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Suárez G., Carlos José

Renovación urbana. ¿Una respuesta al pánico moral?


Territorios, núm. 22, 2010, pp. 111-124
Universidad del Rosario
Colombia

Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=35714236006

Territorios
ISSN (Versión impresa): 0123-8418
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Universidad del Rosario
Colombia

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Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Territorios 22 / Bogotá, 2010, pp. 111-124
ISSN: 0123-8418
ISSNe: 2215-7484

Fragmentación, Apropiación y Regulación del Espacio Urbano

Renovación urbana.
¿Una respuesta al pánico moral?
Urban renewal. A moral panic answer?
Carlos José Suárez G.*

* Antropólogo egresado de
la Universidad Nacional
de Colombia y candidato
a la Maestría en Antro-
Recibido: 8 de diciembre de 2009 pología de la Universida-
Aprobado: 17 de febrero de 2010 de Federal Fluminense de
Brasil. Trabaja el tema
de violencia intrafami-
liar, sexual y callejera des-
de 2005, con proyectos de
diagnóstico y prevención a
nivel distrital y nacional.
Es investigador asociado
del Grupo Conflicto Social
y Violencia, del Centro de
Estudios Sociales (CES) de
la Universidad Nacional
de Colombia.
achiscaquin@gmail.com
Para citar este artículo
Suárez G., C. J. (2010). Renovación urbana. ¿Una respuesta al pánico moral? Territorios, 22, pp. 111-124.

