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La Nueva Mujer Japonesa:

el testimonio prematuro de
Higuchi Ichiyo- (1872-1896)
Tutorizado por la profesora Kayoko Takagi Takanashi

Gustavo Flórez Malagón


1. Introducción: La Nueva Mujer
Graduado en Estudios de Asia y África:
Japonesa y su contexto itinerario de Japón Uni ersidad
Autónoma de Madrid, y estudiante del
Máster en Literaturas Hispánicas,
El concepto de la Nueva Mujer surge en el siglo XIX Uni ersidad A tónoma de Madrid
como un amplio ideal de corte feminista que repre- Estancias en T fts Uni ersit
senta los cambios producidos en el rol femenino en Massach setts The Japan
la sociedad occidental del momento. La mujer, re- Fo ndation Japanese Lang age
legada hasta entonces a un papel secundario en las Instit te Kansai Osaka
sociedades europeas, empieza a presentarse enton- Asistente de In estigación en el Centro
de Est dios de Asia Oriental de la
ces como un individuo educado que reclama sus de-
Uni ersidad A tónoma de Madrid
rechos e independencia, y denuncia la situación de
represión que ha sufrido hasta la fecha, a la sombra Interesado en la literatura moderna
de la fig ra masc lina q e predominaba en las socie- japonesa, la literatura comparada y los
dades patriarcales de los países más avanzados. En la estudios de género.
Literatura, diversas autoras y autores comenzaron a
reflejar de forma principalmente artística pero tam-
bién rei indicati a la circ nstancia de la m jer en s secesión de la sociedad

En Japón, la Restauración Meiji (jp. Meiji Ishin 明治維新 de significó la apert ra definiti a del
país tras más de dos siglos de las llamadas políticas sakoku 鎖国, que habían regulado las relaciones
internacionales del país hasta la fecha. Dicha apertura dio lugar al período de modernización de
Japón d rante el c al comen aron a llegar las ltimas tendencias e inno aciones del e terior Esta
época de Ilustración o Bunmei-kaika 文明開化 trajo consigo la infl encia de las ideologías occiden-
tales, dando lugar, entre otros, a avances sociales (jp. Risshin shusse 立身出世) en todos los niveles
de los colecti os

No obstante, en lo que respecta al papel femenino en la sociedad, el caso de Japón resulta de espe-
cial interés. El Japón actual se basa en los cimientos de una sociedad matriarcal en sus orígenes, en
la que la mujer contaba con un papel privilegiado, predominante en el ámbito religioso. A pesar de
los cambios lteriores en parte infl idos por la introd cción de conceptos del Conf cianismo el
Taoísmo el B dismo la m jer mantiene n papel rele ante en épocas de florecimiento del país
especialmente durante el denominado Período Heian (jp. Heian jidai 平安時代 CE
D rante esta época tiene l gar el a ge de la conocida Literat ra Femenina con fig ras tan promi-

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nentes como M rasaki Shikib 紫式部 o Sei Shōnagon 清少納言 No res lta e traño entonces q e
después de siglos de aparente silencio, ante la introducción de los ideales feministas modernos
desde comienzos del Período Meiji (jp. Meiji jidai 明治時代, 1868-1912) a través de la literatura,
na n e a generación de m jeres escritoras s rgiese a imagen semejan a de s s prestigiosas
antepasadas.

De entre todas ellas e istió na eminente efímera fig ra q e dejaría s h ella en la literat ra de
Meiji Se trata de Hig chi Ichi ō 樋口一葉 (1872-1898), una de las escritoras más reconocidas no
sólo en s tiempo sino en el n estro también Nacida criada en n ambiente de cambio escasa
riqueza, un puente entre la transitoriedad del ukiyo 浮き世 preeminente durante Edo y la occi-
dentali ación de Meiji Ichi ō representa la e ol ción el soplo fresco q e la m jer japonesa del
momento necesitaba.

En el presente análisis se a a cond cir al lector a tra és de n iaje en b sca de la identidad de esta
Nueva Mujer japonesa (la denominada Atarashii onna 新しい女) en las obras de la ya mencionada
Ichi ō El objeti o a perseg ir consta en encontrar mostrar los indicios del cambio la llama q e se
aviva en tonos de reconocimiento y protesta por las limitaciones impuestas al papel femenino en
na sociedad determinada por las enseñan as de obras como Onna Daigaku 女大学 (ca.1672), del
filósofo neo conf cianista Kaibara Ekken 貝原益軒 (1630-1714)1.

Al tratarse de na era de cambios prof ndos en la c lt ra la política la sociedad del país las
escritoras japonesas se encontraron en medio de una encrucijada entre modernidad y tradición,
paradigma dentro del c al s e istencia no parecía tener cabida de forma legítima Llegar a alcan ar
las esferas del “mundo literario” de la época, el Bungakukai o Bungakkai 文学界2 resultaba impo-
sible sin na ed cación similar a la de intelect ales como Ts bo chi Shō ō 坪内逍遥 (1859- 1935),
O aki Kō ō 尾崎紅葉 o Mori Ōgai 森鴎外 (1862-1922), y cualquier esfuerzo por seguir
patrones similares era considerado como una mera imitación de las obras masculinas por parte de
las m jeres Al mismo tiempo precisamente por los estigios de la fama de las damas de Heian
anteriormente mencionadas, si las escritoras de Meiji se adscribían a esos parámetros de feminidad
en sus obras se condenaban a crear obras elegantes pero de poca relevancia en la sociedad y al mar-
gen de la modernidad Copeland concl e q e se establece n dilema si trataban de salirse de los
parámetros de la escrit ra femenina se les reprochaba por imitar a los hombres Si se aj staban a
esos parámetros eran ignoradas por ser femeninas por tanto insignificantes 3.

2. Metodología y formato del análisis

Filósofo botánico del período Edo famoso por s s est dios de botánica japonesa como Yamato honzō
大和本草 (Plantas Medicinales de Japón), y especialmente por sus manuales de comportamiento siguiendo los precep-
tos confucianistas, como Wazoku dōjikun 和俗童子訓 Preceptos para niños o Gojōkun 五常訓 Tratado de las Cinco
Virt des cardinales Conf cianas En Onna Daigaku e pone di ersas directrices para la ed cación de las m jeres desde
la niñe hasta el matrimonio los deberes con el marido di ersos moti os para el di orcio para lograr q e s compor-
tamiento se adecúe a los principios de la posición femenina relegada en una primera etapa al padre, luego al marido y
por ltimo al hijo ma or E iste na trad cción completa al inglés Kaibara Ekken and Shingoro Takaishi Women and
Wisdom of Japan. London: J. Murray, 1905.

2 El denominado Bungakukai representa tanto na p blicación literaria con obras de a tores infl entes de la época
como el propio grupo de escritores selectos que conformaban la élite literaria del momento. También se suele hablar
del bundan 文壇 como referencia más genérica al mundo literario.

Copeland Rebecca Lost Leaves: Women Writers of Meiji Japan Honol l Uni ersit of Ha ai i p

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En este recorrido se an a presentar tres de las historias cortas del ltimo período de la ida de Ichi ō
en las q e se refleja la sit ación de la época para la m jer en tres conte tos diferentes
Para el análisis se emplearán las obras originales de Ichi ō así como di ersas trad cciones al inglés
al español Por na parte na de las f entes principales será la obra de Robert L Danl In the
Shade of Spring Leaves: The Life of Higuchi Ichiyō With Nine of Her Best Short Stories (1981)4, pero
también artíc los las trad cciones reali adas al inglés de las obras por Hisako Tanaka5 entre 1956
Por ltimo también se tili arán las nicas trad cciones al español de las obras a anali ar
de la mano de Virginia Me a Hiroko Hamada en la recopilación Cerezos en tinieblas (2006)6.

Asimismo se optará por la perspecti a hermené tica como herramienta para el est dio alg nos
aspectos pertenecientes a los est dios de género la Teoría Feminista si bien no se reali ará n
est dio desde la perspecti a absol tamente feminista por ra ones q e se e plicarán más adelante
La Hermené tica es na de las teorías interpretati as por e celencia as me na relación entre el
te to el lector o incl so entre el lector el a tor de te to tras el comien o de la lect ra En esta
relación el lector no p ede ignorar na serie de conocimientos históricos sociológicos pree isten-
tes q e le a dan a completar la obra en s conte to De este modo la Hermené tica aportará a
este análisis n acercamiento más completo a la obra de Ichi ō al introd cir en el análisis aspec-
tos histórico sociales sobre la época de la escritora La teoría Hermené tica de Martin Heidegger
(1889-1976) y Hans-Georg Gadamer (1900-2002) habla sobre la preestructura del entendimiento,
la relación entre el lector la obra el círc lo hermené tico Aplicado a la literat ra iene a decir
q e partiendo de c alq ier obra seg n leemos el fragmento inicial el lector empie a a hacerse
na idea sobre el resto del te to q e le acompañará a lo largo de la lect ra Esa premisa también
llamada prej icio entra en conflicto seg n se desc bren elementos contrarios a las e pectati as
personales de la obra, y por tanto va evolucionando y variando hasta la conclusión del escrito. Este
entendimiento de la obra se enfrenta también así al problema de la objeti idad la historicidad del
análisis Ya q e el entendimiento del lector aría en el tiempo el bagaje histórico c lt ral del in-
térprete, so consciencia histórica), la forma de acercarse a la lectura varía. Por ello resulta necesaria
para este análisis la consideración de los eventos históricos, tanto a nivel nacional en Japón como a
ni el personal en la ida de Ichi o con el fin de tratar de sal ar el salto temporal al q e nos enfren-
tamos hasta finales del siglo XIX

La problemática q e se presenta en el análisis de la obra de Ichi ō reside en el hecho de q e los


críticos literatos de s tiempo la admiraban por s talento porq e consideraban q e trascendía
s se o 7 Dado p es q e los críticos la consideraban tan talentosa como c alq ier otro hombre
Ichi ō logró e adir la e al ación de s obra a tra és del prej icio q e se aplicó de al ó la obra
de s s contemporáneas Seg n Seki m chos académicos constr eron allas dentro de allas al-
rededor de Ichi ō la adoraron como a na deidad g ardiana logrando así pre enir q e los

Danl Robert L ons Hig chi Ichi ō In the Shade of Spring Leaves: The Life and Writings of Higuchi Ichiyō , a Woman
of Letters in Meiji Japan Ne York WW Norton

Ichi o Hig chi and Hisako Tanaka J san Ya The Thirteenth Night Monumenta Nipponica 16.3/4 (1961): 377- 94.
También Nigorie M dd Ba A Stor b Hig chi Ichi o Monumenta Nipponica 14.1/2 (1958): 173-204;
así como la bre e biografía de la escritora Hig chi Ichi o Monumenta Nipponica 12.3/4 (1957): 171- 94.

Hig chi Ichi ō Sato Amalia Cerezos En Tinieblas Trans Rieko Abe Hiroko Hamada Virginia Me a B enos Aires
Kaicron

Op cit Copeland p

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er ditos le esen los códigos de s se o en las obras de Ichi ō con m pocas e cepciones 8 Uno
de los moti os del é ito de Ichi ō en n m ndo de hombres se presenta entonces como la omisión
intencionada de sus contemporáneos de la escritora como mujer. Escogiendo ignorar la faceta fe-
menina de Ichi ō los académicos podían alabar las obras por s calidad literaria sin erse obligados
a des alori arla por la posición social de la a tora como m jer Como ejemplo tras la p blicación de
Umoregi うもれ木 en el infl ente crítico literario de Meiji cof ndador de la re ista literaria
Bungakukai, Hoshino Tenchi 星野天知 (1862-1950) comentó que “no sólo la concepción es inusual,
sino q e el estilo es tan incisi o q e hace a no d dar q e sea na obra escrita por na m jer 9,
dejando así claro q e el estilo de Ichi ō se alejaba de aq el de s s contemporáneas el denominado
joryū 女流 estilo femenino 10 q e se empleaba en m chas ocasiones de manera despecti a para
definir n estilo principalmente caracteri ado por el lirismo sentimental obser aciones del día a
día impresionistas y poco intelectuales”11.

La re isión de s s te tos en la act alidad partiendo de la premisa ignorada por s s coetáneos


con la a da de las teorías de la Hermené tica permite reconsiderar reinterpretar los trabajos de
Ichi ō no sólo por s alor literario sino por la información q e aporta sobre la isión de la m jer so-
bre la fig ra femenina en s tiempo Van Compernolle llama la atención sobre este hecho diciendo
q e se p ede for ar la historia ca telar de Ichi ō para q e re ele na interacción más amplia con el
mundo social a su alrededor a través de determinadas estrategias de lectura historicista, orientadas
hacia la e ocación del complejo entorno representado en la historia de Ichi ō especialmente en lo
relacionado con el s rgimiento del n cleo de la familia b rg esa a finales del s XIX la posición de
la m jer dentro de este n e o espacio doméstico 12 También Maeda reconoce q e Ichi ō como
parte de na generación literaria q e confiaba en la posibilidad de entender a la gente basándose
en el tipo a s manera demostró s eficacia al retratar el antic ado modo de ida de la gente de
Meiji encadenado a na i a conciencia del estat s el destino 13. De este modo, por medio del
uso de códigos y discursos de género, estructura familiar y clase, en este análisis se espera lograr
decodificar re alorar la percepción el cinismo sobre la sit ación de la m jer de Meiji q e la pro-
pia Ichi ō trató de aportar a tra és de s s historias

Aunque este aspecto se desarrollará más adelante, cabe destacar que, durante este período, las his-
torias sobre heroínas generalmente no c lminaban en n final feli demostrando fieles al Realismo
literario las limitaciones la conformidad imp esta a modo de sino para la fig ra femenina en la
sociedad nipona de finales del siglo XIX En relación al sino nefasto q e acontece sobre las fig ras

Citado en Winston Leslie Female S bject Interr pted in Hig chi Ichi ō s the Thirteenth Night Japanese Langua-
ge and Literature 38.1 (2004): 1-23, p.1.

9 Jogakusei trad cido por Keene en Dawn to the West citado en Ericson Joan E The Origins of the
Concept of Women s Literat re pp en Schallo Pa l G Walker Janet A eds The Woman’s Hand, Gender
and Theory in Japanese Women’s Writing Stanford Stanford Uni ersit Press pp

Ericson también destaca q e Danl el biógrafo de Ichi ō así como arios otros académicos escritores tam-
bién escogen acti amente apartar a la escritora de esa literat ra femenina joryū bungaku 女流文学 por la e cepcio-
nalidad de s caso De hecho in estigaciones recientes han desc bierto q e Tōs i mentor de Ichi ō editó los primeros
borradores de sus obras para que se adecuase a los patrones esperados de literatura femenina (ibid, p.81).

11 Ibid., p.75.

Compernolle Timoth J Van Happiness Foreclosed Sentimentalism the S ffering Heroine and Social Critiq e in
Hig chi Ichi ō s J san Ya Journal of Japanese Studies 30.2 (2004): 353-81, p.6.

