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LA CASTIDAD

Para el grupo de “Virginidad al Matrimonio”

✓ Intentaremos ir de lo general a lo particular, y de lo teórico a lo espiritual.


✓ Tomamos como supuesto una sana antropología, es decir, tener una imagen correcta de lo qué es el hombre, y
no alguna desfiguración que corra según la moda de la época.
✓ Buscaremos definir las cosas más importantes. Esto ayuda mucho, no podemos hablar de lo que no conocemos,
y un modo de saber si tengo un conocimiento mínimo sobre algo, es ver si lo puedo definir.
✓ Otra cuestión pedagógica –si nos da el tiempo– será el hablar de las cosas por su opuesto, esto también nos
ayuda mucho para reflexionar.

LO GENERAL
¿DÓNDE UBICAMOS A LA CASTIDAD?

El CATECISMO la ubica en la tercera parte, que se llama “la vida en Cristo”, en la sección que trata sobre los 10
mandamientos, particularmente en donde trata aquello de «amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 26, 39); y
más específicamente al explicar el 6to mandamiento:
– «No cometerás adulterio» (Ex 20, 14; Dt 5, 17).
– «Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola,
ya cometió adulterio con ella en su corazón» (Mt 5, 27-28).

¿Ven? Hablar de castidad para un católico incluye el estar en Cristo, en amarme a mí y amar a los demás. Por eso
–ya les doy una de las conclusiones–, el modo maduro de amar incluye la castidad; o dicho de otro modo, no
podemos tener una verdadera madurez psicológica y espiritual si vivimos la castidad. Hemos sido hechos para la
castidad.
Por eso, todo ser humano está llamado, tiene una vocación, a la castidad; y cuánto más un cristiano. Esto no es
invento mío, lo enseña nuestra fe: “Cristo es el modelo de la castidad. Todo bautizado es llamado a llevar una vida
casta, cada uno según su estado de vida”1.
Bueno, pero estamos ubicando a la castidad. “La castidad es una virtud moral. Es también un don de Dios, una
gracia, un fruto del trabajo espiritual (Cf. Ga 5, 22). El Espíritu Santo concede, al que ha sido regenerado por el
agua del bautismo, imitar la pureza de Cristo (Cf. 1 Jn 3, 3)”2. Entonces, es una virtud, un don divino, un fruto de
esfuerzo espiritual, que Dios da especialmente al bautizado.

Centrémonos en esto de que ES VIRTUD.


Enseña también el Catecismo, que es una virtud que “forma parte de la virtud cardinal de la templanza”3.
Veamos esto más en detalle.

La TEMPLANZA

- La palabra templanza, tomada en sentido general4, significa “moderación”5; es decir, tener cierto equilibrio en
los actos, ser medidos al obrar. O sea, que cuando vayamos a hacer algo, la razón sea la que domine por sobre
todo.
- Pero, en sentido estricto, es una virtud que ordena los placeres sensibles, según lo dicta la razón iluminada por
la fe.

Acá tenemos un dato importante, el tema de los placeres sensibles. La templanza, regula los placeres, pero muy
especialmente los que provienen del tacto y del gusto.
¿Pero por qué estos 2 por sobre los de los otros 3 sentidos? Principalmente por un motivo, estos dos son los que
mejor nos arrastran cuando no los controlamos, es decir, son los que pueden producir la máxima delectación (o
placer). Y ¿por qué? Porque son los necesarios para conservar la especie.
¿Y cuáles son estos placeres que pueden desordenar? Bueno, el que se refiere al tacto, la lujuria; y al gusto, la gula.

1
Catecismo de la Iglesia Católica (de ahora en adelante CEC) 2394.
2
CEC 2345.
3
CEC 2341.
4
Cf. SANTO TOMÁS DE AQUINO, Suma de Teología (en adelante Th.) II-II 141, 2.
5
Etimológicamente significa moderación, proviene de TEMPERANTIA (lat.) y sofrosine (gr.), y se refiere a cierto equilibrio y
medida en los actos humanos.

1
Ahora bien, la templanza es la virtud, la moderación misma. Les dije, que ayuda mucho para entender, ver los
contrarios de las cosas. La templanza tiene 2 vicios opuestos, dos extremos, uno por exceso y otro por defecto.