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Palabras clave Resumen
Ciudad Salud, Calle del
Cartucho, renovación ur-
En este artículo se analizan los procesos de
bana, centro histórico, ha-
bitante de la calle.
transformación y renovación urbana en el cen-
tro histórico de Bogotá, vinculados con la re-
localización de poblaciones vulnerables que
habitan esta zona, considerada como violenta
y de alta pelivgrosidad. Estas acciones de la
administración distrital se están ejecutando a
partir de las premisas del urbanismo moderno
que dictan reglas higiénicas para combatir los
tugurios. La coyuntura actual de los barrios San
Bernardo y Voto Nacional, que presentan un
alto deterioro arquitectónico y que van a ser so-
metidos a un proceso de renovación enmarcado
en el megaproyecto Ciudad Salud, nos ofrece
un escenario privilegiado y una oportunidad
única para el análisis de este fenómeno. Estos
procesos que buscan modernizar la ciudad y
Key words combatir la criminalidad y la delincuencia de- Abstract
Ciudad Salud, Calle del
ben ser estudiados críticamente. Así, desde una
Cartucho, urban renewal, This article analyzes the processes of change and
historic center, homeless.
perspectiva antropológica, se busca esclarecer
los significados sociales de estos procesos de renewal in the historic center of Bogota, linked
renovación. with the relocation of vulnerable people, whom
inhabit this zone considered as violent and
highly dangerous. The administrative actions
are executed by the modern urbanism’s prin-
ciples of hygienic, in order to struggle hovels
and misery. The conjuncture in San ­Bernardo
and Voto Nacional, a couple of neighborhoods
with high architectonic weakening, which will
be demolish and renewal to do Ciudad Salud
(Health City), offers a privileged scene and a
unique chance to analyze this phenomenon.
These processes of city modernization search
to eliminate the criminal and delinquency rates,
and we must study them critically. Then, with
an anthropological perspective, this text looks
for clarify the social meanings about the urban
revitalization.
territorios 22
112 Carlos José Suárez G.
“En nombre de la salud pública deberían ser mente en proyectos que buscaban hacer 1
Para una comprensión
condenados barrios enteros. un diagnóstico de su situación de derechos de la división política de
la ciudad de Bogotá es
Los unos, fruto de una especulación precoz, y de oferta institucional (cf. Barrios et al., importante anotar que el
sólo merecen la piqueta; 2006; Universidad Nacional-Minprotec- barrio Santafé queda en
otros, a causa de los recuerdos históricos o de ción, 2007). En estas investigaciones se la localidad de Los Már-
los elementos de valor artístico que encierran, realizaron visitas a lugares donde moran tires, y que la Calle del
deben ser parcialmente respetados; los habitantes de la calle en Bogotá, tras la Cartucho (ahora Parque
Tercer Milenio) queda en
existen medios para salvar lo que merece ser destrucción de la Calle del Cartucho, co- la localidad de Santafé.
salvado mo la carrilera a la altura de la carrera 20 y Esta homonimia entre el
pese a destruir sin piedad lo que constituye un algunos sectores del barrio Santafé.1 Igual- barrio y la localidad causa
peligro”. mente, se hicieron entrevistas a moradores frecuentemente confusión
del sector y a algunos ex-consumidores de para quienes no están fa-
miliarizados con este sector
Principio 24 del urbanismo sustancias, quienes tienen un sentido críti- de la ciudad.
(Le Corbusier, 1989) co de la situación que se está presentando
en la ciudad. Por otra parte, se consulta- 2
Entre estas se pueden
ron fuentes oficiales como los programas mencionar la ACJ, la
Analizar los procesos de renovación urbana institucionales del distrito para habitan- Medalla Milagrosa de
San Vicente de Paul, Idi-
del centro histórico de la ciudad de Bogo- tes de la calle y se realizaron entrevistas prón, la Secretaría Distri-
tá desde una perspectiva antropológica, a funcionarios y a encargados de ONG e tal de Integración Social,