Cita facilitada en op cit Winston p

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femeninas de las historias presentadas a contin ación Winston remarca q e seg n Kamei Hideo
ellas soportan alg n tipo de tab social simboli an las prohibiciones q e definían el pensamiento
cotidiano de la me q ina b rg esía pero también añade q e Ichi ō no es na de aq ellas q e
escribe con la intención de criticar la sociedad 14. Es importante, entonces, tener en mente al leer
s obra q e al contrario de otros a tores q e emplearon el Realismo literario a modo de reflejo de
los s cesos e periencias de la sociedad de s tiempo para constr ir na crítica objeti a contra los
principios de na generación el reflejo ofrecido por Ichi ō no es otro q e na p ra reprod cción
de realidades q e tenían l gar a s alrededor en s ida cotidiana Cabe destacar en este caso la
pertinencia de la Hermené tica en contraste con otras esc elas literarias q e podrían parecer más
adec adas para la tarea aq í reali ada como la Teoría Feminista La Teoría Feminista heredera de
las concepciones post estr ct ralistas trataría de deconstr ir la imagen codificada sobre el género
por Ichi ō en los personajes femeninos de s s historias para elaborar na serie de rei indicaciones
sobre el papel de la m jer en este período No obstante no parece adec ado reali ar n apro i-
mamiento a la obra de la escritora japonesa desde esta perspecti a p esto q e s s moti os para
empe ar a escribir más q e rei indicati os f eron económicos para sal ag ardar la s bsistencia
de s familia en tiempos de pen ria escase inspirados por el é ito de s amiga Mi ake Kaho
三宅花圃 res ltaron en n modo de e presión realista sobre las impresiones de
Ichi ō acerca de na sociedad decadente materialista debido al proceso de moderni ación del
país. Gracias a este marco, las descripciones de la mujer en sus obras no estaban orientadas a rea-
li ar na crítica sobre la opresión a modo de e igencia de n cambio en la sociedad sino más bien
a ofrecer na percepción realista de la sit ación de la m jer en diferentes conte tos dentro de la
sociedad de la época.

La Teoría Feminista a tra és de s deconstr cción de la oposición de lo masc lino femenino trata
por na parte de abogar por la identidad de la m jer e igir los derechos de las m jeres pro-
mo er los escritos de las m jeres como representaciones de las e periencias femeninas Por otra
parte los feministas lle an a cabo na crítica teórica de la matri heterose al q e organi a las iden-
tidades c lt ras en términos de la oposición entre hombre m jer 15. Por ello, aunque gracias al
Realismo Literario la obra de Ichi ō nos ofrece na fiel representación de las e periencias de na
m jer de s tiempo la pertinencia de n análisis feminista en este caso res lta c estionable p es
la intención primaria de la autora para escribir fue la obtención de ingresos, y resultaría arriesgado
suponer o sugerir que a través de sus obras trató de realizar alguna denuncia o promover un cambio
social En el caso de otras escritoras q e s rgirían a la e o poco más tarde como Yosano Akiko
与謝野晶子 s s escritos sí artic laban n disc rso de liberación de la m jer16 e impo-
nían s posición a la sociedad patriarcal heteronormati a de s época por lo q e el análisis de la
Teoría Feminista sería aplicable en la re isión de los te tos

14 Ibid., p.20.

C ller Jonathan Literary Theory. A Very Short Introduction O ford Uni ersit Press O ford p

16 山の動く日来(きた)る/かく云へども人われを信ぜじ/山は姑(しばら)く眠りしのみ/その昔に於て山は皆火に燃え
て動きしものを/されど、 そは信ぜずともよし/人よ、 ああ、唯これを信ぜよ/すべて眠りし女(をなご)今ぞ目覚めて動く
なる。 Seito Maga ine La trad cción al inglés re a The day the mountains move has come/ I speak but no one
believes me/ For a time the mountains have been asleep/ But long ago, they danced with fire/ It doesn’t matter if you
believe this/ My friends, as long as you believe:/ All the sleeping women are now awake and moving (Rodd, Lauren Ras-
plica The Taisho debate o er the Ne Woman en Bernstein Gail Lee ed Recreating Japanese Women, ,
Berkele Uni ersit of California p

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Para empe ar se presentará la q e posiblemente sea la obra más alabada de Ichi ō Takekurabe17
たけくらべ En este relato bre e se e plorarán las e periencias de na jo en niña Midori
美登利 en n momento de s ida donde debe dejar atrás la niñe para aceptar s f t ro Desp és
se prestará atención a la historia Nigorie18 にごりえ el relato de las i encias de O Riki お
力 na jo en cortesana de gran é ito en s labor pero atrapada entre las con enciones estimadas
para na m jer de s estat s s s pasiones internas Por ltimo Jūsanya19 十三夜 e plora la
ida de Oseki 阿關, una mujer atada por los lazos del matrimonio a un hombre que la desprecia, y
q e se desc bre a sí misma debatiéndose entre el abismo del di orcio las consec encias q e con-
llevaría para toda su familia, y una vida de sufrimiento por el bien de su hijo y sus padres. A través
de estas obras e ploraremos el estado las refle iones de Ichi ō sobre arios aspectos de la m jer
de s tiempo como la ed cación la maternidad la independencia económica el libre albedrío el
condicionamiento e terno por parte de la sociedad patriarcal

-
3. La experiencia y reflexiones de Higuchi Ichiyo:
aspectos de especial interés

El fenómeno del surgimiento de la Nueva Mujer desde el siglo XIX se puede rastrear en numerosos
países diferentes c lt ras No es n hecho aislado pero las fig ras q e destacan como pioneras
dentro de cada na de las tradiciones de las disciplinas tienen alg na característica diferenciadora
El caso de Hig chi Ichi ō no es distinto Gracias a las in estigaciones de alg nos académicos como
la Profesora Rebecca L Copeland20 entre otros, escritoras populares de Meiji se han redescubierto
recientemente Es el caso de Mi ake Kaho Ta a a Inaf ne 田沢稲舟 o Kitada Us rai
北田薄氷 (1876-1900), además de otras tantas keishū sakka 閨秀作家 refinadas damas escritoras
que tuvieron ocasión de dar a conocer su obra y sus ideas a través de publicaciones como Jogaku
zasshi 女学雑誌 El lector se p ede plantear entonces c ál es la partic laridad de Ichi ō C ál
es la nota de s composición q e dio como res ltado na narrati a de lirismo sentimentalismo
n realismo literario inesperados de na jo en como ella en s era Como se erá a contin ación la
respuesta a este dilema es la más simple y la más humana que se pudiese concebir: su propia vida.

Por las circ nstancias en torno a s ida Ichi ō t o q e afrontar na posición poco com n para la
m jer de s época la independencia H érfana de padre Ichi ō se io obligada a j gar el papel de
cabe a de la familia con el objeti o de obtener s stento para s madre s hermana peq eña Dado
que la sociedad japonesa de Meiji no contemplaba la independencia económica de una mujer, la
escritora pronto aprendió las dific ltades las des entajas q e tendría q e afrontar en s l cha por
la s per i encia Viéndose obligada a escribir para obtener ingresos Ichi ō encontró inspiración

Los diferentes a tores mencionados han escogido distintas trad cciones del tít lo tanto en español como en inglés
Danly lo traduce como Child’s Play, mientras Mezza y Hamada lo llamaron Dejando atrás la infancia. Ya que en este aná-
lisis se han empleado todas las trad cciones se ha preferido mantener los tít los originales en japonés como referencia
general a la obra de Ichi ō

18 En Danly, Troubled Waters en Tanaka M dd Ba en Me a Hamada Aguas cenagosas.

En Danl Tanaka The Thirteenth Night; en Mezza y Hamada Noche de plenilunio.

20 Autora de obras de referencia en los estudios de literatura femenina japonesa, como la ya mencionada Lost Leaves:
Women Writers of Meiji Japan Honol l Uni ersit of Ha ai i o The Modern Murasaki: Writing by Women of
Meiji Japan Ne York Col mbia UP además de n merosos artíc los en la materia

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en muchas de sus vivencias, en los lugares y las personas que se cruzaron en su camino, y en las
dific ltades añadidas deri adas de s se o desarrollando na pronta refle ión sobre la sit ación de
la m jer en s sociedad Ésta p do ser e presada e plícitamente en s s historias gracias a la com-
binación del Realismo Literario la narración heterodiegética o en tercera persona q e permitía a
Ichi ō e poner los sentimientos de los personajes así como implícitamente los propios dentro de
n marco realista Winston e pone q e Ichi ō no se correspondía con categorías estáticas de se o
Como cabe a de familia trabajando como a tora diarista ella era una patriarca, pero conservaba
la posibilidad de resistencia como mujer escritora”21. En este apartado se van a presentar algunos
de los pasajes de la ida de la a tora japonesa q e dieron l gar a la e cepcionalidad de s obra

Hig chi Ichi ō22 nació en la prima era de en Tokio con el nombre de Hig chi Nats ko 樋口
夏子 S s padres Nori oshi 範義 Taki 滝, eran oriundos de la prefectura de Yamanashi, pero se
habían mudado a la capital en 1857 para que Noriyoshi pudiese obtener un puesto de trabajo en el
Gobierno M nicipal de Tokio La familia descendía de n clan sam rái Nats ko f e la primera de
dos niñas dentro de los c atro hijos q e tendría la pareja A pesar de s rango dentro de la sociedad
de Edo, tras la Restauración Meiji de 1868 Japón se encontró en un proceso de cambio y adaptación
a raíz de la fase de modernización promovida por el gobierno. Esto acarrearía diversas penurias a los
Higuchi, que sólo se verían más acentuadas tras la muerte por tuberculosis del cabeza de familia.

En s infancia Nats ko recibió na b ena ed cación gracias al interés de s padre ersado en los
clásicos chinos Cabe destacar la e cepcionalidad de s caso p es la ed cación femenina en el pe-
ríodo de niñe de la a tora no era la norma en m chos casos sólo las jó enes de familias adinera-
das tenían acceso a na ed cación en centros como los q e frec entaría Ichi ō A los once años se
io obligada a abandonar s s est dios debido a la oposición de s madre no f e hasta tres años
más tarde en teniendo Nats ko catorce años c ando p do ol er al m ndo de la ed cación
a través del Hagi-no-ya 萩の舎 na instit ción a la c al los aristócratas en iaban a s s hijas para
que se formasen en el arte de la composición de waka 和歌23 y los clásicos japoneses, de la mano
de la instr ctora Nakajima Utako 中島歌子 (1845-1903).

El est dio prof ndo de la poesía los clásicos japoneses tendría na gran infl encia en las obras
tempranas de Ichi ō s talento se comen ó a dejar entre er d rante s período en el Hagi no
a compartiendo clases con otras jó enes q e más adelante también se darían a conocer como
no elistas como es el caso de la a mencionada Mi ake Kaho Como Copeland indica m chas de
estas escritoras han sido recordadas como meras “imitadoras de las obras de los hombres”24 o tra-
d ctoras de obras occidentales También Hig chi Ichi ō f e criticada al comien o de s carrera por
imitar demasiado el estilo elegante de las damas de Heian emplear n complejo lirismo mientras
la originalidad brillaba por su ausencia. No obstante, las obras de aquellas grandes damas de la cor-
te de Heian f eron na gran infl encia para Ichi ō ese estilo clásico terminaría por determinar el
carácter propio de la escritura de la joven escritora de Meiji.

Op cit Winston p

Datos biográficos aportados por las obras citadas de Tanaka Danl

Composición poética japonesa de sílabas

Copeland Rebecca L Lost Leaves: Women Writers of Meiji Japan Honol l Uni ersit of Ha ai i Press p

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C ando Ichi ō tenía solamente diecisiete años en s padre Nori oshi pasó a mejor ida S
familia tuvo que afrontar entonces una situación de penuria y una pobreza de mayor calibre que
la anterior la madre Nats ko s hermana menor K niko 邦子 se vieron obligadas a mudarse
temporalmente con el hijo mediano de la familia D rante este período de s ida Ichi ō empe ó
a trabajar para s antig a maestra del Hagi no a Nakajima Utako también f e en este tiem-
po c ando la jo en japonesa tomó la decisión de con ertirse en escritora de no elas para a dar
económicamente a la familia. Para ello, decidió buscar el amparo de un mentor dentro del mundo
literario b scando ref gio bajo el techo de q ien pasaría a con ertirse en na de las ma ores in-
fl encias de s ida Tōs i Nakarai 桃水半井 (1861-1926).

Tōs i e Ichi ō mant ieron na relación cordial de mentor p pila d rante alg n tiempo a nq e
él no s p siese na gran infl encia en la pro ección literaria de la a tora sí q e inspiró n cambio
en ella como m jer n n e o desc brimiento en s s sentimientos C ando se dice q e Tōs i no in-
fl ó literariamente en Ichi ō se s ele hacer referencia al hecho de q e él era considerado n a tor
gesakusha 戯作者 es decir n escritor imaginati o a tor de obras pop lares entre las masas pero
de poco reconocimiento literario Tanaka entre otros analistas de la ida obra de Ichi ō debaten
q e si la a tora h biese leído más de la literat ra de s tiempo h biese sabido más sobre las
tendencias literarias de la época no habría escogido a Tōs i 25. No obstante, no se puede negar la
prof nda infl encia q e el escritor t o en la sensibilidad de Ichi ō partiendo de los propios senti-
mientos personales de la jo en a tora Esta relación llegaría a s fin tras las s cesi as ad ertencias
de amigas conocidas de Ichi ō incl ida s antig a maestra Nakajima alarmadas ante el creciente
n mero de enc entros informales entre los dos En aq el tiempo era impensable q e na m jer
pasase tanto tiempo a solas con n hombre en pri ado comen aron a comer r mores sobre na
posible relación inmoral entre Tōs i e Ichi ō A pesar de s s sentimientos de la falsedad de las
ac saciones la ed cación conf ciana de Ichi ō la presión por mostrar s integridad lle aron a la
jo en a cortar todo tipo de la os con el pop lar escritor para contin ar con s s andan as na e
más en solitario.

Danl indica q e a partir de este momento especialmente entre Ichi ō completaría


las obras de su primera etapa, en las cuales “la protesta contra la cínica ambición y el materialismo
con encional contin a así como s preoc pación por aq ellos menos fa orecidos en la sociedad
Por cada educada dama de las historias de Musashino 武蔵野 estilo q e persiste en s escrit ra
Ichi ō también introd ce n niño abandonado n marginado social o n inocente aplastado por
los tiempos decadentes 26.

En los meses s cesi os gracias a los contactos de s amiga Mi ake Kaho Ichi ō logró p blicar
algunas de sus historias en revistas literarias. No obstante, sería en 1893, con la publicación de
Y ki no Hi 雪の日 (Día de nieve) cuando lograría captar la atención de otros integrantes del Bun-
gakukai Para escribir esta historia se basó en s s toda ía dolidos sentimientos hacia Tōs i repre-
sentando una ilusión de lo que podría haber ocurrido entre ellos, una historia de un amor prohibi-
do entre na al mna s mentor Tanaka afirma q e sin l gar a d das los isionarios contactos
q e Ichi ō consig ió entre ellos el Bungakukai la encaminaron hacia la prod cción de s s obras
más espléndidas”27 En este sentido f e de especial importancia la presencia de la a tora en Tokio

Op cit Tanaka p

Op cit Danl p

Op cit Tanaka p

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para c anto menos agili ar el proceso de darse a conocer en el m ndo literario Etō señala q e
“el bundan 文壇 m ndo literario representa na fase de la c lt ra moderna japonesa q e se
encontraba e traordinariamente centrali ado en Tokio también es n tipo de e presión sintética
del sentido de alores morales modales de escritores Para bien o para mal la ma oría de
obras literarias japonesas desde el período Meiji han salido de este mundo literario”28. Por si esto
fuera poco, los contactos que realizó con la revista Bungakukai le facilitaron na cierta e posición
a n e as tendencias literarias llegadas del continente e ropeo especialmente el Romanticismo
también, aunque en menor medida, el Realismo literario y el Naturalismo.

