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Las 7 Trompeta:

El problema fundamental que los intérpretes futuristas tienen con el libro de Apocalipsis es su hipótesis de que Juan
describe los eventos del tiempo del fin con una exactitud fotográfica y con absoluta literalidad. Sin embargo, el
Apocalipsis describe lo que Dios “ha comunicado” por medio de un ángel a Juan (Apoc. 1:1). Por lo tanto, tomar con
literalidad absoluta las imágenes que Juan presenta de los eventos futuros es un malentendido básico del Apocalipsis
que conduce a un cuadro especulativo del tiempo del fin.[1]
La Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene el método de interpretación historicista. Es gracias a Dios que ese método
llevó a entender las profecías como probablemente otros no lo hacen. No obstante, interpretar las 7 trompetas en el
futuro es simplemente estar tomando los principios futuristas en cuanto a método.
El método futurista de interpretación en profecías, salió de las canteras jesuitas en su intento de confundir a la gente
que interpretaba a la bestia como la roma papal, o a Babilonia como la Iglesia Católica Apostólica Romana.
La historia de la iglesia nos ha demostrado que el método historicista es el adecuado para interpretar las profecías
bíblicas.
En conclusión, con el método de interpretación futurista estaremos cayendo en el juego del enemigo.

La clave para entender las profecías del Apocalipsis


Sin duda alguna, la investidura del Espíritu Santo o dirección divina al acercarse a las Sagradas Escrituras constituyen el
mejor método de interpretación bíblica. No obstante, entender ante todo que Juan fue inspirado por Dios es entender
que Dios inspiró la mente de Juan, no las manos. Dicho de otro modo, Juan fue inspirado de manera plena, pero no dejó
de tener su estilo literario.
De manera que cuando Juan escribe el Apocalipsis tiene un estilo literario marcado de promesa y cumplimiento, o como
diría Hans LaRondelle “anticipación y ampliación”. Este detalle se observa repetidas veces en el desarrollo del
Apocalipsis. Por ejemplo, las promesas de Cristo a los vencedores en los capítulos 2 y 3 vuelven como habiendo sido
cumplidos en los capítulos 21 y 22. El anuncio de la caída de Babilonia en el capítulo 14 se explica más tarde en los
capítulos 16 al 19.

Otro aspecto básico en apocalíptica es entender que Juan utiliza la serie de “7” en el contexto del fin del tiempo como
ciclos paralelos que se complementan entre sí y que cada vez más se centran sobre los eventos finales (sellos, trompetas
y plagas). En otras palabras, cada una de las series de siete (sellos, trompetas y plagas) un ciclo coherente uno sobre
otro. Juntas expresan de una manera más adecuada la complejidad de la era de la iglesia que cualquiera de esos ciclos
por sí solo. Aunque la razón por la cual se presentan separadas es porque cada una de las series tienen su énfasis
marcados sobre la apostasía, el juicio y la liberación.

¿Y las 7 trompetas?
Entonces, cuando hablamos de las trompetas del Apocalipsis, debemos entender que las trompetas responden a
los sellos como la venganza responde a la opresión.[2] Entender este detalle literario de Juan es básico al interpretar las
profecías apocalípticas. Como en el Antiguo Testamento, cuando el pueblo de Israel clamaba misericordia y liberación de
la opresión Egipcia y Dios castigó a Egipto con plagas, así también las siete trompetas son castigos de Dios en respuesta
al clamor de los santos en los sellos apocalípticos. Pero son con las 7 últimas plagas que Dios ejecuta juicio definitivo
contra la opresora del pueblo de Dios en el tiempo del fin.

LAS SIETE TROMPETAS DEL APOCALIPSIS

Las trompetas
De plano, no son trompetas sino cuernos, shofars. Sin embargo se traduce generalmente en la Biblia como “trompeta”
por lo que insinúa, es a decir a lo que simbolizaba en el contexto de los antiguos. En la antigüedad se soplaban cuernos
de carnero en ocasiones solemnes, como la guerra y el juicio.
Las veces en que el pueblo de Dios utilizó cuernos en el contexto de juicio fue en la conquista de Jericó (Jos. 6:4, 6, 8, 13)
para anunciar victoria, y en la fiesta de las expiaciones (Lev. 25:9) para proclamar el Día del Señor.

Las trompetas y las oraciones de Apocalipsis 8 deben entenderse en el contexto de las fiestas de las “trompetas” (es
decir, de los shofars). Esta fiesta se ubica después del Pentecostés y se celebra el primer día del séptimo mes (Tishri:
septiembre -octubre) del calendario hebreo (Lev. 23: 23-25). Es el año judío (RoshHashaná).[3]
En el contexto del Apocalipsis, la alusión a las trompetas amplía la visión profética con la nota de esperanza, juicio y
llamado al arrepentimiento. En definitiva, las trompetas y oraciones representan claramente el juicio venidero, pero
también nos asegura la respuesta de Dios. Es un llamado al arrepentimiento, una súplica para volverse a Dios.

