Y el comienzo no puede ser otro que la reunión de algunos hermanos, sobrinos y un cuñado,

perdidos en una aldea gallega, defendiendo las bondades de sus equipos de referencia, de sus
jugadores estrella y de sus goleadores; ya ven, tranquilas conversaciones estivales arrimados a unas
cervezas y algo que acompañar pues todos eran de buen diente y mejor beber. las conversaciones
iban subiendo de tono poco a poco, y, en este gesto tan nuestro de defender el argumento dado con
la coletilla “que nos apostamos” surgieron los primeros duelos futbolisticos, cuyo premio era ,
inevitablemente, una botella de vino que haría efectiva, en la tertulia del año siguiente, el perdedor
del desafío retado; y como los duelos se cruzaban al mismo ritmo que se reponían las cervezas, al
final de la contienda las botellas reñidas nunca bajaban de cuatro.

En un honroso gesto de generosidad, y sin que mediara influencia alguna, los ganadores tambien se
presentaban, año tras año, con otra botella, anulando así cualquier posibilidad de rencor o malestar.

Como las hermanas tambien compartian amor por el vino además de desinterés por el balompié, de
una manera pausada y natural, la tertulia fue aumentando en numero y los debates, girando hacia
otros temas y de esta manera inocente e improvisada, poco a poco y sin estridencias, las anecdotas y
los recuerdos empezaron a manar al mismo ritmo que el pasar del tiempo, inexorable pero
tranquilo, pausado.. y así surgen los primeros comentarios acerca de los vinos que se estan
degustando, entre los recuerdos de un padre, sin duda, el origen, la cepa madre de tanto sarmiento
rebelde, y, de un hermano, fiel escudero y guardian de las esencias de la tierra y sus frutos.
Las bondades que año tras año traiamos de los diferentes puntos de España fueron siendo
comentadas y valoradas con los rudimentarios conocimientos de los que disponíamos; al mismo
tiempo fueron apareciendo acompañamientos más elaborados que los pioneros, y asi el queso, el
jamon y las aceitunas fueron hermanadas con tortillas de patatas frescas y jugosas, mollejas en
salsa, piquillos rellenos y cualquier otro acompañamiento que algunos de los presentes tuviese el
bien y la fortuna de preparar.

Es este, quizás, el momento en el que se produce el salto cualitativo mas serio, el definitivo, pues
es cuando se toma conciencia de lo que allí se esta creando, una autentica escuela del vino que es
como hablar de la misma vida; uno de los hermanos, antaño vinculado a la venta de vinos, decide
que, organizando la cosa como es debido, además de pasar la velada en buena compañía, se podría
aprobechar la presencia de estos buenos caldos para aprender de ellos, brindarles el tiempo y el
silencio que necesitan para superar su inicial pudor, su proemio sofoco y descubrir el universo de
sus caracteristicas organolepticas, de su cuna, del artesano que le da forma y de cualquier otro tema
que gire en torno a este hermoso mundo; de esta manera,, cada uno de los compartientes anunciaba
al “amigo” que iba a sentar a la mesa el año proximo adelantando futuros deleites e animando a los
retantes a que superen tal embite. Una vez recibida la información de los vinos que iban a estar
sobre la mesa el año próximo, este hermano iba elaborando un dosier que, con la forma debida,
seria presentada delante de los rivales antes de su degustación.

Como no puede ser de otra forma, año tras año, y al calor de los vapores alcoholicos, surgian ideas
nuevas para mejorar lo que en origen habia sido límpidas discusión balompédica; un año se decidió,
por ejemplo, que cada oferente habría de presentar, además de un caldo, un acompañante; a partir de
este momento el acompañamiento ya no sería una opción, seria decreto, edicto, orden; otro año y en
vista de que abundaban en las selecciones los “riojas” y “riberas”, los participantes fueron
conminados a variar la dieta vinicola e investigar otras zonas, otros parajes de la extensa España y
asi fueron apareciendo sobre el tapete “ prioratos”, “toros”, “jumillas” y demás amigos allende las
tierras españolas. El “fair play” tambien creó debate situando en 30€ la inversión másima; esta
medida, a priori limitante, hizo afinar los sentidos de los comensales, alejandolos de los vinos
mesetarios, más afamados y por lo tanto más caros, buscando en zonas menos reconocidas, menos
comerciales, caldos competentes a menor precio con marcado acierto en la mayoria de los casos.
Es tal el influjo que este mundo alquimico trajo a la mesa que la participacion en el evento fue
aumentando llegando al extremo de sentarse junto a nosotros una hermana y un sobrino que,
abstemios por voluntad propia, tambien presentaban un caldo para agrado de todos, para lo cual
investigaban la actualidad del momento refiriendo , siempre con fortuna, una selección interesante,
y acompañandola de una tapa acertadamente maridada. .

Y es en este momento donde nos encontramos, pues la proxima cata será el viernes 16 de agosto,
que dicha reunion ya presenta unas normas bien definidas, sin perjuicio que alguna de ellas sea
mejorada; y siendo asi la cosa la reunión comienza con una alocución del presidente que resume
los aciertos y errores del año anterior, plantea algun cambio para el siguiente y valora el esfuerzo de
cada una de las “escuelas”participantes. Acto seguido, y con el debido orden para el buen
aprovechamiento de los caldos, secuencialmente, cada uno de los representantes presenta a su
amigo, el caldo hermanado, asi como al maridaje que ha de ceñirse a los principios básicos de
mutuo aprovechamiento, y lo da a catar a la mesa. Al final de la cata, se hace una valoración
personal y secreta y, tras los debidos recuentos, se anuncia e los ganadores del vino y del
acompañante, premios individuales que reconocen la suerte y el acierto que los victoriosos retantes
han cosechado.

Si el origen lo situamos allá por el remoto 2004 o 2005, se podrá entender la cantidad y calidad de
los vinos degustados en esta, nuestra mesa, año tras año. Si además forzamos la vista hacia aquellos
lejanos años, se podría analizar la evolución, el mejoramiento que año tras año fue moldeando este
familiar evento que sentó a nuestro lado a lo más exitoso , novedoso o

Para que se vea la calidad de los vinos aquí traidos, en la cata de este año han estado presentes,
entre otros, Castiñeiro 2016, de la D.O. Rias Baixas, Alto Moncayo 2016 de la D.O. Campo de
Borja, Peña Caballera 2015, de la D.O. Madrid
De como una antigua contienda futbolistica ha mudado en una degustación de portentosos caldos
doy fe aquí y animo a los presentes a iniciar este maravilloso camino que no tiene fin.