Sei sulla pagina 1di 6

REPORTE CRITICO DESARROLLO SOCIOHISTÓRICO DEL CONOCIMIENTO

PSICOLÓGICO CIENTÍFICO

ENTREGADO POR:

BRANDON ANTHONY PIÑEROS MONDRAGON ID: 608713

ESTRELLA VARGAS BANQUET ID: 206175

PRESENTADO A:

CARLOS JOSE ESCOBAR

NRC: 7813

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS

PSICOLOGIA

BELLO-ANTIOQUIA

2020
REPORTE CRITICO DESARROLLO SOCIOHISTÓRICO DEL CONOCIMIENTO
PSICOLÓGICO CIENTÍFICO

En primera instancia en el texto se muestra una problemática fijada en el tiempo, el machismo y el

androcentrismo del “sujeto” y el “objeto” de la ciencia, puesto que se alega que siempre se le

ha conferido un privilegio al punto de vista masculina, mientras que al punto de vista

femenino se ha relegado o incluso dejado en el olvido, las autoras expresan:

“En definitiva, el sesgo sexista presenta, tanto en la investigación como en la teorización

llevada a cabo por la ciencia, la denuncia de la falacia de la objetividad y la neutralidad en

que se basa y del carácter sexuado de su sujeto.”

Para nadie es un secreto que las propuestas femeninas siempre han sido puesta en segunda base,

durante la historia de la ciencia, exponiendo los hallazgos del concepto masculino, sin

embargo, en la modernidad han surgido movimientos tales como el feminismo, que busca esta

igualdad de género, aunque en el caso de la psicología algunos autores (Squire, 1989), se han

preguntado qué tan beneficioso podría ser crear una psicología feminista, ya que al sesgar de

esa manera los aportes podrían caer en el mismo punto de homogenización de las teorías tal

como paso con la ciencia clásica y androcentrista.

Algunas de las aportaciones que nos parecen muy relevantes de las aportaciones de las

perspectivas criticas feministas son: “ampliar el área de estudios en investigaciones

elaboradas solo por personas de sexo masculino” y “procurar trabajar para reducir la

desigualdad social y cambiar las situaciones de opresión y dominación o lo que las legitima”.
Además del androcentrismo, en el texto las autoras nos presentan otra controversial realidad de la

ciencia o de los estudios en especial de las ciencias sociales, “el etnocentrismo”, es recurrente

ver como los estudios científicos solo van enfocados a poblaciones norteamericanas o

europeas, dejando de lado otras culturas y poblaciones importantes, no son incluidos, ni

favorecidos, ni promovidos. A lo que creo que es un gran golpe porque cuando un profesional

de las ciencias sociales quiere aplicar una teoría en una población diferente a la que los

estudios hablan, puede perjudicar en vez de ayudar, puesto que las condiciones y los factores

pueden variar en menor y mayor proporción. Generando sesgos sociales y culturales.

Las teorías dominantes son otro de los apartados que las autoras nos exponen, puesto que han

marcado mucho en la forma en que se piensa y se trasmite el conocimiento, constituyen un

contexto particular de los análisis y los aportes que se traducen al mundo social de occidente,

debido a esta gran problemática de paradigmas científicos universalizados algunos autores

retaron esta visión y expusieron que (Gergen, 1988) “no es posible pensar que se puede

encontrar propiedades universales, sino que lo que debe considerarse son las circunstancias

históricas la investigación”. Nada es más motivador de una conducta como lo son los

acontecimientos históricos por lo cual no podríamos generalizar la forma en cómo se

comportaron las personas luego del atentado del 11/11 que como se comportaron las personas

luego de la toma del palacio de justicia en Colombia en 1985, si bien son acontecimientos que

trasmitieron dolor y violencia no ocurrió en los mismos escenarios, ni en las mismas

condiciones, por lo que sería erróneo tratar de explicar uno basándonos en otro

acontecimiento.
Desde el construccionismo se señala que las teorías no son ni confirmables ni falseables a partir de

los datos empíricos, pues: “no se puede establecer la verificación de una teoría, puesto que no

se pueden establecer todas sus consecuencias empíricas u observacionales” y “tampoco es

posible confrontarlas con la realidad sobre la que se pronuncia” (p. 28). Por el contrario, lo

que promueven es la creación de unas teorías generativas que cuestionen las asunciones

dominantes y que de esta forma se le permita al científico o profesional liberarse de los

cánones que se buscan infundir, buscando así desenmascarar las ideologías de producción de

conocimiento clasistas y sexistas.

En esta búsqueda de la verdad aparece otro tipo de análisis llamado “el deconstruccionismo” que

busca considerar por separados los significados y asunciones fusionados que captamos desde

nuestro punto de vista, para verlos como productos específicamente históricos y no como

hechos dados de manera eterna o incontrovertibles. Como esta expresado en el texto:

“El construccionismo social incorporaría “la duda”, la “autorreflexividad”, la

“deconstrucción”, tanto de los temas como de las teorías, y la separación de la razón

científica a favor del reconocimiento de la historicidad de los fenómenos sociales, así

como una preocupación por el lenguaje.”

Ahora bien, hablaremos de como las autoras muestra el sujeto y como la ciencia lo ha percibido

generalmente, podemos empezar por decir que una persona es definida porque posee una

unidad psíquica interior (el yo), sin embargo, hay quienes apelan a esta definición como

Shotter, quien prefiere reconocer la importancia del otro en la construcción del ser, en el caso

por ejemplo del niño, que apenas emerge a un mundo totalmente desconocido, pero tan pronto
llega interactúa con sus padres, más adelante lo hará con sus profesores y compañeros de

colegio; a lo que se

quiere llegar es que el “niño solo” es la unidad de estudio del desarrollo, descartando así la

influencia que tienen los demás y dejando la nula, como decía Berger y Luckmann:

“La cuestión es que nunca nos hemos tomado seriamente que el desarrollo es, en gran

medida, una construcción social, el niño es modulado y, al mismo tiempo, es un

componente que modula en una red cambiante de influencias”. (p. 34).

Siempre nos hemos visto como seres aislados, individuales de los demás, cambiantes, sin

embargo, este autor nos muestra otro punto de vista, algo oculto, algo que no habíamos

tomado en cuenta, somos seres sociales, nos construimos diariamente unos con otros,

interactuamos, relacionamos y nos comunicamos, basados en lenguajes compartidos, todo

esto lo creamos con la finalidad de pertenecer, por eso, la idea de construirnos aislados y solos

ahora no es tan eterna. Como dijo Elías: “Hay una interconexión inevitable entre el individuo

y la sociedad” (p. 38).


BIBLIOGRAFIA

Cabruja, T. & Garay, A. (2005). Introducción al desarrollo sociohistórico del conocimiento

psicológico científico: sociedad, historia, psicología y subjetividad. Pág. (17-41). In T.

Cabruja (Ed.). Psicología: perspectivas deconstruccionistas: subjetividad, psicopatología y

ciberpsicología. Barcelona: Editorial UOC.

Potrebbero piacerti anche