Vocación para la libertad: el caso Moisés

Cuando hablamos de la Teología de la Liberación, el enfoque principal estará basado

en un relato muy conocido que habla de la vocación de Moisés. En Éx 3,1-4,18 aparece
una de las más famosas narrativas de las vocaciones de la Biblia hebrea. ¿Quién no
recuerda las imágenes al leer de la zarza ardiente que no se consume, y de Moisés,
que al acercarse al monte se descalza por hallarse en un lugar santo? Y con ello, las
palabras de Yahvé: “Yo he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto” (Éx 3,7).
Este es el llamamiento de Moisés como una figura libertadora.

Sin duda alguna el relato de Moisés en cuanto a un llamado libertador no es el único en

el A.T (esta el llamado de: Gedeón, Saul, etc.) y de hecho mucho de estos relatos
comparten rasgos similares, hay divergencias que son importante notar en cada uno de
ellas, por que dependen del contexto natural de las circunstancias expuestas con cada
uno de ellos personajes. Cabe mencionar que, aunque estos personajes fungen como
libertadores, Moisés aparece como una figura de libertador, pero también de profeta, y
estos son inseparables porque Moisés es superior a estos.

¿En qué sentido es superior? se ve cuando apreciamos el punto a donde quiere llevar
el relato que antecede a Éxodo 3-4.
1. El Dios que se muestra a Moisés de manera expresa se idéntica con la tríada
patriarcal: “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el
Dios de Jacob” (Éx 3,6). Tanto Moisés mismo como la generación del éxodo se hallan en
la línea directa con las familias patriarcales, los cuales vivieron como extranjeros en la tierra
de Canaán. Para esta etapa de la transmisión, los patriarcas y las tradiciones del éxodo
forman una unidad.
2. El relato de la vocación de Moisés abarca la totalidad de la historia inicial de
Israel desde los patriarcas hasta la conquista de la tierra.

Si retrocedemos al relato de vocación de Moisés en Éx 3-4 descubrimos que Moisés no

es sólo aquel que una vez habría liberado a Israel de Egipto, sino que él es la figura en
la que se refleja todo acontecimiento que condujo a Israel a la liberación: la liberación
del nuevo faraón Salomón, la liberación del imperio asirio, la liberación del cautiverio
babilónico.
En el relato de la vocación de Éx 3-4 es Moisés un pastor que atiende a su rebaño, es
llamado como libertador, pero ya hemos visto que en su vocación se han introducido
elementos de vocación profética. Moisés es libertador y profeta, pero Moisés es mucho
más que esto.

Moisés como profeta. Moisés reúne rasgos de profeta, de intercesor, de hombre de

Dios y algunas cosas menos llamativas como, por ejemplo, la de fundador del culto.
Durante la permanencia de Israel en el monte Sinaí Moisés transmitió detalladamente
la voluntad de Dios en la Figura de la Torá. Y el último día de su vida mantuvo el
discurso del Deuteronomio desglosando los mandamientos de Dios.

La figura de Moisés es única e incomparable. Como legislador es totalmente único,

aunque también era mayor que todos los profetas y hombres de Dios. Pero hay una
función que no realiza: la de rey. Esta declaración contiene dos aspectos que están
estrechamente conectados. Por un lado se dice: “Moisés nunca fue ‘competidor’ del
Dios Yahvé o de su gobierno divino”.

Moisés no solo no actúa como opositor de Dios o en lugar suyo, sino que tampoco será
soberano de Israel. Moisés tenía una autoridad enorme como legis- lador, profeta y
dirigente, pero siempre bajo la autoridad de Dios. Para Israel Moisés no es un
gobernante, sino un libertador. Su autoridad la usa para sacar a su pueblo de la
esclavitud egipcia, comunicarle la voluntad divina y darle la ley que le permitiera llevar
una vida en libertad.

Conclusiones.

El relato de la vocacion de Moises lo preseneta en dos funciones diferentes y al mismo

tiempo conecectadas, ya que el proposito de Jehova al llamarlo era presentar un figura
simbolica de lo que seria la venida de Jesucristo, y es claro entender que no podemos
comparar el uno con el otro en lo niveles de impacto en la humanidad.

Moises funge como un libertador en el que sigue la linea de una promesa hecha a
Abraham de darles una tierra prepararda para su descendecia, y aun que las
generaciones pasaron en lo que llamamos era de los patriarca, Moises alcanza un
nivel a la altura de cada uno de ellos, péro fungiendo este llamamiento como libertador
y colocando a la nacion a un paso de entrar a recibir esta promesa. Es por eso que
Moises es superio a cualquiera de los Libertadores nombrado en el A.T, ya que el fue el
precursor del cumplimiento de la promesa de una tierra prometida para su pueblo. Saul,
Gedeon etc. Fueron libertadores, pero ya estaba cumplida esta promesa en Moises.

La figura de Moisés es única e incomparable. Él es el legislador totalmente único de

Israel, también es mayor que todos los profetas y hombres de Dios. Este hombre “hablo
cara cara con Dios, y no solo eso, sino que además le fue revelado algo que trascendió
no solo a su época, sino que ha servido para toda la humanidad. No hacemos menos a
profetas que trasmitieron un mensaje de parte de Jehová, simplemente vemos que este
hombre fue símbolo de lo que seria revelado en el cumplimiento de la ley en Jesucristo.

Lo que mas me impacta es la función que no despeño, la de rey o gobernador. Leemos

de él que en ningún momento se presenta como superior, como la autoridad suprema.
Leemos que el se presenta delante de faraón como el mensajero del eterno Dios, como
el instrumento de Supremo Dios, y aunque pudo fungir como rey, no podía usurpar el
lugar que correspondía solamente a Jesucristo.
(JUDAS 9) "NI SIQUIERA EL ARCÁNGEL MIGUEL, CUANDO ARGUMENTABA CON
EL DIABLO DISPUTÁNDOLE EL CUERPO DE MOISÉS, SE ATREVIÓ A
PRONUNCIAR CONTRA ÉL UN JUICIO DE MALDICIÓN, SINO QUE DIJO: «¡QUE EL
SEÑOR TE REPRENDA!"
(DEUTERONOMIO 34:5-6) "ALLÍ EN MOAB MURIÓ MOISÉS, SIERVO DEL SEÑOR,
TAL COMO EL SEÑOR SE LO HABÍA DICHO. 6 Y FUE SEPULTADO EN MOAB, EN
EL VALLE QUE ESTÁ FRENTE A BET PEOR, PERO HASTA LA FECHA NADIE SABE
DÓNDE ESTÁ SU SEPULTURA"