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CÓMO SER UN JOVEN USADO POR DIOS

Texto: 2 Timoteo 2:22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la


justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al
Señor.

INTRODUCCIÓN: muchas veces hemos escuchado a jóvenes decir:


- ¡Estoy decidido a servir a Dios! ¡Quiero dedicarme al Señor a tiempo
completo!, ¡El me ha dado el Ministerio de alabanza!
nos alegramos al escuchar esto, porque en mi vida personal he
experimentado que el joven que sirve y ama a Dios es totalmente feliz y
bendecido en todas las áreas de su vida.
Tiene luchas y pruebas pero el Señor siempre lo socorre.

Pero Después de esto, no se aparecen por la iglesia sino hasta después


de dos semanas, y si les preguntamos si porque han faltado solo dicen
que no habían tenido ganas de venir al templo y en las noches se quedan
viendo televisión. Se les anima a seguir adelante en su deseo de
consagrar su vida a Dios. Luego se vuelven a aparecer el próximo
domingo y luego el otro hasta que finalmente dejan de asistir al templo.
¿Les resulta familiar el relato?

La pregunta es ¿como se puede servir a Dios sin esforzarse y sin ser


perseverante, y hasta donde creeremos que nuestros buenos deseos son
suficientes?

Las buenas intenciones no bastan sino se acompañan con acciones.


Dios quiere levantarnos y tener una juventud consagrada, apartada de los
placeres y pasiones juveniles que en este siglo “moderno” están
dominando a millones de jóvenes.

Dios quiere jóvenes dispuestos a dejarlo todo por El, luchadores y


esforzados, emprendedores, valientes, y desafiantes a este mundo que
proclama la maldad sin recato así como también el libertinaje sexual, las
drogas y el alcoholismo como medios de felicidad y diversión.

El Señor quiere jóvenes pacientes y abnegados en la prueba, seguros en


su Dios y llenos del poder de su Espíritu Santo.
Jóvenes que proclamen sin miedo y sin tener vergüenza la verdad del
evangelio y los altos principios que Dios nos enseña en su Palabra.
Negados a si mismo, que sean a la imagen de Cristo. Jóvenes que oren y
crean a Dios esperando ver los resultados de las promesas verdaderas del
Señor en sus vidas y ministerios.
¡Dios quiere que tú seas ese joven! ¡El quiere usarte! ¡Tú puedes ser el
instrumento de Dios para un gran avivamiento en tu iglesia local, en tu
ciudad, en tu país y en el mundo!
Satanás tratará de impedirlo, pero no solo el. No echemos toda la culpa a
Satanás, a veces puede ser el joven mismo quien se opone a Dios. Por
esto, Pablo le dijo al joven Timoteo: “ten cuidado de ti mismo...” (1
Timoteo 4:16).

Hay obstáculos que debemos superar y acciones que debemos imitar para
poder ser un “instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y
dispuesto para toda buena obra.” (2 Timoteo 2:21).
¿Quieres ser un joven usado por Dios y huir de las pasiones juveniles?, la
Palabra de Dios te dice como poder serlo.

I. DEBES AMAR A DIOS


A. ¿Cuántas veces te has dado cuenta que hay un primer y gran
mandamiento? Marcos 12:30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus
fuerzas. Este es el principal mandamiento.
B. Si no hay amor en el corazón del joven hacia Dios, todo lo que pueda
hacer no durará, lo hará sin ganas y sentirá como una carga pesada la
oración, el estudio de la Palabra y el servicio a Dios. “Sin amor nada
soy” lo dice claramente la Biblia en 1 Corintios 13:2. Si no hay amor de
Dios en tu corazón entonces no eres alguien que debe predicar el
evangelio sino más bien alguien a quien hay que predicarle.
C. “¿Cómo puedo amar a Dios? ¿Porqué debo amarle?”. El amor hacia
Dios es algo que nace en tu corazón cuando comprendes cuanto te ama
el Señor Jesús que aun tu siendo pecador “Cristo murió por ti”
(Romanos 5:8). Al aceptar su inmenso amor demostrado por su
sacrificio en la cruz y, al recibir el perdón de nuestros pecados con un
arrepentimiento genuino no nos queda más que decirle: “¿Señor, quien
soy yo para que mueras en mi lugar? ¿O qué bien te he hecho para que
me ames tanto a tal punto de morir por mi para salvarme?”.
Entonces, cuando comprendes que la muerte de Jesús en la cruz no es
simple historia sino un gran sacrificio a través del cual Dios te demostró
cuanto te ama, nace en ti un amor grande hacia Aquel que te ama y lo
dio todo ¡todo por ti!. Nacerá en tu corazón un profundo
agradecimiento y un fuerte deseo de rendirte completamente a él y
entregarte a su servicio, no como una imposición u obligación sino
como un acto de acción de gracias. Le dirás:
- “Señor, has hecho tanto por mi, que lo menos que puedo hacer por ti
es entregarte todo mi ser y mi vida para honrarte, agradecerte y
servirte”.
D. “Nosotros le amamos a él porque él nos amó primero.” (1 Juan 4:19).
Si ahora amamos al Señor es porque hemos comprendido ¡Cuánto nos
ama él!

II. DEBES OBEDECER A DIOS


A. El primer y gran mandamiento es -como ya lo sabemos- “Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu
mente y con todas tus fuerzas. cuando amamos a Dios en primer lugar
y de todo corazón ¡vamos a querer predicar! ¡Y a querer orar! ¡Y a leer
la Biblia! ¡Y obedecerle en todo!
B. La prueba de tu amor a Dios es tu obediencia. Jesús nos dice en: Juan
14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos. 23 Respondió Jesús
y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará,
y vendremos a él, y haremos morada con él.

¿Cómo es una pareja de jóvenes cuando de verdad están enamorados?, la


chica le pide al joven:
- Por favor no te pongas esa camisa, te queda feo. ¡Y el joven le
obedece!.
El chico le dice a su pareja:
- No te eches ese perfume porque no me gusta. ¡Y ella le hace caso!
¿Porqué?, ¡porque se aman! No digas que porque son tontos ya que
quizás tu también lo has hecho, o lo harás algún día. Por eso la Biblia dice
“El amor no busca lo suyo” (1 Corintios 13:5) sino el bienestar del otro.
Cuando en verdad amas a alguien, buscas agradar a tu ser amado. Quizás
por eso se dice que muchos jóvenes empiezan a bañarse cuando llegan a
enamorarse, ¿será cierto?

Por esto mismo Jesús nos dijo que el primer mandamiento es “amarás al
Señor tu Dios”. Si amas a Dios, sentirás que es un placer y no solo un
deber servirle.

Querido joven, tú que quieres servir a Dios ¿le amas? Si tu respuesta es


“sí” ¿lo estas demostrando con tu obediencia? ¿Te sujetas al pastor en tu
iglesia?, ¿obedeces a tus padres?, ¿amas a tus hermanos y amigos?,
¿perdonas a los que te ofenden?
Si no es así ¡Empieza hoy y el avivamiento también empezará!
Empieza hoy y tu vida cambiará, huye de las pasiones juveniles, ama a
Dios y serás un verdadero adorador y serás usado con poder por Dios
para toda buena obra.

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