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LOS PLAZOS

REGLAMENTACION -> Las disposiciones mas importantes que


se contemplan en nuestra legislación para la regulación
de los plazos se encuentran en los artículos 48 a 50
del Código Civil, 64 a 68 del Código de Procedimiento
Civil y 14 a 18 del NCPP.

CONCEPTO -> El plazo o término procesal “es el espacio


de tiempo fijado por la ley, el juez o las partes para
el ejercicio de una facultad o la realización de un
acto jurídico procesal dentro del proceso.”

La legislación procesal emplea comúnmente la


palabra termino, como sinónimo de plazo.

FORMA DE COMPUTO DE LOS PLAZOS.

La forma de computar los plazos se encuentra


establecida en el artículo 48 del Código Civil.

De acuerdo con ese precepto legal todos los plazos


de días, meses o años de que se haga mención en las
leyes, decretos, de los tribunales, se entenderá que
han de ser completos y correrán además hasta la
medianoche del último día del plazo.

"El primero y el último día de un plazo de meses o


años deberán tener un mismo número en los respectivos
meses. El plazo de un mes podrá ser, por consiguiente,
de 28, 29, 30 o 31 días, y el plazo de un año de 365 o
366 días según los casos.

"Si el mes en que ha de principiar el plazo de


meses o años constare de mas días que el mes en que ha
de terminar el plazo, y si el plazo corriere desde
alguno de los días en que el primero de dicho meses
excede al segundo, el último día del plazo será el
último día de este segundo mes.

"Se aplicarán estas reglas a las prescripciones, a


las calificaciones de edad, y en general a cualesquiera

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plazos o términos prescritos en las leyes o en los
actos de las autoridades chilenas; salvo que en las
mismas leyes o actos se disponga expresamente otra
cosa".

De acuerdo al artículo 49 del Código Civil, "cuando


se dice que un acto debe ejecutarse en o dentro de
cierto plazo, se entenderá que vale si se ejecuta antes
de la medianoche en que se termina el último día del
plazo; y cuando se exige que haya transcurrido un
espacio de tiempo para que nazcan o expiren derechos,
se entenderá que estos derechos no nacen o expiran sino
después de la medianoche en que termine el último día
de dicho espacio de tiempo."

Según estas normas contenidas en el Código Civil,


dos son los principios que se establecen respecto del
computo de los plazos:

1°.- Los plazos han de ser completos.

2°.- El plazo corre hasta la medianoche del último día


del plazo, si este es de días, meses o años.

De acuerdo con ello, si se confiere traslado para


responder un incidente, y la resolución se notifica por
el estado diario el día lunes a las 14:00 horas, el
plazo de tres días para evacuar ese trámite se extingue
a la medianoche del día Jueves.

En el nuevo sistema procesal penal, se contempla


una norma especial para el computo de los plazos de
horas, según la cual los plazos de horas establecidos
en este Código comenzarán a correr inmediatamente
después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación,
sin interrupción. (Art. 15 Código Procesal Penal).

CLASIFICACIONES DE LOS PLAZOS PROCESALES.

Los plazos son susceptibles de ser clasificados


desde diversos puntos de vista:

a.- En atención al sujeto que los establece. -> plazos


legales, judiciales y convencionales.

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b.- En atención a su extensión. -> plazos de horas,
días, meses y años.

c.- En cuanto a la forma de extinción de una facultad


por su no ejercicio en el plazo. -> fatales y no
fatales.

d.- En cuanto a la posibilidad de extender el plazo más


allá de su vencimiento una vez que hubiere comenzado a
correr. -> prorrogables e improrrogables.

e.- En cuanto al instante a partir del cual comienza el


computo del plazo. -> comunes e individuales.

f.- En cuanto a su suspensión por la interposición de


días feriados. -> continuos y discontinuos.

Estas clasificaciones son importantes por los


diversos aspectos en atención a los cuales se
establecen y porque ellas deben ser relacionadas entre
sí para establecer los efectos que genera el transcurso
de uno u otro plazo, su forma de computo o la forma de
extinción de la facultad por su transcurso.

