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CURSO DE ENTRENADOR PROFESIONAL

UEFA PRO

"EL FUTBOL QUE QUISIERA”

Speaker: R.Ulivieri
Candidato: ANDREA PIRLO
Temporada 2019-2020

TRADUCIDO AL ESPAÑOL POR: MARTIN CORS – twitter: @ingeniofutbolAR

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ÍNDICE

Introducción ………………………………………………………………… Pág. 3

Los jugadores ………………………………………………………………. Pág. 3

1. FASE OFENSIVA

1.1 – Iniciación ………………………………………………………………Pág. 5

1.2 – Desarrollo ………………………………………...……………….…Pág. 7

1.3 – Ataque a la línea defensiva ..…………....…………………..Pág. 10

2. FASE DEFENSIVA

2.1 – Pressing ….…..………………………………………………………..Pág. 11

2.2 – Disposición defensiva ..…..….……..…..........................Pág. 13

2.3 – Línea defensiva (bloque) ..…..………...........................Pág. 13

3. TRANSICIONES

3.1 – Transiciones defensivas ….…………………………………….Pág. 14

3.2 – Transiciones ofensivas .………………………………………...Pág. 15

Conclusiones …………………………………..…………………………….Pág. 16

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"Il calcio que vorrei"
“El fútbol que quisiera”
ANDREA PIRLO

INTRODUCCIÓN
La idea fundamental de “mi fútbol” se basa en un juego con determinación, posesión y ataque. Yo quisiera
desarrollar un fútbol total y colectivo, con 11 jugadores activamente comprometidos tanto en la fase
ofensiva como defensiva. Manipulando espacios y tiempo, nuestra ambición es la de dominar ambas
fases. El “juego” debe ser el hilo conductor de mi equipo. Con ello nos referimos a que los principios,
posiciones y las emociones de los jugadores deben estar alineados. Un estilo basado en lo colectivo pero
capaz de realzar fuertemente a las individualidades. Los dos principios fundamentales de mi idea
futbolística están relacionados con la pelota: la queremos y debemos conservarla lo máximo posible hasta
que debamos atacar; y debemos tener una gran ferocidad competitiva para ir a recuperarla
inmediatamente tras perdida.

Los módulos futbolísticos están cambiando su función en el juego moderno. Partimos de una disposición
estática de los jugadores en el campo a la ocupación dinámica de posiciones en función de los principios
del modelo de juego. Una disposición que varía en función de la fase (ofensiva – defensiva) y de los
cambios emocionales que se presenten en cada momento del partido.

Es por eso que buscaremos jugadores técnicos y dinámicos, con particular relevancia en el uno contra uno
para jugadores de bandas. Mediante “tutoriales” pretendemos ayudar a los jugadores a reconocer
determinadas situaciones y adaptarse al contexto, buscamos lograr fluidez.

La definición y la creación del contexto ideal (táctico, técnico, físico y emocional) para que los jugadores
logren su mejor versión, será nuestro mayor desafío. Quisiera también mencionar a quienes me han
inspirado y ayudado a dar forma a mi idea futbolística. Equipos y entrenadores que admire como
espectador; y otros con y contra quienes he tenido la suerte de jugar: FC Barcelona de Cruyff y luego de
Guardiola, Ajax de Van Gaal, AC Milan de Ancelotti y Juventus de Conte entre tantos otros.

LOS JUGADORES
Como veremos a continuación, la definición de los roles está cambiando en el fútbol moderno. Ya no son
las posiciones fijas las que definen las características de los jugadores, sino que son las funciones y tareas
que estos pueden desarrollar en el juego las que le dan su identidad. Es por esto que las características de
los jugadores serán valoradas respecto de las tareas que sean capaces de llevar acabo. Dicho esto, aún
resulta útil describir en general las cualidades de los roles clásicos llevados al fútbol moderno.

• ARQUERO
Sumadas a las clásicas características de este jugador en la defensa de su arco, el arquero moderno no
puede desconocer la defensa del campo fuera de su área y el trabajo de su equipo en posesión de la

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pelota. La cobertura del campo fuera del área es fundamental para defensas que reducen campo
agresivamente. Además, en posesión, el arquero es indefectiblemente un elemento más en la iniciación
de juego y debe ser capaz de identificar la solución más efectiva para progresar, guiando la pelota en esa
dirección y filtrando pases de ser necesario.

