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Serie: Dios de la casa:

Tema: “Lleva a la limpieza”


Génesis 35:1-7
INTRODUCCIÓN
 Empezamos una nueva serie: Dios de la casa, donde veremos cuatro temas que van a
ser para bendición para nuestra familia, para nuestro hogar, para nuestra casa.
 Toda casa o familia anhela experimentar la bendición de Dios en su hogar.
 Es interesante que Dios le dice a Jacob “Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí”
(v.1). “Bet-el”, significa “casa de Dios”; Una morada aquí abajo para Dios, pero el v. 7
llama ahora ese lugar “El-bet-el”, que significa “El Dios de la casa de Dios”. Donde
Dios habita Él es Dios.
 El Salmos 127: 1Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la
edifican… Esto es una gran bendición, en que Dios, sea el Dios en el hogar que Él
habita. Donde Él habita y los edificadores construye sus hogares basado en Su
dirección, con Su Palabra, con Sus principios trae bendición para mi familia y para
otras familias.
 Todos anhelamos experimentar la bendición del obrar de Dios para nuestros hogares y
para nuestras vidas. La pregunta qué debemos hacernos es, ¿cómo podemos
obtenerla? Cualquier bendición que Dios nos ofrece se debe a Su gracia, y no a
nuestros méritos.
 Sin embargo, la Biblia también enseña que si queremos recibir la bendición del obrar
de Dios, tenemos que ver lo siguiente. En Gén 35:1-7 aprendemos que para
experimentar la bendición del obrar Dios en nuestro hogar y en nuestras vidas… El
Dios de la casa llevara a nuestro hogar a la limpieza (hablo de quitar pecados dentro
del hogar, de cada miembro de la familia)

¿Por qué el Dios de la casa, lleva a la limpieza un hogar?


I. PORQUE EL ES EL DIOS DE LAS VIDAS EN AQUEL HOGAR (v.1a, 5-6)
1
Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció
cuando huías de tu hermano Esaú… 5Y salieron, y el terror de Dios estuvo sobre las ciudades que había
en sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Jacob. 6Y llegó Jacob a Luz, que está en tierra de
Canaán (esta es Bet-el), él y todo el pueblo que con él estaba.
 En el v.1 podemos ver que Dios dijo a Jacob que levantara un altar en Bet-el, lugar
donde se le apareció Dios “al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano
Esaú”. Bet-el nos habla cuando Jacob tuvo su encuentro con Dios, Dios se le dio a
conocer a su vida para ser el único Dios de su vida como lo fue en su abuelo
Abraham, en su padre Isaac (v.12).
 Gn. 28:10-22 (leerlo) Jacob manifestó por primera vez en ese encuentro con Dios
en Bet-el, adorándolo y lo reconoce a Dios como lo es. Su reconocimiento no es
algo que le contaron sino es de una experiencia personal de un encuentro con Dios.
Ahora va empezar a vivir para Dios. El propósito de nombrarlo Bet-el es el de
recordar la experiencia y fijarla concretamente. El encuentro de Dios y el hombre
siempre es concreto: en un lugar específico y en un momento definido (¿Tu
conversión cuando se dio en tu vida?).

