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Sistema General de Seguridad Social

Administración en Salud Ocupacional

Reseña Crítica

Valentina Rincón Rivera

ID 639776

Karen Eliana Melchor Soto

ID 629968

Daniela Alejandra Usma Ruales

ID 631037

Docente

Marcela María Díaz Uribe

7 de Junio 2018
Introducción

La Corte Constitucional emitió la sentencia de tutela T-760 de 2008 (M.P. Manuel José Cepeda)
que pretende arreglar todas las aflicciones que se presentan con una ausencia de legalidad (omisión
legislativa) y de política pública que haga frente a la protección del derecho a la salud de los
Colombianos (art.49 C.N). Dicho derecho que había sido protegido por conexidad desde la
sentencia T-406de 1992 con relación al derecho a la vida y al mínimo vital, ha sido utilizado
masivamente; pues se estima que las 280.000 tutelas que se presentan al año90.000 de ellas, tienen
que ver con el derecho a la salud, para ordenar a las EPS que suministren los medicamentos,
tratamientos y operaciones contempladas en los Planes Obligatorio de Salud (POS) existentes,
dependiendo si es afiliado por régimen contributivo y subsidiado. Además la tutela ha sido el
único mecanismo con que cuentan los ciudadanos para solicitar medicamentos, operaciones y
tratamientos no contemplados en los POS cuando se trata de enfermedades catastróficas, cuando se
afecta la vida, la dignidad, la imagen entre otras situaciones concretas.
Antecedentes

La sentencia T-760/08 se refiere al derecho a la salud, al que cataloga como derecho fundamental,
a diferencia de cuando se le dio tal connotación por conexidad con el derecho a la vida y a la
integridad personal; y en forma concreta al acceso a los servicios de salud que se requieren con
necesidad. Dicha sentencia es producto de los múltiples fallos de tutela sometidos a la revisión de
la Corte Constitucional, en donde esta ha encontrado que la mayoría de las acciones de tutela
interpuestas, se refieren o versan sobre el derecho a la salud y que la mayoría de estas tiene que ver
con el acceso a servicios de salud incluidos en los planes obligatorios de salud; y que pese a las
órdenes emitidas en ellas con miras a garantizar la protección de este derecho, no han sido
cumplidas por los órganos encargados de la regulación del sistema. Se buscó en ella entonces,
encontrar el tipo de problemas que han llevado a los tutelantes a tener que acudir a la justicia
constitucional para buscar la protección de sus derechos e identificó dos tipos de problemas
jurídicos referidos al acceso a los servicios de salud que se requieren: El primero se refiere a los
casos concretos, para a partir de estos, encontrar un segundo problema de carácter general, grave y
recurrente en el sistema de protección del derecho a la salud, acerca de los cuales señala las fallas
de las que adolece y la obligación de adoptar medidas por parte de todos los órganos que
componen el sistema, para lo cual emite órdenes concretas y perentorias en tal sentido, intentando
realizar las políticas públicas que tanto el Estado como los que actúan en su nombre, se han venido
negando sistemáticamente a implementar y cumplir, con el fin de lograr la protección efectiva del
derecho fundamental a la salud con fundamento en la primacía de los postulados constitucionales.

 
 El derecho fundamental a la salud.