• DEFENSORES CENTRALES
Junto con el arquero, el rol del defensor central es el que más ha evolucionado en los últimos 30 años,
tanto en fase defensiva como ofensiva. En sus comienzos, el puesto requería poner el foco exclusivamente
en el oponente directo con intenciones de marcar, luego con la inclusión del área grande surgió la
necesidad de comenzar a leer espacios e interpretar situaciones. Hoy en día el Defensor central no solo
debe mantener estas dos cualidades, sino que debe defender grandes espacios lejos del área grande si es
parte de un equipo ofensivo con adelantamiento de líneas. En posesión, junto con el arquero, los
defensores centrales se convirtieron en los principales direccionadores del juego asumiendo tareas de
lectura de estrategias rivales de bloqueos. Esto hace que el rol esté alcanzando las estadísticas de “pases
claves (key passes en inglés – aquellos que rompen líneas de presión) que otrora tuvieran los
mediocentros, lideres absolutos en este importante departamento.

• DEFENSORES EXTERNOS
El rol del lateral es muy flexible y existen jugadores de las más variadas características en esta posición,
que pueden ser aprovechadas en el fútbol moderno en función del modelo de juego o sistema utilizado
mediante la asignación de diferentes tareas. Aquel que sea más técnico podría ser utilizado como opción
de amplitud en ataque o el más físico como un tercer central a la hora de defender. El técnico, físico y
dinámico puede ser sumado a la línea de volantes interiores en posesión. Es decir, la importancia de estos
jugadores ha crecido tan significativamente que en algunos casos podemos identificarlos como los
mismísimos generadores de juego desde el fondo.

• MEDIOCAMPISTA CENTRAL E INTERNOS


El fútbol de los últimos 20 años con el Milán de Ancelotti, Barcelona de Guardiola y Real Madrid de Zidane,
nos ha demostrado que no es una opción ignorar las necesidades técnicas del mediocampista central.
Luego de un periodo dominado por mediocampistas físicos (1990s), la efectividad de los jugadores
técnicos con amplia visión de juego en el centro del campo ha quedado completamente demostrada.
Lógicamente a estas cualidades se le debe agregar una Buena dosis de movilidad para desarrollar
funciones adicionales como construir juego o llegar al área rival y por sobre todas las cosas un componente
emocional-actitudinal para coordinar la presión colectiva ante la perdida de la pelota.

• MEDIOCAMPISTAS EXTERNOS
Tanto internos como externos, los mediocampistas también tienen un rol de gran flexibilidad. En función
de las características individuales se puede decidir por aislarlos en 1v1 en banda (característica
fundamental en el fútbol de élite para externos) o bien utilizarlos por carriles internos a pierna cambiada.
Entre las características ideales adicionales, las asistencias y los pases filtrados son de gran valor. Además,
en la fase defensiva su agresividad para la recuperación de la pelota tras perdida es de vital importancia.

• DELANTEROS
Los delanteros son habitualmente los más talentosos con cualidades y características muy particulares.
Debemos canalizar y resaltar ese talento dentro del funcionamiento colectivo para obtener lo mejor de
estas individualidades. En mi modelo de juego, el ataque en profundidad (incluso en corto) es un elemento
de mucha importancia y son los delanteros quienes generan los espacios para mediocampistas o

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extremos. En un modelo de juego ofensivo, como el planteado, donde la fase ofensiva acumula un buen
número de jugadores, es vital que los delanteros puedan comunicarse técnica y tácticamente con sus
compañeros para esta creación de espacios.

1. FASE OFENSIVA

1.1 INICIACION
Creemos que una salida limpia es esencial para el subsiguiente desarrollo con éxito de la acción ofensiva.
De esta manera intentaremos iniciar desde el fondo con una construcción basada en conocer el bloqueo
o presión rival. Creemos que hay 3 opciones fundamentales para nuestros jugadores en la iniciación con
posesión de la pelota:

• Conducir.
• Filtrar.
• Incrementar el espacio y tiempo necesario para alguna de las previas mediante a una circulación
efectiva.

Intentaremos superar la presión rival mediante el uso de un vértice (como tercer hombre) para crear lo
que llamamos “la pelota más abierta posible”.

