmente ero en los hechos excluye o perjudica y minorias, -nos toleran= 260 LA SOCIEDAD ARGENTINA HOY Por \itimo, la discriminacién tiene dimensiones de poder (implica re- ‘cursos, dominaci6n, violencia); cognitiva (ivolucra definicones de aque. Ilo que es 0 no es de determinada manera) y normativa (presupone patro- nes étcosy morales que privilegian 0 subprivlegian determinados valores). {Lo que quiero subrayar desde la perspectiva de la vulnerabilidad es tructural es que estas formas y niveles de la diseriminacin son fen6- menos que pueden explicarse sociolégicamente y transformarse poli ticamente en la medida en que las comprendamos en su politicidad, ¢s decir, al reconocer su cardcter estructural-e histérico. La sociedad y el Estado (aque! que garantiza mediante la fuerza y otros medios la reproduccién de las relaciones sociales) producen y reproducen las re- laciones de discriminacién y estigma, incluidas las relativas al sexo, al sgénero, ala orientacién sexual, la identidad y la expresion de género, asi como la raza y la etna, Producen estructuras de clase, pero tam- bién producen y reproducen estructuras de relaciones racializadas y sexualizadas. LA DISCRIMINACION EN LA ARGENTINA, EL Inadi (2014) publics a segunda edicin de su informe sobre la di criminacin en la Argentina, tiulado Mapa nacional de a dscriminacin, basado en una encuesta realizada en 2013 « 14 800 personas en todo el pais. El disefio de la muestra fue probabilistico, multietapico,estratifica do, con selecion aleatora de las unidadesprimaria (nad 201418). as “Propuestas estratégcas” del Plan Nacional contra la Discrimina- ci6n, del aiio 2005, en que se enmarca et informe, recomiendan: promover, desarrollar y subvencionar proyectos de investigne «ién por parte de los énganos estatales pertnentes, que sean capaces de evaluar y analiza las conductas discriminatorias, sus origenes y causalidad y los modos de desarticularas, asi como Alisefiar ygjecutar proyectos de investgacién tendientes a men- surar la dimensién del problema discriminatorio de Tos discur- sos medidticos y educativos (Plan Nacional contra la Disesimi- naci6n 2015) 15-16) En los términosast planteados,e1 objeto de politicas publicas sobre el cual intervenir e investigar son conductas individuales y discursos circulantes- OO ee re re 1A DISCRIMINACION, LA DIVERSIDAD SOCIAL Y LA ESTRUCTURA... 261 Mi pregunta en este texto refiere a cémo telacionar esas conductas ()!”) y discursos con éstructuras que los producen, y propone avanvar en «mo estas contibuyen a reproduce tle esructuas. El informe pare de inquietudes similares: propone dar cuenta de la discriminacida on clave de desigualdad social, de clase, y habla por ejemplo de “racisine También recupera las definiciones de “discriminacién” prevalecien- ~ tes en la poblacién: como cuestién de edueacién, de derechos huma- 4208 y como cuestién moral; y propone analiariaen tanto percepeidn, experiencia propia (discriminacidn suffida) y objeto de denuncias al Estado. El andlisis en esta tiple dimensin muestra algo que adelontg ids arriba, a saber, que no siempre hay coincidencia en los diversos niveles espacios de la discriminacién (Inadi, 2014: 26: le préctcas discriminatorias mis denunciadas (en orden de menciones: por disea Pacidad, ideologia, estado de salud, estatus migratorio) no son las mae Percibidas w observadas (socioeconsmica, sobrepeso, migrantes, VIH) @ sulridas personalmente (socioeconémica, migrantes, color de piel, aspecto fisico). Asimismo, el informe muestra “incoherencias” en los. ° valores expresados por la poblacién, no aGlo entre las experiencias las ‘observaciones, las