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doi:10.5477/cis/reis.148.

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¿Bandas latinas en España? Grupos juveniles


de origen inmigrante, estigmas y síntomas
Latin Gangs in Spain? Immigrant Youth Groups, Stigma and Symptoms

Luca Giliberti

Palabras clave Resumen


Banda latina Este artículo explora los imaginarios sociales criminalizados que se han
• Capital social construido sobre las denominadas bandas latinas en España,
• Coro desmontando tópicos y proponiendo diferentes aproximaciones
• Estigma analíticas. El material empírico procede de una etnografía realizada
• Nación entre 2010 y 2011 en algunos barrios-suburbios de la periferia de
• Síntoma Barcelona. Las principales técnicas utilizadas han sido el análisis
documental, la observación participante con diversos grupos juveniles y
la recogida de fuentes orales con diferentes tipos de informantes. Los
resultados del estudio discuten la imagen social de estos grupos, que
estigmatiza a los jóvenes en ellos inmersos y es síntoma de la acogida
segregadora de la inmigración, cada vez más con la crisis. Se analizan
las dinámicas de la violencia vinculadas con estos colectivos; al mismo
tiempo, se interpretan los grupos como espacios de circulación de
capital social y como formas de agencia, que pueden empoderar a sus
miembros a nivel individual y colectivo.

Key words Abstract


Latin Gang This article explores the criminalized social imaginaries of so-called
• Social Capital Latin gangs in Spain, dismantling stereotypes and proposing different
• Coro analysis approaches. The empirical material comes from an
• Stigma ethnography conducted between 2010 and 2011 in neighborhoods in
• Nation the suburbs of Barcelona. The main techniques used were document
• Symptom analysis, participant observation with various youth immigrant groups
and collection of data from oral sources with diferents types of
informants. The results of the study discuss the social image of these
groups, which stigmatize young people that are involved in them and it
is symptom of segregated reception of immigration, increasingly in
times of economic crisis. We analyze the dynamics of violence
concerning these groups; at the same time, we interprete these groups
as circulation spaces of social capital and as forms of agency, that can
empower the members individually and collectively.

Cómo citar
Giliberti, Luca (2014). «¿Bandas latinas en España? Grupos juveniles de origen inmigrante,
estigmas y síntomas». Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 148: 61-78.
(http://dx.doi.org/10.5477/cis/reis.148.61)

La versión en inglés de este artículo puede consultarse en http://reis.cis.es y http://reis.metapress.com

Luca Giliberti: U
 niversitat de Lleida | lucagiliberti@geosoc.udl.cat

Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. Nº 148, Octubre - Diciembre 2014, pp. 61-78
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Introducción1 Los medios de comunicación, sin duda,


contribuyen a construir el lenguaje-marco y
Implantación de un colectivo conflictivo el discurso que caracteriza el campo en los
originario de América Latina. Una peligro- términos de Bourdieu. Según el análisis del
sa banda juvenil pone en alerta la policía sociólogo Luca Queirolo Palmas (2012), du-
de Barcelona (El Periódico de Cataluña,
rante estos diez años (2002-2012) han toma-
titular del artículo Tema del día, 10/09/2003:
2 y 3). do forma cuatro modalidades discursivas
propuestas por los medios sobre estas pre-
A partir de 2002/2003 los medios de comu- sencias: a) el discurso de los bárbaros; b) el
nicación y la sociedad española en general discurso de la legalización; c) el discurso de
descubren el fenómeno de las bandas lati- la ilegalización; d) el discurso de los olvida-
nas, coincidiendo con el importante aumento dos. Con el primer discurso se plantea la
de las migraciones extracomunitarias hacia monstruosidad y el peligro de esta presencia
España y, sobre todo, con los procesos de barbárica hija de la inmigración, a través de
reagrupaciones familiares. Desde el princi- un proceso que Canelles (2008), siguiendo a
pio, estos grupos son bautizados como ban- Stanley Cohen (2002), define como pánico
das criminales, a raíz de algunas noticias de moral. En el segundo discurso se presenta la
crónica negra presuntamente vinculadas con posibilidad de salvación y recuperación so-
ellos y la tendencia a la estigmatización de cial de esta presencia (Lahosa, 2008b) a tra-
vés de su conversión en asociaciones socio-
su estética y de sus prácticas culturales
culturales con estatuto reconocido por las
(Feixa et al., 2006; Canelles, 2008; Lahosa,
instituciones, que hacen su aparición en Bar-
2008a y 2008b). Así pues, el concepto de
celona pero no acaban de consolidarse. De
banda latina se conforma: primero, como un
forma antagónica, el tercer discurso plantea
significante metonímico2 de violencia juvenil;
la necesidad de definir ilícitos estos colecti-
segundo, aunque simultáneamente, como
vos y tender a las prácticas de des-adicción
un significante metonímico de grupos juveni-
de sus miembros —es decir, fomentar la sa-
les hijos de la inmigración (Recio y Cerbino,
lida de los miembros y la desarticulación de
2006; Porzio y Giliberti, 2009; Giliberti, 2011).
los grupos—, aplicado en particular en el
De esta forma, el resultado de la operación
modelo madrileño, pero al final en todo el
asocia directamente la violencia y la crimina-
Estado español (Canelles, 2006; Scandroglio
lidad a la juventud subalterna de origen lati-
y López, 2008; Scandroglio, 2009). En el
noamericano (Feixa y Canelles, 2006; Feixa
cuarto discurso —que es el actual— se invi-
et al., 2008; Giliberti, 2013).
sibiliza el fenómeno y se olvidan estas pre-
sencias, en medio de una crisis económica y
social que genera todavía más precariedad y
1  Elpresente artículo forma parte de la tesis doctoral
del autor, realizada en el Departamento de Geografía y
subalternidad.
Sociología de la Universidad de Lleida (Grupo de inves- La narrativa mediática sobre las bandas
tigación GESEC-Territorio y Sociedad) y financiada por
la ayuda FPU AP2008-01092 (Formación del Profesora-
permite condensar una imagen peligrosa
do Universitario) del Ministerio de Educación, Ciencia y para nuevos sujetos de origen inmigrante
Deporte (MECD). que circulan en el espacio urbano, vinculán-
2 La metonimia es una figura retórica por la cual se dose a una etnicidad supuestamente defini-
designa una cosa o idea con el nombre de otra, sirvién-
dose de alguna relación semántica existente o que se toria, como la latina. Esta adscripción se
crea entre ambas. Así pues, la metonimia permite defi- puede considerar el fruto de una etnogénesis
nir una parte de una realidad refiriéndose al todo, aludir (Feixa et al., 2006), es decir la creación de
a un aspecto particular de un asunto dando por supues-
to que representa a su generalidad, indicar la causa por una nueva identidad juvenil transnacional,
el efecto. que se construye en la sociedad de acogida

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por los hijos de las inmigraciones latinoame- Estas bandas son el centro de atención tanto de
ricanas y se mueve en escenarios globaliza- la población como de los medios y del sistema de
dos. A nivel de discurso institucional, mediá- control (Lahosa, 2008a: 47).
tico y popular, algunos Estados-nación de
procedencia —por ejemplo República Domi- Las bandas latinas se pueden considerar
nicana, Ecuador, Colombia— se proponen como metáforas de la estigmatización y cri-
como los contextos de exportación privile- minalización de ciertos colectivos de origen
giada de estas agrupaciones. Dicho con inmigrante, en particular los grupos juveniles
otras palabras, según esta narrativa los gru- en cuanto más vulnerables. En la presente
pos serían hijos de su origen de procedencia contribución se pretende desvelar el estigma
y se presentarían aquí como modelos colec- que esta generación de jóvenes padece y
tivos de violencia importada (Botello y Moya, proponer una lectura distinta de los grupos
2006). Tal imagen resulta distante de la reali- en cuestión.
dad social de los grupos, que se construye
en la sociedad de acogida en términos gene-
racionales en plena época de globalización. Metodología del estudio
Por otro lado, es interesante constatar que el
fenómeno de los grupos juveniles callejeros Tratándose de una población estigmatizada
no es nuevo en España. En efecto, durante y, por obvias razones, de difícil acceso —que
los años sesenta y setenta era habitual su podemos incluir dentro de las poblaciones
presencia —vinculada al imaginario de los ocultas—, ha resultado necesario realizar
quinquis— en las ciudades españolas y su una aproximación etnográfica. La etnografía
area metropolitana (Lahosa, 2008a y 2008b); es un tipo de investigación social que, a tra-
durante los años ochenta y noventa se difun- vés de la convivencia y la interacción directa
de la categoría tribus urbanas para identificar y prolongada con los contextos y los sujetos
los grupos juveniles autóctonos, hijos rebel- del estudio, tiene como objetivo realizar una
des de las clases medias (Feixa y Porzio, descripción densa de la realidad social estu-
2004; Queirolo Palmas, 2012). diada (Geertz, 1992). Además, tal y como
Por lo que respecta al imaginario social, señala Elisabeth Lorenzi (2010: 152): «el mé-
a partir del nuevo milenio se consolida la re- todo etnográfico se distingue de otras meto-
lación entre grupos juveniles violentos e in- dologías por la implicación del investigador
migración latinoamericana. Así pues, se con aquello que investiga». Este enfoque
identifica el pandillero con un determinado resulta particularmente apropiado para per-
tipo de joven, con características definidas mitir la abertura de los sujetos a la investiga-
por la estética, la ropa a lo ancho, cierta ten- ción, porque se construye con ellos una re-
dencia al gangsta-style y con un perfil socio- lación y un terreno de confianza mutua; al
cultural de clase baja (Benasso y Bonini, mismo tiempo, la convivencia prolongada e
2009; Porzio, 2012). intensa con los sujetos investigados propicia
un conocimiento profundo y fiable, capaz de
Si nos referimos a la situación actual, hay algunas
desmontar los estereotipos y los tópicos que
características que confieren a las pandillas una existen sobre estos grupos juveniles.
dimensión, especialmente en la percepción social, El autor ha compartido cientos de horas y
claramente distinta: las pandillas juveniles actua- distintas actividades con varios miembros de
les, o mejor dicho, lo que hoy se identifica como diferentes y reconocidas organizaciones ju-
el fenómeno pandillero por excelencia en España, veniles (Black Panthers, Los Menores, Latin
se identifica por su adscripción étnica. Hablamos, Kings, Ñetas) y también con grupos más in-
pues, de lo que se conoce como bandas latinas. formales, con nombres menos populares

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(Los Kitasellos, Las Desakatas Black 69). Los más de colaboraciones en espacios de re-
miembros de estos grupos han sido conoci- flexión de la administración pública6.
dos a partir de un trabajo de campo3 realiza- La etnografía ha previsto el uso de dife-
do en cuatro escuelas de secundaria (dos rentes técnicas, y los materiales etnográficos
públicas y dos concertadas) en los barrios- han sido analizados de forma continua. Así
suburbios de La Torrassa, La Florida y Pubilla pues, se ha adoptado un funcionamiento
Cases de L’Hospitalet de Llobregat, ciudad flexible y dinámico de la investigación, que
de la periferia de Barcelona4. En las escuelas tenía en cuenta los indicios recogidos como
estudiadas la presencia de los grupos es im- guía para orientar las siguientes prospeccio-
portante y la construcción de relaciones di- nes. Se trata de un esquema que acumula
rectas con los estudiantes y la voluntad de
indicios, informaciones y datos, los triangula
conocer sus mundos abre la posibilidad de
y los contrasta hasta llegar a la saturación
conocimiento de los colectivos.
informativa (Agar, 1992). Las técnicas princi-
Los barrios donde se ha realizado el tra- pales han sido el análisis documental, la ob-
bajo de campo —que se pueden considerar servación participante y la recogida de fuen-
como banlieues de Barcelona— se caracte- tes orales. En el caso del análisis documental,
rizan por los elementos típicos de las zonas se ha tratado de la recogida de información
suburbiales y obreras. Además, destacan hemerográfica, estadística, académica, aso-
por haber asistido en los últimos quince años ciativa y policial disponible en torno el tema
a un cambio poblacional, con la sustitución en diferentes formatos.
de una mayoritaria presencia inmigrante pro-
Con respecto a la observación partici-
cedente del sur de España —llegada durante
pante (Greenwood, 2000; Lorenzi, 2010), se
todo el siglo XX— por una presencia extra-
comunitaria procedente de los sures del ha realizado un prolongado proceso de ob-
mundo. Los materiales etnográficos se han servación y convivencia con los grupos es-
recogido entre 2010 y 2011, con especial tudiados y su realidad escolar, participando
atención a la construcción de las identidades en diferentes actividades y diversos momen-
de la juventud dominicana. Además, el texto tos de la cotidianidad de los jóvenes. A tra-
se nutre también de los conocimientos desa- vés de diferentes técnicas de recogida de
rrollados por el autor en anteriores proyectos fuentes orales —historias de vida (Ferrarotti,
de investigación sobre organizaciones juve- 1981), entrevistas semi-estructuradas (Ham-
niles y migraciones latinoamericanas, en los mer y Wildavsky, 1990) y focus groups (Krue-
cuales ha participado a partir de 20065, ade-

ricanes a Catalunya. ARAI-AGAUR, IP: Oriol Romaní


(2006-ARAI-00030); c) 2006-2009: Proyecto europeo del
3  Eltrabajo de campo es hijo del proyecto doctoral del 6º PM TRESEGY (CIT5-CT-2006-029105), IP: Luca Quei-
autor alrededor de la construcción de las identidades, rolo Palmas (Universitá di Genova); IP UdL: Fidel Molina;
de las representaciones raciales y del fracaso escolar d) 2008: Els joves migrants a L’Hospitalet de Llobregat.
de la juventud dominicana de la periferia de Barcelona. Estils i cultures en escenaris urbans, Ayuntamiento de
4  L’Hospitalet de Llobregat, ciudad del Área Metropoli- L’Hospitalet, IP: Laura Porzio; e) 2009-2010: Escenaris
tana, es el segundo municipio de Cataluña por número urbans, adscripció identitaria i estils: els joves llatinoa-
de habitantes (256.065, INE 2012). La población de ori- mericans a Catalunya. La mirada des dels municipis,
gen inmigrante en la ciudad se sitúa alrededor del 22,5% Diputació de Barcelona, IP: Laura Porzio.
del total de la población, llegando a casi el 35% en los 6  Elautor ha participado de forma activa como experto
barrios del estudio. y miembro del grupo de trabajo Espacios compartidos
5 Los proyectos en cuestión son los siguientes: a) 2006: entre técnicos, agentes educativos y agentes sociales
Proyecto I+D-MECD ¿Reyes y reinas latinos? Identida- - Estrategias de acciones socioeducativas para el abor-
des culturales de los jóvenes de origen latinoamericano daje de los grupos juveniles, organizado por la Oficina
en España, IP: Carles Feixa (SEJ2005-09333-C02-02/ Técnica Plans d’Acció territorial La Florida-Pubilla Casas
SOCI); b) 2007: Les Organitzacions Juvenils Llatinoame- (L’Hospitalet de Llobregat) durante el periodo 2010-2011.