En ZONA 1 entonces buscaremos una superioridad numérica limitada a +1 jugador únicamente de forma
tal de no desperdiciar un jugar más detrás de la línea de la pelota. En esta instancia será de vital
importancia la utilización del arquero ante rivales que hagan una presión estática alta.

Tal lo mencionado anteriormente, el arquero moderno de cualquier categoría (no solo el fútbol de élite)
debe jugar con coraje y en posiciones avanzadas dejando la comodidad del área. Debe ser capaz de
encontrar el pase filtrado (“key pass”) y/o provocar el primer movimiento de presión del rival para
desorganizarlo.

Intentaremos iniciar por carriles internos por varias razones:


• Dificultar el bloqueo (presión en salida) del equipo rival.
• Sacar una pelota más limpia y más difícil de leer por parte del rival. Manteniendo la pelota por el
carril central, la defensa rival no podrá reducir espacios de forma cómoda y deberá estar atenta
a cualquier dirección de la misma.

Mi idea de iniciación es la de progresar de forma compacta superando una línea de presión a la vez y sin
forzar la verticalización o el pase largo. Este principio nos permitirá no perder la estructura y con ello
estar preparados para una potencial transición defensiva de presión tras perdida.

Queremos atacar bien, para defender bien. Intentaremos atacar acumulando jugadores en la zona de la
pelota para poder recuperar rápido o retardar la transición ofensiva del rival mientras nos reorganizamos
defensivamente.

Mediante rotaciones e intercambios queremos una posesión de pelota dinámica capaz de desorganizar al
rival sacándolo de sus posiciones iniciales.

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Nuestro desarrollo ofensivo se dará a dos velocidades: en la iniciación y elaboración será paciente y
preparatorio, mientras que en el último tercio será rápido y directo hacia el gol luego de encontrar el pase
clave (“key pass”) y al hombre libre entre líneas. (Los pases deben ser siempre secos y fuertes).

Es evidente, sin embargo, que el rival determinará en cierta medida nuestras opciones en la fase de
iniciación: a mayor presión y jugadores rivales en nuestro campo, mayor espacio dejarán en el propio para
nuestro ataque.

Partiendo del concepto que la pelota es siempre más rápida que el hombre, queremos construir nuestra
ventaja mediante el movimiento continuo y dinámico de la misma (“Sin prisa, pero sin pausa”), con el
objetivo de generar espacios para progresar. Será esencial que nuestros jugadores no solo rindan
físicamente, sino que sean capaces de entender cuál es la mejor evolución de cada jugada permitida por
el rival.

Los subprincipios más importantes de nuestra iniciación, aunque en general, de nuestra posesión son:

1. Creación de un “rombo de conducción” alrededor del portador de la pelota: apoyo, apoyos


laterales y un vértice (este idealmente detrás de la línea de presión). Independientemente del rol,
los jugadores cercanos a la pelota deben reconstruir continuamente el rombo alrededor de la
pelota. Si uno de los jugadores del rombo se encuentra con una marca muy próxima, este puede
liberar el espacio para que sea ocupado por otro compañero.

2. Creación y ocupación de espacios libres: detrás de las líneas de presión, los jugadores libres
esperan la pelota, continuamente corrigiendo su posición (equidistante del rival directo) y su
perfil; por el contrario, los jugadores con marca deben moverse para crear espacios que puedan
ser ocupados por un compañero y “servidos” en velocidad. Si llega la marca, este compañero
vuelve a iniciar la serie de movimientos para liberar ese espacio.

3. Debemos reconocer los códigos del Partido: si el portador de la pelota no tiene marca y tiene
campo, los compañeros deberán alejarse / desmarcarse para finalizar / atacar la profundidad. Si,
por el contrario, el portador está bajo presión o en dificultad, los compañeros deben acercarse y
asistirlo para continuar con la posesión y avanzar.

4. In our football ("position game") the most important aspect are just the locations. We must
respect the positions of our playing structure by waiting for the ball to arrive from the player and
not the other way around.

Otros subprincipios importantes:

a. Si tengo espacio, conduzco hasta tener oposición (si soy el vértice del rombo, me prepare
para el 1-2)
b. Si está libre, el pase a mi compañero es a espaldas de la línea rival (no siempre disponible,
dependerá de la superioridad posicional o cualitativa).
c. Pelota alta, pelota al piso.
d. Pelota por dentro, pelota afuera.