es decir, desde el encuentro de los signifi- instituciones religiosas con un reconocido la Secretaría de Cultura
cados de las acciones de las personas que trabajo con estas poblaciones.2 Finalmen- Recreación y Deporte y el
conforman una sociedad, aporta nuevas Hospital Centro Oriente.
te, se utilizaron otras fuentes secundarias,
Estas entrevistas a funcio-
preguntas a las sugeridas desde la vivencia como los proyectos de estas instituciones, narios se centraron, prin-
de la ciudad y el urbanismo. Es importante investigaciones académicas hechas durante cipalmente, en el área de la
analizar aquellos procesos nacidos en las los años noventa y artículos de periódico salud y la atención médica.
décadas de los cincuenta y sesenta, a partir con información sobre el tema. Sin embargo, la violencia
del pensamiento de Le Corbusier (1989) y la inseguridad fueron te-
Con base en la información anterior, el
mas emergentes durante
en sus Principios de urbanismo, donde se presente texto busca, sobre todo, llamar la las charlas.
dictan preceptos higiénicos para combatir atención acerca de los actuales procesos de
los tugurios. El caso más representativo renovación urbana en el centro histórico
de este tipo de intervención en Colombia de la ciudad de Bogotá, enmarcados en las
ha sido la construcción del Parque Tercer nuevas políticas de competitividad econó-
Milenio en el corazón de la capital, el cual mica internacional, los cuales están débil-
sustituyó una zona de terror llamada la Ca- mente acompañados de acciones de política
lle del Cartucho. social; por tanto, esta es una introducción
Este artículo está basado en investiga- que no pretende agotar el tema ni ser una
ciones hechas por el autor sobre la Calle revisión exhaustiva de los programas de
del Cartucho y sus moradores, especial- gobierno o de la historia del lugar. territorios 22
Renovación urbana. ¿Una respuesta al pánico moral? 113
3
A estas casonas reforma- 1. Los inicios llegaban a la ciudad por la Estación de la
das se les da en Buenos Ai- Sabana, así como por habitantes pobres y
res el nombre de “conventi-
llos” y de “cortiços” en Río El antiguo barrio Santa Inés, que creció a personas que circulaban en los alrededores
de Janeiro. pocos metros del barrio La Candelaria y de las plazas de mercado, como Paloque-
de la Plaza de Bolívar, fue la zona donde mao y la Plaza España. Durante este largo
residió la clase pudiente de Bogotá a prin- proceso, los dueños se despreocuparon
cipios del siglo XX. Con la construcción de totalmente de sus bienes y propiedades,
la Estación de la Sabana, en 1917, este sec- que poco a poco se fueron degradando ar-
tor, que había sido residencial y de espar- quitectónicamente (cf. Góngora y Suárez,
cimiento, cambió su carácter y se convirtió 2008; Robledo y Rodríguez, 2008). En
en una zona comercial, lo que lo llevó a un un inicio las grandes casas fueron tapiadas
rápido proceso de urbanización, aumento para evitar cualquier acceso, pero con per-
de la densidad poblacional e incrementos sistencia las personas lograron habitarlas de
progresivos de personas en condiciones nuevo y cambiaron los usos de la estructu-
de extrema pauperización, concretamente ra. En las décadas de los sesenta y setenta
por la llegada de campesinos comerciantes los nuevos moradores comenzaron a buscar
que venían a la metrópoli a vender sus pro- alguna forma de lucro, y estos ocupantes de
ductos. Debido al aumento de la actividad hecho transformaron las casonas en inqui-
comercial en la zona, las élites santafereñas linatos,3 ocupados por quienes llegaban de
se trasladaron al norte, especialmente al otras regiones del país a vender sus produc-
barrio Chapinero. Posteriormente, con tos y por tantas personas que arribaron a la
el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer ciudad en busca de un refugio, debido a la
Gaitán, el 9 de abril de 1948, el caos se violencia que azotaba el país.
apoderó del centro de la ciudad: edificios A la pobreza imperante en el sector se
enteros fueron pasto de las llamas y de la sumó la ilegalidad: nuevas mercancías co-
furiosa horda liberal que clamaba sangre menzaron a llegar a Bogotá en las décadas