• Por exceso, la intemperancia6. Que es desbordarse al usar de los placeres sensibles, de modo que ya no los
controlamos, ellos nos dominan. Es un exceso por la falta fortaleza que nos rebaja al nivel de los animales,
porque nos ofusca la inteligencia, no dejándonos pensar bien, como los animales, que no razonan y se dejan
llevar por los instintos. A este vicio ayuda mucho los inventos de la curiosidad y la mentalidad que sólo
existimos para satisfacer nuestras necesidades. Una cita de la Biblia para ilustrar:
- «Hijo, en tu vida prueba tu alma, ve lo que es malo para ella y no se lo des. Pues no a todos les conviene
todo, y no a todo el mundo le gusta lo mismo. No seas insaciable de todo placer, y no te abalances sobre la
comida, porque en el exceso de alimento hay enfermedad, y la intemperancia acaba en cólicos. Por
intemperancia han muerto muchos, pero el que se vigila prolongará su vida» (Eclo XXXII 27-31).

• Por defecto, insensibilidad7. Que es rechazar los placeres sensibles cuando no hay que hacerlo; es decir,
cuando nuestra razón nos dice que es lícito disfrutarlos.
- Sólo puede renunciarse a estos placeres lícitamente por un fin honesto (salud, deporte) o por un motivo más
alto (penitencia, virginidad, contemplación), ya que esos placeres no son valores absolutos.
- De suyo es pecado venial, y puede ser mortal si se omite algo a lo que se está obligado en gravedad (débito
conyugal o la comida para vivir).
- Es el vicio propio del falso puritanismo y de sistemas dualistas que rechazan el deleite como algo malo (ej.:
maniqueos).

Ahora, simplemente nombremos al pasar, los 2 ingredientes que no pueden faltar para que haya templanza.
1) La vergüenza8, que es una reacción que nos da miedo a ser deshonrados por un acto torpe. Es decir, un temor
que puede educarse, el intentar hacer algo que sea contrario a la pureza del cuerpo y del alma (ya sea por deseo,
palabra u obra).
- Si bien esta vergüenza se manifiesta en el cuerpo, por ejemplo, con el rubor o un temblor, sin embargo, no es
un simple reflejo, puede ser educada.
- Esta sana vergüenza es patrimonio de los jóvenes medianamente buenos, pues no la tienen los muy malos y
viciosos (que son desvergonzados).

2) La honestidad9, que es el amor al decoro que viene por intentar vivir la pureza.
- Generalmente nos referimos a ella con otras palabras como decente, decoroso o recatado.
- Es una belleza espiritual en lo que se refiere moderar los placeres.
- Mirando sus opuestos, la entenderemos mejor. Se le opone por…
… defecto → deshonestidad: indecoro, grosería o vulgaridad en lo relativo al deleite.
…exceso → falso decoro: negarse a disfrutar de la belleza y bondad de los placeres honestos.

No nos detengamos aquí, mencionemos las 4 especies en que se ramifica la templanza. Como ella modera la
inclinación a los placeres del gusto y el tacto, estas 4 partes las organizamos en 2 grupos de 2.

a) Las que se refieren al gusto:

• Abstinencia10. Que es usar con moderación los alimentos según lo dicte la recta razón iluminada por la fe.
- ¿Por qué iluminada por la fe? Porque si fuera sólo por la razón, simplemente nos abstendríamos de comer
algo buscando sólo la salud del cuerpo, pero como para nosotros la salud del alma es más importante, nos
permitimos de privarnos, incluso más allá de cuestiones médicas. Por ejemplo, ayunar por motivos
espirituales.
- A ella se opone el famoso vicio de la gula11, que es el exceso en el comer y beber.

6
Cf. S. Th. II-II 142, 2.
7
Cf. S. Th. II-II 142, 1.
8
Cf. S. Th. II-II 144, 2.
9
Cf. S. Th. II-II 145.
10
Cf. S. Th. II-II 146.
11
Cf. S. Th. II-II 148.

2
• Sobriedad12. Que es usar con moderación las bebidas que son embriagantes, lo mismo, según lo dicta la recta
razón iluminada por la fe.
- En sentido amplio, a ella se oponen…
…la embriaguez (o borrachera) → exceso voluntario en la bebida embriagante, a causa del placer.
…drogadicción → uso de sustancias narcóticas o alucinógenas con el fin de procurarse el placer.

(b) Las que se refieren al tacto:

• Castidad13. Que modera el deseo sexual, según lo dicta la recta razón iluminada por la fe.
No nos detenemos aquí, porque enseguida a vamos a ver en detalle.

• Virginidad14. Que es el propósito libre de conservar perpetuamente la integridad de la carne por un motivo
sobrenatural.
Es una virtud especial más perfecta que la castidad15 y más excelente que el matrimonio. Ya que16:
- el bien divino es más perfecto que el humano;
- el bien del alma más excelente que el del cuerpo;
- es preferible la vida contemplativa a la activa.