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e. Juego a la derecha para ir terminar por izquierda (y viceversa).
f. Juego lo que veo.
g. Juego y me muevo.
h. Juego con la pelota en el piso (mayormente).
i. Ganar espalda continuamente y salir de la sombra rival.
j. Buscar las diagonales.
k. Buscar y encontrar al “tercer hombre”.

"El tercer hombre es imposible de defender" (Xavi Hernandez)

1.2 DESARROLLO

En la fase ofensiva no tenemos un módulo o sistema fijo sino más bien movimientos y posicionamientos
de los jugadores en el campo según lo requerido para llevar acabo nuestros principios.

“Los roles en el fútbol moderno no son más acerca de una posición sino de una
función" (A. Gagliardi)

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En particular, los tres macro principios para atacar una defensa rival de forma efectiva, son:

• Amplitud máxima doble.


• Búsqueda continua de finalizar por el centro (elaboración central).
• Ataques frecuentes en profundidad.

Estos tres macro principios deben ser pensados como “contenedores” que deben estar siempre llenos.
Son áreas que deben estar ocupadas en todo momento, no importa con quien… aún mejor si es a través
de rotaciones continuas de jugadores. El objetivo es llenar estas áreas continuamente para “estresar” a la
línea defensiva rival.

• AMPLITUD
Queremos un jugador, y solo uno, que permanezca siempre abierto asegurando la máxima amplitud del
campo posible, tanto por izquierda como por derecha, en toda acción ofensiva. Esto nos permitirá forzar
a los laterales rivales a tomar una decisión: permanecer anchos dejando espacios por el centro o cerrarse
y llegar siempre tarde ante nuestros cambios de orientación al extremo/externo opuesto. La amplitud
estará garantizada con jugadores acostumbrados a jugar un fútbol puramente técnico, veloz y dinámico
en el 1vs1 (normalmente extremos). Los interiores y/o delanteros deberían poder cambiar de orientación
“con los ojos cerrados”, el extremo opuesto debería estar siempre ancho y profundo. Vamos hacia la
derecha para atacar por la izquierda. El OPUESTO debe estar siempre disponible y nosotros debemos
buscarlo constantemente.

El ancho debe estar ocupado por un jugador por banda ya que uno solo es suficiente para ensanchar a la
línea defensiva rival. Esto nos dejará al resto de jugadores para ocupar carriles centrales.

• ELABORACION CON FINALIZACION


El principal objetivo de nuestra fase ofensiva es encontrar un jugador en la zona de finalización. Al
menos dos interiores estarán estacionados en esta área móvil entre la línea defensiva y de
mediocampistas rivales, y frecuentemente, otros jugadores se sumarán. Con pelota dominada en la zona
de elaboración y de cara al arco, al menos dos jugadores deben atacar la profundidad. Los interiores deben
moverse constantemente para obtener líneas de pase a espalda de las líneas rivales. Siempre fuera de la
sombra defensiva.

• PROFUNDIDAD
La profundidad debe ser constantemente atacada, especialmente cuando se está cerca del arco rival. Los
delanteros y, eventualmente, interiores y extremos deben atacar la profundidad con cortadas e
inserciones (desde atrás).

Los motivos son diversos:


• Alargar al rival hundiendo su defensa y, en consecuencia, crear espacios.
• Es necesario para nuestra finalización.
• Mantener a los defensores rivales mentalmente “ocupados”.
• ¡Atacar el espacio, recibir y meter el gol!

Dependiendo de las características de los jugadores podemos jugar con un sistema de un delantero o dos,
en cuyo caso, entrará en funcionamiento el juego de opuestos (uno viene, el otro va… uno va corto, el

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otro largo, etc..). Si jugamos con un solo delantero que entra en zona de finalización, el extremo del lado
débil debe también atacar la profundidad (¡siempre debe haber dos!).

Incluso la profundidad corta debe seguir el código de “pelota abierta (jug. de frente y pelota dominada)”.
En la fase de posesión, el equipo debe tener una estructura horizontal, en diferentes líneas, y vertical, en
diferentes carriles. Especialmente en instancias de ataque a un bloque bajo, los 4/5/6 jugadores ofensivos
deben estar correctamente divididos en todo el ancho del campo según los carriles aquí abajo.

