Cambios Sociales y Políticos Actuales en España Como Producto de La Influencia de La Corriente Política Del Feminismo Durante La Transición.

CAMBIOS SOCIALES Y POLÍTICOS ACTUALES EN ESPAÑA COMO PRODUCTO DE LA
INFLUENCIA DE LA CORRIENTE POLÍTICA DEL FEMINISMO DURANTE LA TRANSICIÓN.
Abogado, Eladio Román Urbina Tortolero.

Barquisimeto, Venezuela. 2018
elurbina@outlook.com
INTRODUCCIÓN
El lugar que ocupa la debate femenino en la discusión política y social actual

no tiene más precedentes que un largo recorrido de lucha femenina durante los
últimos tres siglos, donde se han alzado voces y realizado actividades con el objeto de
materializar los intereses del movimiento feminista, movimiento que lejos de ser
hegemónico abarca una multitud de intereses y reclamos de las mujeres, que se
desarrollan sobre distintas etapas de la era contemporánea, según los problemas que
identificaban las mujeres en los distintos momentos en que se han hecho presentes y
con la influencia de las ideas reinantes de la época y en la actualidad.
Es por ello que para pretender estudiar el feminismo en la transición española,

cómo situación problemática central se tiene el saber cuáles han sido los cambios
sociales y políticos en España como producto de la influencia de la corriente política
del Feminismo durante la transición, lo que puede fácilmente ser desglosado en las
siguientes interrogantes de investigación: en primer lugar entender el ¿Cómo se ha
conceptuado el feminismo y su nacimiento en España como movimiento político?,
¿ha tenido el feminismo impacto en la transición española? Y por último ¿han tenido
las clases y grupos de poder algún cambio social y político derivado del feminismo
como consecuencia de la transición española?
De lo anterior, se tiene que como medio para poder obtener respuestas con
base a la situación problemática planteada, es necesario ahondar en el estado del arte,
es decir, el conocer que otros estudios se han realizado al respecto y poder nutrir la
presente investigación con todos aquellos elementos concordantes que sirvan de
soporte. De igual manera, es menester definir la metodología a seguir para la
realización de este trabajo, la cual no es otra que una investigación de tipo
documental.
Abogado, Eladio Urbina Página 1

La idea de poder llevar a cabo esta investigación, es poder conocer no solo la

evolución del feminismo en la transición española, sino su impacto en la sociedad.
Pudiendo con ello tratar de determinar su alcance en la vida sociopolítica de España
del feminismo. Pues a pesar de la historia aún se avistan destellos de las
desigualdades, roles de género y machismo en la sociedad y los distintos ámbitos
que la integran, no solo a nivel nacional sino internacional.
SITUACIÓN PROBLEMÁTICA.
Como ha ocurrido en otros eventos a lo largo de la historia de la humanidad

donde se pretende conquistar derechos y eliminar relaciones de dominación, las
activistas y personalidades influyentes del movimiento feminista sufrieron censura y
persecución, muchas de estas personas se vieron sometidas a tratos crueles, sanciones
y pena capital, conforme a que las denuncias amenazaban el sistema de privilegios
del patriarcado, es algo natural y lógico que estas reclamaciones no fuesen recibidas
sin más que un evidente descontento y consecuencialmente represión, por lo que se
tuvo que atravesar innumerables obstáculos no solo sociales sino también políticos y
jurídicos.
Sin embargo estos obstáculos se fueron sorteando con el fin de conquistar,
entre otros, la arena política y jurídica principalmente, sin las cuales no sería posible
la consecución de los derechos que hasta ahora goza la mujer, aunado a los espacios
en donde se debaten las problemáticas y situaciones que actualmente les aqueja.
Tal es el caso de la Sociedad Española gran icono y signo de representación

de lo que ha venido atravesando la mujer para poder sobrellevar y finalmente mitigar
de una forma u otra los obstáculos que se le presentan gracias a los
convencionalismos de una sociedad sumergida en las estructuras, auge que tuvo lugar
durante la transición momento épico e histórico en el papel de la mujer con una
participación que se asocia según distintos autores, en forma mayoritaria en el plano
social que después conforme a la evolución desencadenó resultados con
connotaciones políticas.
Funcionalmente, se podría considerar el paso primordial del genero para

iniciar su lucha y abrir espacios en los distintos ámbitos que integraban la sociedad de
la época y la actual aunque evidentemente con características distintas y lógicamente
resultados también diferentes, es importante conocer entonces la marca que tuvo el
feminismo desde su nacimiento y dejo durante esta etapa tan importante, para

dilucidar los logros y fracasos que ha tenido este movimiento en el desarrollo de su

haber, con el fin de determinar según la perspectiva de quienes han plasmado a través
de variados documentos de investigación los avances y progresos de la mujer, lo
cambios políticos y sociales además de las posibles reivindicaciones en el ámbito
jurídico, que se les pueden atribuir al género femenino, como producto de ese
impacto generado a estrategias, intereses y conductas reflejadas durante la transición.
BASES TEORÍCAS
Estado del Arte.
A través del estudio del estado del arte se pretende conocer acerca de aquellas
investigaciones relacionadas con la presente investigación, resaltando con ello
aquellos elementos que guarden alguna relación tanto sustantiva como objetiva, así
como su pertinencia a la misma.
Por su parte, en el trabajo de (Gahete M. , 2020) el cual lleva por nombre “Las
mujeres como clase social: origen y desarrollo de una teoría. De los Colectivos
Feministas al Partido Feminista de España (1975-1983)”, de este estudio se observó
que en contraposición a la idea de los postulados marxistas de algunos movimientos
feministas de la época, en los cuales teorizaban acerca la explotación de las mujeres a
través del trabajo doméstico, lo cual generó una serie de discusiones entre diferentes
movimientos, pues quienes dentro del feminismo eran detractoras de esta idea,
alegaban que los postulados marxistas eran inviables ya que la situación de las
mujeres y la realidad de estas y de la clase obrera era totalmente divergentes. Por lo
cual centraron sus esfuerzos demostrar que las mujeres forman una clase social al
estar insertas dentro del modo de producción doméstico.
De este estudio, se observa pues que el movimiento feminista tuvo en su seno
una serie de discrepancias entre sus diferentes militantes e ideas centrales, lo cual de
una forma u otra vino a enriquecer su desarrollo, pues el tema no ha dejado de
evolucionar. Su pertinencia con la presente investigación se puede observar en cómo
a través de la transición el movimiento ha ido calando en la corriente política
española.
En cuanto al estudio presentado por (Mitchell, 2019) denominado “Camino a

la Interseccionalidad: Una aproximación al desarrollo de ideas feministas en la
España contemporánea”, el objeto de este estudio fue el de dar a conocer el aporte de

todas aquellas mujeres que de una u otra forma fueron relegadas o silenciadas durante
el primer cuarto del siglo veinte y las primeras décadas del siglo veintiuno, donde la
autora consideró que sus experiencias fueron silenciadas en el discurso
contemporáneo. Para ello se utilizó la figura de la interseccionalidad como lente para
hacer un análisis de los textos culturales y activistas para explicar cómo se
manifiestan las ideas feministas en estos dos períodos cruciales de avance del
feminismo en España, fungiendo la interseccionalidad como un prisma de análisis
que permitiera entender los sistemas hegemónicos de poder.
De lo anterior, se observa pues que la pertinencia de esta investigación con

respecto al presente estudio radica en la intervención del feminismo en la sociedad
actual, sobre todo en el reconocimiento del papel de este movimiento en dos periodos
de tiempo determinados, en los cuales se logró avanzar de forma categórica en el
reconocimiento de la mujer en la sociedad actual.
Como otro antecedente a esta investigación se tiene el aporte de (Jareño,

2019) la cual en su trabajo denominado “La revista vindicación feminista (1976-
1979) y el feminismo radical español en un contexto transnacional”, queda en
evidencia la importancia que tuvo este medio de comunicación en cuanto a la difusión
del movimiento durante la transición, sobre todo, luego de la caída del Franquismo,
logrando aglutinar un número importante de personalidades, para hacer llegar el
mensaje, no sólo de lo que ocurría en España para la época, sino a nivel internacional,
denotando pues como “el discurso central de la revista se construyó a partir de estas
dos tradiciones: el feminismo de segunda ola y la resistencia antifranquista”, por lo
cual este trabajo explora las temáticas y las luchas que llevó a cabo la publicación en
relación directa con el contexto histórico de la Transición y con todas las
problemáticas que allí se abordaron.
De esta investigación, es inevitable resaltar su aporte en cuanto al análisis que

hacen de la Revista Vindicación Feminista, pues en su momento fue indudable e
invaluable la importancia que tuvo este medio para el movimiento durante la
transición. Lo cual hace menester el desarrollo de dicho medio de comunicación,
como uno de los elementos del presente estudio, para poder entender a nivel político
los cambios experimentados en su momento.
Ahora bien, en otro trabajo presentado por (Gahete M. S., 2017) titulado “Por
un feminismo radical y marxista. El colectivo feminista de Madrid en el contexto de
la Transición española (1976-1980)”, la autora en esta investigación plantea como fue
el movimiento feminista luego de la muerte de Franco en el año 1975, aseverando que

su evolución estuvo supeditada al contexto histórico español, con influencias

extranjeras. El objeto en sí de la investigación se centró en el estudio del Colectivo
Feminista de Madrid luego de su separación del Seminario Colectivo Feminista de
Madrid, y “se caracterizó por la utilización de la teoría marxista aplicándola a la
situación de las mujeres hasta determinar que la base opresiva era su trabajo
doméstico, el cual desarrollaban dentro de la familia, amparado por instituciones
como el patriarcado y el capitalismo”. Desapareció a finales de 1980, dejando una
importante impronta en el feminismo español de segunda generación.
De lo anterior se tiene entonces que, la pertinencia de estudio con respecto a la

presente investigación se basa en el auge del feminismo en un periodo crucial para
España, como lo fue la muerte de Franco y de cómo influyó en la segunda generación
del feminismo español.
Por su parte, el trabajo presentado por (Galdón C., 2016) el cual fue titulado
como “La interacción entre los movimientos sociales y el feminismo: El movimiento
15M y la Comisión de Feminismos Sol”, este estudio describe de forma
pormenorizada las diferentes actuaciones que tuvo el movimiento feminista español
durante los hechos ocurridos en el año 2011 el 15M, de donde se observaron una serie
de avances trascendentales durante la transición, resaltando de manera principal las
siguientes conclusiones:
“En primer lugar, que el 15M no es ni puede ser otra cosa que reflejo de
la sociedad patriarcal en la que surge. No obstante, se considera que fue
un acierto que las integrantes de la CFS no se marcharan de la plaza al
recibir las primeras muestras de rechazo por parte del movimiento
quincemayista hacia el feminismo porque, en efecto, ello les permitió
desarrollar estrategias para permear el discurso feminista en espacios de
heterogeneidad donde nunca llegaba éste y, por otro lado, porque el clima
de inclusividad y “corrección política” propiciado por el 15M, así como
otras características propias del colectivo, permitieron que el feminismo
fuera escuchado por quienes y donde nunca antes lo había sido. Así
mismo, se concluye que la construcción de un espacio propio autónomo
feminista en el interior del movimiento mixto -compuesto por hombres y
mujeres- fue, en todo caso, determinante para ello. Y, por último, y en lo
que compete al análisis interno del movimiento feminista, que existe la
percepción por parte de las más veteranas de que el relevo generacional
está garantizado, otorgando a las feministas jóvenes del 15M un papel
importante dentro de éste. Que hay un mutuo reconocimiento entre las
feministas del 15M y las FLT, si bien no exento de disensos y formas

diferentes de entender la teoría y la práctica feminista, y que en parte se

explican por las lógicas y previsibles brechas generacionales, pero que
aquí estarían, además, muy marcadas por cosmovisiones procedentes del
llamado “transfeminismo”, y también de una cultura derivada de la “ética
hacker” y el software libre que caracteriza al 15M, de la que emerge una
forma diferente de participar y hacer política, que se ha venido a
denominar tecnopolítica” (p. 13).
De lo anterior, se observa pues que este estudio se ubica como un

antecedente a la presente investigación en cuanto refleja como el feminismo
pudo calar no solo en sectores mixtos, sino también en aquella población meta
que en otras ocasiones no se había interesado en el movimiento, lo cual se
puede traducir en un gran avance a nivel político, pues el número de integrantes
se incrementó y se pudo hacer llegar el mensaje no solo a las mujeres sino
también a la población en general.
Referentes Teóricos.
1. El Feminismo
Una figura compleja que toma espacios y se posiciona con más fuerza en la
realidad jurídica, social, política y cultural, tanto a nivel nacional como internacional,
puesto que efectivamente según el contexto de cada país puede ser mayor o menor la
incidencia y lo que efectivamente ha de entenderse cuando se dice el feminismo ha
sido objeto de distintas percepciones.
A través de los años se le ha conceptuado de distintas formas, algunos autores

lo perciben como un fenómeno, consistente en un conjunto de creencias que producen
confusión y a su vez genera debate entre lo que viene siendo una realidad social,
política tradicional y lo que debería ser, en la que la antidiscriminación,
antisuboordinación y el igualitarismo de un género sobre otro, sea perfectamente
protegido principalmente a nivel jurídico con la finalidad inmediata que sea exigible
en los demás ámbitos, tal es el caso de Owen M. Fiss (1995, p.211) en su obra que es
el feminismo cuando indica que:
El feminismo es el conjunto de creencias e ideas que pertenecen al amplio

movimiento social y político que busca alcanzar una mayor igualdad para
las mujeres. El feminismo, como su ideología dominante, da forma y
dirección al movimiento de las mujeres y, desde luego, es moldeado por
éste. Las mujeres buscan igualdad en todas las esferas de la vida y utilizan
una amplia gama de estrategias para alcanzar este objetivo.

