Sei sulla pagina 1di 16

a Acción Popular

La acción popular es un medio de defensa que hace posible el reclamo de la intervención de un


juez frente a la vulneración de un derecho.
La Acción Popular
Intro
¿Que es la Acción Procesal? La Acción procesal es el poder jurídico que tiene todo sujeto de
derecho, consistente en la facultad de acudir ante los órganos de jurisdicción, exponiendo sus
pretensiones y formulando la petición que afirma como correspondiente a su derecho vulnerado.
CONCEPTO DE ACCIÓN POPULAR
La acción popular es un medio de defensa que hace posible el reclamo de la intervención de un
juez frente a la vulneración de un derecho (SC 1973/2011-R de 7 de diciembre).
NATURALEZA
Tiene naturaleza tutelar y de tramitación sumarísima y extraordinaria.

FINALIDAD
Es la protección de los derechos e intereses colectivos, frente a las acciones u omisiones ilegales o
indebidas de las autoridades públicas o personas particulares, que los restringen o amenazan con
restringirlos.

¿Para qué sirve?

Para prevenir daño sobre los derechos colectivos.


Para restituir los derechos vulnerados.
Para indemnizar el agravio sobre los intereses colectivos.
Para hacer cesar la amenaza de vulneración de los derechos colectivos.
"La acción popular… tiene por objeto la protección inmediata y efectiva de los derechos e
intereses colectivos, contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de autoridades públicas o
personas particulares que los restrinjan, supriman o amenacen de restricción o
supresión"(RIVERA, “Jurisdicción Constitucional”, 3ra, Cochabamba, Kipus, 2011, p. 487).
EFECTO JURIDICO
Restituye las cosas a su estado anterior, cuando fuere posible.
LEGITIMACION
La legitimación es la facultad atribuida a una persona para reclamar alguna cosa.
¿Quién puede presentar una Acción Popular? Cualquier persona (CPE 137 II).
Este tipo de accion puede ser interpuesta por cualquier persona cuando se fundamente lesión a
derechos e intereses difusos (en estos la Titularidad pertenece no a un individuo sino que
corresponden a todos o a un grupo. Ejemplo: “El derecho a un ambiente limpio es un derecho
colectivo que tenemos todas las personas”.)

Esta legitimación amplia que se basa y justifica en la naturaleza de los derechos resguardados por
este mecanismo de defensa tal como lo comprendió la SC 1018/2011-R:

“Cuando a través de esta acción se pretenda la tutela de derechos o intereses colectivos, en mérito
a que la titularidad de los mismos corresponde a un grupo o colectividad, la acción deberá ser
presentada por cualquier persona perteneciente a dicha colectividad o, por otra a su nombre, sin
necesidad de mandato”.
ORDENAMIENTO JURIDICO
"Artículo 136 La Acción Popular procederá contra todo acto u omisión de las autoridades o de
personas individuales o colectivas que violen o amenacen con violar derechos e intereses
colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio
ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por esta Constitución.
Artículo 137 I. La Acción Popular podrá interponerse durante el tiempo que subsista la
vulneración o la amenaza a los derechos e intereses colectivos. Para interponer esta acción no
será necesario agotar la vía judicial o administrativa que pueda existir.
II. Podrá interponer esta acción cualquier persona, a título individual o en representación de una
colectividad y, con carácter obligatorio, el Ministerio Público y el Defensor del Pueblo, cuando
por el ejercicio de sus funciones tengan conocimiento de estos actos. Se aplicará el procedimiento
de la Acción de Amparo Constitucional.