Independientemente del sistema elegido, de esta forma podremos analizar la necesaria ocupación de
los carriles para cumplir los objetivos o principios ofensivos fijados. Lo que si es claro es que los puntas
atacan la profundidad y los extremos nos hacen anchos.

Los interiores llegan a zona de finalización por el carril central mientras que los laterales se cierran al
mediocentro en la fase de iniciación o construcción. El contención se desliza entre los dos defensores
centrales leyendo la situación (dependiendo del rival). De esta forma, nuestros dos módulos o sistemas
en ofensiva decantarán en un 1-3-2-5 o 1-2-3-5 dependiendo del rival. Dicho esto, los movimientos no son
fijos. Dependiendo de las características de los jugadores y el contexto, habrá diferentes rotaciones:
laterales podrán ir altos y anchos, los extremos podrán cerrarse a zona de finalización, los interiores
retrasarse, etc.

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1.3 ATAQUE A LA LÍNEA DEFENSIVA
Es necesario atacar la línea defensiva rival con al menos 5 jugadores (2 extremos + 3 jugadores interiores),
que en ocasiones pueden ser 6 o 7.

Podríamos simplificar en las siguientes 3 situaciones el ataque a la línea defensiva:

• Jugador en zona de finalización y búsqueda de la resolución personal (2v1 con pared, tiro desde
fuera del área, 1vs1 fintas y otras combinaciones)
• Jugador en zona de finalización y búsqueda de profundidad (diagonales del delantero y/o
extremo, penetración del interno, etc.)
• Anchura con 1vs1 más centro. (en particular desde la banda buscaremos los centros peligrosos
y/o llegar al fondo y enviar el centro al punto del penal).

El ataque directo se reservará para ocasiones particulares donde se evidencien defensas endebles y/o con
líneas defensivas excesivamente altas. Trataremos de variar nuestro juego y hacernos lo más
impredecibles posible alternando, entonces, entre salidas en corto desde el fondo hasta ataques directos
incluso de zona 1 o 2 (ataque directo).

Dicho esto, trataremos de llegar a la zona de finalización de la forma más organizada y elaborada posible.
Tal lo dicho anteriormente, con pelota dominada y de cara a la zona de finalización, al menos 2 jugadores
deben buscar la profundidad. La línea defensiva rival debe ser constantemente atacada con diagonales y
penetraciones, incluso fuera de tiempo.

En general le pediremos a nuestros jugadores, en posición ofensiva, que ataquen el arco y lleguen en buen
número al área. Queremos llenar el área con 3-4 jugadores como mínimo, con particular atención al
extremo opuesto que cierre sobre el segundo palo.

En un fútbol de principios y espacios es de gran importancia tener y llevar acabo diferentes jugadas y
movimientos “codificados” (predeterminados) que garanticen mayores chances de gol y de seguridad
para las siguientes acciones. Jugadas y movimientos preparados y diseñados para resaltar nuestras
características. Sin embargo, también creo que la creatividad individual y el talento deben ser
desarrollados y expresados libremente en estos últimos 30 metros.

Es por esto que la organización y la estructura de juego mediante nuestros principios nos dará la
posibilidad de llegar a esos últimos 30 metros con un posicionamiento y jugadores capaces de
desorganizar al rival mediante los movimientos creativos de nuestros jugadores decisivos.

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2. FASE DEFENSIVA

2.1 PRESSING
Los objetivos en la fase defensiva son dos:

• No recibir goles.
• Recuperar la pelota lo antes posible.

Partiendo de la base de estos dos conceptos, queremos organizar nuestra fase defensiva no solo para
proteger nuestro arco sino para intentar recuperar en aquellos sectores del campo que sean de peligro
para nuestro rival. Recuperar en campo rival tiene, además de la ventaja táctica, un impacto mental y
emocional enorme en el juego: limita el coraje y la autoestima del rival al tiempo que incrementa el
nuestro, acercándonos a nuestro principal objetivo que es tener el dominio técnico y táctico del campo.