actitudes y las pricticas, sino que cada una de ellas s ambivalente, La grilla de interpretacién en que se inscriben el informe y la propues ta de poliicas pablicasa la vez propone salirse del. cuadro individual Para remitira lo estructural ya los derechos humanos, y comprende lo estructural en clave socioeconémica. Dice el informe: Ladiscriminacién se inscribe en el universo de las desigualdades sociales y, como tal, es para el Estado un tema de justicia de pri- mer orden. [...] La disctiminaci6n [...] ¢s el emergente de las Feconfiguraciones de las subjetividades individuales y colectivas elaboradas por los sectores medios y medios altos de la socie- dad. Son ellos quienes “vsibilizan” la discriminacin, os que la “enuncian’, la indican y, al hacerlo, fijan los alcances de esta en la subjetividad de las personas. Pero, una mirada més profunda de esta investigacién determinara que son los sectores sociales mas bajos los que dicen haber sido discriminados mas allé de 'as dificultades que muestran para identificar y sefalar esa ex. eriencia como un fenémeno compartido socialmente (Inadi, 2014: 23), 262 LA SOCIEDAD ARGENTINA HOY Los datos del informe que indican que son las clases medias/altas las que ‘en mayor medida registran pricticas de discriminacién (como victimas © como observadores), al tiempo que son las clases més bajas quienes la “sufren mas” en sus diversas formas, reflejan en qué medida el lenguaje individualista y plural de los derechos humanos y la discriminacién ha ido permeando la estructura social argentina de manera heterogéne: ‘Veamos algunos datos del informe. Del total de respuestas @ nivel nacio- nal, 48% asocia la discriminacin con “marginar, excluir y/o rechazar ‘una persona o grupo", 40% con “considerar inferior a otra persona 0 grupo, faltar el respeto, juzgar 0 prejuzgar y/o maltratat” y 12% asocia ka discriminacién con “negar, no respetar o violar los derechos humanos” (Inadi, 2014: 35). A su vez, 85% de los encuestados sefialan Ia diserimi- nacién como una problemitica social de alta 0 mediana importancia, contra un 15% que le atribuye baja 0 ninguna importancia; del total de a muestra, 87% consideran que en la Argentina se discrimina mucho 0 bastante. Las proporciones varian segtin la edad (a menor edad, mayor percepcién de existencia de discriminacién; y viceversa) y el sexo (en mayor proporcién las mujeres) (Inadi, 2014: 96:37). La poblacién en- cuestada coincide no sélo en que la discriminacién es una problematica importante, sino también en que el gobierno nacional deberia dar una alta o mediana importancia al tema (91%) (Inadi, 2014: 39). Para resumir este primer pantallazo, una amplisima mayoria de la po- blacién argentina reconoce la existencia de discriminaci6n, considera que esto es un problema social importante y que el Estado deberfa dar respuestas ante esto, Los altos de democracia no han pasado en vano pues para instalar un discurso piblico antidiscriminatorio. Ahora pase- ‘mos a matizar y cualificar esta afirmacién. Para dos tercios de la poblacién encuestada, “la Argentina debe estar abierta a todo el mundo que quiera venir a vivit”, pero un tercio dice que “debe ser s6lo para los/as argentinos/as” (Inadi, 2014: 41). Formulado ‘el tema de otra manera, los guarismos se van torciendo: 54,6% mani- fiesta su desacuerdo con la frase “La Argentina deberia ser para Ios/as argentinos/as y por eso deberian limitar el ingreso de inmigrantes” y un 32,64 esta de acuerdo con la frase. El acuerdo ronda el 45% en el nores te (NEA) y noroeste argentino (NOA) (Inadi, 2014: 42). La frase "Los/ as trabajadores/as que vienen de otros paises les quitan posibilidades los/as trabajadores/as argentinos/as” concita s6lo 46,2% de desacuerdo, yuna media nacional de 41,1% de acuerdo (siendo el acuerdo en el NEA de 55,6% y en el NOA de 50,3%). Las regiones menos discriminatorias son el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y Cuyo. LA DISCRIMINAGIGN, LA DIVERSIDAD SOCIAL Y LA ESTRUGTURA.. 