Además el establecimiento de una u otra clase de


plazos en un procedimiento permite establecer la
preponderancia de los diversos principios formativos
dentro de él.

PLAZOS LEGALES, JUDICIALES Y CONVENCIONALES.

Plazos legales son aquellos establecidos por la


ley.

Los plazos legales constituyen la regla general


dentro de nuestra legislación y a través de ellos se
establece la aplicación dentro de los procedimientos
nacionales de los principios formativos del
procedimiento del orden consecutivo legal y de la
preclusión.

Ejemplos típicos de los plazos legales son todos


aquellos que se establecen dentro de los diversos
procedimientos para los efectos de evacuar el o los

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trámites que se comprenden en el período de discusión,
el término probatorio y los plazos para deducir los
diversos recursos legales.

Plazos judiciales son aquellos fijados por el juez


cuando la ley lo autoriza expresamente para ello.

En los casos de los plazos judiciales se da


aplicación dentro de nuestro procedimiento al principio
formativo del procedimiento del orden consecutivo
discrecional.

Como ejemplo de plazos judiciales tenemos el plazo


en que debe comparecer a absolver posiciones en el
juicio ordinario, el plazo para comparecer a confesar
deuda o reconocer firma como gestión preparatoria de la
vía ejecutiva, etc.

El tribunal sólo puede fijar un plazo para la


realización de actuaciones judiciales en los casos en
que la ley lo hubiere facultado para ello.

Plazo convencional es aquel fijado de común acuerdo


por las partes o por aquel que debe concurrir a
realizar un acto jurídico unilateral.

Como ejemplo de plazos convencionales, que importan


la aplicación dentro del procedimiento del principio
formativo del orden consecutivo convencional, podemos
señalar el procedimiento ante árbitros arbitradores en
el cual las partes pueden de común acuerdo establecer
el procedimiento para la resolución del conflicto.

Esta clasificación, que se efectúa atendiendo al origen


del establecimiento del plazo, tiene importancia para
los siguientes efectos:

a.- Para establecer el carácter de fatal o de no


fatal del plazo.
Los plazos que establece el Código de Procedimiento
Civil son fatales, salvo que se refieran a actuaciones
propias del tribunal (Art. 64 del C.P.C.). Los plazos
judiciales revisten el carácter de no fatales. (Art. 78
del C.P,C.).

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b.- Para establecer la posibilidad de prórroga del
plazo.

Los términos legales no son prorrogables. Los


plazos judiciales son prorrogables en el evento de
darse cumplimiento de los requisitos que establece la
ley. Los términos convencionales son prorrogables de
común acuerdo por las partes.

PLAZOS DE HORAS, DIAS, MESES Y AÑOS.

En cuanto a la extensión del término es posible


distinguir dentro del procedimiento el establecimiento
de plazos de horas, de días, meses y años.

La regla general dentro de nuestro procedimiento la


constituyen los plazos de días.

Excepcionalmente, es posible distinguir en nuestro


procedimiento los plazos de horas, como ocurre con el
plazo de detención de un imputado, el cual debe ser
puesto a disposición del tribunal dentro del plazo de
24 horas para la celebración de la audiencia de control
de detención.

Además, también se contemplan excepcionalmente


dentro de nuestro procedimiento los plazos de meses,
como ocurre con el plazo de inactividad de 6 meses que
se requiere para que a petición del demandado se pueda
declarar por el tribunal el abandono del procedimiento
(art. 152 del C.P.C.); con el plazo de inactividad de
tres meses si se trata de una sentencia definitiva o de
un mes si se trata de otra resolución para que se pueda
declarar a petición de parte la prescripción del
recurso de apelación (Art.211 del C.P.C.), etc.-