Lo que se observa básicamente en relación al conjunto de creencias e ideas es

la búsqueda constante de un reconocimiento y aceptación de igualdad entre géneros
en todas las esferas de la vida, puesto que según su concepción el patriarcado de una
u otra manera ha terminado por definir el papel de las mujeres en la sociedad y los
distintos planos que la integran, primordialmente en lo laboral, por ende hace un
especial enfoque en:
El ataque a la discriminación; condenó aquellas políticas y prácticas por

las cuales un hombre es elegido para un trabajo o un cargo en la
universidad simplemente porque es un hombre. Los feministas
proclamaron una regla unívoca para ambos sexos y demandaron que las
personas no fueran juzgadas o discriminadas por su sexo. Owen M. Fiss
(1995, p.211)
Para otros autores comporta la idea de que el termino feminismo implica una
teoría que explica las mismas diatribas del autor anterior pero que su enfoque no está
destinado en lograr una igualdad sino en demostrar la desigualdad, desigualdad que
hasta la actualidad sigue haciéndose presente, bajo la concepción "hacer visible a las
mujeres y emanciparlas de la subordinación respecto al hombre” Pilar Sánchez
Álvarez (2013, p. 1). Reflejando una necesidad imperiosa de despertar la esencia de
la mujer y hacerla consiente de una realidad equivocada en la que se encuentra
inmersa a tal punto que la considera como algo meramente normal, una cotidianidad
en la que opresión, subordinación y explotación sumisamente hacen su voluntad.
Así lo afirma
Pilar Sánchez Álvarez (2013, p.1) cita a Victoria Sau, (2001), en el

volumen I de su “Diccionario Ideológico Feminista” lo define de la
siguiente manera: “El feminismo, es un movimiento social y político que
se inicia formalmente a finales del siglo XVIII –aunque sin adoptar
todavía esta denominación- y que supone la toma de conciencia de las
mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y
explotación de que ha sido y son objeto por parte del colectivo de los
varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de
modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de
su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquélla
requiera.”
Incluso el autor Pilar Sánchez Álvarez (2013) en su obra que es el feminismo

menciona que este no es un movimiento nuevo o moderno el cual se deban adjudicar
las mujeres de la nueva era, sino que desde la antigüedad existían mujeres dispuestas
a dejar de lado los convencionalismos sociales aquellos en los que la mujer estaba
destinada a los pequeños espacios que la vida privada de casa le podía brindar y se

sumaban a las posibilidades de participar en igualdad de condiciones a la vida en

sociedad, es decir
En un principio fue una reacción frente a un mundo donde las mujeres no

tenían existencia, un mundo de hombres, hecho por ellos y para ellos.
Ellas sólo existían en el ámbito privado porque, el ámbito público sólo
pertenecía a los hombres y eran excluidas de él. Pilar Sánchez Álvarez
(2013, p.1).
Finalmente para otros autores como los de la Revista la Pluma Violeta de la

Universidad Pablo de Olavide (2016,2017), deciden explicar en qué consiste el
feminismo y no en conceptuarlo o delimitarlo, por eso manifiestan que es importante
no confundir términos asemejándolos a otras figuras que aunque se pueden parecer en
ningún momento significan lo mismo, puesto que se genera confusión. Por eso
manifiestan a través de dicha obra, que el feminismo debe ser entendido como
igualdad de oportunidades y no un igualitarismo en la que lucha y la competencia se
conviertan en los objetivos entre hombres y mujeres como seres sociales, conforme a
que el fin único comporta es el reparto equitativo de los recursos sociales, así mismo
indica que respecta a un movimiento que busca la reivindicación de los derechos de
las mujeres quienes representan la vulnerabilidad y la fragilidad de la sociedad
patriarcal.
Estos movimientos a lo largo de la historia han demostrado ser un

conglomerado de ideas indivisibles que tanto a nivel teórico como práctico, que no
puede definirse en forma taxativa que ideas o creencias, acciones u omisiones
concretas le integran, funge la visión de una realidad en la que se debe tomar acción
para ser cambiada pues es evidente y notorio que se ha prescindido de la mujer en
muchos espacios a lo largo de la historia por el sencillo hecho de ser mujer, llevando
consigo una ausencia de virtudes de las que evidentemente goza el hombre.
Ejemplos de la realidad mencionada anteriormente, muchos tal es el caso de

ROSSEAU cuando definió la naturaleza de la mujer y se permite excluirla “del pacto
político y de la ciudadanía” Gloria Bonilla Vélez (2010, p.11) lo que defendería
El nuevo prejuicio según el cual la mujer estaría desprovista por
naturaleza, de la facultad de la razón. Lo que la imposibilitaría para un
razonamiento superior, necesario para la física, las matemáticas y la
metafísica, así como para autoproponerse fines e ideales morales. Gloria
Bonilla Vélez (2010, p.11)
Según los autores Adriana Renné Tobos Vergara, Ángela Paola Ochoa ,
Lizeth Cristina Martínez Baquero , Liliana Paola Muñoz Gómez & Mildred
Alexandra Vianchá Pinzón en su obra los Estudios del Género (2014, p. 59) Se
menciona que el termino se empezó a utilizar en Europa específicamente en

Francia (1880) y más tarde surge en Estados Unidos (1919), como

respuesta a la búsqueda de otras miradas sobre el protagonismo de la
mujer, objetivando su realidad a través del reconocimiento de aportes que
ha hecho está a lo largo de la historia al igual que los logros alcanzados en
las sociedades pese a su invisibilización.
Y finalmente tomo fuerza “con la aparición del movimiento de liberación

femenina de los años 70 en Estados Unidos, establecido a partir de un amplio
desarrollo histórico y social”. Adriana Renné Tobos Vergara, Ángela Paola Ochoa,
Lizeth Cristina Martínez Baquero, Liliana Paola Muñoz Gómez & Mildred Alexandra
Vianchá Pinzón en su obra los Estudios del Género (2014, p. 59)
Este tan solo presentaba el inicio de lo que seria y será el feminismo para la
historia, una sencilla muestra de que el descontento en la población vulnerable
seguiría avanzando hasta lograr lo que se considera correcto, y convertirse en lo que
actualidad representa.
1.1. Corrientes del Feminismo
El feminismo a lo largo de la historia ha tenido la favorabilidad de adoptar

distintas posiciones con características particulares según la época en la que se han
apareció y se desarrollaron, convirtiendo a este movimientos que en muchas se ha
percibido como hegemónico, está lejos de serlo, porque acopla multitud de ideas y
pretensiones, que se traducen en la exigencia y defensa de derechos, que por tantos
años el patriarcado ha negado.
Es entonces oportuno apoyar la afirmación que hace Ana de Miguel (1995),

cuando indicó que:
El feminismo ha existido desde siempre, aunque los movimientos más o

menos organizados que han protagonizado la lucha por los derechos de las
mujeres tienen lugar a lo largo de los siglos XIX y XX. Principalmente,
destacamos dos grandes momentos históricos: el primero, a finales del siglo
XIX hasta mediados del siglo XX, con las primeras sufragistas, que podemos
denominar “Feminismo Moderno”, y el segundo, a partir de los años 60
hasta la actualidad, denominado “Feminismo Contemporáneo”. Prudencia
Gutiérrez Esteban; María Rosa Luengo González (2011, p.2).

Las principales corrientes del feminismo se dividen en Feminismo Moderno y

Feminismo Contemporáneo
Por su parte el Feminismo Moderno, impulsado por el movimiento de las

sufragistas integrado por un grupo de mujeres en la que luchaban principalmente por
el reconocimiento de los derechos civiles y políticos específicamente el del sufragio,
puesto que en la época de la “Revolución Francesa (1789), donde se crearon los
Clubs de Mujeres (Salonières), teniendo su continuación a la sombra de los grandes
movimientos sociales que tuvieron lugar en el siglo XIX” Periódico en Red (2008).,
puesto que
Los principios del Iluminismo proclamaban la igualdad, la práctica demostró

que ésta no era extensible a las mujeres. La Revolución Francesa no
cumplió con sus demandas, y ellas aprendieron que debían luchar en forma
autónoma para conquistar sus reivindicaciones. La demanda principal fue el
derecho al sufragio, a partir del cual esperaban lograr las demás conquistas.
Periódico en Red (2008).
Posteriormente se considera que este movimiento feminista traído por la

constante lucha de este grupo, integrado principalmente por mujeres de la
burguesía pero que también se vieron atraídas las mujeres obreras, surgió a
“mediados de los 60 los sesenta del último siglo en los EE.UU. y Europa”
Periódico en Red (2008).los temas concretos giraron en torno a
La redefinición del concepto de patriarcado (ver Patriarcado), el análisis de

los orígenes de la opresión de la mujer, el rol de la familia (ver Familia), la
división sexual del trabajo (ver División sexual del trabajo) y el trabajo
doméstico, la. Sexualidad, la reformulación de la separación de espacios
público y privado –a partir del eslogan “lo personal es político”– y el estudio
de la vida cotidiana. Periódico en Red (2008).
Lo que demuestra que la corriente tiene particularidades intelectuales, trata

mucho de generar reflexión acerca de puntos un tanto controversiales para la
época, porque efectivamente comenzaron con un incesante reclamo para obtener
derecho al voto el cual lograron, pero no es menos cierto que continuaron
enfrentándose a las ideas de una sociedad estructurada que no estaba dispuesta a
mediar y ceder poder que el patriarcado ha mantenido hasta ese momento, a
través de una herramienta muy poderosa, la educación, la intelectualidad
constituyo una fuente inagotable de argumentos que rindieron fruto.

Esta corriente dio paso al feminismo Liberal destacado por los objetivos que
perseguían pues “Las mujeres pertenecientes a este movimiento, entienden que el
acceso a la educación es fundamental para la igualdad de derechos y oportunidades.
Proporcionando una educación igual a ambos sexos se podría estimular y desarrollar el
potencial de cada persona.” Prudencia Gutiérrez Esteban; María Rosa Luengo González
(2011, p.336).
Y se ocuparon de
De ampliar los derechos legales, políticos y laborales de las mujeres de la

clase media. Sus conquistas más importantes son las mejoras de la
legislación sobre la propiedad en el matrimonio, el acceso a la educación y a
las profesiones y mayores oportunidades de empleo y de participación de
las mujeres en el gobierno y en la vida pública. Prudencia Gutiérrez
Esteban; María Rosa Luengo González (2011, p.336).
Por su parte el Feminismo Contemporáneo paralelamente al feminismo

Moderno nace en los años 60 y se ve enmarcado por
Unos principios más revolucionarios. En la década de los 60 en Estados

Unidos nace el Women’s Libe- ration Movement (WLM) que fundamentado
en las teorías marxistas, entiende que la sociedad está compuesta por un
sistema de sexos y clases sociales, lo que les lleva a estudiar el papel de las
mujeres en las organizaciones políticas y a impulsar su propio movimiento
de liberación. Prudencia Gutiérrez Esteban; María Rosa Luengo González
(2011, p.336).
Llevan la lucha de clases, interpretada por los autores conocidos desde aquella
época hasta la actualidad, sintetizaban a la sociedad en un básico desnivel en el que
los poderosos ricos se aprovechaban y utilizaban a la clase obrera como sencillos
instrumentos para construir sus imperios y de los cuales nunca les dejarían gozar,
manifestaban que eso se podría destruir o nivelar si esa clase sometida se revelaba.
Sencillamente trasladaron esta concepción al ámbito de la lucha feminista, como el

sometimiento por parte de los poderosos hombres pertenecientes a la clase del

patriarcado a las mujeres vulnerables porque el Estado no protegía sus derechos y su
visión estaba sellada por estándares sociales así como su participación en los ámbitos
más importantes como el político y lo económico.
De esta corriente se desprenden, el feminismo social y el feminismo radical.
El feminismo radical “reunía a grupos y posiciones teóricas de las feministas

del momento. Se desarrolló durante los años 1967 y 1975 en E.E.U.U. funda-
mentalmente”. Gutiérrez Esteban; María Rosa Luengo González (2011, p.336) y
consistía principalmente en creer que “la mayor contradicción social se produce en
función del sexo y propugna una confrontación. Las mujeres estarían oprimidas por las
instituciones patriarcales que tienen el control sobre ellas y, fundamentalmente, sobre
su reproducción” Periódico en Red (2008).
No tenían términos en gris, para las mujeres que seguían esta corriente
consideraban que la fuerza opresora que había que destruir era el hombre porque
ellos representaban el patriarcado, entre sus principales objetivos se encontraban
“retomar el control sexual y reproductivo de las mujeres y aumentar su poder
económico, social y cultural; destruir las jerarquías y la supremacía de la ciencia; crear
organizaciones no jerárquicas, solidarias y horizontales.” Periódico en Red (2008).
En cuanto al Feminismo Social tiene cierta relación con el feminismo liberal su

idea principal era
La especificidad de la lucha femenina, pero considera que ésta debe

insertarse en la problemática del enfrentamiento global al sistema
capitalista. Expresa también que los cambios en la estructura económica no
son suficientes para eliminar la opresión de las mujeres. Periódico en Red
(2008).
Especialmente

Relaciona la explotación de clase con la opresión de la mujer, planteando

que ésta es explotada por el capitalismo y oprimida por el patriarcado,
sistema que es anterior al capitalismo y que fue variando históricamente.
En general están a favor de la doble militancia contra ambos. Esta corriente
se destacó principalmente en Inglaterra y en España, y en algunos países
latinoamericanos tuvo bastante importancia. Periódico en Red (2008).
1.2. Etapas del Feminismo
El Feminismo de la Primera Ola.
Agustin Laje señala que el Renacimiento, periodo de transición entre la edad

moderna y edad media, cobija las primeras manifestaciones de feminismo, donde
mujeres intelectuales empiezan a hacer reclamos sobre la situación de inequidad
frente a los hombres, al acceso a la educación, así como también comienzan a hacer
notar la relegación de su rol femenino en la época. El nuevo movimiento intelectual,
desvinculado del molde medieval, permite el florecimiento de obras como
La ciudad de las damas de Christine de Pizan, escrita en 1405, y La

igualdad de los sexos del sacerdote Poulain de la Barre, publicada en
1671. Entre medio de ellos, Cornelius Agrippa publica la célebre obra De
la nobleza y la preexcelencia del sexo femenino en 1529. El padre Du
Boscq escribe a favor de la educación abierta al público femenino en La
mujer honesta. Al término del Siglo XVII, el filósofo Fontenelle publica
sus Conversaciones sobre la pluralidad de los mundos. A la lista se puede
sumar La novia perfecta de Antoine Héroët, El discurso docto y sutil de
Margarita de Valois, entre otros ejemplos de los nuevos aires intelectuales
concentrados en el flamante reclamo de y por la mujer. (Laje, Márquez, p.
32)
No obstante, el movimiento feminista cobra mayor vigor de la mano de la