En este período de su vida, la situación económica de la familia Higuchi había seguido empeoran-
do hasta el p nto en q e Ichi ō Taki K niko t ieron q e m darse a R senji chō 龍泉寺帳, un
distrito m modesto en el centro a distancia caminable del famoso barrio Yoshi ara 吉原29. Allí
abrieron n peq eño establecimiento donde endían toda serie de tensilios j g etes materiales
de papelería a bajo precio pero la tienda n nca res ltó tan rentable como las tres m jeres espera-
ban A nq e solamente pasarían die meses en esta i ienda ese tiempo sería s ficiente para q e
la jo en escritora se empapase de las e periencias de la gente menos fa orecida a s alrededor
e periencias q e plasmaría más adelante en alg nas de s s obras más aclamadas especialmente
en Takek rabe F e precisamente la combinación de s estancia en los alrededores del barrio del
placer s apro imamiento al Bungakukai lo q e introd jo a Ichi ō a la obra del q e sería posible-
mente la ma or infl encia literaria en la época del apogeo de la obra de la escritora Ihara Saikak
井原西鶴 (1642-1693)30 Saikak aportó a la obra de Ichi ō el cinismo la me cla de comedia do-
lor en el reflejo de s s respecti as épocas Danl e pone q e al contrario q e los escritores gesaku,
Saikak e Ichi ō sabían q e el glam roso demimonde31 no era lo que parecía”32 refiriéndose a q e
en ese mundo transitorio de decadencia y entretenimiento, todos tenían un precio que pagar, una
historia de dolor y melancolía tras el cumplimiento de su papel dentro de la sociedad y de los ba-
rrios licenciosos Fr to de esta infl encia sería la obra Ōtsugomori 大つごもり (30 de diciembre de
1894, Bungakukai), que según Danly supone “un trabajo transitorio que anuncia la llegada de la
fase mad ra en la carrera de Ichi ō 33 marcada por el infl jo del cinismo escenarios de las obras
de Saikak en el Yoshi ara dejando a n lado por primera e las amargas e periencias de la ida
de la autora.

En arios e entos tendrían l gar tanto a ni el nacional como personal para Ichi ō q e infl i-
rían en desarrollo de s prod cción literaria en los ltimos meses de s ida tal e los más signi-

Etō J n The Japanese Literar World as a Sociological Phenomenon The Journal Newsletter of the Association of
Teachers of Japanese, Vol. 1, No. 2(Apr., 1963), p.10.

Yoshi ara era el denominado barrio del placer de Edo Tokio donde b rdeles otro tipo de establecimientos des-
tinados al ocio se concentraban para proporcionar s s ser icios

Saikak f e no de los grandes a tores japoneses del s XVII especialmente conocido por el so del estilo ukiyo zōshi
浮世草子 la e anescencia la transitoriedad en la literat ra como reflejo de la sociedad de s tiempo Entre s s obras
más famosas se encuentran Kōshoku Ichidai Onna 好色一代女 (1686) o Nanshoku Ōkagami 男色大鑑 (1687). En ellas
retrataba satíricamente la decadente realidad de la c lt ra del m ndo flotante ukiyo) de los barrios licenciosos con
historias de libertinaje sobre geishas cortesanas sam rái ci dadanos de a pie

M ndo o clase marginal refiriéndose en este caso a los barrios del placer

Op cit Danl p

33 Ibid., p.111.

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ficati os para s carrera Tras ol er a m darse al barrio de Mar ama F k ama chō 丸山 福山
町 en Hongō 本郷台 c ando el negocio del Daionji mae q ebró t o l gar el final de la Primera
G erra Sino Japonesa Al erse obligada a abandonar el establecimiento de R senji la
escritora estaba res lta a tomar na e más el pincel para contin ar escribiendo no sólo como for-
ma de redención espirit al tras s s frimiento al despedirse de Tōs i sino como medio económico
para mantener a s familia En enero del mismo año Takekurabe comenzó a publicarse en la revista
serializada Bungakukai d rante apro imadamente n año Pocos meses desp és en j nio describe
en na entrada de s diario n enc entro fort ito con s antig o amante mentor con q ien había
mantenido contacto informal esporádicamente a pesar de la reprobación de sus allegados:

Afort nadamente he s perado mi deseo Ya no anhelo ni siq iera por n momento compartir mi
ida con él Pero tampoco tengo nada en s contra Amigos normales eso me parecería bien Si
p diésemos ser sólo b enos amigos sería s ficiente Mientras le miraba de la forma en la q e me
siento ahora sentí q e finalmente había comprendido na cosa el B da el Diablo son dos caras
de la misma cosa Se me antojó como si est iera en la presencia de n erdadero B da Y sentí na
bendición q e no p edo e presar 34

Tanaka afirma q e f e sólo al adoptar esta isión trascendental de la ida c ando logró escribir
obras de verdadero valor”35 Ciertamente f e entre este momento el erano de c ando
Ichi ō como si h biese presagiado la sombra de la desgracia q e pronto acaecería sobre s ida
tomó el pincel y escribió sucesivamente las obras marcarían un antes y un después en su carrera y
dejarían para siempre una huella en el recuerdo de la literatura japonesa. Así, en este breve período
produjo obras como Takekurabe, Nigorie, Jūsanya, Wakaremichi わかれ道 finalmente en
mayo de 1896, Ware kara われから En el erano de ese mismo año la escritora se io obligada a de-
jar de escribir Hacía poco tiempo q e le habían diagnosticado cons nción misma enfermedad q e
había acabado con la ida de s padre s hermano años antes A pesar de s s grandes esf er os
la t berc losis en s s p lmones se había desarrollado hasta el p nto de no tener c ra finalmente
el de no iembre de Ichi ō falleció a los eintic atro años no sin dejar tras de sí n legado
que inspiraría a su generación y a muchas otras por venir. En palabras de Danly, “su entendimiento
del Heian más elevado y su amor por el Edo más bajo fueron casi legendarios, pero ella fue aún así
sui generis36 En s estilo a da e idiosincrásico redesc brió la forma de ser seria en la ficción algo
q e los escritores de los ltimos doscientos años habían ol idado 37.

4. Las obras: análisis y recepción

4.1. Takekurabe

La novela corta Takekurabe fue publicada en la serialización periódica de Bungakukai a lo largo de


n año entre enero de posteriormente recopilada en s totalidad capít los en
Bungei Kurabu 文芸倶楽部 Cl b Literario el de abril de es considerada hasta n estros

34 Ibid., p.160.

Op cit Tanaka p

Única en s especie e cepcional

Op cit Danl p

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días como la obra c lmine de la carrera literaria de Ichi ō Takekurabe cuenta una historia sobre la
infancia de n gr po de niños de Meiji residentes en el Daionji mae 大音寺前38, un barrio situado
j sto a las af eras de Yoshi ara en la ci dad de Tokio en torno a las fechas del festi al del Ōtori jinja
鷲神社 no iembre en la época de la a tora La narración es alabada por reflejar precisamente ese
período de la infancia, lleno de inocencia y aparente felicidad, en el que parece que un buen día ya
no se es tan niño la mad re 39 nos asalta por sorpresa sin siquiera poder verlo venir. Dentro de los
admiradores más destacados de Takek rabe se encontraba Mori Ōgai otro aclamado escritor q e
al leer la obra escribió:

“Lo que es fascinante es que los personajes que aparecen en esta historia no son aquellos seres
h manos similares a bestias tan frec entemente retratados por Zola e Ibsen c a técnica han tra-
tado de imitar hasta la saciedad los escritores naturalistas, pero éstos son verdaderos individuos
humanos que ríen y lloran con nosotros...Aunque tal vez sea burlado por el mundo por alabar a
Ichi ō no o a d dar en concederle el tít lo de erdadera poetisa 40

También Kōda Rohan 幸田露伴 (1867-1947) se uniría al grupo de admiradores de la escritora, espe-
cialmente por s estilo de escrit ra halagando la historia con comentarios como

“...Me gustaría hacer píldoras con algunas de las palabras de esta historia, y dejar que otro gran
n mero de críticos no elistas de n estros días las tomasen como fórm la mágica para mejorar s
habilidad al escribir...”41

El relato gira especialmente en torno a la historia del despertar de la madurez de Midori, una her-
mosa niña de años destinada a trabajar como cortesana oiran 華魁42 en los barrios del placer, al
ig al q e s e itosa hermana ma or Ōmaki 大卷 la especial relación q e mantiene con otros dos
personajes Shōta 正太 Nob ki43 信如. Takekurabe refleja aspectos rele antes sobre el modo
de vida de las nuevas generaciones que nacían en el período Meiji, y especialmente el caso de Mi-
dori res lta interesante en este análisis por aspectos como la ed cación el paso de niña a m jer
o la intervención paterna en la toma de decisiones sobre el futuro de las jóvenes de la época, así
como la resignación de m chas de ellas ante el instr mentalismo de s e istencia en la ida de s s
progenitores.

Como a se ha mencionado pre iamente f e precisamente la e periencia de Ichi ō en R senji


chō la q e inspiró la creación de esta historia en la c al la a tora nos ofrece la isión de la ida q e
todo lector ha tenido alg na e la de la infancia Cabe refle ionar sobre la oport nidad q e el pe-
q eño negocio q e las tres Hig chi regentaban en R senji chō similar a aq ella tienda reflejada

Nombre alternati o sado de forma coloq ial en la historia para referirse a R senji chō

El tít lo de la obra ha sido trad cido como Child’s Play por Danly, Growing Up por Ed ard Seidensticker Dejando
atrás la infancia por Me a Hamada en n intento de reflejar la esencia de la historia

En op cit Tanaka p

41 Ibid. p.19

El rango más alto refinado de las cortesanas

También referido en la historia como Nob o Shinn o este ltimo por la lect ra alternati a de los caracteres de s
nombre.

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en la historia donde Midori y sus amigos del Gang de la Calle Principal se re nen proporcionó a la
jo en escritora a la hora de tratar con los niños de la ona poder constr ir na imagen fiel sobre s
sit ación No cabe d da de q e la obra de Saikak le proporcionó la inspiración carente para retra-
tar a través de la mirada inocente tal triste historia de ingenuidad y crudeza, envuelta en el marco de
los juegos y las peleas entre grupos “gangs” por el dominio en las calles. El aclamado recibimiento
de la obra no se debió nicamente a la e q isite del estilo de Ichi ō sino también a s capacidad
de emplear el realismo para trasladar al lector de la época a s s años de j ent d El renombrado
a tor crítico literario Taka ama Chog 高山樗牛 (1871-1902) escribió en su revisión de la obra
q e Takek rabe oc lta s tilmente n estra melancolía de antaño 44.

Maeda45 denota la palpable diferencia entre los niños residentes en Daionji mae q e habitan n
reino que es completamente opuesto a aquel ocupado por los chicos frugles y diligentes de la litera-
t ra j enil donde ning no parece dedicado a s s est dios ni tiene la ambición de a ent rar-
se a na ida q e trascendiese el m ndo dimin ti o formado por el Yoshi ara Daionjimae los
niños de otras áreas de Tokio46 Sobre este p nto Maeda elabora la ironía q e se p ede encontrar
en la introd cción de la historia sobre la distancia e istente entre los niños del relato el barrio del
placer, cuando al describir la localización del Daionji-mae dice:

廻れば大門の見返り柳いと長けれど、 お齒ぐろ溝に燈火(ともしび)うつる三階の騷ぎも手に取
る如く、明けくれなしの車の行來(ゆきゝ)にはかり知られぬ全盛をうらなひて、大音寺前と名は佛
くさけれど、さりとは陽氣の町と住みたる人の申き[...]

Ha q e dar n gran rodeo de aq í al gran portón de Yoshi ara donde ha n sa ce hacia el q e


según cuentan, los clientes que salen de ese barrio vuelven la cabeza con la emoción de una despe-
dida Sin embargo se o e m claramente el b llicio del tercer piso de los b rdeles se destacan
las l ces q e se reflejan en el canal de desag e Ohag ro dob De día de noche transitan sin cesar
los jinrikisha es de imaginar na gran prosperidad El nombre de este sector es Daionjimae s s
habitantes dicen que suena a nombre de templo budista, pero es un barrio bullicioso.”47

Esta descripción ofrece n ejemplo claro de la pro imidad entre el barrio licencioso rodeado por n
foso lo q e se presenta no sólo como ona residencial sino también área de j ego para los niños
del Daionji mae Así los niños se crían en el mismo patio de j egos q e los ad ltos Sobre estos
barrios periféricos el pintor Kab ragi Ki okata 鏑木清方 (1878-1972) rememora su infancia en el
Shitamachi 下町 diciendo Al contrario q e los niños de ho los niños de Meiji temprano dedicaban
toda s energía al j ego a los ci dadanos del Shitamachi q e eran en s ma oría artesanos
mercaderes no les importaba ni na pi ca los as ntos políticos tanto en la capital del shog n como

44「たけくらべ、
あはれ床しく忍ばるゝ吾れ人の昔かな」en Ichiyō joshi no “Takekurabe” wo yomite 一葉女史の
「たけ
くらべ」を読みて, 1896, p.3.

Maeda Ai Fo ler Ed ard tr Their Time as Children: A Study of Higuchi Ichiyō’s Growing Up Takekurabe pp.109-
en Maeda Ai F jii James A ed Text and the City: Texts on Japanese Modernity D rham D ke Uni ersit Press
2004, p.116.

Entre otras cosas Maeda habla sobre el impacto de obras de Occidente como Self Help de Sam el Smile donde los
niños eran retratados como elementos críticos para el f t ro de la nación el imp lso hacia la mejora de la ed cación
con la esperan a de q e los niños e trajesen de las historias biografías los modelos a seg ir necesarios para hacer las
elecciones apropiadas en la vida, y para obtener de ellas fuentes de autopromoción” (ibid. p.112).

Op cit Me a Hamada p

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en la del emperador”48 No es de e trañar entonces q e las n e as generaciones de estos barrios
ni conociesen ni est iesen interesados en ning n tipo de acti idad diferente a la lle ada a cabo
dentro de su zona y, por ende, que sus aspiraciones se limitasen a conseguir los pasos de sus proge-
nitores En la historia los personajes se dan a conocer como Shōta el del Tanaka a Nob ki el
del R geji o Midori la del Daikok a designándoles desde peq eños por el negocio familiar al
49

q e se erán destinados a pertenecer desde el momento de s nacimiento

Ichi ō también ofrece más detalles sobre la ida de las jó enes m jeres q e infl enciadas por las
cortesanas las trabajadoras del Yoshi ara se comportan con na cierta picardía poco representa-
ti a de los cánones femeninos esperados de las m jeres de la época

[...]一體の風俗よそと變りて、女子(おなご)の後帶きちんとせし人少なく、
がらを好みて巾廣の卷
帶、年増はまだよし、十五六の小癪なるが酸漿(ほゝづき)ふくんで此姿(なり)はと目をふさぐ人も
あるべし、所がら是非も[...]どこやら素人よりは見よげに覺えて、これに染まらぬ子供もなし[...]

A diferencia de otros sitios por estos r mbos no se estila la cost mbre de lle ar bien atada la faja
en la espalda en cambio g stan las q e tienen dib jos las fajas anchas a la cint ra sin atar Q e
na m jer ma or a a estida así es entendible pero q e na chica insolente de q ince o dieciséis
años lle ando en la boca na rama de alq eq enje como si de n silbato se tratara se ista así sin
d da hará q e alg nos se c bran los ojos Son características de este l gar no ha remedio El
estilo de na m jer así de alg na forma a las niñas les parece mejor q e el de na m jer com n
así no ha ning na q e no res lte infl enciada por esta tendencia 50

Esta situación también implicaba una determinada consideración para el futuro de las hijas, de quie-
nes al contrario q e los hijos arones no se esperaba q e diesen contin idad al negocio familiar
sino q e bien podían tomar otro tipo de trabajo mediocre como Hana la hermana de Nob q ien
podría haber tratado de ser geisha 芸者 pero su nacimiento dentro de una familia que regenta un
templo b dista impide s acceso a esta profesión por lo q e en s l gar trabaja en na peq eña
tienda de té o bien podían aspirar a lo más alto

[...] 娘は大籬(おほまがき)の新造(したしんぞ)とやら、
七軒の何屋が客廻しとやら、提燈(かんば
ん)さげてちよこちよこ走りの修業、卒業して何にかなる、 とかくは檜舞臺と見たつるもをかしか
らずや[...]