Finalmente y excepcionalmente también es posible


encontrar dentro de nuestro procedimiento el plazo de
años, como ocurre con el plazo de un año contado, desde
que la prestación contenida en la sentencia se hizo
exigible, para poder solicitarse el cumplimiento de una
sentencia a través del procedimiento incidental (Art.
233 del C.P.C.), con la facultad el tribunal para
denegar de oficio la ejecución si el título ejecutivo
presentado en la demanda ejecutiva tiene más de tres
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años contados desde que la obligación se hizo exigible
(Art. 442 del C.P.C.), con el plazo de un año contado
desde que la sentencia adquirió el carácter de firme o
ejecutoriada para los efectos de deducir el recurso de
revisión en materia civil (Art. 811 del C.P.C.).-

La distinta extensión con la cual se contempla el


establecimiento del plazo tiene importancia en los
siguientes aspectos:

a.- En cuanto a su computo, dado que el carácter de


computo completo de un plazo, en el sentido de
extenderse éste hasta la medianoche del día en que éste
vence, sólo se aplica a los plazos de días, meses y
años, pero no respecto de los plazos de horas de
acuerdo a lo establecido en el artículo 48 del Código
Civil.

b.- En cuanto a su carácter de continuo o discontinuo,


puesto que sólo los plazos de días y que se encuentran
establecidos en el Código de Procedimiento Civil se
suspenden durante los días feriados. (Art. 66 del
C.P.C.)

PLAZOS FATALES Y NO FATALES.

Plazos fatales son aquellos en que la posibilidad


de ejercer un derecho o la oportunidad para ejecutar un
acto se extingue o precluye al vencimiento del plazo
por el sólo ministerio de la ley y sin necesidad que se
dicte resolución alguna que declare extinguida la
facultad.

En nuestro derecho se encuentra contemplada la


existencia de los plazos fatales en los artículos 49
del Código Civil y en el inciso primero del artículo 64
del Código de Procedimiento Civil.

Al efecto, establece el mencionado artículo 49 del


Código Civil, que "cuando se dice que un acto debe
ejecutarse en o dentro de cierto plazo, se entenderá
que vale si se ejecuta antes de la medianoche en que se
termina el último día del plazo; y cuando se exige que
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haya transcurrido un espacio de tiempo para que nazcan
o expiren derechos, se entenderá que estos derechos no
nacen o expiran sino después de la medianoche en que
termine el último día de dicho espacio de tiempo."

El artículo 64 del Código de Procedimiento Civil


establecía que “los derechos para cuyo ejercicio se
conceda un término fatal o que supongan un acto que
deba ejecutarse en o dentro de cierto término, se
entenderán irrevocablemente extinguidos por el
ministerio sólo de la ley, si no se han ejercido antes
del vencimiento de esos términos."

En consecuencia, de acuerdo con esos preceptos para


los efectos de poder establecer cuando un término tenía
el carácter de fatal era menester que se señalara por
el legislador su carácter de fatal o se utilizara por
éste las expresiones en o dentro de cierto plazo.

No obstante, mediante la dictación de la Ley 18.882


de 20 de Diciembre de 1989, se modificó el artículo 64
del Código de Procedimiento Civil, estableciéndose en
el inciso primero de ese precepto actualmente que “los
plazos que señala este Código son fatales cualquiera
sea la forma en que se exprese, salvo aquellos
establecidos para la realización de actuaciones propias
del tribunal. En consecuencia, la posibilidad de
ejercer un derecho o la oportunidad para ejecutar el
acto se extingue al vencimiento del plazo. En estos
casos el tribunal, de oficio o a petición de parte,
proveerá lo que convenga para la prosecución del
juicio, sin necesidad de certificado previo."

A partir de esa modificación legal, la regla de la


fatalidad de los plazos se extendió a todos los
términos que el legislador establece en el Código de
Procedimiento Civil, sin importar la expresión que se
utilice para su establecimiento.

En consecuencia, en la actualidad se puede


establecer como regla general que revisten el carácter
de fatales todos los plazos establecidos por el
legislador en el Código de Procedimiento Civil,
cualquiera sean la expresiones que éste utilice y la
extensión que ellos tengan.