"(CPE Bolivia)
ACCION POPULAR INTRODUCCION
Bajo este contexto, los derechos que se veían en mayor desamparo, indudablemente, fueron los
derechos colectivos y difusos, cuya justiciabilidad, en general, fue negada por los tribunales y
jueces de garantías
El nuevo constitucionalismo boliviano debe ser entendido como un movimiento políticojurídico que
pretende asumir como una de sus principales características que la Constitución sea una norma
jurídica directamente exigible, por tanto, justiciable conforme a lo señalado en el artículo 109,
párrafo I, de la Constitución Política del Estado (cpe), que establece: “Todos los derechos
reconocidos en la Constitución son directamente aplicables y gozan de iguales garantías para su
protección”.
La acción popular en Bolivia se introdujo en la reforma constitucional del año 2009 y si bien
cuenta con muchos aspectos coincidentes con la normativa colombiana debe destacarse sus
particularidades. El presente artículo parte del nuevo contexto normativo, la jurisprudencia
relevante comparada para desarrollar los supuestos de activación y procedencia de la acción
popular en Bolivia.
ANTECEDENTES
1. ANTECEDENTES, FUNDAMENTACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LA ACCIÓN
POPULAR EN BOLIVIA.
Ya en el derecho romano se diferenciaba entre las acciones privadas para defender los intereses
personales o los de un grupo familiar en particular, y las acciones públicas ejercitadas por los
romanos en su condición de ciudadanos previstas para la defensa de la comunidad o del interés
público1. En Bolivia los principales antecedentes de la acción popular se encuentran en:
· La figura de la denuncia penal que faculta a cualquier ciudadano a activar el aparato
investigativo y jurisdiccional ante la presunta comisión de delitos de acción pública (materia
penal), aunque otros sostienen que no puede considerarse a cabalidad un antecedente de la acción
popular pues un denunciante no tiene facultad para participar plenamente en la tramitación del
proceso penal.
· El otrora recurso de inaplicabilidad planteado ante la Corte Suprema de Justicia para protección
de la supremacía constitucional y el depuramiento del ordenamiento jurídico (materia
constitucional).
En este contexto, la acción popular puede encontrar su fundamentación jurídica en los siguientes
aspectos:
· En un Estado caracterizado como “social” (art. 1 de la CPE), la protección de las colectividades
impele a que la Constitución Política del Estado reconozca derechos colectivos (derecho
sustantivo) que para su efectividad correspondiente requieren de mecanismos adecuados a su
naturaleza jurídica (acciones y procedimientos); así por ejemplo la norma fundamental reconoce el
derecho y la protección a un medio ambiente sano como un fin y una función esencial del Estado
(art. 9-6 de la CPE), como un derecho colectivo de los pueblos indígena originario campesinos
(art. 30-II-10 de la CPE) y del resto de habitantes del país tanto individual como colectivamente
considerados (art. 33 de la CPE) e incluso como un deber fundamental de todos los bolivianos (art.
108-16 de la CPE), pero para que dicho reconocimiento no se convierta en una mera declaración
el legislador constituyente se vio obligado a establecer una acción procesal específica a las
características especiales de los derechos colectivos para su protección como es en definitiva la
acción popular.
· Por otra parte, el elemento “democrático” en la configuración del Estado (art. 1 de la
CPE) involucra la participación de los ciudadanos en las decisiones que les afectan y son de
interés colectivo sin que dicha participación se reduzca a las formas tradicionales. La acción
popular precisamente amplía dicha participación al reconocer una vía jurisdiccional a todo
ciudadano que le permita obligar al Estado o incluso a los particulares a resguardar los derechos
o intereses de la colectividad en su conjunto sea presente o el de las futuras generaciones.
· Tiene carácter intemporal en la medida en la que conforme la Constitución Política del Estado:
“la Acción Popular podrá interponerse durante el Tiempo que subsista la vulneración o la
amenaza a los derechos e intereses colectivos” es decir que al igual que la acción colombiana es
esencialmente preventiva puesto que cesada la vulneración o la amenaza al derecho o interés
colectivo la acción popular resulta improcedente. Concordante con lo anterior se tiene que la
acción popular es esencialmente preventiva y no reparadora, indemnizatoria o sancionatoria,
puesto que no se busca con su planteamiento resarcir o castigar por un daño o menoscabo a un
derecho o interés colectivo, pese a ello debe aclararse que el órgano jurisdiccional tutelar
eventualmente puede: o Remitir antecedentes al Ministerio Público, a la Procuraduría General del
Estado, a la Contraloría General del Estado, a la instancia disciplinaria correspondiente o a otro
órgano similar para la determinación de responsabilidades administrativas, civiles, ejecutivas o
penales.
La Acción Popular en el constitucionalismo latinoamericano puede encontrarse desde el siglo XIX
en Venezuela; desde 1901 en Colombia y en su actual Constitución de 1991; en Panamá desde su
Carta Magna de 1941, en El Salvador desde 1950 y desde 1988 en Brasil. Como puede
evidenciarse, es una acción que se desarrolló con mucho éxito en Centro y Sudamérica.
En Bolivia esta acción ingresa a nuestra economía jurídica partir de la CPE de 2009, conforme a
la revisión de los archivos del proceso constituyente, la inspiración del constituyente boliviano se
encuentra en la Constitución y la legislación colombiana.
DESARROLLO
La Acción Popular es una garantía constitucional, es decir, un medio procesal idóneo y efectivo y
de naturaleza tutelar que tiene por objeto la protección inmediata y efectiva de los derechos e