Una hija p ede ser na jo en aprendi al lado de na cortesana en n b rdel del más alto rango
La otra hija puede aprender, mientras guía a los clientes en una de las siete casas de té, y con un
farolillo corretea de aquí para allá con pasos cortos. ¿Y qué van a ser cuando terminen su aprendi-
aje No es e traño q e s nica aspiración sea llegar a ser cortesanas destacadas Esto también
es gracioso.”51

48 Ibid. p.117

49 Tanakaya 田中屋 es el negocio de prestamistas de la familia de Shōta Ryūgeji 龍華寺 es el templo budista de la
familia de Nobu; y Daikokuya 龍華寺 es el b rdel en el q e trabaja Ōmaki i e trabajará Midori

Op cit Me a Hamada p

Op cit Me a Hamada pp

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En este conte to se presenta a Midori c a historia al ig al q e la de s hermana Ōmaki des ela el
destino q e les esperaba a m chas niñas traídas e presamente a la capital Midori s familia son
ori ndos de Kish 紀州 act al prefect ra de Waka ama pero c ando s hermana iba a ser lle ada
a la capital para trabajar como oiran el d eño del b rdel procedió de na manera poco s al con
una idea diferente en mente:

[...]兩親ありながら大目に見てあらき詞をかけたる事も無く、樓の主が大切がる樣子(さま)も怪
しきに、聞けば養女にもあらず親戚にてはもとより無く、姉なる人が身賣りの當時、鑑定(めきゝ)
に來たりし樓の主が誘ひにまかせ、此地に活計(たつき)もとむとて親子三人(みたり)が旅衣、 た
ち出しは此譯、 それより奧は何なれや[...]

A nq e también tiene padres hacen la ista gorda n nca le han hablado con r de a También
es e traño q e el d eño del Daikok a la trate con tanto c idado Seg n se dice al parecer no es
hija adopti a del d eño por s p esto tampoco s pariente c ando s hermana iba a ser endida
el d eño de ese b rdel q e había ido a e al arla con idó a s familia para q e inieran j ntos se
ganaran la ida en ese sitio así los tres padres e hija menor estidos de iaje salieron de s tierra
Habrá tenido alg na otra intención en el fondo 52

Debido a q e Midori era seg ramente sólo na niña c ando se trasladaron a Tokio no se debe
ol idar q e a penas c enta con catorce años al comien o de la historia era demasiado jo en para
ser endida j nto a s hermana al Daikok a No obstante el d eño del b rdel io en ella na po-
sibilidad de futuro para su negocio y, llegando a un acuerdo con sus padres, les ofreció la oportu-
nidad de trasladarse juntos con la condición de entregar también a Midori para su establecimiento
na e alcan ase la mad re femenina Esto se debe a los atrib tos q e el d eño del Daikok a
encontró en la jo en niña c ando isitó a la familia en Kish q e la historia recoge en la sig iente
descripción:

解かば足にもとゞくべき毛髮(かみ)を、根あがりに堅くつめて前髮大きく髷おもたげの、赭熊(し
やぐま)といふ名は恐ろしけれど、此髷(これ)を此頃の流行(はやり)とて良家(よきしゆ)の令孃(む
すめご)も遊ばさるゝぞかし、色白に鼻筋とほりて、 口もとは小さからねど締りたれば醜くからず、
一つ一つに取たてゝは美人の鑑(かゞみ)に遠けれど、物いふ聲の細く清(すゞ)しき、人を見る目の
愛敬あふれて、 身のこなしの活々したるは快き物なり、柿色に蝶鳥を染めたる大形の裕衣きて、
黒襦子と染分絞りの晝夜帶胸だかに、足にはぬり木履(ぼくり)こゝらあたりにも多くは見かけぬ
高きをはきて、朝湯の歸りに首筋白々と手拭さげたる立姿を、今三年の後に見たしと廓がへりの
若者は申き[...]

Bien t pido desde la raí tiene el cabello largo q e s elto le ha de llegar hasta las piernas lle a
el fleq illo bastante esponjado se peina con n pesado moño El estilo de s peinado se conoce
como oso rojo n nombre terrible pero ltimamente de moda hasta adoptado por las señori-
tas de b ena familia Es blanca tiene la nari bien formada s boca no es peq eña pero está deli-
neada por lo que no es fea. Viendo cada uno de los rasgos, está lejos de ser un modelo de belleza,
pero c ando habla s o es fina clara c ando mira a la gente s s ojos rebosan afecto con s
porte lleno de vitalidad, resulta agradable.

Viste n kimono ligero de algodón de color caq i con dib jos grandes de mariposas a es lle a
ceñida hasta el pecho na faja de satén negro con el re erso de crepé teñido de arios colores s s

52 Ibid. p.77

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pies están cal ados con nas sandalias de madera laq eada de tacón alto para niña q e casi no
se en por estos r mbos Al regresar de s baño matinal s n ca está empol ada toda de blanco
lle a en la mano na peq eña toalla Al er s fig ra

Me g staría ol erla a er dentro de tres años comentó n jo en q e ol ía del distrito


licencioso.”53

Res lta e idente q e la niña a pesar de no corresponderse a los cánones de belle a de s época
tiene encanto na apariencia llamati a54 a los ojos de sus contemporáneos, y especialmente a los
ojos de los clientes del Yoshi ara como el propio te to indica El d eño del Daikok a consciente
de esto se aseg ra de tener a la niña dentro de s j risdicción para poder ser el primero en e al ar
sus atributos al madurar y poder incluirla en el negocio. Es así que Midori crece en un ambiente
de grandes c idados recibe atenciones dinero de todos los ad ltos a s alrededor Crece hasta
ser na niña de admirable amabilidad dadi osa pero al mismo tiempo e tra agante en s género
pues los vecinos del barrio comentan “sin embargo, lo que derrocha todos los días y noches es algo
inconcebible para alg ien de s edad s posición social Q é será de ella en el f t ro 55 jp
さりとは日々夜々の散財此歳この身分にて叶ふべきにあらず、 末は何となる身ぞ

Midori atiende la esc ela pri ada de la ona Ik eisha 育英舎 j nto a Nob ki otros niños pero
al mismo tiempo también recibe nociones de m sica canto labores man ales Esto refleja n
cierto a ance en la rele ancia q e se le daba a la ed cación de las niñas n cambio notable si se
considera q e la propia Ichi ō t o q e abandonar s s est dios de ed cación primaria apro ima-
damente a la edad de la jo en de s relato Seg n el Decreto Ed cati o de ocho años de es-
c ela eran obligatorios para niños niñas pero la tasa de c mplimiento era baja , siendo además
56

tradicionalmente considerada menos importante para las niñas sólo el asistía a la esc ela en
1890 ), por lo que muchas de ellas no llegaban a terminarla. No obstante los cambios implantados
57

en la educación tras la apertura de Meiji, así como la introducción de ideales occidentales (las pri-
meras p blicaciones destinadas a ele ar el estat s de la m jer en la sociedad como Jogaku zasshi,
estaban f ertemente infl enciadas por ideales cristianos más especialmente tras la di lgación
de la Constit ción Meiji de se trad jeron en n incremento considerable de niñas comple-
tando los est dios a q e la proporción de niñas q e completaron los c atro años de ed cación
primaria obligatoria a mentó drásticamente de n por ciento en a por ciento en
y a 97 por ciento en 1910”58 Sobre este aspecto Ericson comenta q e el propio gobierno prop l-
só estas medidas al asociar el incremento de la alfabeti ación entre las m jeres con n descenso
de la mortalidad materna la lnerabilidad física mejorando la n trición la sal d también la

53 Ibid. pp.76-77.

El te to incl so hace na f ga comparación entre Midori la hermosa Waka M rasaki 若紫, personaje de la ar-
chiconocida novela del siglo XI Genji Monogatari 源氏物語 por M rasaki Shikib 紫式部 (ca.978 - ca.1014 o 1025),
c ando compara el Daikok a con la casa de la i da de A echi Dainagon de donde parece q e f era a salir la niña
Wakam rasaki con s cabello infantil cortado a lo paje Ibid p

55 Ibid. p.77

Op cit Winston p

57 Ibid., p.18.

58 Nihon kindai kyōiku shi jiten, p.93, citado en op.cit. Ericson p.82.

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cantidad de ingresos 59 De este modo a nq e la decisión sobre el destino de Midori había sido
tomada tiempo atrás la ed cación primaria el conocimiento de las artes a habían empe ado a
considerarse elementos “recomendables” (no olvidemos que Midori también abandona la escuela
al alcanzar la pubertad) incluso para la clase de las cortesanas.

Dejando a n lado el aspecto ed cati o otro de los temas más representati os osc ros de Midori
en Takekurabe es la constricción de la libertad sobre la vida de las jóvenes por parte de los progeni-
tores, así como la consideración de la sociedad en relación a casos como el de Midori. En cuanto a la
consideración de la propia Midori sobre s sit ación se p eden establecer dos ni eles de refle ión
pa latino despertar a la mad re en la historia Por na parte la escena en la q e a Nob se le
rompe la tira de s sandalia delante del Daikok a Por otra la escena en la q e Midori alcan a la
p bertad físicamente al tener s primera menstr ación

A pesar de s j ent d Midori es na niña considerablemente más consciente de s sit ación de


lo q e da a er en la historia desde n comien o Como a se ha comentado s infancia se ha isto
marcada por la benevolencia y el favor de todos en su entorno. Esto no se debe sólo al poder ad-
q isiti o gracias al é ito de Ōmaki como cortesana el interés de la gente por alabarla pro e endo
a la niña de regalos caprichos sino también al conocimiento p blico de la d re a del destino q e
pronto acaecería sobre ella al con ertirse en cortesana Ejemplo de este conocimiento generali a-
do este secreto a oces es la canción pop lar q e entona Shōta al disc tir con Sangorō 三五郎
el f t ro de Midori como oiran canción q e habla sobre las idas de Midori otras tantas niñas
que pronto alcanzarían la edad necesaria para tomar posesión de sus labores en algún burdel, y
que dice “Hasta los dieciséis o diecisiete la crían con grandes cuidados. Hoy su trabajo la llena de
tristeza en lo más hondo”60 (jp. 十六七の頃までは蝶よ花よと育てられ、 、 今では勤 めが身に
しみて Todo el m ndo en el Daionji mae conoce esta erdad lo q e le a a oc rrir a Midori
por eso dejan pasar s comportamiento poco ortodo o inapropiado de na niña de s edad pero
compensado por su júbilo y si generosidad con el resto de ciudadanos. No obstante, se suele decir
q e los niños los borrachos siempre dicen la erdad es q e son los niños de Gang de la calle
de atrás liderada por Chōkichi 長吉, quienes emplean cruelmente este conocimiento para herir
los sentimientos de Midori a la hora de la erdad C ando en fr strados s s intentos de apalear a
Shōta la noche del festi al pegan a Sangorō en s l gar Midori trata de inter enir Chōkichi le
dice Q é Ramera q é tanto gr ñes Pordiosera q e sig es los pasos de t hermana Q ieres
n ri al Esto es s ficiente 61 jp 何を女郎(ぢよらう)め頬桁たゝく、 姉の跡つぎの乞食め、 手
前の相手にはこれが相應だ Acto seg ido el chico coge na sandalia embarrada se la tira a
Midori acertando en la frente de la pobre niña perpleja ante la sit ación

A partir de este momento Midori abandona s ed cación en Ik eisha Los acontecimientos del
festi al s ponen para ella el primer ataq e personal por s f t ro como cortesana Midori es cons-
ciente de su posición y su futuro, y a través de su benevolencia con los demás sólo busca la acepta-
ción de la gente Act a como la reina de los niños pero en erdad sólo q iere g star por a pesar
de su posición, buscando el llamado amae 甘え62 de los demás. La afrenta rompe la armonía de esa
59 Ibid. p.106 (nota 16).

Op cit Me a Hamada p

61 Ibid., p.84.

Dependencia pasi a o amor pasi o q e se manifiesta en el deseo de aprobación del objeto de amae Doi Takeo
The Anatomy of the Self Ne York Kodansha International p

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realidad alternati a de apariencias secretos a oces en la q e Midori p ede ser libre gracias a s
inocencia tiene la capacidad de escapar de s f t ro La ofensa del ataq e con la sandalia enloda-
da había sido dolorosa pero f eron los ins ltos de Chōkichi s s compañeros los q e dejaron na
mancha imborrable en su orgullo:

問ふまでも無く額の泥の洗ふても消えがたき恥辱を、
身にしみて口惜しければぞかし

“La pregunta era innecesaria: el porqué se respondía con la afrenta, que había penetrado en su
alma con el lodo que le había ensuciado la frente. Y que no se limpiaba por más que se lavara: era
humillante.”63

No había sido sin embargo el ataq e de Chōkichi bien conocido por todos como n br to iolento
sino el desc brimiento de q e Nob ki apo aba al Gang de la Calle de Atrás lo q e mortificaba a
Midori q ien c lpó al heredero de R geji como el cerebro detrás de toda la operación

La relación entre Midori Shinn o es c anto menos contro ertida Desde n comien o Midori
trata a Nob como al resto de los niños con s amabilidad alegría habit ales No obstante a Nob
le preoc pan las constantes atenciones de la niña por los comentarios q e circ lan sobre la pareja
entre s s compañeros del Ik eisha Además pronto comien a a darse c enta de lo pert rbador q e
le resulta la presencia de Midori:

何とも言はれぬ厭やな氣持なり、さりながら事ごとに怒りつける譯にもゆかねば、成るだけ
は知らぬ躰をして、平氣をつくりて、
むづかしき顏をして遣り過ぎる心なれど、 さし向ひて物など
を問はれたる時の當惑さ、大方は知りませぬの一ト言にて濟ませど、苦しき汗の身うちに流れて
心ぼそき思ひなり

Sin embargo no se j stifica q e se enoje cada e q e esto oc rre así q e en lo posible se finge
ignorante, simula indiferencia, pone cara hosca y trata de que pase el momento. No obstante,
cuando están frente a frente y ella le pregunta algo, él se turba y generalmente le contesta con un
“no sé”, mientras un sudor frío le recorre todo el cuerpo y se siente desamparado.”64

Al principio Midori atrib e esta actit d a na c estión de pocos modales pero pronto se toma este
recha o como n conflicto personal rompe todos s s la os con el f t ro monje

人には左もなきに我れにばかり愁らき處爲(しうち)をみせ、物を問へば碌な返事した事な
く、傍へゆけば逃げる、
はなしを爲れば怒る、陰氣らしい氣のつまる、 どうして好いやら機嫌の取
りやうも無い

Con otras personas no es así sólo a mí me trata tan d ramente si le preg nto algo n nca me da
na resp esta satisfactoria si o a s lado me reh e si le hablo se enoja está sombrío me
hace sentir incómoda no sé q é hacer no ha forma de contentarlo 65

63 Ibid., p.90.

64 Ibid., p.89.

65 Ibid., p.90.

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En este conte to llega el lector a la escena del d odécimo capít lo frente a las p ertas del Daikok -
ya. De camino a casa de su hermana, Nobu pasa por delante de la mansión donde reside Midori,
con tal suerte que se le rompen las correas de una de sus sandalias. Desde dentro del hogar, Mi-
dori observa el penoso intento de un anónimo transeúnte por arreglar su calzado y, haciendo gala
de su amabilidad, decide ofrecerle un trozo de seda yūzen para arreglarlo. Poco tardaría en darse
c enta de q e no era otro q e Nob ki en ese j sto momento de cólera s s sentimientos más
profundos resurgen hasta el horizonte que la propia Midori había tratado de oprimir durante tanto
tiempo

さあ謝罪(あやまり)なさんすか、何とで御座んす、私の事を女郎女郎と長吉づらに言はせるのも
お前の指圖、女郎でも宜いでは無いか、塵一本お前さんが世話には成らぬ、私には父さんもあり
母さんもあり、大黒屋の旦那も姉さんもある、 お前のやうな腥(なまぐさ)のお世話には能うなら
ぬほどに餘計な女郎呼はり置いて貰ひましよ、言ふ事があらば陰のくす。 ならで此處でお言ひな
され、お相手には何時でも成つて見せまする、 さあ何とで御座んす、と袂を捉(と)らへて捲(まく)
しかくる勢ひ、さこそは當り難うもあるべきを、物いはず格子のかげに小隱れて、 さりとて立去る
でも無しに唯うぢ。と胸とゞろかすは平常の美登利のさまにては無かりき。

Pedirás perdón Q é as a hacer El q e Chōkichi me llamara ramera ramera también f e por


instr cciones t as No importa ser prostit ta no crees No me p edes a dar en lo más mínimo
Yo tengo papá tengo mamá También están el d eño del Daikok a mi hermana N nca o a
recibir a da de n monje per ertido como t por eso deja de llamarme ramera sin ra ón Si q ie-
res decirme algo no lo hagas a escondidas dímelo aq í En c alq ier momento me enfrentaré a ti
Así q e q é as a hacer

Lo tomaría por la manga y le echaría una arenga con tanta energía que él no podría rivalizar con
ella. No obstante, Midori no dijo nada, se ocultó un poco a la sombra del portón de rejilla, pero no
se marchó tit beante s cora ón palpitaba No parecía la Midori de siempre.”66

La f gacidad de este momento no hace j sticia a la rele ancia q e tiene en el conte to de la historia
artic lable en dos ni eles Por n lado en este momento Midori se da c enta de la importancia q e
Nob ki tiene realmente para ella Acost mbrada a tener el fa or de todos el descarado recha o
de Nob s ponía para ella al mismo tiempo n reto na fr stración q e contin amente le atraían
hacia él. Pero sólo ahora es cuando se para a pensar, ¿por qué le importa tanto que un futuro monje
la rechace Por q é c ando parece indiferente al desagrado de Chōkichi los demás Desc bre
s s erdaderos sentimientos por Nob en ese momento se q eda abatida al darse c enta de q e
tiene la aceptación de todo el m ndo de todos menos de la nica persona de la q e realmente la
deseaba.

