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JURISPRUDENCIAL
UNIDAD 2
TALLER1
ANALISIS JURISPRUDENCIAL
PRESENTADO POR:
FACILITADORA:
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Los estudiantes deben realizar la lectura de por lo menos 3 de las 5 sentencias de
acción de tutela, (T-195 de 2011, T-454 de 2008, T-1180 de 2008 y T-062 de 2006) de
las cuales debe responder o explicar los siguientes enunciados.
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Se compara con un manifiesto de lo que significa el derecho a la vida, de manera
que atentar contra la salud de las personas en cualquier contexto equivale a atentar
contra su propia vida. Desde este punto de vista, el no enfocarse en brindar un
adecuado servicio de salud, las IPS puedes estar incurriendo en faltas graves en
contra de la Constitución Política, por tanto se puede ejercer daño directo o
indirecto por medio de la mala atención a la vida de los pacientes. Siendo médicos,
siendo IPS de salud, siendo entidades del sector salud debemos buscar siempre la
mejor manera de cuidar y preservar la salud, si no se quiere incurrir en falta grave
ante el estado, en donde siempre a final se logra establecer el daño ocasionado a la
vida de una persona. La frontera entre el derecho a la salud como fundamental y
como asistencial es imprecisa y sobre todo cambiante, según las circunstancias de
cada caso, pero en principio, puede afirmarse que el derecho a la salud es
fundamental cuando está relacionado con la protección a la vida, teniendo en cuenta
que se tienen suficientes bases legales para establecer como riesgoso el no proteger
la salud de una persona.
Los derechos fundamentales, solo conservan esta naturaleza, en su manifestación
primaria, y pueden ser objeto allí del control de tutela, requisito fundamental hoy en
día para lograr atención en salud y cuidados de la misma. Es premisa del Estado
proteger la salud de los ciudadanos, por tal motivo ante cualquier falta a la misma se
categoriza como falta constitucional que genera sanciones de gran escala.
El artículo de la Constitución Política que establece que el derecho a la salud en los niños
es un derecho fundamental es el N° 44.
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recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de
abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o
económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en
la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia. La
familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para
garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos.
Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción
de los infractores. Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás”
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protección a la salud. Así, el art. 40, apartado 2 dice entre otras cosas que los poderes
públicos “velarán por la seguridad e higiene en el trabajo” y añade que garantizarán una
serie de cuestiones que pueden entenderse como especificaciones del derecho a la salud, al
decir que garantizarán “el descanso necesario, mediante la limitación de la jornada
laboral” y “las vacaciones periódicas retribuidas”. El art. 49, por su parte, dice que “los
poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e
integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la
atención especializada que requieran...”. A los problemas específicos de salud de los
ciudadanos de la tercera edad se refiere el art. 50: “los poderes públicos [dice]
garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia
económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de
las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios
sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio”. Otra
mención a la salud la encontramos en el art. 51.1, esta vez referida a los consumidores y
usuarios: “los poderes públicos garantizarán la defensa de los consumidores y usuarios,
protegiendo, mediante procedimientos eficaces, la seguridad, la salud y los legítimos
intereses económicos de los mismos”. Existen, además, otros preceptos constitucionales
que regulan materias de indudable dimensión sanitaria: el medio ambiente, respecto del
cual nos dice el art. 45.1 que “todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente
adecuado para el desarrollo de la persona...”; la calidad de vida, respecto de la que el art.
45.2 dice que “los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los
recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida”; la vivienda
digna y adecuada, que todos los españoles tenemos derecho a disfrutar según el art. 47; la
protección integral de los hijos y de las madres, recogida en el art. 39.2, etc. Así pues, el
derecho a la salud aparece a primera vista como un derecho constitucional con
formulación explícita en el art. 43 y reflejo en otros múltiples preceptos constitucionales.
Pero, a la vez está relegado al capítulo III del Título I de la Constitución, cuestión ésta de
su emplazamiento en la que hemos de detenernos. En efecto, nuestra Constitución viene a
distinguir tres niveles de protección de los derechos constitucionales que quedan
diseñados básicamente en el art. 53. Con el nivel más amplio e intenso de protección, que
conlleva reserva de ley orgánica, protección del contenido esencial frente al legislador,
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amparo judicial y amparo ante el Tribunal Constitucional, encontramos los derechos
reconocidos entre los arts. 14 a 29 de la Constitución más la objeción de conciencia
reconocida en el art. 30. Con un nivel medio de protección encontramos los derechos
reconocidos en el resto del Capítulo II (arts. 31 a 38): reserva de ley y garantía del
contenido esencial del derecho incluso frente al legislador, en virtud del art. 53.1 CE. Con
el nivel mínimo de protección encontramos los que la Constitución ni siquiera titula
derechos: los llamados principios rectores de la política social y económica (arts. 39 a
52), entre los que se encuentran el precepto dedicado a la protección de la salud (art. 43) y
la mayor parte de los conectados con él, con la excepción del art. 15, como hemos visto.”
