Celdas biofotovoltaicas

La explosión poblacional combinada con un rápido consumo de reservas limitadas de

petróleo está contribuyendo al aumento del CO 2 atmosférico, lo que resulta en el
calentamiento global. Por lo tanto, tanto la demanda de energía como las consecuencias
ecológicas han obligado a buscar sustitutos para los combustibles fósiles y apostar por
energías alternativas sostenibles (De Caprariis et al., 2014).

En años recientes diferentes países, han iniciado procesos de transición energética

adoptando objetivos ambiciosos para avanzar hacia una economía con bajas emisiones de
carbono y mercados energéticos plenamente integrados.

Actualmente el sistema energético mexicano está basado principalmente en combustibles

fósiles que generan enormes cantidades de gases contaminantes y consumen
significativamente otros insumos, como el agua. El uso de fuentes de energía renovables
reduce en gran medida los problemas ambientales ocasionados por las formas
convencionales de generación de energía. En el caso específico de la energía solar, México
es uno de los cinco países con mayor potencial en el mundo. La cantidad de energía solar
promedio que se recibe en el país es de 5 kWh por cada metro cuadrado al día, por lo que
se estima que el potencial solar bruto representa alrededor de 50 veces el total de energía
eléctrica generada en el país (ProMéxico, 2017).

Los precios de la electricidad a partir de la energía solar caen drásticamente año con año
en diferentes economías del mundo, alcanzando en algunos casos precios similares o
inferiores a los precios de la electricidad generada a través de combustibles fósiles.

El uso de la energía solar en el mercado mexicano, en forma de electricidad y calor,

representa grandes oportunidades de reducción de costos y emisiones en los principales
sectores que demandan energía de la economía nacional, como el sector eléctrico,
industrial, residencial y servicios.

Energía solar fotovoltaica

La capacidad solar fotovoltaica fue la tecnología que más creció en 2016, representando
47% de las adiciones totales, seguida de la energía eólica y energía hidráulica.

Actualmente existen celdas solares fabricadas con películas delgadas de materiales

semiconductores colocados en capas sobre un soporte de bajo costo. Las categorías
principales de películas delgadas son: amorfas (a-Si), con eficiencias desde 4% hasta
11.1%; películas delgadas de silicio multiunion (a-Si/μc-Si), con eficiencias de hasta 40%;
celdas de telurio de cadmio (CdTe), con eficiencias de 16.5%, y celdas de cobre-indio-(di)
selenio (CIS) y cobre-indio-galio-di(selenio) (CIGS), con eficiencias de 7% a 19.5%.

Los costos y la cantidad de energía necesaria para la fabricación de paneles fotovoltaicos

se han reducido en tal medida que la inversión se puede recuperar durante los dos
primeros años de uso, mientras que la confiabilidad contra fallas y condiciones climáticas
adversas otorga garantías que exceden los veinte años de vida útil.

Fuente: ProMéxico, 2017

Celdas Biofotovoltaicas
La biofotovoltaica es un campo emergente y de rápido crecimiento de la
bionanotecnología que emplea material biológico, como las cianobacterias y las algas,
para aprovechar la energía solar y convertirla en energía disponible para el ser humano
(Kargul et al., 2017). En este sentido, las celdas biofotovoltaicas se denominan como
sistemas naturales o sistemas basados en procesos naturales que utilizan la fotosíntesis
para convertir la luz solar en energía eléctrica principalmente.

Las algas se están utilizando en el desarrollo de celdas biofotovoltaicas, ya que éstas

tienen un rápido crecimiento y un alto potencial para convertir el CO 2 de la atmósfera en
biomasa y otros productos. En la fotosíntesis se produce una división del agua impulsada
por la luz que libera un par de electrones y genera O 2, y los electrones pueden ser
atrapados para convertirlos en electricidad (Ng et al., 2018).

La resistencia y el bajo costo de las celdas biofotovoltaicas pueden ser de más valor que
eficiencia simple en muchas situaciones: la producción de energía distribuida a pequeña
escala, de 'baja tecnología' es adecuada para los países en desarrollo, donde la
infraestructura energética puede ser deficiente y la demanda de energía por persona es
baja. Estos sistemas también pueden tener beneficios ambientales adicionales como la
desintoxicación concomitante de las aguas residuales y la captura de carbono (Bradley et
al., 2012).

De Caprariis et al, en su estudio registraron una densidad de potencia de 14 μW / m 2,

revelando interesantes potencialidades para las celdas biofotovoltaicas alimentados con
algas unicelulares verdes.

Ventajas Desventajas
Generación de electricidad a través de la Se requiere de una gran cantidad de
fotosíntesis material biológico para generar suficiente
electricidad.
Para implementarse en zonas en la cuales
no existe infraestructura eléctrica
Reducción de CO2
Sostenibles y renovables

Referencias

Bradley, R. W., Bombelli, P., Rowden, S. J. L., & Howe, C. J. (2012). Biological photovoltaics:
intra- and extra-cellular electron transport by cyanobacteria: Figure 1. Biochemical
Society Transactions, 40(6), 1302–1307. https://doi.org/10.1042/BST20120118
De Caprariis, B., P. De Filippis, A. Di Battista, L. Di Palma, and M. S. (2014). Exoelectrogenic
activity of a green microalgae, Chlorella vulgaris, in a bio-photovoltaic cells (BPVs).
Chemical Engineering Transactions, 38, 528–528.
https://doi.org/10.3303/CET1438088
Kargul, J., Bubak, G., & Andryianau, G. (2017). Biophotovoltaic Systems Based on
Photosynthetic Complexes. Reference Module in Chemistry, Molecular Sciences and
Chemical Engineering, 43–63. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-409547-2.13517-6
Ng, F. L., Phang, S. M., Periasamy, V., Beardall, J., Yunus, K., & Fisher, A. C. (2018). Algal
biophotovoltaic (BPV) device for generation of bioelectricity using Synechococcus
elongatus (Cyanophyta). Journal of Applied Phycology, 1–8.
https://doi.org/10.1007/s10811-018-1515-1
ProMéxico, 2017. Industria solar fotovoltaica y foto térmica en México. Ciudad de México.