Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
integral
Agradecimientos.
Veamos.
Primera Parte:
El Rol del Juez en el Tribunal de Tratamiento de Drogas
La visión tradicional del rol del juez está dada por esa descripción
de la función judicial que hacen los textos normativos. Pero se requiere
una nueva visión del rol del Juez en la sociedad actual y
complementaria de la anterior, esto es una mirada integral y moderna.
La dinámica social de estos días supone la existencia de un
concepto de la función judicial amplio y comprensivo de lo que se ha
llamado “tutela judicial efectiva”. Debe ser aquella en que la
administración de justicia se ejercite de manera eficiente (con uso
adecuado de los recursos disponibles), sea eficaz (cumpla su objetivo
de brindar un amparo judicial real, oportuno y que genere la paz social);
pero también que sea transparente (visible), íntegra (no corrupta) y
validada (esto es que la cuenta de su gestión pueda ser evaluada y
aprobada por la comunidad)1.
Este nuevo concepto del rol del juez, supone también un cambio
en la definición de quién es usuario del sistema de justicia, que
comprende no sólo a aquellos usuarios directos que concurren ante
un juez y demandan la satisfacción o no de una pretensión jurídica
(demandante y demandado, ministerio público, víctima, querellante,
imputado) y recibirán el servicio de administración de justicia, sino
también los usuarios o destinatarios indirectos.
En primer lugar, aparecen como usuarios indirectos, los que
sin llevar adelante una pretensión son partícipes del proceso y
coadyuvan o colaboran en una determinada gestión: los abogados, los
peritos, los testigos, los organismos que intervienen en el juicio, como el
Servicio Nacional de Menores, la policía, etc.
En segundo lugar, de forma más indirecta, serán usuarios del
Poder Judicial quienes, sin ser parte del juicio ni intervenir en él, se
benefician de la información producida por el sector justicia, por ejemplo
empresas que tengan intención de invertir en determinado rubro,
1
Este fue el enfoque que se dio a la “función judicial” en el trabajo o “Plan de Acción”
que el Poder Judicial chileno presentó en el Seminario Internacional organizado por el
Banco Interamericano de Desarrollo sobre Transparencia, Integridad y Rendición de
Cuentas de los Poderes Judiciales, realizado en Brasilia en el mes de agosto de 2010.
organismos del Estado, Centros de Estudios, Universidades, grupos de
opinión, etc., y en general para quienes resulte actualmente relevante el
quehacer judicial.
En tercer lugar, también debe considerarse como usuarios
indirectos del Poder Judicial, a quienes no se encuentran actualmente
litigando o intervienen ante tribunales, ni tampoco tienen un interés
actual y concreto en la información producida, pero que como
ciudadanos del Estado tienen derecho a recibir y acceder a los
antecedentes que la actividad de los tribunales genera, tanto en el plano
jurisdiccional como administrativo, sin más restricciones que aquellas
establecidas en la ley, para así poder conocer y evaluar de manera
informada cómo actúan los tribunales: La prensa, las juntas de vecinos,
los estudiantes, la sociedad toda.
Este enfoque omnicomprensivo, naturalmente surge de lo que
prescribe el primer artículo de nuestra Carta Política, en el sentido de
que Estado y sus órganos “están al servicio de la persona humana, con
la finalidad de promover el bien común” y que se ha denominado
principio de servicialidad de los órganos estatales2.
A nadie escapa que el Rol del Juez en los TTD excede con mucho la
función básica de administrar justicia, en su concepción tradicional.
En esta clase de Tribunales o Programa los jueces no sólo deben
conocer, resolver, y ejecutar lo juzgado en el marco de los mecanismos
procesales penales contenidos en la ley: En la Justicia Penal Adulta, a
través del mecanismo de suspensión condicional del procedimiento. O la
Justicia Penal Adolescente, también en la suspensión condicional del
procedimiento, o en la aplicación de sanciones con programas de
reinserción social, y su seguimiento, evaluación, revocación, remisión o
sustitución. O la Justicia de Familia, con las medidas de protección por
vulneración de derechos, para los menores infractores de ley y
consumidores de drogas. Sino que se pide a los magistrados hacer
realidad algo que va más allá de su misión central: esto es concretar la
llamada “Justicia Terapeútica o Restaurativa”.
El rol del juez es aquí más intenso. Es quién decreta el
sometimiento al programa, establece las condiciones, su duración y
vigila su cumplimiento. Impone o modifica las condiciones de ejecución
en función del comportamiento y los resultados obtenidos por el
participante en el proceso de rehabilitación. Interviene en el curso de los
objetivos terapéuticos que posibiliten la posterior reinserción
sociolaboral del participante. En suma, acompaña y orienta al
“imputado”, una de las partes del eventual proceso penal, para que
obtenga un cumplido egreso del programa de rehabilitación.
Según el Convenio Marco “Protocolo de Colaboración entre
el Poder Judicial, Ministerio del Interior, Ministerio de Justicia,
Ministerio Público, Defensoría Penal Pública, Fundación Paz
Ciudadana y Conace”, adscrito al Programa Piloto “Tribunales de
Tratamiento de Drogas para Infractores bajo supervisión
judicial”, y que se celebró en diciembre de 2007, los TTD
requieren una “intensa supervisión judicial a través de audiencias
periódicas, equipo estable y altamente coordinado, liderazgo asertivo
por parte del juez, reuniones de coordinación entre el equipo jurídico
2
Puede consultarse el trabajo “El principio de servicialidad del Estado” del profesor de
la Universidad Pedro de Valdivia, Facultad de Derecho, sede Apoquindo, Santiago,
Cristián Davis.
y socio sanitario, esquema de incentivos para fomentar la adherencia
del participante y estrategias comunicacionales de audiencias”.