y venganza. Los testigos que aún viven, de los setenta y ochenta, particularmente
mencionan que en la ciudad se experimentó marihuana y cocaína. Esto repercutió nue-
durante una semana un intenso desorden, vamente en el uso del espacio, puesto que
en medio de un ambiente dominado por poco a poco los inquilinatos se degradaron
la ansiedad y crueldad de los fanáticos. Las “moralmente” y se convirtieron en lugares
pocas personas adineradas que quedaron de venta y consumo de sustancias psico-
en el barrio terminaron por abandonar sus activas, así como de reciclaje de botellas y
mansiones y huyeron a los barrios de Cha- papel: las conocidas “ollas” o “sopladeros”
pinero, El Lago y El Chicó (cf. Robledo y (Góngora y Suárez, 2008; Robledo y Ro-
Rodríguez, 2008). dríguez, 2008). A partir de los ochenta, la
Estos mostrencos fueron paulatina- zona comenzó a conocerse nacionalmente
territorios 22 mente ocupados por los emigrantes que como una de las zonas más peligrosas de
114 Carlos José Suárez G.
Bogotá, con el nombre de la “Calle del En 1998 comenzaron los megapro- 4
El diario El Tiempo re-
Cartucho”. Era el centro de las actividades yectos de renovación urbana del centro de copila algunas de estas his-
torias en su colección “La
económicas ilícitas de la ciudad, donde se Bogotá, mediante los cuales se inició una ciudad jamás contada”.
podía conseguir “cualquier cosa”: desde recuperación del espacio público: se crea-
fusiles y granadas de fragmentación, hasta ron parques cuya primera empresa fue el
sicarios.4 Los habitantes de esta zona ca- desalojo de los vendedores informales que
liente de la ciudad eran los despectivamente se encontraban en la plaza de San Victori-
llamados “desechables”, “rateros” y “jíba- no. Luego, empezaron los procesos políti-
ros”. Uno de los antiguos habitantes del cos y burocráticos para la destrucción del
Cartucho, cuyo nombre se mantendrá en el Cartucho, la expulsión de sus habitantes
anonimato por razones de seguridad, des- y la construcción de un parque. Gracias a
cribe de la siguiente manera los usos de las este cambio en la morfología de la ciudad
casas de ventas de droga llamadas “ollas”: y en el paisaje urbano, se esperaba el inicio
para la recuperación social y comercial del
Usted entra y son escalas o un pasillo, con una centro histórico de la ciudad.
puertica angostica, es oscuro. Ahí encuentra un
salón grande y encuentra piezas [habitaciones]
también. En el salón están los “manes” que fu- 2. Miedo y pánico en la ciudad
man ahí, pero en las piezas entra la gente que
paga para que la dejen entrar, para que no la Este cambio radical del uso del suelo
invadan los otros… esos “manes” bien llevados –que busca controlar el espacio gracias a
[se refiere a aquellos que tienen altos grados de la incorporación de un panóptico plano,
adicción] comienzan a pedir a los otros que un despojándolo además de todo valor comer-
fósforo, que un cigarrillo, y hay “manes” a los cial– cumple a la vez otra función social:
que no les gusta que les asaren la traba, por lo que borrar de la memoria material un signo de
se van a la pieza, y cada que se les acaba llaman al la depravación y la ignominia. Este artículo
jíbaro para que les traiga más. En el espacio gran- pretende, desde una perspectiva antropo-
de están los más vaciados [pobres], los que van lógica, encontrar los significados culturales
por una bicha [papeleta de bazuco]. A las piezas de algunas acciones estatales para la preven-
van con hembras. Abajo también hay hembras ción del crimen y el aumento de la seguri-
esperando a ver quién llega. Casi siempre son dad en el centro de la ciudad. Existen al-
patios cerrados, la mayoría son cerrados. Usted gunas investigaciones que abordan el tema,
alquila la pieza igual que un hotel. Siempre hay en las cuales se encuentra como referente
mujeres en estos sitios, y ellas consumen, siempre esencial una emoción fuertemente ligada
los “manes” les dan o si les gustan las invitan. a la experiencia de este lugar llamado la
Siempre hay prostitución. Calle del Cartucho: el miedo. A mediados