Ilustración, pensamiento dominante en Europa del siglo XVIII donde se produjo
diversas obras y opiniones con el ideal predominante de la emancipación, concepción
utópica de la realidad, uso metódico de la crítica y pedagogismo, ( Falgueras, 1988,
p.3) lo que desencadena la Revolución Francesa donde el pueblo se revela contra la
aristocracia, en busca de instaurar un estado republicano bajo los principios de
Liberté, égalité, fraternité, (Varela, Santolaya, 2019, p. 31) es decir, la primacía de la
ley y especial el respeto de los Derechos humanos, producto de dichos principios. No
obstante, lo que fuera el seno de la revolución, los derechos humanos, excluyó a las
mujeres dentro de su concepto, con lo cual el movimiento feminista, recogiendo la

misma base argumentativa de los derechos del hombre, aboga por la igualdad de estos
independientemente de su sexo. (Aguilera, 2009)
De las voces más representativas que denunciaron esta marginación se

encuentra, Olympe de Gouges, mujer que redacta la “Declaración de los Derechos de
la Mujer y la Ciudadana” donde procura sean reconocidos los mismos derechos que
se aprobaron en 1789 bajo la “Declaración de los Derechos del Hombre y del
ciudadano”, (Instituto Aragonés de la mujer) afirmando que los "derechos naturales
de la mujer están limitados por la tiranía del hombre, situación que debe ser
reformada según las leyes de la naturaleza y la razón". (Olympe de Gouges, citada
por Gamba, 2008. p 2)
Estas declaraciones se ubican en un contexto en donde la Revolución francesa

se había recrudecido, etapa conocida como el terror ya que el afán por acabar con el
antiguo régimen y el temor al enemigo interno y externo, lleva a los protagonistas de
la revolución a tomar medidas más coactivas y violentas, (Tackett, 2015) lo cual se ve
reflejado en la prohibición de reunión de más de cinco mujeres en la calle, o la
disolución de los clubes femeninos en 1973. Siendo ese el escenario, a muchas
personas se les consideró amenazantes del nuevo régimen socio-político, de tal modo
que fueron guillotinadas, como el caso de la propia Olympe de Gouges, a quien se le
acusó de conspirar contra la República y fue condenada a la guillotina el 3 de
noviembre de 1973. (Ramírez, 2015)
Contemporáneo a estos acontecimientos figura Mary Wollstonecraf con su

obra Vindicación de los derechos de la mujer, plantea la necesidad de que los
principios del pensamiento ilustrado sean aplicables a las mujeres, refuta las
apreciaciones de Rousseau y otros teóricos ilustrados en cuanto a la inferioridad de
los derechos de las mujeres. (Fundación Isonomia, 2014) Wollstonecraf apelaba al
acceso a la educación para permitir la igualdad social, promoviendo que esa
desigualdad no se perpetuara en la nueva constitución francesa presentada a la
Asamblea Constituyente. (Lorenzo Modia, 2003, p. 108)
Poco más de medio siglo después, en Inglaterra, sobre 1869, se publica La

sujeción de la mujer, por parte de John Stuart Mill, donde se recoge el legado de
Mary Wollstonecraf. Stuart Mill expone las condiciones de desigualdad de mujeres y
hombres ante la ley, así como también hace énfasis en la reprobación del régimen
marital de la época, el cual excluía a las mujeres de los derechos de custodia sobre sus
hijos, pues los ostentaba solo el padre; los derechos de propiedad se trasladaban al
esposo, incluso los obtenidos por actos mortis causa, en un contexto donde las
actividades de las mujeres quedaban supeditadas al permiso de su esposo. (Laje,
Márquez, p. 34)

Estas quejas se trasladaron al escenario político, pues John Stuart Mill, en

calidad de diputado de la cámara de los comunes, promueve la sustitución de la
palabra “hombre” por “persona” dentro de una reforma electoral que se estaba
debatiendo por aquella época, esto con el fin de que las mujeres tuvieran acceso al
sufragio. Esta propuesta no tuvo éxito en esa ocasión, sin embargo, el mismo año, en
Inglaterra, surge la Sociedad Nacional del Sufragio Femenino y en 1903 la Unión
Social y Política Femenina con las que se ejerció presión para la inclusión femenina
en la política, logrando el derecho al voto en 1918. (Laje, Márquez, p. 34)
En Estados Unidos, en medio de la efervescencia abolicionista de la

esclavitud, se redacta la “Declaración de Seneca Falls”, en 1948, como resultado de
una asamblea donde se estudia los derechos civiles y religiosos de la mujer; Dicha
asamblea compuesta por hombres y mujeres significativos de la época, entre ellos,
Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott, suscriben una declaración que consta de
doce decisiones, de las cuales once fueron aprobadas por unanimidad y la décima,
relativa al derecho al sufragio, contó con una mayoría pequeña. (Miyares, 1999)
Este documento que recoge una serie de declaraciones en contra de la

desigualdad y las condiciones de inferioridad las mujeres en aquella época, tomando
como antecedente y base argumentativa la Declaración de Independencia de Estados
Unidos, denuncian las restricciones que tenían las mujeres sobre los derechos
políticos, tales como derecho al voto, e ejercer cargos públicos, organizarse
políticamente o participar en Reuniones políticas; o, restricciones en materia
económica como el derecho de propiedad, la prohibición de dedicarse al comercio,
abrir negocios propios o cuentas corrientes. Es decir la declaración reclama derechos
civiles y políticos para las mujeres. (Miyares, 1999, p. 1)
En ese sentido es conteste la afirmación de Agustin Laje al señalar que:
Este primer feminismo surgido de las entrañas de las revoluciones

liberales luchará, en términos generales, por el acceso a la ciudadanía por
parte de la mujer: el derecho a la participación política y el derecho a
acceder a la educación que, hasta entonces, había estado reservada para
los hombres, estructuran el discurso del naciente feminismo de carácter
liberal (Laje, Márquez, p. 33)
Segunda Ola Feminismo
En esta etapa el feminismo se caracteriza por el cuestionamiento de la

organización económica establecida en la época, el rol de la muejer en la
institución familiar en relación a la sexualidad ligada a la reproducción, en este
sentido señala Joselyn Espinoza“

Las luchas de los años sesenta representaron una crítica profunda –en los
hechos–, al régimen de posguerra, la reconfiguración del capitalismo y las
intervenciones en países como Vietnam. De cierta manera, esto dio pie
para cuestionar las estructuras básicas del capitalismo: la familia, la
monogamia y la heterosexualidad. (Espinoza, p. 1)
La herencia del feminismo ilustrado había ampliado la posibilidad de

elección de estas mujeres, pues gozaban de autonomía jurídica, el acceso a la
educación les permitió su desenvolvimiento más allá del rol domestico aunado
el hecho de que la anticoncepción les permitía controlar su sexualidad. En ese
orden de ideas, a mediados del siglo XX, el asta de la bandera feminista no se
erguía tanto sobre el esfuerzo de conquistar derechos civiles, sino por un
cambio de paradigma en el entendimiento cultural de lo femenino y la
feminidad. De este modo mujeres de distintos países empezaron a reunirse para
reivindicar derechos sobre su cuerpo, asumiendo un feminismo más radical,
ligado a movimientos estudiantiles y el hippismo. (Forero, 2008)
Agustín Laje considera que:
Si la primera ola del feminismo puede comprenderse como la

preocupación por el lugar que la mujer ocupa en la sociedad iluminada
por el marco conceptual del liberalismo, la segunda ola feminista se
puede entender como dicha preocupación vista a través de los lentes de la
ideología marxista y el socialismo. (Laje, Márquez, p. 37)
En este sentido Laje considera que el discurso feminista contemporáneo

se fundamenta en la dialéctica materialista producto de las obras de Marx y
Engels, arguye que la primera influencia de este feminismo se observa en la
obra de Engels El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado.
Siendo así, Engels plantea su tesis apoyándose en los estudios
antropológicos de Lewis Morgan haciendo un recorrido por los estadios
sociales de la humanidad, desde el salvajismo hasta la civilización. Haciendo
hincapié en la institución familiar, Engels considera que la familia monogamia
es el resultado de la civilización que se instauró con la propiedad privada, pues
antes de esta institución la sociedades estaban diseñadas sobre la poligamia, con
lo que la figura de prevalencia era la mujer, en el entendido de que la
descendencia se establecía por vinculo materno dada la imposibilidad que
representa la poligamia para establecer el nexo de paternidad. (Engels, 1884,
citado por Laje, Márquez)
No obstante, según Engels, el desarrollo de la institución familiar

dependerá de las condiciones económicas y división del trabajo, en ese orden de

ideas, la acumulación de requisas por parte del hombre dio lugar a la propiedad
privada, ya que este detentaba la función de hacerse de alimentos y
herramientas lo que le permitió paulatinamente apropiarse de estos. De modo
que la acumulación de riqueza por parte del hombre devino en ir tomando más
relevancia sobre la mujer y modificar la manera como se establecía la línea de
descendencia. (Engels, 1884, citado por Laje, Márquez)
Para Laje, estas ideas lo que pretenden es hegemonizar el movimiento

feminista y el proletario, ya que al plantear Engels la propiedad privada como la
causa de explotación de sexos se evidencia que es la misma causa que exponer
el marxismo, de la explotación de clases. (Laje, Márquez)
Por otra parte, entre las personas más influyentes de este feminismo se
destaca Simone de Beauvoir en su obra `El segundo sexo` aborda la condición
de la mujer desde el existencialismo, planteando que la autoconciencia del
significado de mujer depende la construcción cultural de determinada sociedad.
(Ortega, 2005)
En 1963 BETTY FRIEDAN plasma, en su obra La mística de la

feminidad, la inconformidad de las mujeres clase media en EE.UU, a causa de
la desvinculación de las mujeres de la esfera pública y laboral, consecuencia del
fin de la Segunda guerra mundial, lo que las relegó nuevamente a la actividad
doméstica. Friedan, lo llama la opresión n invisible, por lo que fundaría la
Organización Nacional de Mujeres (NOW por sus siglas en inglés), promueve
la igualdad de oportunidades laborales, el acceso a la educación y la paridad
de la representación política. (Rubio, Monasterio, y Gonzales, p. 40)
De igual importancia son los aportes de Kate Millett en 1969 con la

publicación de Política sexual obra que exponente del feminismo radical. La
idea de Millett promueve explorar las relaciones de poder en ámbitos más
privados como lo es las relaciones de pareja y familiares. Tales por posiciones
permitirán poner en el terreno del debate la violencia de género. (Rubio,
Monasterio, y Gonzales, p. 41, 42)
Entre tanto se empiezan a poner en escenario de discusión el tema del

aborto como expresión de los derechos sexuales y del cuerpo, pues en 1971 se
firma, por parte de 343 mujeres el manifiesto Yo he abortado contra la
penalización del aborto.
Feminismo de la Tercera Ola.

Esta etapa se caracteriza por la pluralidad y la inclusión de otros grupos

vulnerables y de mujeres que no se sentían identificadas con el feminismo de la
etapa anterior, puesto que estaba representado por mujeres blancas,
heterosexuales occidentales que querellaban sobre sus malestares, pero no se
tomaba en cuenta problemas reales de las feministas afrodescendientes, las
lesbianas, las transexuales, las árabes, o las indígenas. (Rubio, Monasterio, y
Gonzales, p. 49)
En este espacio el feminismo recoge la teoría `queer` propuesta por

Judith Butler el cual señala que tanto el sexo como el género son construcciones
sociales, por lo que al atender a una identidad binaria sobre lo masculino y
femenino se cae en el reduccionismo. (Rubio, Monasterio, y Gonzales, p. 49)
Siendo así, Jay Prosser afirma que:
Hay dos grandes tendencias en teoría queer a la hora de leer el tópico de

la transexualidad. Por un lado, algunos pensadores la celebran, ya que los
individuos transexuales lograrían quebrar el nexo causal entre sexo
(biológico) y género (cultural), encarnando el rezo feminista según el cual
la naturaleza no es destino. Por otro lado, otros autores –en las antípodas
de los primeros– consideran que, al pretender alinear su corporalidad a su
identidad de género, los sujetos transexuales incurrirían en una suerte de
vuelco esencialista que, en lugar de desestabilizar el sistema sexo/género
terminaría reforzándolo. (Prosser, citado por Solana, 2013, p. 74)
Por último es prudente mencionar la advertencia que hace Laje al
afirmar que
Lo que la izquierda comienza a hacer sobre el feminismo desde la
segunda ola, y que luego se agudiza con la tercera, es generar una
ideología según la cual el hombre y la mujer constituyen sujetos
irreconciliables, cuyos intereses tanto objetivos como subjetivos no
pueden ser armonizados sino a través de una lucha política, a menudo
incluso violenta. (Laje, Márquez, p. 64)
España y el feminismo de la tercera ola.
En España el feminismo moderno tiene lugar tras el fin de la dictadura

nacional-católica de Francisco Franco con su muerte el 20 de noviembre de 1975,
acontecimiento que viene acompañado, dos semanas después, de la celebración del
día de la liberación de la mujer en Madrid. Inicia la transición democrática de España
y con esta el movimiento feminista toma lugar con una serie de iniciativas igualitarias
y liberales. (Fartakh, 2013)

En este contexto las demandas feministas enfocadas en la reivindicación de

los derechos civiles, políticos y sexuales de las mujeres se empiezan a hacer efectivas
en la realidad progresivamente, siendo en los años 70 y 80 donde se materializan
modificaciones legislativas en materia de divorcio, matrimonio, adulterio e igualdad
jurídica. Sin embargo, una de las principales demandas solo empieza a ver luz
tímidamente a mediados en 1985 con la legalización del aborto en determinadas
circunstancias, hecho que aun así genera decepción del movimiento feminista que
había dedicado décadas en la defensa de este derecho y a causa de los vestigios del
franquismo, no se pudo materializar en su totalidad (Fiscer, 2013)
Producto de estas decepciones el movimiento feminista empieza a declinar en