Recuperación: queremos recuperar la posesión de la pelota inmediatamente después de la perdida. Para


ello implementaremos coberturas preventivas y control de espacios con el fin de continuar la ocupación
del campo rival evitando retroceder. Defendemos reduciendo espacios hacia adelante.

Ante la perdida, el jugador más cercano a la pelota comienza la “recuperación” siendo su principal
objetivo el NO ELIMINARSE (muy peligroso) e inducir al portador de la pelota a un error.

Algunos estudios llevados a cabo por mi staff, demuestra que los intentos de recuperación inmediata
en equipos de elite alcanzan los 30-35 por partido con una tasa de éxito del 70% (recuperación
inmediata). La duración promedio de esta acción de presión inmediata es de 5 segundos e involucra en
promedio a 2.5 jugadores.

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Los involucrados son mayormente los mediocampistas y, obviamente, son estos quienes más acciones
desarrollan con un promedio de 12 por partido (siempre a nivel elite).

Las áreas donde mayormente se realizan las acciones de presión inmediata son los “mediocentros”
(derecho/izquierdo) y las bandas. Lógicamente los carriles centrales representan un mayor reto para la
recuperación dadas las diferentes opciones para escapar a la presión. Incluso el área rival representa un
problema ya que la primera intención del contrario es el despeje inmediato, lo cual nos aleja de la pelota.

El equipo implementará dos formas diferente de defender dependiendo de la situación del partido y su
contexto. Con la pelota en campo rival aplicará una presión alta inmediata mientras que si la perdida se
evidencia en nuestro propio campo se intentará esperar en bloque.

Presionaremos alto en la salida rival, estudiándolo y orientándolo de forma que nos permita un mejor
acceso a la pelota y aislar a uno o dos jugadores en el lado débil. Nuestra línea defensiva debe reducir
campo de forma agresiva y, en esta instancia, el rol del arquero es fundamental para la cobertura del
espacio a sus espaldas.

Recuperada la posesión, atacaremos rápidamente el arco contrario (5-10 segs.). En caso de que no llegar
a la finalización en este tiempo, se mantendrá la posesión hasta recuperar nuestra estructura ofensiva.

Intentaremos aislar a los rivales orientándolos hacia la banda. El delantero será quien dispare la presión
mediante el primer movimiento, sin embargo, el ritmo será marcado por la línea subsiguiente quienes
presionaran a los potenciales receptores y permitirán el avance de toda nuestra estructura.

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En la salida del fondo del rival ejerceremos un pressing “invitacional”: tratando de direccionar el juego
hacia un área del campo o un jugador específico. Al respecto, también hemos realizado algunos estudios
específicos resultando que los grandes equipos europeos realizan alrededor de 45 acciones de pressing
por partido con un promedio de entre 12-14 minutos presionando la salida rival.

Alrededor del 60% de estas acciones llevan a la recuperación de la pelota y solo entre 10-15% de las veces
le rompen la presión a los considerados “grandes equipos” cuando presionan la salida rival. Dicho esto,
una vez rota esta presión, las chances de recibir un gol aumentan considerablemente.

2.2 DISPOSICIÓN DEFENSIVA


Con la pelota en nuestro campo nos movemos a posiciones iniciales prestando especial atención a las
coberturas. De la marca exclusiva del pressing pasamos a una actitud de marca-cobertura (atención a la
cobertura del lado fuerte sin perder de vista a mi marca).

No queremos concede ningún pase filtrado o clave hacia la zona de finalización (reducir esta posibilidad
con la línea más adelantada y los mediocampistas).

Basculamos significativamente en la zona de la pelota. Si un extremo bascula hacia el centro del campo
en los últimos 30 metros y encuentra un rival libre entre la pelota y el volante de lado, se posiciona
internamente entre el rival y la pelota. El equipo debe estar corto y compacto, en particular los delanteros
deben trabajar conectados y listos para recuperar pelotas que salgan de nuestro último cuarto de campo.

En ocasiones el bloque bajo se confunde con una actitud pasiva dentro de la fase defensiva, así como a
veces se asocia la intensidad a la performance física. Si bien ambos no son aspectos a ser subestimados,
la verdadera diferencia que marcan los grandes equipos se debe a una intensidad mental y actitudinal
con la cual desean fervientemente recuperar la pelota sin importar si es a través de la presión o en un
bloque bajo.