203 Respecto de las minorias religiosas, 70% esti en desacuerdo con que *Los/as musulmanes/as yjudios/as ortodoxos/as que uno ve por la calle deberian vestise como todos/as", mientras que 14% esti de acuerdo (nad, 2014: 43). Un tercio coincide en que “las comunidades indigenas deberian hacer tun mayor esfuerzo de integraci6n a la cultura general, y 46.6% no esti de acuerdo (el resto no esti de acuerdo ni en desacuerd, 0 no sabe/no contesta). Los porcentajes de acuerdo Hegan en el NEA a 543% yen el NOA a 48% (Inadi, 2014: 44). Quiza porque el tema no ha sido eneuadra- do dentro del marco de la discriminaci6n oypor lo discursos circulantes, 52% sefalan su acuerdo con que “la mayorfa de los delincuentes no tienen recuperacién’, al tempo que 37% rechazan la frase (Inadi, 2014: 44), Menos de la mitad de los argentinos dice que esti en desacuerdo con que “la mayoria de los drogadictos son delincuentes",y casi el 40% est de acuerdo con ello (Inadi, 2014: 45). Esto no es incompatible con el status gris, indefinido, que tiene el uso de drogas en nuestro pais; de ahi que el fen6meno de la diseriminacién ~aqut habla el autor de este texto- no sea separable del marco legal, institucional y estructural en {que se asientan las percepciones. Dicho esto, los cambios legales tampoco serelacionan mecénicamente fenémeno de la discriminacién o el reconocimiento social. En 2013, a tres afios de haberse aprobado en la Argentina el matrimonio igualitario, soloseis de cada diez personas estin en desacuerdo con la i hijo/a fuera homosexual, deberia levarlo/a aun profesional . Guatro de cada diez en el NEA 0 el NOA estin de acuerdo on Ta frase (Inadi, 2014: 46). En otro orden de cosas, ocho de cada diez individuos estin de acuerdo con que “Ia juventud de hoy es mas violentae irresponsable que en el par sado”, mientras que 15% estin en desacuerdo (Inacli, 2014: 47). ELInadi establecié un Indice de Representaciones Discriminatorias: el indice es mids bajo entre los mas jvenes y aumenta a medida que aumenta el ran- 0 de edad (Inadi, 2014: 48) y baja el nivel ecucativ (Inadi, 2014: 49), “El informe propone luego indagar cules son las categorias mas dis- criminadas. En cuanto a quiénes son objeto de diseriminacién, segiin 4a percepci6n de la poblacidn, los datos son los siguientes: encabezan la lista las “personas pobres” (85%), seguidas por las personas con sobrepe- 80/obesidad (78%), los migrantes de paises limitrofes (71%), las perso- nas con VIH (64%), LGBT (62%), las personas con diseapacidad (611%), tos afrodescendientes (57%), los indigenas (54%), las mujeres (43%), Jos adultos mayores (42%), las personas de origen asidtico (40%), las 1264, LA SOCIEDAD ARGENTINA HOY jGvenes (26%) (Inadi, 2014: 53). 7 mn ar ber ir mn, ‘el 35% sufti6 discriminaci6n y el 55% preser Cen cope tan atin te pone pene ene ido di ciminacd mucho mayores (74% para la franja de * a Se cb. pam ean cero stan ean eines or * fms famine cgi ted ae 165%, tas subpoblaciones de pueblos indigenas, de Senes, de personas igen crater suntan ans bona, a va pai oi 10s sociales, los centros de sz ple tn ania oa 204 6, Ge Pe ene, fe filtimo, cabe sefalar que el 92% de la muestra nunca dem reipissis Zate ls dlscriminscln no cs percibido por la mayoria els JENTINA FORMAS ¥ CATEGORIAS