1985 (Fiscer, 2013). Esta etapa se caracteriza por que se debilita la unidad
organizativa y de acción, la perdida de la movilidad social en el marco de la caída del
muro de Berlín. No obstante, es en la década de los noventa donde se institucionaliza
el feminismo y se consolida el feminismo académico en España.
La fragmentación del movimiento y redes feministas tiene logar dando

espacio a otras organizaciones de feministas y mujeres que se centran en de la
violencia, la prostitución, el trabajo, la salud y las nuevas tecnologías. Ven la
necesidad de aplicar nuevos modelos de acción. (Fartakh, 2013) No obstante, desde la
década de los 80 es donde se vienen gestando las nuevas iniciativas feministas,
caracterizadas por el pacifismo, el feminismo de masas, los movimientos
anticapitalistas y la autodeterminación de los pueblos del Estado. (Fiscer, 2013)
Tal es el caso, en cuanto a la autodeterminación de los pueblos, de la

fundación a principio de los 90, del colectivo político-feminista y castellanista
Mujeres Castellanas. De corte de izquierda, aboga por el “reconocimiento de las 16
provincias castellanas (Castilla La Mancha, Castilla León, Madrid, Rioja) como una
única nacionalidad histórica” y la potestad soberana de decidir sobre su futuro.
(Fiscer, 2013). Formando parte de la Izquierda Castellana (IzCa).
Por otra el feminismo gitano empieza a ser visibilizado en España en la

década de los 90 con la primera Asociación de Mujeres Gitanas en 1990. Como
consecuencia de ello en el territorio empiezan a surgir otras organizaciones de índole
feminista gitano. Siendo, a título de ejemplo, el Romí Sersení (1991), Yerbabuena y
Alboreá; en Madrid. Se destaca en Jaén la asociación Sinando Kalí, asì como en la
ciudad de Murcia el Kalochí Kaló o la asociación Amuradi de Sevilla, con activistas
universitarias gitanas. (Santos, 2016-2017, p. 34)
La particularidad de este feminismo surge en reacción a su triple

discriminación (mujer, gitana y pobre) que ha sufrido esta población desde hace 600
años de su arribo a la península Ibérica, por razones de etnia y religión, o bien, por la
el estereotipo que ha sufrido al vincularles con la música y el baile. Una marginación

y persecución que se refleja en el siglo XX bajo el régimen Franquista al asociarles

con “Vagos” en el marco de la Ley de Vagos y maleantes. (Venzalá, 2018)
En esta misma década de los 90 el movimiento queer toma relevancia con la

conformación de grupos como “Lesbianas Sin Duda” (LSD), “Bollus Vivendi”,
“Grupo de Trabajo Queer” (GTQ), Medeak, entre otros. Estos grupos se
autodenominas feministas, no obstante mantienen distancia critica con el movimiento
feminista institucionalizado. Sus posiciones se ubican en las ideas señaladas líneas
anteriores, es decir, la sexualidad y género no son resultados naturales sino
construcciones sociales. (Garcia, 2009)
1.3. El Feminismo en España.
El inicio del feminismo en España aparece según M. Isabel Marrades en su

obra Feminismo, Prensa y Sociedad en España (1978), manifiesta que se presentó
tímidamente en el siglo XVIII, con pequeñas publicaciones por parte de escritoras
talentosas que incluía noticias locales y con las que poco a tomaron relevancia en el
mundo del periodismo a través de “Una cierta Francisca de Aculodi, de San
Sebastián, impresora de esta noble y leal provincia de Guipozcoa , inició, entre 1687
y 1689, la publicación de una hoja intitulada Noticias principales y verdaderas” M.
Isabel Marrades (1978, p. 91)
Pero es hasta la segunda mitad del siglo XVIII que se presenta una luz “la
primera publicación periódica que podemos clasificar como femenina. Se trata de La
Pensadora Gaditana” M. Isabel Marrades (1978, p. 91), publicación que se unía al
conglomerado así de otras tantas que principalmente se dedicaban a la crítica
reflejaban la situación política que pasaba España para el momento en el que
“transcurre desde el ocaso de la Ilustración hasta la Guerra Civil, y dichas
publicaciones periódicas serán un reflejo fiel de las situaciones políticas por que
atraviesa el país.” M. Isabel Marrades (1978, p. 91)
Representaban entonces:
La primera forma de periodismo tradicional, espontáneo y artesano, y

empieza a organizarse lo que más tarde se ha venido a llamar el cuarto
poder. La función crítica de las publicaciones periódicas es, desde aquel
entonces, bien patente en la sociedad, e incluso apuntan los primeros
brotes de una prensa revolucionaria. M. Isabel Marrades (1978, p. 91)
Posteriormente el Rey Carlos III a través de la junta económica y una serie de

decisiones decidió demostrar la importancia de mejorar la educación en las mujeres
“así, al crearse la Sociedad Económica Madrileña de Amigos del País, autorizó que

fueran admitidas en ella 14 mujeres de la alta sociedad” M. Isabel Marrades (1978, p.

92), puesto que pensaba y creía fielmente que a la mujer había que “hacerla capaz de
participar en la política económica del país, sacarla de su ociosidad y frivolidad, que
favorecen el despilfarro y los gastos sin medida, para seguir la moda, y que arruinan a
maridos y amantes.” M. Isabel Marrades (1978, p. 92)
Lo que constituye los primeros indicios del reconocimiento de la superioridad

del patriarcado, aunque se le pueden observar aspectos positivos porque promovió la
educación de las mujeres, no es menos cierto que las razones que sostenían las bases
de sus decisiones eran eminentemente machistas.
Durante este siglo se crea el primer periódico feminista el “L'Ami des f

emmes de Mirabeau” M. Isabel Marrades (1978, p. 93) en 1822 y la encargada de
mantener esta edición era La Pensadora Gaditana, que se publicaba en Maárid y en
Cádiz en 1768, y que firmaba una tal Beatriz Cienfuegos. Ella escribía cada semana
un discurso moral de 24 páginas relacionado con las costumbres de las mujeres de su
tiempo. M. Isabel Marrades (1978, p. 93)
En esta misma línea se encuentra otra publicación dedicada a las mujeres por
parte de:
León Amarita, quien editaba también El Censor y su iniciativa se

concretó en una revista enteramente dedicada a las mujeres según el
modelo de Ladies Journal y del Joumal des Dames. Su contenido son las
novedades de la moda francesa, algunos consejos de belleza e higiene,
distracciones en prosa y verso y acertijos. M. Isabel Marrades (1978, p.
97)
No tuvieron mucha relevancia y no tanto por no ser aceptadas sino por falta de
mujeres que se unieran y le interesara leer dichas ideas que se aparatan de los
convencionalismos de la época.
De igual manera se presentaron otras publicaciones a lo largo del siglo XVIII
que entrarían a forjar los cimientos del feminismo tales como:
La revista más notable es, sin duda, La Moda, de Cádiz, que aparece en
1841, creada por un periodista conservador de El Globo, F. Flores Arenas,
y que seguirá publicándose hasta 1927. M. Isabel Marrades (1978, p. 98)
La revista, La Madre de Familia, que está dirigida por Narciso Monturiol.
Personaje curioso éste: Narciso Monturiol es un político, inventor del
primer submarino, Afiliado al Partido Republicano, edita también La!
Fraternidad y El Padre de Familia, que fue denunciado por el fiscal de
imprenta. M. Isabel Marrades (1978, p. 101)

Un opúsculo de J. Czinsky, discípulo de Fourier, y cuyo título era . Su

prólogo, es una llamada a las mismas para que difundan la verdad, la idea
del nuevo mundo social de Fourier. M. Isabel Marrades (1978, p. 102)
Para el siglo XX cambia la línea de un feminismo eminentemente con tilde

político a un feminismo marcado por lo social, a diferencia del resto de Europa y los
E.E.U.U., y esto se desplegaba como consecuencia de:
El sistema liberal que se impone en España se sostiene sobre un sistema

constitucional formal y una política basada en el caciquismo, la
corrupción y el fraude electoral, que provoca la desconfianza ciudadana y
el crecimiento de grupos anarquistas. Muchos grupos sociales, ante este
panorama, se alejan de la participación política. Entre ellos, los grupos
feministas dejan a un lado las reivindicaciones políticas por los derechos
individuales. María Eugenia Fernández Fraile (2008, p.13)
Durante este siglo se observan una gran diversidad de creaciones literarias en

la que se desafían los conceptos y la forma en la que se observa la figura femenina
dentro de la sociedad con mayor profundidad que en el siglo pasado, llegando incluso
a sugerir y exigir cambios a nivel nacional con el fin de adoptar la idea de “la
importancia de la mujer en la socialización de futuras generaciones en la cultura y
tradición catalana, y reclamar un acceso a la formación académica suficientemente
completo para desempeñar dicha socialización” María Eugenia Fernández Fraile
(2008, p.14) lo que tendría repercusión en el plano internacional conforme se abra
paso en las clases de poder.
Aunado a ello se realizó la creación de movimientos a nivel nacional, que se

asociaron y se denominaron “Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME)”
María Eugenia Fernández Fraile (2008, p.14) y a través de los cuales se empiezan a
desarrollar no solo demandas políticas sino sociales en las que se solicita:
Pide la revisión de las leyes que relegaban a la mujer al ámbito familiar y

se exige su promoción en la vida política, aunque restringiéndose a
aquellos cargos públicos -políticos y sindicales- que se encargasen de los
intereses propios del sexo femenino. María Eugenia Fernández Fraile
(2008, p.14)
Lo que demuestra que empezó a reunir fuerza esos pequeños y tímidos inicios
del feminismo y ya alzaron sus voces ya no solo a nivel social, sino político y jurídico
en cabeza de activistas reconocidas como “Carmen de Burgos, Clara Campoamor,
Margarita Nelken, Victoria Kent o María Martínez Sierra. Destacar a Clara
Campoamor”. María Eugenia Fernández Fraile (2008, p.14)

Aunque esto no fue un proceso rápido, la España de aquella época en la que la

agricultura era la principal fuente de empleo e ingresos para la mayoría de la
población así como la poca importancia que tenían las clases emergentes, la religión y
lo tardía que llego la industria, retrasaron el avance de estos movimientos feministas
y a la mujer en una posición sumisa del patriarcado. María de los Ángeles Pérez
Acosta (2016)
Por ende se considera que el feminismo en la tierra española:
No se vivió como una lucha feminista, como ocurría en otros países, lo

que ha sido interpretado por muchas autoras como que el llamado
feminismo español no ha existido jamás, sino que llego como una moda a
adoptar. Las mujeres no habían sentido la necesidad de ser tan radicales
en sus planteamientos y de enfrentarse a su sociedad, sino que esto ya
venía elaborado desde el extranjero. María de los Ángeles Pérez Acosta
(2016, p.1).
Lo que confirma que se tiene la percepción de que el feminismo fue conjunto

de creencias e ideas que se fueron formando a través del tiempo en principio en el
extranjero pero que posteriormente calo en la mujer catalana, haciendo que
evolucionara conforme iba posicionándose dicho fenómeno en la sociedad española
especialmente en el género al cual favorece el femenino.
1.4. El Feminismo como Movimiento Político
Partiendo de la definición de Max Weber sobre la política, se entiende que

esta es “el esfuerzo para participar en el poder bien sea entre Estados, bien sea entre
un Estado o entre los grupos humanos que este abarca”, (Weber, citado por Galvis,
199) se puede afirmar que el feminismo evidentemente requiere de la actividad
política para la materialización de sus ideales, ya que no es suficiente fungir como
grupos de presión sino que es necesario permear las instituciones políticas.
A tenor de lo anterior, Marta Monasterio Martín indica que:
Como teoría política, el feminismo necesita sujetos/actores (o actoras)

políticos. Sujetos que, en este caso, son las mujeres. Pero tal afirmación,
que en principio se presenta como obvia, en realidad tiene que
comprenderse como una estrategia política, ya que “la mujer”, como “el
hombre”, es una figura construida social y culturalmente. (Monasterio,
2005, p. 3 y 4)

En este orden de ideas, debe entenderse el concepto de feminismo, por lo que

constituye la esencia de la participación de la mujer en los escenarios políticos, ya
que implica hacer visible los problemas de género para tomar medidas contundentes
tendientes resquebrajar las leyes y costumbres contrarias a los derechos de la mujer
que aún se mantiene.
2. La Transición Española
La transición fue un periodo en la historia española que engloba el tránsito de

un sistema dictatorial derivado del Franquismo al nacimiento del parlamento con el
que finalmente se instaura la democracia, dicho periodo estuvo comprendido entre los
años 1975 y 1977, percibiéndose como el renacer de la sociedad española. Incluso es
considerado por autores como Mercedez Riivas Arjona como “un momento de éxito
colectivo de los españoles, cuyo resultado final será la implantación de la democracia
tras la aprobación de nuestra Carta Magna el seis de diciembre de 1978”. Mercedes
Rivas Arjona (2014, p.352)
Una dictadura que nació en 1937 en manos de Franco, como producto de una
serie de situaciones, e intereses que de acuerdo al contexto en el que desarrollaron
favorecieron la entrada de un sistema dictatorial y consecuencialmente determinaron
un destino fatal a la segunda República, puesto que era evidente que:
Las democracias estaban en claro retroceso y las dictaduras y los

totalitarismos copaban el escenario político. A una Europa
tremendamente ideologizada, se unirá una España aún más crispada
políticamente, cuyos gobiernos adoptarán medidas necesarias pero
demasiado radicales que afectarán de lleno a todos los poderes fácticos.
Mercedes Rivas Arjona (2014, p.354)
Poderes facticos que no solo se vieron favorecidos por el gobierno nacional,

sino que a su vez se vieron relacionados con sistemas internacionales que aceleraron
el proceso tal es el caso de “los totalitarismos italiano y alemán al bando nacionalista
por parte de las potencias democráticas europeas, amén de las divisiones entre los
republicanos, serán determinantes para el triunfo de Franco y el fracaso de la
República”. Mercedes Rivas Arjona (2014, p.354)
Lo que marcaría el inicio de los 40 años de la dictadura Franquista, situación

que se mantuvo hasta los años 1960, cuando se inicia en España:

Un profundo cambio social propiciado, fundamentalmente, por el

crecimiento económico, la llegada masiva de turistas con estilos de vida
diferentes, la experiencia de nuestros emigrantes en el extranjero y, el
cambio llevado a cabo por la Iglesia Católica desde el Concilio Vaticano
II celebrado en el año 1962. Mercedes Rivas Arjona (2014, p.356)
Aunado a ello se empezó a observar una serie de cambios en la que los

ciudadanos españoles se empezaron a trasladar de las espacios rurales a las ciudades
más pobladas e industrializadas, lo que haría que la población evolucionara y e
ilustrara a tal punto que la visión de la realidad se hiciera diferente es decir se
diversificara y cualificara, llevando consigo un cambio económico en la que la
producción y la dependencia de los pequeños y medianos productores ya no sería una
herramienta de politización represiva.
A lo acontecido “en el campo y en la ciudad, hay que añadir una relajación de

las costumbres en general, un creciente proceso de secularización y la paulatina
incorporación de la mujer al ámbito laboral”. Mercedes Rivas Arjona (2014, p.357)
A finales de los años sesenta “había muy pocos españoles politizados, tanto
entre los franquistas como entre sus enemigos, capaces de prever que, después de
Franco, habría una transición a la democracia.” Paul Preston (1946, p. 3).
Durante este proceso en el que la sociedad española sufría cambios profundos, no
solo a nivel económico y social, sino también político, contextualizado en dos lados
paralelos, por un lado
La nueva izquierda se ejercitaba en las tácticas terroristas del

nechayevismo,la izquierda moderada aceptaba, en mayor o menor
medida, el punto de vista comunista, según el cual la democracia sólo
llegaría cuando existiese un frente suficientemente amplio como para
barrer a la dictadura y a sus beneficiarios por medio de la acción de masas
a través de huelgas y manifestaciones.
Por el lado de la derecha, existía la determinación de salvar lo salvable.
Desde fuera, la élite franquista parecía tener confianza en que nunca se
vería obligada a negociar con sus enemigos de la izquierda. De todos
modos, había ya señales de que la élite temía que los tiempos dorados de
la corrupción y de la represión impune caminaban hacia su fin. Paul
Preston (1946, p. 4).
Poco a poco entendían que las bases de la derecha caracterizada por la

represión y la condena de quienes pensaban distinto, los mismos que hasta el
momento habían permanecido inmutables en la clase media y por tantos años al
servicio del franquismo, estaban perdiendo fuerza, era innegable que cedían a ritmo

acelerado perdiendo espacios como producto de pequeñas pero contantes acciones

por parte de la izquierda y sus precursores, y esa estructura que se mantuvo a lo largo
de la dictadura ya sea por
La lealtad geográfica durante la guerra, por convicción ideológica

genuina, por oportunismo o por necesidad, se trataba de gente que
compartió la suerte del régimen y que quedó ligada a éste por lo que
Raymond Carr ha llamado un pacto de sangre, la red de corrupciones y
complicidades a lo largo de la gran represión durante los años del hambre.
Paul Preston (1946, p. 5).
Desaparecían y abrían paso espacios a otros sectores de la sociedad que

amenazaban con dar por concluido ese duro pero productivo periodo en la España de
la época, tal es el caso de la “presión de los estudiantes aspiraba a sustituir el
Sindicato Español Universitario (SEU) por instituciones democráticas, aspiración que
chocaba completamente con el edificio político franquista” Paul Preston (1946, p. 6),
y aún más por que
No sólo se trataba de estudiantes, en general, preparados para ser en el

futuro los burócratas del Estado español y los directores de la industria
española, sino que muchos de los estudiantes que fueron víctimas de las
cargas de la policía eran hijos e hijas de la burguesía acomodada e incluso
de los altos funcionarios del régimen. Paul Preston (1946, p. 6).
Pero por el contrario es vez de obtener reconocimiento, o algún tipo de éxito,

siguen siendo perseguidos, estudiantes, obreros y religiosos, seguidos de una serie de
eventos como el nombramiento de Juan Carlos como sucesor de Franco, lo que
finalmente demostraba la continuidad de la dictadura pero como es bien sabido, tal
decisión no fue de agrado a todos los aliados del franquismo, muchos de ellos
comenzaron por distanciarse y pasaron a formar parte de los movimientos
democráticos, así mismo durante los años siguientes seguía el incremento del
descontento no solo social, sino laboral, en el que gran parte de los obreros del norte
iniciaron huelgas que trajeron consigo colapsos económicos, extendiéndose también a
las filas militares por haber sido llamados a resolver una situación de la cual ellos no
eran responsables.
No fue sino hasta
El primer gobierno de Juan Carlos se viese forzado a constatar que sólo

un compromiso más claro con las formas democráticas podría evitar
serios peligros para el sistema en vigor. En los primeros meses de 1976 se
produjeron manifestaciones masivas en favor de la amnistía de los presos
políticos y se multiplicaron las huelgas laborales de grandes dimensiones.

Esto se debía, en parte, al llamamiento comunista en favor de una acción

democrática nacional, pero sobre todo reflejaba la exigencia de la masa
popular de un cambio político. Paul Preston (1946, p. 35).
Presión social que luego de unos determinados hechos en los que se

designaron en puestos estratégicos a personajes emblemáticos de la época, que
conforme a sus convicciones, actuaron en el ideal de la consecución de una España
democrática tuvieron éxito en Julio de 1977, y dichos
Ideales de la oposición, alimentados desde 1939, acabaron siendo

compartidos, si bien de forma moderada, por algunos de sus enemigos de
antaño. Lo que faltaba era un método por el cual pudiese llevarse a cabo
la transición de la dictadura a la democracia sin derramamiento de sangre.
En 1976 pareció todavía como si el enfrentamiento fuese inevitable. Si
esto no fue así, hay que atribuirlo a la habilidad de Adolfo Suárez, al
valor y a la decisión del Rey Juan Carlos, a la sensatez y moderación
desplegadas por Felipe González, Santiago Carrillo y otros dirigentes de
la oposición, a los cuarenta años de lucha de la oposición para mantener
en pie las ideas democráticas y vivos los ideales, y sobre todo, al buen
sentido de la gran mayoría del pueblo español. Paul Preston (1946, p. 41).
2.1. Feminismo en la Transición Española
Se considera que el papel de la mujer durante la transición en una España

sumida en un sistema dictatorial a una España democrática y parlamentaria, fue
trascendental y aunque en su momento una lucha social fue politizada conforme a las
circunstancias, no es menos cierto que dicha interacción del género femenino durante
ese periodo tiempo tuvo gran impacto no solo en aquella época sino hoy en día en lo
que se conocen como las bases del feminismo, una labor interminable por obtener el
reconocimiento y la protección que desde hace muchos años les han sido negados e
incluso olvidados.
Se considera que aquellos momentos durante la “transición política hacia la

democracia han sido históricamente escenarios potencialmente significativos para las
mujeres, al ser .contextos de aceleración de cambios políticos y sociales, de repensar
las culturas políticas vigentes y de debate más abierto sobre su re significación.” Pilar
Pérez; Fuentes Hernández (2012, p. 355), es decir implica no solo una serie de logros
en los escenarios políticos y sociales sino que además comporta un rechazo inminente
por parte de una sociedad en el que patriarcado es dominante y los convencionalismos
sociales se resisten al cambio.
Escenarios que permitieron el surgimiento de un

Un movimiento social impulsado tanto por políticas identitarias como por

la resistencia antifascista y las ideologías. El feminismo surgió como
respuesta individual y colectiva contra el régimen de Franco como
sistema político dictatorial de manera paralela, contra la misoginia y la
discriminación sexista inherente en el sistema jurídico y político patriarcal
del Franquismo. Pilar Pérez; Fuentes Hernández (2012, p. 356).
Políticas identitarias que básicamente consistían en la empatía que surgía entre

determinados grupos de mujeres y los objetivos colectivos de participación y
reconocimiento que a su vez brindaban solución a conflictos sociales, conservando en
todo momento como motor principal, su activo papel político en contra del
franquismo como una oposición valiente y decidida en contra de las ideologías que
practicaban y las cuales no solo se percibían como antipatrióticas sino además
machistas y patriarcales en las que las mujeres eran simples actrices de la vida
privada de casa y debían vivir bajo las directrices del hombre, precisamente en torno
a la
La representación hegemónica de la mujer bajo el Franquismo permitía

una sola lectura “cristiana y biológica de la feminidad desde la
maternidad obligatoria” (Moícillo 2000; Roca, 1996). Procuraba imponer
una jerarquía patriarcal en las relaciones de dominio de género que
ordenaba la sociedad franquista. Como seres subalternos, la desposesión
cultural, social, económica y legal definía la condición femenina, a la vez
que la negación de derechos reforzaba el objetivo patriarcal franquista de
negar la individualidad de las mujeres y su capacidad como sujetos
políticos. El -régimen jurídico franquista garantizaba la forzada tutela
masculina y la dependencia y desigualdad femenina. Pilar Pérez; Fuentes
Hernández (2012, p. 357).
Un régimen claramente patriarcal lo que hacía más difícil el papel de las

mujeres, luchaban por detener al régimen y apoyar a los democráticos pero
paralelamente buscaban espacios en la política con la finalidad de avanzar en las
esfera de poder y consecuencialmente en el ámbito jurídico, aunque se debe
reconocer que aunque se les dejo participar de cierta forma, no fue a través de papeles
principales, puesto que
Aquellas mujeres que se involucraron con la oposición antifranquista en

los primeros años de la dictadura lo tuvieron que hacer acomodándose no
sólo al modelo nacional-católico patriarcal, sino también en medio de la
lucha clandestina donde su posición era secundaria. Ana Belén Gómez
Fernández (2013, p. 255).

Si las militantes de los partidos comunistas a pesar de ser las denominadas

mujeres de los presos porque su labor consistía en brindar alimento, recibir y entregar
mensajes, apoyar en repartir publicidad, fungían entonces como el contacto directo
entre lo interior y lo exterior, lo que significaba clara colaboración con el avance de la
causa que defendían, siempre se les adjudicaba un carácter de auxiliar, es preciso
indicar entonces que “su conciencia de género estaba claramente supeditada a su
conciencia de clase” Cita de Miguel Gonzáles por Ana Belén Gómez Fernández
(2013, p. 255).
Mas Sin Embargo no es menos cierto que existieron muchas mujeres que se
“hicieron cargo no sólo del núcleo familiar, sino también de llevar a cabo toda una
red asistencial y de solidaridad a favor de sus familiares encarcelados, llegando
incluso a protagonizar una intensa actividad reivindicativa” Ana Belén Gómez
Fernández (2013, p. 255).
Y esto se hizo posible gracias a la conciencia generada
La toma de conciencia de muchas mujeres anónimas que nunca habían

desarrollado una actividad militante durante la República, pero que fueron
testigos de cómo la represión caía directamente sobre sus familiares.
Además, sobre ellas comenzó a extenderse una mancha, que les haría más
difícil si cabe no sólo la lucha por asegurar la supervivencia de la familia
sino también contra el olvido de los suyos, convirtiéndose en un acto de
rebeldía frente a la realidad existente. Ana Belén Gómez Fernández
(2013, p. 256).
Trabajo menos valorado pero con el pasar de la historia hizo la diferencia

entre lo que fue y lo que pudo ser, y que tomo fuerza incluso llego
Poco a poco y a partir de diferentes reuniones, trabajos de solidaridad y

apoyo se fue gestando un embrión de organización, que nació en 1964 en
Madrid bajo el nombre de Movimiento Democrático de Mujeres. Una
organización clandestina que emergía destacando su naturaleza plural e
interclasista, su apoyo a los presos y a sus familiares, su lucha
antifranquista y su preocupación por los problemas de las mujeres. Ana
Belén Gómez Fernández (2013, p. 257).
Demostrando la fuerza con la fue evolucionando la conciencia femenina para

defender a los suyos, pero sin dejar de lado la defensa de sus propias causas en las
que las reprimían los convencionalismos sociales, en manos de sus principales
precursoras “dos de las militantes comunistas más activas de esos años, Carmen
Rodríguez y Dulcinea Bellido” Francisco Arriero Ranz (2015, p. 36).

Entre las acciones más relevantes llevadas por el género femenino estuvo
La manifestación que en 1964 protagonizaron varios centenares de

mujeres en la ciudad de Burgos para denunciar la suspensión de las visitas
que tradicionalmente recibían los presos el día de la Merced9. Como
recuerdan los testimonios orales, la intensa actividad desplegada por las
mujeres de preso en aquellos años no sólo reforzó la solidaridad interna
de los grupos, sino que creó nuevos intereses y complicidades comunes.
Francisco Arriero Ranz (2015, p. 37).
A partir de estos movimientos a los cuales se unieron católicas progresistas,

profesionales, universitarias e intelectuales, se creó un documento que constituiría el
inicio del reclamo incesante de las mujeres,
Titulado Por los derechos de las mujeres españolas, que fue firmado por
más de mil quinientas mujeres y enviado al Vicepresidente del Gobierno.
En este documento, que fue la base del programa que aprobó el MDM en
1968, además de exigir el fin de la represión, libertad y democracia, se
reivindicaba la derogación de la licencia marital, la instauración de patria
potestad conjunta, la creación de guarderías y comedores para hacer
compatible la maternidad y el trabajo, el fin de la discriminación salarial,
el control sanitario de las gestantes y la elaboración de una nueva
legislación laboral que acabase con las discriminaciones que sufrían las
mujeres. Francisco Arriero Ranz (2015, p. 40).
Así mismo se creó otro documento
En octubre de 1967, también a iniciativa del MDM, se elaboró otro

documento, en esta ocasión firmado por 2.300 mujeres de todos los
puntos de Madrid en el que se hacía responsable directo al Gobierno de la
subida de los precios y de la precariedad económica en que vivían las
familias trabajadoras. Francisco Arriero Ranz (2015, p. 41).
Ya los reclamos se hacían cada vez más atrevidos y se iban inmiscuyendo en

los diferentes ámbitos de una vida en sociedad, y es que la pretensión de todo las
“formas de movilización, de las líderes del MDM” Francisco Arriero Ranz (2015, p.
41), era “convertir el malestar existente por la falta de infraestructuras y
equipamientos en la plataforma desde la que lanzar otras reivindicaciones sociales y
políticas, intentando, además, concienciar a las mujeres de la necesidad de luchar por
igualdad de derechos.” Francisco Arriero Ranz (2015, p. 41).
Conciencia que logro calar en la sociedad catalana y para los años 70 ya se

habían aceptado la formalización de estos y otros tantos movimientos más desde los

cuales la participación de las mujeres en la vida económica política y social, adopto

formalidades que permitieron actuar ya no desde la clandestinidad sino desde una
posición que les proporcionaba cierto respeto social.
De igual forma participaron también como infiltradas en asociaciones del

régimen “en 1972 con la creación de la Asociación Castellana de Amas de Casa y
Consumidoras. En esta organización en la que, según los testimonios orales,
convivían mujeres del Opus Dei y de diversos grupos falangistas”. Francisco Arriero
Ranz (2015, p. 45).Ganando posiciones en los principales grupos sociales femeninos
en los denominados grupos de poder de la sociedad emergente.
Según Mónica Threlfall en su obra de (2015, p.14) EL PAPEL

TRANSFORMADOR DEL MOVIMIENTO DE MUJERES EN LA TRANSICIÓN
POLÍTICA ESPAÑOLA, manifiesta que
En la transición propiamente dicha, desde el nombramiento de Adolfo

