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también el futuro destino de los mortales. Segun una doctrina cal-


A pesar de la sutil precision que los griegos introdujeron en sus
eO'PerS1ca> aceptada Por todos los mlstenos Paganos Y que Ya ha‘ * especulaclones el sentlmrento que lmpregno a la astrologla hasta f1-
biamos destacado (36), una amarga necesidad °b1i8a‘a 135 almas» ‘ nales del paganismo jamés llego a desmentir sus origenes orientales
l
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cuya multitud puebla las cumbres celestiales, a descender para ani- ; ‘ y re1igiOSOS_
mar a los cuerpos que las retendrén como cautivas. Al bajar hacia
la Tierra van atravesando las esferas planetarias y recibiendo de
El principio capital que impuso fue el del fatalismo. Como dice
61 poem (40);
cada uno de estos astros errantes, de acuerdo con su posicion, al-
gunas de sus cualidades. Por el contrario cuando despues ' de la .14
.
’ Fata regunt orbem, certa stant omnza lege.
muerte consiguen escapar de su carnal prision, se remontan hacia
\
su pristina morada ’ por lo menos si vivieron piadosamente, y a me-
_
‘, En lugar de creer que los dioses actuan sobre el mundo, al igual
dlda que van franqueando las sucesrvas puertas celestlales, se van
despojando de las pasiones e inclinaciones adquiridas durante su
prrmer vraje, para alcanzar por_frn, como _esenc1as puraS,_ la lum1-
~

ll 105 caldeo 5 fuefQn_LO e


que el hombre sobre la Sociedad con 61 ca fiche de sus asioms
- '
dye) una inqiblgv§P£§§%q%Q2’qu¢_v_dQmma__¢L_Lmiyg_§9_
' ' la ellustencla
'
Qbsewaron
'

11°53 morada de 10$ ql°5e5- V1V1T_aI_1 Para $1¢mPT_e en medlo $16 _1°5
que“‘ii'a‘ ley inmutable regulaba el movimiento de los cuerpos ce-
astros eternos, sustraldas al dOII1lI1lO de los destlnos y a las l1m1ta- :3, 1
estes y, en "1-~'~—=——---
e prlmer entus1asm0,§?,
' d b ' '
$._LL d.e.s§.1.l,_,,._.I1.I111<f>nto, exten__,1e-
I

clones proplas del tiempo


3

-
e este mo 0, a alianza de los teoremas astronomicos con sus
lfoffsus efectos"a“i'6"€1os’Ios 'fen6n&¢n@s mgralesysociales Los pos-
viejas creencias proporciono a los caldeos respuestas a todas las pre-
tulailos nae’ la ap'dté1)esrii55¢i¢a' ‘i1n"p15i&5b5nhii‘ determinismo. absoluto.
»

La Tyche» 0 la Fortuna drvrnrzada se conv1rt1o


- - - ' en la rrreslstrble" due-
gllntas q“e_el h°mbTe Puede Plantearse ace"? de las relacloneqs del a de los mona1e§""y‘ra§ fiorfales , Y como tal fue venerada
crelo y la trerra, acerca dc la naturaleza de D1os y sobre la ex1sten- c ._-- exclu-
1 Sivamente por algunos emmms durante el ImperiO_ Nuestra vO1un_
cia del mundo y su propio fin." La astrologia fue ciertamente la pri- tad conscime no‘ ae§'é‘1pef-1'§"fl"{l}1“ca mas qu un liinitado papel en
mera teologia cientifica. La logica del helenismo coordino las doc-
trinas orientales, las combino con la filosoffa estoica creando un sis- nuestra felrcrdad y nuestros exltos,
- - '
pero, en medio de los pronun-
»

. ., . 1 giamiemos la anar uia del Si 10 In un azar cie 0 arecia 'u ar SO-


tema de una lnnegable grandeza, una reconstruccron .
ldeal del Un1- * Y q g 8 P J g
beranamente Con la Vida de cada cual’ y es comprensibk: que los
Verso; cuya in“éPida_°Sadia inspiré? Manllior, °“_and° no Se ago‘. ll efimeros P rinci P es de esta é P oca al i g ual q ue las masas ha Y an re-
Saba lntemggdolflomlnar Ema 1?1at¢l"a d!f}°11é subhmes)’ Convene"
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conocido en él al t'1nic'o arbitro de su suerte (41). El poder de esta