Por otro lado de ma or pertinencia para s refle ión como m jer es el q e por primera e
Midori afronta el hecho de con ertirse en cortesana Siempre lo había sabido pero s ida era lo
s ficientemente confortable bajo el ingen o parag as de la niñe de repente se enc entra en
la circ nstancia de no saber si realmente está conforme con ese destino de q e tal e todo ese
tiempo la nica persona q e la había estado j gando por s condición era ella misma

Esta relación es relevante para el análisis presente por la restricción de las acciones de ambos per-
sonajes (si bien especialmente Midori), que se ven condicionados por el futuro impuesto por sus

66 Ibid., pp.106-107.

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progenitores Midori c mplirá s deber sin protestar al ig al q e Nob ki pero la s a es na
relación representati a de la tradicional d alidad entre giri 義理 y ninjō 人情68 en la sociedad
67

japonesa, o más ampliamente, el círculo formado por el tercer concepto, on 恩69. Hasta entonces
Midori siempre había estado algo celosa de la fama de su hermana, pero se debía a la inocencia
predominante en su vida:

派手は美事に、かなはぬは見すぼらしく、人事我事分別をいふはまだ早し、幼な心に目の前
の花のみはしるく

Lo llamati o se j ga magnífico lo q e no es istoso miserable Toda ía es peq eña para discernir


el bien del mal tanto sobre las cosas ajenas como las propias El cora ón infantil sólo e lo sobresa-
liente la flor q e está frente a s s ojos

今日此頃の全盛に父母への孝養うらやましく、
お職を徹す姉が身の、憂いの愁(つ)らいの數
も知らねば

“Actualmente ella está en su esplendor e, ignorante de la congoja y el dolor de su hermana que


sig e siendo la más pop lar Midori siente en idia de ella porq e p ede practicar la piedad filial
con sus padres.”70

Así, Midori siente envidia de su hermana no sólo por estar cumpliendo su papel de buena hija según
los ideales conf cianos sino también por ser fiel al on, la deuda que debe tratar de devolver a aque-
llos q e le otorgaron la ida Al mismo tiempo Midori también se e a sí misma limitada por el giri
contraído tanto con s hermana ma or como con el d eño del Daikok a q e tan amablemente
le han tratado a lo largo de los años Hasta este momento s consideración del c mplimiento del
deber se había presentado como n dogma ele ado pero ahora se c estiona las circ nstancias al
redescubrir sus emociones y sus deseos internos. Habiendo vivido en el marco de la inocencia todo
este tiempo Midori había podido tontear con la idea de otra ida en la q e s s sentimientos por
Nob t ieran cabida o na ida en la q e Shōta c a atracción por ella res lta e idente hasta
para la niña p diese hacerla s esposa Pero es s deber inescapable el con ertirse en cortesana
al ig al q e es el deber de Nob con ertirse en monje hacerse cargo del templo Teniendo las
manos atadas por su obligación (giri), han de renunciar a la posibilidad de ver consumado su deseo,
su emoción (ninjō).

Finalmente el paso definiti o hacia la mad re q e marca el final de na etapa el comien o de


otra para Midori es la llegada de s primera menstr ación poco tiempo desp és de la escena con
Shinn o frente al Daikok a A partir de este instante tanto la apariencia como la actit d de Midori
parecen cambiar de la noche a la mañana La gente comenta lo hermosa q e se e esos días con s
n e o peinado al estilo shimada 島田髷 de las jóvenes. Midori empieza a adoptar una imagen más

Concepto de obligación específica implícita en na relación op cit Doi p deber a c mplir dentro de la socie-
dad.

68 La emoción humana, deseo propio.

Concepto de de da personal de gratit d Ibid p compromiso impagable contraído con otro indi id o nor-
malmente asociada a la relación con los progenitores.

Ambos e tractos de op cit Me a Hamada pp

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mad ra acorde al drástico comien o de s etapa como m jer deja de salir a j gar con los niños
empie a a tener q e ir a arreglarse en los aposentos de s hermana C ando Shōta ac de a preg n-
tarle por la ra ón de este cambio s ang stia sale a la l

夫れなら何うしてと問はれゝば憂き事さまざま是れは何うでも話しのほかの包ましさなれ
ば、誰れに打明けいふ筋ならず、物言はずして自づと頬の赤うなり、 さして何とは言はれねども、
次第次第に心細き思ひ、 すべて昨日の美登利の身に覺えなかりし思ひをまうけて物の恥かしさ
言ふばかりなく、成事ならば薄暗き部屋のうちに誰れとて言葉をかけもせず我が顏ながむる者
なしに一人氣まゝの朝夕を經たや、 さらば此樣の憂き事ありとも人目つゝましからずば斯く迄物
は思ふまじ、何時までも何時までも人形と紙雛(あね)さまとをあひ手にして飯事(まゝごと)許(ば
か)りして居たらば嘸かし嬉しき事ならんを、 ゑゝ厭や厭や、大人に成るは厭やな事、何故このや
うに年をば取る、最う七月(なゝつき)十月(とつき)、一年も以前(もと)へ歸りたいにと老人(としよ
り)じみた考へをして、正太の此處にあるをも思はれず

“Le pasan algunas cosas amargas, pero de ninguna manera puede decirlo. Puesto que es algo que le
a erg en a q e se sepa no lo p ede confesar a nadie Callada in ol ntariamente se r bori a A n-
q e no sabe concretamente por q é se siente desamparada En el cora ón de Midori nacen senti-
mientos q e desconocía por completo hasta el día de a er ni q é decir de esa n e a erg en a

Si p diera me g staría pasar todos los días sola a mis anchas en na habitación osc ra sin hablar
con nadie sin ning na persona q e me mire a la cara Si hiciera eso a nq e h biera cosas tan
desagradables como ésta no tendría que preocuparme por las miradas de la gente, y no estaría
s friendo tanto Sin d da sería m feli si para siempre indefinidamente p diera j gar en la
casa todo el tiempo con na simple m ñeca o con na m ñeca de no ia hecha de papel A A
No q iero no q iero es detestable ol erse ad lta Por q é crecemos así Q iero q e el tiempo
retroceda siete meses die meses n año

Tiene pensamientos de persona ieja no p ede soportar q e Shōta esté allí 71

Es el momento de enfrentarse a la realidad, de aceptar su posición como cortesana en el burdel,


p es s c erpo a es oficialmente el de na m jer Sin embargo Midori recha a llanamente este
f t ro detesta la ida q e le espera q e ahora no tiene más posibilidad de escapar

El caso de Midori es así representati o de tantas niñas q e de la noche a la mañana tenían q e


con ertirse en m jeres para c mplir s labor Pronto la gente comen ó a notar el cambio en la a
no tan niña Midori se empe ó a comentar q e se ol ió más femenina apacible 72 (jp. 女らし
う温順しう成つた a nq e otros se apenan por la desaparición de s j bilo característico El des-
pertar a la madurez se presenta así como un proceso cruel y forzado, y que en muchas ocasiones
nos asalta por sorpresa Pero en el caso de estas niñas es a n más característico de n estilo de ida
partic lar na clase social dentro de las m jeres de Meiji A pesar de los a ances en otros campos
como la educación o la introducción de una voz propia para las mujeres, muchas jóvenes se veían
irremediablemente en la circ nstancia de con ertirse en cortesanas contra s ol ntad sig iendo
los deseos de los padres y superiores, y representando esa dualidad del cruel demimonde en los
barrios del placer, donde la consideración de los deseos propios quedaba suspensa, relegada a un
segundo plano, a merced de los clientes y el cumplimiento del deber dentro de la comunidad.

71 Ibid., p.114.

72 Ibid., p.116.

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4.2. Nigorie

La historia de Nigorie73 f e p blicada por primera e en septiembre de en la re ista Bungei


Kurabu En esta obra Ichi ō presenta las e periencias de dos n cleos nidos por el arg mento de
na historia por n lado está O Riki na jo en prostit ta pop lar en el Yoshi ara el conj nto de
m jeres cortesanas q e trabajan con ella en la cantina Kik noi 菊の井. Por otro lado está la familia
de Genshichi 源七, con su mujer, Hatsu 初 s hijo Takichi 太吉 Como ne o de estos dos gr pos
Ichi ō retoma no de los temas clásicos del teatro de Edo el de los amantes s icidas o shinjū 心中,
si bien con algunas diferencias que se revisarán más adelante. El tema del doble suicidio de amantes
f e m rec rrido d rante el período Edo siendo las obras de Chikamats Mon aemon 近松門左
衛門74 las más representati as dentro del género Este tipo de obras representaban
historias, muchas veces basadas en casos reales, en las que una pareja de amantes optaba por el
s icidio como nica ltima opción para poder estar j ntos dadas las circ nstancias de s s idas
En la ma oría de los casos representados Amijima Sone aki también Nigorie el problema de
la relación s rgía de la relación entre n hombre en difíciles circ nstancias na bella cortesana
la imposibilidad de alidar dicho amor ante la sociedad Esta sit ación está íntimamente ligada a la
dualidad de giri y ninjō previamente mencionada, ya que se recurría al suicidio como única opción
para consumar el ninjō de la pareja una vez se ha perdido el honor ante la sociedad.

En Nigorie no de los aspectos mejor retratados dentro de la ida de las m jeres es la prostit ción
Debe tenerse en c enta q e el Kik noi en el q e O Riki s s compañeras trabajan no es n b rdel
per se sino na cantina75 Se presenta así el escenario

店は二間間口の二階作り、軒には御神燈さげて盛り鹽景氣よく、空壜か何か知らず、銘酒あまた
棚の上にならべて帳場めきたる處も見ゆ、勝手元には七輪を煽(あふ)ぐ音折々に騷がしく、女主
(あるじ)が手づから寄せ鍋茶碗むし位はなるも道理(ことわり)、表にかゝげし看板を見れば子細
らしく御料理とぞしたゝめける、さりとて仕出し頼みに行たらば何とかいふらん、俄に今日品切れ
もをかしかるべく、女ならぬお客樣は手前店へお出かけを願ひまするとも言ふにかたからん、世
は御方便や商賣がらを心得て口取り燒肴とあつらへに來る田舍ものもあらざりき

El establecimiento tiene nos tres metros sesenta de ancho por el frente es de dos pisos del
alero c elga na lámpara oti a ha sal amontonada en cantidad en la entrada Ha n l gar q e
parece ser la caja sobre n estante se enc entran alineadas m chas botellas de sake de marcas
conocidas, aunque podrían estar vacías. En la cocina a veces se escucha el bullicioso crepitar del
f ego a i ado en el brasero La d eña del local prepara ella misma na ca ela de erd ras carnes
y sopa de huevo cuajado. Algo razonable, dado que hay un letrero colgado en el frente que anuncia:
Comida Pero q é pasaría si alg ien f era a pedir alg n otro encargo le dirían Impre istamente
ho se ha terminado ese platillo Sin d da algo tan e traño como difícil es decir Bien enida toda
la clientela no femenina.

Seg n Danl op cit p nota otros a tores se s ele as mir q e la historia está basada apro imadamente
en el mismo año q e se escribió ca los hechos transc rren en el mes de j lio en torno a las celebraciones del
Obon お盆 la festi idad b dista de los dif ntos celebrada entre el el de j lio

Chikamats f e el dramat rgo más alabado de s tiempo Dentro de s s obras más conocidas se p ede encontrar
Las Batallas de Coxinga (Kokusen’ya kassen 国姓爺合戦, 1715), y los clásicos del doble suicidio, Los amantes suicidas
de Sonezaki (Sonezaki shinjū 曽根崎心中, 1703) y Los amantes suicidas de Amijima (Shinjū ten no Amijima 心中天の網
島, 1721).

Término escogido para la trad cción española en op cit Me a Hamada p

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Todo el m ndo sabe q e eso de comida no es más q e na e c sa así como nadie ignora c ál es
el erdadero negocio de esta casa Ni siq iera n pro inciano endría a pedir platillos como entre-
meses s rtidos o pescado asado 76

Este es n ejemplo m representati o de na de las principales sit aciones en la prostit ción de


la época la prostit ción clandestina o sin licencia La di isión entre kōshō 公娼 prostit tas con
licencia) y shishō 私娼 prostit tas sin licencia se establece a raí del escándalo denominado Inci-
dente María L en el q e Japón f e ac sado de practicar el escla ismo a ni el internacional 77.
Debido a este incidente, en 1872 se estableció un decreto prohibiendo la compraventa de seres
h manos estableciéndose en la Reg lación para el Control del Registro de Prostit tas jp
Kōshō Torishimari Kisoku 公娼取締規則 formali ando la licencia para la práctica de la prostit ción
tanto a indi id os como a locales directamente desde el Ministerio del Interior No obstante Tanaka
e pone q e este cambio no t o notables res ltados en la práctica a q e el d eño de na casa
de prostit ción con q ien las prostit tas a n mantenían n estrecho la o a tra és de n intrínseco
sistema de e plotación financiera ra onaba esta práctica diciendo q e las m jeres estaban ahí por
propia ol ntad q e ellos sólo les alq ilaban na habitación de hecho seg n las estadísticas
el n mero de prostit tas con licencia así como aq ellas prostit tas callejeras operando por pri-
ado se d plicó entre 78
.