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Dada la extensión de esta regla a todos los plazos
establecidos en el Código de Procedimiento Civil,
algunas disposiciones de éste carecen en la actualidad
de trascendencia, puesto que sólo reiteran para
situaciones específicas la fatalidad del plazo. Ello
ocurre por ejemplo en el artículo 463 del C.P.C. al
señalar la fatalidad de los plazos para oponer
excepciones por el ejecutado en el juicio ejecutivo.

Excepcionalmente, no revisten el carácter de fatal,


no obstante tratarse de términos contemplados en el
Código de Procedimiento Civil, aquellos establecidos
para la realización de actuaciones propias del
tribunal. En estos casos, si el tribunal no ejerce la
facultad dentro del plazo establecido en la ley, ella
no se extingue y puede ser ejercida con posterioridad,
sin perjuicio de la sanción disciplinaria que podría
imponerse a éste. Es así por ejemplo, que si un
tribunal no dicta en el juicio ordinario sentencia
definitiva dentro del término de 60 días contados desde
que la causa quede en estado de sentencia, ella podrá
ser dictada con posterioridad, sin perjuicio de poderse
deducir por el retardo en la dictación una queja
disciplinaria de acuerdo a lo previsto en el N° 1 del
artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales.-

Sin perjuicio de lo anterior, existe una contra


excepción en la cual no obstante tratarse de términos
establecidos para la realización de actuaciones propias
del tribunal, el transcurso de éste impide que produzca
efectos la resolución que dicte transcurrido ese plazo.
Esta situación es la que se presenta en las medidas
para mejor resolver, puesto que de acuerdo a lo
previsto en el artículo 159 del C.P.C. “los tribunales
sólo dentro del plazo para dictar sentencia, podrán
dictar de oficio medidas para mejor resolver. Las que
se dicten fuera de este plazo se tendrán por no
decretadas."

El efecto que se produce por el sólo ministerio de


la ley y sin necesidad de dictación alguna por parte
del tribunal al transcurso de un plazo fatal es la
extinción de la facultad procesal. Al efecto, se señala
por el legislador en el citado artículo 64 del C.P.C.

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que “la posibilidad de ejercer un derecho o la
oportunidad para ejecutar el acto se extingue al
vencimiento del plazo." (fundamento legal del principio
de preclusión)

Extinguida la facultad por el solo ministerio de la


ley al sólo transcurso del plazo sin haberse ella
ejercido, debe el tribunal de oficio o a petición de
parte dictar la resolución pertinente para dar curso al
procedimiento, sin necesidad de certificado previo
acerca de haber transcurrido el plazo y no haberse
ejercido la facultad. Al efecto, el mencionado artículo
64 del C.P.C. establece que "en estos casos el
tribunal, de oficio o a petición de parte, proveerá lo
que convenga para la prosecución del juicio, sin
necesidad de certificado previo."

Así por ejemplo, si el demandado no contesta la


demanda dentro del término de emplazamiento del juicio
ordinario, deberá el tribunal de oficio o a petición de
parte, conferir traslado al demandante para replicar.

PLAZOS NO FATALES: Son aquellos en que la


posibilidad de ejercer un derecho o para ejecutar un
acto no se extingue al vencimiento del plazo por el
sólo ministerio de la ley, sino que es necesario para
ello que se dicte una resolución por el tribunal, de
oficio o a petición de parte, teniendo por evacuado el
trámite en rebeldía de la parte.

En la actualidad, a partir de la dictación de la


Ley 18.705 de 24 de Mayo de 1988, sólo revisten el
carácter de no fatales en nuestra legislación los
plazos judiciales.

Al efecto, el artículo 78 del C.P.C. establece que


"vencido un plazo judicial para la realización de un
acto procesal sin que éste se haya practicado por la
parte respectiva, el tribunal de oficio o a petición de
parte, declarará evacuado dicho trámite en su rebeldía
y proveerá lo que convenga para la prosecución del
juicio, sin certificado previo del secretario.”

En un plazo judicial que reviste el carácter de no


fatal, mientras no sea declarada la rebeldía por el
tribunal una vez transcurrido el plazo, ya sea de
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oficio o a petición de parte, la parte respectiva no ve
extinguida su facultad procesal y puede practicar la
actuación judicial.