Por lo tanto, la templanza modera la inclinación a las 2 clases de placeres: el del gusto (referente al alimento) y el
del tacto (referente a la capacidad de reproducción).

VIRTUDES DERIVADAS de la templanza que se relacionan con la castidad

Virtudes derivadas de la templanza en relación a la castidad (y sus vicios opuestos); es decir, las que
moderan…
…los placeres del tacto que tienen pasión vehemente → continencia;
…los movimientos no vehementes → modestia, pero sobre:
- la recreación: modestia corporal;
- los vestidos y adornos: modestia en el ornato.

Continencia17 → robustece la voluntad para resistir las concupiscencias desordenadas muy vehementes.

• Es virtud imperfecta porque:


- se limita a impedir el mal, sujetando a la voluntad para que no se deje arrastrar por la pasión.
- no realiza una obra positivamente buena y perfecta
• Reside en la voluntad (y no en el apetito concupiscible como la templanza)18.
• Su materia propia son las delectaciones del tacto, principalmente las relativas al apetito sexual19.

• Se le opone la incontinencia20 → debilidad ante el asalto de las pasiones que vencen al hombre.
- No es propiamente un hábito malo sino la privación de la continencia en el apetito racional
- Se da cuando la voluntad no acata el orden recto que le dicta la razón y se entrega al placer.

Los movimientos del cuerpo en las cosas serias son moderados por la modestia corporal21:
• Guarda el debido decoro en los gestos y movimientos corporales.
• Atiende a la dignidad de la persona propia y ajena, y al lugar donde se encuentran.
• Ordinariamente el exterior transparenta el interior, por lo cual ciertas cosas pueden mostrar un interior
desordenado, tales como: gestos bruscos o atrevidos, carcajadas ruidosas, miradas fijas o indiscretas, modales
excesivamente refinados y amanerados, etc.

12
Cf. S. Th. II-II 149.
13
Cf. S. Th. II-II 151.
14
Cf. S. Th. II-II 152.
15
Cf. S. Th. II-II 152, 5.
16
Cf. S. Th. II-II 152, 4.
17
Cf. S. Th., II-II, 155.
18
Cf. S. Th., II-II, 155, 3.
19
Cf. S. Th., II-II, 155, 3 et ad. 4.
20
Cf. S. Th., II-II, 156.
21
Cf. S. Th., II-II, 168, 1.

3
• Se le opone por exceso → la afectación o amaneramiento.
• Se le opone por defecto → la rusticidad y ordinariez.

LO PARTICULAR
¿QUÉ ES LA CASTIDAD?

Demos entonces una definición completa, para poder pensarla mejor:


como enseña la teología–, es una virtud que ordena la inclinación a los placeres sensibles, (especialmente del
tacto y del gusto), según lo que le dicta la razón iluminada por la fe22.

El Catecismo enseña que “tiende a impregnar de racionalidad las pasiones y los apetitos de la sensibilidad”23 ¿Por
qué insisto tanto en esto de la recta razón y de la racionalidad?
✓ Primero, porque somos seres racionales, es lo superior que hay en nosotros y los que nos distingue de los
animales.
✓ Segundo, la castidad tiene como fin inmediato el dominar racionalmente el instinto sexual.
✓ Tercero, porque en la adolescencia y juventud, por la efervescencia de las pasiones, es cuando más necesitamos
pensar, y, además, porque estamos en una sociedad adolescente, la cual constantemente nos invita a ser como
animales: “hace lo que sientas”, en vez de decirnos, “no te apures, pensá antes de actuar”. Cuando uno piensa
es mucho más difícil equivocarse.

Vamos ahora a describir sus aspectos más importantes.


• Se sirve del pudor24 como ayudante. Que es el respeto por la intimidad y dignidad de la persona en relación a
su cuerpo y sus sentimientos.
- Se ocupa de ordenar las miradas, gestos, vestimenta, palabras, besos y tocamientos.
- No sólo preserva del pecado sino que rechaza todo tipo de impurezas y exhibicionismos.
- El Catecismo, también nos enseña que “nace con el despertar de la conciencia personal. Educar en el pudor
a niños y adolescentes es despertar en ellos el respeto de la persona humana”25.

Uno de los temas que está de fondo en todo esto es el respeto por la persona, en todo su ser; y no sólo la otra
persona sino a mí mismo. Hemos de aprender a respetar y cuidar lo que nos ha sido dado: esto es el cuerpo y el
alma, el nuestro y el de los demás; incluso aunque ellos mismos no se respeten.

