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Esta es la fase en que el profesor debe decirle al alumno, por qué debe realizar la ejecución, y no

sólo esto, debe lograr que el estudiante haga suyo dicho objetivo y se disponga a realizarlo como
propio. En pocas palabras, este es el momento que el profesor motiva al alumno para que se
realice la ejecución planificada. Su importancia se comprende por sí sola. La motivación es la base
de cualquier actividad, le da su impulso y dirección. Si ésta no se logra, el resto del proceso
tampoco puede lograrse o se ve sensiblemente afectada su calidad.  La etapa de la orientación de
la acción tiene una importancia decisiva en el proceso de aprendizaje; ella está presente al inicio y
además durante todo el proceso. Un alumno está bien orientado cuando conoce: Por qué debe
aprender determinado contenido (objetivo); qué es lo que debe estudiar para la realización de la
acción y cómo puede controlar por sí mismo lo que se está ejecutando adecuadamente.

Para lograr su tratamiento en forma consciente, en la orientación de la ejecución, debe decirse


qué hacer y cómo hacerlo. Los hábitos y habilidades que se seleccionaron para ser puestos en
práctica, deben estar reflejados en los objetivos y tareas. La secuencia en que deben realizarse las
invariantes funcionales debe ser explícita, dándolas a conocer al alumno. En estas condiciones, el
alumno tiene la posibilidad de elaborar un programa de acción a modo de representaciones
internas, que lo guíen en la fase de la ejecución y con el cual pueda comparar sus acciones y el
resultado que va obteniendo, auto controlarse, autor regularse y auto valorarse. La orientación es
decisiva porque determina la actitud con que se estudia. Si a un grupo de estudiantes se le orienta
estudiar la bibliografía con el objetivo de extraer las ideas centrales de un texto, de hecho se le
está indicando que realice un aprendizaje reproductivo. Puede orientársele que estudie el mismo
texto, pero que lo haga con el objetivo de exponer después una valoración crítica del autor, y
entonces el aprendizaje es productivo, pero limitado a hacer la crítica, sin aportar nada. En una
tercera variante, puede pedírsele que estudie el texto con el objetivo de encontrar alternativas
diferentes a las que presenta el autor, es decir, trascender al autor. En este caso estamos
propiciando el aprendizaje productivo, pero además, con matices creadores. En sentido general,
en los tres casos, los alumnos serán aptos de sacar las ideas centrales, pero difícilmente los
estudiantes que recibieron la primera orientación serán capaces de valorar críticamente al autor o
de encontrar alternativas diferentes a las expuestas por el autor. Posiblemente esta última
posibilidad pueden realizarla sólo los alumnos que recibieron la tercera variante de orientación. Es
evidente que el resultado obtenido es diferente a los tres casos, pero sin duda, las acciones
ejecutadas lo son también. El alumno que sacó las ideas centrales hizo una descripción. El que
valoró críticamente, describió y emitió juicios de valor (sobre la base de una comparación anterior
con un patrón determinado que consideró correcto). Los sometidos a la tercera variante, además
tuvieron que elaborar sus propias alternativas. - 37 - Por lo tanto, las invariantes funcionales que
se orientaron en las tres variantes a la hora de ejecutar las acciones debieron ser diferentes y de
esta forma las habilidades que se desarrollaron son distintas. El aprendizaje realizado por los
alumnos fue superior en la tercera variante y esto estuvo determinado fundamentalmente por la
orientación que recibieron. Queremos llamar la atención acerca de la necesidad de conformar las
actividades que van a realizar los alumnos en el plan de clase, de lo contrario, pueden cometerse
errores, producto de la improvisación, debido a un simple olvido. Por otra parte, la secuencia de
operaciones que se le exige al alumno al formar un determinado hábito debe ser orientado por el
profesor en su exposición. Analicemos por ejemplo, el establecimiento de vínculos causales. La
secuencia puede ser: 1. Estudio de los objetos o fenómenos. 2. Determinar cómo se relacionan
entre sí. 3. Precisar la parte o el objeto más importante. 4. Determinar cuáles son los antecedentes
del objeto. 5. Cuál puede dar lugar o cuáles son sus consecuencias (operaciones cognitivas).
Cuando el profesor en sus conferencias establezca vínculos causales, debe establecerlos con esa
secuencia. De esta forma, proporciona al alumno un modelo y contribuye a reforzar y consolidar
un hábito. Las actividades docentes que fomentan el aprendizaje productivo, requieren de un
clima psicológico apropiado. Este, generalmente, es el resultado del estilo de dirección del
profesor, de sus posibilidades de comunicación y de sus concepciones del proceso pedagógico. El
profesor que crea el clima psicológico adecuado, fomenta las vivencias positivas de sus alumnos
en las clases, y su éxito radica fundamentalmente en sus métodos de comunicación y en el
desarrollo de una enseñanza participativa. Este profesor fomenta la expresión de ideas; elabora
sus preguntas en forma de problemas; estimula a los alumnos no sólo por el aspecto cognoscitivo
y lo acertado de la respuesta, sino que valora también el esfuerzo realizado y el proceso a través
del cual se llegó a la respuesta. Destaca la participación del que habitualmente no lo hace; o del
alumno que habiendo mostrado desinterés en momentos anteriores del

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