De allí, que los plazos fatales se encuentren


estrecha e indisolublemente vinculados con la
institución de las rebeldías, puesto que mientras ella
no sea declarada por el tribunal, no obstante haber
transcurrido el plazo, la facultad no se extingue y
puede ser ejercida por la parte.

De acuerdo con ello, para que una facultad procesal


se extinga por la rebeldía de la parte respectiva en su
ejercicio es menester que concurran los siguientes
requisitos.

a.- Que se haya establecido un plazo judicial para el


ejercicio de la facultad por la parte respectiva.

b.- Que haya transcurrido el plazo judicial sin haberse


ejercido la facultad por la parte respectiva

c.- Que el tribunal, de oficio o a petición de la otra


parte, acuse la rebeldía teniendo por evacuado ese
trámite, proveyendo lo que convenga para la prosecución
del juicio.

d.- Que se notifique la resolución que declare tener


por evacuado el trámite en rebeldía, puesto que esa
resolución no produce efectos mientras ella no sea
notificada de acuerdo a lo establecido en el artículo
38 del C.P.C,

En el nuevo sistema procesal penal, se establece


expresamente que los plazos establecidos en este Código
son fatales, a menos que se indicare expresamente lo
contrario. (art. 16 Código Procesal Penal).

De lo expuesto se desprende que esta clasificación


tiene importancia para determinar el instante en que se
extingue la facultad para realizar una actuación dentro
del procedimiento.

EN RESUMEN.

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En los plazos fatales, la facultad para realizar la
actuación se extingue por el sólo ministerio de la ley
en transcurso del plazo; en cambio, en los plazos no
fatales es necesario para que se extinga la facultad
que, además del transcurso del plazo, se proceda a
declarar la rebeldía mediante una resolución judicial y
que ella sea debidamente notificada a las partes.

PLAZOS PRORROGABLES E IMPRORROGABLES.

Plazos Improrrogables son aquellos que no pueden


extenderse más allá de su vencimiento natural
primitivo.

En materia civil, revisten siempre el carácter de


improrrogables los plazos legales.(Por ejemplo el plazo
para contestar la demanda en el juicio ordinario; el
plazo para oponer excepciones en el juicio ejecutivo;
etc.)

Plazos Prorrogables son aquellos que pueden


extenderse más allá de su vencimiento natural o
primitivo.

En materia civil, pueden prorrogarse los plazos


judiciales siempre que se de cumplimiento a los
requisitos que al efecto contemplan los artículos 67 y
68 del código de Procedimiento Civil.

Para los efectos de obtener una prórroga de un


plazo judicial es menester que se cumplan
copulativamente con los siguientes requisitos:

1° Que se trate de un plazo judicial;

2° Que se pida la prórroga antes del vencimiento del


término.

En consecuencia, nunca será prorrogable un plazo


judicial si la prórroga se solicita una vez
transcurrido el término judicial, sin perjuicio de
poder ejercer la facultad si no se hubiere acusado la
rebeldía.

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3° Que se alegue justa causa, la que será apreciada
prudencialmente por el tribunal.

En todo caso, la prórroga que se conceda por el


tribunal nunca podrá comprender una ampliación del
término más allá de los días asignados por la ley de
acuerdo a lo previsto en el artículo 68 del Código de
Procedimiento Civil.

Los plazos convencionales siempre son susceptibles


de ser prorrogados por el acuerdo de las partes.

En el nuevo sistema procesal penal, se establece


expresamente que los plazos establecidos en este Código
son improrrogables, a menos que se indicare
expresamente lo contrario. (art. 16 Código Procesal
Penal).

Sin perjuicio de ello, se prevé sin distinguir si


nos encontrarnos ante un plazo legal o judicial, que el
que, por un hecho que no le fuere imputable, por
defecto en la notificación, por fuerza mayor o por caso
fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un
derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo
establecido por la ley, podrá solicitar al tribunal un
nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el mismo
período. Dicha solicitud deberá formularse dentro de
los cinco días siguientes a aquél en que hubiere cesado
el impedimento. (art. 17 Código Procesal Penal).