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ger, 1994)— aplicadas cada vez según el tipo justicia social; por la otra parte, en participar
de interlocutor, se ha escuchado el testimo- en procesos de empoderamiento vinculados
nio de 85 informantes: a) 25 historias de vida a poblaciones subalternas y estigmatizadas.
de jóvenes, 15 de ellos miembros de grupos En este marco se han realizado talleres
juveniles; b) 40 entrevistas semi-estructura- de vídeo con dos grupos juveniles y otros
das con profesionales de la escuela (profe- jóvenes, colaborando con ellos en la escritu-
sores, directores, técnicos escolares, con- ra de guiones y en la realización de los cor-
serjes, etc.); c) entrevistas semi-estructuradas tometrajes7. Durante esta parte del trabajo la
y focus groups con otros 10 profesionales observación se transformaba en participa-
que trabajan con jóvenes (técnicos de juven- ción y, según la terminología utilizada por
tud, educadores en el espacio público, poli- Lorenzi (2010), la práctica de la observación
cías, etc.); d) focus groups con 10 familiares participante se transformaba en participa-
de los protagonistas (padres/madres, herma- ción observante. Tal y como señala Davydd
nos/hermanas, abuelas). Greenwood (2000), la participación supone
Una línea de trabajo dentro de la investi- una manera de adquirir conocimientos; el ta-
gación etnográfica ha sido la investigación- ller de vídeo, más allá de ser un interesante
acción. La investigación-acción, basada so- método de observación e investigación so-
bre las teorías de Lewin (1982), tiene como bre los imaginarios y las dinámicas de socia-
fin la construcción de un conocimiento que lización de los jóvenes, constituye una expe-
tienda también a la transformación social. riencia que puede incidir positivamente en
Para conseguir este propósito resulta nece- los grupos juveniles, fomentando una re-
saria la participación activa de los mismos flexión sobre sus mismas prácticas, sus va-
sujetos investigados (Cannarella y Mei, lores y sus formas de representación8.
2009). Lo que se plantea es un proceso de
investigación que involucre los sujetos, que
se sitúe muy cerca de ellos, que tenga en Discusión teórica: de bandas
cuenta sus propuestas de acción y pueda de a naciones y coros
esta forma guiar el trabajo social. La presen-
te etnografía ha asumido las formas de una La socióloga Noemí Canelles (2008), en su
investigación-acción cuando, más allá de la análisis sobre la construcción social de las
interpretación y el conocimiento sobre los bandas latinas en Barcelona, expresa la idea
mundos juveniles, ha intentado actuar en el según la cual estos grupos tendrían que con-
terreno de la transformación social: «abrirse
a la sociedad civil significa para el sociólogo
ocuparse de todos aquellos públicos (po- 7 Los talleres de guión y vídeo se han realizado en 2010
y 2011 en los locales de la Fundació Akwaba y el espa-
bres, criminales, enfermos, mujeres solas, cio público, con los grupos de Los Menores y de Los
grupos étnicos minoritarios) que son vícti- Kitasellos de L’Hospitalet. Los talleres han sido realiza-
mas del neo-liberalismo, no para controlarlos dos con la colaboración de la socióloga Nadia Hakim
(Universitat Oberta de Catalunya). En el siguiente link se
sino para aumentar su poder de autodeter- puede ver el making-of realizado con Los Kitasellos du-
minación» (Padovan, 2007: 5). Así pues, se rante uno de los vídeos, titulado «Cosas que pasan»:
trataría de una sociología pública, usando la http://www.youtube.com/watch?v=g27tWLRj9fY
8 Señalamos en este sentido el interés del reciente pro-
expresión de Burawoy (2005), o una antropo-
yecto europeo Yougang (http://www.yougangproject.
logía implicada, con la fórmula que usa Oriol com/), dirigido por el sociólogo Luca Queirolo Palmas
Romaní (2006). De cualquier manera, esta- —que se dedica al estudio de las políticas sobre las
mos hablando de una ciencia social interesa- bandas en Barcelona y Madrid—, que ha previsto un
taller de vídeo y teatro con jóvenes pandilleros de dife-
da, por una parte, en desmontar estereoti- rentes grupos, conducido por el realizador de cine José
pos, deconstruir prejuicios y apuntar hacia la González y la directora de teatro Carolina Torres.

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siderarse como síntomas, por lo menos en el término banda se ha tornado uno de los últimos
dos diferentes sentidos: términos más satanizados de la sociedad contem-
poránea, desplegado para englobar y condensar
Las bandas son síntoma en dos sentidos: el pri- una enorme diversidad y complejidad de expe-
mero es la noción más general, como indicador de riencias en una sola imagen fetichizada de desor-
una situación; de este modo, la emergencia de las den sin sentido y maldad. La banda proyecta y
bandas permite la expresión de diferentes conflic- cataliza los miedos y ansiedades de las clases
tos relacionados con la posición subordinada de medias acerca del desorden social, la desintegra-
ciertos grupos en la sociedad: jóvenes, inmigran- ción y el caos que son palpables en estas figuras
tes, clase trabajadora o excluidos del mercado de demonizadas de improductivos, depredadores,
trabajo, marginados simbólicos, etc. (…). El se- patológicos y extraños (Conquergood, 1994: 216).
gundo, que evidencia la idea de síntoma, es que
hablar de bandas dice también mucho de quien La etiqueta banda, utilizada mayoritaria-
habla sobre ellas; la calificación de banda implica mente para referirse a estos grupos a nivel
una simplificación de la realidad, y por ello expre- mediático, se inspira en el concepto anglo-
sa mucho de quien emite esa calificación. Por sajón de gang en los términos usados por
tanto, el hecho de que la presencia de jóvenes Malcom W. Klein y la red Eurogang9 (Klein,
latinoamericanos en Barcelona se construya en 1995; Knox, 2000; Van Gemert et al., 2008):
relación con las bandas, emerge como un síntoma «un grupo juvenil, duradero, con orientación
de conflictos subyacentes en la propia sociedad hacia la calle y otros espacios públicos y con
catalana (Canelles, 2008: 96). una identidad grupal definida de forma pri-
mordial por la participación en actividades
De acuerdo con esta interpretación, estos delictivas» (Klein et al., 2006: 418). Esta defi-
grupos expresan conflictos relacionados con nición se distancia de los clásicos estudios
su situación social subordinada como jóve- de Thrasher (1963) y Whyte (1943) —realiza-
nes, inmigrantes, clase trabajadora o —siem- dos en el marco de la Escuela de Chicago—
pre más con la crisis— excluidos del merca- que definen la gang como una formación
do de trabajo. En definitiva, estos conflictos cultural dinámica en un contexto de exclu-
se relacionan con lo que Albert Cohen (1955), sión y de transformación social. En la visión
en su clásico estudio sobre las bandas juve- de la gang elaborada en el marco de la Es-
niles en EE.UU., define como status depriva- cuela de Chicago, el conflicto es un elemen-
tion. Al mismo tiempo, estos grupos son sín- to crucial, pero el crimen se mantiene como
tomas de la manera en que en la sociedad de una posibilidad, una contingencia que de
acogida se lee la presencia subalterna de ninguna manera satura la estructura y la or-
origen inmigrante, una lectura viciada por la ganización cotidiana del grupo. De otra ma-
simplificación de la realidad, la estereotipa- nera, en la definición de Eurogang —que es
ción y la discriminación. Estos grupos expre- actualmente la más utilizada, además de si-
san perfectamente la intuición de Balibar tuarse en directa sintonía con el discurso
(1991) según la cual en la nueva sociedad público no-académico sobre el tema (Ka-
postcolonial los inmigrantes conforman el zyrytsky, 2008)— el crimen se estructura
nuevo nombre de la raza. Así pues, alrededor como elemento clave de la pertenencia. Así
de estos grupos se construye una línea del pues, toma cuerpo lo que algunos autores
color que divide un nosotros de los otros, con
la culpabilidad de los otros —que son ban-
9  Eurogang es una red de investigadores norteamerica-
das— y la auto-absolución del nosotros, la
nos y europeos (sociólogos, criminólogos, psicólogos,
sociedad de acogida. Tal y como subraya el etc.) que trabajan el tema de las bandas juveniles, lide-
antropólogo estadounidense Conquergood: rada e inspirada entre otros por el mismo Klein.

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definen como la mirada patologizante sobre de todos los grupos que a nivel mediático y
las bandas (Brotherton y Barrios, 2004; Cer- criminológico entran bajo la definición de
bino y Barrios, 2008; Queirolo Palmas, 2009; bandas latinas. La nación es una comunidad
Brotherton, 2011). Estos mismos autores imaginada en el sentido de que en las men-
sustituyen el concepto de banda con el de tes de cada uno de los miembros «vive la
organización de la calle, definido como: imagen de la comunidad» (Anderson, 1991:
23); la comunidad confiere sentido a las exis-
un grupo conformado mayoritariamente por jóve- tencias de todos, aunque nadie conozca di-
nes y adultos pertenecientes a clases sociales rectamente todos los demás participantes.
marginalizadas, cuyo objetivo es ofrecer a sus Hay grupos donde las prácticas están mu-
miembros una identidad resistente, una oportuni- cho más formalizadas que en otros. Algunos
dad para ser reconocidos y empoderarse a nivel grupos prevén ritos de pasos, como los Latin
individual y colectivo, una voz para poder contes- Kings, donde para llegar a ser miembro ofi-
tar y retar a la cultura dominante, un refugio de las
cial se pasa por diferentes fases de partici-
tensiones y presiones de la vida de barrio o de
pación: observación, probatoria, rey (Broter-
gueto y un enclave espiritual donde poder generar
thon y Barrios, 2004; Cannarella et al., 2007;
y practicar rituales considerados sagrados 10
Romaní et al., 2009; Bugli y Conte, 2010). En
realidad, tal como afirman Cerbino y Rodrí-
(Brotherton y Barrios, 2004: 23).
guez (2010), existe en estos grupos un ima-
ginario colectivo porque se ha construido un
El gang talk se construye como discurso
colectivo imaginado.
sonoro (Hallsworth y Young, 2008) que insti-
tuye unas representaciones etic sobre las La clásica reflexión de Ernest Renan
bandas (representation of gangs), que se (1882) sobre la nación interpreta esta entidad
contraponen a sus representaciones desde como una creencia, un plebiscito imaginado
un punto de vista emic (gang representa- y construido que se distingue por una histo-
tions) —es decir, su propio punto de vista—. ria colectiva y un interés por exaltar la comu-
Así pues, los miembros de estos grupos de nidad de pertenencia. Las naciones juveniles
sociabilidad juvenil nunca utilizan el concep- que aquí se analizan responden a la reflexión
to de bandas para autorrepresentarse, sino de Renan y, en este sentido, resulta de extre-
que, al revés, es el significante metonímico mo interés su autodefinición. Los Latin Kings,
de estas realidades que los medios de co- por ejemplo, serían para sus miembros una
municación han fomentado. Así pues, los nación en s�������������������������������
í misma
�����������������������������
y, al mismo tiempo, me-
conceptos más usados por los miembros de táfora de otras naciones —sus Estados-
los grupos para referirse a sus organizacio- nación de origen— que han brillado por su
nes son el concepto de nación (Cerbino y ausencia en las vidas marginalizadas de es-
Barrios, 2008; Cerbino y Rodríguez, 2010) y tos sujetos (Cerbino y Barrios, 2008). El gru-
el concepto de coro (Giliberti, 2012 y 2013). po juvenil se transforma en la nación de la
cual estos jóvenes siempre se han sentido
El concepto de nación responde a la clá-
excluidos, tanto en origen como —y en mu-
sica tradición de la comunidad imaginada chos casos todavía más— en el contexto de
(Anderson, 1991), sobre todo cuando los acogida con su proceso migratorio (Cerbino
grupos tienen un componente transnacional; y Rodríguez, 2010).
como veremos, no es característica común
Muchos estudios de los últimos años han
insistido sobre la dimensión transnacional de
10 
estos grupos (Cerbino y Barrios, 2008; Quei-
Las traducciones de las citas literales procedentes de
lenguas diferentes al castellano han sido realizadas por rolo Palmas, 2010; Brotherton, 2011) y han
el autor. reconstruido trayectorias concretas de globa-

