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Marta Izquierdo Ortega

Comentario de texto “Medea”

“Medea” es una obra trágica basada en el antiguo mito de Jasón y Medea, escrita por
Eurípides en el 431 a.C aproximádamente. Eurípides fue un poeta griego nacido en
Salamina en el año 480 a.C. que llegó a escribir 70 tragedias de las cuales nos han
llegado 17 entre las que se encuentran Las Troyanas, Hipólito y Electra. Eurípides, que
trabajaba como pintor, vivió el periodo de decadencia de la política ateniense que
conduciría a la terrible guerra del Peloponeso, y eran características sus costumbres
austeras y su aislamiento del resto de la población, por lo que no era muy reconocido por
la gente. A pesar de esto tuvo dos mujeres, de las cuales una le engañó. Por esto se dice
que en sus obras refleja el rencor que le guarda al género femenino. Era gran amigo de
Sócrates, y en sus obras se verá reflejada la cuestión filosófica.

La tragedia, según Aristóteles, es la mimesis de una acción noble, eminente,


trascendente y extraordinaria, que tiene extensión y un verso muy elaborado traducido a
prosa, cuyo objetivo es la catarsis. Estas obras se caracterizan por profundizar en los
aspectos de dolor y sufrimiento, siempre extraídas de un mito heroico, y por ser obras
muy estáticas. En concreto, en las tragedias de Eurípides podemos encontrar varios
elementos muy claros: el realismo burgués, ya que refleja realidades cotidianas de la
época; el uso de la retórica; la filosofía, ya que sus personajes reflexionan
constantemente sobre quién rige el mundo; la recreación en los detalles secundarios, la
innovación del mito, ya que crea un episodio original a partir de un mito antiguo para que
la tragedia sea memorable y la creación de situaciones muy reales y creíbles.

El argumento de esta obra comienza en conflicto, cuando Jasón abandona a su esposa


Medea y a sus hijos para casarse con Glauce, hija de Creonte, rey de Corinto. Entonces,
Medea, que tantos sacrificios hizo por su marido, entra en cólera y decide tomar
venganza. Creonte destierra a ella y a sus hijos de la ciudad, pero esta consigue que le
permitan quedarse un día, y en aparente cordialidad manda a sus hijos con regalos para
la futura novia. En realidad estos regalos están envenenados con magia negra y Glauce,
al ponérselos, muere, al igual que su padre cuando va a ayudarla. Jasón va en busca de
Medea y se encuentra que esta ha matado a sus dos hijos como venganza. Medea
entonces huye en un carro tirado por un dragón.

El tema principal de la obra es la venganza, presente desde el principio de la obra en la


figura de Medea, que ha sido traicionada por Jasón tras haberlo sacrificado todo por él.

Otro de los temas presentes en la obra es la oposición entre amor maternal y la venganza
como mujer, ya que Medea debate constantemente si debe matar o no a sus hijos para
hacer daño a Jasón, que la ha dejado sin nada.

Otro de los grandes temas de la obra es la posición social de la mujer, que en aquella
época jugaba un rol muy diferente al que representa Medea, ya que de ella se espera que
sea sumisa pero es todo lo contrario.

Esta obra no guarda las unidades aristotélicas de espacio y tiempo, ya que se desarrolla
en varias localizaciones (castillo de Creonte, bosque) y en más de un día.

Respecto a la estructura externa, la obra cuenta con un prólogo por la nodriza y el


pedagogo, un párodos, cinco episodios y cinco estásimos y un éxodo final.

La estructura interna de esta obra comienza en desorden, ya que la hamartia ya ha sido


cometida. Lo peculiar de esta obra es que la hamartia se encuentra en Jasón y no en
Medea, personaje principal. Este es otro de los rasgos de Eurípides, que debido a su
ateísmo busca en el hombre las responsabilidades de los infortunios en lugar de en las
divinidades. La hybris se encuentra en Medea en toda la obra, ya que está empecinada
en hacer daño a Jasón, al igual que el pathos, que alcanza el clímax cuando Medea
asesina a sus propios hijos como venganza, haciéndose daño a ella misma también. La
anagnórisis se encuentra cuando Medea descubre que Jasón se ha prometido con
Glauce. La metabolé ocurre cuando Medea es desterrada y lo pierde completamente
todo. El nuevo orden se logra con el asesinato de los niños, ya que Jasón paga por su
error. En esta obra destaca la oposición entre los personajes de Medea y Jasón: al
principio de la obra, Jasón es el personaje triunfador y Medea está hundida, y al final
cambian los roles. Finalmente destaca la figura “Deux ex machina” propia de las obras de
Eurípides, al final de la obra cuando Medea escapa en el carro tirado por un dragón. Este
recurso es utilizado por el autor para resolver un conflicto de forma no realista, entrando
en juego las divinidades.

Esta obra está escrita en prosa, aunque como es propio de las tragedias, esta es muy
elaborada, cerca del verso. Algo característico de este autor es que el lenguaje empleado
es muy cercano al coloquial, nunca vulgar.

Por último, los personajes de esta obra son muy complejos y realistas, cambian y
evolucionan dentro de la misma obra. El autor se centra mucho en la personalidad interna
y las motivaciones de estos, evidente en los largos monólogos en los que estos se
defienden o exculpan.

Medea, el personaje principal, es todo lo contrario al rol de la muejr de su época: mujer


bárbara, fuerte, semi divina y capaz de controlar la magia negra y asesinar a sus propios
hijos como venganza. Su papel de mujer se antepone al de madre y su personalidad es
muy definida.

La complejidad de tramas, personajes, intenciones y acción de esta obra demuestra lo


adelantado que estaba Eurípides a su época. Aunque no tuviese gran éxito entonces, hoy
en día podemos considerarla una tragedia brillante en todos los aspectos. El hecho de
que la protagonista sea una mujer, y aún mejor, una mujer fuerte y autónoma, es algo
totalmente innovador. Comparada con otras tragedias como Agamenón de Esquilo o
Edipo Rey de Sófocles, la lectura de esta obra resulta mucho más amena, y esto es
debido al lenguaje empleado, más cercano al coloquial, a que no es una pieza tan
estática como acostumbran las tragedias, y a que los personajes nos crean mucho más
interés por su complejidad psicológica. En conclusión, es una obra digna de admirar y
aún hoy en día es fuente de inspiración.

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