territorios 22
Renovación urbana. ¿Una respuesta al pánico moral? 115
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La zona de tolerancia es de los noventa los investigadores Andrés y salvaje, donde impera la violencia y la ley
el único lugar de la ciudad Salcedo (1996) y Soledad Niño (1998) del más fuerte.
en el que está permitido el
libre ejercicio de la prosti-
escribieron sobre el miedo en el centro y Llegar a la calle ha significado para es-
tución. en la Zona de Tolerancia de Bogotá.5 En tas personas una respuesta a la violencia en
estas descripciones aparece el habitante de sus hogares, generalmente sumidos en la
6
La autora toma este con- la calle como “sujeto productor de miedo” pobreza extrema. Esta es una condición
cepto de Michel De Cer- y peligro para la mayoría de los ciudada- que se viene repitiendo desde generacio-
teau (1999). La invención
de lo cotidiano, México:
nos. El miedo puede ser descrito como un nes. Los niños y jóvenes que duermen por
Universidad Iberoameri- “mecanismo de respuesta ante una situa- primera vez a la intemperie deben aprender
cana. ción de desconcierto, que adquiere una rápidamente que están en un lugar salvaje
determinada especificidad de acuerdo a la y agresivo, deben saber domesticar este es-
cultura” (Reguillo, 2000; Douglas, 1973). pacio por la fuerza y el argot (Barrios et al.,
En algunas sociedades estos miedos son 2006). Claro está, la sociedad en general y
manipulados discursivamente por las élites el Estado en particular, como entidad le-
dominantes, por medio de la trasmisión de gítima para ordenar los comportamientos,
datos sesgados que estigmatizan a ciertas han desarrollado mecanismos para contro-
personas. Esto termina provocando un lar este fenómeno. La pobreza extrema, en
verdadero “pánico moral”6 ocasionado por este caso la que estaba representada en la
estos “hijos ilegítimos de la urbe” (Araya, Calle del Cartucho y en quienes allí resi-
2008, 2007). dían, es un foco de desorden y de maldad
La forma de vida de estas personas esta- en el corazón mismo de la ciudad. Por esto,
blece una ruptura con el orden. Por ejem- son estas las áreas estigmatizadas para llevar
plo, la mayoría de estos sujetos, vistos como a cabo los procesos particulares de renova-
“esperpentos” de la ciudad, se dedica al ción urbana, con una determinada carga
reciclaje de basuras. Esta actividad podría simbólica y aparejando la destrucción del
describirse como una profanación de lo que hábitat de estos sujetos.
comúnmente los “ciudadanos” tomamos Detengámonos brevemente en tres
como desperdicio, ya que ellos escarban la respuestas que se han impuesto frente a
basura en busca del alimento que nosotros este peculiar problema. Primero, en las
desechamos. Esta es, sin duda, la imagen estrategias estatales de tipo asistencial que
más impactante de las grandes metrópolis propenden por la transformación social del
modernas. Es debido a esta situación que individuo se estima, sobre todo, la limpieza
algunos “ciudadanos”, así como varios fun- y la disciplina. Descansan también en un
cionarios que atienden estas problemáticas, profundo sentido religioso de la piedad y
tienden a considerar a los habitantes de la la caridad hacia los desvalidos, en este caso,
calle como sospechosos de pertenecer a personas que han caído en el infierno y de-
otra “cultura”, denotada como primitiva ben aprender a “volar” (y a trabajar), seres
territorios 22
116 Carlos José Suárez G.
incompletos que no tienen ambiciones. el discurso de la seguridad, que estigmatiza y
Así, los habitantes de la calle han sido “pa- magnifica la violencia endógena, por lo que
tologizados” y “psicologizados”, en tanto son presentadas como zonas imbricadas
su condición física y mental se considera únicamente al crimen, lo cual desconoce las
devastada (cf. Barrios et al., 2006; Uni- falencias sociales y las conexiones entre los
versidad Nacional-Minprotección, 2007). mercados ilegales y la Policía. Por supuesto
En segundo lugar está la práctica co- que hay saldos positivos tras la destrucción
nocida como “limpieza social”, la cual de la Calle del Cartucho, como la dismi-
también puede ser reconocida como una nución de las tasas de delitos y homicidios
acción de agentes estatales sobre quienes en las localidades de Santafé y Los Mártires
están fuera de la ley. En su trabajo de 1994, y la recuperación de un punto neurálgico
Carlos Rojas afirma que estas muertes son para el crecimiento y el desarrollo econó-
aleccionadoras, en tanto censuran una serie mico de la ciudad. Sin embargo, la caída de
de patrones de conducta inadmisibles. Así, esta zona del miedo y del terror conllevó
balear a quemarropa un niño de la calle, al crecimiento y desarrollo de otras zonas
atarlo de pies y manos y taparle la boca críticas u ollas que ya existían, como son la
con pegante da cuenta del desprecio ante Calle del Bronx, Cinco Huecos y el barrio
“el vicio y la degeneración”: ese es un niño San Bernardo (Góngora y Suárez, 2008),
que no vale nada. Existe, además, un tipo donde en este momento se concentra el
de “limpieza” que se puede describir como miedo y el peligro a tan solo unos metros
ejecución sumaria, y es la realizada dentro del Parque Tercer Milenio.
del grupo de comerciantes y “jíbaros” de la
olla para ayudar a preservar las jerarquías. A 3. Ciudad salud o la inversión
partir de esta lógica existe una importante simbólica del lugar
ley dentro de las ollas que se debe mante-
ner y que fue acatada especialmente en el El programa de renovación urbana que
Cartucho y en otras zonas de la muerte de comenzó en 1996 ha sido continuo. En
la ciudad: la ley del silencio (Góngora y la más reciente fase se institucionalizó el
Suárez, 2008). proyecto Ciudad Salud, por medio del
Finalmente, y en este orden de ideas, la Acuerdo 192 del 20 de diciembre de 2005
renovación urbana es vista como la respues- (Concejo de Bogotá). Éste quedó anudado
ta política a la violencia que se acumula en la al Proyecto Centro Comercial Metropolita-
ciudad, y que actúa mediante la destrucción no y al Proyecto Residencial de Renovación
de predios degradados arquitectónicamen- en el sector de San Bernardo, aprobados
te, que han sido invadidos y transformados por el Decreto 239 del 4 de julio de 2006
en expendios de drogas y de prostitución. (Alcaldía Mayor de Bogotá), y asignados
Simultáneamente, los diagnósticos de vio- a la Empresa de Renovación Urbana de
lencia de estas zonas están relacionados con Bogotá. Para financiar esta nueva etapa, el territorios 22
Renovación urbana. ¿Una respuesta al pánico moral? 117
7
Aprobado el 14 de mayo Figura 1. Proyecto Ciudad Salud
de 2007.