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lización de algunas naciones —sobre todas, la chas —es decir, el coro solo existe en un lu-
de los Latin Kings—. Refiriéndose a la dimen- gar, en este caso el lugar de acogida—, aun-
sión transnacional y parafraseando a Gillroy, el que los chicos participen igualmente en la
sociólogo Luca Queirolo Palmas (2010) habla construcción del Atlántico latino a través de
del nacimiento de un Atlántico latino: sus contactos y relaciones en los países de
origen y con amigos emigrados en otros lu-
un espacio dentro del cual circulan memorias y gares. De cualquier manera, el coro se dis-
resistencias, proyectos culturales y cuerpos mi- tingue de la nación por no tener conexiones
grantes, deportados y pioneros, géneros musica- tan fuertes de reconocimiento identitario y
les como el reggaeton y translaciones/traduccio- para evidenciar mayormente la componente
nes de textos fundacionales (filosofías y literaturas, lúdica y local de un grupo de amigos. En una
biblias y constituciones según el lenguaje utilizado definición emic:
por los miembros de las bandas), recorridos y
oportunidades de viaje y encuentros. Este Atlánti- un coro es un grupo de gente que estamos juntos,
co latino se configura así como una infraestructu- hablamos entre nosotros, nos entendemos, siem-
ra, es decir un conjunto de oportunidades y prác- pre vamos de fiesta y los problemas no nos gus-
ticas del transnacionalismo juvenil (Queirolo tan… Un coro tiene un nombre también, con el
Palmas, 2010: 8). cual los miembros nos reconocemos… no para
pelear ni nada… El coro es pa’ divertirse…tú sales
Así pues, se entiende que ser miembros y entras cuando tú quieras… también nos ayuda-
de uno de estos grupos se construye como mos entre nosotros, si le hacen una multa de me-
una atribución de identidad y pertenencia tro a alguien la pagamos entre todos… (Leandro12,
desvinculada tanto por la sociedad de origen miembro de Los Menores, 18 años, desde hace 9
como por la de destino, conformándose años en L’Hospitalet).
como logos transnacionales que se mueven
en un espacio glocal, íconos fluctuantes e imi-
tados —como McDonald’s o Nike— cedidos
La generación excluida
en franchising a grupos en búsqueda de visi- Los grupos estudiados no están conforma-
bilización (Queirolo Palmas, 2010; Feixa y Ro- dos solo por chicos latinoamericanos, aun-
maní, 2010). En este sentido, no tendría que que sean la mayoría. En efecto, se detecta la
sorprender que en un mismo contexto local presencia de jóvenes autóctonos, entre el 5
haya varios grupos distintos —y a lo mejor en y el 10% en los grupos estudiados. No de-
conflicto entre ellos— que reivindican la ofi- bería sorprender que los autóctonos que for-
cialidad y paternidad para el nombre en cues- man parte de los grupos sean en la gran ma-
tión. En el área metropolitana de Barcelona yoría de casos jóvenes de clase baja, hijos
hay, por lo menos, alrededor de 10 grupos de la inmigración del interior del Estado es-
distintos —organizados en capítulos11— que pañol. Los resultados del presente estudio
revindican el nombre Latin King o Ñetas. detectan también una presencia consistente
El coro, denominación usada sobre todo de miembros procedentes de diversas na-
por los jóvenes de origen dominicano en Es- cionalidades no latinoamericanas (Ucrania,
paña, es un grupo que normalmente no tiene Marruecos, Pakistán, etc.) —entre el 10 y el
conexiones transnacionales propiamente di- 20% dependiendo del grupo— que, en la
misma línea, lo que comparten es la margi-

11 En la mayoría de casos, las naciones juveniles se


dividen en capítulos, que serían los grupos locales de 12  Los nombres de los informantes son ficticios, para
pertenencia. garantizar su anonimato.

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nalidad social y la exclusión. Es común que el espacio público con los grupos de chicos,
los grupos se conformen con una presencia en la mayoría de casos encarnando un ima-
nacional mayoritaria, diferente por cada co- ginario sexy de objeto sexual.
lectivo. En efecto, la componente del origen Un aspecto que caracteriza de forma evi-
nacional resulta ser un elemento vehicular de dente esta juventud es el uso de Internet y de
socialización en una sociedad etno-estratifi- las redes sociales, que en Cataluña acaba
cada (Pedreño y Hernández, 2005), donde siendo generalizado también para los hijos de
los valores dominantes de la patria y de la la inmigración13. Estos espacios —en parti-
nación actúan como elementos clave de la cular Facebook— están tan presentes en la
educación de estos jóvenes. Los Latin Kings vida de estos jóvenes que no se pueden pen-
y los Ñetas están principalmente conforma- sar sus vidas cotidianas en términos de se-
dos por chicos ecuatorianos, al mismo tiem- paración de las prácticas digitales, sino que,
po, los Black Panthers, los Menores o los al revés, hay una conexión permanente entre
Trinitarios lo están por chicos dominicanos, mundo virtual y mundo real. Gracias a las po-
aunque pueda encontrarse en cualquier gru- sibilidades que la plataforma tecnológica per-
po un miembro de cualquier nacionalidad. mite y a los usos que los jóvenes hacen de
Según recientes fuentes policiales, unos ella, en Facebook se produce un estar juntos
2.480 chicos formarían parte de estos gru- dentro de un espacio compartido. En este
pos en Cataluña (El País, 2 de febrero de sentido, «Facebook puede ser interpretado
2013). Suponiendo que todos los miembros como un tercer espacio donde se articulan
sean latinos —lo que, como se ha visto, no elementos de la cultura local, del lugar de ori-
es cierto—, este volumen representaría alre- gen y elementos culturales globales» (Hakim,
dedor del 2,5% entre los residentes en la 2014: 17). Los acontecimientos de los grupos
franja de edad 15-29. Evidentemente, este —del tipo que sean— evidentemente se
dato considera solo los grupos que han teni- mueven en las redes sociales, que contribu-
do relación con la policía, sin tener en cuen- yen a otorgarle estatuto de legitimidad.
ta todos los otros grupos juveniles que a ni- En cuanto hijos de estos terceros espa-
vel de prácticas culturales son muy cercanos cios, que se construyen en identidades globa-
y que, en la vida social, se estigmatizan lizadas que no pertenecen ni al origen ni al
como tales. Todos estos grupos se configu- destino, estos grupos de jóvenes inmigrantes
ran primariamente como experiencias mas- de clase baja conforman una generación en la
culinas, siendo conformados mayoritaria- España de la década del 2000 y en la España
mente por varones. Tanto en las naciones de la crisis. La pertenencia a una determinada
como en los coros hay presencia femenina, clase social con un determinado nivel de ac-
aunque las chicas siempre son menos que ceso a los recursos, que corresponde a una
los chicos, llegando en los grupos mixtos es- determinada tipología de proceso migratorio,
tudiados como máximo al 30%. Es común influye en la generación de pertenencia de
ver algunas chicas que por temporadas con- estos jóvenes. Según el clásico estudio de
cretas se acercan a determinados grupos sin Mannheim (1952), por generación se entiende
ser miembros, solo como amigas o novias de un colectivo de gente que comparte el hecho
miembros. Tal como sostiene David Brother- de haber nacido y vivido en un determinado
ton (2010), las mujeres no pertenecen a las
organizaciones por los mismos motivos que
los hombres, ni participan en las mismas 13 Según datos del IDESCAT (2011), el 95,4% de los
prácticas. Hay coros que están conformados jóvenes entre 16 y 24 años se conectan de forma habi-
tual a Internet en Cataluña, entendiendo con habitual
solo por chicas —como Las Desakatas Black por lo menos una vez por semana durante los últimos 3
69 (Giliberti, 2013)—, grupos que comparten meses.

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70 ¿Bandas latinas en España? Grupos juveniles de origen inmigrante, estigmas y síntomas

lugar y momento histórico y, al mismo tiempo del Área Metropolitana de Barcelona ganó el
—elemento de primaria importancia—, unas premio educativo Ciutat de Barcelona 2010
características relevantes en términos socio- con el proyecto «¡Bandas fuera!». Como el
lógicos. Mannheim habla de situación de ge- mismo título hace entender, el proyecto tiene
neración y de unidades generacionales, es como objetivo intentar alejar a los jóvenes de
decir los segmentos en donde se unen el las mal denominadas bandas latinas, estig-
tiempo histórico y las condiciones materiales, matizando los mismos grupos sin promover
sociales y culturales de existencia. El evento ningún proceso de reconocimiento, inclusión
de generación que marca estos colectivos es y compromiso social. La criminalización y
la reducción y el estigma de la condición ju- exclusión de estos colectivos de las escue-
venil de clase baja a condición inmigrante, las y de los equipamientos públicos entra en
que constituiría en la sociedad postcolonial el un evidente cortocircuito con la retórica in-
nuevo nombre de la raza (Balibar, 1991). tercultural del discurso oficial, políticamente
Tal y como emerge en los resultados del correcto, que se realiza en los mismos cen-
presente estudio, la pertenencia a los grupos tros que implementan la retórica del ¡Bandas
queda en términos mayoritarios en la clan- fuera! (Queirolo Palmas, 2012).
destinidad, porque el reconocimiento puede Así pues, no tendría que sorprender que
implicar la exclusión de la escuela así como cuando el líder de uno de los grupos analiza-
de los equipamientos públicos. La sinergia dos —Los Menores— escribe en el diario de
entre manos derechas —las fuerzas policia- su instituto sobre estos grupos —claramente
les— y manos izquierdas —los servicios so- de forma clandestina, sin aclarar en ningún
ciales, las instituciones educativas— de la momento su pertenencia—, lo hace procla-
administración pública estatal y autonómica, mando una lejanía incolmable con las institu-
se cristaliza en la ciudad de Barcelona y en ciones y sus actores:
tiempos recientes en la detección y la acu-
mulación de fichas de miembros a tratar. Sin La mayoría de la gente dice que las pandillas son
embargo, la detección encuentra resisten- violentas, pero a veces se equivocan. Estos gru-
cias en las escuelas —sobre todo para evitar pos en realidad no solo están para pelear ni para
la estigmatización del centro, con la conse- robar, sino que tienen la finalidad de ayudarse.
cuente reducción de su deseabilidad so- Muchos chicos entran en estas agrupaciones para
cial— y en muchos casos no se impulsan sentirse reconocidos, apreciados, y porque les
formas de tratamiento. De todas formas, no gusta pasar tiempo en la calle y tener chicas. De
sorprende que la gran mayoría de los miem- hecho, ser parte de esas pandillas implica tener
bros oculten oficialmente su pertenencia popularidad y ser atractivo. Los policías creen que
porque se reconoce que esta podría implicar todas las bandas son conflictivas, pero a veces
sanciones y limitaciones sociales. desconocen la realidad de los chicos, como pasa
Las normativas de los centros escolares también con los profesores y los educadores. Si
en ocasiones prohíben la presencia de ele- estos profesionales conocieran más la realidad de
mentos estéticos que a nivel simbólico recor- los jóvenes, habría menos estereotipos sobre los
darían la presencia de bandas: «no está per- colectivos juveniles y menos conflictos en la calle
mitido llevar gorras, pañuelos en la cabeza o (LM, Las pandillas, Revista del centro, LH, 2011).
atados en el brazo o en la pierna porque
pueden ser confundidos con los símbolos de Entre 2005 y 2007 el Ayuntamiento de
algunos grupos juveniles callejeros» (Regla- Barcelona promovió un proceso de constitu-
mento de Instituto, Centro público de ción en organizaciones culturales reconoci-
L’Hospitalet de Llobregat, 2010-2011). En das por las instituciones públicas catalanas,
febrero de 2011 otro instituto de secundaria protagonizado por los Latin Kings y los Ñe-