• Decíamos que la castidad implica el trabaja guiada por la razón, pero este ejercicio de moderarnos, debe ser
constante, es por eso que también decíamos que la castidad es una VIRTUD. En efecto, no alcanza con realizar
actos aislados, sino que debe llegar a hacerse un hábito, una manera de ser, un modo de pensar, hablar y actuar.
Sólo aquí en cuando realmente podemos decir que vivimos la castidad.
Y esto requiere de nosotros una disciplina, tenemos que alcanzarla, haciéndonos una sana violencia. De hecho,
eso significa la palabra. Etimológicamente, la palabra castidad viene de “castigo”, pero un sentido que ya ha
caído en desuso; castigar, también significa: corregir, prevenir, enseñar, advertir.
La castidad no viene sola, no nacimos con ella, tenemos que conquistarla, y esto requiere un gran autodominio.
Y esto no significa que no sea algo natural, sino reconocer el estado en que se haya nuestra naturaleza, es decir,
caída, herida, después del pecado original; lo cual hace que nos cueste ver y hacer lo bueno. Pero no es
imposible, claro. De hecho, lo propio de la virtud es que algo se me haga carne; y cuando esto es así, ya no
cuesta, sino que se me hace fácil y placentero. Y éste es el termómetro para ver si la virtud ha nacido en mí,
porque ya no hago lo propio de la castidad con dificultad y lentitud, sino con rapidez y mucho gusto. Es la
satisfacción del autodominio, que los animales y los esclavos de las pasiones no conocen.

Pero no nos adelantemos, para que la castidad llegue a ser una disposición permanente y firme del alma, hay que
dar varios pasos. Continuemos, entonces.

• Dijimos que el deseo sexual es muy intenso, y que si el hombre no lo domina se animaliza. Pero en realidad,
esto no es exactamente así. Es verdad, si nos sucede nos rebajamos, pero peor que los animales. Si los animales
se dejan llevar por el instinto, están obrando conforme a ley del instinto que está en su naturaleza, lo cual es

22
Cf.: A. ROYO MARÍN, Teología de la perfección cristiana, 559; S. Th. II-II 141; CEC 1809.
23
CEC 2341.
24
Cf. S. Th. II-II 151, 4; CEC 2521-2524.
25
CEC 2524.

4
muy bueno; pero si nosotros hacemos eso, no tendremos límite. Cuando el animal descarga su instinto sexual,
se sacia y queda satisfecho; en cambio nosotros, no quedamos saciados, porque nuestro corazón sigue vacío si
seguimos el instinto de manera desordenada. Por ejemplo, una fantasía desordenada siempre está insatisfecha,
y cada vez quiere más y algo distinto de lo anterior, y esto puede llevar la vida sexual del hombre a muchos
excesos de que no son capaces los animales.
Por eso, los hombres de todas las épocas, vieron como indispensable vivir la castidad, que asegura la armonía
entre el cuerpo y el alma.

Hay que distinguir algunos conceptos que son afines, pero que guardan diferencias específicas entre sí.

1) La castidad posee varias formas:


• Virginal (o virginidad) → abstención voluntaria y perpetua del uso sexual.
• Simple (o juvenil) → abstención del uso sexual antes del matrimonio.
• Conyugal → modera las delectaciones lícitas dentro del matrimonio según la razón y la fe.
• Vidual → abstención voluntaria del uso sexual después del matrimonio.

2) Hay movimientos interiores al hombre, que son distintos, y que el mundo de hoy confunde. Describámoslos
rápidamente:
• Impulso sexual → fuerza común a hombres y animales que nace del instinto sexual y que genera placer
- Siempre se busca a sí mismo, tiende únicamente a la propia satisfacción.
- Tanto el instinto como el placer sexual en sí mismos son buenos.
• Enamoramiento → fuerza, espiritual y sensible a la vez, que genera atracción hacia otra persona (ya sea por
sus atractivos corporales y psíquicos).
- Cuando por causa principal los atractivos físicos y sensibles constituye el amor erótico.
- Se fija en los atractivos sensibles del otro buscando gozar de ellos.
• Caridad → es el amor benevolente, que nace por estimar de mucho valor al prójimo.
- No busca nada para sí mismo, sino que tiende a entregarse todo por el otro.