8
Administrativamente
este es un sector complejo,
ya que el área del proyec-
to abarca los límites de
5 localidades contiguas:
Santafé-Candelaria, Los
Mártires, San Cristóbal y
Antonio Nariño.

Nota: al fondo se puede apreciar el Parque Tercer Milenio (antigua Calle del Cartucho) y el proyecto de reconstrucción total
del barrio San Bernardo y parte del barrio Las Cruces.
Fuente: Consorcio Proeza HCT Ingenieros (s.f.).

Consejo Nacional de Política Económica y Pero Ciudad Salud es mucho más que
Social, Conpes 3471,7 con apoyo del Ban- esto: este gigantesco proyecto se ejecutará
co Interamericano de Desarrollo, aprobó durante los próximos 20 años, con un pre-
la búsqueda de la revitalización del centro supuesto de 2,2 billones de pesos (Vega,
histórico de la ciudad, incrementando el s.f.). Se articularán en el centro de la ciu-
espacio público por medio de la construc- dad, en un complejo médico-científico, los
ción de parques y el ensanche de avenidas hospitales de La Samaritana, San Juan de
(ver figura 1). Además, se espera aumentar Dios, La Misericordia, Santa Clara y Mater-
la competitividad de este sector del centro no Infantil, así como los Institutos Derma-
de la ciudad,8 así como su atractivo residen- tológico y de Cancerología e Inmunología.
cial, debido a que en los últimos años ha Dentro de esta ciudad se construirán tam-
venido presentando un marcado deterioro bién centros comerciales y hoteleros para
en el uso del suelo y desvalorización. Este albergar visitantes extranjeros. Finalmente,
plan tendrá una duración de cuatro años y para incrementar el valor del suelo y fomen-
un costo de 16,6 millones de dólares. tar el lucro residencial, se tiene proyectada
territorios 22
118 Carlos José Suárez G.
la construcción de vivienda de estratos 4, distribución y consumo de estupefacientes; 9
Lugares destinados a la
5 y 6, así como algunas viviendas de interés redes de trata de personas para el ejercicio venta y consumo de drogas.
social; es decir, que no va a haber segrega- de la prostitución, pornografía y prostitu-
ción residencial. ción infantil; clubes nocturnos; economía
Los cambios que se produzcan a nivel ilegal y lavado de activos (López Obregón,
arquitectónico redundarán en la mejora 2008); todo ello especialmente en San
de los indicadores de seguridad, en la dis- Bernardo, las Cruces y Santa Bárbara, don-
minución del crimen y, obviamente, en de han ido apareciendo y ampliándose las
el paisaje urbano y en la percepción de la “ollas” y los denominados “sopladeros”.9
ciudad. Además de la seguridad, se busca la En la figura 2, elaborada por la Secre-
desarticulación de las actividades ilícitas que taría de Gobierno con base en datos de
se están llevando a cabo en la zona: atraco homicidios de la Policía Metropolitana y
callejero; homicidios; lesiones comunes; del Instituto Nacional de Medicina Legal
Figura 2. Concentración de homicidios en el centro de Bogotá

Fuente: Alcaldía Mayor de Bogotá, SUIVD. (2006) Concentración del homicidio 2006. Localidades Santafé y Los Mártires.
territorios 22
Renovación urbana. ¿Una respuesta al pánico moral? 119
10
Se trata de un análisis y Ciencias Forenses –INMLCF–, se pue- formaciones de la ciudad alteran su orden
gráfico de Kernel. Para de identificar la diseminación de las zo- simbólico. Con el término íconos del mal
una evolución de la car-
tografía criminal puede
nas de muerte a partir del foco de la calle identifico a aquellos sectores de la ciudad
consultarse DNP-BID- del Cartucho,10 sustituida por el Parque donde las leyes morales son contravenidas
CED-CRISP, 2004. Tercer Milenio, con una menor densidad constantemente a favor de otra lógica, la ley
en medio del mapa, un espacio de menor del silencio. Para este caso en especial el tér-