Este compromiso de Jacob con Dios manifiesta su entrega a Dios: fe, confianza y
sumisión y hace una gran diferencia en su vida. Surge un nuevo Jacob motivado por
un encuentro personal con Dios. Dios ha venido a su vida. La salvación.
Cuando Dios es el Dios de las vidas de u n hogar se manifiesta lo siguiente:
A. El dirige las vidas del hogar . Cuando el Señor le indicó que era tiempo de volver
a la tierra de Canaán, le dijo, (Gn. 31:13, 17, 18)
“13Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento … 17Entonces se
levantó Jacob, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los camellos, 18y puso en camino todo su
ganado, y todo cuanto había adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padan-
aram, para volverse a Isaac su padre en la tierra de Canaán.
Gn. 35:1Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí (a vivir).
B. El da a conocer su voluntad. En el v.1 Dios le dijo que su voluntad era que
Jacob viviera en Bet-el, donde Dios cumpliría su propósito con Jacob de ser de
“bendición para toda la tierra”. Pero no se daría en Siquem. ¿Por qué no?
¡Porque Jacob estaba en el lugar equivocado! La Voluntad de Dios estaba en
otro lugar y ese lugar era Bet-tel. Por eso Dios tuvo que intervenir, diciéndole,
“Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí” (Gén 35:1a). Aquí esta lo lindo que
Dios viene y nos habla, y nos dice: ¡Ese no es el lugar que yo tengo para ti! (Usar
el ejemplo de Efesios 5 con los roles que tiene la familia) Y nos levanta del lugar no
indicado para dirigirnos al lugar de su voluntad. El lugar que Dios tenía para Jacob
era para ser de Bendición, “…serán benditas en ti y en tu simiente” (Gén 28:14)
REFLEXIÓN: ¡Cuántas veces somos como Jacob! Tomamos decisiones personales, sin buscar la
voluntad de Dios. Como consecuencia, perdemos la bendición de Dios en nuestras vidas, y poder
bendecir a otros y empezando en nuestro hogar. El peligro es que, experimentamos una suerte de
‘pasividad’ espiritual; no somos capaces de movernos de ese lugar equivocado, de esa manera
equivocada de mi mal proceder y buscar lo que Dios quiere para nuestras vidas.
C. El Ordena (El Manda). Cuando Dios manda algo se le obedece. Analicemos la
orden que Dios le dio a Jacob; tuvo CUATRO elementos:
1. “Levántate…”
Dios le estaba ordenando a Jacob levantarse, juntar todas sus cosas, y
marcharse de Siquem. El verbo, “Levántate…”, puede ser entendido en un
sentido espiritual también. Al tomar la decisión de ubicarse en Siquem, Jacob se
había estancado espiritualmente, y no podría así recibir la bendición de parte de
Dios. Cuando el obedece nos dice Gn. 35:9 Apareció otra vez Dios a Jacob ,
cuando había vuelto de Padan-aram, y le bendijo.
No es difícil especular por qué ocurrió eso de estancarse Jacob en un lugar donde
no era la voluntad de Dios. Gén 33:18-19 nos informa que Jacob, al volver a la
tierra de Canaán, tomó la decisión de ubicarse en Siquem. Por lo tanto, se
estable en un lugar donde no era el propósito de Dios, y así se estancó en su
vida espiritual.
Ahora, al decirle, “Levántate”, Dios le estaba exhortando a ‘levantarse’ de su
letargo espiritual, y seguir creciendo en su experiencia con Dios a través
de la obediencia.
REFLEXIÓN: ¿Estamos nosotros en una situación parecida a la de Jacob? ¿Será que nos hemos
estancado espiritualmente? Porque hemos dejado de obedecer a Dios? ¿Habremos dejado de crecer
en nuestro andar con Dios? Por lo tanto, hemos dejado de bendecir a nuestra familia.

¿Qué debemos hacer para ‘levantarnos’ de esa condición espiritual?


2. “sube a Bet-el” (v.1)
Dios no sólo le dijo a Jacob que dejara Siquem, sino que subiera a Bet-el. ¿Por
qué? ¿Qué representaba Bet-el, en la vida de Jacob? Podemos mencionar varias
cosas importantes en día que Dios se le dio a conocer a su vida.
i. Bet-el fue el lugar donde Dios se manifestó a Jacob por primera vez; el
lugar donde llegó a conocer a Dios personalmente. Al lugar de su encuentro,
de su comunión que empezó con Dios. Que este encuentro con Dios no debe
ser dejado. La respuesta de Jacob es: Primero, Fidelidad a Dios “Jehovah
será mi Dios” (G. 28:21). Jacob se compromete a ser fiel a Dios. Segundo,
Jacob decide relacionarse con Dios a través de la adoración. La presencia
de Dios será desde ahora reconocida y honrada en un altar y lugar
permanentemente consagrado a Dios.
ii. Bet-el fue el lugar donde Dios le hizo tremendas promesas. Leemos de
esas promesas en Gén 28:13-15. Dios estaba queriendo animar a Jacob a
volver a confiar en las promesas de Dios. ¡Cuán importante es recordar las
cosas que Dios nos ha prometido!
iii.Bet-el fue el lugar donde Jacob hizo votos delante de Dios. Al escuchar
las promesas de Dios, Jacob respondió haciendo varios votos. Dios estaba
queriendo hacerle recordar a Jacob los votos que él había hecho, y la
necesidad de cumplirlos ahora. (Gn. 28:20-22)
“20E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy,
y me diere pan para comer y vestido para vestir, 21y si volviere en paz a casa de mi padre,
Jehová será mi Dios. 22Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo
que me dieres, el diezmo apartaré para ti”
Jacob decide reconocer a Dios como el dueño y dador de todos los
bienes materiales a través de la consagración continua y disciplinada a Dios
de la décima parte de lo que Dios le concede. V.22 “…y de todo lo que me
dieres, el diezmo apartaré para ti”
REFLEXIÓN: ¿Tenemos algún ‘Bet-el’ en nuestras vidas? Cuando Dios se manifestó en nuestras
vidas, cuando recibimos grandes promesas de Dios, e hicimos importantes votos delante de Dios.
¿Estaremos en la necesidad de volver a ese lugar? ¿Por qué estamos en otro lugar y haciendo otras
cosas?