PLAZOS INDIVIDUALES Y COMUNES.

Plazos Individuales son aquellos que empiezan a


correr separadamente respecto de cada parte desde el
día de la notificación efectuada a cada una de ellas.

Los plazos individuales constituyen la regla


general dentro de nuestra legislación.

Constituyen ejemplos de esta clase de plazos el que


establece el legislador para los efectos de deducir el
recurso de apelación conforme a lo previsto en el
artículo 189 del C.P.C. y por interpretación
jurisprudencial el plazo del ejecutado para oponer
excepciones dentro del juicio ejecutivo.
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Plazos Comunes son aquellos que corren
conjuntamente para todas las partes a contar de la
última notificación.

Los plazos comunes constituyen la excepción dentro


de nuestro derecho, y en consecuencia, su consagración
requiere de texto expreso de ley.

Constituyen ejemplos de plazos comunes el que


tienen los demandado para contestar la demanda en el
juicio ordinario de acuerdo a lo previsto en el
artículo 260 del C.P.C., el término probatorio en el
juicio ordinario según lo prescrito en el artículo 327
de ese Código y el plazo para la realización de
comparendo de discusión en el juicio sumario de acuerdo
a lo establecido en el artículo 683 del citado cuerpo
legal.

Esta clasificación de los plazos individuales y


comunes se encuentra contemplada en el artículo 65 del
Código de Procedimiento Civil y ella tiene gran
importancia para los efectos de determinar el instante
a partir del cual comienza a correr el plazo para la
realización de una actuación dentro del procedimiento.

Además, tiene importancia, dado que el plazo


individual siempre puede ser renunciado unilateralmente
por aquel a quien se le ha otorgado. En cambio, si
estamos ante un plazo común, la renuncia del plazo
requerirá la concurrencia de todos aquellos en
beneficio del cual se encuentra establecido.

Este principio aparece expresamente reconocido en


el nuevo sistema procesal penal, al disponer que los
intervinientes en el procedimiento podrán renunciar,
total o parcialmente, a los plazos establecidos a su
favor, por manifestación expresa.

Si el plazo fuere común, la abreviación o la


renuncia requerirán el consentimiento de todos los
intervinientes y la aprobación del tribunal. (art. 18
Código Procesal Penal).

PLAZOS CONTINUOS Y DISCONTINUOS.

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Plazos Continuos son aquellos que corren sin
interrumpirse por la interposición de días feriados.

Esta clase de plazos constituye la regla general


dentro de nuestra legislación.

En materia del derecho común, el artículo 50 del


Código Civil establece que "en los plazos que se
señalaren en las leyes o en los decretos del Presidente
de la República o de los tribunales o juzgados, se
comprenderán aún los días feriados, a menos que el
plazo señalado sea de días útiles, expresándose así,
pues en tal caso no se contarán los feriados”
En consecuencia, todos los plazos establecidos por
el Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial, son
continuos, puesto que se comprenden en su computo todos
los días, incluidos los feriados.

Para que nos encontremos en los actos que emanan de


esos Poderes ante un plazo discontinuo menester que
expresamente se le otorgue ese carácter.

En el nuevo sistema procesal penal, se contempla


expresamente que todos los días y horas serán hábiles
para las actuaciones del procedimiento penal y no se
suspenderán los plazos por la interposición de días
feriados. (art. 14 Código Procesal Penal).

En el nuevo sistema procesal penal se contempla


semejante principio, al establecerse que no obstante,
cuando un plazo de días concedido a los intervinientes
venciere en día feriado, se considerará ampliado hasta
las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere
feriado. (art. 14 Código Procesal Penal).

Plazos Discontinuos son aquellos que se suspenden


en su computo durante los días feriados.

De acuerdo a lo previsto en el artículo 66 del


Código de Procedimiento Civil, los términos de días que
establece el presente Código, se entenderán suspendidos
durante los feriados, ...”