El negocio de comidas del Kik noi se presenta así como na tapadera para n b rdel clandestino en
el q e O Riki las demás cortesanas ofrecían s s ser icios al contrario q e el Daikok a en Take-
k rabe n b rdel reconocido así como Ōmaki debía ser na kōshō para poder alcanzar el rango de
oiran Dentro de las obras de la seg nda etapa de la obra de Ichi ō aq ella infl enciada por la obra
de Saikak Nigorie representa con especial cr de a las dos caras de la ida q e estas m jeres lle a-
ban en los barrios del placer, “de las que se dedican a ese trabajo frívolo, sólo una entre cien ocasio-
nalmente derrama lágrimas desde el fondo de su alma”79 (jp. 今の稼業に誠はなくとも百人の中の
一人に眞からの涙をこぼして Se trata de esa d alidad en las idas de los barrios licenciosos q e
primero Saikak posteriormente Ichi ō mostrarían tanto interés por retratar En el caso de estas
prostit tas del Kik noi las apariencias de cara a los clientes son m diferentes a los sentimientos
q e albergan c ando están en solitario En este conte to O Riki es presentada como la cortesana
más popular del establecimiento:

お力といふは此家の一枚看板、年は隨一若けれども客を呼ぶに妙ありて、 さのみは愛想の嬉
しがらせを言ふやうにもなく我まゝ至極の身の振舞、少し容貌(きりやう)の自慢かと思へば小面
が憎くいと蔭口いふ輩もありけれど、交際(つきあつ)ては存の外(ほか)やさしい處があつて女な
がらも離れともない心持がする、あゝ心とて仕方のないもの面ざしが何處となく冴へて見へるは
彼の子の本性が現はれるのであらう、誰しも新開へ這入るほどの者で菊の井のお力を知らぬは
あるまじ、菊の井のお力か、
お力の菊の井か

Riki es la estrella del l gar si bien es la más jo en es m hábil para in itar a los clientes No
es tanto q e con s simpatía ad le a los clientes p es s comportamiento es también bastan-

76 Ibid., p.19.

Tanaka Y kiko Reactionar Conser ati ism and Women Writers Women Writers of Meiji and Taishō Japan: Their
Lives, Works, and Critical Reception, Jefferson NC McFarland p

78 Ibid., p.55.

Op cit Me a Hamada p

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te caprichoso pero de lo q e p ede enorg llecerse es de ser g apa Entre s s compañeras ha
q ienes m rm ran q e s rostro es odioso Sin embargo la gente dice q e si no se relaciona con
ella compr eba q e tiene actit des más amables de lo q e se piensa q e ni las m jeres desean
apartarse de ella.

Ah El cora ón es algo q e nat ralmente se manifiesta La e presión de s rostro tiene algo de


límpido eso dem estra la nat rale a de la jo en C alq ier persona q e llega a este barrio recién
establecido con seg ridad conoce a la Riki del Kik noi al p nto q e no se sabe a si es la Riki del
Kik noi o el Kik noi de la Riki 80

Desde n comien o O Riki es presentada como na jo en de modales poco com nes seg n los
patrones de la época: es descarada, ruidosa y resuelta en su comportamiento con los clientes, mos-
trando na falta de ed cación esperada de las damas de la época Tanaka e pone q e las prosti-
tutas provenían en su mayoría de familias de clase baja, de regiones agrícolas empobrecidas, que
alg nas eces endían na de s s hijas para a dar a la s per i encia de la familia Se dice no
obstante, que entre el 10 y el 20 por ciento de los padres que vendían a sus hijas lo hacían no por
necesidad económica urgente, sino por puro egoísmo y avaricia”81 O Riki por s parte oc lta tras de
sí la dramática historia de na familia s mamente pobre q e a pesar de todo no endió a s hija
ésta sólo accedió al negocio de la prostit ción al perder a ambos padres por c lpa de la t berc lo-
sis S caso es no de necesidad pero por s propia s bsistencia a pesar de s j bilo esconde n
profundo desprecio por su propia situación:

行かれる物なら此まゝに唐天竺(からてんぢく)の果までも行つて仕舞たい、あゝ嫌だ嫌だ嫌
だ、何うしたなら人の聲も聞えない物の音もしない、靜かな、靜かな、 自分の心も何もぼうつとし
て物思ひのない處へ行かれるであらう、 つまらぬ、くだらぬ、面白くない、情ない悲しい心細い中
に、何時まで私は止められて居るのかしら、これが一生か、一生がこれか、 あゝ嫌だ嫌だ

Si acaso p diera irme me g staría alejarme ahora mismo hasta los lindes de n país lejano Ya es-
to harta detesto todo Cómo p edo irme a n l gar sin oces h manas ni r idos tranq ilo silen-
cioso donde me permitan ol idarme de todo no me oblig en a pensar en nada Hasta c ándo es-
taré atada a esta sit ación insignificante indignada abs rda miserable triste e inq ietante Esto
es ida Toda la ida así A La detesto me da asco 82

Como ella alg nas de s s compañeras se q ejan de lo h millante lamentable q e es s sit ación
escondiendo s trabajo de familiares por la erg en a iéndose obligadas a estirse de forma
llamati a con el nico objeti o de llamar la atención de los clientes Ichi ō m estra así la cara más
amarga de las prostit tas M chas historias se han contado sobre las e periencias de cortesanas de
Yoshi ara pero incl so en aq ellas sobre los amantes s icidas la labor de estas m jeres se presen-
ta como una faceta más de su personalidad, sin ofrecer la introspección que esta autora ofrece, la
refle ión consideración de sí mismas el trabajo q e reali an

O Riki relata el drama de s ida a no de s s n e os patrones Y ki Tomonos ke 結城朝之助,


q ien fascinado por el c rioso comportamiento de la cortesana contin a regresando insistente-

80 Ibid., pp.19-20.

Op cit Tanaka p

Op cit Me a Hamada p

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mente para tratar de a erig ar más sobre la historia de s ida Es así como finalmente el lector
desc bre c ál es el gran dolor q e aflige a la protagonista q e ella misma identifica como na
terrible enfermedad crónica”83 (jp. 頻に持病が起つたのです cediendo finalmente a los deseos de
su cliente y declarando abiertamente ante él:

ほんに因果とでもいふものか私が身位かなしい者はあるまいと思ひますと

En erdad se podrá llamar esto karma Con toda certe a creo q e no ha nadie tan infeli como
yo”.84

Es la primera ocasión en la q e O Riki habla abiertamente de s s sentimientos por Genshichi an-


tig o cliente q e lle aba n próspero negocio en el barrio de q ien terminó irremediablemente
enamorada. Es el mismo Genshichi cuya historia nos es contada paralelamente, la historia de un
hombre cegado por el deseo que ha caído en la ruina, llevando a su mujer y a su hijo a la más
profunda humillación. Habiendo perdido todo su dinero, y su trabajo, Genshichi se pasa los días
bebiendo s friendo por el recha o de O Riki S m jer Hats resentida trata de hacerle entrar
en ra ón para q e se recomponga n poco entienda q e el trabajo de la cortesana es a fin de
cuentas, un negocio como otro cualquiera, pero ellos necesitan la ayuda del cabeza de familia para
s bsistir

先は賣物買物お金さへ出來たら昔しのやうに可愛がつても呉れませう 夫よりは氣を取
直して稼業に精を出して少しの元手も拵へるやうに心がけて下され、お前に弱られては私も此
子も何うする事もならで、夫こそ路頭に迷はねばなりませぬ、
男らしく思ひ切る時あきらめてお
金さへ出來ようなら

Ella es na mercancía q e se ende se compra Si t ieras dinero te trataría tan bien como an-
tes Más bien trata de rec perar el ánimo trabaja d ro a nq e sea ha n poco de dinero Si
t desfalleces ni o ni este niño podremos hacer nada entonces sí nos tendremos q e q edar sin
casa. Es el momento de que te resignes como todo un hombre.”85

Hats es representati a de la otra parte afectada por esta relación la familia No se trata ni siq ie-
ra de na c estión de celos por las infidelidades p es como se ha mencionado m chos hombres
j stificaban s s relaciones e tramatrimoniales con el prete to de aseg rar la descendencia El testi-
monio de Hats es más representati o de la ictimi ación la impotencia de las m jeres q e como
ella se eían afectadas por el libertinaje de s s maridos sin poder hacer nada al respecto obligadas
a trabajar en tareas laboriosas para obtener alg n ingreso con el q e la familia p diese s bsistir La
nica sol ción iable para Hats sería el di orcio pero en tal caso perdería la c stodia de Takichi a
q e como le dice a Genshichi por ser arón t también lo q ieres contigo 86 (jp. 男の子なればお
前も欲し Finalmente es el marido q ien decide deshacerse de s familia hijo incl si e cansado
del incordio de su mujer y haciendo gala de su potestad dentro de la sociedad patriarcal, echándole
en cara a Hatsu su insolencia como mujer:

83 Ibid., p.27.

84 Ibid., p.29.

85 Ibid., p.33.

86 Ibid., p.48.

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子に向つて父親の讒訴(ざんそ)をいふ女房氣質(かたぎ)を誰れが教へた、
お力が鬼なら手
前は魔王、商賣人のだましは知れて居れど、妻たる身の不貞腐れをいふて濟むと思ふか

Q ién te enseñó q e na esposa p ede hablar mal del marido dirigiéndose a s hijo Si Riki es
n diablo t eres Satanás Es comprensible q e na m jer q e se ende engañe a n hombre pero
crees q e está bien q e t propia esposa se enf rr ñe contigo 87

Así, Genshichi les echa de la casa, ignorando las súplicas de su esposa que se ve ahora sin un techo
ni lugar a donde ir.

El ltimo capít lo de la historia na e finali ado el festi al de los dif ntos se presenta la trágica
historia del doble s icidio de Genshichi O Riki A nq e nadie parece tener na ersión erificada
de la historia, aparentemente los amantes se suicidaron para poder estar juntos, pues Genshichi
no tenía los rec rsos ni para isitar a O Riki en el Kik noi ni para comprar s libertad hacerla s
esposa. Parece así un caso clásico de shinjū, en el que el ninjō de la pareja, así como el giri mutuo
q e han contraído por s amor tri nfa sobre el sentido del deber el honor en la sociedad

あの日の夕暮、お寺の山で二人立ばなしをして居たといふ確かな證人もござります、女も逆
上(のぼせ)て居た男の事なれば義理にせまつて遣つたので御坐ろといふもあり

Al atardecer de ese día los dos con ersaban en el templo de la colina hasta ha n testigo con-
fiable P esto q e se lo pidió el hombre de q ien se había enamorado seg ro la m jer c mplió
for ada por el sentido del deber dijo alg ien 88

No obstante, la gente se mostraba recelosa de esta versión ya que, tanto por su falta de educación
como por la presencia de un nuevo patrón en su vida recientemente, insisten en que “esa mala mu-
jer no sabía nada del sentido del deber 89 (jp. あの阿魔が義理はりを知らうぞ). Aunque nunca se
desc brió la erdad de los hechos sí se plantea otra posibilidad dado el estado del c erpo de O Riki
cuando fue encontrado:

切られたは後袈裟(うしろげさ)、頬先(ほゝさき)のかすり疵、頸筋の突疵など色々あれども、
たしかに逃げる處を遣られたに相違ない

F e ac chillada por la espalda en diagonal Tenía también n rasg ño en la mejilla otra p ñalada
en la nuca, además de varias heridas: no hay duda de que fue atacada cuando trató de escapar.”90

Ichi ō introd ce así n final abierto na d alidad de posibilidades para q e el lector determine el
resultado de la historia. Por un lado, se puede considerar que fue, en efecto, un acto de amor sui-
cida voluntario por ambas partes. La infelicidad de estar separados pudo haber superado las ganas
de vivir de los amantes, llevándoles a cometer este suicidio al no quedarles nada más en la vida. No
obstante, por otra parte se presenta una posibilidad mucho más oscura, una variación del tema de
shinjū q e m estra la cara oc lta q e podía haberse dado en alg no de estos casos Se plantea la

87 Ibid., p.47.

88 Ibid., pp.48-49.

89 Ibid., p.49.

90 Ibid., p.49.

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posibilidad de q e Genshichi harto de s desgracia h biese ac dido a O Riki con la intención de
cometer el doble suicidio, pero que la cortesana le hubiese rechazado y éste, desesperado, la hubie-
se asesinado a sangre fría en contra de la ol ntad de la jo en Dadas las circ nstancias de O Riki
s pop laridad dentro del negocio del Kik noi así como la aparición de Y ki s encaprichamiento
con ella, cabe plantearse si realmente la cortesana habría decidido quitarse la vida cuando su si-
t ación parecía estar mejorando Sea como f ere el caso n nca sería res elto le tocaría la gente
decidir q é creer mostrando na gran indiferencia por la jo en O Riki sin ning na simpatía por s
caso, mientras algunos incluso alabaron al desgraciado Genshichi diciendo que “su muerte sí que
fue gloriosa, resultó ser un varón admirable”91 (jp. あれこそは死花(しにばな)、 ゑらさうに見えた).

Las m jeres de esta historia son representati as no sólo de la el ab so la opresión femenina en


la época sino también la lnerabilidad de s sit ación Aq ellas m jeres q e f esen lo s ficien-
temente afortunadas de casarse, debían observar, impotentes y en silencio, el descontrol de sus
maridos s s infidelidades iéndose arrastradas a la pobre a la h millación p blica sin ning na
potestad Aq ellas q e por el contrario se eían condenadas a na ida de prostit ción bien por
haber sido endidas por s s progenitores o por p ra necesidad ag antaban la erg en a de na
vida sin orgullo ni control sobre sí mismas, a merced de la clientela, y sin nunca llegar a saber con
certe a si al ig al q e O Riki no serían íctimas de n crimen pasional del q e al menos a aq ellas
sin licencia, ninguna ley ni organismo les podía proteger.

4.3. J san a

J san a f e p blicada por primera e el de diciembre de en na edición sin precedente


de la revista Bungei kurabu dedicada enteramente a recopilar obras de las keishū sakka, las autoras
más prominentes del momento Además de Ichi ō otras fig ras como Kaho o Shi ko conformaron
un total de doce escritoras destacadas que aportaron algunas de sus obras para esta edición espe-
cial del Bungei kurabu keishū.

En esta historia Ichi ō narra las i encias de Oseki na jo en esposa de años alto estat s so-
cial, a pesar de sus orígenes humildes, gracias a su enlace con Harada Isamu 原田勇, un alto cargo
del Gobierno fr to de c a nión nació el peq eño Tarō 太郎 La primera escena presenta a Oseki
llegando a casa de sus padres en mitad de la noche. Allí, sus padres hablan animadamente sobre lo
afort nados q e son porq e Oseki se ha a casado con Harada lle ando na ida aparentemente
tan feli Lo q e ellos no saben es q e s hija se apro ima al hogar de los Saitō 齋藤 con la intención
de pedirle al padre que le conceda una “carta de divorcio”92 (jp. rien no jō 離縁の 状), pues su ma-
trimonio es sumamente infeliz.

En el momento de su publicación la obra no fue bien recibida, especialmente entre el público fe-
menino alg nas fig ras destacadas como la acti ista feminista Hirats ka Raichō 平塚らいてう

91 Ibid., p.49.

Al contrario q e las m jeres de Tok ga a las m jeres de Meiji podían obtener legalmente el di orcio a nq e en
la práctica estos casos eran escasos a q e los maridos conser aban la c stodia de los hijos A pesar de q e los maridos
no podían obtener el di orcio tan fácilmente como antes sin na b ena ra ón el ad lterio era na ofensa castigable
constit ía na base para solicitar el di orcio si era cometido por la esposa n marido podía ra onar la práctica de
mantener más de na m jer como medida pre enti a para aseg rar la descendencia por el bien de la contin idad
de la familia Ya q e el hijo de na amante podía con ertirse en el heredero la sit ación de las esposas era erdadera-
mente precaria. La reiterada noción de que la contribución de las mujeres a la sociedad se realizaba sólo a través de sus
maridos e hijos perpet aba la antig a actit d de contención para las m jeres en Women Writers of Meiji and Taishō
Japan... p.54.