Suárez en julio de 1976 hasta la aprobación de la nueva constitución, el
movimiento de mujeres, al no tener representantes en las cúpulas
negociadoras, no influyó directamente en lo que se llama la mecánica de
la transición, en el sentido de que no impuso cambios al proceso
institucional.
Pero aclara una parte extremadamente importante
Las intervenciones del movimiento -- que no intentó hazañas

extraordinarias – sí asentaron las bases de una nueva revolución social y
política. Reflejar este período fielmente requiere reconocer que con el
feminismo emergía un fenómeno nuevo que iba a socavar, a corto plazo,
los planteamientos mismos de la izquierda, y a medio plazo, las bases
filosóficas de la democracia liberal. Mónica Threlfall (2015, p.14)
Evidentemente así es, la participación feminista fue apenas el punto de partida
de lo que sería el día de hoy una reivindicación de derechos y un reconocimiento de
lo que implica ser mujer para ser protegida como tal.
2.2. Logros del Feminismo durante la Transición española.
Igualdad
La igualdad ante la ley
Sin duda uno de los derechos más significativos conseguidos por la el

movimiento feminista durante la etapa de la transición española fue la “igualdad”,
plasmado en la Constitución Española de 1978. La presión ejercida desde los grupos

sociales finalmente permitió que ciertos partidos incluyeran en su agenda las

demandas promovidas desde sectores feministas, lo cual no fue tarea sencilla dado lo
“temerario” de las demandas, como la despenalización de los métodos
anticonceptivos, la aprobación del divorcio y liberación sexual; frente a sectores
conservadores y católicos que se oponían a la implementación de estas medidas.
En este orden de ideas, comenta Pilar Toboso
La prioridad de las feministas era conseguir la igualdad legal, como

marco en el que se asentarían el resto de las leyes hasta que esto se
consiguiera. Para que la igualdad fuera efectiva, era necesario que el
Gobierno recién constituido no solo reconociera la igualdad como
principio, sino que garantizara medidas que la hicieran efectiva: salarios y
acceso a la educación y a los puestos de responsabilidad en condiciones
de igualdad para hombres y mujeres; derecho de las mujeres a disponer de
su cuerpo; una legislación igualitaria en materias como el adulterio; la
legalización de los anticonceptivos, del divorcio y del aborto; y la
adopción de medidas concretas que facilitasen las tareas familiares
compartidas para poner fin al famoso techo de cristal (Toboso, 2018, p.
44)
Volviendo a la igualdad, valor-derecho conseguido, en buena medida por el

movimiento feminista, La Carta magna en su artículo 14 reza lo siguiente “Los
españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por
razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social”.(Congreso de los Diputados, 1978) Ahora bien, el
constituyente no ofrece una definición de “igualdad ante la ley”, pues evidentemente
no es prudente entrar a definir múltiples principios como este en un texto legal de
categoría constitucional, de ese modo la igualdad ha sido un concepto elaborado
desde el estudio y análisis de quienes como objeto de estudio el ser humano,
abordándolo específicamente desde las ciencias sociales y la filosofía. En este sentido
el concepto de igual cae en la abstracción ya que va a depender y estar influenciado
por la interpretación de la realidad e ideología de quienes en su momento ofrezcan
una definición.
Aunque no sea materia de construcción doctrinal esta investigación, parece

necesario ofrecer una noción de “igualdad ante ley” con el propósito de poner en
contexto como las iniciativas del movimiento feminista en la transición española
sentó un precedente al momento de exigir.
Podría empezarse por señalar que la igualdad supone un problema, y es que al

aducir que los españoles son iguales ante la ley, se presenta la interrogante de ¿Quién
es igual a quien y en qué?, Esto permite dilucidar que la igualdad requiere de un

componente comparativo entre sujetos, de modo que para la operación comparativa

se van a tomar en cuenta datos o elementos que resulten relevantes y de esa revisión
necesariamente se va a desechar aquellos irrelevantes.
Para comprender mejor este asunto, es conveniente esbozar el ejemplo que usa
Ángeles Barrere Unzueta al respecto. Más o menos así:
Gerardo goza de tiempo libre y quiere agradar a sus hijos haciendo un

biscocho el cual piensa repartir entre ellos. Sus hijos, que son tres, están en la
siguiente situación:
Luis no ha conservado su habitación en orden, conducta que no es tolerada en

el hogar; por su parte, Juan está un poco pasado de kilos, sin embargo su padre
prometió galardonar a quien trajera buenas notas, Juan precisamente es el único que
ha cumplido con esta empresa; por último está Alejandro, quien fue el único que
ayudó a su padre cuando esté solicitó apoyo en la cocina.
Gerardo no sabe cómo afrontar esta situación, a lo sumo se maneja bajo la

máxima de que para un padre todos sus hijos son “iguales”, pero he allí el meollo del
asunto, cómo resolver la igualdad tomando en consideración la situación de sus hijos.
No ve otra alternativa qué consultarle a la prole como debe hacer el reparto del
alimento
Lo que le llevaría a enredar más el tema pues Luis considera que el reparto
debe hacerse aporratara, o sea, trozos iguales para cada uno. Juan no está de acuerdo,
él piensa que todos estaban en capacidad de llevar buenas notas, mas él fue el único
que cumplió, por lo que merece un pedazo más grande. Y por finalizar, Alejandro
suscribe a Luis, exceptuando a que nadie atendió el llamado de padre cuando este
requería ayuda, conducta que no debería ser premiada por lo que Alejandro debía
recibir un mejor trato.
Esto demuestra que consciente o inconscientemente, cada uno de los hijos

tomó los datos que más le parecían relevantes. Por otra parte, Gerardo no creyó justo
atenerse solo al dato biológico, no podía pasar por alto que hay otros factores
considerar. De esto resulta el debate de la igualdad de trato, porque cada quien tiene
distintas concepciones de igualdad y justicia. (Barrere, 2003)
Siendo así, en la gestación del principio de igualdad, desarrollado modernamente a

partir del constitucionalismo francés de finales del siglo XVIII, se confunde con el
principio de legalidad ya que…“los ciudadanos son libres en la medida en que están
sujetos sólo a la ley e iguales porque ésta ha de ser aplicada por igual a todos”…
(Llorente, 1997, p. 145)

En este contexto, la ley viene a ser el criterio jurídicamente relevante de

comparación ya que implicaba…“solamente igualdad en el contenido de la ley en
cuanto norma general, abstracta y atemporal, además de dotar de igual capacidad
jurídica a todas las personas sin distinción alguna”. (Nogueira, 2006, p. 804) Esta
concepción se fundó en aniquilar los privilegios estamentales de la sociedad
monárquica y la arbitrariedad que reinaba.
Tal tendencia se fue abandonando. Su abstracción, rigidez y generalidad

pasaba por alto consideraciones sociológicas del tipo económico, social, cultural y
educativo que condicionaban realmente la vida de las personas acentuando las
disparidades socio-económicas.
Esta realidad empuja al Estado a actuar en la vida social para corregir las
desigualdades sociales, para esto se ve desde otra perspectiva la igualdad, asumiendo
que no se puede tratar como iguales a quienes son desiguales, dejando a un lado la
universalidad de la igualdad ante la ley, por la igualdad de oportunidades. Para ello el
Estado está facultado para sancionar normas destinadas a ciertos grupos que se
encuentran en determinada situación social en mira del bien común. (Nogueira, 2006)
Igualdad ante la ley e igualdad en la ley
Por otra parte es conveniente señalar que la igualdad se manifiesta como

igualdad ante la ley y la igualdad en la ley que “en primer caso se interpretaría como
el deber de imparcialidad en el juicio (…), el deber de aplicar la ley de manera igual a
casos iguales; en el segundo caso se interpretaría como (…) la regulación contenida
en la misma norma” (Barrere, 2003, p. 9) Es decir “obliga (…) al autor de la norma a
no diferenciar en ella situaciones que son sustancialmente iguales y a establecer una
adecuada proporcionalidad entre las diferencias que la norma reconoce y las
consecuencias jurídicas que a ellas han de anudarse” (Llorente, 1997, p. 147) Dicho
de otro modo tratar iguales a los iguales y diferente a los que están en condiciones
diferentes.
De este modo ha de mencionarse las dimensiones que contempla la igualdad

Constitución Española, pues si bien hace mención de la igualdad como derecho
fundamental en su artículo 14, además de prohibir la discriminación, entre otras
razones, por el sexo, también este principio aparece como valor superior en el artículo
1º ejusdem, dentro del marco de un Estado Social democrático y de Derecho y el
articulo 9.2 del mismo texto normativo que pone sobre los poderos públicos la carga
“promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los
grupos en que se integra sean reales y efectivas”. (Constitución Española, 1978) En
ese sentido, en relación a esta última dimensión de la “igualdad real y efectiva” se ha
buscado implementar políticas de discriminación positiva con el propósito de que la
igualdad vaya más allá del plano de lo formal consagrándose como igualdad real.

Pues bien, La Organización de Naciones Unidas define tales medidas como

el…“conjunto coherente de medidas de carácter temporal dirigidas a corregir la
situación del grupo al que están destinadas en un aspecto o varios de su vida social
para alcanzar la igualdad”. (ONU, citado por Begné, 2012, p. 14)
Tomando la definición de Fabio Hernando Galán, puede decirse que la

discriminación positiva es…“aquella política social dirigida a mejorar la calidad de
vida de los grupos desfavorecidos, proporcionándoles la oportunidad de disponer de
sus derechos civiles, políticos y constitucionales”. (Galán, 2000, p. 127)
A pesar de que esta acepción de la igualdad, es decir la material, viene a

aplicarse más enérgicamente en las últimas décadas, el precedente igualitario
promovido durante la transición y plasmado el en testo Constitucional de 1978 abre la
posibilidad que se implementen estas medidas con el auspicio de la elaboración
doctrinal y la acogida que ha tenido por parte de la jurisprudencia.
En este sentido Rodrigo Maldonado Fernández, hace alusión a la

incorporación de la igualdad entendida en este sentido, por parte de Tribunal
Constitucional al señalar que:
El Tribunal Constitucional viene a admitir que el principio de igualdad,

ante determinadas situaciones, contiene un mandato de desigualdad y, por
tanto, es necesaria la desigualdad formal para alcanzar la igualdad real.
Dicha diferenciación ha de ser razonable y proporcional a la finalidad
perseguida, reconociendo con ello, el llamado “derecho desigual
igualatorio”, con el fin de conseguir la igualdad real y efectiva de los
colectivos históricamente marginados, siempre y cuando dicho
tratamiento jurídico diferenciado igualatorio cumpla con los requisitos de
razonabilidad, temporalidad y proporcionalidad (Maldonado, 2016, p. 25)
Continua resaltando la importancia de esta jurisprudencia, poniendo hincapié

en cómo se aplica el principio de la igualdad a través de medidas desiguales, de modo
que:
La consecución del objetivo igualatorio entre hombres y mujeres permite

el establecimiento de un derecho desigual igualatorio, es decir, la
adopción de medidas reequilibradoras de situaciones sociales
discriminatorias preexistentes para lograr una sustancial y efectiva
equiparación entre las mujeres, socialmente desfavorecidas, y los
hombres, para asegurar el goce efectivo del derecho a la igualdad por
parte de la mujer (Maldonado, 2016, p. 25)

No obstante, las políticas de discriminación positiva han sido criticadas

porque, según los que no están de acuerdo, genera es paternalismo por parte del
Estado y por respeto a la igualdad de libertad los poderes públicos no pueden
intervenir en la esfera social para garantizar la igualdad de ese modo, pues todas las
personas deben pasar por las mismas pruebas.
Pese a ello, Juan C. Velasco Arroyo responde:
Las políticas de discriminación positiva tienen como objetivo prioritario

atender a una razón de estricta justicia: eliminar el daño injustamente
inferido a un determinado grupo social. Una segunda finalidad, derivada
igualmente de la idea de justicia, sería compensar a los miembros de
grupos específicos por las consecuencias de la discriminación de la que
han sido objeto en el pasado y en el presente en los distintos ámbitos de la
vida social: en la escuela, los servicios públicos, la distribución de la
vivienda, la presencia en los medios de comunicación y, particularmente,
en el mercado de trabajo (atendiendo así la dimensión retrospectiva de la
justicia).
O, de un modo aún más genérico, compensar las injusticias percibidas de
exclusión y negación del reconocimiento. Una tercera finalidad,
complementaria con las anteriores, sería lograr mediante tales
compensaciones una igualdad de oportunidades real y no meramente
formal para esos grupos que se han encontrado o se encuentran
infrarrepresentados en los puestos decisivos de la sociedad y, en
consecuencia, han estado o están en una situación de subordinación
(atendiendo ahora a la dimensión prospectiva de la justicia). (Velasco,
2007, p. 147)
Sobre la despenalización del aborto y métodos anticonceptivos
Otra de las principales conquistas femeniles por los derechos sexuales y sobre
el cuerpo, en el marco de la transición española, es la despenalización de los métodos
anticonceptivos y del aborto, de manera parcial (pues solo se permitió la interrupción
del embarazo en determinados supuestos) en 1978 y 1985 respectivamente.
La particularidad de este proceso son los precedentes socio-políticos de la

España del siglo XX. Remontándose al periodo de la II República, las demandas por
la interrupción legal del embarazo devienen por la situación de precariedad
económica que aquejaba a las mujeres en ese momento con varios hijos, lo que las
obligaba a practicarse abortos de manera clandestina, evidentemente con métodos y
herramientas inapropiadas que atentaban contra su vida e integridad física. Dada esa
situación la ministra de sanidad planteó un proyecto que no gozó de popularidad
dentro del Ejecutivo Nacional (Guillem A. 2018)

Siendo así, en 1936 se sienta el primer precedente de legalización de aborto l

Decreto de Interrupción Artificial del Embarazo, aprobado el 25 de diciembre de
1936, con publicación en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya. Con la
influencia del neomaltusianismo y feminismo anarquista se pretendía dotar a la clase
obrera de una base ideológica que los hiciera conscientes de la natalidad, sin
embargo la dificultad de practicar métodos anticonceptivos representaba un gran
obstáculo. (Gérvas, 2016)
Dicho decreto, señala Joaquín González
Legalizaba la interrupción artificial del embarazo por causas

“Eugenésicas” (Enfermedad física o mental del feto que contraindicase la
gestación), factores neomalthusianos (Deseo consciente de limitación
voluntaria de la natalidad), razones sentimentales (Maternidad no deseada
por la madre por causas de orden amoroso o sentimental) y razones éticas.
(González, 2014, p. 7)
Sin embargo, en lo que a las cifras del Hospital San Pau concierne, la tasa de
abortos voluntarios bajo el amparo del Decreto de Interrupción Artificial del
Embarazo fue baja, pues solo 15 abortos de 281, registrados entre 1937 y 1938,
pertenecían a este tipo de aborto. Por su parte, el medico Félix Martí Ibáñez,
promotor anarquista de estas ideas, reporta 300 abortos en junio de 1937 en el
Hospital Clínic, debiéndose, quizá, por la presencia de este médico en dicha
institución de salud. (Gérvas, 2016)
Sí bien la sanción de tal decreto representaba un progreso en lo que a

derechos sexuales femeninos se refiere, este proceso de legalización sufre un
retroceso con la irrupción de la dictadura Franquista. En ese orden de ideas Gerardo
Hernández Rodríguez considera que tras el fin de la guerra civil española la población
se ve menguada, por lo cual El gobierno franquista empieza a aplicar políticas de
natalidad con la finalidad de restituir la población, siendo así necesario tipificar
antijurídicamente el aborto y cualquier publicidad y comercialización de métodos
anticonceptivos(Hernández, citado por González, 2014) por primera vez, mediante la
Ley del 19 de Julio de 1944 donde se aprueba el nuevo Código penal.
Esta política legislativa viene acompañada de una serie de medidas sociales

que concedían privilegios como acceso a la vivienda pública, acceso a ciertos puestos
de trabajo, y tasas favorables en materia de impuestos a familias numerosas, lo que
llevó a aumentar la natalidad. A este fenómeno se le conoció como “Baby Boom”.
(González, 2014)