Breves reflexiones sobre ALGUNAS DIMENSIONES de la castidad

Dimensión personal
Una de las máximas que el mundo nos quiere imponer, la encontramos en la frase que muchos dicen: “yo soy libre
y hago lo que quiero”. Pero esta idea contiene una burda contradicción porque, de hecho, sucede precisamente lo
contrario; cuando uno actúa bajo la presión del impulso ciego de las pasiones, no está siendo libre, no está haciendo
una elección con plena conciencia, sino que está siendo esclavo de una pasión. Esta actitud que reclama libertad y
esconde esclavitud, es un síntoma de una gran inmadurez; la castidad, en cambio, implica una madurez personal,
la supone y colabora para producirla. Es por eso que San Agustín decía que “la castidad nos recompone; nos
devuelve a la unidad que habíamos perdido dispersándonos”26.
De ahí que el modelo de persona sexualmente madura que hoy se nos quiere vender, es un estancamiento en el
comienzo de un proceso que está llamado a la exclusividad del amor. Cuando uno es niño, la sexualidad es incierta,
puede orientarse hacia él mismo, a otros niños (tal vez del mismo sexo) o a los adultos más cercanos. Después, en
el adolescente que se desarrolla sanamente, aparece una inclinación claramente heterosexual, pero todavía posee
una gran inmadurez, porque su tendencia todavía es general, posee atracción simplemente hacia las personas del
otro sexo (El mundo de hoy quiere que nos detengamos en este punto de inmadurez sexual, no importa la edad que
tengamos, y no importa si ya alcanzamos la madurez en otros aspectos de nuestra persona). En cambio, el adulto
casado, que alcanzó la madurez, centra su sexualidad en una sola persona, a quien ama; actitud que lo hace incapaz
de seguir el enamoramiento hacia otros. Incapacidad que refleja una gran madurez, porque reconoce sus límites:
nunca podré ser o hacer feliz a quien amo como esposo, si no le entrego todo mi ser; pues si lo comparto con otro,
no hay verdadera entrega, algo me estoy guardando.

Dimensión social
La verdadera virtud de la castidad se desarrolla en la amistad, es una guía segura para nuestras relaciones con todos
y para imitar a Jesús, quien se entregó totalmente a nosotros. Por eso, la castidad se expresa especialmente en la
amistad con el prójimo, se desarrolla en el trato con cualquier persona, y nos lleva a una comunión espiritual con
todos, aunque en distintos niveles.

26
SAN AGUSTÍN DE HIPONA, Confesiones 10,29; 40.

5
Así, la norma objetiva que debe seguir nuestra sexualidad en sentido amplio, también se rige por los 2 fines propios
de la facultad sexual del hombre: el social y el unitivo.
• El fin social. Mirando la necesidad de la procreación que tenemos, también descubrimos nuestra necesidad de
ayuda, acompañamiento y educación, durante toda nuestra vida. La castidad ayuda a ver a los demás como
sujetos, y no como objetos de satisfacción sexual.
• El fin unitivo. La comunión a que nos llama el acto sexual, también nos enseña que la unión es parte de la
donación propia de todos los tipos de amor. La castidad, ayuda a salir del egocentrismo y a ofrecerse sin reserva
a los demás.

También mencionemos aquí, muy brevemente, que no excluye el intentar vivir la castidad:
- Sentir atracción hacia más de una persona a la vez (Lo importante es saber evitarlas voluntariamente, y aprender
a dominar –y no ser dominado– por los sentimientos).
- Tener pensamientos contra la pureza (Los cuales hay que quitarlos de nuestra mente y no complacerse en ellos).
- Tener miedo de socializar con personas del otro sexo (Si no que hay que ser valientes y vencerlo).
- Verdaderas amistades con personas del otro sexo.

Dimensión cultural
Esa dimensión se desprende de la anterior. La castidad “implica también un esfuerzo cultural, pues «el desarrollo
de la persona humana y el crecimiento de la sociedad misma están mutuamente condicionados» (GS 25). La
castidad supone el respeto de los derechos de la persona, en particular, el de recibir una información y una
educación que respeten las dimensiones morales y espirituales de la vida humana”27.
Esta dimensión es muy importante, porque el trabajo de volver a poner a la castidad como un valor y un modelo a
vivir en la sociedad, se implanta especialmente por la cultura (a través de grupos, movimientos, asociaciones,
medios de comunicación, etc.).

Dimensión espiritual
Sólo nos detendremos en la castidad propia de quienes están de camino al matrimonio, siendo ésta la que más
interesa en este grupo. Como nos enseñan el Catecismo: Los novios están llamados a vivir la castidad en la
continencia. En esta prueba han de ver un descubrimiento del mutuo respeto, un aprendizaje de la fidelidad y de
la esperanza de recibirse el uno y el otro de Dios. Reservarán para el tiempo del matrimonio las manifestaciones
de ternura específicas del amor conyugal. Deben ayudarse mutuamente a crecer en la castidad”28.