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declararon posteriormente s desaprobación de personajes como Oseki en q ien en
na m jer s misa a la a toridad masc lina en l gar de desafiante a la sociedad patriarca por lo q e
concluye que obras como Jūsanya res ltan sólo atracti as a lectores masc linos Sin embargo en
este análisis se a a tratar de hacer er el lado más radical del personaje ideado por Ichi ō q ien
lejos de someterse a la ol ntad de s marido se arriesga a desafiar las reglas de la sociedad den-
tro de las circ nstancias en la medida q e le f e posible A nq e s s contemporáneas fig ras
posteriores no terminasen de apreciar la s til rebelión q e m e e a Oseki en la historia no ha q e
dejar de darle crédito a la representación no sólo de la opresión, sino de la opresión como resultado
de na s ble ación difícil de imaginar para na m jer de Meiji La propia Hirats ka dijo c ántas
cientos o incl so miles de Osekis habrá en la osc ridad apañándoselas en la ida sin q e casi nadie
se dé c enta 93.

Como Winston p menciona ha na palabra q e aparece repetidamente a lo largo de la


historia en los escritos originales de Ichi ō n término q e a a ser ir en este análisis como idea
central para el desarrollo de toda la representación femenina en este conte to Se trata del término
mibun 身分94 es decir estat s o posición social Este concepto no sólo refleja na de las preoc pa-
ciones principales para las m jeres de la era de Ichi ō sino q e los dos componentes de la palabra
mi (cuerpo), y bun (parte), representando al individuo y su pertenencia como parte de la sociedad,
son centrales para el entendimiento de la imagen de la imagen de la mujer que la escritora trataba
de reflejar en s historia Por na parte por la infl encia del género en los roles sociales preesta-
blecidos, la feminidad, y por otra la relevancia de cada uno de esos roles en el conjunto de la socie-
dad, es decir, el giri 義理 o deber q e cada no contrae ha de desempeñar por para el bien del
grupo.

Se presenta en esta historia no de los ideales de la m jer más importantes desde comien os del
siglo XVIII, aquel de ryōsai kenbo 良妻賢母, o lo que es lo mismo, la buena esposa y sabia madre.
Este ideal se corresponde con los ideales neoconfucianos que habían sido adaptados desde el Pe-
ríodo Edo en Japón q e se habían aplicado también a la enseñan a femenina de la
época Ichi ō como m jer de b ena ed cación era conocedora de los ideales tradicionales seg n
los cuales la mujer debía obedecer órdenes, según la etapa de su vida, primero de su padre, des-
p és de s marido por ltimo de s hijo De este modo a nq e Oseki a a casa de s s padres con
la intención de b scar a da apo o para poner fin a s infeli matrimonio c ando s padre trata
de disuadirla, ella se limita a acatar la decisión que ha sido tomada por y para ella.

Este aspecto se podría considerar como na s ble ación inesperada de la fig ra femenina en s
conte to histórico Si bien es cierto q e finalmente Oseki se resigna a na ida de ab so e infe-
licidad, empujada por su propia familia, en un primer momento de la historia estaba resuelta a
terminar s matrimonio sin importar las consec encias Sólo c ando el padre cabe a de la familia
Saitō se pron ncia cambian las perspecti as p es incl so la madre parece estar desde n principio
del lado de s hija indignada ante la sit ación q e acaban de desc brir La infl encia de la fig ra
paterna o el poder patriarcal es no de los moti os q e se repiten a lo largo de los inicios de esta
literatura femenina o sobre mujeres que surge en la segunda mitad del siglo XIX en diversos puntos
del mundo. Esta opresión de la sublevación, el control ajeno sobre la vida propia y la resignación
a la aceptación de decisiones e ternas es representada en Jūsanya como un elemento normal en

Cita aportada por Van Compernolle p

94 み・ぶん
「身分」
《名》1.その人の社会における役割から見た地位。2.その人の家系によって定まった社会的な序
列。3.境遇。(学研国語大辞典)

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la ida cotidiana de la m jer pero también nos m estra la connotación negati a q e manifiesta la
íctima de estos ab sos

阿關はわつと泣いて夫れでは離縁をといふたも我まゝで御座りました、成程太郎に別れて顏
も見られぬ樣にならば此世に居たとて甲斐もないものを、唯目の前の苦をのがれたとて何うな
る物で御座んせう、ほんに私さへ死んだ氣にならば三方四方波風たゝず、兎もあれ彼の子も兩
親の手で育てられまするに、つまらぬ事を思ひ寄まして、貴君にまで嫌やな事をお聞かせ申しま
した、今宵限り關はなくなつて魂一つが彼の子の身を守るのと思ひますれば良人のつらく當る
位百年も辛棒出來さうな事、よく御言葉も合點が行きました、 もう此樣な事は御聞かせ申しま
せぬほどに心配をして下さりますなとて拭ふあとから又涙

Hablar de di orcio f e n capricho mío dice Seki deshecha en llanto entiendo si me separara
de Tarō no p diera ol er a er s cara no merecería la pena i ir en este m ndo H ir simple-
mente del sufrimiento que tengo frente a mí, no conduce a nada. De verdad, si pienso que estoy
m erta todo a mi alrededor será tranq ilidad pa Pase lo q e pase ese niño será criado por s s
dos padres A pesar de eso se me oc rrió algo abs rdo hasta a ti padre te hice oír cosas desagra-
dables Esta noche será la ltima o desapareceré sólo mi espírit c idará de ese niño Pensando
esto p edo soportar a n d rante cien años algo tan insignificante como el trato de mi marido T s
palabras me han pers adido Ya no hablaré más de estas cosas así es q e no se preoc pen dice
secándose las lágrimas, pero desde el fondo brotan de nuevo.”95

Para Oseki la nica sol ción posible para poder encarnar el ideal de ryōsai kenbo en esta situación
es adoptar la posición pasiva de un muerto en vida, ya que “al deshacerse de su cuerpo, tanto en
el sentido de entregárselo a otra persona como en el de considerarlo m erto al menos s espírit
podría c idar de Tarō 96. La equiparación entre la muerte como estado preferible y la consecución
del deber q e ha sido contraído por la m jer representa en esta historia el calibre de las dific ltades
pen rias q e na esposa como Oseki podía llegar a afrontar por el bien de los demás Winston
e pone q e ella Oseki no es la q e está casada con Harada por así decirlo Son en erdad s s
padres y su hermano los que dependen de su matrimonio con Harada para ser felices. Ella acepta
la responsabilidad y se llama a sí misma egoísta”97 Se p ede disc tir también en este conte to la
infl encia del on q e Oseki tiene con s s padres en relación con la práctica de la piedad filial esa
deuda impagable de agradecimiento, que le impulsa a anteponer las prioridades (que no necesida-
des de s s padres a las s as propias Ese egoísmo del q e habla se debe entonces no a la imperti-
nencia de s petición sino al intento de desafiar los principios de la sociedad patriarcal

Aprovechando el aspecto de “sabia madre” de este modelo femenino, Jūsanya pone de relieve un
aspecto de cr cial importancia para la m jer en s época la ed cación Como se ha mencionado
anteriormente la ed cación recibida por Ichi ō no era la más com n para las niñas de Meiji espe-
cialmente no para aq ellas de origen h milde como era el caso de la a tora Sí había no obstante
na serie de compilaciones sobre la apropiada formación femenina q e estip laban los principios a
seg ir para adec arse a los cánones de la época De partic lar interés en este campo es la a men-
cionada obra Onna Daigaku 女大学 La Ed cación S perior de la M jer de Kaibara Ekken no de
los manuales más famosos y divulgados. En ella se pueden encontrar indicaciones sobre las potesta-

Op cit Harada Me a pp

Op cit Winston p

97 Ibid, p.2.

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des de la mujer dentro del hogar y sus deberes con su marido, y resulta interesante comparar cómo
dichas directrices se adec an al papel q e Oseki intenta escapar en la historia

Una m jer no tiene n amo partic lar Debe considerar a s marido como s amo debe ser irle
con toda adoración y reverencia, sin menospreciarle o tomarle a la ligera. La gran labor en la vida
de na m jer es la obediencia En s trato con s marido tanto la e presión de s rostro como el
estilo de s disc rso debe ser cortés h milde conciliador n nca irritado o con poco tacto n nca
maled cado arrogante esa debe ser la primera principal preoc pación de na m jer Si en
alguna ocasión el marido estuviese furioso, ella debe obedecerle con miedo y temblor, y no poner-
se en su contra con furia y arrojo.”98

Partiendo de premisas como esta enseñan a Oseki es presentada como na m jer ejemplar q e
soporta los ab sos de s marido responde con tern ra a s s ins ltos Oseki al ig al q e Hats en
Nigorie incl so habla con normalidad sobre la aceptación de la infidelidad el desinterés q e s ma-
rido muestra en ella, lanzándose a los brazos de alguna geisha en s s ratos libres Cabe destacar q e
Harada conocía bien la situación de su mujer antes de unirse en matrimonio, él era consciente del
bajo estat s de la familia Saitō de la falta de ed cación de la jo en pero en n primer momento
esto no pareció n obstác lo para el enlace La propia Oseki describe el momento del comien o del
malestar diciendo:

嫁入つて丁度半年ばかりの間は關や關やと下へも置かぬやうにして下さつたけれど、
あの子
が出來てからと言ふ物は丸で御人が變りまして、思ひ出しても恐ろしう御座ります

Desde q e me casé más o menos d rante medio año me trataba m bien Seki por acá
Seki por allá pero desde q e me embaracé del niño cambió totalmente De sólo recordarlo me
horrorizo.”99

El principal problema q e pro oca n cambio en la actit d de Harada parece ser entonces el naci-
miento de su primogénito. Harada era huérfano de padre y madre, por lo que a pesar de sus logros
académicos y su diligencia en el trabajo, no necesitó contar con la aprobación paterna para poder
contraer matrimonio. En un primer momento, Harada parece quedarse prendado de la belleza de la
jo en Oseki sin pensarlo dos eces comien a a ac dir a s s padres para solicitar s mano Al prin-
cipio la familia Saitō también se m estra reticente dada la gran diferencia de estat s social pero
tras descubrir que Harada no contaba con una familia que fuese a poner obstáculos al enlace, y ante
la insistencia del joven, acceden a entregarle a su hija. Este es un aspecto importante en cuanto a
q e el primer moti o de Harada para q erer desposarse con Oseki es p ro deseo sólo na e se
encuentra con un hijo en camino comienza a preocuparse por la idoneidad de su esposa.

Oseki también se percata del moti o del descontento de s marido Desde el nacimiento de Tarō
no deja de recibir q ejas sobre lo mal instr ída q e está lo poco q e entiende lo poco q e p ede
con ersar A Harada parece preoc parle q e esta aparente in tilidad de s esposa p eda entor-
pecer la ed cación de s hijo la compara con las m jeres de s s compañeros dejando en ridíc lo
a Oseki incl so delante del ser icio del hogar

Kaibara Ekken Shingoro Takaishi Women and Wisdom of Japan. London: J. Murray, 1905, p.38

Op cit Me a Hamada pp

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辛棒もしませうけれど、二言目には教育のない身、教育のない身と御蔑(おさげす)みなさる、

れは素より華族女學校の椅子にかゝつて育つた物ではないに相違なく、御同僚の奧樣がたの樣
にお花のお茶の、歌の畫のと習ひ立てた事もなければ其御話しの御相手は出來ませぬ

“Eso, bueno, puedo soportarlo, pero cuando habla me menosprecia diciendo que no soy instriuda,
q e no so ed cada Ciertamente no so alg ien q e ha a asistido a na esc ela de señoritas aris-
tócratas Tampoco he aprendido arrelo de flores la ceremonia del té ni a cantar ni a pintar como
las esposas de sus colegas, por eso tampoco puedo hablar con él sobre eso.”100

Se esperaba entonces q e la m jer t iese conocimientos en todas estas áreas enseñan a q e se


comen ó a imp lsar desde la niñe Es interesante recordar aq í el caso de Midori en Takekurabe
q ien sin pertenecer a ning n rango social s perior al de Oseki en s s orígenes empe ó a ser
ed cada en estas artes desde niña mostrando el rápido cambio temporal de die años en la priori-
ación de los est dios de las niñas Oseki tendría eintic atro años c ando Midori sólo tendría
teniendo en cuenta que ambas historias fueron escritas en el lapso de 1894-1895 basándose en las
propias e periencias q e Ichi ō obser aba 101 Así Winston también afirma q e los siete años q e
Oseki ha estado casada se solapan con el crecimiento de la ed cación femenina en Japón 102. Pre-
iamente este modelo de ed cación de corte occidental e infl encia del Cristianismo lo recibían
en s ma oría sólo las niñas de clases más altas por lo q e es e idente q e a nq e los cánones de
feminidad de la edad ad lta en el rango social al q e Oseki pasa a pertenecer al casarse con Harada
esperaban éste tipo de conocimientos para Oseki d rante s infancia en n hogar h milde no era
ni necesario ni lo más común educarse en las artes hasta edades más avanzadas.

El cambio también es notable sobre todo en la importancia que se comienza a dar a la educación
de la futura madre como elemento fundamental de la formación de la descendencia en el hogar,
especialmente en las esferas más altas c lti adas de la sociedad a las q e Harada s esposa per-
tenecen. Prueba de ello es que, incluso después de la educación obligatoria, aunque “a las mujeres
no se les permitía el acceso a esc elas de sec ndaria reg lares entraban o bien en esc elas sec n-
darias especiales para mujeres (cuya inscripcción aumentó a nivel nacional desde 12.000 en 1900
hasta en o esc elas ocacionales o normales la inscripción total en ambos tipos de
escuela alcanzó casi las 23.000 plazas en 1925)”103 Nolte Hastings comentan sobre este período
q e a pesar de las raíces patriarcales Conf cianas del concepto de ryōsai kenbo, “el Ministerio de
Ed cación pop lari ó la fórm la en la ltima década del siglo diecin e e alentando a las m jeres a
contrib ir con la nación a tra és de s d ro trabajo s fr galidad s eficiente gestión el c idado
de los ma ores los jó enes los enfermos s responsabilidad al criar a los niños 104. No obstante,
como se p ede comprobar por las fechas el imp lso no t o n efecto tan drástico hasta desp és
de la Primera G erra Sino Japonesa entre por lo q e na e más las e pectati as para
Oseki estaban m por encima de s s posibilidades d rante la infancia Sería el propio Ministro

100 Ibid., p.56.

Danl op cit también e pone al respecto q e ambas historias estarían basadas en ca Jūsanya haciendo re-
ferencia al de septiembre del calendario l nar de oct bre en el calendario act al mientras Takekurabe gira en
torno al festi al del Ōtori jinja q e tiene l gar en el mes de no iembre

Op cit Winston p

103 Nihon kindai kyōiku shi jiten, p.108, citado en op.cit. Ericson p.83.

CitadoenIbid pp nota

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de Educación en aquel entonces, Mori Arinomori, quien en 1985 declarase que “la madre era la
“profesora natural” (tennen no kyōin 天然の教員 para inc lcar el espírit del patriotismo en los
corazones de sus hijos”105.

