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EL PODER DE LA ATRACCION MENTAL

¿Alguna vez haz sentido que conectas de una manera tan inefable con alguien que no puedes o, mejor
dicho, no quieres irte o dejarla ir? y claro, lo primero que siempre nos llama la atención de alguien
sin duda es su físico, no podemos negar lo bien que se siente imaginar besar, tocar, sentir a esa
persona con la cual coincidimos. Pues esta atracción es la que desde un principio pensamos, la física.
Pero, y luego de esto ¿Qué?, ¿Qué pasará después de hacer el amor, después de abrazarse o besarse?
¿De qué hablarán? ¿Qué harán o qué se dirán?

Es allí donde entra en juego la atracción mental, más allá de sentirse atraído del cómo es el otro, es la
conexión más fuerte que dos personas pueden tener. Muchas veces esto puede resultar hasta irreal e
intimidante puesto que dicha conexión producida por el ser, el pensar y el actuar puede llegar a
parecer muy fuerte e incluso indestructible. Y es que cuando se forma tal lazo, es difícil librar de
nuestra cabeza a ese alguien, no podemos ni si quiera desprendernos de sus palabras.

Cuando conoces a alguien cuya personalidad te hace vibrar, te hace pensar, te reta, te impulsa y con
su humor, opiniones y criterio te ofrece una conversación inteligente, a la altura, llena de
conocimientos y saberes, haces de esa persona tu hogar, te conviertes en alguien que está dispuesto a
aprender, pero también a enseñar, que quiere conocer, pero también compartir. Te atrae porque sabe
mirar más allá de lo físico, porque tiene la capacidad de hacerte reír, de hacerte llorar, de hacerte
extrañar y admirar hasta lo más mínimo.

Una mente así siempre te motivará a superarte y a ser mejor cada día. Lo nuevo, lo diferente, eso que
no es fácil de encontrar, es de lo que se trata la conexión mental; día y noche dándole vueltas al
mismo nombre, a esa compañía segura y a esas palabras que nos supieron captar, ¿Cómo huir cuando
es uno mismo quien termina por unirse al otro? Al corazón se le atribuyen los sentimientos, pero la
mente sí que sabe cómo enamorar.

Ahora bien, ¿Qué pasaría si fuésemos ciegos, si nos separaran miles de kilómetros o si sencillamente
no pudiéramos vernos? ¿Serviría de algo la atracción física? No tendríamos oportunidad de tocarnos,
de abrazarnos o besarnos, y técnicamente muchas relaciones basadas solo en la atracción física,
llegarían a su fin. Y es que poseer a mente de alguien no es como poseer el cuerpo, es mucho más, es
hacer el amor sin límites, es permanecer en la misma locura como si fuera el mejor lugar del mundo.

Si te enamoras de una mente no sabrás a dónde ir, pues tiene el poder de volver loco a cualquiera. Es
que es tan difícil conocer a una persona así, que de verdad sobresalga de los demás, de lo común, de lo
cotidiano, haciéndola muchísimo más interesante. Todos merecemos coincidir con alguien que nos
mueva todo el ser, que nos atraiga en todos los sentidos, y claro, la atracción física es importante,
pero si de verdad quieres enamorarte, asegúrate de que haya atracción mental, porque de esa es casi
imposible huir, puesto que de una mente no te libras, ni cerrando los ojos.

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