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MODULO 1:

Cultura y sociedad
CULTURA NACIONAL: Según Hofstede (1991, en Farías Nazel 2007), cultura es “la
programación mental colectiva que diferencia a miembros de un grupo o categoría de personas de
los otros”

Existen 3 niveles de programación mental (individual, colectivo y universal), y que la programación


puede ser heredada o aprendida. La cultura se desarrolla a nivel colectivo y, según este autor, es
principalmente aprendida.
,

“Las diferencias que se presentan en la forma de pensar, actuar y reaccionar frente a diversas
situaciones en distintos países tiene un gran impacto sobre todas las áreas de las ciencias sociales”

DIMENSIONES DE LA CULTURA:

Todo “aspecto de una cultura que puede ser medido relativo a otras culturas”
.

Distancia de poder (PDI): “el grado en el cual una sociedad acepta al distribución desigual de
poder en instituciones y organizaciones.” (Farías Nazel, 2007, p. 90).

Existe baja movilidad social ascendente entre los miembros. Estas culturas poseen un alto PDI.

Aversión a la incertidumbre (UAI): “La aversión a la incertidumbre es el grado en el cual los


miembros de la sociedad se sienten inconfortables en situaciones no estructuradas.” (Farías Nazel,
2007, p. 91).
Esta dimensión nos permite conocer cómo es que un determinado grupo reaccionará frente a las
situaciones ambiguas, desestructuradas y novedosas. La aversión a la incertidumbre nos habla de
cuántas estructuras (normas, reglas, procedimientos, protocolos) una sociedad necesita para
enfrentarse con los cambios.

Individualismo (IDV): Esta dimensión nos permite conocer si una sociedad valora más los
objetivos personales por sobre la lealtad al grupo, o si posee una intensa socialización en detrimento
de la autonomía de sus miembros. Puede ser definida como “el grado en el cual los individuos
prefieren actuar como individuos en lugar de actuar como miembros de un grupo.” (Farías Nazel,
2007, p. 91).

Las sociedades con un bajo IDV tienden a mostrar un alto interés grupal y una fuerte ligazón
emocional entre los miembros del grupo.

Masculinidad (MAS): los valores como asertividad, desempeño, éxito y competencia están
asociados al rol masculino, y es por ello que sostiene que una sociedad con un alto nivel de
masculinidad estará más orientada al logro, la riqueza y la ambición. En contraposición a estos
valores, se encuentran aquellos asociados al rol femenino, que giran en torno al servicio, la
solidaridad, la calidad de vida y la valoración de las personas por sobre los objetivos.
Una sociedad más“masculina” (alto MAS) otorga mayor énfasis a la riqueza, al éxito, a la ambición,
a las cosas materiales y a los logros, mientras que una sociedad más “femenina” (bajo MAS) otorga
mayor valor a la gente, a ayudar a otros, a preservar el medio ambiente y a la igualdad.

Orientación a largo plazo (LTO): “Se define como el grado en el cual los miembros de la
sociedad aceptan postergar la gratificación de sus necesidades materiales, sociales y emocionales.”
Las sociedades con índice de orientación a largo plazo pueden esperar, “apuestan” al futuro, se
comprometen a largo plazo y valoran este tipo de compromisos sociales. Esta característica puede
volverlas un tanto rígidas frente a los cambios, por lo que presentan algunas dificultades para
adaptarse a ellos.

Últimas consideraciones sobre las dimensiones de la cultura

Los cambios económicos, políticos, sociales y hasta los fenómenos naturales impactan de manera
directa sobre la cultura nacional, y provocan cambios en sus dimensiones. Las características
culturales de una nación varían en función de estas transformaciones y, por ende, las diferencias o
distancias culturales entre naciones también son pasibles de modificaciones

CAMPO SOCIAL:

Estructuras sociales externas: estructura. Bourdieu la define como el “conjunto de las posiciones
que ocupan los agentes sociales y las relaciones entre esas posiciones.”
Ahora bien, ¿por qué decimos que son externas? Según Bourdieu, las estructuras preexisten a los
agentes sociales, son independientes de su voluntad y conciencia, y por ende, existen externamente
a cada uno de ellos.
.
La posición dominante es la que ocupan aquellos que no solo poseen capital considerado valioso
(en el caso del campo social, estaremos hablando de capital económico), sino que, además, poseen
los medios de producción de esos bienes. Los dominados son aquellos que no poseen capital o lo
poseen en menor medida. La categoría o posición denominada dominantes/dominados está ocupada,
según Von Sprecher (2007), por los intelectuales, quienes poseen y producen capital cultural.

Existe una “homología estructural” en las relaciones entre posiciones. Una homología, afirma este
autor, es “una relación que se da entre dos elementos que tienen algo igual, y al mismo tiempo, algo
diferente.”

.
Resumiendo, el estructuralismo de Bourdieu está dado por la existencia de estructuras externas,
cuya existencia es independiente del agente social. Allí se ponen en juego diversos tipos de
capitales, cuya posesión y producción determinan las posiciones en las que los agentes o los campos
particulares se encuentran. Las relaciones que es posible establecer en estas estructuras son de
dominación o de lucha contra la desigualdad. En este punto, resulta determinante la posición
ocupada por los intelectuales, que son capaces de reproducir y consolidar la dominación, o
promover el cambio social siendo voceros de las luchas simbólicas de los dominados.

Los principales capitales:

Capitales sustantivos: los capitales como un conjunto de bienes que se pueden producir, acumular,
distribuir, evaluar, consumir, invertir y perder.
Es posible distinguir cinco capitales, “dos sustantivos y tres adjetivos: económico, cultural,
simbólico, social y familiar, respectivamente.”

