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UNIVERSIDAD “CESAR VALLEJO”

CHICLAYO

Facultad de Ingeniería
Escuela Profesional de Ingeniería Civil

ALUMNOS:

GONZALES LLUEN
PAULA MARTHA

TEMA:

ÉTICA Y MORAL

CURSO:

FILOSOFIA

PROFESOR:

JORGE LUIS IDROGO PEREZ

FECHA:

CHICLAYO, JUNIO DEL 2019

ÉTICA Y MORAL
DEFINICION
En contexto filosófico, la ética y la moral tienen diferentes significados. La ética
está relacionada con el estudio fundamentado de los valores morales que
guían el comportamiento humano en la sociedad, mientras que la moral son las
costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos por cada sociedad.
Estos términos tienen diferente origen etimológico. La palabra "ética" viene del
griego ethos que significa "forma de ser" o "carácter". La palabra "moral" viene
de la palabra latina morales, que significa "relativo a las costumbres".
La ética es un conjunto de conocimientos derivados de la investigación de la
conducta humana al tratar de explicar las reglas morales de manera racional,
fundamentada, científica y teórica. Es una reflexión sobre la moral.
La moral es el conjunto de reglas que se aplican en la vida cotidiana y todos los
ciudadanos las utilizan continuamente. Estas normas guían a cada individuo,
orientando sus acciones y sus juicios sobre lo que es moral o inmoral, correcto
o incorrecto, bueno o malo.
En un sentido práctico, el propósito de la ética y la moral es muy similar. Ambas
son responsables de la construcción de la base que guiará la conducta del
hombre, determinando su carácter, su altruismo y sus virtudes, y de enseñar la
mejor manera de actuar y comportarse en sociedad

CARACTERÍSTICAS

CARACTERÍSTAS DE LA ÉTICA

▪ Es el hecho real que se da en la mentalidad de algunas personas.


▪ Es un conjunto de normas a saber, principio y razones que un sujeto ha
realizado y establecido como una línea directriz de su propia conducta.
▪ La ética, es científica ya que existe la sistematización, la organización y está
sujeta a comprobación.
▪ Es racional, ya que está basada en una metodología lógica, porque sigue una
secuencia, iniciando por la Inteligencia, luego la voluntad y su punto culminante
la libertad.
▪ Es práctica, ya que es funcional y por lo tanto congruente con mi propia
personalidad.
▪ Es normativa, porque establece su propio carácter por medio de normas o
leyes personales.

CARACTERÍSTICAS DE LA MORAL

La moral es el hecho que encontramos en todas las sociedades, es el conjunto


de normas a saber que se transmiten de generación en generación,
evolucionan a lo largo del tiempo y poseen fuertes diferencias respecto a las
normas de otra sociedad y de otra época histórica; estas normas se utilizan
para orientar la conducta de los integrantes de esa sociedad.
Los éticos han sugerido cinco características que ayudan a establecer la
naturaleza de los estándares morales, con dichas características se diferencia
de la ética; los cuales se aprecian en el libro Ética en los negocios conceptos y
casos prácticos por Manuel Velásquez, éstos son:
▪ Manejan asuntos que pensamos que dañarían o beneficiarían
significativamente a los seres humanos.
▪ Los estándares morales no se establecen o cambian por cuerpos de
autoridad específicos.
▪ Los estándares morales deben referirse a otros valores incluso el interés
personal.
▪ Se base en consideraciones imparciales.
▪ Están asociados con emociones y vocabularios especiales

