Reintegro por terminación laboral sin justa causa

La primera regla que fundó la acción de reintegro fue el Decreto 2351 de 1965 en su
artículo 8, que creó una labor de restitución para los personales que teniendo cumplido 10
años de trabajo duradero fueron echados sin justo origen. En consecuencia, la norma en
acuerdo revela que el Juez Laboral una vez ha comprobado las situaciones personales del
asunto, podrá ordenar el reintegro del trabajador en las propias circunstancias de empleo y
el pago de los sueldos dejados de distinguir.

En conclusión, luego de la breve expedición de la Ley 50 de 1990, este sistema solo emplea
para los trabajadores que al 1 de enero de 1991 tenían más 10 años imperecederos de
prestación de servicios al mismo empleador. En otras frases, la posibilidad de la restitución
por terminación laboral sin justa causa fue anulada por esta Ley y solo se conservó la
posibilidad de indemnización. La cual presentemente se preside por las reglas manifestadas
en la Ley 789 de 2002.

Reintegro por fuero laboral reforzado

Si se trata de trabajadores con limitaciones físicas o que se hallen incapacitados la Corte

Constitucional ha sostenido una tesis jurisprudencial de tipo proteccionista para este tipo de
trabajadores, quienes son estimados como personas de especial protección.

“La ley impone al empleador la obligación de mantener el vínculo laboral con el trabajador
mientras que perdure la incapacidad, debiendo reincorporar a los trabajadores que han
recuperado su salud y conforme con lo que el concepto médico establezca, debe cumplir
con su deber de reubicar al trabajador en un puesto acorde con su condición de salud, hasta
que se emita un concepto favorable de rehabilitación o hasta que consolide el derecho
pensional… En caso de despido, el empleador debe cumplir con el procedimiento
establecido en el artículo 26 de la Ley 361 de 1997, toda vez que se trata de personas en
circunstancias de debilidad manifiesta como consecuencia de una limitación y por tanto
sujetos de especial protección constitucional.” (Sentencia T-850 de 2011).

En esa ordenanza de doctrinas, el trabajador con este ejemplo de restricciones que haya
sido expulsado en razón a su estado, podrá socorrer ante el juez constitucional para que este
decrete su reintegro.

Reintegro por fuero de maternidad

En último lugar, las trabajadoras en etapa de embarazo todavía disfrutan de una defensa
fortalecida en el contorno de trabajo. Dicho con lo anterior, si el empleador toma la
decisión de echar a una trabajadora en estado de embarazo sin el permiso del inspector de
trabajo se exhibe a que el juez constitucional establezca su reintegro y pago de
indemnización por el despido.