3
Se analizó en conjunto por el Ministerio Público y la Defensoría el listado y contenido
de las preguntas que podía realizar al imputado la dupla psicosocial en la zona de
seguridad y tránsito, previo a comparecer ante el Juez en el control de su detención.
Zona en que el imputado está amparado por su derecho a guardar silencio y en que,
para los efectos del Programa, el Defensor y la dupla debían explicar al imputado los
alcances de sus respuestas.
Sería conveniente entonces dar consistencia normativa al TTD y,
herramientas procesales eficientes, recursos humanos y tecnológicos
(de presupuesto) al Poder Judicial, y también a las instituciones
intervinientes en este proceso de justicia terapéutica; para consolidar su
existencia y propiciar un constante desarrollo y avance que logre
producir aquel fenómeno que observamos en otras latitudes, como en
USA que en el año 2008 ya tenía 1.800 TTD. En Chile, son actualmente
un número inferior a dos decenas.
Ha de consignarse que en Estados Unidos se oficializa la
intervención del juez a través de un Programa de Justicia Criminal con
“Tribunales orientados a la solución de conflictos” (Problem
Solving Court), cuya misión es contribuir a la solución del conflicto
subyacente al delito y restaurar el bienestar de la comunidad. Se
potencian las salidas alternativas para resocializar y disminuir la
reincidencia. Estos tribunales nacen en el país del norte por la baja
adherencia en el cumplimiento de las medidas alternativas en
sancionados y condenados y las dificultades del monitoreo de las
mismas, junto al aumento de la población carcelaria y hacinamiento,
además de las altas tasas de reincidencia, victimización y denuncias.
Descongestionar, entonces, el sistema.
También puede utilizarse el mecanismo procesal del
“Probation”, una herramienta amplia y dúctil que permite no sólo el
trabajo terapéutico, sino una amplia gama de salidas alternativas a la
pena, preventivas, y correctivas.
El “probation” no tiene límites según la clase de delitos ni
gravedad de las penas que ellos llevan consigo.
Por ahora, quizás podríamos optar por fortalecer los mecanismos
existentes, en el ámbito del tratamiento del consumo problemático de
drogas y alcohol asociados a la comisión de delitos, suspensión
condicional del procedimiento, aplicación de medidas de seguridad, o
sanciones con programas de reinserción social para adolescentes; pero
concebidos y regulados específicamente en esta dirección, dotando al
juez de facultades legales apropiadas, y permitiendo que el Poder
judicial opere un sistema de seguimiento en el tratamiento realmente
efectivo. Lo ideal, no obstante, es posibilitar también la presencia de un
mecanismo tan amplio como para utilizar la intervención terapéutica en
aquellos casos no cubiertos por los métodos anteriores.
Segunda Parte:
Ámbito normativo funcional y orgánico de los Tribunales de
Tratamiento de Drogas
Tercera Parte:
Enfoque prospectivo para un diseño metodológico del
sistema
4
Tanto del desempeño de las Salas Especializadas en materia de Ley de
Responsabilidad Penal Adolescente, como de menores Infractores de Ley, que
funcionaron en los Juzgados de Garantía y de Familia de San Bernardo y Puente Alto, se
efectuó un Informe en febrero de 2009 por el autor de este trabajo que incluyó lo
realizado hasta diciembre de 2008.
5
Se integró por un Ministro de Corte, Jueces, Fiscales, Defensores, Administradores de
Tribunales, abogados de Sename, funcionarios de la Unidad de Informática de la
Corporación Administrativa del Poder Judicial.
es posible entregar las siguientes observaciones que aparecen como un
problema declarado por los actores6:
• La ausencia de cruces de información confiable entre los sistemas
informáticos
de los Juzgados de Garantía y Familia.
• La necesidad de determinar claramente el porcentaje de niños
infractores de
ley que posteriormente ingresan al sistema penal adolescente, una vez
cumplida la edad mínima para ser responsables penalmente.
• La necesidad de detectar las falencias de las medidas aplicadas
por la
judicatura de la Familia o de Garantía.
• Adicionalmente, se hace evidente de parte de los convocados a la
mesa de
coordinación que existe un problema de poca efectividad y precariedad
de la oferta programática de centros e instituciones para atender a niños
infractores de ley penal en los Juzgados de Familia, a diferencia de lo
que ocurre en materia de imputados adolescentes sujetos a la LRPA.
Asimismo, los Jueces de Familia de San Bernardo y Puente Alto
asignados al conocimiento especializado en materias relativas a
menores infracción de ley, han constatado y hecho presente la nula
efectividad del procedimiento contravencional contenido en la Ley
19.968, artículos 102 letra A y siguientes. El marco sancionatorio
previsto en el artículo 102 letra J es muy limitado y restrictivo, sin que
contemple ni sea posible aplicar medidas tendientes a rehabilitar en el
consumo problemático de drogas o alcohol. Se hace urgente una
modificación legal que permita soluciones en esa dirección.
La alternativa actual que da el sistema consiste en reingresar a
los infractores como menores vulnerados en sus derechos, lo que
permite por “vía de la protección” contar con una oferta programática
más amplia que incluye programas de rehabilitación por consumo de
drogas. No obstante, esta opción contribuye a crear una cifra negra en
8
Cada institución lleva su propia información y base de datos, bajo sistemas operativos
diferentes. Ello ocurre con el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Defensoría Penal,
Sename y Conace, entre otros.