3. “quédate allí” (V.1)


Jacob no sólo tenía que ir a Bet-el, sino que tenía que radicar en ese lugar.
Dios quería que Jacob volviera al lugar donde conoció a Dios por primera vez, y
que se quedara allí. Del lugar de la voluntad de Dios, de ahí no salgas, y si
has salido de ese lugar, vuelve, retómalo ¿Por qué? Porque es el lugar donde
debes estar. El lugar de la comunión que descuidaste en tu vida.
En momentos de crisis, a veces lo que hacemos es volver, momentáneamente, al
lugar donde Dios una vez nos bendijo, para meditar y reflexionar; pero luego,
cuando pasa la crisis, volvemos a nuestra manera normal de vivir. Eso no es lo
que quiere Dios, de que sea un lugar solamente para momentos de crisis sino
para ser un estilo de vida de encuentro con Dios, cada día. Por eso le ordenó ir a
Bet-el “quédate allí”. Este ir a Bet-el era con toda su familia
NOTA: ‘Bet-el’ significa ‘casa de Dios’. Hacer el lugar de comunión con Dios: “Una cosa he
demandado a Jehová; ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi
vida, Para contemplar la hermosura de Jehová (Así podre disfrutar el placer de estar junto al
Señor), y para inquirir en su templo” Sal 27:4
4. “haz allí un altar al Dios que te apareció…”
El propósito de ir a Bet-el fue hacer un altar a Jehová para adorar a Dios. Su
compromiso de entrega fue, que Dios tenía que estar presente y primero en su
vida. Comprometido en la Comunión con Dios. Jacob había prometido hacerlo,
pero se había olvidado del asunto.
Eclesiastés 5:4 “Si le haces una promesa a Dios, cúmplela, porque a Dios no le agrada la gente
falta de seriedad. Cúmplele a Dios lo que le prometiste” . (PDT)
Sal 66:13-14 “…Te pagaré mis votos, Que pronunciaron mis labios Y habló mi boca, cuando
estaba angustiado (cuando atravesaba dificultades)”
REFLEXIÓN: Fácilmente nos olvidamos de las misericordias de Dios en el pasado. Por
consiguiente, cuán importante es la disciplina de meditar, cada cierto tiempo, sobre las bendiciones
de Dios recibidas, para que al hacer memoria de ellas, nos acordemos también de nuestras
promesas a Dios.
Al partir para Betel, Jacob reconoce que va a un encuentro de adoración a Dios. La
adoración a Dios implica siempre consagración y fidelidad. No es un simple acto
externo y formal sino incluye serios compromisos que abarcan la totalidad del ser
humano. Primero, que Dios sea el Dios de las vidas del hogar, manifestado por dejarse
dirigir, conocer Su voluntad y obedecer sus órdenes. En reconocimiento al verdadero
acto de adoración, Jacob prepara a su gente, a su familia moral y ritualmente.

¿Por qué el Dios de la casa, lleva a la limpieza un hogar?