11
Traducción: Sin em- concentración donde está el rotulo Santa mino cronótopo, de Mijail Bajtin, es bastante
bargo, manejamos varias
formas para establecer el
Inés. A pesar de que, como se mencionó, útil, puesto que permite asir las intenciones
significado de todos los fe- las tasas de homicidios de las localidades de políticas de las transformaciones en la trama
nómenos, esto es, los incor- Santafé y Los Mártires descendieron, tam- urbana; la definición del término aparece
poramos no solamente a las bién es evidente el movimiento centrífugo en el libro Art and answerability (1990):
esferas espacial y temporal de la muerte en el centro de la ciudad, ha-
de la existencia, sino, ade-
más, a la esfera semántica. cia la Catedral del Voto Nacional, el barrio We somehow manage however to endow all
Este proceso de asignación hotelero de La Favorita, y a la intersección phenomena with meaning, that is, we incor-
de significado también in- de los barrios Las Cruces y San Bernardo porate them not only into the sphere of spatial
volucra alguna asignación (conocido tradicionalmente por la venta de and temporal existence but also into a semantic
de valor. Pero las preguntas muebles de segunda). sphere. This process of assigning meaning also
que conciernen a la forma
que la existencia asume en Las cifras muestran, sin embargo, que involves some assigning of value. But questions
esta esfera, y a la natura- este proyecto, a pesar de ser liderado por la concerning the form that existence assumes in
leza y forma de las evalua- Secretaría Distrital de Salud, no está dirigi- this sphere, and the nature and form of the eva-
ciones que dan sentido a la do a la población más deprimida y miserable luations that give sense to existence, are purely
existencia, son puramente
que mora allí; por el contrario, busca gene- philosophical (although not, of course, meta-
filosóficas (aunque no, por
supuesto, metafísicas), y no rar una nueva versión de turismo médico physical) and we will not engage them here. For
las discutiremos aquí. Pa- para clases altas y para extranjeros, lo que a us the following is important: whatever these
ra nosotros, lo que importa la larga revitalizará la actividad económica meanings turn out to be, in order to enter our
es lo siguiente: lo que sea del centro de la ciudad. Por ejemplo, de experience (which is social experience) they must
en que estos significados se
acuerdo con un informe ejecutivo de 2007 take on the form of a sign that is audible and visi-
conviertan para entrar en
nuestra experiencia (que elaborado por la Empresa de Renovación ble for us (a hieroglyph, a mathematical formula,
es una experiencia social), Urbana para evaluar el proyecto de Ciu- a verbal or linguistic expression, a sketch, etc.).
debe tomar la forma de dad Salud, se identifica que se espera una Without such temporal-spatial expression, even
un signo que sea audible valorización del suelo hasta de $917.133 y abstract thought is impossible. Consequently,
y visible para nosotros (un
$1’155.775 por metro cuadrado. every entry into the sphere of meanings is ac-
jeroglífico, una fórmula
matemática, una expre- De este modo, podemos apreciar cómo complished only through the gates of the chro-
sión verbal o lingüística, tres ordenes diferentes se van conectando notope11 (Bajtin, 1990).
➙ progresivamente: el estético, el económico
y el científico. Sumado a estos ordenes, es Este término define un signo creado
preciso encontrar el significado a estas ac- por el hombre mediante el cual un significa-
territorios 22 ciones, es decir, identificar cómo las trans- do toma una forma perceptible y tangible;
120 Carlos José Suárez G.
tal significado involucra la asignación de va- Más allá de esto, para observar la futura