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tas14, acompañado por una investigación- con la jerarquía eclesiástica. Los jóvenes en
acción (Feixa et al., 2006; Feixa y Canelles, cuestión, en realidad, son cercanos a las igle-
2006; Feixa et al., 2011). Lo que se produjo sias y en estos espacios encuentran un lugar
fue un proceso de diálogo entre los dos gru- adecuado y a veces desarrollan una relación
pos mencionados —los primeros en plantar con el mismo sacerdote, considerado como
bandera en Cataluña— y las instituciones un guía espiritual del grupo. En un proceso de
locales, en un pacto que los reconocería creciente alejamiento de las nuevas genera-
como grupos juveniles legítimos a cambio de ciones autóctonas respecto a la religión, es-
dejar la violencia en la calle, las potenciales tos jóvenes representan unos clientes con los
actitudes delincuenciales y conformarse ofi- cuales, de otra manera, las iglesias no conta-
cialmente como organizaciones socio-cul- rían. Para acabar esta reflexión, tenemos cla-
turales. De todas formas, este proceso de ro que, para una gestión más efectiva del fe-
diálogo y reconocimiento —que insistía de- nómeno, hay que generar un cambio de
masiado en la vertiente formal de la asocia- discurso y de imaginarios para que las escue-
ción según la legislación catalana— ha invo- las dejen de estigmatizar a los miembros de
lucrado solamente a una parte minoritaria de los grupos y que desde la administración pú-
los jóvenes de los grupos en cuestión, y no blica se los acepte en los espacios laicos
se ha dado con los otros grupos homólogos abiertos a la ciudadanía.
que han ido surgiendo en Cataluña en estos
últimos años (Black Panthers, Bloods, Trini-
tarios, Los Menores, etc.). El proceso de las La violencia en los grupos
organizaciones socioculturales —aunque
haya ayudado en una reflexión pública sobre Sin querer negar las prácticas violentas o ile-
el fenómeno— no parece haber tenido un gales que pueden tomar cuerpo en los gru-
peso importante sobre los modelos de inter- pos —y cada vez más con la crisis y los re-
vención, que en términos generales los si- cortes sociales— es indudable que estos
guen estigmatizando como grupos violentos colectivos nacen con finalidades distintas a
y criminales, tanto en el espacio público la criminalidad y que han sufrido procesos de
como en el ámbito educativo (Porzio y Gili- estigmatización (Feixa et al., 2008; Giliberti,
berti, 2009). En otros lugares de España, 2011). Según los Mossos d’Esquadra, el cri-
como Madrid, desde que aparecieron, la ad- men protagonizado por estas organizaciones
ministración pública sigue considerando es- representa solamente el 0,18% del total de
tos grupos como asociaciones ilícitas, no las infracciones penales denunciadas en
pasando ni siquiera por ninguna otra retórica 2010 en Cataluña (Mossos d’Esquadra, dos-
discursiva (Scandroglio y López, 2008 y sier de prensa, 22/11/2011): este dato, por sí
2010; Scandroglio, 2009; Feixa et al., 2011). solo, pone en duda la construcción de los
Paradójicamente, los únicos espacios que grupos en cuanto criminales.
en la actualidad aceptan la presencia y reu- En efecto, la violencia que protagonizan
nión de grupos en cuanto tales son algunas estos grupos no se vincula a ninguna gran
iglesias, que, por esta abertura, en ocasiones plataforma del crimen (tráfico y venta de dro-
han tenido tensiones en sus comunidades y ga, encubrimiento, venta de armas, organiza-
ción de la prostitución, etc.), sino que se ma-
nifiesta como lenguaje para afirmar la
14  En julio de 2006 se presenta oficialmente en los re- superioridad de un grupo sobre el otro. En
gistros asociativos del Gobierno catalán la Organización este sentido, la violencia es un lenguaje y un
Cultural de Reyes y Reinas Latinos de Cataluña. En fe-
brero de 2007 se constituye la Asociación Deportiva, alfabeto que permite ir en busca del respeto
Socio-Cultural y Musical Ñeta. (Bourgois, 2010). Dicho con otras palabras,

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72 ¿Bandas latinas en España? Grupos juveniles de origen inmigrante, estigmas y síntomas

podemos considerar el uso de la violencia por do al valor de la masculinidad hegemónica


parte de estos jóvenes como una respuesta que se resuelve en violencia, dinámica que
—transfigurada en una guerra entre pareci- resulta particularmente presente en las lógi-
dos, pobres y estigmatizados— a las des- cas de la calle (Cerbino, 2006).
igualdades sociales, la opresión socioeconó- No se trata de pensar que los grupos son
mica y la inferiorización jurídica y simbólica violentos en sí mismos, sino de considerarlos
que sufren (Lagomarsino, 2009b). como canales de una violencia latente que
La rivalidad que se puede crear entre gru- puede encontrar esta forma de representación
pos distintos generalmente se genera por am- social. Como no tiene el mismo significado ser
biciones de popularidad en un determinado joven en España, en República Dominicana o
contexto territorial de socialización, o también en Ecuador, no es lo mismo ser miembro de
por conflictos concretos entre miembros, y una organización juvenil de la calle en un lugar
luego puede canalizarse en la lógica identita- u otro (Porzio y Giliberti, 2009). Así como cana-
ria de los grupos. En este sentido, la violencia lizan la violencia, los grupos canalizan también
estaría al servicio de la construcción de una valores positivos, como los de la ayuda mutua,
identidad juvenil grupal (Domínguez et al., la solidaridad y el crecimiento colectivo.
1998). De todas maneras, algunos chicos en-
trevistados explican que el hecho de recurrir Cuando he llegado aquí al principio no conocía a
a la fuerza física («a los puños») para resolver nadie y me sentía muy solo, no sabía qué hacer…
los conflictos es una cuestión de mentalidad así me acerqué a una iglesia de protestantes de
y de actitud, que tienen detrás los valores, y aquí de L’Hospitalet pero como que no me acaba-
van mucho más allá de la pertenencia a deter- ba de sentir bien en este grupo, los catalanes eran
minados colectivos juveniles. muy fríos… no había dominicanos en esta iglesia y
me aceptaban así pero no me acogían con cariño
Pa’ solucionar problemas, claro que la única ma- o yo por lo menos no lo sentía… después encontré
nera… la primera manera que le sale a uno para los chamaquitos dominicanos aquí en la Plaza, em-
solucionar los problemas es a los puños… Incluso pezamos a hablar, nos conocimos bien y decidimos
yo, que no soy de ningún grupo, también tengo hacer el grupo de Los Kitasellos, dedicarnos juntos
esa mentalidad… yo estoy en la calle y si me mi- a lo que nos interesa… nos veíamos todos los días
ran mal o algo con mi novia, el primero que salta en la plaza, estábamos entre nosotros, con las chi-
soy yo… (Cristopher, 18 años, dominicano, desde cas y ahí haciendo nuestras cosas… (Julián, miem-
hace 5 años en L’Hospitalet). bro de Los Kitasellos, 20 años, dominicano, desde
hace 3 años en L’Hospitalet).
La violencia, en ciertos contextos socio-
culturales, se desencadena a partir de las El material empírico de este estudio pre-
situaciones relacionales de la vida social. El senta numerosas declaraciones de miem-
popular conflicto de falda —que se da entre bros de grupos de la calle que se refieren a
dos o más chicos que desean la misma chi- estos como espacios de inclusión para los
ca— no nace como conflicto entre bandas excluidos. Además, varios miembros afirman
juveniles, aunque posteriormente los grupos que la organización puede tener el poder de
puedan fácilmente llegar a canalizarlos hacia alejar a sus miembros de la criminalidad, de
la rivalidad entre ellos (Porzio y Giliberti, la violencia o de las drogas, proponiéndose
2009). Un miembro de los Latin Kings y uno a sí misma como una comunidad inclusiva
de los Black Panthers que deciden pelearse donde realizar actividades educativas y de
por una chica, no lo hacen en nombre de sus formación (Brotherton y Barrios, 2004; Can-
respectivas organizaciones; se trata más narella et al., 2007; Scandroglio, 2009; Ro-
bien de un conflicto estrechamente vincula- maní et al., 2009).

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Capital social y empoderamiento lias —refugio afectivo donde se manifiesta


colectivo un sentido de solidaridad inmediata—, los
miembros como hermanitos que se ayudan
Las naciones y los coros se configuran como y se apoyan, los líderes como padres que
espacios de acumulación y circulación de ca- orientan y sancionan (Lagomarsino, 2009a).
pital social. Dicho de otra forma, son espacios
de relaciones y de oportunidades de salida de
Aquí hay mucha hermandad, nos ayudamos entre
lo individual a través de la construcción de un
nosotros y nos comprometemos para que a nin-
colectivo que reconoce a sus miembros, los
guno de los hermanitos nunca les falte nada…
aglutina y los representa. Según la clásica de-
(Antonio, miembro de Los Menores, 17 años, do-
finición de Putnam (2002), el capital social que
minicano, desde hace 11 años en L’Hospitalet).
ellos desarrollan sería de tipo excluyente —el
denominado bonding social capital—, es de-
Entrevistador: Tú eres un poco el líder del grupo…
cir basado en conexiones fuertes entre suje-
¿no? ¿Esto qué implica?
tos parecidos. Es interesante en este sentido
— Esto implica una responsabilidad… no de man-
recordar que uno de los eslóganes que más
darles, nunca he sido un jefe de mandar… sino
se pronuncia en algunos de estos grupos es
una persona que cuando ellos necesitan ayuda de
«vivo con mis hermanos y muero con ellos»
mí yo he estado…
(Giliberti, 2011). En todo caso, la principal ga-
Entrevistador: Un punto de referencia, digamos…
nancia que se ofrece a los miembros a través
— Ya, ya, casi como puede hacer un padre o un
de la participación es la inmersión dentro de
hermano mayor… que cuando te equivocas tam-
una fraternidad juvenil que protege y brinda
bién te dice que lo estás haciendo mal… ¿Qué
apoyo emotivo.
han visto ellos en mí? Un apoyo… y me han pues-
Estos aspectos parecen ser reconocidos to de líder, de punto de referencia… yo he inten-
también por quienes están fuera de los gru- tado con ellos crear un grupo sólido, donde po-
pos, como algunos profesionales y la mayo- dían entrar personas que estaban perdidas por
ría de los chicos que no son miembros. ahí… (Julián, miembro de Los Kitasellos, 20 años,
dominicano, desde hace 3 años en L’Hospitalet).
No cabe duda de que dentro de estas bandas se
apoyan y están uno al lado del otro… luego quizás Los grupos permiten visualizar y hacer cir-
no canalizan bien este sentimiento de hermandad, cular informaciones y ayudas en temas de tra-
pero sin duda ahí hay solidaridad y amor entre bajo, alojamiento y formación. De esta forma,
ellos… además, se sienten reconocidos y aprecia- se construye un nosotros en donde desarrollar
dos por el grupo, son como una familia… (Dolo- la autoestima y que permite contrastar simbó-
res, técnica de Integración Social, Centro Público). licamente, y a veces materialmente, las exclu-
siones padecidas; en fin, estos grupos calleje-
Los de bandas se ve que se quieren mucho y que ros no hacen más que incorporar, brindando
lo dan todo para los demás… son como hermanos espacio, a todos aquellos sujetos que por al-
que se apoyan en todo… (Antonio, español, 16 guna razón se les expulsa de los ámbitos ins-
años, hijo de familia inmigrante de Andalucía en titucionales, como el mercado de trabajo y el
L’Hospitalet de Llobregat). sistema educativo (Queirolo Palmas, 2012;
Giliberti, 2012). En este sentido, más que inter-
Los miembros de los grupos refuerzan pretar los grupos como variables independien-
rotundamente esta idea; además, el lenguaje tes de fracaso y abandono escolar, como se
emic de los grupos rechaza el término banda hace en el discurso público e incluso por una
y juega de forma continua con un paralelis- parte de la literatura sociológica (Portes et al.,
mo familiar: los grupos como segundas fami- 2009), se sugiere aquí plantear si estos grupos