Si caminamos por la senda de la vida de fe, alcanzar la castidad es virtud fácil, sobre todo cuando la comparamos
con otras virtudes cristianas que tiene enemigos muy poderosos y persistentes, como la soberbia, la vanidad, la
avaricia y la pereza. Si el cristiano se libera de los hábitos mundanos erotizantes, es decir, si lleva una vida que
merezca ser llamada cristiana, con oración y sacramentos, con trabajo y santo ocio, siempre le será fácil conservar
la castidad. Es por eso que los maestros espirituales enseñan que no hay nada tan poderoso y eficaz para mantener
a un joven en la templanza y la castidad como la Comunión frecuente, e incluso diaria. Por el contrario, le será
imposible si vive según el mundo y no se alimenta habitualmente de Cristo, ya que en estas condiciones cualquier
virtud es prácticamente imposible de adquirir.

Mencionemos algunos medios prácticos que ayudan para alcanzar la castidad. Obviamente no hemos de olvidarnos
que si queremos ser fieles a las promesas de tu bautismo y a nuestro posible compromiso matrimonial hemos de
trabajar duro para lograrlo.
• Hemos de conocernos a nosotros mismos lo mejor posible: cómo soy, mi historia, tendencias, hábitos,
cualidades y defectos.
• Tenemos que aceptar como nos encontramos (no como somos, porque podemos cambiar), hemos de ser
humildes y reconocer sin miedo y con la mayor objetividad posible, en qué estado me encuentro.
• Buscar siempre la superación, adquirir la ascesis necesaria: haciendo propósitos (pequeñas metas diarias y
grandes metas a largo plazo), ofreciendo penitencias cuando no los alcancé, y hacer al menos una obra de
caridad diaria (la generosidad ayuda mucho contra el egoísmo de la impureza).
• Rezar todos los días el santo rosario pidiendo la pureza.
• Busca conocer, y sobre todo alcanzar una virtud que te resulte muy atractiva.
• Procura tener un director espiritual.

27
CEC 2344.
28
CEC 2350.

6
Veamos, también, algunas actitudes prácticas que resalta la Biblia para animarnos a vivir esta hermosa virtud:
• «Por la mirada se reconoce a un hombre, y por su aspecto al prudente. La vestimenta, su manera de reír y todo
su andar revelan lo que él es» (Eclo 19 29-30).
• «La mujer no se pondrá ropa de hombre, ni el hombre un vestido de mujer: el que lo hace resulta abominable
a los ojos del Señor, tu Dios» (Dt 22, 5).
• «Que las mujeres, por su parte, se arreglen decentemente, con recato y modestia, sin usar peinados rebuscados,
ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos. Que se adornen más bien con buenas obras, como conviene a personas
que practican la piedad» (1 Tim 9-10).
• «También las mujeres respeten a su marido, para que si alguno de ellos se resiste a creer en la Palabra, sea
convencido sin palabra por la conducta de su mujer, al ver su vida casta y respetuosa. Que su elegancia no sea
el adorno exterior –consistente en peinados rebuscados, alhajas de oro y vestidos lujosos– sino la actitud interior
del corazón, el adorno incorruptible de un espíritu dulce y sereno. Esto le vale a los ojos de Dios. Así se
adornaban en otro tiempo las santas mujeres que tenían su esperanza puesta en Dios y respetaban a sus maridos,
como por ejemplo, Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ahora ustedes han llegado a ser sus
hijas, haciendo el bien y no dejándose inquietar por ninguna clase de temor. Los maridos, a su vez, comprendan
que deben compartir su vida con un ser más débil, como es la mujer: trátenla con el respeto debido a coherederas
de la gracia que da la Vida. De esa manera, nada será obstáculo para la oración» (1 Pe 3 1-7).

Como ya mencionamos a la castidad se le opone el vicio de la LUJURIA

Tengamos en cuenta que la lujuria es la satisfacción desordenada del apetito sexual29. Para no extendernos
demasiado, simplemente describiremos las notas más importantes de este vicio, y la definición de cada una de
sus especies, que son muchas.