EL ACTO MORAL
Un acto moral es aquella acción realizada por un individuo y que puede ser
valorada como buena o mala desde un punto de vista ético. Las acciones que
realizamos podrían dividirse en dos grupos: las que no tienen implicaciones
morales porque son neutrales (respirar, moverse, rascarse o protegerse de la
lluvia ) y aquellas acciones que sí pueden tener alguna consideración moral, es
decir, pueden valorarse como buenas o malas. Este último tipo de acciones es
mucho más amplio de lo que parece a primera vista. Dar la mano a alguien
puede parecer neutral, pero dar la mano a un terrorista sanguinario ya se
puede discutir moralmente. Trabajar en una fábrica para ganarse el pan de la
familia no tiene una implicación moral, pero si la fábrica contamina un río y esto
provoca enfermedades, la neutralidad del trabajo en la fábrica desaparece.
Esto quiere decir, que casi cualquier acto es un acto moral en potencia, pues el
contexto en el que se produzca determinará una valoración determinada.
Un acto moral depende de varios elementos. Para que hablemos con rigor de
acto moral éste tiene que ser algo elegido libremente, sin ningún tipo de
coacción. Por otra parte, el acto debe tener una finalidad, un motivo por el cual
se realiza. Por último, el acto moral se encuentra dentro de un contexto
humano que condiciona cualquier análisis ético.
Cualquier acto moral se puede analizar desde perspectivas diferentes, es decir,
desde varios criterios éticos. Si tomo la decisión de ayudar a todo el que lo
necesita, alguien podría preguntarme por qué actúo así. Mi respuesta podría
ser muy diversa:
1. Considero que es mi deber hacerlo.
2. Entiendo que al ayudar al necesitado estoy cumpliendo con lo que Dios
quiere de mí.
3. Mi conducta moral se rige por mis sentimientos internos.
Estas tres posibles respuestas a un acto moral son ejemplos de las
justificaciones racionales o criterios que podemos emplear a la hora de llevar a
término un acto moral.
Por último, vale la pena recordar que la mayoría de actos pueden tener una
dimensión moral y, por este motivo, estar sujeto a la discusión y al debate ético.
La moralidad es una inclinación universal del hombre. A lo largo de una jornada
decidimos con cierto grado de libertad una serie de acciones y éstas son
valorables como buenas o malas.

POSICIÓN FRENTE A LOS DILEMAS ÉTICOS Y MORALES QUE


SE PRESENTAN EN SU VIDA DIARIA.

La ética y la moral son constructos que regulan el comportamiento humano y


permiten su dirección a lo que tanto de manera individual (ética) como colectiva
(moral) se considera aceptable y positivo. Qué es bueno y qué es malo, que
deberíamos hacer y que no deberíamos hacer e incluso de qué aspectos nos
preocupamos y valoramos son elementos derivados en gran medida de nuestro
sistema ético.

Pero a veces nos encontramos con situaciones en que no sabemos qué hacer:
escoger A o B tiene, en ambos casos, repercusiones negativas y positivas a la
vez y los diferentes valores que nos rigen entran en un conflicto. Estamos
ante situaciones que nos suponen dilemas éticos. 

Se entiende por dilema ético a toda aquella situación en la que se dé un


conflicto entre los diferentes valores de la persona y las opciones de actuación
disponibles. Se trata de situaciones en que se va a generar una pugna entre
varios valores y creencias, no existiendo una solución totalmente buena y otra
opción totalmente mala, teniendo ambas repercusiones positivas y negativas a
la vez. 

Este tipo de dilemas requieren de una reflexión más o menos profunda sobre
las alternativas de las que disponemos, así como del valor otorgado a los
valores morales con los que nos regimos. A menudo nos tocará priorizar uno u
otro valor, entrando ambos en conflicto de cara a tomar una decisión.
Asimismo, permiten ver que las cosas no son o blancas o negras, así
como entender a personas que toman decisiones distintas a las propias. 

La existencia de dilemas éticos existentes en la vida real o posibles han


generado una interesante rama de estudio centrada en nuestras creencias y
valores y cómo éstas son gestionadas. 

Permiten ver cómo reflexionamos y que elementos tenemos en cuenta para


tomar una decisión. De hecho, es frecuente que se empleen dilemas éticos
como mecanismo para educar en el uso y gestión de emociones y valores, para
concienciar sobre algunos aspectos o para generar debate y compartir puntos
de vista entre personas. También se emplean en el ámbito laboral,
concretamente en selección de personal. 