Ya hacia finales de los 60 renace el interés por los métodos anticonceptivos

como mecanismo para que las mujeres tengan participación en las decisiones que
afectan su vida reproductiva, ya que a principios de esta década se lanza la píldora
como método anticonceptivo seguro. No obstante, la promoción de métodos
anticonceptivos no estaba en el objeto de estudio principal de los colegios de médicos
profesionales, las iniciativas dependían desde el feminismo social. (Guillem A. 2018)
Entrando en la etapa de la transición en 1976, un año después de la muerte de

Francisco Franco, se funda el primer centro de planificación familiar en Madrid por
iniciativa de activistas feministas y ginecólogos, lo que motiva a la creación de otro
en Barcelona. En septiembre de 1978 se deroga el artículo del código penal que
tipificaba la divulgación y propaganda de métodos anticonceptivos. Ahora quedaría
sobre la agenda política y jurídica, el controvertido tema del aborto. (Guillem A.
2018)
Uno de los momentos más representativos en este periodo de transición tiene

lugar 1979 con la movilización iniciada por parte de la Asamblea de mujeres de
Bizkaia en ocasión del proceso conocido como “11 de Bilbao” donde se acusó a once
mujeres de practicar aborto. Aquella movilización exigía el sobreseimiento de las
acusadas y ponía en relieve el derecho al aborto libre y gratuito. La presión ejercida
logra la absolución de diez de las once imputadas, tras haberse recogido 1300 firmas
de mujeres bajo el lema “yo también he abortado”. Paralelamente empezaron a
conocerse cifras del aborto, en 1976 se habrían realizado 300.000 abortos donde el
1% habría tenido un resultado fatal para las mujeres. (Guillem A. 2018).
Finalmente se reforma el Código Penal de 1822, por iniciativa del Partido

Socialista Obrero Español (PSOE), donde se despenaliza la interrupción voluntaria
del embarazo en determinados supuestos. Con la Ley 9/1985 del 5 de Julio publicada
en el BOE nº 166 se incluye el artículo 417 bis, donde se estatuye:
No será punible el aborto practicado por un médico, o bajo su dirección,

en centro o establecimiento privado, acreditado y con consentimiento
expreso de la mujer embarazada cuando concurra alguna de las
circunstancias siguientes”:
a) “Que sea necesario para evitar peligro grave para la vida o la salud
física o psíquica de la embarazada” y así conste en un dictamen emitido
con anterioridad a la intervención por un médico distinto al que vaya a
realizar el aborto. En caso de urgencia podrá prescindirse del dictamen y
del consentimiento expreso.
b) “Que el embarazo sea consecuencia de un hecho constitutivo de delito
de violación del artículo 429, siempre que el aborto se practique dentro de
las doce primeras semanas de gestación y que el mencionado hecho
hubiere sido denunciado”.

c) “Que sea probable que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o
psíquicas, siempre que el aborto se practique dentro de las veintidós
semanas de gestación y que el pronóstico desfavorable conste en un
dictamen emitido por dos médicos especialistas distintos del que
intervengan a la embarazada”. (González, 2014)
Ya que la despenalización del aborto no fue total, (en parte por la herencia
conservadora y católica del franquismo) el colectivo feminista sufrió la decepción de
que no se llenaran las expectativas de la lucha que por décadas habían realizado, pues
las mujeres que no se encontraban en susodichos supuestos de hecho se vieron
obligadas a seguir practicando abortos clandestinos. Esta situación llevo, entre otras
cosas, al declive del movimiento feminista en el año 1985. (Fiscer, 2013)
2.3. Fracasos del Feminismo Durante la Transición Española.
Para poder hablar acerca de este aparte, es necesario entender en primera

instancia lo que es o lo que significa el fracaso de un movimiento social, entendiendo
en primera instancia el significado de movimiento social, lo que para Ibarra citado
por (Verger, 2008) se puede decir que:
Los movimientos sociales son redes de actores (asociaciones, ONG,

sindicatos, personas a título individual, etc.) que pretenden provocar,
impedir o anular un cambio social. Los movimientos sociales operan con
cierta continuidad y cuentan con un alto nivel de integración simbólica
(eso los diferencia de cualquier acto de acción colectiva más o menos
espontáneo o efímero). Además, los actores que integran los movimientos
están articulados y organizados, aunque la forma de organización puede
ser muy variable y el nivel de especificación de roles suele ser bajo (p.
91)
Una vez entendido lo que es un movimiento social, y desde la perspectiva del

feminismo español como uno de ellos, en su intención de promover un cambio social
de manera efectiva a través de acciones colectivas, entendiendo de ello que dichas
acciones en efecto pueden traducirse en efectivas o fallidas, pero ¿hasta qué punto
puede hablarse del fracaso de un movimiento social o en especial del fracaso del
feminismo español?
Obviamente, los movimientos no siempre obtienen todos los resultados

esperados o deseados, de manera que determinadas campañas e iniciativas
que emprenden se pueden considerar fallidas. No obstante, a pesar de que
parezca que un movimiento ha fracasado, la acción colectiva suele aportar
algo a la sociedad, aunque esta aportación parezca intangible. Así pues,
hay que tener en cuenta que, en la mayoría de ocasiones, los movimientos

obtienen resultados que no son fácilmente observables, por lo menos a

corto plazo (como, por ejemplo, generar conciencia entre la población
sobre una determinada temática, generar vínculos de solidaridad,
favorecer la participación o la articulación de grupos de la sociedad civil,
etc.) (Verger, 2008)
Es por ello que cuando se leen opiniones acerca del fracaso del feminismo
español durante la transición se debe tener en cuenta lo anterior ¿esos reveses en
algunas acciones colectivas han sido en realidad un fracaso?, desde una perspectiva
objetiva, la respuesta a esta interrogante es que no, debido a que desde el simple
hecho de lograr una articulación adecuada dentro del movimiento feminista, ya eso no
se puede considerar como un fracaso, así esa acción determinada no haya cumplido
con su objetivo central.
Cuando se leen artículos como el de (López, 2020) en donde expresa que

prácticamente los principales fracasos del feminismo durante la transición han sido en
materia de igual, justificando esto al indicar que:
Queda mucho por hacer en materia de igualdad efectiva entre mujeres y

hombres en España. Y ciertos aspectos son especialmente relevantes. El
primero de ellos es el papel de la mujer en el mercado laboral. A pesar de
la feminización de los estudios en general el mercado laboral es
eminentemente masculino. Según datos del INE de 2019, las mujeres
tienen peores tasas de empleabilidad en todos los niveles de formación
entre los 25 y los 64 años. Las tasas de paro femenino son superiores para
todos los niveles educativos y todas las edades.
Esta misma autora aduce otro fracaso al movimiento feminista en cuando a la

conciliación expresando al respecto que:
La comunidad virtual de mujeres Malasmadres, dirigida por Laura Baena

y su equipo, desarrollan una serie de estudios para ahondar en los datos
reales de la conciliación en España. Así, determinan que 6 de cada 10
mujeres renuncian a su carrera profesional en España al ser madres.
Además, si comparamos esta información con la ofrecida por el
Ministerio de Trabajo y Economía Social, que señala que 9 de cada 10
excedencias por cuidados las asumen las mujeres, vemos que este
problema está ligado con otro gran fracaso: la corresponsabilidad y los
cuidados. (López, 2020)
Y por último, considera como “el mayor fracaso” el hecho de la continuidad

del machismo, expresando en este sentido que:

Pero sin ningún lugar a dudas, el mayor fracaso como sociedad es la

perpetuidad del machismo como pensamiento generalizado de la
ciudadanía. Ese machismo que nos sigue matando (1.047 asesinatos desde
el 1 de enero de 2003 hasta el día de hoy, 14 desde el 1 de enero de 2020,
según datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de
Género), que nos sigue negando privilegios, que nos silencia siempre que
tiene oportunidad, que nos ridiculiza, que nos degrada y nos sigue
discriminando. (López, 2020)
En fin, desde esta perspectiva evidentemente el feminismo durante la

transición en España ha tenido algunos reveses, pero desde un punto de vista general,
por el simple hecho de haber logrado lo que hasta ahora se ha logrado, el haber
logrado vínculos de solidaridad y el haber logrado la articulación del movimiento, se
debe hacer la pregunta ¿han sido fracasos de verdad?
3. Cambios sociales
El cambio social es un proceso de transformación de la manera en que
está organizada la sociedad, de la misión y las estructuras de las
instituciones y de la distribución del poder en el marco de las diversas
instituciones sociales y políticas. Cuando se trata de cambiar los
comportamientos en gran escala, es necesario tener en cuenta
determinadas prácticas culturales, normas sociales y desigualdades
estructurales perniciosas. Por eso, los enfoques del cambio social tienden
a considerar a las comunidades como los sujetos del cambio. (UNICEF)
Entendiendo en sí, lo que significa un cambio social se puede entonces hacer
una idea general del cambio social generado por el feminismo español durante la
transición, pues este cambio social es tangible, en la sociedad actual. Cambio que
puede ser palpado y que además no es algo que tenga que ver solo con un aspecto de
las mujeres, de esta forma lo asevera Rubio citada por (De Miguel & Cobo, 2020) al
expresa que:
No es sólo hablar de mujeres, sino de cambios sociales y el feminismo no
es algo exclusivo de las mujeres sino que atañe a la sociedad. Un
pensamiento crítico con la realidad social que ha permitido desarrollar la
libertad y la autonomía de las personas. «Quiere una transformación
social y política, avanzar hacia la igualdad, la justicia social, la
universalidad de derechos. No es sólo hablar de mujeres, está encaminado
a cambios jurídicos, sociales, políticos y educativos».
Por su parte, Lorente citado por (De Miguel & Cobo, 2020) señala el papel
que ha tenido el feminismo con respecto a la evolución de la sociedad y de la

democracia, principalmente por la homogenización de la política, así pues ha

expresado que:
El feminismo ha hecho mejor a la sociedad y a las democracias. El voto
de la mujer, la libertad sexual... Analizas lo que ha incorporado y no veo
nada negativo. El feminismo ha hecho mejor a la sociedad y la
democracia. ¿Por qué dudar de lo que propone para el futuro». Lorente
critica a quienes hablan de feminismos, en plural, para debilitar o
evidenciar enfrentamientos. «Cuando algo se defiende como sólido no se
pone en plural, igual que no se habla de cristianismos o capitalismos.
Citando de nuevo a (Lorente, 2018), se observa que:
Por un lado en el plano individual, porque las mujeres con su esfuerzo,
trabajo y compromiso han logrado desmontar la idea de la “incapacidad
de las mujeres” para asumir determinadas responsabilidades y funciones
en la sociedad, argumento que les ha negado las oportunidades a lo largo
de la historia “por su propio bien”, puesto que si realizaban dichas tareas
podrían sufrir graves consecuencias. Y por otro en el plano social, al
haber puesto de manifiesto la falacia de la desigualdad y la estrategia del
“argumento de la condición” para organizar la convivencia y las
relaciones sobre lo que los hombres han decidido de manera interesada.
De todo esto se observa pues, que el cambio social ha sido evidente, en cuanto
a la participación de la mujer en sectores y planos en los cuales su presencia se
encontraba mermada, reconociendo la importancia de su papel desempeñado en la
sociedad y su influencia en cada uno de los sectores, pues como miembros activos de
la sociedad su voz debe ser escuchada y deben contar con igualdad de escenarios para
ello.

BIBLIOGRAFÍA
Acosta, M. d. (2016). bvirtual.ucol.mx. Obtenido de

http://bvirtual.ucol.mx/descargables/258_movimiento_feminista_en_espana.p
df
Adriana Renné Tobos Vergara;Ángela Paola Ochoa; Lizeth Cristina Martínez

Baquero;Liliana Paola Muñoz Gómez;Mildred Alexandra Vianchá Pinzón.
(2014). Dialnet. Obtenido de
http://revistasdigitales.uniboyaca.edu.co/index.php/EFQ/article/download/81/
82/
Aguilera, S. d. (2009). UNA APROXIMACIÓN A LAS TEORÍAS FEMINISTAS.

Obtenido de http://universitas.idhbc.es/n09/09-05.pdf
Agustin Laje, N. M. (s.f.). El Libro Negro de la Nueva Izquierda. Grupo Unión.
AGUSTÍN LAJE; NICOLÁS MÁRQUEZ. (s.f.). El libro Negro de la Nueva

Izquierda. Grupo Unión. Obtenido de
http://desarrolloci.ucr.ac.cr/labosa/sites/default/files/2017-
11/Marquez%20Nicolas%20Y%20Laje%20Agustin%20-
%20El%20Libro%20Negro%20De%20La%20Nueva%20Izquierda.pdf
Álvarez, P. S. (2013). Universidad de Murcia. Obtenido de

https://diversidad.murciaeduca.es/orientamur/gestion/documentos/definicion_
de_feminismo.pdf
Arjona, M. R. (2014). Universidad Rey Juan Carlos. Obtenido de

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4810067.pdf
Barrere, A. (2003). IGUALDAD Y “DISCRIMINACIÓN POSITIVA”: UN

ESBOZO DE ANALISIS TEORICO-CONCEPTUAL. Obtenido de
https://www.uv.es/cefd/9/barrere1.pdf

Begné, P. (2001). ACCIÓN AFIRMATIVA: UNA VÍA PARA REDUCIR LA

DESIGUALDAD. Obtenido de
http://www.cienciajuridica.ugto.mx/index.php/CJ/article/view/74/73
Boletín Oficial de Estado. (1978). Obtenido de

https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1978-31229
Espinosa, J. (s.f.). UNA LECTURA DE LA SEGUNDA OLA DEL FEMINISMO.

Obtenido de https://www.laizquierdadiario.com/IMG/pdf/20-segunda-ola-
feminismo-idz-mx1.pdf
Falgueras, I. (1998). IDEAS FILOSÓFICAS DE LA ILUSTRACION. Málaga.

Obtenido de
http://webpersonal.uma.es/~jifalgueras/Historia/Historia/Kant_files/block_0/Il
ustracion.pdf
Fartakh, A. (2013). El nacimiento del movimiento feminista contemporáneo en

España. MUNDIARIO. Obtenido de
https://www.mundiario.com/articulo/sociedad/el-nacimiento-del-movimiento-
femenista-contemporaneo-en-espana/20130624203344005425.html
Fernández Fraile; María Eugenia. (2008). Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Obtenido de http://www.cervantesvirtual.com/obra/historia-de-las-mujeres-
en-espana-historia-de-una-conquista-927357/
Fernández, A. B. (2014). Universidad de Jaen. Obtenido de

https://core.ac.uk/download/pdf/32321665.pdf
Fiscer, G. (2013). El feminismo español en la segunda mitad del siglo XX. Obtenido
de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5173345.pdf
Fiss, O. M. (1995). Obtenido de Dialnet:

Forero, J. (2008). FEMINISMOS POSTFEMINISTAS EN CONSTRUCCION.