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manejo especialista que requieran, sin limitación en cuanto al enfoque de su
seguridad social y con compromiso patrimonial del estado
Artículo 48: Hace referencia a los contemplado con lo referente a la seguridad
social con sus criterios y sus principios de eficiencia, universalidad y solidaridad,
buscando siempre el bien del ser humano y de la comunidad, garantizándolo como
un derecho fundamental innegable e irrenunciable.
Artículo 49: Que estipula que la salud es una patrimonio público, sin restricciones
de ningún índole, con objetivos claros establecidos para servicios de promoción y
prevención, protección y recuperación de la salud. Es de obligatorio cumplimiento
por el estado velar por la salud de los habitantes del país, organizando, dirigiendo y
reglamentando la prestación y manera de afiliación y funcionalidad de los servicios
de salud. También se categoriza como un servicio gratuito y obligatorio para toda la
comunidad.
Artículo 50: Hace referencia a que todo niño menor de un año, incluso sin
afiliación a ningún sistema de salud en Colombia, debe ser atendido sin limitaciones
de ninguna índole, protegiendo el derecho a la salud y preservando la dignidad
humana. Cabe resaltar que la ley reglamentara la materia y se encargara del aporte
necesario para suplir las necesidades.
5. ¿En qué eventos procede la acción de tutela para proteger el derecho a la salud?
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manera inmediata, su afectación o amenaza se vería proyectada en los derechos
fundamentales.”
Es un derecho fundamental de cada ser humano la salud, con sus cuidados y legislaciones
especiales, teniendo como enfoque que su violación atenta contra la vida y la integridad
personal, acciones que pueden usarse como sentencia en la norma jurídica. Ante esta
violación se puede hacer uso de la acción de tutela
Con este aparte se logra establecer que cualquier negativa a los requerimiento medico
asistenciales en las empresas de salud a cualquier paciente puede ser usado en contra de la
entidad y del personal de salud a manera de investigación judicial por medio de acción de
tutela, vulnerando los derechos claros a la vida y la integridad personal. También se
considera importante dejar claro que ninguna limitación de los planes de seguridad de salud
en el país serán permitidos siempre y cuando estos afecten el desarrollo a la salud y su
perseverancia, siendo también condiciones concisas para la utilización de la acción de
tutela
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T-354/05: “derecho a la continuidad de los servicios de salud: A partir del
fundamento jurídico que identifica el principio de continuidad, la jurisprudencia
constitucional ha definido el alcance del derecho ciudadano a no ser víctima de
interrupciones injustificadas en la prestación de los servicios de salud, fijando los
criterios que obligan a las entidades promotoras y prestadoras de salud (EPSS,
ARSS, IPSS) a garantizar y asegurar su continuidad. Sobre esa base, ha dicho la
Corte (i) que las prestaciones en salud, como servicio público obligatorio y
esencial, tiene que ofrecerse de manera eficaz, regular, permanente y de calidad;
(ii) que las entidades prestadoras del servicio deben ser diligentes en las labores
que les corresponde desarrollar, absteniéndose de realizar actuaciones ajenas a
sus funciones y de omitir el cumplimiento de obligaciones que conlleven la
interrupción injustificada de los servicios o tratamientos; (iii) que los usuarios del
sistema de salud no pueden ser expuestos a engorrosos e interminables trámites
internos y burocráticos que puedan comprometer la permanencia del servicio; y
(iv) que los conflictos de tipo contractual o administrativo que se presenten con
otras entidades o al interior de la propia empresa, no constituyen justa causa para
impedir el acceso de sus afiliados a la continuidad, permanencia y finalización
óptima de los servicios y procedimientos médicos ordenados”
En este sentido, cada empresa que vele por los cuidados de la salud de los pacientes en
Colombia no puede suspender de ninguna manera la continuidad de los tratamientos
médicos, sea cual fuere el mismo o la circunstancia en la que se presentó. De ahí, se
logra establecer la acción de tutela como mecanismo por medio del cual se puede hacer
uso de la ley para lograr que no se pierda dicho derecho constitucional