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PARASCARIS EQUORUM

Este parásito pertenece a la clase Nematoda, orden Ascaridia, y es un


parásito que se asocia frecuentemente a infecciones en potrillos menores de
un año

1. TAXONOMÍA

Reino: Animalia
Filo: Nematoda
Clase: Cromadorea
Orden: Ascaridida
Familia: Ascarididae
Género: Parascaris
Especies: P. equorum
Nombre binomial
Parascaris equorum

2. DEFINICIÓN

Parascaris equorum es una especie de ascarido que es el gusano redondo


equino. Entre los propietarios de caballos, los parásitos se denominan
coloquialmente "Ascarids". Este es un parásito intestinal helmintos específico
del huésped que puede infectar a caballos, burros y cebras. Los caballos de
hasta seis meses de edad son los más susceptibles a las infecciones.
Después de este tiempo, las tasas de infección comienzan a disminuir y es
muy poco común en caballos de más de doce meses. No puede infectar a
seres humanos ni a otros animales. Es de color amarillo-blanco y las
hembras pueden llegar a medir hasta 15 pulgadas (38 cm) de largo. P.
equorum, que se encuentra en todo el mundo, es uno de los parásitos
equinos más difíciles de matar y requiere dosis mayores de medicamentos
antihelmínticos más potentes que las necesarias para otros parásitos
equinos.

3. MORFOLOGÍA

Los adultos de Parascaris equorum son de gran talla. Los machos alcanzan
unos 28 cm de largo, y las hembras hasta 50 cm. Son de color blanquecino
con aspecto translúcido: parecen espaguetis. Como en otros nematodos, el
cuerpo está cubierto de una cutícula flexible pero bastante resistente. Forma
dos proyecciones aladas características (alas cervicales) en el extremo
anterior. Los gusanos tienen un tubo digestivo con dos aberturas, la boca y el
ano. La boca tiene tres labios típicos bastante grandes.

Una fotografía de Parascaris eqeorum infectando el intestino del burro Equus africanus
asinus (Equidae), gusanos macho (flecha negra) y hembra (flecha blanca).  Figs.  2-9:
Microfotografías que muestran grandes aumentos de: 2-4: El extremo anterior ancho
equipado por un gran labio dorsal (DL), dos labios sublaterales (SL).  5: fila de dientes
triangulares (TE) con extremos puntiagudos. 6: Estrías transversales (TS) de la cutícula del
cuerpo circundante con demarcaciones y estrías claras. 7 y 8: Los extremos posteriores de:
7: Hembra con un extremo cónico. 8: Macho terminado en dos espículas cortas (SP).  9:
papilas masculinas (PA).

También tienen un sistema nervioso pero carecen de órganos excretores y


de sistema circulatorio, es decir, no tienen ni corazón ni vasos sanguíneos.

Los ovarios de las hembras son grandes y se abren al exterior por una
abertura llamada vulva. Los machos tienen una bolsa copulatriz con una sola
espícula para fijarse a la hembra durante la cópula.

Huevos. Los huevos son casi esféricos, de unas 90x100 micras, de color
parduzco. Tienen una membrana gruesa y rugosa y contienen de ordinario
una sola célula (cigoto). Son muy resistentes a la sequía, altas temperaturas
y a la luz solar, y también a muchos desinfectantes químicos. Tienen la
propiedad de ser muy pegajosos y se adhieren a cualquier superficie u objeto
con el que entran en contacto, incluida la piel y el pelaje de las yeguas
madres, así como la vegetación, lo que facilita notablemente la transmisión a
otros animales, especialmente a los potros.

4. CARACTERÍSTICAS

Los vermes de P. equorum son cilíndricos de un tamaño aproximado de 20 a


50 cm., puntiagudos en ambos extremos y poseen una cutícula gruesa,
brillante y de color amarillo-blanquecino. Viven en el intestino delgado y
ponen una gran cantidad de huevos (hasta 50 millones de huevos por día)
con una gruesa cubierta. No son inmediatamente infectantes, siéndolo
cuando en su interior se desarrolla una larva L3. Este proceso requiere de
condiciones de calor y humedad. Su desarrollo se ve limitado sobre los 35ºC
o por debajo de 12 ºC, y requieren una humedad mayor a 85%,
sobreviviendo en el medio ambiente por varios meses (mínimo 10). Cuando
son ingeridos, de los huevos infectantes eclosiona una larva L3 que
rápidamente en el intestino del hospedador migra a través de la pared
intestinal, hacia la vena porta para finalmente ser transportadas al hígado.