II. PORQUE EL PECADO ES UN IMPEDIMENTO DE SU OBRAR EN EL HOGAR (v.2-
4) 2Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban : Quitad los dioses ajenos
que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos. 3Y levantémonos, y subamos a Bet-
el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el
camino que he andado. 4Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los
zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina que estaba junto a
Siquem.
 Cuando Jacob dice en el v. 2 “a su familia y a todos los que estaban con él”
que tomen acciones en sus vidas, en llevarlos a “quitar” y “limpiarse” de sus
vidas pecados que habían en ellos, pero la pregunta es ¿con que autoridad lo diría
Jacob de “quitar” y “limpiarse” de pecados? El tenía esa autoridad y fue un
ejemplo de “quitar” (cortar, dejar, apartar, echar, sacar) de su vida el pecado de
ser un “suplantador”, un “mentiroso, engañador”; fue cortado de su vida,
quitado a no dar más uso de ello, porque estaba dañándose y dañando a la familia,
en este caso a su hermano y padres; y más y tarde a su familia propiamente.
Luego se “limpiaos” [estar limpio] (ser puro, santo) de su pasado, de su
aprovechamiento para obtener la primogenitura y de engañar para la bendición de
su padre, esto trajo la enemistad con su hermano Esaú ¿Qué hizo? Se limpio de
ello, porque Dios lo hizo posible. Un hombre que quito de su vida pecados,
tratándolo con Dios. No se puede tener autoridad, si yo no he arreglado pecados en
mi vida, y pedir a mi familia sin esa autoridad… no funciona así. Hay que arreglar
los padres nuestros pecados y manifestar una vida diferente como lo manifestó
Jacob, cambios en su vida (Esto lo vimos el domingo pasado)
 Al recibir el mandato de Dios, Jacob reunió a su familia, juntamente con “todos
los que con él estaban” (v.2a). Jacob deseaba obedecer al Señor, pero se dio
cuenta que antes de hacerlo, había que arreglar algunas cosas en su familia, como
también él las había arreglado antes primero con Dios y luego con su hermano.
 “Quitad (sacar) los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y
mudad (cambiarse) vuestros vestidos” (v.2b). Jacob muestra a su familia, que
para ser parte también de la bendición de Dios, tenía que dejar pecados que había
entre ellos, y que tenían que arreglar ese pecado antes de ir a Bet-el, y
experimentar la bendición de Dios. La preparación moral consiste en un
renunciamiento a una vida infiel y pecaminosa a Dios evidenciada por los
dioses extraños en poder de ellos. La lealtad suprema (La fidelidad que se
muestra al altísimo) a Dios fue siempre el primer requisito de relación con Dios.
Dios pide que le seas fiel en tu hogar (obediencia a él en lo que te manda de lo que
debes hacer dentro de tu hogar, como esposo, como padre, como hijos). Y siempre
la infidelidad es la tentación más grande del hombre.
Analicemos las cosas que Jacob ordenó a su familia hacer:
a. “Quitad los dioses ajenos…” (v.2b)
Al decir eso, Jacob estaba reconociendo que algunos miembros de su familia (o de
sus siervos) eran idólatras. Como jefe de la familia, era su responsabilidad
‘limpiar’ a la familia de esa contaminación espiritual . Por ejemplo, Raquel
hurtó los ídolos de su padre (Gén 31:19b).
La frase, “dioses ajenos” significa ‘los dioses de los extranjeros’. Al tener
estos dioses en sus vidas muestran que sus corazones no eran fieles a Dios. No
estaban totalmente comprometidos con el Dios de Jacob. Esto era una ofensa a
Dios, y no les permitía experimentar plenamente la bendición del Señor. La
renovación espiritual requería la eliminación de todo rastro de la idolatría. Ese era
el camino a la restauración espiritual.
El v. 4 indica cómo lo hizo Jacob. Las personas “dieron a Jacob todos los dioses
ajenos que había en el poder de ellos ”, juntamente con “los zarcillos que estaban
en sus orejas”. Y “Jacob los escondió debajo de una encina que estaba junto a
Siquem”. Aquí hay varias cosas importantes que debemos notar.
i. Más que una persona tenía dioses falsos ( “dieron”, plural). Lo que empezó con
Raquel contagió a otros. Esa es una característica del pecado – ¡es altamente
contagioso!
ii. Las personas dieron a Jacob “todos los dioses ajenos”, lo que indica que habían
muchos. Aquí tenemos otra característica del pecado - ¡se multiplica!