DE DISCRIMINACION EN LA ARGENTIN/ El informe analiza algunos temas en particular. En primer lugar, seta la que “Ios migrantes son percibidos el colectivo central de las como tivo st Qn pe pricticas discriminatorias en torno a los prejuicios y estigmas [...] jun {A DISCRIMINACION, LA DIVERSIDAD SOCIAL V LA ESTRUCTURA, 265, 12,288 Personas en situacién econémica vulnerable” (Inadi, 2014 95), Enire ellos, ocupan el mayor porcentaje quienes provienen de Bolivia (44%), seguidos de provenientes de Peri (22%). ¥ de otras nacion que viencn de otros paises le ¢ as argentinos/as”, Aue “els hospitals no hay ramos pomquevienen mucha pre noc tos lugares a hacerseatender” (nat, S014, aby Como sefalamos antes, I perepeisn de que en la Argentina se die érimina alas minorias religious ne oer Imes se dscrimina poco o nada, y 84% dice que maken cee Sin embargo en relacén con algunas comnkades epee ches so cule © rupos tnicoraiae), e recone eae Rorcin dscriminacin, como en relaion con ls geaos musaenn iodesendients ojos, En cuanto ala experienc pores ae un par de ejemplos, 98% de quienes pe fesan la religion africanista y 72% de los judios dicen haber tenido experiencias de discriminacion (Inadi, 2014: 108). in relaciGn con la poblacién afrodescendiente (segtin el Censo de Fanos trata de casi 150 000 personas, la mayorianaciasen el pais). informe sefala que la percepcién acerca de dicha poblacisn os B86, ac rechazoy slo 29% de aceptacin (Ina, 2014: 1ooh, A nivel nacional, 49% percibe disciminacidn hacia los pueblos indi. Bena: este porcentaje se eleva al 66% en Chaco, 68% en Formosa, y 63% en Salta. Como ya dijimos, a percepcidn de la disctiminacién no implica Sosemeent 80% eoté de arverdo con que “as comunidades indifeace Sree acer un mayor esfuerzo de intgracén ala cultura gene ats ‘el nivel de acuerdo se cleva hasta 65% en Salta, 60% en Chaco y 58% en Formosa (Inadi, 2014: 114). Cabe mencionar que 8 ‘encuestada a nivel nacional se identific¢ © descendiente de pueblos indigenas uén...). De esta subpoblacién, 77% iminacion en sentido amplio (sutr y presencia) y 51% suftié decree acién en forma directa, Lar experiencis de discriminacion han tens Hagar en dversos ambitos de la vida social (edueatv,laboral ea Als propésitos de este texto, es interesante subrayar ue ln referida al racismo se tila “Desigualdad social Y Tacismo estruc ‘6 a si misma como perteneciente (28% en Formosa, 20% en New. dijo haber experimentado discri- 266. 1A SOCIEDAD ARGENTINA HOY (Inadi, 2014: 125), en la bisqueda por integrar el fendmeno de la criminacién con estructuras sociales de desigualdad. Dada la metodolo- ‘gia del estudio del Inadi, el modo de exponer y analizar los datos sobre racismo es similar al resto de los temas, pero aquf aparece la voluntad de conceptualizar el fenémeno de la diversidad racial y el racismo mas alla de las percepciones, experiencias y actitudes. Entre quienes dijeron, haber suftide discriminacién, un tercio se lo asigna a quienes “sufrieron racismo estructural”, considerado “causante de la formacién de las clases sociales en la Argentina” (Inadi, 2014: 125). No tengo elementos aqui para considerar en qué medida y si esto ¢s asf como lo afirma el informe, pero si manifiesto que estoy de acuerdo con la pertinencia de examinar este tipo de procesos y relaciones. Luego, el informe examina la discapacidad y el género. Aqui vuelven yerse de relieve las conductas y experiencias, aun cuando tamt podria preguntarse en qué medida y emo la discapacidad (0 diversidad fancional) y el género son estructurales, en el sentido de determinar

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