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74 ¿Bandas latinas en España? Grupos juveniles de origen inmigrante, estigmas y síntomas

se pueden pensar como espacios de acogida reconoce en estos jóvenes los protagonistas
e integración de sujetos que protagonizaron de experiencias que:
una exclusión, por ejemplo a causa de prácti-
cas educativas discriminatorias. articulan voice reivindicando el derecho a vivir de
Así pues, los grupos acaban siendo sínto- una generación, exit construyendo espacios de
mas de desafiliación de los recorridos están- refugio, secreto y protección (…) esta agencia
dar de inserción social. De todas formas, más está conformada por elementos de resistencia y
allá de acoger y responder solamente a los de reto, pero también por la reproducción e inte-
síntomas de un malestar juvenil, estas agru- riorización de valores dominantes, como en el
paciones ofrecen a los miembros una capaci- caso de la masculinidad hegemónica y de las re-
dad de empoderamiento y una posibilidad de laciones de género (Queirolo Palmas, 2010: 139).
voice capaz de reivindicar una identidad opri-
mida, retando a la cultura dominante. En este En efecto, de acuerdo con este autor, en
sentido, los grupos se pueden considerar el análisis de los grupos como formas de
como plataformas para responder al estigma agencia juvenil no puede faltar una reflexión
e intentar gestionarlo (Giliberti, 2013), encar- sobre la interiorización de los valores domi-
nando el clásico modelo de resistencia sim- nantes en la dimensión de las clases subalter-
bólica de la transformación del estigma en nas. Nos referimos aquí a posiciones conser-
emblema (Goffman, 2003; Sayad, 2002; Cer- vadoras como la lucha en contra del aborto y
bino y Rodríguez, 2009; Porzio, 2012). Uno de del divorcio; la defensa de la jerarquía del líder
los grupos juveniles investigados con más en la toma de decisiones; la defensa de los
profundidad en este trabajo es el colectivo de papeles tradicionales de la familia; normas
Los Kitasellos, que está compuesto por una diferentes para hombres y mujeres, con una
quincena de chicos —todos dominicanos, en- subordinación de las segundas con respecto
tre los 15 y los 20 años— que en el espacio a los primeros; la práctica del uso de la violen-
público se dedican principalmente a realizar cia para resolver los conflictos (Romaní et al.,
actividades musicales y vídeos. Tal y como se 2009). Con todo, la principal característica de
deduce del mismo nombre, la inquietud prin- estas agrupaciones es la de representar una
cipal que tienen estos chicos se vincula a la dimensión de empoderamiento colectivo de
práctica de quitar, eliminar los sellos y las eti- jóvenes marginados.
quetas de la raza inmigrante que viven en el Para muchos jóvenes participar en estos
contexto de destino: grupos permite gozar de recursos de tipo
social y simbólico de los cuales estaban an-
Kitasellos puede significar lo de quitar las etique- teriormente excluidos: pertenecer a naciones
tas que nos ponen encima, valorizarnos por lo que o coros otorga estatus, estima, respeto y re-
somos y no aceptar la manera en que nos consi- conocimiento en las sociabilidades calleje-
deran... la gente piensa que somos delincuentes, ras. Significa pasar de la condición de la in-
pero esto no es verdad, y nosotros nos quitamos visibilidad a la condición de la visibilidad, de
este sello… (Julián, dominicano, 20 años, desde ser nadie a ser alguien (Queirolo Palmas,
hace 3 años en L’Hospitalet). 2009). En efecto, una de las motivaciones
principales para entrar en un grupo de este
Los grupos, en este sentido, se pueden tipo responde a poder ampliar los recursos
considerar como formas de agencia, enten- personales para acceder a dinámicas de éxi-
dida como la capacidad de protagonismo, to y popularidad juvenil. Carlos, de hecho,
de transformación creativa de las relaciones nos explica que los miembros de un grupo
sociales y de resistencia a una inclusión sub- acaban siendo mucho más atractivos a nivel
alterna. Así pues, Queirolo Palmas (2010) estético y sexual, probablemente por todo lo

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Luca Giliberti 75

que una experiencia de este tipo confiere a bros autóctonos o por jóvenes migrantes de
nivel de imaginario. nacionalidades no latinoamericanas, que
encuentran los elementos comunes en la cla-
En verdad cuando eres de alguna nación, como se social baja, en la marginalidad y en la so-
Latin King, Ñetas, Black Panthers, las latinas te ciabilidad callejera.
vienen todas… y las españolas también… desde Los grupos presentes ahora en España
cuando soy un rey tengo mucho más éxito con las no se tendrían que interpretar como colecti-
mujeres, a ellas les gusta esto de los reyes, de que vos importados, sino como grupos que res-
su chico sea respetado y todo… (Carlos, miembro ponden a la construcción de las identidades
de los Latin Kings, 16 años, nacido en República juveniles en el contexto de acogida, con un
Dominicana, desde hace 11 años en L’Hospitalet). papel importante jugado por Internet y los
medios de comunicación social. Más que
Así pues, los jóvenes entran mayoritaria- productos exclusivos de la sociedad de aco-
mente en estos grupos para divertirse, aumen- gida, estas agrupaciones —connotadas en
tar el propio capital social y sentirse parte de los términos de la raza inmigrante de Balibar
una estructura de sociabilidad inclusiva, que (1988)— tendrían que considerarse como hi-
respeta y protege a los miembros según las jos de un tercer espacio, que incluye el ori-
lógicas de la calle. gen, la acogida y las culturas juveniles glo-
bales (Feixa, 1998; Hakim, 2014).
Los miembros de estas experiencias de
Conclusiones sociabilidad juvenil evitan la denominación
Yo consideraba que todas las cosas esta- criminalizada de banda latina. De otra mane-
ban selladas… ¿sabes cuando vas a una ra, para definir sus grupos de sociabilidad
institución y te ponen un sello? ¿Siempre utilizan los conceptos emic de nación �������
(Cerbi-
es así, no? Pues, estos sellos nosotros in- no y Barrios, 2008; Cerbino y Rodríguez,
tentamos quitarlos, romperlos… este sello
que te pone una etiqueta y hace que la
2010) y coros (Giliberti, 2012 y 2013), que se
gente no entienda lo que tú eres… quitar han explorado en profundidad en la presente
este sello que no por ser dominicano tú contribución. Tanto las naciones como los
tienes que ser malo… (Julián, miembro de coros se caracterizan por ser espacios de
Los Kitasellos, 20 años, dominicano, des- acumulación y circulación de capital social,
de hace 3 años en L’Hospitalet).
es decir espacios de relaciones donde se
desarrolla la salida de lo individual y la cons-
La etiqueta banda latina —utilizada y difun-
trucción de un colectivo que reconoce y em-
dida por los medios de comunicación en el
podera a sus miembros (Brotherton y Ba-
discurso de la opinión pública sobre los nue-
rrios, 2004; Feixa et al., 2006; Cerbino y
vos peligros urbanos— ha descrito los hijos
de la inmigración subalterna de los últimos Barrios, 2008; Queirolo Palmas, 2009 y
diez años bajo el discurso criminológico do- 2010).
minante (Klein, 1995; Knox, 2000; Klein et al., Estos grupos son capaces de representar
2006). Este concepto se puede considerar y acoger sujetos que viven diferentes formas
como significante metonímico de violencia, de exclusión social, desde la salida del mun-
así como de las nuevas presencias juveniles do educativo hasta el escenario de excluidos
—dominicanos, colombianos, ecuatorianos, del mundo de trabajo que se abre cada vez
etc.— que se adscriben bajo lo latino en tér- más con la crisis. A pesar de que en la socie-
minos de etnogénesis (Feixa et al., 2006). No dad de acogida se han ido catalogando como
obstante, tal y como hemos visto, estos gru- grupos criminales y violentos, estos colecti-
pos están conformados también por miem- vos no se vinculan a ninguna gran plataforma

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76 ¿Bandas latinas en España? Grupos juveniles de origen inmigrante, estigmas y síntomas

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prostitución, etc.) y protagonizan un porcen- Verona: Ombre Corte.
taje mínimo de las infracciones penales co- Botello, Santiago y Moya, Ángel (2006). Reyes Lati-
metidas. En este sentido, más que un proble- nos: los códigos secretos de los Latin Kings en
ma en sí mismos, estos grupos estigmatizados España. Madrid: Temas de Hoy.
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va —que hemos definido excluyente según
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social capital— es algo que tiene valor y tiene Columbia University Press.
que ser reconocido; no obstante, el proble-
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ma de este tipo de capital social —que los
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miembros generan por sí mismos— es que
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nace de una operación de cierre que prevé la
latinos e gruppi di strada nella metrópoli milane-
circulación de recursos limitados, tal como
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RECEPCIÓN: 08/04/2013
REVISIÓN: 18/07/2013
APROBACIÓN: 21/03/2014

Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. Nº 148, Octubre - Diciembre 2014, pp. 61-78
doi:10.5477/cis/reis.148.61

Latin Gangs in Spain? Immigrant Youth Groups,


Stigma and Symptoms
¿Bandas latinas en España? Grupos juveniles de origen inmigrante,
estigmas y síntomas

Luca Giliberti
Key words Abstract
Latin Gang This article explores the criminalized social imaginaries of so-called
• Social Capital Latin gangs in Spain, dismantling stereotypes and proposing different
• Coro analysis approaches. The empirical material comes from an ethnogra-
• Stigma phy conducted between 2010 and 2011 in neighborhoods in the
• Nation suburbs of Barcelona. The main techniques used were document
• Symptom analysis, participant observation with various youth immigrant groups
and collection of data from oral sources with diferents types of infor-
mants. The results of the study discuss the social image of these
groups, which stigmatize young people that are involved in them and it
is symptom of segregated reception of immigration, increasingly in
times of economic crisis. We analyze the dynamics of violence concer-
ning these groups; at the same time, we interprete these groups as
circulation spaces of social capital and as forms of agency, that can
empower the members individually and collectively.

Palabras clave Resumen


Banda latina Este artículo explora los imaginarios sociales criminalizados que se han
• Capital social construido sobre las denominadas bandas latinas en España,
• Coro desmontando tópicos y proponiendo diferentes aproximaciones
• Estigma analíticas. El material empírico procede de una etnografía realizada
• Nación entre 2010 y 2011 en algunos barrios-suburbios de la periferia de
• Síntoma Barcelona. Las principales técnicas utilizadas han sido el análisis
documental, la observación participante con diversos grupos juveniles y
la recogida de fuentes orales con diferentes tipos de informantes. Los
resultados del estudio discuten la imagen social de estos grupos, que
estigmatiza a los jóvenes en ellos inmersos y es síntoma de la acogida
segregadora de la inmigración, cada vez más con la crisis. Se analizan
las dinámicas de la violencia vinculadas con estos colectivos; al mismo
tiempo, se interpretan los grupos como espacios de circulación de
capital social y como formas de agencia, que pueden empoderar a sus
miembros a nivel individual y colectivo.

Citation
Giliberti, Luca (2014). “Latin Gangs in Spain? Immigrant Youth Groups, Stigma and Symptoms”.
Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 148: 61-78.
(http://dx.doi.org/10.5477/cis/reis.148.61)

Luca Giliberti: U
 niversitat de Lleida | lucagiliberti@geosoc.udl.cat

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62 Latin gangs in Spain? Immigrant youth groups, stigma and symptoms

Introduction1 Bourdieu’s terminology. According to the so-


ciologist, Luca Queirolo Palmas (2012),
analysing the ten year period from 2002 to
Establishment of a conflictive group from Latin 2012, four discursive modalities can be
America: Dangerous youth gang puts Barcelona found in the media’s characterization of the
police on alert (El Periódico de Cataluña, title of presence of these young people in Spanish
the article Topic of the day, 10/9/2003, p.2 and 3). society: a) the barbarian discourse; b) the le-
galization discourse; c) the illegalization dis-
The media and Spanish society in general course and d) the discourse of the forgotten.
discovered the phenomenon of Latin gangs The first discourse raises the image of mons-
in 2002-03, coinciding with a major increase trosity and danger in this barbarian presence,
in immigration to Spain from countries outsi- child of immigration, through a process that
de the EU and, above all, with processes of Canelles (2008), following Stanley Cohen
family reunification. From the beginning, the- (2002), defined as moral panic. The second
se groups were baptised as criminal gangs, discourse presents the possibility for the sal-
based on crime reports supposedly linked to vation and social recovery of this presence
them and a tendency to stigmatize their ap- (Lahosa, 2008b), through their conversion
pearance and cultural practices (Feixa et al., into socio-cultural associations with institu-
2006; Canelles, 2008; Lahosa, 2008a and tionally recognized statutes, which began to
2008b). Thus, the concept of the Latin gang happen in Barcelona but did not consolidate.
was formed: first, as a metonymic signifier2 In contrast, the third discourse raises the
of youth violence and secondly, and simulta- need for defining these groups as illicit. It su-
neously, as a metonymic signifier of groups ggests practices of de-addiction of mem-
of adolescent children of immigrants (Recio bers; that is, promoting their exit and sepa-
and Cerbino, 2006; Porzio and Giliberti, ration from these groups, and has been
2009; Giliberti, 2011). In this way, a direct as- applied in particular in the Madrid model, but
sociation was made between violence and ultimately throughout Spain as well (Cane-
criminality and subaltern youth of Latin Ame- lles, 2006; Scandroglio and López, 2008;
rican origin (Feixa and Canelles, 2006; Feixa Scandroglio, 2009). The fourth, which is the
et al., 2008; Giliberti, 2013). current discourse, has made these groups
invisible and ignores their presence in the
The media has undoubtedly contributed
midst of an economic and social crisis that
to constructing a language framework and
has created even more precariousness and
discourse characterizing the field, to use
subalternity.
The media narrative on gangs encapsula-
1 The present article forms part of the doctoral thesis of
tes a dangerous image for new subjects of
the author, carried out in the department of Geography immigrant origin living in urban spaces, lin-
and Sociology of the University of Lleida (GESEC-Terri- king them to a supposedly defining ethnicity,
tory and Society Research Group) and financed by sup-
port from FPU AP2008-01092 (University Faculty Trai-
Latino. This designation may be considered
ning) of the Ministry of Education, Science and Sport the result of ethnogenesis (Feixa et al., 2006);
(MECD). that is, the creation of a new transnational
2  Metonymy is a figure of speech in which a thing or a youth identity that is constructed in the recei-
concept is designated with the name of another, using
an existing semantic relationship or one that is created ving society by the children of Latin American
between the two. Thus, metonymy permits the definition immigrants and which moves in globalized
of a part of a reality referring to the whole, alluding to scenarios. At the level of institutional, media
a particular aspect of the matter assuming that it repre-
sents its general nature, indicating the cause by the and popular discourse, certain nation states,
effect. such as the Dominican Republic, Ecuador

