La siguiente extinción

Matilde González

“Sapiens: De animales a dioses” es un libro escrito por Yuval Noah Harari, que
explica la historia de la humanidad brevemente, partiendo por nuestros más remotos
tiempos, cuando no existían sentimientos de soberanía frente a las otras especies
de la Tierra, cuando, aunque mucho menos inteligentes, conectados con nuestros
orígenes, con lo que, en fondo, somos y siempre seremos, ANIMALES. Más aún,
cuando incluso convivíamos con nuestros seis hermanos, algunos destacables
como el Homo Neandertal y el Homo Erectus.
Nos centraremos en la primera parte de este libro, que finaliza con la extinción de
todas las otras especies humanas, dejándonos a nosotros, los Homo Sapiens, como
el único tipo de humano en pie en esta Tierra. La razón de la extinción de nuestros
hermanos no se conoce del todo, algunos opinan que se centró en un ambiente
sangriento y de competencia, otros dicen que muchos se fusionaron entre ellos,
hasta mezclarse en uno solo. Lo que sí está claro es que la evolución nos
seleccionó por las capacidades notorias de comunicación que adquirimos con el
tiempo, seguido por la adaptación cada vez más fina de nuestro cuerpo a nuestras
crecientes actividades. Eso significa entonces, que nuestra actividad y existencia
provoco un cambio masivo en la Tierra.
Curioso es que se asimila bastante a lo que hoy en día está ocurriendo en frente de
nuestras narices. Hemos entrado a una nueva época geológica, y todo se debe a
nuestro fuerte impacto en el planeta y lo que lo compone, bautizado como el
ANTROPOCENO (del griego ἄνθρωπος anthropos, “ser humano” y καινός kainos,
“nuevo”). Aún no se llega a un consenso sobre cuando fue que comenzó esta etapa
específicamente, pero una opinión común es que fue en 1950, con la inmensa
cantidad de pruebas atómicas, junto con las lluvias radioactivas. Algunos afirman
que comenzó junto con el nacimiento de la agricultura y la ganadería. Es incierto,
pero real. Sin duda que estamos, como especie, afectando inmensamente nuestros
ecosistemas, especialmente a las otras especies que albergan la Tierra.
EXTINCIÓN. Se escucha mucho, ¿eh? Ahí está, efectivamente, la similitud entre lo
que expresa la primera parte del libro anteriormente mencionado. Tal como hace
13.000 años atrás, nuestras acciones y capacidades llevaron a la extinción de
nuestros hermanos, solo que esta vez se ha tornado más negro, no tiene una pizca
de cambio positivo. En el Antropoceno, nuestra inmensa cantidad de expulsión de
gases de efecto invernadero calientan más y más al planeta, acabando con
especies animales, quemando hectárea tras hectárea en un suave soplido, entre
miles de otras balas directo al planeta y sus seres vivos.
¿Cuál será la siguiente extinción? Nos guste o no, está en nuestras manos... y solo
nuestras. ¿O acaso usaremos nuestras manos carnosas para acabar con todo lo
que tenemos?