un dibujo, etc.). Sin tal ex-
lores en tres esferas: la espacial, la temporal transformación del Barrio San Bernardo presión espacio-temporal,
y la semiótica. Podemos ver la importancia también empleo la perspectiva del crono- aun los pensamientos abs-
de la definición del “cronótopo” dentro paisaje, propuesta por Fernando Rivera tractos son imposibles. En
consecuencia, cada ingreso
de un análisis del patrimonio: aquel bien (2008), quien propone un análisis desde
en la esfera de los significa-
(particularmente inmueble) que debe ser tres perspectivas. Dentro del cuerpo de dos es alcanzado solamente
protegido y preservado con fines políticos prácticas colectivas que organizan esque- a través de las puertas del
o ideológicos. La Lista de Bienes Declarados mas de percepción, como define la prime- cronótopo.
Bien de Interés Cultural de Carácter Na- ra perspectiva, se tienen las referencias al
cional – Monumento Nacional, actualizada nerviosismo y a las actitudes adoptadas por
en 2007 por la Dirección del Patrimonio quienes se encuentran involucrados en estas
del Ministerio de Cultura, contiene 982 zonas. De esta forma, se configuran como
construcciones en todo el territorio nacio- peligrosas las zonas donde el sujeto es vul-
nal consideradas como monumento. Se- nerable a la muerte y al vicio; además, éste
ñalemos que se destaca la gran cantidad de ha sido clasificado como degenerado y, por
estaciones de ferrocarril, un total de 429, tanto, con un gran poder contaminante.
muchas de las cuales, paradójicamente, Las acciones simbólicas sobre este foco
están inutilizadas. Igualmente, hay un ele- de infección social, la segunda perspectiva,
vado número de construcciones religiosas, consistieron, en primer lugar, en transfor-
136 edificaciones entre iglesias (70), con- mar el laberinto tortuoso y maligno del
juntos conventuales (33) y centros doctri- Cartucho en un parque-panóptico, con-
neros (33). cebido y ejecutado como recuperación de
Con estos antiguos íconos se esboza este espacio como público; segundo, en
el ideal democrático de unidad nacional, convertir al barrio San Bernardo, una de las
sustentada, por un lado, en el progreso, nuevas “cloacas urbanas”, en un epicentro
simbolizado por los vestigios de la Edad de salud. Así, la contaminación se va lim-
de Oro de los ferrocarriles decimonónicos, piando del tapiz urbano.
y, por el otro, en el fomento a los valores La tercera perspectiva del análisis del
cristianos, expresados por los signos de la cronopaisaje, el repertorio de representa-
opresión de la cristiandad española durante ciones de un poder continuo y estable, se
La Colonia. Por su parte, los íconos del mal puede ver procesalmente. Existe un espacio
pueden ser considerados el inverso de los caótico que va a ser tratado de dos maneras
patrimonios, y en vez de ser lugares de con- diferentes: se le dará forma de parque al
servación necesaria, son más bien objetos predio “confuso”, abriéndolo al público, y
que deben desaparecer del acervo material se hipervalorizarán los predios por especu-
de las ciudades, para que así se vayan dilu- lación privada, lo cual no sólo exacerbará la
yendo poco a poco de la memoria de las competitividad comercial, sino que cerrará
nuevas generaciones. el acceso al ciudadano común. Así, se irá territorios 22
Renovación urbana. ¿Una respuesta al pánico moral? 121
12
Otros casos relevantes e configurando un determinado tipo de “pú- Más allá de esto está la realidad social de
icónicos son el Cancéropôle blico” para este sector del centro histórico la miseria y la ilegalidad, que no va a des-
de Toulouse y el Biopôle de
Lyon. Estos enormes com-
de la ciudad: el paciente internacional. aparecer por una inversión del significante
plejos funcionan a nivel Anteriormente vimos cómo este tipo de en la estructura urbana. Además del avance
regional entre ciudades intervenciones van de la mano de una esté- que implican estas obras (cambios positivos
pequeñas. tica particular, donde se puso de presente de percepción y seguridad y modernización
el acuerdo categórico con el Estado. Esta del centro histórico), hay que admitir tam-
nueva estética de las ciudades fue caracte- bién su insuficiencia para solucionar proble-
rizada como kitsh, en el sentido dado por mas sociales contemporáneos. Si bien los
Kundera según el cual la mierda es negada habitantes de la calle y la miseria, en gene-
y todo mundo se comporta como si no ral, plantean un problema para las ciudades,
existiese. De esta manera, la situación que el cambio no se debe hacer únicamente
se estaba viviendo en El Cartucho durante mediante las transformaciones del locus del
casi dos décadas fue evitada por las admi- significado: el signo. Estas actuaciones par-
nistraciones distritales en general (Góngora ten de un orden discursivo a la imposición
y Suárez, 2008). ¿Se podría hablar de un material, un hacer que obra y construye
totalitarismo científico-económico expresa- tanto en la ciudad, como en la memoria.
do en la asepsia urbana y en la ordenación Pero, por supuesto, dadas las condiciones
particular de la ciudad? Este paradigma especiales de los pobladores descritos co-
moderno es adoptado por el Estado co- mo criminales, enfermos o sospechosos,
mo progreso y desarrollo, al igual que un tales medidas de control y ordenamiento
experimento científico con sus protocolos espacial no los toman en cuenta como ciu-
y pruebas. Como muestra se tiene el caso dadanos plenos: así, la renovación urbana
del hospital Johns Hopkins de Baltimore, puede ser descrita como intervención de sa-
el cual es uno de los paradigmas que ha de neamiento u operación bulldozer. Después
alcanzar Ciudad Salud en Bogotá.12 David de esto, cabe hacerse continuamente las
Harvey, en su libro Espacios de esperanza preguntas ¿a dónde se desplazarán las zonas
(2003), describe la pobreza y la marginali- de la muerte?, ¿tenemos ya las herramientas
dad que coexisten junto a uno de los más para poder predecir estas transformaciones
prestigiosos centros de investigación cien- y actuar eficazmente?
tífica en el mundo. ¿Tal vez allí se cometió
una falla fundamental al pretenderse una
transformación instantánea de la identidad Referencias
de un sector de la ciudad? Estas observacio-
nes de los cambios en el entorno social son Alcaldía Mayor de Bogotá (2006). “Decreto
omitidas en gran parte de los estudios, y los 239 del 4 de julio de 2006, por me-
impactos son medidos preferiblemente en dio del cual se reasigna una función a
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