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Misterios Dolorosos

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En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Credo, Padre Nuestro, 3 Ave María (por la fe, la esperanza, la caridad), Gloria.

Primer Misterio Doloroso. La Agonía de Jesús en el Huerto.

(Lc 22,39-44)
Salió y fue, según su costumbre, al monte de los Olivos. Sus discípulos lo acompañaban.
Cuando llegó al lugar, les dijo: "Orad para no caer en la tentación". Él se apartó de ellos
como un tiro de piedra, se arrodilló y se puso a orar, diciendo: "Padre, si quieres, aleja de
mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya". Y se le apareció un ángel del
cielo reconfortándolo. Entró en agonía, y oraba más intensamente; sudaba como gotas de
sangre, que corrían por el suelo.

01 Padre Nuestro, 10 Ave María (meditando el misterio), Gloria.


Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
María, madre de gracia, madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos madre nuestra

Segundo Misterio Doloroso. La Flagelación del Señor.

Jn 19,1-3
Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle. Los soldados trenzaron una corona de
espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura; y, acercándose a
él, le decían: "Salve, Rey de los judíos". Y le daban bofetadas»

01Padre Nuestro, 10 Ave María (meditando el misterio), Gloria.


Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
María, madre de gracia, madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos
madre nuestra

Tercer Misterio Doloroso. La Coronación de espinas.

(Mt 27, 27-29)


Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron
alrededor de él a toda la cohorte. Lo desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura
y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y en su mano
derecha una caña, y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: "Salve,
Rey de los judíos"».

01Padre Nuestro, 10 Ave María (meditando el misterio), Gloria.


Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
María, madre de gracia, madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos madre nuestra

Cuarto Misterio Doloroso. Jesús con la Cruz a cuestas.

(Mc 15, 21-22)


Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de
Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz. Lo condujeron al lugar del Gólgota, que quiere
decir de la "Calavera"»

01 Padre Nuestro, 10 Ave María (meditando el misterio), Gloria.


Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
María, madre de gracia, madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos madre nuestra
Quinto Misterio Doloroso. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.

(Lc 23, 33-46)


Llegados al lugar llamado "La Calavera", le crucificaron allí a él y a los dos malhechores,
uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: "Padre, perdónales, porque no saben
lo que hacen"... Era ya eso de mediodía cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre
toda la tierra hasta la media tarde. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando
un fuerte grito dijo: "Padre, en tus manos pongo mi espíritu" y, dicho esto, expiró»

01Padre Nuestro, 10 Ave María (meditando el misterio), Gloria.


Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
María, madre de gracia, madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos madre nuestra

Padre Nuestro, Ave María, Gloria por las intenciones del Papa.

ANUNCIO RESPONDER

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.


Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa
intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Salve.
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este
destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen
María!

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

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