• No alcanza “el orden y moderación que la razón exige en los actos venéreos”30; a saber:
- la subordinación del apetito sexual al espíritu y a sus fines morales;
- la apertura de la capacidad sexual al fin de la propagación de la especie humana;
- la satisfacción exclusivamente dentro del matrimonio.
• Es un desorden porque:
- aspira a una satisfacción puramente sensual del apetito sexual, y degrada a la persona;
- frustra, evita o pone en peligro la propagación del género humano;
- atenta contra el matrimonio (que es el vínculo sexual moralmente ordenado).
• Como todos sus actos son graves y no admiten parvedad de materia, pueden configurar pecado mortal (Aunque
sus actos pueden ser pecados leves por razón de las causas subjetivas del acto humano: faltad de plenitud del
conocimiento o de la voluntariedad; pues no todos estos pecados encierran una malicia extrema).
• Las razones de su malicia, pueden entenderse bajo distintos puntos de vista:
- Teológico → siempre implica el rechazo de la ley divina, profana la imagen sobrenatural de Dios y
progresivamente vuelve insensible la vida moral y religiosa.
- Moral → por la naturaleza misma del acto (es malo de por sí31).
- Antropológico → es un abuso de la vida personal, el envilecimiento del alma y una perversión en la persona,
pues lo superior es sometido a un placer inferior.
- Psicológico → si la sensualidad no es refrenada lleva a excesos cada vez más denigrantes, esclavizando el
espíritu y ofuscando el entendimiento.
- Social → pone en riesgo los cimientos de la humanidad: la propagación natural de la especie y el orden
moral del matrimonio y la familia.

• En cuanto a sus especies puede dividirse en…


…Lujuria consumada → cuando llega al orgasmo perfecto. Estos pecados pueden ser:

No contrarios a la naturaleza (actos aptos para la generación: no atentan contra el fin de la sexualidad, pero
en el uso sexual no respetan el matrimonio y la recta razón). A saber:

29
Cf. S. Th. II-II 153-154.
30
Cf. S. Th. II-II 153, 3.
31
“Según la tradición cristiana y la doctrina de la Iglesia, y como también lo reconoce la recta razón, el orden moral de la
sexualidad comporta para la vida humana valores tan elevados, que toda violación directa de este orden es objetivamente
grave”, SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Persona humana, n. 10.

7
- Fornicación → la unión sexual voluntaria entre dos personas solteras de distinto sexo (Si la unión es
permanente, se llama concubinato32.
- Rapto y estupro → El rapto consiste el llevarse a una persona con violencia con el propósito de satisfacer
el apetito sexual. Y el estupro es la violación de una persona contra su voluntad.
- Prostitución → es la utilización habitual de la propia capacidad sexual para fines lucrativos.
- Adulterio → es la unión sexual entre hombre y mujer siendo uno o ambos casados con otra persona33.
- Incesto → es la unión sexual entre consanguíneos o afines dentro de los grados en que la Iglesia prohíbe
el matrimonio34.
- Sacrilegio → es la unión sexual en la cual al menos una de las personas está ligada con voto público a la
castidad perpetua o al celibato.

Contrarios a la naturaleza (actos ineptos para la generación), llamados contra natura. A saber:

- Masturbación → es plena satisfacción sexual sin cópula carnal35.


- Onanismo → es el acto sexual entre dos personas de distinto sexo en el cual se separa la capacidad
procreativa de la unitiva (ya sea interrumpiendo el acto, usando preservativo, etc.)36.
- Homosexualidad → es la atracción y el ayuntamiento carnal entre personas del mismo sexo. Puede
responder a causas puramente morales (perversión moral) o también psicológicas37.
- Bestialismo → es la ilícita satisfacción sexual mediante el ayuntamiento con animales.

…Lujuria no consumada → cuando no se llega al orgasmo. Estos pecados pueden ser:

Internos (actos individuales internos que influyen sobre la lujuria).). Por ejemplo: pensamientos, deseos,
intenciones, etc.
Externos (actos que, sin ser venéreos, faltan al pudor e influyen sobre la lujuria). Por ejemplo: miradas, tactos,
ciertos besos, lecturas, conversaciones peligrosas, etc.

• En cuanto a las desviaciones sexuales, podemos simplificarlas en las siguientes:


- Homosexualidad → persona a la que le atraen sólo los miembros del mismo sexo.
- Bisexualidad → persona a la que le atraen miembros de su mismo sexo y del opuesto.
- Transexualismo → quien cambia su físico (con tratamiento hormonal o cirugía) porque siente que sus
genitales no están correspondidos con su “identidad de género”.
- Travestismo → quien se viste como alguien del sexo opuesto.