Capital económico: es poseer bienes, tanto materiales como monetarios y/o financieros, pero,
fundamentalmente, es “cualitativamente más valioso” poseer la capacidad de producir estos biene

El capital económico suele estar asociado a las posiciones de dominación en el espacio social
general. Quien posee este tipo de capital suele acomodarse en lo más alto de la pirámide y acumular
poder sobre los otros agentes sociales

Capital cultural:

INTERIORIZADO: Aquel conocimiento que ha sido incorporado y forma parte de nuestro


bagaje. Von Sprecher (2013) afirma que está “hecho cuerpo”, ya que solo es posible mostrarlo a
través del discurso de los agentes sociales porque se encuentra “guardado en el cerebro”.

OBJETIVADO: Son los objetos que indican la posesión del capital cultural o del conocimiento
(bibliotecas repletas de libros, repisas llenas de CD de música clásica, cuadros de artistas
reconocidos, enciclopedias). Es el capital cultural “hecho cosas” o, al menos, la representación
física de ese capital, ya que el hecho de tener cientos de libros no significa poseer el conocimiento.
INSTITUCIONALIZADO: Esta forma del capital es aquella en la que un tercero (institución,
organización, organismo o una persona) da cuenta de la posesión del capital. Si bien tampoco
garantizan la existencia del conocimiento interiorizado, existe un “otro” que avala y certifica la
posesión del capital cultural o del conocimiento. En este grupo se encuentran los títulos
universitarios, las certificaciones de cursos o exámenes de idioma

Capitales adjetivados:

Capital simbólico: “es un plus que se le agrega a cualquier otro tipo de capital e implica que el
capital al que se ha añadido es reconocido como legítimo.”
Este plus legitima la posesión de un determinado tipo de capital y lo vuelve valioso y, por ende,
otorga poder a quien lo posee. El capital simbólico les reconoce a los agentes sociales, a través de
mecanismos formales o informales de consagración, la posesión legítima de bienes.

Capital familiar: Este tipo de capital podríamos definirlo como “heredado.

Capital social: “El capital social es el resultado del conjunto estable de relaciones que mantenemos
con quienes ocupan otras posiciones y que podemos hacer valor como una carta, como una fuerza,
como un recurso.”
Este tipo de capital también puede ser “heredado”, en el sentido de ser facilitado por el capital
familiar. Pertenecer a determinadas familias nos ubica en algunos círculos que nos permiten acceder
al poder que otorga el capital.

Estructuras sociales internas

Habitus: Habitus es un sistema de esquemas y principios que orienta nuestra percepción y


apreciación de las prácticas sociales. Se construye, se interioriza a partir de la experiencia sostenida
en una serie de posiciones en el espacio social.
El habitus consiste en una determinada forma de ver, pensar, sentir y hacer.
Es aquello que se vive como natural para cada uno, según la trayectoria en determinadas posiciones
de la estructura. Podría ser definido como una tendencia a actuar de una determinada manera, sin
necesidad de reflexionar. Debido al habitus, nuestras prácticas nos resultan razonables según
nuestras posiciones e intereses.

“Las disposiciones que implica el habitus orientan las prácticas sociales a través de la lógica del
sentido práctico, afectando esas prácticas a las estructuras sociales mismas y reconstituyéndolas.”

Habitus no solo es una estructura construida a lo largo de nuestra trayectoria en el espacio


social, sino que es también estructurante de futuras posiciones y nuevos esquemas de acción.

Habitus y estilo de vida:

Quienes pertenecen a la misma clase social ocupan posiciones similares y por ello tienden a tener
disposiciones similares y tienden a realizar prácticas sociales semejantes. Pero el habitus también
permite apreciar esas prácticas sociales y ubicarlas como de una clase social desde la perspectiva de
otra clase social
El habitus nos permite mirarnos y mirar a otros, reconocernos como iguales o como diferentes en lo
que respecta a las prácticas de un particular estilo de vida, y expresa la posición en la que nos
encontramos en el espacio social a través del gusto.
En definitiva, los gustos y el estilo de vida, según este autor, también son formas de dominación.

Efecto Don Quijote:

Si cambian las condiciones objetivas en las que el habitus fue incorporado y constituido, y el agente
social persiste en la utilización de esas disposiciones para orientar sus prácticas, es posible que se
produzca un desajuste que provoque el sufrimiento del agente social. Lo mismo ocurre si el agente
adquiere nuevas disposiciones y pretende aplicarlas en un contexto cuyas condiciones objetivas no
han variado significativamente (esto le sucede a Don Quijote cuando confunde los molinos de
viento con gigantes).

“los agentes sociales adquieren sus disposiciones -su habitus- en cierto estado objetivo del espacio
social general o de los campos, en un momento sociohistórico concreto.”

Posibles resoluciones del efecto Don Quijote:

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Cambio social y luchas simbólicas: Desde la perspectiva estructuralista, Bourdieu sostiene que
existen en el mundo social estructuras independientes de la conciencia y de la voluntad de los
agentes sociales, y la pertenencia prolongada a determinadas posiciones dentro de esta estructura
otorga a los agentes un conjunto de disposiciones que le permiten orientar sus prácticas sociales.

Según Bourdieu, es posible la transformación desde lo objetivo hacia lo subjetivo y a la inversa. La


estructura social externa cambia cuando cambian los capitales en juego en el espacio social general,
pero es indispensable que se modifiquen los habitus para que estos cambios en la estructura se
sostengan en el tiempo.
El cambio social estructural se da cuando cambian los capitales en juego en el espacio social
general, pero es indispensable que cambien los habitus. Para que el cambio social estructural
se produzca, es indispensable que se modifiquen las estructuras externas e internas.

Las luchas simbólicas promovidas en el seno de los dominados y llevadas adelante por los
intelectuales provocan transformaciones en el espacio social general.

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