2.3 LINEA DEFENSIVA (Bloque)


La intención es la de tener una línea de 4 pero siempre en relación a lo que proponga el rival. Esta debe
posicionarse alto, reducir espacio agresivamente y con particular atención a la posición del arquero. Así
como se mencionó el nuevo rol del arquero en fase ofensiva, también en la defensiva ha ido cambiando
en los últimos 20 años. De hecho, hasta hace algunos años este rol defensivo se limitaba exclusivamente
a la “protección del arco”. En el fútbol moderno se ha hecho indispensable para los arqueros (y sus
entrenadores) prestar extrema atención al “juego con los pies” en fase ofensiva y a la “defensa de los
espacios” en fase defensiva. El arquero está atado a su propia línea defensiva, si la línea de fondo reduce
espacios hasta mitad de campo acompañando la presión ofensiva, el arquero debe acompañar hasta el
borde del área y más allá, listo para actuar en cobertura.

Otro concepto importante de la línea defensiva:


Marcar mediante el anticipo y la utilización del 2v1 con un defensor por detrás y otro por delante. Una
solución interesante para nuestro bloque bajo (últimos 30m) es que el contención se inserte en la línea
defensiva para generar una línea de 5 y así defender todo el ancho del campo siendo particularmente
agresivos en el centro. Aquí también las características del contención y del contexto determinaran la
viabilidad de esta alternativa.

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Evitaremos redoblar las marcas, sobre todo a aquellos rivales cercanos. Únicamente ante particulares
jugadores podremos preparar una segunda línea de cobertura cercana (5mts) en casos de 1vs1.
Con la pelota en la banda tomaremos marcas dentro de determinadas áreas. Dentro del área bajo nuestra
responsabilidad tomaremos al hombre en ella con la suficiente distancia para evitar contra movimientos
de desmarques.

Hemos dividido el área en 6 zonas. Del lado de la pelota, el central es el primero en moverse hacia la
prolongación del primer palo (la altura puede variar) cubriendo la Zona 1. Es responsabilidad del defensor
en Zona 1 evitar el movimiento del delantero al primer palo, así como ser el primer filtro del centro
desde la banda.

El segundo central toma la Zona 2. El lateral opuesto, apenas en diagonal hacia adelante, toma zonas 3
y 6 en función del contexto de la jugada y a cualquier delantero que se ubique en su radio de acción. Es
por esto que hasta podría llegar a zona 2 y zona 5 si hubiera más gente por el centro. El contención debe
ubicarse en zonas centrales y tomar jugadores en zona 4 y 5 dependiendo donde se encuentren. El
extremo opuesto debe hacer un esfuerzo para llegar a la zona 5 y 6 en caso de inferioridad numérica o
avance en buen número del rival.

3. TRANSICIONES

En el fútbol moderno las transiciones han asumido un rol de fundamental importancia. Ya no es más tan
solo un contraataque rápido sino, sobre todo, el vínculo entre las fases ofensiva-defensiva, y por ende
entre distintas estructuras y módulos. Intentar incrementar al máximo posible la velocidad de estas fases
transitorias es razón de mucho estudio actualmente y es considerado un elemento central entre una
buena o mala performance. Al tiempo que expusimos sobre nuestras ideas ofensivas y defensivas,
dejamos entrever nuestras intenciones para las transiciones. Esto se debe a que el ciclo del juego es único
e indivisible, sin embargo, las hemos resumido en el siguiente apartado para mayor comodidad.

3.1 TRANSICIONES OFENSIVAS


Las transiciones ofensivas son unas de las situaciones de juego en las que las características de los
jugadores disponibles más deben influenciar las ideas y principios del entrenador. Si uno tiene jugadores
dinámicos y de gran técnica en velocidad la transición debe ser rápida mientras que, si se cuenta con
jugadores más tácticos y de posesión, lógicamente se deberá reestablecer el orden para un ataque

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posicional. Otra variante que debe ser tenida en cuenta es el sector del campo donde se recupera la
pelota: en campo contrario lo ideal es intentar un contraataque rápido y sorpresivo.
En la idea del juego continuo e indivisible, la previsión de la transición ofensiva o defensiva, es vital. Por
juego preventivo nos referimos a movimientos de aquellos jugadores que no están involucrados en la fase
de juego del momento, sino que se preparan para anticipar la futura transición sea ofensiva o defensiva.