Califica el derecho a la salud como un derecho fundamental autónomo, así sea calificado como un
derecho social y además tenga una importante dimensión prestacional, porque está en conexidad
con el derecho a la integridad personal y a la dignidad humana, inherentes a la persona humana y
por lo tanto se convierte en un derecho subjetivo, que se traduce en la exigibilidad de la prestación
o el servicio de salud requerido. La salud, la define como “un estado completo de bienestar físico,
mental y social”, dentro nivel más alto posible de salud para una persona, indispensable para el
ejercicio de los demás derechos humanos. El concepto de dignidad humana, conforme a la
jurisprudencia reiterada de la corporación guarda relación con la “libertad de elección de un plan
de vida concreto en el marco de las relaciones sociales en las que el individuo se desarrolle” y
“con la posibilidad real y efectiva de gozar de ciertos bienes y de ciertos servicios que le permitan
a todo ser humano funcionar en la sociedad según sus especiales condiciones y calidades bajo la
óptica de la inclusión y de la posibilidad de desarrollar un papel activo dentro de la sociedad”.
Señala que el derecho a la salud está delimitado por la dogmática constitucional, que reconocer los
contenidos garantizados a las personas en virtud del mismo, por lo cual el ámbito de protección no
está delimitado por el plan obligatorio de salud; puede entonces existir un servicio no incluido en
el plan obligatorio de salud pero que se requiere con necesidad y compromete en forma grave la
integridad personal y la dignidad de la persona, máxime cuando hay sujetos de especial protección.
En consecuencia, el acceso a un servicio de salud que se requiera, contemplado en los planes
obligatorios y un servicio de salud que se requiera y no esté incluido en ellos, constituyen un
derecho fundamental autónomo, por lo cual su negación es una violación del derecho fundamental
a la salud, que da lugar a exigir la prestación del servicio mediante la acción de tutela. El derecho a
la salud como derecho fundamental debe ser garantizado a todos los seres humanos igualmente
dignos porque es un mandato constitucional que irradia del ejercicio del poder público y determina
una de las funciones del Estado Social de Derecho, y no hacerlo, conduce a que se presente un
déficit de protección constitucionalmente inadmisible. El ser considerado el derecho a la salud
como un derecho fundamental, tiene grandes implicaciones por lo que ello significa, en la medida
en que se debe garantizar su protección, lo que se traduce en el acceso a los servicios de salud a
que se tiene derecho y que se requieren, especialmente en lo que respecta a las fallas en la
regulación de su sistema de protección, fallas que en un momento determinado se convierten en
barreras y obstáculos para acceder a los servicios de salud que requieren los usuarios. Igualmente
se considera que el derecho a la salud no es absoluto y que por ello tengan que ser tutelables todos
sus aspectos, puede ser limitado pero conforme a los criterios de razonabilidad y proporcionalidad
que ha señalado la jurisprudencia en forma reiterada, porque además es un derecho complejo que
protege múltiples aspectos de la vida humana, lo que implica que la plena garantía del goce
efectivo del mismo esté supeditada en parte a los recursos materiales e institucionales disponibles.
En esta medida, el plan de beneficios no es infinito y se puede circunscribir a cubrir las
necesidades y las prioridades de salud determinadas por los órganos competentes, para asignar de
manera eficiente los escasos recursos disponibles. Por ello, en aplicación de los principios de
equidad, solidaridad, subsidiariedad y eficiencia, le corresponde al Estado y a los particulares que
obran en su nombre, diseñar estrategias y establecer cuáles son las acciones y medidas necesarias
para que se garantice el derecho a la salud, especialmente de los más necesitados, que carecen por
lo general de los medios indispensables para hacer viable la realización de sus propios proyectos
de vida en condiciones de dignidad. 

El acceso a los servicios de salud.

Sobre este punto se señala que el derecho fundamental a la salud comprende entre otros, el
derecho a acceder a los servicios de manera oportuna, eficaz y con calidad; indica el alcance y
contenido de este derecho de acceso a la salud, a la luz de la jurisprudencia constitucional
resaltando las regla aplicables a los casos revisados. También destaca los casos en que el juez
constitucional ha tenido que enfrentar algunos casos de los mayores obstáculos y barreras
existentes y persistentes en el sistema, para acceder a los servicios de salud. Indica la Corte en la
decisión, que a través de los casos acumulados y los problemas concretos en cada uno de los fallos
de tutela objeto de revisión, encontró dos clases de problemas en los que se alega la violación del
derecho a la salud por cuanto se obstaculiza el acceso a los servicios requeridos, llegando a través
de estos a problemas de carácter general en el acceso a los servicios requeridos, graves y
recurrentes, frente a los cuales consideró debían tomarse medidas e impartirse órdenes perentorias
necesarias para poder superar las deficiencias que presenta el sistema.

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