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El campo de acción de la criminalista es pues el proceso fáctico material del hecho, primera
y vital etapa de conocimientos para el abogado, el Ministerio Público y para el juez, pues
repitiendo las palabras exactas y completamente las circunstancias materiales del evento, el
Ministerio Público, los jueces y los abogados están en posibilidad de conocer la verdad
histórica de los hechos y de administrar una sana justicia.
El delito, denominado así el hecho que por su gravedad conmueve las bases de la sociedad, es
un hecho susceptible de análisis, de investigación, de conocimiento, y tiene que estudiarse en
su aspecto material causal y en su aspecto de valor.
Dejando la valoración a la ciencia del derecho penal, a la que corresponde estudiar la defensa
de los bienes jurídicos establecidos por la sociedad y determinar la índole antijurídica y
culpable del hecho, su estudio se limita a las ciencias que indaga el por qué para determinar
entre ellas el campo que corresponde a la Criminalística, en comparación y en relación con
las demás ciencias que en distintos aspectos, se preocupan del mismo problema.
Entre las ciencias que estudian el por qué del hecho delictuoso, se distinguen claramente dos
grupos: aquellas que estudian las causas mediatas, intrínsecas o motivos del delito, y aquellas
que estudian los hechos concretos, inmediatos y extrínsecos que, como exteriorización de las
primeras o como concreción de una conducta delictiva provocan causan y constituyen el
cuerpo físico del hecho delictuoso. El proceso natural causal del delito está pues cubierto por
dos grupos de disciplinas científicas y ciencias: aquellas que se ocupan del estudio causal
intrínseco y aquellas que se ocupan del estudio formal extrínseco o materialización del hecho
delictivo.
Estas son ramas de la medicina general que ayudan en el esclarecimiento de los hechos punibles.
1)JUDICIAL:
2)PROFESIONAL:
3) SOCIAL:
Importancia:
La importancia de la Medicina Legal sobrepasa los intereses individuales para abordar a los
intereses de la sociedad.
“La medicina forense, no se propone curar, y puede, sin embargo, estudiar un problema de
terapéutica; no es la cirugía, ni la obstetricia, ni clínica; no la física, ni la química y aplica, no
obstante, todas o algunas de ellas ante un caso concreto, para establecer premisas y fundar
conclusiones específicas, amoldándose para ello a un sistema, siguiendo una pauta,
estructuradas en tal forma que permitan formular una resolución expresada en términos
técnicos.”
En el terreno civil, la Medicina Legal, aplica la Psiquiatría Médico Legal, para intentar
estimar la capacidad mental en los casos herencia, administración de bienes y validez de
diversas actividades de la persona en su vida en la sociedad.
Es función del Médico Legista asesorar al jurista para la correcta formulación de la norma
relacionada con los conocimientos médicos y la aplicación correcta de dichas normas.
Es función del Médico Legista asesorar al jurista para la correcta formulación de la norma
relacionada con los conocimientos médicos y la aplicación correcta de dichas normas.
El estudio criminalístico del proceso fáctico es una función de conocimiento sobre la cual se
edifica toda tarea criminológica y penal.
En la práctica profesional diaria, no es suficiente alegar que se ha cometido un delito y acusar
por sospechas a un individuo; es preciso probar, con ayuda de todos los medios científicos,
cómo, dónde, cuándo y quién lo realizó, para que el Ministerio Público acuse y el juez pueda
valorar el hecho de acuerdo con la ley y dictar sentencia, recordando que el fin de todo
proceso judicial es llegar a ésta.
2. - El juez tiene que proceder al enjuiciamiento valorativo del hecho, para tener la certeza de
que algo es, sabiendo qué cosa es; esto quiere decir que, en primer término, y después de
haber visto, tiene que determinar su significación para el Derecho.
El saber manejar estas dos etapas del juicio en la defensa y en la acusación debe ser la
preocupación fundamental de cualquier abogado.
La Criminalística, llamada con justicia "La enciclopedia del peritaje", es la que busca y
proporciona las pruebas en la primera etapa. La que establece el proceso fáctico en relación
con la existencia del hecho, las circunstancias que lo rodean y la identificación de las
personas responsables; por ello repetimos que para afrontar la primera tarea, la del
conocimiento material del hecho; en todas sus circunstancias y accidentes, tanto el Ministerio
Público como el juez deben dominar el campo de la Criminalística.
En consecuencia si el abogado y el juez han de analizar el proceso material del hecho, para
apreciar y valorar sus circunstancias, es preciso que conozcan en forma clara los
fundamentos, sistemas y alcances de la Criminalística. Porque es evidente que el
establecimiento del proceso fáctico del hecho o suceso de la vida real que ha lesionado al
parecer el bien jurídicamente protegido, carecería de toda certeza y todo valor probatorio si
quien lleva a cabo esta tarea desconoce o desprecia la Criminalística.
Se dirá que las leyes procesales dan criterios al juez y le imponen la realización de diligencias
para este objeto. Pero hay que reconocer, con perdón de los legisladores que aprobaron la
norma jurídica, que tales normas y previsiones legales son, en parte, producto de un sublime
empirismo poco menos que reñido con el desarrollo de las ciencias en nuestra época. Y por
qué no decirlo de una vez, ni aún en aquellos países en los que el legislador haya actuado con
criterio científico moderno, empapado y compenetrado de los últimos adelantos de la ciencia,
podrá jamás el texto de la ley procesal penal especificar en forma exhaustiva la conducta que
ha de seguir el juez en cada caso para llegar al esclarecimiento de los hechos.