En consecuencia, excepcionalmente en nuestro


ordenamiento jurídico, revisten el carácter de plazos
discontinuos aquellos respecto de los cuales concurren
los siguientes requisitos copulativos:

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a.- Que se trate de un plazo de días; y

b.- Que ese plazo de días se encuentre establecido en


el Código de Procedimiento Civil.

La suspensión de los plazos para su computo se


produce durante todos los días feriados (Domingos y
festivos) y además durante los días comprendidos
durante el feriado judicial que se extiende desde el l°
de Febrero hasta el primer día hábil de Marzo de
acuerdo a lo previsto en el artículo 313 del C.O.T.

Excepcionalmente, no se suspenden los plazos de


días del Código de Procedimiento Civil durante los días
hábiles que se encuentren comprendidos en el feriado
judicial respecto de los asuntos comprendidos en el
inciso segundo del artículo 314 del C.O.T.-

De acuerdo con ello, no tendrán el carácter de


plazo discontinuo en el procedimiento civil:

1.- Los plazos de meses y años que se encuentran


establecidos en el Código de Procedimiento Civil.

2.- Tampoco tendrán el carácter de plazos discontinuos,


los plazos de días si ellos no se encuentran
establecidos en el Código de Procedimiento Civil, sino
que en otro cuerpo legal, a menos que en este se
contemple expresamente la interrupción del plazo
durante los días feriados como ocurre por ejemplo en el
procedimiento de la Ley de Menores (Art.35 Ley 16.618),
en el procedimiento ante los Jueces de Policía Local
(Art.27 Ley 18.287).

3.-Los plazos de días establecidos en el Código de


Procedimiento Civil, cuando el tribunal por motivos
justificados hubiere dispuesto la no suspensión del
plazo durante los feriados.

Esta clasificación tiene importancia para los


efectos de establecer los días que no deben ser
consideradas en el cómputo de un plazo.

LAS REBELDIAS

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Concepto -> “Es la situación que se le produce al
litigante que deja de evacuar un trámite o de practicar
una diligencias o actuación en el plazo que señale el
Tribunal.”

Vencido un plazo judicial (Plazo No Fatal) para la


realización de un acto procesal sin que éste se haya
practicado por la parte respectiva, el Tribunal de
oficio o a petición de parte, declarará evacuado dicho
trámite en su rebeldía y proveerá lo que convenga para
la prosecución del juicio, sin certificación previa del
Secretario (art. 78 C.P.C.)

Rescisión de lo obrado en rebeldía por fuerza


mayor: El litigante rebelde puede pedir la rescisión de
lo obrado en el juicio en rebeldía suya, ofreciendo
probar que ha estado impedido por fuerza mayor. Este
derecho sólo puede ejercitarse dentro de 3 días,
contado desde que cesó el impedimento y pudo hacerse
valer ante el Tribunal que conoce del pleito.

El incidente a que diere lugar el ejercicio del Dº,


del litigante rebelde, debe sustanciarse en cuaderno
separado y no suspende el curso de la causa principal.

Rescisión de todo lo obrado por falta de


emplazamiento: Se refiere a este incidente el art. 80
de C.P.C. el que expresa de que si el litigante rebelde
no se le ha hecho saber, en persona, ninguna de las
providencias libradas en el juicio, podrá pedir la
rescisión de todo lo obrado, ofreciendo acreditar que,
por un hecho que no le sea imputable, han dejado de
llegar a sus manos las copias a que se refieren los
arts. 40 y 44 del C.P.C., o que ellas no son exactas en
su parte sustancial. Este Derecho no podrá reclamarse

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sino dentro de 5 días contados desde que parezca o se
acredite que el litigante tuvo conocimiento personal
del juicio.

El incidente de nulidad de todo lo obrado, por


falta de emplazamiento, puede promoverse en cualquier
estado del juicio y aún después de dictada la
sentencia, en conformidad a lo preceptuado en el inciso
final del art. 182 y por el inciso final del art. 234
Cº.P.C.

Este incidente no suspende el curso de la causa


principal y debe sustanciarse en cuadernos separados.

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