Paralelismo de los 7 sellos con la serie de las 7 trompetas


El paralelismo entre ambas series de siete es bien marcado. El primer y el séptimo sellos, que enmarcan este periodo, no
tienen conexión con la opresión. Durante el primer sello, la iglesia todavía es fiel a sus comienzos y se deja guiar por
Jesús el Mesías. El último sello marca el fin de la historia humana y anuncia el descenso de Dios. Las trompetas hacen
eco del periodo histórico entre el segundo y sexto sellos, esto según Jacques B. Doukham:

Sello Visión Trompeta Visión

Apoc. 6-8:1 Apoc. 8:6-11:18

1er Sello Caballo Blanco -

2do Sello Caballo bermejo, 1er y 2da Trompeta

insinúa sangre por el color “Fuego” y “sangre”

3er Sello Caballo negro, 3ra Trompeta Escasez de agua

Escasez de grano 4ta Trompeta Oscuridad

4to Sello Muerte 5ta Trompeta Destructor

“Hades”, “Muerte” “Abadón”, “Apolión”

5to Sello Voces en al altar 6ta Trompeta Voz en el altar

Número incompleto de los Número incompleto de los


salvados asesinados

Será terminado después Será terminado después

6to Sello “El…día de…ira ha llegado” 7ma Trompeta “Tu ira ha venido”

7mo Sello Silencio en el cielo - -


Además, al igual que los sellos, las trompetas siguen una progresión cronológica caracterizada por lo siguiente: (1)
transiciones que apuntan hacia la finalización de los eventos del siguiente (Apoc. 8:13: 9:12); (2) el paralelo estructural
entre los dos ciclos: al igual que los sellos, las trompetas se subdividen en un grupo de cuatro visiones y otro de tres
visiones; y (3) la nota final de la última trompeta, que anuncia la venida del Reino de Dios. Estas consideraciones
literarias nos dan razones para entender que los eventos de las trompetas corresponden con los eventos de los sellos.

Ubicación en el tiempo
Uno de los problemas más graves es situar, como ya se mencionó, esta serie de 7 en el futuro. Algunos aseveran que
debe ser situado después de 1844 y que la serie de las 7 trompetas debe durar tres años y medio. Por ello es necesario
ubicarnos desde el principio en la línea de tiempo, tomando por supuesto como base la Biblia, la Palabra de Dios.
La visión de Juan incluye tanto el tiempo de gracia como la ira de Dios.

1. La serie de las 7 trompetas no anuncia meramente la ira final de Dios (ésta llega con solo bajo la séptima trompeta),
sino también la secuencia de juicios restringidos, los que “solo” dañarán un tercio de la tierra (11 veces en Apoc. 8 y
9).
2. Estos juicios parciales de las 6 primeras trompetas son juicios de amonestación preliminares. Amonestan al mundo
en cuanto a las plagas postreras que vendrán y la ira de Dios sin mezcla de misericordia a la conclusión del Día de la
Expiación, cuando nadie puede entrar en el templo del cielo (Apoc. 15:1,5-8).
3. Las primeras 6 trompetas aún salen del altar de oro del incienso que están delante de Dios (Apoc. 9:13). Esto
sugiere que el tiempo de gracia aún no ha terminado durante esas 6 trompetas. El acto simbólico de arrojar fuego
del altar sobre la tierra indica la iniciación de los juicios de Dios en respuesta a las oraciones de súplica de los santos.
4. Finalmente, la secuencia de las 6 trompetas (caps. 8 y 9) que culminan en la séptima trompeta o las siete postreras
plagas (caps. 15 y 16), enseñan que los actos simbólicos del ángel delante del altar tendrán un doble cumplimiento:

 Calamidades de extensión limitada durante la era de las iglesias.


 Las últimas plagas, sin misericordia, sobre los enemigos universales de Cristo y su pueblo.
En todo lo visto, se puede concluir que las 7 trompetas tienen un paralelo cronológico con los 7 sellos pero no en su
totalidad. Las 6 primeras trompetas se dan durante el tiempo de gracia, pero la séptima trompeta está unida a la
terminación de la obra del evangelio, la dispensación evangélica, es decir que en la séptima trompeta ya no hay tiempo
de gracia. Esto partiendo de que las siete últimas plagas son parte de la 7ma trompeta.

¿Y las 7 últimas plagas?


En definitiva, 7 las plagas son parte de la última trompeta. El juicio definitivo de Dios se da específicamente con la 7ma
trompeta, con las 7 últimas plagas que son para castigar a los infieles y proteger a los fieles de Dios.

A manera de resumen

1. Una interpretación adventista debe ser historicista y no preterista ni futurista.


2. Las trompetas tienen un paralelismo marcado con la serie de siete sellos
3. Las trompetas hacen eco, o son en respuesta a los sellos
4. Las trompetas son semejantes a las plagas de Egipto, como preliminares para la liberación de Israel.
5. Las seis primeras trompetas se dan cuando aún hay tiempo de gracia, pero la séptima ya no.
6. La séptima trompeta es el juicio definitivo de Dios, a decir con las 7 plagas.
7. Las plagas son parte de las 7 trompetas.
8. Las trompetas sugieren la ruina gradual de la obra de la creación. El juicio de cada trompeta se refiere a un rasgo
que corresponde con un día de la semana de la creación: (1) la tierra; (2) el mar; (3) los ríos y las fuentes de las
aguas; (4) el sol, la luna y las estrellas; (5) las langostas (6) el hombre; (7) el reino. Sin embargo, Dios no destruye lo
que ha creado más bien debe entenderse como una descalificación de los actuales habitantes del mundo.

Claramente se nota que Juan no espera que apliquemos como literal esta descripción de langostas y caballos que
atormentan. Desea que comprendamos que Dios usa incluso los poderes del mal y de Satanás como sus instrumentos de
juicio para exponer el mal oculto de sus adversarios.
[1] Hans LaRondelle, Las profecías del fin (Buenos Aires: ACES, 2000), 167.
[2] Jacques B. Doukham, Secretos del Apocalipsis (Buenos Aires: ACES, 2008), 85.

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