En transiciones ofensivas, por ejemplo, el juego preventivo de un delantero propio mientras estamos en
defensa posicional, puede ser irse a posiciones alejadas, ganar la espalda de su lateral que se fue al ataque,
etc. Esto le permitirá estar libre para reanudar nuestra ofensiva cuando recuperemos la pelota. Porque
esto hará que un central rival deba salir y nosotros podamos explotar los espacios interiores que habremos
generado con la previsión de una transición ofensiva a nuestro favor.

Siempre de acuerdo a nuestros estudios, en promedio las transiciones ofensivas peligrosas duran entre
10-12 segundos, promedian 2 pases e involucran casi a 3 jugadores.

3.2 TRANSICIONES DEFENSIVAS


Una de nuestras mayores armas en la transición defensiva es la presión tras perdida inmediata, un tema
sobre el cual ya nos hemos explayado extensivamente. Aun así, debemos reforzar la idea de la previsión
para las transiciones defensivas exitosas: durante nuestro ataque posicional, aquellos defensores no
involucrados en el juego deben estar pensando en la siguiente transición defensiva, marcando a los
delanteros rivales y previniendo su juego rápido. Las marcas preventivas y sus coberturas están
íntimamente ligadas a nuestra identidad de presión tras perdida, los jugadores cercanos a la pelota deben
colapsar y reducir el área hacia la misma, mientras que nuestros defensores se encuentran en esta marca
preventiva para que los delanteros no reciban con comodidad.

Es fundamental para la marca preventiva, el trabajo en conjunto de los centrales para marcar al
centrodelantero rival, idealmente en un 2v1 con anticipos (uno por delante y otro por detrás). Es
fundamental el análisis del rival de turno.

Contra delanteros de menor dinámica pero mejor cobertura de la pelota, la marca preventiva se centrará
más que nada en los anticipos incluso 1v1. Por otro lado, ante extremos muy veloces, las acciones
preventivas ideales serán las de una inteligente cobertura de los espacios.

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CONCLUSIONES
He intentado exponer y sintetizar el fútbol que tengo en mi cabeza. Un fútbol que viene dado desde mi
carrera como jugador hasta el estudio a fondo luego de colgar los botines. Creo en las grandes ventajas
de un juego protagonista, de ataque y de calidad. Genera entusiasmo colectivo y un mayor compromiso
de los jugadores y el staff. Una Buena dinámica es necesaria para crear empatía, esa cualidad que es la
base de los equipos exitosos. Estoy convencido que la búsqueda de este fútbol nos acercará a la victoria
final.

El fútbol es un juego de bajo goleo a diferencia de otros grandes deportes como el básquetbol o vóley.
Esta “pequeña pero gran” diferencia determina que, en ocasiones, no siempre el merecedor se lleva la
victoria a casa al final de partido. Habiendo dicho esto, numerosos estudios demuestran que en el
mediano-largo plazo la performance tiende a alinearse con los resultados. ¡Este es uno de los mayores
argumentos para ir en búsqueda del fútbol de calidad y protagonista que nos permita tener la mayor
cantidad de ocasiones de gol posibles, y eventualmente nos lleve a la victoria!

Quiero agradecer a mis colegas y profesores del curso por el viaje compartido. Un viaje verdaderamente
estimulante al poder compartir con todos ustedes.

Gracias a mi staff con quienes he compartido mis ideas acerca de mi proyecto de fútbol.

Finalmente, un recordatorio a todos los compañeros a lo largo de mi carrera y a todos los entrenadores
que he tenido, todos ustedes han dejado algo en mi: Moro, Reja, Materazzi, Hodgson, Lucescu, Simoni,
Colomba, Mazzone, Ancelotti, Leonardo, Conte, Allegri, Viera. Y en selección: Tardelli, Gentile, Trapattoni,
Lippi, Donadoni y Prandelli.

Un beso y gran abrazo a mi familia que son mi mayor afecto y en quienes pienso al comenzar y terminar
cada uno de mis días.

Andrea Pirlo.

TRADUCIDO AL ESPAÑOL POR: MARTIN CORS – twitter: @ingeniofutbolAR

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