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Luca Giliberti 63

and Colombia, are considered the main ex- particular the more vulnerable youth groups.
porters of these groups. In other words, ac- This article aims to reveal the stigma that this
cording to this narrative, the groups are the generation of young people suffers and to
children of their countries of origin and are propose a different reading of the groups in
presented as imported models of group vio- question.
lence (Botello and Moya, 2006). Such an ima-
ge is far from the social reality of these
groups, which is constructed in the receiving Research methodology
society in generational terms in the era of
globalization. In addition, it is interesting to As this is a stigmatized population and, for
realize that the phenomenon of street youth obvious reasons, difficult to access —which
groups is not new in Spain. Indeed, during we can include within the category of hidden
the 1960s and 70s it was normal to find them populations— it is appropriate to take an eth-
—linked to the imaginary of the quinquis— in nographic approach. Ethnography is a type
Spanish cities and their metropolitan areas of social research, which through close, di-
(Lahosa, 2008a and 2008b). Then during the rect and prolonged interaction with the re-
1980s and 90s the category of Urban Tribes search contexts and subjects, aims to carry
became widespread as a way of identifying out a thick description of the social reality
autochthonous youth groups, the rebellious being studied (Geertz, 1992). In addition, as
children of the middle classes (Feixa and pointed out by Elisabeth Lorenzi (2010: 152),
Porzio, 2004; Queirolo Palmas, 2012). “the ethnographic method differs from other
methodologies by the involvement of the re-
Regarding the social imaginary, at the be-
searcher with who he/she is studying”. This
ginning of this century, the relationship bet-
approach is particularly apt as it makes it
ween violent youth groups and Latin Ameri-
possible for subjects to open up, because a
can immigration was consolidated. Thus,
relationship is built with them within a con-
gang members were identified with a certain
text of mutual trust; at the same time, the
type of young person, with characteristics
prolonged and intense time spent with the
defined by a certain aesthetic, oversized
subjects provides a deep and reliable
clothing, a certain tendency toward gangsta
knowledge, which is able to dismantle the
style and with a lower class sociocultural
stereotypes that exist about these youth
profile (Benasso and Bonini, 2009; Porzio,
groups.
2012).
The author has spent hundreds of hours
and participated in many different activities
If we are referring to the current situation, there are
with various members of different and recog-
some characteristics that confer a clearly distinct
dimension on gangs, especially regarding social
nized youth organizations (Black Panthers,
perceptions: current youth gangs, or better said,
the Menores, Latin Kings, Ñetas), and also
what is today identified as the gang phenomenon
with more informal groups with less recogni-
par excellence in Spain, are identified by their eth-
zed names (Los Kitasellos, Las Desakatas
nic identification. Hence, we are talking about
Black 69). The author came to know mem-
what are known as Latin gangs. These gangs are
bers of these groups through the field work3
the centre of attention of the population, the media he carried out in four secondary schools (two
and the system of control (Lahosa, 2008a: 47).

3  Thefieldwork is part of the author’s doctoral study on


Latin gangs may be considered as meta-
the construction of identities, racial representations and
phors for the stigmatization and criminaliza- school failure among Dominican youth in the peripheral
tion of certain groups of immigrant origin, in areas of Barcelona.

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64 Latin gangs in Spain? Immigrant youth groups, stigma and symptoms

public and two publicly subsidized private and by his collaboration as an expert with
schools) in the suburban neighbourhoods of municipal government.6
La Torrassa, La Florida and Pubilla Cases in The ethnography was based on the use
L’Hospitalet de Llobregat, a city neighbou- of different techniques, and the ethnographic
ring Barcelona.4 In the schools studied, there materials have been analysed continuously.
is a significant presence of these groups and Thus, the research was flexible and dynamic,
the construction of direct relationships with taking into account the evidence gathered at
the students and the desire to know their each moment as a guide to orient the steps
worlds opened up the possibility of getting to that would follow. This approach gathered
know these groups. information and data, which was triangulated
The neighbourhoods where the fieldwork and contrasted until reaching saturation
was carried out —which could be considered (Agar, 1992). The main techniques have been
as banlieues of Barcelona— are characteri- document analysis, participant observation
zed by elements typical of peripheral wor- and collection from oral sources. Regarding
king class areas. In addition, they stand out document analysis, we have tried to collect
for having undergone a demographic trans- archival, statistical, academic, associational
formation in the past fifteen years, with the and police information available on the sub-
replacement of a majority immigrant popula- ject in different formats.
tion from the south of Spain (arriving Regarding participant observation
throughout the 20th century) with an immi- (Greenwood, 2000; Lorenzi, 2010), a prolon-
grant population from outside the EU and ged process involving spending time with the
primarily from the southern hemisphere. The groups was carried out, participating in diffe-
ethnographic material was collected in 2010 rent activities and different moments in their
and 2011, and focused particularly on the daily lives, as well as observing them in the
construction of identities among Dominican context of their lives in school. Through va-
youth. In addition, the text has also been en- rious techniques for gathering information
riched by the knowledge the author develo- from oral sources- life stories (Ferrarotti,
ped in previous research projects on youth 1981), semi-structured interviews (Hammer
organizations and Latin American migrations, and Wildavsky, 1990) and focus groups
which he participated in from 2006 to 20105 (Krueger, 1994) - applied according to the
type of interlocutor, we have listened to the
testimonies of 85 informants: a) 25 life stories
4 L’Hospitalet de Llobregat, a part of the Barcelona me- of young people, 15 from members of youth
tropolitan area, is the second largest city in Catalonia
(256,065 inhabitants, INE, 2012). Persons of immigrant groups; b) 40 semi-structured interviews with
origin in the city make up approximately 22.5% of the professionals in education (teachers, princi-
total population, reaching around 35% in the neighbou-
rhoods studied.
pals, janitors and other staff); c) semi-struc-
5  The projects in question are the following: a) 2006:
tured interviews and focus groups with 10
Proyecto I+D-MECD ¿Reyes y reinas latinos? Identida-
des culturales de los jóvenes de origen latinoamericano
en España, IP: Carles Feixa (SEJ2005-09333-C02-02/
SOCI); b) 2007: Les Organitzacions Juvenils Llatinoame- mericans a Catalunya. La mirada des dels municipis,
ricanes a Catalunya. ARAI-AGAUR, IP: Oriol Romaní Diputació de Barcelona, IP: Laura Porzio.
(2006-ARAI-00030); c) 2006-2009: Proyecto europeo del 6  The author actively participated as an expert and mem-
6º PM TRESEGY (CIT5-CT-2006-029105), IP: Luca Quei- ber of the working group, Espacios compartidos entre
rolo Palmas (Universitá di Genova); IP UdL: Fidel Molina; técnicos, agentes educativos y agentes sociales - Estra-
d) 2008: Els joves migrants a L’Hospitalet de Llobregat. tegias de acciones socioeducativas para el abordaje de
Estils i cultures en escenaris urbans, Ayuntamiento de los grupos juveniles, organized by the Oficina Técnica
L’Hospitalet, IP: Laura Porzio; e) 2009-2010: Escenaris Plans d’Acció territorial La Florida-Pubilla Casas
urbans, adscripció identitaria i estils: els joves llatinoa- (L’Hospitalet de llobregat) during 2010-11.

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Luca Giliberti 65

other professionals who work with young ring this part of the work, observation was
people (youth counsellors, educators in pu- transformed into participation and using the
blic spaces, police,etc.); d) focus groups with terminology of Lorenzi (2010), the practice of
10 relatives of the subjects (mothers/fathers, participant observation transformed into ob-
sisters/brothers, grandmothers). servant participation. As Davydd Greenwood
One line of work within ethnographic (2000) noted, participation is a way of acqui-
research has been action research. Action ring knowledge; the video workshop, beyond
research, based on Lewin’s theories (1982), being an interesting research and observa-
aims to construct knowledge that also aspi- tion method on the imaginaries and dyna-
res toward social transformation. To accom- mics of the socialization of young people, is
plish this, the active participation of the sub- an experience that can positively influence
jects being studied is required (Cannarella youth groups by promoting reflection on their
and Mei, 2009). What is proposed is a re- practices, values and their ways of represen-
search process that involves the subjects, tation.8
that is close to them, that takes into account
their goals and that can in this way guide the
research. The present ethnography has Theoretical discussion: from
adopted the forms of action research when, gangs to nations and coros
beyond interpretation and knowledge about
The sociologist Noemí Canelles (2008), in her
the world of these young people, it has at-
analysis on the social construction of the La-
tempted to act on the terrain of social trans-
tin gangs in Barcelona, expresses the idea
formation: “to be open to civil society for the
that these groups should be considered
sociologist means to address all these pu-
symptoms, in at least two different senses:
blics (the poor, criminals, the sick, single wo-
men, minority ethnic groups) who are victims
of neo-liberalism, not to control them, but to Gangs are symptoms in two senses: the first is the
increase their power of self-determination” more general notion, as an indicator of a situation;
(Padovan, 2007: 5). Thus, this is a public so- in this sense, the emergence of gangs permits the
ciology, using the expression of Burawoy expression of different conflicts related to the su-
(2005), or an involved anthropology, using bordinant position of certain groups in the society:
the formula of Oriol Romaní (2006). In any youth, immigrants, working class or those exclu-
case, we are talking about a social science ded from the labour market, symbolically margina-
that is interested in dismantling stereotypes, lized, etc. (…). The second, which is evidence of
deconstructing prejudices and supporting the idea of symptom, is that talk about gangs also
social justice, as well as participating in pro- says a lot about who is talking about them; the
cesses of empowerment of subaltern and qualification gang involves a simplification of rea-
stigmatized populations.
In this framework, we organized video
Hakim (Open University of Catalonia). In the following
workshops with two youth groups and other link, you can see “making of” with the Kitasellos during
young people, collaborating with them in wri- one of the videos entitled, “Cosas que pasan”: http://
ting scripts and in making short films.7 Du- www.youtube.com/watch?v=g27tWLRj9fY
8  We want to point out in this sense the value of the
recent European project, Yougang, (http://www.yougan-
gproject.com/), directed by the sociologist Luca Quei-
7  The screenplay writing and video workshops took rolo Palmas, dedicated to the study of policies on gangs
place in 2010 and 2011 in the offices of the Fundació in Barcelona and Madrid, which involved a video and
Akwaba and in public spaces with the groups, Menores theatre workshop with young gang members from diffe-
and Kitasellos, of L’Hospitalet. The workshops were car- rent groups, led by the film director José González and
ried out with the collaboration of the sociologist, Nadia the theatre director Carolina Torres.

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66 Latin gangs in Spain? Immigrant youth groups, stigma and symptoms

lity and as a result expresses a lot about who Klein and the Eurogang network9 (Klein,
makes this qualification. Thus, the fact that the 1995; Knox, 2000; Van Gemert et al., 2008):
presence of Latin American youth in Barcelona is “A street gang (or a troublesome youth group
constructed in relation to gangs, emerges as a corresponding to a street gang elsewhere) is
symptom of underlying conflicts in Catalan socie- any durable, street-oriented youth group
ty (Canelles, 2008: 96). whose own identity includes involvement in
illegal activity” (Klein et al., 2006: 418). This
Based on this interpretation, these groups definition is far from that found in the classic
express conflicts related to their subordinate studies of Thrasher (1963) and Whyte (1943),
carried out within the framework of the Chi-
social situation as youth, immigrants, wor-
cago school, that defined a “gang” as a dy-
king class or excluded form the labour mar-
namic cultural formation in a context of ex-
ket. In short, these conflicts are related to
clusion and social transformation. In the
what Albert Cohen (1955), in his classic study
vision of “gang” developed within the fra-
on youth gangs in the United states, defined mework of the Chicago school, conflict is a
as status deprivation. At the same time, these crucial element, but crime remains a possibi-
groups are symptoms of the way in which the lity, a contingency, that in no way permeates
receiving society reads the subaltern pre- the structure and daily organization of the
sence of persons of immigrant origin, a rea- group. In contrast, in the Eurogang definition,
ding that is tainted by the simplification of which is currently the most utilized and also
reality, stereotyping, and discrimination. The- in tune with non-academic public discourse
se groups perfectly express the intuition of on the subject (Kazyrytsky, 2008), crime is
Balibar (1991), according to which in the new the key element of belonging and forms what
post-colonial society, immigrants represent some authors define as a pathologizing vi-
the new name for race. Thus, a colour line is sion of gangs (Brotherton and Barrios, 2004;
constructed around these groups that divi- Cerbino and Barrios, 2008; Queirolo Palmas,
des an us from an other, with the blame on 2009; Brotherton, 2011). These same authors
replace the concept of gang with that of
others, who are gangs, and the self-absolu-
street organization, defined as:
tion of us, the receiving society. As the
anthropologist from the United States, Con-
A group formed largely by youth and adults of a
quergood, highlighted:
marginalized social class which aims to provide its
members with a resistant identity, an opportunity to
The term “gang” has become one of the ultimate be individually and collectively empowered, a voice
devil terms of contemporary society, deployed to to speak back to and challenge the dominant cul-
gloss and condense enormous diversity and com- ture, a refuge from the stresses and strains of barrio
plexity of experience into one fetishized image of or ghetto life, and a spiritual enclave within which
mindless mayhem and evil. The “gang” powerfully its own sacred rituals can be generated and practi-
cathects and projects middle-class fears and anxie- ced. (Brotherton and Barrios, 2004: 23).
ties about social disorder, disintegration and chaos
that are made palpable in these demonized figures Gang talk is constructed as garrulous
of inscrutable, unproductive, predatory, pathological, discourse (Hallsworth and Young, 2008) that
alien Others... (Conquergood, 1994: 216).