Os Sones ( ) a vaga e maclona noclon e “S1mPat1a” Se trans I concepclon fatallsta durante la Antlguedad pudo compararse con su
formo
b en un sentimiento profundo fortalecido por la reexion so-
t
1 d 1 I h ’
re e paren esco e a ma. ’umana_, esencra lgnea,, . . . R1 larga duraci_6n, al menos en el Oriente, c1el que era originaria. §a-
con los d1"1n95 =_ hda de Babrloma (42), se d1fund10 a partlr de la epoca 3.l€_]3.I1dI‘1I13,
35305 (38); LaE¢°n{eml3l1a¢:j°n 361191610 5; 9°11‘/1Tt1P_en una e5P_5°1e » por todo el mundo helenistico y a finales del paganismo sera toda-
e comumon n 6 esp en or e as 11°C es e e§P1mu Se embnaga 1* v1a ella contra la que se CllI‘l_]3l'1 en su mayor parte los esfuerzos de
con la luminosidad que vierten los fuegos del Eter, y llevado por
las alas del entusiasmo, se eleva hacia el centro del sagrado coro de r
la apologetica cristiana (43). Pero conseguina resistir todos los ata-
1
r
las estrellas y sigue sus armoniosos movimientos, <<participa en su
inmortalidad y antes del fatal término conversa con los dioses» (39).
l
l

(40) Ma“i“°§ Iv’ .14'


War
1


(41) Ver: LEtermté des empereurs (Rev. hist. litt. relig. I, p. 445 y ss.).
(42) El seor Reitzenstein, que ha tenldo el ménto de demostrar la exrstencra
l

. - dc este fatalismo astrologico (ver infra, n. 51), cree que se desarrollo en Egipto,
(37) Goethe, hablendo llevado a cabo en el ano 1784 la ascenslon del Brocken
.

- ~ - .
bajo un cielo radiante expresé su admiracion escribiendo de memoria los versos (II, , P-em Sm duda Se-equw0ca' ver sobre este tema las observamones dc BOusSet' Got
-~

tmger Gel Anzezgen, 1905 p 704


115): Quis caelum possit, nisi caelum munere, nosse et reperire deum, nisi qui pars
ipse fieorum est? Yer: Bri§f zu Frau von Stem, n.” 518, ed. Scholl, 1885, citado por
43 b 5 - ' t ’t
' h d-d d C-a era la Peri e- armé_
- ~‘.j "es $6 )1)“;grgad?-1§a:?oEo?£oenfS hz:lI§;l;erc:,’a?£rune:§:1r:le’n (Bl-bh-0,, 22%? Y S¢

te
..
EH12,’gags;Ilfligllzlggfesgozygllllverso
cl s0mnium’sCipi0nis, de CicerénPor Manilio
(HI, 4)_ (I1.°

Macr(’)bio_
(Ammz socletatem cum caelo et szderzbus habere c0mmunem'I Flrmrco Materno: A S -”
37) se halla Ya anteriormen-
Comment I 14 16

trol, I, 5, 10. Se remonta a Posidonio, que hacia dc la contemplacién dc los cielos


.1

1
_
ha comer-vado cl tragado dc Gregqrio d-e Nisa sobre-cl mismo tema (P' G' XLV’
l_45). Tuvleron por alrado al platonlco Hlerocles (Foc1o: col. 214, p. 172, b). Se ha-

“an. much.“ ataques comm la. astrologla ' en San B"


aslho (Hexaemi ’ )
§onO g‘?Z“‘“°°"°’}§““ Mlztodlo (symp' P‘ G‘ Xvll" P‘ 1173) y mas adelame en San
uan nsostomo, rocoplo dc Gaza, etc... Un cunoso extracto de Juliano de- Hali-
VI5.SG-
an re

€,‘EIde1l9%S5fu;nt§§iie Ela cgeencla en D105‘ ver Capeue' Jab,‘ fur das klass‘ Ahermml’ carnaso ha sido publicado por Usener, Rheinische Museum, LV, p. 321. Hemos di-
(39) Vémus Va’1en'S IX’ 8 (Cat Codi astral‘, V, 2, 123, 11), VI’ (ibid ' cho algunas palabras acerca_de’la polémica latina en la Rev. de hist. et litt. religieu_
. . .
pp. 34-35, 14); ver los p£iS8]€S de F1l6n reunldos por Cohn: De opzfzczo mundz, 23’
. . . . ~ VIII p. 423 y ss. Se atnbula a MIHUCIO Felrx un escnto De Fata (Bardenhewer,
24 Capella? lea can 40_ Manila: Iv, 14_ ~ ses’ ’
Gesch. Altchr. Lzt., I, p. 315), pero el adversarro pnncrpal de los mathemancz sena
- - - - - - -

San Agustin.

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