La selección de Oseki como esposa t o entonces para Harada na moti ación eminentemente
se al a q e Harada era consciente al solicitar s mano q e la ed cación de la m chacha en c al-
quier ámbito brillaba por su ausencia. Entran en juego aquí una serie de consideraciones sobre los
roles de la mujer en la vida de los hombres, estrechamente relacionadas con el concepto del cuerpo,
mi la concepción de la adj dicación de n c erpo femenino con fines reprod cti os maternidad
como simple estím lo de placer se al prostit ción Ga le R bin arg menta sobre esta d alidad

El intercambio de m jeres es cla e para e presar q e las relaciones sociales de n sistema de


parentesco especifican la a toridad de los hombres sobre los derechos de s s parientes femeninos
y la falta de la misma por parte de las mujeres, tanto sobre sí mismas como sobre sus parientes
masc linos En este sentido el intercambio de m jeres es na prof nda percepción de n sistema
en el cual las mujeres no tenían plena potestad sobre sí mismas.”106

Esta ele ación del c erpo femenino como objeto se al en las relaciones sociales m estra cómo el
concepto de mi es “el centro del cual nacen el estatus y otros conceptos relacionados con el cuerpo
físico 107. Así, en Jūsanya el rol de Oseki toma partido en la historia gracias a la desh mani ación
de s persona el ac erdo estip lado entre los padres Harada por el c erpo q e éste ltimo
solicita La madre de Oseki le e plica q e Harada q edó prendado de ti desde el momento en q e
te vio por primera vez, y a través de un mediador pidió tu mano insistentemente”108 (jp. 其時はじめ
て見たとか言つて人橋かけてやいと貰ひたがる). A pesar de que los padres le trataron de rechazar
na otra e debido a la diferencia de s s rangos sociales él insistió hasta q e logró casarse con
Oseki Es decir Harada conocía bien el estat s de s f t ra esposa así como s falta de ed cación
formal desde el momento en el q e la io por e primera por lo q e no la escogió por s s aptit -
des como f t ra madre ed cadora Es e idente entonces q e el nico moti o q e inspira a Harada
en n primer momento es s deseo se al hacia la jo en s s propios padres también debían de
ser conscientes de esta fuerte atracción, llegando a decir su propio padre “fue mala suerte que haya
nacido tan linda”109 (jp. 斯く形よく生れたる身の不幸(ふしやはせ)). No obstante, una vez casados y
especialmente tras el nacimiento de Tarō la falta de estím los intelect ales entre la pareja empie a
a hacer mella en la relación Harada perdiendo c alq ier interés físico en s esposa la relega de
madre a nodriza”110.

Citado en op cit Winsont p

106 Ibid.,p.8.

107 Ibid.,p.8.

Op cit Me a Hamada p

109 Ibid.. p.60.

Op cit Winston p

Citado en op cit Winson p

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Seki debate q e con este cambio en la ed cación d rante los primeros años de s matrimonio
“Harada acoge la visión de la familia moderna (kindai kazoku 近代家族) en su matrimonio con
Oseki 111, por lo que su mayor preocupación pasa a ser la incapacidad de su mujer para ofrecer
una educación apropiada a su hijo en el hogar. Los abusos de Harada se centran así en la falta de
con ersaciones estim lantes con Oseki en s incapacidad para escoger b enas combinaciones de
ropa para él en todo tipo de ac saciones relacionadas con la escasa ed cación a la q e Oseki t o
acceso d rante s infancia en casa de s s padres Se deja er así el tránsito de la atracción se al a
la desh mani ación de Oseki como c idadora p es en ning n momento parece Harada reconocer
el cambio que el matrimonio y la maternidad han producido en su esposa, así como el esfuerzo que
ella realiza por adaptarse a los estándares apropiados para su rango social. Este es un cambio tan
drástico no obstante q e incl so s s padres se sorprenden al erlo La familia Saitō aclara q e ha
tratado de limitar sus visitas a la casa de su hija para no alterar el status quo al mezclar su humildad
con el entorno de la ele ada posición social de Harada pero por ese mismo moti o c ando el en
a er a Oseki s padre no p ede e itar refle ionar sobre la reno ada apariencia de s hija

暫時阿關の顏を眺めしが、大丸髷に金輪の根を卷きて黒縮緬の羽織何の惜しげもなく、我
が娘ながらいつしか調ふ奧樣風、 これをば結び髮に結ひかへさせて綿銘仙の半天(はんてん)に
襷(たすき)がけの水仕業さする事いかにして忍ばるべき、太郎といふ子もあるものなり、一端の
怒りに百年の運を取はづして、人には笑はれものとなり、身はいにしへの齋藤主計(さいとうかず
へ)が娘に戻らば、泣くとも笑ふとも再度原田太郎が母とは呼ばるゝ事成るべきにもあらず

D rante n rato contempló la cara de Seki pero al er s aspecto s peinado de m jer casada
la base de su cabello enrollada con un aro de oro y llevando con naturalidad un haori de crepé de
seda negra, pensó: “es mi hija, pero no sé en qué momento ha adquirido el aire de toda una dama.
Hacerse cambiar este peinado por otro más vulgar, que vista con una librea de algodón de tela ordi-
naria ponerse n cordón para plegar las mangas hacerla cocinar la ar cómo podría o resistirlo
Además también está Tarō Por n momento de f ria perder la felicidad de cien años con ertirse
en objeto de b rla si el e a s antig a condición de hija de Saitō Ka e haga lo q e haga n nca
ol erá a ser llamada la madre de Harada Tarō 112

Para el cabe a de los Saitō s hija ha dejado de pertenecer a s n cleo familiar s posición den-
tro de la casa de Harada es demasiado aliosa e importante como para permitir q e el a a s s
humildes orígenes. Él nota esta diferencia sólo con observar su aspecto, cambio que nunca sería
apreciado por Harada. No obstante resuelve mandar a su hija junto a un marido abusivo achacando
s comportamiento a n arrebato de ira por s sit ación e poniendo

身分が釣合はねば思ふ事も自然違ふて、 此方は眞から盡す氣でも取りやうに寄つては面白
くなく見える事もあらう 表面には見えねど世間の奧樣といふ人達の何れも面白くをかしき
中ばかりは有るまじ、 身一つと思へば恨みも出る、何の是れが世の勤めなり、殊には是れほど身
がらの相違もある事なれば人一倍の苦もある道理、 お袋などが口廣い事は言へど亥之が昨今
の月給に有ついたも必竟は原田さんの口入れではなからうか、七光(なゝひかり)どころか十光(
とひかり)もして間接(よそ)ながらの恩を着ぬとは言はれぬに愁らからうとも一つは親の爲弟の
爲、太郎といふ子もあるものを今日までの辛棒がなるほどならば、是れから後とて出來ぬ事はあ
るまじ

si las posiciones sociales no coinciden es nat ral q e también ha a diferencias en lo q e se


piensa. Aunque una esté dedicada al otro con sinceridad, según la forma en que se interprete, es
Op cit Me a Hamada p

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probable q e se ea como na cosa fastidiosa Q i ás no se e en la s perficie pero no todas las
m jeres a q ienes el m ndo llama señoras han de tener na relación alegre feli con s marido
Como cada na piensa q e es la nica q e s fre por estos problemas entonces s rge el resenti-
miento S f nción es ag antar las cosas difíciles Especialmente en t caso como ha esta diferen-
cia de clases es lógico q e t s frimiento sea doble T madre habla sin refle ionar en s propia
condición social También el s eldo mens al q e ahora gana Ino a fin de c entas no es gracias a
la mediación del señor Harada No le debemos no sino m chos fa ores a nq e sea de manera
indirecta; no podemos negar que hemos recibido su benevolencia. Por eso, aunque sea doloroso,
por t s padres por t hermano a q e tienes a ese niño Tarō si has podido tener paciencia hasta
ahora, debes poder tenerla también de ahora en adelante.”113

Con este arg mento el padre con ence a Oseki para q e regrese al lado de s marido abogando
por el bienestar de Tarō el por enir de s posición social No obstante también e pone la de da
contraída por la familia, el giri q e los Saitō ahora tienen con Harada por todo lo q e éste les ha pro-
porcionado Se con ierte así en n arg mento no de pre alencia de la felicidad de Oseki sino no
de piedad filial el sacrificio de la hija por el bien del resto Parece e idente q e a pesar del apo o
inicial de la familia el innegable amor del padre la ida de Oseki sólo tiene prioridad c ando el
resto de los Saitō no están in ol crados en el problema En este caso es más importante no sólo el
compromiso q e tienen por todo lo q e Harada les ha proporcionado apo o económico mejora
relati a del estat s social n p esto de trabajo para el hermano menor Ino etc sino también
todo lo q e les p eda proporcionar en el f t ro El patriarca de los Saitō no considera con eniente
perder el fa or de Harada con el fin de mantenerlo no importa s Oseki ha de sacrificar el resto
de s e istencia i iendo bajo los ab sos de s marido Una e más se presenta así la desh mani-
ación del c erpo femenino como moneda de cambio Oseki tendrá q e morir en ida sólo con el
objeti o de pro eer beneficios a s familia poder c idar de Tarō

La dramática historia de Oseki es na de opresión en todos los ni eles de la concepción conf ciana
A pesar de s intento por liberarse de las limitaciones de s posición es sometida en primer l gar
al yugo de su marido, en segundo lugar, a los deseos de su padre, y en tercer lugar, a la ventura de
s hijo Tarō Son m chos los a tores q e han criticado a Oseki por s s misión por s falta de
autonomía y autoconsciencia, y por tener un carácter poco proclive a la introspección y a la toma
de responsabilidades por sí misma”114 Pero lo q e estos críticos no tienen en consideración es pre-
cisamente la falta de una educación más allá de los patrones confucianos de la sociedad patriarcal,
q e emp jan a Oseki a seg ir las indicaciones de s padre s marido s hijo a nq e intentase
escapar la opresión de uno de ellos, como hizo con Harada, siempre se vería limitada por los intere-
ses de alguno de los otros dos individuos (en este caso, su padre).

En la seg nda parte de la historia na e Oseki abandona s hogar paterno otro acontecimiento
inesperado tiene l gar Oseki se monta en n jinrikisha para ol er a la casa de Harada en S r gadai
駿河臺 no de los barrios l josos de Tokio en aq el entonces pero el cond ctor a medio camino
decide parar porq e está m cansado C ando está tratando de pers adirle para q e al menos
le lle e hasta la a enida Hirokōji donde podría tratar de b scar otro medio para regresar a casa
se percata de q e la cara del cond ctor le res lta familiar Se trata de Kōsaka Rok s ke 高坂録之
助, su amor de la infancia, un hombre que siempre estuvo enamorado de ella y con quien siempre

113 Ibid., p.60-61.

Los a tores en c estión son Kitani Maeda Mi no citados en op cit Winston p

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pensó que terminaría casándose. Y ahora, cuando se encuentran, descubre que su vida también se
ha tr ncado es n hombre infeli en s e istencia

Este seg ndo capít lo incone o con el arg mento de la primera parte parece ideado para a dar
a Oseki a imaginar lo q e habría oc rrido si jamás h biese conocido a Harada el tipo de ida q e
habría tenido Sin embargo a pesar de la rele ancia de Rok s ke en s j ent d al principio Oseki
parece tener problemas para recordar su nombre:

月に背けたあの顏が誰れやらで有つた、誰れやらに似て居ると人の名も咽元まで轉がりなが

El rostro elto contra la l na q ién es Se parece a alg ien tiene el nombre en la p nta de la
lengua.”115

La noche se antoja como n s eño reminiscencias de na ida pasada a la q e Oseki a no perte-


nece f t ras inq iet des q e se disipan bajo la l de la l na Al terminar s enc entro Oseki
regresa a su casa, regresa al lado de su marido de su hijo, pero lo hace tranquila. Ha dejado tras de
sí todo aquello que una vez le importó.

Jūsanya es como anticipaba el comentario de Hirats ka la historia de m chas m jeres q e se


vieron atrapadas en un salto temporal, un rápido período de cambios introducidos con la moderni-
ación estatal de Meiji Una generación antes el modelo de esposa madre se c mplía de ac erdo
a los preceptos patriarcales tradicionales de Edo enseñan as como las de Onna Daigak na
generación después, las mujeres estaban preparadas para cumplir con su función de maestras de
s s hijos así como go aban de n grado relati amente ma or de libertad gracias a los a ances en la
educación y a la introducción de valores occidentales sobre la mujer. Pero para aquellas que, como
Oseki se criaron en el período entre la Resta ración de t ieron q e afrontar las e i-
gencias de un nuevo sistema de valores para el que no habían sido preparadas y que devaluaba su
f nción en la sociedad En esta historia Ichi ō nos ofrece las e periencias de todas esas oces q e
fueron ahogadas y olvidadas a pesar de sus esfuerzos por adaptarse a unos nuevos principios, en un
mundo todavía anclado en la tradición.

5. Conclusión

A lo largo de este recorrido a tra és de tres de las historias más representati as de Hig chi Ichi ō se
ha podido comprobar no sólo la prof ndidad de s estilo sino también la riq e a de s contenido a
la hora de anali ar el estilo de ida de s s contemporáneas en todas las posiciones sociales desde
Oseki en el rango más ele ado pasando por Midori Ōmaki en na posición alta dentro de los
barrios licenciosos por ltimo O Riki q e representa el estilo de ida más h milde laborioso

Lo c rioso de los relatos de Ichi ō es q e además de retratar fielmente las i encias de m jeres de
di ersos orígenes destinos también son reflejo de las propias e periencias de la a tora represen-
tando diferentes etapas de su vida y su carrera profesional como escritora. Gracias a las técnicas del
Realismo Literario Ichi ō p do reprod cir con palabras lo q e s s ojos eían día a día en el por enir
de los ciudadanos de Meiji.

Op cit Me a Hamada p

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Es por eso q e Ichi ō como a tora representa la primera o femenina a la q e se le dio crédito
por s talento dentro de los círc los literarios más prestigiosos de la época tras arios siglos de
aparente inacti idad reconocida por parte de las m jeres en este arte fig rando a la cabe a de
una serie de futuras generaciones que ganarían terreno en el ámbito de la literatura y recordarían
ya no sólo a sus contemporáneos, sino al mundo entero, la tradición de escritoras reconocidas de
la q e Japón es testigo desde el comien o de s historia literaria Sin embargo Ichi ō como m jer
también representa una nueva generación que surge en medio del proceso de modernización del
país, y que pronto comenzarían a reclamar su posición dentro de la sociedad tras siglos de opresión
por parte del sistema patriarcal reinante hasta aq el entonces Si bien los moti os de Ichi ō para
escribir no f eron rei indicati os en s esencia sí q e m estran n incipiente cambio en la mentali-
dad de la mujer sobre su situación y un cese del conformismo con el status quo. Debido a las duras
circunstancias de su vida, la autora se vió obligada a afrontar la posición de matriarca de la familia
Hig chi en n conte to en el q e a pesar de los cambios el papel de la m jer seg ía relegado a las
labores reprod cti as de c idado del hogar En s s historias Ichi ō e presó las dific ltades q e
ella y todas sus contemporáneas debían afrontar para salir adelante sin la ayuda de los hombres, y
para hacerse ver en un mundo eminentemente patriarcal. Así, las “heroínas” de las historias aquí
presentadas a pesar de no poder imponer n cambio en s sit ación sí comien an a reflejar el
descontento generali ado entre la población femenina por primera e empie an a c estionar
el sistema patriarcal q e dominaba s s idas desafiando la opresión imp esta sobre ellas tanto a
ni el físico como intelect al Esta tarea de liberación ería poco desp és de la m erte de Ichi ō s s
frutos con el desarrollo de los movimientos feministas como el Sekirankai 赤瀾会 o publicaciones
como Seitō 青鞜, que abogaban por un mayor reconocimiento de la posición femenina dentro de
la jerarquía nipona.

En la realidad de n m ndo encaminado a la moderni ación donde el fin j stificaba los medios la
ambición por alcanzar el desarrollo más avanzado traicionaba la tradición, la población se vio arras-
trada por la corriente de los cambios constantes la inestabilidad el desencanto En este conte to
en palabras de Danl Ichi ō destiló de s s locali aciones algo q e era ni ersal q e capt raba la
esencia de na generación en el mismo momento de s apesad mbrado desengaño la cad cidad
de la amistad, el abuso de la mujer, el profundo desequilibrio entre el individuo y la sociedad, la
poesía y la melancolía de la memoria, el camino no tomado”116.

Dado q e parte del é ito asociado a la obra de esta a tora se debió a la omisión o más bien a la
desatención de s se o s s escritos f eron alabados en s momento por la e q isite de s lirismo
la prof ndidad de s estilo Por este moti o en el presente análisis se ha tratado de re isar las
historias con el objeti o de recordar q e más allá del refinamiento la distinción de s s escritos en
sus protagonistas también se pueden encontrar ingeniosos retratos de mujeres en diversas situa-
ciones dentro de los q e se p ede disipar la refle ión de esta escritora sobre las circ nstancias de
s género en este tiempo de inminente cambio

Op cit Danl p

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