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EL FASCINANTE MUNDO DE LOS MANDALAS.

“Los mandalas son muy importantes en el budismo ya que sirven de instrumento para la
meditación religiosa. Los más conocidos son de los monjes tibetanos: figuras gigantes
hechas de arena de colores en el suelo de los monasterios cuya creación se prolonga
durante semanas. Cuando el Mandala está terminado, los monjes lo destruyen, puesto que
lo importante no es la obra de arte terminada, sino el proceso de su creación. El camino
es la meta.”
(Extractado del libro “Mandalas”,de Marion y Werner Kustenmacher)

¿Qué es un Mandala?
La palabra Mandala tiene su origen en el sánscrito, el idioma clásico de la India y
significa”círculo”. Así esta figura ha sido y es utilizada en representaciones artísticas y
religiosas de muchas culturas como un símbolo de la perfección, el orden y el equilibrio.
Si entendemos al círculo como la suma de todos los puntos que están a la misma distancia de
un punto medio, éste se podría definir a partir de ese punto medio y se desarrolla a partir de él.
Toda forma circular lleva implícita aunque no siempre visible a los ojos su punto medio. Todo
plato, rueda, moneda tiene su punto medio que es intuido a veces haciéndose visible a través
de nuestro ojo emocional.
Es así como toda manifestación artística que se base en la forma circular va a estar imbuida de
un gran dinamismo, generado justamente a partir de ese punto central.
El descubrimiento del círculo marca el comienzo de la cultura de los seres humanos. Entre las
obras arquitectónicas más antiguas encontramos esta forma: el misterioso círculo de piedra de
Stonehenge o los poblados circulares neolíticos de Irlanda, circular es el Coliseo y la Plaza de
San Pedro en el Vaticano. Uno de los mandalas más antiguos es el disco solar, la imagen del
astro rey como generador de vida.
Las danzas de los primeros hombres y mujeres agricultores fueron las “Danzas circulares”, en
ellas la tribu manifestaba el agradecimiento a la tierra por los bienes cosechados. Tomados de
la mano se desplazaban con movimientos rítmicos hacia uno y otro lado, al centro y hacia los
extremos del círculo que dibujaban, simbolizando la unión, la solidaridad, el equilibrio y la
armonía.
El psiconalista C:G: Jung extendió el conocimiento de este término en la civilización occidental.
Experimentó con la influencia que el trabajo con ellos provocaba en el plano emocional y
refiriéndose a los mismos expresó que actuaban como “imanes para el material espiritual
contradictorio de nuestro interior”
Lo cierto es que fuera de toda especulación religiosa o política al respecto, encontramos en los
mandalas expresiones artísticas de exquisita belleza en sus diseños y en el empleo del color.
El simbolismo de las formas del mandala:
Laberinto: es considerado un mandala en sí mismo, simboliza la búsqueda de uno mismo, del propio
centro.
Círculo: simboliza los procesos de la naturaleza o del Cosmos como un todo.
Cuadrado: implica el universo concebido y percibido por el ser humano.
Espiral: representa el movimiento y la evolución del universo.
Cruz: es el eje del mundo, con connotaciones religiosas para algunas creencias.
Estrella: símbolo universal de lo espiritual o elevado y la libertad.
Flor: representa la fugacidad y la belleza.
Ojo: simboliza el ojo de dios, el sol, el Yo y la clarividencia.
Punto: es el origen de todas las cosas, el principio, el centro esencial
Rayo: representa la soberanía
Rueda: energía, empuje y dinamismo.
Triángulo: representado por el número tres. Con el vértice hacia abajo simboliza la femineidad y el
agua. Se considera también el equivalente al corazón. Con el vértice hacia arriba simboliza el
fuego y la masculinidad.
¿CÓMO REALIZAR LA APRECIACIÓN DE UN MANDALA?