TIPOS DE DILEMAS ÉTICOS

El concepto de dilema ético puede parecer claro, pero lo cierto es que no existe
un solo tipo. En función de diversos criterios podemos encontrarnos con
distintas tipologías de dilemas, que pueden variar en su nivel de concreción, en
el papel del sujeto al que se le presenta o en su verosimilitud. En este sentido,
algunos de los principales tipos son los siguientes: 

Dilema hipotético 

Se trata de dilemas que colocan a la persona a quien se le pregunta en una


posición en la que se ve confrontando una situación que es muy poco probable
que suceda en la vida real. No se trata de fenómenos imposibles, pero son algo
a lo que la persona debe enfrentarse en su día a día de manera habitual. No es
necesario que la persona a quien se le plantea el dilema sea el protagonista de
este, pudiendo preguntársele qué debería hacer el personaje. 

Dilema real 

En este caso el dilema planteado versa sobre un tema o situación que resulta
cercana a las personas a quien se le plantea, sea porque se refiere a un
suceso que ha vivido o a algo que puede ocurrir con relativa facilidad en su día
a día. Aunque suelen ser menos dramáticos que los anteriores, pueden resultar
tanto o más angustiantes por este motivo. No es necesario que la persona a
quien se le plantea el dilema sea el protagonista de este, pudiendo
preguntársele que debería hacer el personaje. 
Dilema abierto o de solución 

Los dilemas planteados como abiertos o de solución son todos aquellos


dilemas en que se presenta una situación y las circunstancias que la rodean,
sin que el protagonista de la historia (que puede o no ser el sujeto a quien se le
plantea) haya realizado aún ninguna acción para solucionarlo. Se pretende que
la persona a quien se le sugiere este dilema escoja cómo proceder en dicha
situación. 

Dilema cerrado o de análisis 

Este tipo de dilema es aquel en el que la situación planteada ya ha sido


solucionada de una forma u otra, habiendo tomado una decisión y realizado
una serie de conductas concreta. La persona a quien se le plantea el dilema no
debe decidir qué se hace, sino valorar la actuación del protagonista. 

Dilemas completos 

Se trata de todos aquellos dilemas en los que se informa a la persona a quien


se le plantean de las consecuencias de cada una de las opciones que se
pueden tomar. 

Dilemas incompletos 

En estos dilemas no se hacen explícitas las consecuencias de las decisiones


que tome el protagonista, dependiendo en gran medida de la capacidad del
sujeto para imaginar ventajas y desventajas.

Dilemas morales de nuestra vida cotidiana


Dos han sido los dilemas experimentales más importantes a la hora de estudiar
el conflicto entre las decisiones deontológicas y consecuencia listas:
Estos dilemas ofrecen la oportunidad de evitar que un tranvía atropelle a cinco
personas matando a una única persona que no se encuentra en la actual
trayectoria del tranvía. En general, las personas están dispuestas a desviar el
tranvía hacia el único individuo, accionando una palanca (dilema del tranvía),
pero consideran menos aceptable detener el tranvía empujando a un hombre a
la vía (dilema de la pasarela).
Es cierto que estos dilemas pueden parecernos lejanos de nuestro día a día,
pero no podemos negar que en nuestra vida cotidiana nos encontramos con
dilemas morales que en la mayoría de las ocasiones resolvemos de manera
automática, y que tiene repercusiones muchas veces negativas en otras
personas ¿qué criterios tengo en cuenta cuando voy a comprar ropa, un
teléfono móvil…?
¿Criterios económicos o tengo presente otros criterios tales como la
responsabilidad social de la marca o la protección de los derechos humanos?
¿Qué medios utilizo para ir alcanzando mis objetivos profesionales, educativos,
personales? ¿Las personas que me rodean son meros medios para alcanzar
un fin o son un fin en sí mismo?
La psicología tiene mucho que aportar al estudio de las decisiones
morales analizando los procesos psicológicos que subyacen a estas decisiones

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