Cruzan el sistema venoso hepático y se trasladan al pulmón, pasan a los


bronquios, a la tráquea y a la faringe, donde son deglutidas llegando
nuevamente al intestino, donde maduran. El período de prepatencia es de
11-15 semanas, pero estudios más recientes demuestran que es posible
encontrar huevos de este parásito en heces de potrillos a partir de los 30
días de edad. Las larvas de P. equorum, cuando penetran la pared del
intestino delgado y migran al hígado, causan hemorragias focales hepáticas,
junto con pequeñas lesiones nodulares blanquecinas. Microscópicamente,
estas lesiones se caracterizan por un infiltrado inflamatorio
(predominantemente linfocitos y eosinófilos) alrededor de la tríada portal, lo
que podría llevar a enfermedades hepáticas crónicas en potrillos.
5. CICLO BIOLÓGICO

Tiene un ciclo vital directo, es decir, no intervienen hospedadores


intermediarios. Las hembras adultas ponen huevos en el intestino delgado
del hospedador que se eliminan con las heces. Una sola hembra puede
producir hasta 150'000 huevos al día, y hasta 60 millones en un año. Una vez
fuera del hospedador, dentro de los huevos se desarrollan larvas del estadio
L2 que se hacen infectivas unos 20 a 40 días tras su expulsión con las
heces, en función sobre todo de la temperatura ambiente. Estos huevos
pueden sobrevivir hasta 10 años en el entorno, en regiones de clima
moderado o frío son capaces de sobrevivir el invierno al exterior.

Los caballos se infectan al ingerir huevos embrionados con larvas L2. Las
larvas emergen de los huevos en el intestino, atraviesan la pared intestinal y
comienzan una migración que les lleva por el flujo sanguíneo o linfático hasta
los pulmones, pasando por el hígado. Allí atraviesan la pared alveolar, llegan
a la tráquea, donde mudan a larvas L3. Después continúan la migración
hasta la boca o la apertura esofágica, donde son tragadas. Esta migración
extraintestinal dura de 2 a 3 semanas. Una vez tragadas, las larvas L3 llegan
al intestino delgado y mudan dos veces hasta completar el desarrollo a
adultos. Después copulan y las hembras empiezan a desovar. La vida adulta
en el intestino dura unos 12 meses.

El periodo de prepatencia (tiempo entre la infección y la expulsión de los


primeros huevos) es de 6 a 12 semanas.

6. SIGNOS CLÍNICOS

Parascaris equorum puede ser muy dañino para caballos jóvenes. Estos
animales jóvenes son especialmente susceptibles durante los primeros 6
meses tras el parto, pero la enfermedad puede manifestarse en potros de
hasta 2 años de edad.

En caballos adultos las infecciones no son dañinas o sólo de modo benigno,


sin síntomas clínicos. Pero permanecen infectados y siguen produciendo
huevos que infestan su entorno.

La migración a través de los pulmones puede producir tos, fiebre, dificultad


respiratoria (disnea), pérdida de apetito y perturbación del desarrollo. Un
síntoma típico es el olor a cloroformo del aire exhalado. También pueden
darse infecciones secundarias por donde pasan las larvas migratorias. En el
intestino infecciones graves pueden producir enteritis caracterizada por
diarrea, cólico y pérdida de apetito. También puede darse obstrucción del
conducto biliar y del intestino. La perforación del intestino con peritonitis es
también posible, a menudo con desarrollo fatal.

El diagnóstico se basa en la identificación de huevos típicos en las heces tras


examen coprológico. Pero sólo cuando los gusanos adultos han empezado
ya a desovar en el intestino, no si sólo han alcanzado los pulmones, es decir,
puede haber falsos negativos.

Epidemiología. La única vía de transmisión es a través de la ingesta de


huevos larvados. Existen pocos productos químicos capaces de destruir los
estadios infectantes en el medio ambiente, siendo éstos muy resistentes al
frío, aunque sobreviven mejor en ambientes frescos y húmedos. Se han
descrito períodos de supervivencia de hasta 5 años. La infección ocurre
cuando los animales se encuentran hacinados y se emplean los mismos
prados un año tras otro, o si no se limpian correctamente las instalaciones
con las que los equinos tienen contacto. La inmunidad contra P. equorum
empieza a desarrollarse a los 6 meses de edad y caballos de sobre 4 años
rara vez presentan estos nematodos en condiciones normales. Esta
parasitosis adquiere menos importancia con el aumento de la edad y es poco
relevante clínicamente en caballos sobre los 2 años debido a que se
desarrolla una fuerte inmunidad antes del primer año de edad, sin embargo,
no se debe descartar su presencia en caballos adultos. En un estudio
realizado, la prevalencia de P. equorum fue de 22,4% del total de potrillos
evaluados, con edades de entre 30 y 223 días.

Diagnóstico. Los huevos de ascáridos pueden ser detectados por técnicas


cuantitativas o cualitativas como la técnica de flotación o de sedimentación-
flotación. Los huevos de P. equorum son de color marrón y poseen paredes
gruesas con una superficie externa recubierta de depresiones. Los recuentos
de huevos en heces por encima de 1000 h.p.g. se consideran indicativos de
una infección parasitaria. Postmortem se pueden identificar larvas en el tejido
pulmonar macerado mediante la técnica de Baermann, u observarse
microscópicamente en raspados de moco bronquial, siendo esta técnica la
menos utilizada.

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