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INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA
CASO 1:
R/
CASO 2:
JEISON URIBE le compra a FARINA DURCAL una finca ganadera de 30
hectáreas dentro de las cuales éste había construido un camino carreteable con
dos puentes internos que permitían el cruce de dos riachuelos. Con el permiso de
FARINA algunos vecinos de dos predios de la zona utilizaban parte del carreteable
para transitar algunas veces, aunque tenían carretera principal, pero era mayor la
distancia. JEISON luego de la compra dispuso trazar el camino carreteable de la
finca a otro sector de la misma por razones de comodidad para desplazarse
internamente en ella, trasladando los puentes internos a otro lugar del nuevo
camino. Los vecinos al verse afectados decidieron quejarse ante el alcalde del
municipio, señalándole que ese camino es del estado y un bien de uso público,
ante lo cual el alcalde intenta acciones para evitar que JEISON URIBE traslade los
puentes y deje intransitable el carreteable.
Pero vemos que el alcalde está actuando de manera errónea ya que JEISON
URIBE lo respalda el Artículo 676 del Código Civil Colombiano el cual nos habla
sobre las obras de los particulares y específicamente nos ilustra sobre los puentes
y caminos construidos a expensas de personas particulares que en el ejemplo fue
construido en el predio del señor JEISON URIBE, nos aclara también que estos
caminos o puentes no son bienes de la unión, ya que aunque la antigua
propietaria del predio la señora FARINA DURCAL, permitió su uso y goce a estos
habitantes circunvecinos no quiere decir que haga parte de los bienes de la unión.
También nos hace una aclaración este articulo diciendo que Lo mismo se extiende
a cualesquiera otras construcciones hechas a expensas de particulares y en sus
tierras, aun cuando su uso sea público, por permiso del dueño.
ARTICULO 676. Los puentes y caminos construidos a expensas de personas
particulares, en tierras que les pertenecen, no son bienes de la Unión, aunque los
dueños permitan su uso y goce a todos los habitantes de un territorio. Lo mismo
se extiende a cualesquiera otras construcciones hechas a expensas de
particulares y en sus tierras, aun cuando su uso sea público, por permiso del
dueño.
En este caso preciso que las demás personas y vecinos utilizaban el camino con
el fin de ahorrar tiempo en el recorrido, teniendo en cuenta que esto nada influye,
solo sería un distractor, Toda vez que ellos ya tienen una vía construida por parte
del municipio para el uso de la comunidad.
DOCUMENTO LECTURA SUGERIDA PARA CASOS 1 Y 2
Así, a través del Decreto 85 del pasado 1º de marzo, el alcalde Mayor de Bogotá,
Enrique Peñalosa, delegó la facultad, anteriormente mencionada, en los
secretarios de despacho, directores de departamentos administrativos y de
unidades administrativas, gerentes, presidentes y directores de establecimientos
públicos, de empresas industriales y comerciales del Estado, sociedades de
economía mixta, sociedades entre entidades públicas, empresas de servicios
públicos domiciliarios (incluidas oficiales y mixtas) y empresas sociales del Estado.
En otras palabras, serán dichos funcionarios quienes decidan sobre la
enajenación de los bienes inmuebles fiscales que sean de propiedad de las
entidades y organismos bajo su dirección y representación y que no sean
necesarios para su funcionamiento administrativo, previo estudio y sustentación
jurídica y técnica que fundamenten dicha enajenación.
El decreto precisa que, tratándose de la enajenación de bienes inmuebles de
propiedad de las empresas sociales del Estado, deberá contarse con concepto de
viabilidad expedido por la Secretaría de Salud.
Vale la pena recordar que el Consejo de Estado ha fijado claramente la diferencia
entre los bienes de uso público y los bienes fiscales. Los primeros son aquellos
que se encuentran bajo el cuidado del Estado, pero con acceso a todos los
ciudadanos, y sin posibilidad de ser adquiridos a través de modo alguno; los
segundos, en contraste, son bienes comerciables que, por esa razón, son
susceptibles de ser apropiados por sujetos de derecho público o por particulares,
con empleo de los modos de adquisición que sean autorizados en el ordenamiento
jurídico.
(Alcaldía de Bogotá, Decreto 85, 02/03/2017 )