• En cuanto a los disturbios sexuales (muchos de los cuales pueden ser nativos o adquiridos por hábitos viciosos,
en las que el instinto sexual corre por cauces anormales), pueden clasificarse en…

…perversiones sexuales. A saber:


- Narcisismo → complacer el instinto sexual con el propio cuerpo.
- Masturbación → plena satisfacción sexual sin cópula carnal.
- Exhibicionismo → impulso a mostrarse en desnudez.
- Fetichismo → excitación con estímulos no sexuales (viendo o imaginando: vestimentas, cosas, etc.).
- Sadismo → excitación del instinto sexual con actos de crueldad activos.
- Masoquismo → excitación del instinto sexual con actos de crueldad pasivos.
- Patofilia → afición, inclinación o excitación sexual morbosa (es decir, por el sufrimiento).
- Incestuosidad → relaciones sexuales entre personas de grados consanguíneos o afines.
- Pedofilia → atracción, excitación o relación sexual con niños.
- Efebofilia → atracción, excitación o relación sexual con adolescentes.
- Gerontofilia → atracción, excitación o relación sexual con ancianos.
- Necrofilia → uniones sexuales con cadáveres humanos.

32
Cf. CEC 2390-2391; Persona humana, 7.
33
Cf. CEC 2380-2381.
34
Cf. CEC 2388.
35
Cf. Persona humana, 9.
36
Cf. Gn XXXVIII, 1-10.
37
Cf. CEC 2357-2359; Persona humana, 8; CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Carta a los obispos de la Iglesia
Católica sobre la atención pastoral a las personas homosexuales.

8
- Bestialismo → satisfacción sexual mediante el ayuntamiento con animales.
…disfunciones sexuales. Las principales producen disturbios en:
- El deseo → ausencia de deseo
→ hipererotismo (intenso deseo erótico que llega a la constante obsesión y preocupación).
- La excitación → impotencia (incapacidad de un hombre para realizar el acto sexual);
→ coitofobia (persistente, anormal y injustificado miedo al acto sexual).
- El orgasmo → frigidez (incapacidad de la mujer para experimentar placer sexual y llegar al orgasmo).

En cuanto a la responsabilidad moral, el hecho de padecer alguna disfunción sexual no significa que
necesariamente haya pecado, pues a veces responden a tendencias hereditarias o constitucionales. Sin
embargo, por lo general responden a comportamientos adquiridos por medio del vicio.

Por último, mencionemos que de la lujuria, como vicio capital, se derivan otros pecados, principalmente: ceguera
de espíritu, precipitación, la inconsideración, inconstancia, amor desordenado a uno mismo, odio a Dios, apego a
esta vida y horror a la futura38.

CONCLUSIÓN

Como conclusión, digamos con el Catecismo que “el que quiere permanecer fiel a las promesas de su Bautismo y
resistir las tentaciones debe poner los medios para ello: el conocimiento de sí, la práctica de una ascesis adaptada
a las situaciones encontradas, la obediencia a los mandamientos divinos, la práctica de las virtudes morales y la
fidelidad a la oración”39.

Además, según nuestra fe católica, la castidad no significa rechazar ni menospreciar a la sexualidad, sino que
nuestra energía espiritual aprende a defender el amor de los peligros del egoísmo y la agresividad, y logra hacer
que llegue a realizarse plenamente. Es por eso que, ser casto es lograr que toda nuestra persona –cuerpo,
inteligencia, voluntad y afectos– esté dominada por nosotros mismos.

¡Qué diferente es, entonces, el concepto real de castidad al del mundo! Ser casto es vivir el amor sin egoísmo al
modo como Dios nos ha pensado; de ahí que la vida puede presentársenos bajo dos alternativas: o controlamos
nuestras pasiones y alcanzamos la paz y felicidad, o nos dejamos dominar por ellas llegando a ser desgraciados e
infelices.

BIBLIOGRAFÍA muy escueta para empezar a leer sobre la castidad

– Una síntesis del Magisterio puede considerarse la exposición del CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA nn.
2337-2350.
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s2c2a6_sp.html#II%20La%20vocaci%C3%B3n%20a%20la%
20castidad

– Pasajes de san Pablo sobre la pureza: 1 Tes 4, 3-5; 1 Cor 6, 15-19; 1 Cor 12, 18-25.

– MIGUEL ÁNGEL FUENTES, VE, La Castidad ¿posible?, Ediciones del Verbo Encarnado, San Rafael, 2006.
https://drive.google.com/file/d/0B30z1Mi258phYjRjM2I1NzYtNTlkMi00ZTE3LTk5MzUtNzkzMTAwMzV
jNGFl/view

– JOSÉ MARÍA IRABURU, Elogio del pudor, Fundación Gratis Date, Pamplona, 2000.
(http://www.gratisdate.org/archivos/pdf/31.pdf)

38
Cf. S. Th. II-II 153, 5.
39
CEC 2340.

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