The “gang” label, mostly used to refer to 9  Eurogang is network of North American and European
researchers (sociologists, criminologists, psychologists,
these groups in the media, is inspired by the etc.) who study youth gangs, led and inspired by Klein
Anglo-Saxon concept used by Malcolm W. and others.

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Luca Giliberti 67

establishes etic representations of gangs, est. The Latin Kings, for example, are a na-
which are opposed to their representations tion for its members and at the same time, a
from an emic point of view (gang represen- metaphor of other nations —their countries/
tations)- in other words, their own perspec- nations of origin— that loom large in the lives
tive. Thus, the members of these sociability of these marginalized subjects because of
groups never use the term gangs to repre- their absence (Cerbino and Barrios, 2008).
sent themselves, but rather, it is the meton- The youth group is transformed into a nation,
ymic signifier of these realities that the me- something these young people have always
dia has fostered. The most widely used felt excluded from, both in terms of their na-
terms by members of the groups to refer to tions of origin as well as, and possibly more
their organizations are the concepts of na- so, from their nation of reception (Cerbino
tion (Cerbino and Barrios, 2008; Cerbino and Rodríguez, 2010).
and Rodríguez, 2010) and coro (Giliberti, Many studies have in recent years insis-
2012 and 2013). ted on the transnational dimension of these
The concept of nation responds to the groups (Cerbino and Barrios, 2008; Queirolo
classic tradition of the imagined community Palmas, 2010; Brotherton, 2011) and have
(Anderson, 1991), above all when the groups reconstructed the concrete globalized trajec-
have a transnational component; as we will tories of certain nations —the Latin Kings,
see, this is not characteristic of all the groups especially. Referring to this transnational di-
who, in terms of the media and from a crimi- mension and paraphrasing Gillroy, the socio-
nological perspective, fall under the defini- logist Luca Querolo Palmas (2010) writes
tion of Latin gangs. The nation is an imagined about the birth of a Latin Atlantic:
community in the sense that, although no
one knows all of the other participants di- A space within which memories and resistances,
rectly, the community gives meaning to ever- cultural projects and migrant bodies, deportees
yone: “in the mind of each lives the image of and pioneers, musical genres, such as reggaeton,
their communion” (Anderson, 1991: 6). There translations of foundational texts (philosophies
are groups with much more formalised prac- and literatures, Bibles and constitutions depen-
tices than others. Some groups have rites of ding on the language used by the members of the
passage, such as the Latin Kings, where to gangs), routes, travel opportunities and gatherings
become an official member one has to pass all circulate. This Latin Atlantic is formed, thus,
through different stages of participation: ob- around an infrastructure, that is, a totality of op-
servation, probation, king (Broterthon and portunities and practices of a youth-based trans-
Barrios, 2004; Cannarella et al., 2007; Roma- nationalism (Queirolo Palmas, 2010: 8).
ní et al. 2009; Bugli and Conte, 2010). In rea-
lity, as noted by Cerbino and Rodríguez Thus, it is understood that membership in
(2010), there is a collective imaginary in these one of these groups is constructed as an at-
groups because an imagined collective has tribution of identity and belonging, discon-
been constructed. nected from both society of origin and desti-
The classic reflection of Ernest Renan nation, and taking shape like transnational
(1882) on the nation defined it as a belief, an logos that move in a glocal space, fluctuating
imagined and constructed plebiscite that is and imitated icons —like McDonald’s or
distinguished by a shared history and an in- Nike— provided in franchises to groups
terest in exalting the belonged to community. seeking visibility (Queirolo Palmas, 2010;
The youth nations that are analysed here re- Feixa y Romaní, 2010). In this regard, it is not
flect Renan’s definition and for this reason, surprising to find in the same local context
how they define themselves is of great inter- different groups —and perhaps in conflict

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68 Latin gangs in Spain? Immigrant youth groups, stigma and symptoms

with each other— claiming ownership and prising that the autochthnous youth who
official status over the name in question. In form part of these groups are mainly from the
the metropolitan area of Barcelona, there are lower classes, children of immigrants from
approximately 10 different groups —orga- the interior of Spain. The results of the pre-
nized in chapters10— that claim the name sent study also reveal the regular presence of
Latin Kings or Ñetas. members from various non-Latin American
The coro, the name used mainly by youth nationalities (Ukrainian, Moroccan, Pakistani,
of Dominican origin in Spain, is a group that etc.) —between 10 and 20% depending on
normally does not have transnational con- the group— who also share social marginali-
nections, properly speaking; that is, the coro zation and exclusion. It is common for the
only exists in one place, in this case, the groups to have a dominant national majority,
country of reception, although these young which is different in each case. Indeed, natio-
people participate equally in the construction nal origin is an important vehicle of socializa-
of the Latin Atlantic through their contacts tion in an ethnically stratified society (Pedre-
and relationships in their countries of origin ño and Hernández, 2005), where the
and with friends who have emigrated to oth- dominant values of the nation are key ele-
er places. In any case, the coro is differenti- ments in the education of these young peo-
ated from the nation by not having such ple. The members of the Latin Kings and the
strong connections to identity and by primar- Ñetas are mostly Ecuadorians, while the
ily having the recreational and local aspects Black Panthers, los Menores and los Trinita-
of a group of friends. In an emic definition: rios are made up mainly of Dominicans,
although it is possible to find members of any
nationality in any group.
A coro is a group of people that is together, we talk
with each other, understand each other, party to- According to police sources, around
gether and we don’t like problems…a coro has a 2,480 young people form part of these
name also, that the members recognize each groups in Catalonia (El País, 2 February
other by…not to fight with anyone…The coro is to 2013). Assuming that all of the members are
have fun…you enter and leave when you want… Latinos —which as we have seen is not
we also help each other, if someone gets a fine in true— this number would represent approxi-
the metro, we all pay it… (Leandro11, member of mately 2.5% of the residents in the 15-29
Los Menores, 18 years old, 9 years living in year old age group. Evidently, this data only
L’Hospitalet). includes the groups that have had some en-
counter with the police, without taking into
account all of the other youth groups, which,
in terms of cultural practices are very similar,
The excluded generation and equally stigmatized in their social lives.
All these groups are formed primarily
The groups studied are not only made up of
around masculine experiences, as they are
young people from Latin America, although
made up mainly of males. Both in the nations
they do represent the majority. Indeed,
and the coros, there is a female presence,
among the groups studied between 5% and
although there are always fewer girls than
10% are autochthonous youth. It is not sur-
boys, with girls reaching a maximum of 30%
in the mixed groups studied. It is common to
see girls involved in some groups at certain
10  In
most cases, these youth nations are divided into
chapters, which would be local membership groups. periods of time but without being members,
11  Thenames of the informants have been changed to but rather friends and girlfriends of members.
guarantee anonymity. As David Brotherton noted (2010), girls do

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Luca Giliberti 69

not belong to the organizations for the same share the fact of having been born and live in
reasons as male members, nor do they par- a specific place and historical moment, and
ticipate in the same practices. There are co- at the same time —a factor of primary impor-
ros that are made up of girls, such as the tance— certain significant sociological cha-
Desakatas Black 69 (Giliberti, 2013), groups racteristics. Mannheim spoke about genera-
that share the public space with male groups, tional location and generational units, that is,
in the majority of cases embodying a sexy segments in which the historical moment and
imaginary of a sex object. material, social and cultural conditions of
One practice that clearly characterizes existence come together. The generational
this population is the use of Internet and so- event that marks these groups is the reduc-
cial networks, which in Catalonia have beco- tion and the stigmatization of lower-class
me widespread among the children of immi- youth to the condition of immigrant, consti-
grants. 12 These spaces, in particular tuting in post-colonial society the new name
Facebook, are so present in the lives of these for race (Balibar, 1991).
young people that they cannot imagine them It has emerged from the findings of this
without their presence; it is as if there is a study, that belonging to these groups largely
permanent connection between the virtual remains hidden because recognition may re-
world and real world. Thanks to the possibi- sult in exclusion from school as well as from
lities offered by this technological platform public facilities. The synergy between, on the
and the way these young people use it, in right, police forces, and on the left, the social
Facebook they can come together in a sha- services and educational institutions of the
red virtual space. In this regard, “Facebook central and autonomous governments, has
can be interpreted as a third space in which recently crystallized in the city of Barcelona
elements of local culture, place of origin and in the detection of group members and the
global culture are articulated” (Hakim, 2014: accumulation of files on members to be dealt
17). The events and developments within the with. However, detection is resisted in
groups, of whatever type, are on social net- schools —especially to avoid their stigmati-
works, providing them with legitimacy. zation and the consequent reduction in their
Regarding the children of these third spa- social desirability as educational institu-
ces, created around globalized identities that tions— and in many cases programs of as-
belong to neither origin nor destination, these sistance are not promoted. In any case, it is
groups of lower class immigrant youth form not surprising that the majority of the mem-
a generation from the first decade of this bers of these groups hide their membership
century and of a Spain in crisis. Belonging to because they recognize that it could result in
a particular social class with a certain level of sanctions and social limitations.
access to resources, which corresponds to a School regulations on occasion prohibit
certain typology in the migratory process, the presence of certain aesthetic styles that
has an influence on the generation these symbolize the presence of gangs: “it is prohi-
young people belong to. According to the bited to wear hats, scarves on the head or tied
classic study of Mannheim (1952) generation on arms or legs because they may be confu-
is understood to be a group of people who sed with the symbols of certain juvenile street
groups (High school dress code, L’Hospitalet
de Llobregat, 2010-2011). In February of
12  Accordingto IDESCAT (2011) data, 95.4% of young 2011, another secondary school in the Metro-
people between 16 and 24 years of age are regularly politan area of Barcelona won the City of Bar-
connected to the Internet in Catalonia, regularly unders-
tood to mean at least once a week during the past three celona 2010 educational prize with the pro-
months. ject: Gangs out!. As the very title indicates, the

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70 Latin gangs in Spain? Immigrant youth groups, stigma and symptoms

aim of the project was to distance young peo- accompanied by an action research study
ple from the bad influence of the so-called (Feixa et al., 2006; Feixa and Canelles 2006;
Latin gangs, stigmatizing these groups Feixa et al., 2011). What resulted was a pro-
without initiating any process of recognition, cess of dialogue between the two mentioned
inclusion or social commitment. The crimina- groups —the first to plant their flags in Cata-
lization and exclusion of these groups in lonia— and local institutions, in a pact that
schools and public facilities is in conflict with recognized them as legitimate youth groups
the politically correct, inter-cultural rhetoric of in exchange for renouncing street violence,
official discourse, which is used in the same potential delinquent attitudes and officially
schools that used the rhetoric of Gangs out! forming socio-cultural organizations. In any
(Queirolo Palmas, 2012). case, this process of dialogue and recogni-
Thus, it is not surprising that when the tion —which was overly focused on the for-
leader of one of the groups analysed —Los mal aspect of association according to Ca-
talan law— involved only a minority of the
Menores— writes in his school newspaper
young people in the groups in question and
about these groups —clearly without indica-
was not carried out with other groups that
ting his membership— he does so arguing
had emerged in Catalonia in recent years
the existence of an unbridgeable distance
(Black Panthers, Bloods, Trinitarios, Los Me-
between the institutions and these young
nores, etc.). The process of forming socio-
people:
cultural organizations —although it helped
generate public reflection on the phenome-
Most people say that gangs are violent, but some- non— does not seem to have had significant
times they are wrong. These groups in fact don’t impact on models of intervention, which in
exist just to fight or steal, instead, their objective is general, continue to stigmatize these groups
to help each other. Many boys enter these groups as violent and criminal both in public space
to be recognized, appreciated and because they and in the schools (Porzio and Giliberti,
like to spend time on the street and to have girl- 2009). In other places in Spain, such as Ma-
friends. In fact, being part of a gang means being drid, from the time they appeared, govern-
popular and attractive. The police think that all the ment has continued seeing these groups as
gangs are conflictive but sometimes they don’t illegal associations, without the existence of
know the reality of these kids; it’s the same with the any other type of discourse (Scandroglio and
teachers and other educators. If these professio- López, 2008 y 2010; Scandroglio, 2009;
nals knew more about the reality of these young Feixa et al., 2011).
people, there would be fewer stereotypes about
Paradoxically, the only spaces that ac-
youth groups and fewer conflicts on the street (LM, cept the presence and meetings of these
Las pandillas, School magazine, LH, 2011). groups today are certain churches, which, as
a result, have occasionally faced tensions in
Between 2005 and 2007 the municipal their communities and with church hierarchy.
government of Barcelona promoted a pro- In these cases, the young people in question
cess for groups such as the Latin Kings and develop a relationship to the church, where
the Ñetas to be constituted as cultural orga- they have found a space and a relationship
nizations to be recognized by the Catalan with the priest, considering him a spiritual
public administration.13 This process was

istered as an association in Catalonia. In February of


13 In July of 2006, the Organización Cultural de Reyes y 2007, the Asociación Deportiva, Socio-Cultural y Musical
Reinas Latinos de Cataluña [Cultural Organization of the Ñeta [Ñeta Sport, Sociocultural and Music Association]
Latin Kings and Queens of Catalonia] was officially reg- was formed.