Obtenido de
http://archivobogota.secretariageneral.gov.co/sites/default/files/documentos_s
ecretaria_general/FEMINISMOS.pdf
Gahete, M. (2020). Las mujeres como clase social: origen y desarrollode una teoría.
De los Colectivos Feministas al Partido Feminista de España (1975-

1983)Women as. FEMERIS: Revista Multidisciplinar de Estudios de Género,

5(1), 11-32.
Gahete, M. S. (2017). Por un feminismo radical y marxista. El colectivo feminista de

Madrid en el contexto de la Transición española (1976-1980). Dialnet.
Obtenido de https://dialnet.unirioja.es/servlet/cittes?codigo=151627
Galan, F. (2000). LA ACCIÓN AFIRMATIVA COMO DESARROLLO DEL

PRINCIPIO DE IGUALDAD. Obtenido de
https://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/derecho/dere1/Tesis21.pdf
Galdón C., C. (2016). Dialnet. Obtenido de

https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=113706
Galvis, F. (1994). MANUAL DE CIENCIA POLITICA. Guadalupe Ltda.
Gamba, S. (2008). Feminismo: historia y corrientes. Obtenido de

https://www.te.gob.mx/genero/media/pdf/de3d6e5ea68e124.pdf
Gamba, S. (2008). Periódico en Red. Obtenido de

http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1397
GÉRVAS, J. (03 de 01 de 2016). acta sanitaria. Obtenido de

https://www.actasanitaria.com/historia-del-aborto-en-espana-el-decreto-de-la-
generalitat-de-cataluna-1936/
González, J. (2014). Evolución legislativa del aborto en España. Obtenido de

https://www.bioeticacs.org/iceb/investigacion/evolucion_legislativa_del_abort
o_en_Espana.pdf
Guillem, A. (14 de 12 de 2018). infosalus. Obtenido de

https://www.infosalus.com/farmacia/noticia-40-anos-historia-anticoncepcion-
espana-principales-hitos-20181214083033.html
Guillem, I. (27 de 07 de 2018). La demanda de las mujeres: la eterna lucha por el

derecho al aborto. el plural. Obtenido de
https://tribunafeminista.elplural.com/2018/07/la-demanda-de-las-mujeres-la-
eterna-lucha-por-el-derecho-al-aborto/

Gutiérrez Esteban; Luengo Gonzáles María Rosa. (2011). Universidad de

Extremadura. Obtenido de Dialnet:
Ideologías, A. d. (2016-2017). Universidad Pablo de Olavide. Obtenido de

https://upo.es/cms2/export/sites/facultades/facultad-humanidades/es/calidad-
estrategia-y-responsabilidad-social/.galleries/Documentos-COMPROMISO-
CON-LA-IGUALDAD/1520407235039_revista.pdf
Instituto Aragonés de la Mujer. (s.f.). Feminismos. Tres siglos de lucha por la

Igualdad. Obtenido de
https://www.aragon.es/documents/20127/674325/feminismos_igualdad_curso.
pdf/35542faa-08b0-355d-881c-17ee21e5894f
Isonomia. (2014). Mary Wollstonecraft/ El feminismo ilustrado. La primera oleada

del feminismo. Obtenido de http://isonomia.uji.es/wp-
content/uploads/2014/01/27.04-MARY-WOLLSTONECRAFT.Mujeres-que-
han-hecho-HISTORIA-.pdf
Jareño, C. (2019). Dialnet. Obtenido de

https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=260476
López, N. (2020). 8 de marzo, 45 años después. Éxitos y fracasos. Obtenido de In the

Move: https://inthemove.es/8-marzo-exitos-fracasos/
Lorenzo, M. (s.f.). LA VINDICACIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER

ANTES DE MARY WOLLSTONECRAFT. Obtenido de
http://institucional.us.es/revistas/philologia/17_2/art_9.pdf
Maldonado, R. (2016). Igualdad y género en la Constitución española de 1978.

Obtenido de https://rodin.uca.es/xmlui/bitstream/handle/10498/19253/TFG-
%20Igualdad%20y%20g%C3%A9nero%20en%20la%20Constituci%C3%B3
n%20espa%C3%B1ola%20de%201978.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Marrades, M. I. (1978). Universidad de Granada. Obtenido de Papers Revista de

Sociología: https://papers.uab.cat/article/view/v9-marrades/pdf-es
Mary Wollstonecraft/ El feminismo ilustrado. La primera oleada del feminismo. (s.f.).

MUJERES QUE HAN HECHO HISTORIA… del feminismo. Obtenido de

http://isonomia.uji.es/wp-content/uploads/2014/01/27.04-MARY-
WOLLSTONECRAFT.Mujeres-que-han-hecho-HISTORIA-.pdf
Mendoza, V. D. (2016). Hechos y Derechos. Obtenido de

https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/hechos-y-
derechos/article/view/10698/12857
Mitchell, K. (2019). The Claremont Colleges. Obtenido de

https://scholarship.claremont.edu/scripps_theses/1385/
Miyares, A. (1999). 1848: EL MANIFIESTO DE "SENECA FALLS". Obtenido de

http://pmayobre.webs.uvigo.es/textos/varios/seneca_falls.pdf
Monasterio, M. (2005). ¿ES EL FEMINISMO UNA TEORÍA POLÍTICA O UNA

ÉTICA? Obtenido de http://www.mujeresenred.net/IMG/pdf/feminismo.pdf
Muñoz, S. G. (1976-1981). Universidad Complutense de Madrid. Obtenido de

https://revistas.ucm.es/index.php/INFE/article/view/54792
Nogueira, H. (206). EL DERECHO A LA IGUALDAD ANTE LA LEY, LA NO

DISCRIMINACIÓN Y ACCIONES POSITIVAS. Obtenido de
https://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/2449/AD-10-
41.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Ortega, J. (2005). simone de beauvoir su aportación a la discusión sobre el género.

Obtenido de https://www.nodo50.org/filosofem/IMG/pdf/joanasbeauvoir.pdf
Preston, P. (1946). omegalfa.es. Obtenido de

https://omegalfa.es/downloadfile.php?file=libros/la-transicion-espanyola.pdf
Ramírez, G. (2015). LA DECLARACIÓN DE DERECHOS DE LA MUJER DE

OLYMPE DE GOUGES 1791: ¿UNA DECLARACIÓN DE SEGUNDA
CLASE? Obtenido de
https://catedraunescodh.unam.mx//catedra/catedra/materiales/u1_cuaderno2_t
rabajo.pdf
Ranz, F. A. (2011). Universidad de Alcalá de Henares. Obtenido de Dialnet:

Rubio, F. (1997). LA IGUALDAD EN LA APLICACION DE LA LEY. Obtenido de

http://afduam.es/wp-content/uploads/pdf/1/rubio_llorente.pdf

Rubio, I., Monasterio, M., & Gozaléz, S. (s.f.). Feminismos ¿TE ATREVES A
DESCUBRIRLOS? Obtenido de
https://www.madrid.es/UnidadesDescentralizadas/IgualdadDeOportunidades/
Publicaciones/Publicaciones%202018/ficheros/Guia_ExpoFeminismos.pdf
Sampere, X. D. (1962-1976). historiadelpresente.es. Obtenido de Universidad de la

Rioja: http://historiadelpresente.es/sites/default/files/revista/articulos/1/1.3.pdf
Santos, G. (2017). Romí Mestipen: una aproximación al feminismo gitano. Obtenido

de http://repositori.uji.es/xmlui/handle/10234/175711
Tackett, T. (2015). El terror en la Revolución francesa. Obtenido de

https://metahistoria.com/novedades/el-terror-en-la-revolucion-francesa/
Threlfall, M. (2005). London Metropolitan University. Obtenido de

https://www.academia.edu/5966092/El_Papel_Transformador_del_Movimien
to_de_Mujeres_en_Espa%C3%B1a
Toboso, P. (2017). El movimiento feminista y la política de pactos de la Transición:

logros y renuncias. DEBATS. Obtenido de
Toboso, P. (2017). Universidad Autonoma de Brasil. Obtenido de Dialnet:

Trujillo, G. (2009). Identidades, estrategias, resistencias. Obtenido de

http://www.feministas.org/identidades-estrategias.html
Varela, N., & Santolaya, A. (2019). Feminismo para principiantes. Madrid: Lectura
fácil. Obtenido de http://planetafacil.plenainclusion.org/wp-
content/uploads/2019/03/Feminismo-para-principiantes.-Lectura-
f%C3%A1cil.pdf
Velasco, J. (2007). Discriminación positiva, diversidad cultural y justicia. Revista de

Filosofía. Obtenido de
http://digital.csic.es/bitstream/10261/4745/1/+Discriminaci%C3%B3n%20pos
itiva,%20diversidad%20cultural%20y%20justicia%20-
%20Daimon%202007.pdf
Vélez, G. E. (2010). Obtenido de Dialnet:

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5810214

Vélez, J. M. (2012). Universidad Carlos III de Madrid. Obtenido de Biblioteca:

https://e-revistas.uc3m.es/index.php/CK/article/view/1701/776
Venzalá, C. (2018). Feminismo romaní: esbozando la nueva mujer gitana en España.

Obtenido de https://elordenmundial.com/feminismo-romani-mujer-gitana-
espana/
Verger, A. (2008). ¿Por qué tienen éxito (o fracasan) los movimientos sociales?
Ejemplos de las campañas en defensa de la educación pública. Educación,
Sindicalismo y Globalización, 91-109.

Cambios Sociales y Políticos Actuales en España Como Producto de La Influencia de La Corriente Política Del Feminismo Durante La Transición.

Caricato da

Informazioni sul documento

Titolo originale

Copyright

Condividi questo documento

Condividi o incorpora il documento

Opzioni di condivisione

Hai trovato utile questo documento?

Questo contenuto è inappropriato?

Copyright:

Cambios Sociales y Políticos Actuales en España Como Producto de La Influencia de La Corriente Política Del Feminismo Durante La Transición.

Caricato da

Copyright:

CAMBIOS SOCIALES Y POLÍTICOS ACTUALES EN ESPAÑA COMO PRODUCTO DE LA

INFLUENCIA DE LA CORRIENTE POLÍTICA DEL FEMINISMO DURANTE LA TRANSICIÓN.

Abogado, Eladio Román Urbina Tortolero.

El lugar que ocupa la debate femenino en la discusión política y social actual

Es por ello que para pretender estudiar el feminismo en la transición española,

Abogado, Eladio Urbina Página 1

La idea de poder llevar a cabo esta investigación, es poder conocer no solo la

Como ha ocurrido en otros eventos a lo largo de la historia de la humanidad

Tal es el caso de la Sociedad Española gran icono y signo de representación

Funcionalmente, se podría considerar el paso primordial del genero para

Abogado, Eladio Urbina Página 2

dilucidar los logros y fracasos que ha tenido este movimiento en el desarrollo de su

Estado del Arte.

En cuanto al estudio presentado por (Mitchell, 2019) denominado “Camino a

Abogado, Eladio Urbina Página 3

De lo anterior, se observa pues que la pertinencia de esta investigación con

Como otro antecedente a esta investigación se tiene el aporte de (Jareño,

De esta investigación, es inevitable resaltar su aporte en cuanto al análisis que

Abogado, Eladio Urbina Página 4

su evolución estuvo supeditada al contexto histórico español, con influencias

De lo anterior se tiene entonces que, la pertinencia de estudio con respecto a la

Abogado, Eladio Urbina Página 5

diferentes de entender la teoría y la práctica feminista, y que en parte se

De lo anterior, se observa pues que este estudio se ubica como un

A través de los años se le ha conceptuado de distintas formas, algunos autores

El feminismo es el conjunto de creencias e ideas que pertenecen al amplio

Abogado, Eladio Urbina Página 6

Lo que se observa básicamente en relación al conjunto de creencias e ideas es

El ataque a la discriminación; condenó aquellas políticas y prácticas por

Pilar Sánchez Álvarez (2013, p.1) cita a Victoria Sau, (2001), en el

Incluso el autor Pilar Sánchez Álvarez (2013) en su obra que es el feminismo

Abogado, Eladio Urbina Página 7

sumaban a las posibilidades de participar en igualdad de condiciones a la vida en

En un principio fue una reacción frente a un mundo donde las mujeres no

Finalmente para otros autores como los de la Revista la Pluma Violeta de la

Estos movimientos a lo largo de la historia han demostrado ser un

Ejemplos de la realidad mencionada anteriormente, muchos tal es el caso de

Abogado, Eladio Urbina Página 8

Francia (1880) y más tarde surge en Estados Unidos (1919), como

Y finalmente tomo fuerza “con la aparición del movimiento de liberación

1.1. Corrientes del Feminismo

El feminismo a lo largo de la historia ha tenido la favorabilidad de adoptar

Es entonces oportuno apoyar la afirmación que hace Ana de Miguel (1995),

El feminismo ha existido desde siempre, aunque los movimientos más o

Abogado, Eladio Urbina Página 9

Las principales corrientes del feminismo se dividen en Feminismo Moderno y

Por su parte el Feminismo Moderno, impulsado por el movimiento de las

Los principios del Iluminismo proclamaban la igualdad, la práctica demostró

Posteriormente se considera que este movimiento feminista traído por la

La redefinición del concepto de patriarcado (ver Patriarcado), el análisis de

Lo que demuestra que la corriente tiene particularidades intelectuales, trata

Abogado, Eladio Urbina Página 10

De ampliar los derechos legales, políticos y laborales de las mujeres de la

Por su parte el Feminismo Contemporáneo paralelamente al feminismo

Unos principios más revolucionarios. En la década de los 60 en Estados

Abogado, Eladio Urbina Página 11

sometimiento por parte de los poderosos hombres pertenecientes a la clase del

De esta corriente se desprenden, el feminismo social y el feminismo radical.

El feminismo radical “reunía a grupos y posiciones teóricas de las feministas

En cuanto al Feminismo Social tiene cierta relación con el feminismo liberal su

La especificidad de la lucha femenina, pero considera que ésta debe

Abogado, Eladio Urbina Página 12

Relaciona la explotación de clase con la opresión de la mujer, planteando

1.2. Etapas del Feminismo

El Feminismo de la Primera Ola.

Agustin Laje señala que el Renacimiento, periodo de transición entre la edad