Observarlo primero libremente. Acompañar la observación con música suave,


preferentemente instrumental y acorde al tema del mismo
Conversar sobre sus orígenes y las culturas que tomaron su forma dotándola
de significado.
Reconocer los colores que predominan y el ritmo dado por éstos, es decir el
orden que se establece mediante la utilización del color, por ejemplo: rojo,
amarillo, amarillo, azul, rojo, amarillo, amarillo, azul...
Hablar sobre el diseño, si es figurativo (aparecen figuras reconocibles: flores,
pájaros, etc) o abstracto.
Reconocer las formas que aparecen. Contar cuántas se repiten.
Reconocer y nombrar las figuras geométricas presentes en el diseño.
Descubrir si prevalece un orden y dirección en la disposición de éstas dentro
del círculo.
Hablar sobre la simetría y los diferentes tipos de simetría que podemos
hallar en ellos.
Reconocer diferentes puntos y líneas: curvas, rectas, combinadas, finas,
gruesas, etc.

El Mandala y los números.


Muchos números aparecen representados en los mándalas. La simbología consciente o
inconsciente del número en cuestión depende de la repetición de las imágenes.
En este sentido los números no sólo tienen un significado cuantitativo abstracto , sino una
calidad concreta y una simbología viva que fluye en los mandalas. Los números estrechan
relaciones, ordenan y explican .
Dentro de los más representados el cuatro es el ganador por excelencia.
TRATEN DE DESCUBRIR CON LOS NIÑOS QUE NÚMERO ESTÁ ESCONDIDO EN CADA
MANDALA. Pueden contar para ello, la cantidad de veces que se repite una forma, un color o
los círculos concéntricos que se insinúan.

ACTIVIDADES SECUENCIADAS PARA TRABAJAR CON MANDALAS

☺ Realizar varias rondas con los niños y luego representarlas gráficamente.


☺ Recorrer un camino en espiral desde afuera hacia el centro o viceversa.
☺ Recorrer un laberinto circular que se trazó con tiza en el suelo.
☺ Observar un mandala y reconocer sus elementos plásticos.
☺ Aprender una “Danza circular”
☺ Buscar formas que representen mandalas en la naturaleza: hojas de vegetales, una gota
de agua , una huella dactilar, una sección de un tronco de árbol, una naranja, la
caparazón de una tortuga, una flor o nuestros propios ojos. Registrar las observaciones
por medio del dibujo.
☺ Investigar sobre el origen de un Mandala en especial (algunos de los libros que se citan
en este artículo tienen más de cien modelos con sus referencias históricas) Buscar
información sobre este tema en revistas, libros, internet.
☺ Jugar corporalmente con elásticos largos unidos en el extremo, en pequeños grupos y
luego en un grupo total.
☺ Jugar corporalmente con aros y cintas. Depositarlos luego en el suelo. Observar el
resultado obtenido. Representarlo con un grafismo.
☺ Armar una cartelera con fotografías de revistas que representen la forma de un Mandala.
☺ Entregar a los niños un soporte de forma circular con un punto central marcado y
pedirles que lo decoren con marcadores desde el centro hacia fuera.
☺ Trabajar manchas por simetría tomando como base la forma circular plegándola por su
diámetro.
☺ Realizar un mandala de grandes dimensiones entre todos comenzando con una forma
generadora simétrica (estrella, flor, etc.) en el centro y continuándola luego por turnos.
Elegir los colores entre todos proponiendo criterios de formas, por ejemplo ,los triángulos
verdes, o las flores amarillas.
☺ En un círculo grande estampar con sellos de papa, zanahoria, o goma eva, figuras
geométricas concéntricas. El trazado de varios círculos concéntricos que serían los
carriles o calles ayudaría a ordenar el posterior diseño.
☺ Dividir una hoja de forma circular en cuatro partes iguales, tomar una de estas partes
por cada grupo de niños solicitándoles que dibujen en ella con marcador negro.
Reproducir por medio de la fotocopia cada cuarto, cuatro veces. Con cuatro partes
iguales armar un mandala (como si fuera un puzzle ). Luego de armar los cuatro,
pintarlos acordando criterios y colores para cada uno de ellos en el grupo.
☺ Invitar a las familias de los niños para crear mandalas en subgrupos.