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Luca Giliberti 71

guide for the group. In a time of growing dis- for popularity in a specific territorial context
tance between autochthonous youth and of socialization, or by specific conflicts bet-
religion, these young people represent po- ween members, which are subsequently
tential clients the church would otherwise not channelled into the identitary logic of the
have. To conclude this section, it is clear that groups. In this sense, violence is at the ser-
for a more effective management of the phe- vice of the construction of a group identity
nomenon of Latin gangs, it is necessary to (Domínguez et al., 1998). In any case, some
change the discourse and imaginaries so of the young people interviewed explained
that schools stop stigmatizing members of that turning to physical violence (“a fist-
these groups and governments accept them fight”) to resolve conflicts is a question of
in public spaces open to all citizens. mentality and attitude, based on values, and
is an issue that goes beyond belonging to
specific youth groups.
Violence in the groups
To solve problems, right, the only way…the first
Without denying the violent or illegal practi-
way that comes out is fighting…Even I, and I’m not
ces of these groups, which have increased
with any group, also have this mentality…I am on
with the crisis and social cutbacks, it is un-
the street and if someone looks at me wrong or
deniable that these groups originated with
something with my girlfriend, the first one to react
aims other than criminality and that they have
is me…(Cristopher, 18, Dominican, 5 years living
suffered from stigmatization (Feixa et al.,
in L’Hospitalet).
2008; Giliberti, 2011). According to the Mos-
sos d’Esquadra (Catalonian regional police),
Violence in certain socio-cultural contexts
the crime carried out by these organizations
is triggered by relational situations in social
in 2010 represented only 0.18% of the total
life. Conflicts over girls between two boys,
of criminal offences reported in that year in
do not start out as conflicts between youth
Catalonia (Mossos d’Esquadra, press relea-
gangs, but can easily become so (Porzio and
se, 22/11/2011): this figure alone raises
Giliberti, 2009). A member of the Latin Kings
questions regarding construction of these
and a member of the Black Panthers who
groups as criminal.
decide to fight over the same girl do not do
Indeed, the violence of these groups is so in the name of their respective organiza-
not linked to any large criminal network (tra- tions; rather, this is a conflict closely linked to
fficking and selling of drugs, money launde- the hegemonic values of masculinity and
ring, arms sales, prostitution, etc.) but rather, resolved through violence, a dynamic parti-
it is manifested as language to affirm the su- cularly present in the logic of the street (Cer-
periority of one group over another. In this bino, 2006).
sense, violence is a language and an alpha- It is not that the groups are violent in
bet that serves as a means of seeking res- themselves, but that they are channels for a
pect (Bourgeois, 2010). In other words, the latent violence that can emerge. As being
use of violence by these young people is a young in Spain does not mean the same
response —transfigured into a war among thing as it does in the Dominican Republic or
equals, the poor and stigmatized— to the in Ecuador, it is not the same to be a member
social inequalities, socioeconomic oppres- of a street youth organization in one place or
sion and legal and symbolic inferiority they another (Porzio and Giliberti, 2009). Thus,
suffer (Lagomarsino, 2009b). just as they channel violence, they also chan-
The rivalry that can develop between di- nel positive values, such as those of mutual
fferent groups is generally created by desires support, solidarity and collective growth.

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72 Latin gangs in Spain? Immigrant youth groups, stigma and symptoms

When I first got here, I didn’t know anyone, and I ticipation offered to members is their im-
felt really alone; I didn’t know what to do…so I mersion within a youthful fraternity that pro-
went to a Protestant church here in L’Hospitalet, tects them and offers them emotional
but as I didn’t feel that great in that group, the support.
Catalans were very cold…there weren’t any Domi- These aspects seem to also be recognized
nicans in the church. They accepted me, but they by others, such as certain professionals and
weren’t warm to me; at least I didn’t feel like they other young people who are not members.
were…afterwards I met the Dominican chamaqui-
tos here in the Plaza, we started to talk, get to
There is no doubt that within these gangs they
know each other well and then we decided to start
support and stand beside each other…maybe la-
the group, the Kitasellos, and doing things we
ter this feeling of brotherhood is not channelled
were interested in…we met every day in the plaza,
well, but there is clearly solidarity and love among
hanging out with each other, with the girls and
them…they also feel recognized and appreciated
doing our thing…(Julián, member of the Kitasellos,
by the group, that are like a family…(Dolores, so-
20, Dominican, has lived 3 years in L’Hospitalet).
cial integration counsellor, public centre/school).
You can see that the people in gangs love each
The empirical material from this study
other a lot and that they’ll do anything for each
provides numerous statements from mem-
other…they are like brothers that support each
bers of street groups who refer to their
other…(Antonio, Spanish, 16, son of immigrant fa-
groups as spaces for the inclusion of the ex-
mily from Andalusia in L’Hospitalet de Llobregat).
cluded. Moreover, various members state
that the organization could keep its members
The members of the groups roundly sup-
away from criminality, violence and drugs,
port this idea; in addition, the emic language
providing an inclusive community where
of the groups rejects the term gang, and con-
members can do educational activities and
tinuously draws a parallel with the family: the
training (Brotherton and Barrios, 2004; Can-
groups as second families —an emotional
narella et al., 2007; Scandroglio, 2009; Ro-
refuge where an immediate sense of solida-
maní et al., 2009).
rity is manifested; the members as brothers
who help and support each other, and the
leaders as parents who guide and discipline
Social capital and group
empowerment
(Lagomarsino, 2009a).

Nations and coros are spaces for accumu- Here there is a lot of brotherhood, we help
lating and circulating social capital. In other each other and we are committed to none of the
words, they are spaces that provide rela- brothers ever lacking anything…(Antonio, member
tions and opportunities for individuals of Los Menores, 17, Dominican, has lived 11 years
through creating a group that recognizes its in L’Hospitalet).
members, brings them together and repre- Interviewer: You are a little like the leader of the
sents them. According to Putnam’s classic group, right? What does that involve?
definition (2002), the social capital that they It involves responsibility…not to order them
develop would be the exclusive type —bon- round, I have never been a boss who gives or-
ding social capital, based on strong connec- ders…but a person who is there when they need
tions between similar subjects. It is interes- my help…
ting in this regard to remember that one of Interviewer: A reference for them, you could
the most common slogans of this groups is say…
“I live and die with my brothers” (Giliberti, Yeah, almost like a father or an older brother
2011). In any case, the main benefit of par- might be…like when you make a mistake, they will

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Luca Giliberti 73

also tell you what you are doing wrong…What do who are dedicated to doing musical
they see in me? A support… and they have made performances and videos in public spaces.
me a leader, a reference …I have tried to create a As their name implies (in Spanish, quita se-
solid group with them, where people who were llos means remove labels), their main con-
lost can come in…(Julián, member of the Kitase- cern is linked to the practice of getting rid of,
llos, 20, Dominican, living in L’Hospitalet 3 years). eliminating the labels of immigrant race they
experience where they live:
The groups provide help and circulate in-
formation regarding work, housing and trai- Kitasellos can mean getting rid of the labels they
ning. In this way, an “us” is constructed place on us, valuing ourselves for who we are and
which develops members’ self-esteem and not accepting the way they think about us…peo-
symbolically and sometimes materially con- ple think that we are delinquents, but it isn’t true,
trasts with the exclusions suffered; in short, and we are getting rid of this label…(Julián, Domi-
these groups incorporate and offer space to nican, 20, in L’Hospitalet for three years).
young people who for one reason or another
are excluded from institutional spheres, such In this regard, the groups can be conside-
as the labour market and education system red forms of agency, understood as the ca-
(Queirolo Palmas, 2012; Giliberti, 2012). In pacity of take action in the creative transfor-
this regard, rather than interpreting these mation of social relations and resistance to
groups as independent variables in analyses subaltern inclusion. Thus, Queirolo Palmas
of school drop out and failure rates, as oc- (2010) sees these young people as protago-
curs in public discourse and even in the so- nists of experiences that:
ciological literature (Portes et al., 2009), this
paper looks at whether or not these groups articulate voice, demanding the right of this gene-
can be thought of as spaces to welcome and ration to live, and exit, constructing secret spaces
integrate individuals who live in exclusion, for for shelter and protection (…) this agency is made
example, because of discriminatory educa- up of elements of resistance and challenge, but
tional practices. also of the reproduction and internalizing of domi-
Thus, these groups end up being symp- nant values, as in the case of hegemonic mascu-
toms of disconnections from the standard linity and gender relationships (Queirolo Palmas,
paths of social insertion. In any case, beyond 2010: 139).
accommodating and responding to symp-
toms of unrest, these groups offer their mem- Indeed, according to this author, analysis
bers the possibility of empowerment and a of these groups as forms of youth agency
voice capable of defending an oppressed must include a reflection on the internaliza-
identity, challenging the dominant culture. In tion of the dominant values among subaltern
this regard, the groups can be considered as classes. We are referring here to conservative
platforms to respond to stigma and try to positions such as opposition to abortion and
manage it (Giliberti, 2013), embodying the divorce; the defence of the hierarchy of the
classic model of symbolic resistance by leader in decision making; the defence of tra-
transforming the stigma into an emblem ditional family roles; different rules for men
(Goffman, 2003; Sayad, 2002; Cerbino and and women, with women being subordinate
Rodríguez, 2009; Porzio, 2012). One of the to men; and the use of violence to resolve
youth groups studied more in depth in this conflicts (Romaní et al., 2009). However, the
project was the Kitasellos, composed of fif- main characteristic of these groups is that
teen adolescents and young men —all Domi- they represent the collective empowerment
nican, between 15 and 20 years of age— of marginalized youth

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74 Latin gangs in Spain? Immigrant youth groups, stigma and symptoms

For many of these young people, partici- The label, Latin gang —used and popula-
pation in these groups allows them to enjoy rized by the media in popular discourse on
social and symbolic resources from which new urban dangers— describes the children
they were previously excluded; belonging to of the subaltern immigration of the past ten
nations or coros gives them status, esteem, years through a predominantly criminalizing
respect and recognition in the street environ- discourse (Klein, 1995; Knox, 2000; Klein et
ment. It means moving from invisibility to vi- al., 2006).This concept can be thought of as
sibility, from being no one to someone (Quei- a metonymic signifier of violence, as well as
rolo Palmas, 2009). Indeed, one of the main of new youth groups —Dominicans, Colom-
motivations for joining a group of this type is bians, Ecuadorians, etc.— assigned to the
being able to expand personal resources to category of Latino in a process of ethnoge-
gain access to success and popularity. Car- nesis (Feixa et al., 2006). However, as we
los, in fact, explained to us that the members have seen, these groups include autochtho-
of a group end up being much more attracti- nous members and young immigrants of
ve aesthetically and sexually, probably be- other nationalities, who find things in com-
cause of all that an experience of this type mon in their lower social class status and
provides on the level of the imaginary. marginality and in street culture.
The groups found in Spain today should
Really, when you are part of a nation like the Latin not be considered as imported groups, but
Kings, Ñetas, Black Panthers, all the Latin girls rather as groups arising from the construction
come to you, the Spanish ones too…since I beca- of youth identities in the context of reception,
me a king, I’ve been much more successful with with the Internet and social media playing an
women, they really like this thing with the kings, important role. More than exclusive products
that their boyfriend is respected and all…(Carlos, of the receiving society, these groups —refe-
member of the Latin Kings, 16, born in the Domi- rred to in terms of Balibar’s immigrant race
nican Republic, 11 years in L’Hospitalet) (1988)— should be considered children of a
third space, which includes cultures of origin
Thus, young men enter these groups and destination, as well as global youth cultu-
mainly to have fun, increase their own social res (Feixa, 1998; Hakim, 2014).
capital and to feel part of an inclusive struc- The members of these experiences in
ture of sociability, which respects and pro- youth sociability reject the criminalized label
tects its members based on the rules of the of Latin gang. Instead, they define their social
street. groups using the emic concepts of nation
(Cerbino and Barrios, 2008; Cerbino and Ro-
dríguez, 2010) and coros (Giliberti, 2012 and
Conclusions 2013), which have been explored in depth in
this paper. Both nations and coros can be
I thought that everything has a label…you know, characterized as spaces for accumulating and
when you go to school and they put a label on circulating social capital, that is spaces for the
you? It’s always like that, right? Well, we are trying development of individuals and the construc-
to get rid of, destroy these labels …this label they tion of a group that recognizes and empowers
put on you means that people don’t understand its members (Brotherton and Barrios, 2004;
who you are…removing the label that because Feixa et al., 2006; Cerbino and Barrios, 2008;
you’re Dominican you must be bad…(Julián, Queirolo Palmas, 2009 y 2010).
member of the Kitasellos, 20, Dominican, 3 years These groups are able to represent and
in L’Hospitalet) welcome individuals who experience diffe-

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Roma: Carocci.
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RECEPTION: April 8, 2013


REVIEW: July 18, 2013
ACCEPTANCE: March 21, 2014

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