¿Qué quiso decir Juan en 1 Juan 4:18 cuando escribió que “el amor perfecto echa fuera el temor”?

Piense en esto.. un niño actúa mal a escondidas de su padre, cuál cree que debería
ser el proceder correcto del niño, contárselo o no contárselo, ahora veamos una
razón  por que algunos niños no se contarían.
El miedo al castigo, quizás piensen que se puede evitar la disciplina del padre si el
error que cometió se lo mantiene en secreto, ahora piense lo contrario, que este niño,
sabe que su padre es muy amoroso y comprenderá que fue un error. Así que sabe
que lo disciplinara pero sabe que esa disciplina no va a ser muy brusca o dura.

Eso es lo que quiso decir Juan en el texto que leeremos a continuación, 1 Juan 4:18.

Para entenderlos si observamos el versículo 17   Juan hablaba de la franqueza de

expresión, específicamente de la relación entre el amor a Dios y la franqueza de
expresión para con él.

Entonces lo que Juan quiso decir es que La intensidad con la que el cristiano ama a
Dios y percibe el amor de Dios hacia él influye directamente en el grado de franqueza
de expresión que tiene al dirigirse a Jehová en oración.

Que diferente es de los que temen a Dios pero no tienen amor, la mayoría confiesa
sus pecados pero  lo hace por temor a que Dios los castigue, y podemos ver que ese
temor es malsano porque no estamos sirviendo a Jehová por obligación sino porque
es un Dios que tiene buenas cualidades.
Puede que en ocasiones cometamos un error y pequemos contra Jehová, muchos
tratan de ocultar ese pecado debido al miedo de recibir una disciplina, sin embargo
cuando el cristiano se dirige a Dios en oración, es muy consciente de su
pecaminosidad e imperfección.
Sin embargo, si ama a Dios plenamente y con la misma intensidad percibe que
Jehová lo ama, no tema que se le condene o rechace. Al contrario, exprese con
franqueza lo que hay en su corazón y pidale perdón a Jehová sobre la base del
sacrificio redentor que Dios, por amor, suministró mediante Jesucristo.

¿Está seguro de que Dios oye favorablemente sus peticiones?.

Medite en lo siguiente: si Dios nos ama a pesar de que somos pecadores, ¿no nos
amará aún más si nos arrepentimos de verdad y ‘observamos su palabra’ con
diligencia? En realidad, mientras nos mantengamos fieles, podemos tener la misma
seguridad que tenía Pablo cuando dijo acerca de Dios: “El que ni aun a su propio Hijo
perdonó, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿por qué no nos dará
bondadosamente también con él todas las demás cosas?”

Esas pruebas de amor de parte de Jehová hará que nuestro amor por él sea tan
grande, que echemos a fuera o que no exista en nosotros el temor a que Dios nos
castigue por algún pecado y mejor tengamos franqueza de expresión para contarle a
Jehová nuestras inquietudes con la seguridad de que Jehová desde lo cielo lo estará
escuchando.