EL LABERINTO COMO MANDALA


Aunque se desconoce su origen o la cultura que descubrió este símbolo, según la mitología griega el
laberinto era un palacio construido por Dédalo en Creta y estaba habitado por una criatura
fantástica mitad hombre, mitad toro, el MINOTAURO.
El laberinto es uno de los símbolos más antiguos, encontrándose ya desde la prehistoria en todas las
civilizaciones. En tallas rupestres, en mosaicos y /o construido en los jardines de los palacios,
aparece en cuentos, mitos y leyendas.
Aunque su forma puede variar, en esencia el laberinto parte de una cruz y se extiende en círculos
que acaban formando un camino entrelazado.
La misión simbólica del laberinto es proteger el centro, es decir, el acceso iniciático a lo sagrado o
inmortal. El laberinto originalmente señalaba el camino hacia las entrañas de la tierra o hacia el
interior de uno mismo.

¡CRÉELO, O NO!

Existen testimonios de terapeutas y maestros acerca de lo beneficioso del trabajo con


mandalas tanto en niños como en ancianos. Tanto unos, como otros, manifiestan que
colorearlos ayuda a desarrollar la capacidad de atención, eleva la autoestima y es una tarea
amena y altamente placentera.
Algunos maestros llegan a pedirle a sus alumnos que coloreen mandalas antes de los trabajos
difíciles de clase o las evaluaciones, para tranquilizarlos y mejorar su capacidad de atención y
concentración. Dicen que sus efectos son impresionantes (¿?)
Algunos pedagogos inclusive invitan a pintar un mandala en la página enfrentada a la que
contiene un problema de cálculo. Estos opinan que el orden es un factor esencial de la
matemática y que favorece al aprendizaje de ésta todo lo que desarrolla el sentido del orden.

Se puede compartir o no, pero lo que sí no entra en tela de juicio alguno, es que el
acercar estas obras milenarias, de exquisito gusto estético a los niños, no puede más
que ayudarlos a crecer como personas más sensibles y respetuosas de la diversidad
cultural.

Elizabeth Mango
Maestra Directora , Artista Plástica, Prof. de I.I.N.N.

Si quieres saber más sobre este fascinante tema puedes leer:


“Mandalas. Como encontrar lo divino en ti” de Ruediger Dahlke
“Mandalas 2. Manual para la terapia con mandalas” Ruediger Dahlke
“Energía y fuerza a través de los Mandalas “Marion y Werner Küstenmacher.
“El libro de los mandalas del mundo” Shia Green

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El mito del laberinto del Minotauro:

Cuenta el mito que Pasífae, esposa del rey Minos, se enamoró de un toro y dio a luz al
Minotauro, criatura mitad hombre y mitad toro. Al enterarse el rey, encargó a su
arquitecto Dédalo que construyera un intrincado laberinto donde encerrarlo.
Después de vencer a los atenienses, el rey Minos les ordenó entregarle cada nueve años
siete jóvenes varones y otras tantas doncellas, que debían servir de alimento al Minotauro.
Un día, el hijo del rey de Atenas, Teseo, héroe de múltiples hazañas, se ofreció para ser
una de las víctimas y partió a Creta. Su hermosura, juventud y nobleza robaron el corazón
de Ariadna, hija del rey Minos. Teseo le prometió llevarla consigo a Atenas y hacerla su
esposa si triunfaba en su empresa y salía del laberinto. Gracias a un ovillo de hilo que le
había entregado Ariadna, Teseo mató al Minotauro y encontró el camino de salida del
laberinto. Junto a los rehenes liberados regresó a Atenas y se convirtió en el rey.
Uso y no abuso
Si bien este tema ha sido encarado ya por muchos colegas, debemos hacer un llamado
de atención en cuanto a su uso como plantilla para rellenar con pintura. Consideramos
que el mismo debe ser encarado con la seriedad que merece apuntando desde la plástica
al desarrollo de la libre expresión y la creatividad en el niño.

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