iii. También entregaron “los zarcillos que estaban en sus orejas ”. Estaban en
alguna forma vinculados con la idolatría. Eso indica que el pecado se prolifera
(multiplicarse abundantemente), y va tomando nuevos matices, hasta afectar
toda la vida de una persona, y esto afecta a la familia.
iv. Jacob tomó todos esos objetos, y “los escondió debajo de una encina”. Se
desase de ellos y que otros no lo tomen para sus vidas.
v. La encina estaba “junto a Siquem”, lo que indica que Jacob efectuó esta
limpieza espiritual antes de salir de viaje.
¿Por qué era importante quitar todos los ídolos y objetos relacionados con la
idolatría? Porque ofendían a Dios, e i mpedían el desarrollo espiritual de las
personas.
REFLEXIÓN: ¿Tenemos algún ídolo en nuestras vidas? ¿Algo que ocupa el lugar de Dios, y no nos
ayuda a avanzar en la vida espiritual? O Tenemos otras cosas que quitar como Jacob, que quito de su
vida el ser suplantador, aprovechador, la mentira, el engaño; también se limpio de su pasado no
arreglado, en su caso fue la enemistad con su hermano, es decir enemistado con otra persona y tubo
que arreglarlo ¿Qué cosa esta impidiendo tu avance en tu vida espiritual y a la ves afectando en tu
hogar cosas que no has quitado y limpiado.
b. “…limpiaos y mudad vuestros vestidos” (v.2b)
1. “Limpiaos”
 La preparación ritual, propia para un acercamiento de adoración a Dios,
consiste en una purificación y cambio de vestidos indicando así una
disposición completa a Dios. En el acercamiento al Dios verdadero y Santo,
las personas deben prepararse física, moral, mental y espiritualmente.
 La purificación ritual, servía también para recordar la seriedad del
pecado y mantener reverencia en la relación con Dios que es Santo.
Uno no podía acercarse a Dios de cualquier manera.
2. ¿Qué nos enseña eso? La necesidad de limpiarnos totalmente del pecado,
antes de acercarnos a Dios. Que afectaría a nuestra familia dentro de nuestro
hogar
3. Jacob no sólo se preocupó por su propia limpieza espiritual, sino que animó a
toda su familia a hacerlo – a sus esposas, a sus hijos, y a sus siervos. Ese es el
camino a la bendición espiritual y a la bendición de un hogar. Los
pecados que cometemos nos ensucian, nos alejan de Dios, y no nos permiten
experimentar Sus bendiciones, como también afecta a nuestra familia. Por
tanto, si queremos disfrutar la bendición de Dios, es importante limpiarnos de
todo pecado cada día en esa comunión personal con Dios. Para disfrutar
esa purificación espiritual, tenemos que reconocer nuestros pecados, y
confesarlos delante de Dios (1 Juan 1:7-9).
4. “mudad (cámbiense) vuestros vestidos” ¿Por qué? ¿Qué importancia había
en la ropa? El cambio de ropa representaba la purificación del ‘hombre exterior’
– el comportamiento externo; la conducta. ¡El cuerpo limpio exige ropa
limpia! Así es en la vida cristiana. Tenemos que pedir a Dios que nos limpie de
todos nuestros pecados. Pero no tiene sentido pedir eso, y luego seguir viviendo
en el pecado. ¡No! Lo que tenemos que hacer es dejar de cometer esos pecados
en el poder de Cristo; tenemos que cambiar nuestra forma de vivir en el poder
del Espíritu Santo. Eso era lo que Jacob estaba representando, cuando ordenó a
su familia a cambiarse de ropa.
- Las esposas (Lea y Rebeca) tenían que dejar de pelearse entre sí. (Gn. 30)
- Dina tenía que dejar de interesarse en las cosas del ‘mundo’. (Gn. 34)
- Simeón y Leví tenían que dejar la violencia. (Gn. 34)
5. El Nuevo Testamento enfatiza eso constantemente y los que son de Cristo
Jesús, ya han crucificado la naturaleza del hombre pecador junto con sus
pasiones y malos deseos. (Gál 5:24). (Efe 4:22-24, Col. 3:5-15). Eso era lo que
Jacob tenía que hacer. Y lo representó, pidiendo a su familia que se cambiaran
de ropa.
NOTA: Al vivir en este mundo, rodeado de pecadores, es muy fácil ser contagiados por el pecado de la
sociedad que nos rodea. A veces caemos en el peligro de acostumbrarnos a esos pecados, en tal
manera que ya no nos sentimos muy ofendidos por ellos. Ese es un gran problema. Debemos tomar
en cuenta la exhortación de Judas, Judas 1:13 “A unos sálvenlos sacándolos del fuego, y tengan
compasión de otros, aunque cuídense de ellos y aborrezcan hasta la ropa que llevan contaminada por
su mala vida (carne)” (PDT). “Pero tengan mucho cuidado de no hacer el mismo mal que ellos hacen”
(BLS).
CONCLUSIÓN

