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Átomo

En química y física, átomo (del latín atomum, y éste del griego ἄτομον, sin partes;
también, se deriva de "a" no, y "tomo" divisible; no divisible)[1] es la unidad más
pequeña de un elemento químico que mantiene su identidad o sus propiedades, y que no
es posible dividir mediante procesos químicos.

Su denso núcleo representan el 99.9% de la masa del átomo, y está compuesto de


bariones llamados protones y neutrones, rodeados por una nube de electrones, que -en
un átomo neutral- igualan el número de protones.

Los átomos con un número diferente de protones que de electrones adquieren una carga
eléctrica (al tener más carga neta de electrones o de protones), y por tanto, se clasifican
como iones.

El concepto de átomo como bloque básico e indivisible que compone la materia del
universo fue postulado por la escuela atomista en la Antigua Grecia. Sin embargo, su
existencia no quedó demostrada hasta el siglo XIX. Con el desarrollo de la física
nuclear en el siglo XX se comprobó que el átomo puede subdividirse en partículas más
pequeñas.[2] [3

Molécula

En química, se llama moléculas a las partículas neutras formadas por un conjunto


estable de al menos dos átomos enlazados covalentemente. [1] [2] No es posible exagerar
la importancia del concepto de molécula para la química ordinaria, especialmente para
la química de la vida.

Casi toda la química orgánica y buena parte de la química inorgánica se ocupan de la


síntesis y reactividad de moléculas y compuestos moleculares. La química física y,
especialmente, la química cuántica también estudian, cuantitativamente, en su caso, las
propiedades y reactividad de las moléculas. La bioquímica está íntimamente relacionada
con la biología molecular, ya que ambas estudian a los seres vivos a nivel molecular. El
estudio de las interacciones específicas entre moléculas, incluyendo el reconocimiento
molecular es el campo de estudio de la química supramolecular. Estas fuerzas explican
las propiedades físicas como la solubilidad o el punto de ebullición de un compuesto
molecular.Las moléculas rara vez se encuentran sin interacción entre ellas, salvo en
gases enrarecidos. Así, pueden encontrarse en redes cristalinas, como el caso de las
moléculas de H2O en el hielo o con interacciones intensas pero que cambian
rápidamente de direccionalidad, como en el agua líquida. En orden creciente de
intensidad, las fuerzas intermoleculares más relevantes son: las fuerzas de Van der
Waals y los puentes de hidrógeno. La dinámica molecular es un método de simulación
por computadora que utiliza estas fuerzas para tratar de explicar las propiedades de las
moléculas.

TIPÓS DE MOLECULAS

Las moléculas se pueden clasificar en

• Moléculas discretas, constituídas por un número bien definido de átomos, sean


estos del mismo elemento (moléculas homonucleares, como el dinitrógeno o el
fullereno) o de elementos distintos (moléculas heteronucleares, como el agua).

Macromoléculas o polímeros, constituídas por la repetición de una unidad


comparativamente simple -o un conjunto limitado de dichas unidades- y que alcanzan
pesos moleculares relativamente altos.

MATERIALES AISLANTES

Un aislamiento adecuado no solo garantiza una mejor calidad de vida para los ocupantes
de la vivienda, sino que reducirá notablemente el consumo energético. La calidad de
este aislamiento dependerá en gran medida del material elegido para ello.

-Lanas minerales: Las lanas minerales usadas en aislamientos pueden ser tanto lanas de
vidrio, como lanas de roca (por ejemplo roca volcánica) siendo simultáneamente un
buen aislante acústico y térmico. Su presentación es de lo más variada: en paneles, en
rollos, a granel, en colchones, incluso cosidas a otros productos y electrodomésticos. Se
trata de un material muy flexible que le permite adaptarse a cualquier recoveco
pudiendo recubrir la vivienda en su totalidad: suelos, paredes, y techos. Este tipo de
lanas son ignífugas, pero no toleran demasiado bien la humedad por lo que deben ser
protegidas.

-Fibra de vidrio: Un buen aislante térmico obtenido tras hacer pasar vidrio fundido a
través de una fina rejilla hasta formar fibras.

-Plásticos alveolares: Algunos ejemplos son el poliestireno expandido (PSE), la espuma


de poliuretano, o el poliestireno extrusionado (Porexpan). Por su flexibilidad y facilidad
de colocación suele preferirse el poliestireno expandido. Se trata de un material muy
utilizado en el envasado, con notables cualidades higiénicas pues en él no proliferan los
microorganismos. El pequeño inconveniente de estos materiales es que no ofrecen el
mismo nivel de aislamiento térmico o acústico de forma simultánea. Se deberá escoger
el tipo, acústico o térmico, según nuestras necesidades.

-Aislantes ecológicos: En los últimos se está extendiendo el uso de aislantes basados en


productos naturales como por ejemplo el lino o el cáñamo. La agramiza, obtenida a
partir del cáñamo, es un buen ejemplo. Ofrece aislamiento tanto acústico como térmico,
siendo resistente al fuego y a la humedad. Tampoco se pudre ni resulta comestible por
potenciales roedores. Este tipo de aislante se presenta en forma de rollos o paneles de
cierta rigidez.

-Hormigón celular: Este tipo de hormigón formado básicamente por cemento, cal, y
arena de sílice, resulta poroso y de relativo poco peso. Presenta propiedades aislantes
tanto acústicas como térmicas, y por supuesto ignífugo.

MATERIALES CONDUCTORES

Un material es conductor cuando puede desempeñar esa función en un circuito,


independiente del valor de su conductividad.

Los conductores en general pueden clasificarse en: metálicos, electrolíticos y gaseosos.

En los conductores metálicos la conducción es electrónica, es decir, los portadores de


cargas son electrones libres. Pertenecen a este grupo los metales y aleaciones. Se suele
hablar en estos casos de conducción metálica.

En los conductores electrolíticos la conducción es iónica; pertenecen a este grupo los


llamados electrolitos, es decir, los ácidos (bases o sales, disueltos o fundidos). Las
moléculas de estas sustancias, cuando se disuelven o funden, de disocian total o
parcialmente formando iones positivos o negativos, y estos iones son portadores de
cargas. En estos casos, el paso de la corriente eléctrica corresponde a un desplazamiento
de material, y viene acompañada de una reacción química.

En los conductores metálicos la electricidad circula a través de la materia, mientras


que en los conductores electrolitos circula con la materia.

Los gases pertenecen a un tercer grupo de conductores, los conductores gaseosos; en


estado normal, los gases no son conductores, pero pueden convertirse relativamente en
buenos conductores cuando están ionizados. Normalmente no se utilizan los gases para
conducir corriente, salvo en casos muy especiales. La conducción a través de los gases
no cumple con la Ley de Ohm.

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