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La sanidad y la obediencia

Les dijo: «Yo soy el Señor su Dios. Si escuchan mi voz y hacen lo que yo

considero justo, y si cumplen mis leyes y mandamientos, no traeré sobre

ustedes ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy el

Señor, que les devuelve la salud».

(Éxodo 15:26)

Dios declara que daría salud a su pueblo. Él les había librado de la esclavitud

en Egipto y ellos conocían bien su poder, su amor y su cuidado. Dios les dice

que les libraría de todas las enfermedades o plagas que habían visto en Egipto

pero ellos, como pueblo de Dios, debían escuchar su voz, obrar en justicia y

vivir en obediencia a sus mandatos.

¿Por qué Jesús le pregunta qué quiere? Era obvio que él deseaba ser sanado.

Pero hay momentos en los que Dios desea que le digamos exactamente lo que

queremos que él haga, y en el caso de Bartimeo, Jesús concedió la sanidad.

Le dijo "tu fe te ha sanado" y en ese instante el ciego pudo ver. A veces Dios

solo está esperando una muestra de fe de nuestra parte para realizar el milagro

que él ya ha decidido hacer.

9. Orar y ungir a los enfermos

¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los ancianos de la iglesia

para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración

de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y, si ha pecado, su pecado se

le perdonará.

(Santiago 5:14-15)
Los enfermos deben llamar a los ancianos de la iglesia para que oren y los

unjan en el nombre de Jesús. La mención del aceite, muy usado en ese tiempo

para tratar dolencias y enfermedades, parece indicar que no debemos

descartar la medicina ya que Dios puede usar a los médicos y los

medicamentos para traer salud a nuestros cuerpos.

Aquí también se habla sobre la importancia de reconocer nuestros pecados

pues hay algunas enfermedades que vienen por causa del pecado. Debemos

vivir en obediencia a Dios. Pero si fallamos, Dios no nos deja sin salida.

Podemos confesarle nuestros pecados, recibir oración, ser ungidos y restaurar

nuestra relación con él a la vez que recibimos la sanidad de nuestros cuerpos.

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