¿Por qué el Dios de la casa, lleva a la limpieza un hogar?


III. PORQUE PERMITE TENER UNA BUENA COMUNIÓN CON DIOS (v.1b, 7)
1
Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te
apareció cuando huías de tu hermano Esaú... 7Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-bet-el, porque
allí le había aparecido Dios, cuando huía de su hermano”
 Lo que Dios le ordenó a Jacob hacer (ir a Bet-el, v.1), y lo que Jacob le ordenó a
su familia hacer (limpiarse de todo pecado, v.2), tuvo un mismo propósito –
restaurar la comunión con Dios. La comunión con Dios es de vital importancia
porque es la mayor bendición espiritual que podemos tener en esta vida, y
bendecir a nuestra familia, nuestro hogar, como también es la fuente de todas las
demás bendiciones materiales.

Uno de los resultados de volver a esa comunión con Dios es:


a. Dios se manifiesta en esa vida que vuelve a la comunión con Dios (Gn.
35:5-6) “5Y salieron, y el terror de Dios estuvo sobre las ciudades que había en sus alrededores,
y no persiguieron a los hijos de Jacob. 6Y llegó Jacob a Luz, que está en tierra de Canaán (esta es
Bet-el), él y todo el pueblo que con él estaba.”
La bendición que recibe Jacob es la protección de Dios. “El terror de Dios”
(v. 5) que se apodera de los cananeos (Dios hizo que todos los pueblos vecinos
tuvieran mucho miedo, y por eso no persiguieron a los hijos de Jacob). Significa
que es Dios quien protege y lucha por su pueblo. Esta vez fue sólo de protección y
seguridad en contra de toda acción hostil. Llega al lugar de Luz donde Jacob le
puso un nuevo nombre “bet-el” (casa de Dios)
b. Dios es Adorado (v.7)
7
Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-bet-el, porque allí le había aparecido Dios, cuando huía
de su hermano”
La bendición que recibe Jacob es que puede adorarlo, por volver a esa comunión
con Dios. Por la obediencia que manifiesta Jacob a Dios en ir a “Bet-el”, pero antes
de haber quitado todo pecado. Dios le dijo: “haz allí un altar al Dios que te
apareció” (v.1b). Eso fue lo que Jacob hizo allí edificó un altar (v.7a), y le dio un
nuevo nombre al lugar. Ya no era ‘Bet-el’, sino “El-bet-el” – el ‘Dios de Bet-el’.
Identifica al Dios que se había revelado a Jacob anteriormente. Nuevamente este
lugar es renombrado y consagrado a Dios. Jacob experimentó al hacer los
sacrificios y adorar a Dios, pero evidentemente comenzó a disfrutar una nueva
comunión con Dios. “El-bet-el” – “El Dios de la casa de Dios”
REFLEXIÓN: Esta es la manera de evaluar la adoración que ofrecemos a Dios. ¿Realmente produce
una nueva comunión con Él? ¿Salimos del culto de oración o de adoración los domingos renovados? De
nuestro tiempo a solas ¿salimos renovados?
CONCLUSIÓN
¡Qué hermoso para Jacob! ¡Cómo se manifestó la gracia de Dios en su vida! Dios
tomó la iniciativa de animarle a volver al lugar donde debía estar, y le concedió la gracia
para responder a esa iniciativa – limpiándose de todo pecado. Cuando Dios es “Dios de
la casa” El nos lleva a la limpieza de nuestras vidas, como de nuestro hogar para
bendición. El resultado en la Familia de Jacob fue la restauración de la comunión con
Dios, con todas las bendiciones que iban a fluir de ello.
Qué me ha mostrado Dios para que mi vida este limpia y mi hogar:
1. ¿Hemos descuidado ese lugar de comunión con Dios? ¿Qué ha tomado su lugar?
2. ¿De qué pecados tenemos que limpiar nuestras vidas y hogar para que no impida a
una comunión plena con Dios y una bendición para nuestra familia?
3. ¿Qué votos o promesas tienes que cumplir a Dios? ¿Hay fidelidad en tu ofrenda y
diezmo?
4. ¿Qué conductas debes quitar de tu vida? La mentira (como Jacob), Peleas (como las
esposas de Jacob), Cosas del mundo (como dina que amaba), La violencia (Levi y
Simeón) o otras cosas que tu sabes que son pecados y que impide el obrar de Dios en
tu vida. Oremos….

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