intereses colectivos, contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de autoridades públicas o
personas particulares que los restrinjan, supriman o amenacen con su restricción o supresión.
Posee las siguientes características: es sumarísima, es decir, su tramitación es rápida y sin
dilaciones; es de naturaleza tutelar, es decir, ampara los derechos e intereses colectivos
relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente y
otros de similar naturaleza colectiva. Es una acción principal y directa, no es subsidiaria; es decir
que no precisa agotar previamente ninguna otra vía legal (jurisdiccional o administrativa). Es una
acción imprescriptible y no tiene caducidad; es decir que el derecho de accionar no desaparece, no
se lo pierde con el transcurso del tiempo.
La Acción Popular tiene antecedentes en el derecho anglosajón en las acciones denominadas
“acciones de clase” que se practicaban en las Equity courts. La Acción de clase tenía su base en el
principio de equidad, aunque no dejaban de tutelar derechos individuales. Hoy en día en el
derecho anglosajón se puede encontrar la denominada interest public action, una acción que
permite amparar los derechos colectivos o de grupo, muy similar a la Acción Popular del
constitucionalismo latinoamericano.
LAS RELACIONES DEL AMPARO CONSTITUCIONAL Y LA ACCIÓN POPULAR.
Básicamente puede sostenerse que los derechos subjetivos se encuentran tutelados por el amparo
constitucional mientras que los derechos colectivos que antes no tenían mecanismos de
efectivización en Bolivia ahora se encuentran tutelados por la acción popular.
En este contexto, en el derecho comparado y más específicamente en el derecho colombiano
respecto a la acción de tutela -equivalente al Amparo Constitucional en Bolivia- y a la acción
popular es posible que puedan presentarse los siguientes supuestos: - Que la acción de tutela
pueda excepcionalmente tutelar directamente los derechos colectivos “…Cuando mediante una
amenaza colectiva se afecte al mismo tiempo un derecho constitucional fundamental de una
persona (derecho subjetivo), mediando conexión entre aquella y éste, será procedente para el
afectado en particular la acción de tutela (amparo constitucional), a pesar de ser subsidiaria, si en
la situación concreta es más eficaz para la defensa efectiva del bien jurídico protegido…”
(sentencia T-449/93 correspondiente a una acción de tutela); de forma que: “…la Acción de Tutela
puede conducir a la indirecta y consecuencial protección de otros derechos e intereses legítimos de
rango constitucional o legal (colectivos), siempre que su desconocimiento, se produzca por causa
de la violación específica de cualquier Derecho Constitucional Fundamental (derechos subjetivos)
y que la protección de éste último sea reclamada en el asunto concreto de que se trate…”
(Sentencia T-028/93 correspondiente a una acción de tutela).
Para dicha tutela indefectiblemente deben cumplirse con los siguientes aspectos: “Primer criterio:
La transcendencia que pueda tener un derecho colectivo en el ámbito de los derechos
fundamentales, no lo hace perder su naturaleza de colectivo y su protección, por tanto, ha de
lograrse a través de la acción diseñada para el efecto, y ésta no es otra que la acción popular. Sin
embargo, si de la vulneración de un derecho de esa naturaleza, se desprenden graves
consecuencias para derechos fundamentales, la acción de tutela como mecanismo de defensa para
éstos, será la procedente… Segundo criterio: Conexidad entre la vulneración del derecho colectivo
y la vulneración del derecho fundamental.
LEGITIMACIÓN PASIVA.
La acción popular: “…procede contra todo acto u omisión de autoridades o personas individuales
o colectivas que vulneren o amenacen…” los derechos o intereses colectivos de tal manera que
procede contra personas naturales o jurídicas sean de derecho público o privado constituyéndose
la identificación de la parte demandada en un requisito de la demanda de la acción popular
BREVE RELACIÓN AL PROCEDIMIENTO EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO
BOLIVIANO.
· La demanda de acción popular se plantea ante los: “…juzgados y tribunales de la jurisdicción
ordinaria que cuando conocen acciones tutelares
1. En las capitales departamento ante la sala de turno de los tribunales departamentalesde
justicia o los juzgados públicos de materia.
2. En las provincias se podrá interponer en los juzgados públicos o juzgados públicosmixtos.
CASOS ACCION POPULAR DE LA SENTENCIA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1230/2016-S3
Sucre, 8 de noviembre de 2016
SALA TERCERA
Magistrado Relator: Dr. Ruddy José Flores Monterrey Acción de amparo constitucional
Expediente: 16071-2016-33-AAC Departamento: La Paz En revisión la Resolución 5/2016 de 18 de
julio, cursante de fs. 45 a 51, pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional
interpuesta por Isidro Guachalla Chipana y Adelia Poma Rojas en representación de la Sub
Central Agraria de las comunidades Kata Katani, Isquillani Pampa, Belén Iquiaca y Pinaya
Pampa contra Juana Ali y Leonardo Laura Flores, ambos Sub Centrales; Daniel Mollo Ali,
Secretario General de la Sub Central Agraria de
Viscachani; y, Nicacio y Germán Mollo Ali, todos de la provincia Aroma del departamento de La
Paz. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por
memorial presentado el 8 de julio de 2016, cursante de fs. 12 a 14 vta., la parte accionante
manifestó que: I.1.1. Hechos que motivan la acción A partir del 3 de julio de 2016
aproximadamente, los ahora demandados de forma arbitraria procedieron a cortar el suministro
de agua proveniente del río “Keto” el cual nace en el municipio de Ayo Ayo y cuyo caudal
beneficia y provisiona a sus familias desde hace casi un siglo, y continua su curso hasta la
comunidad Jacopampa; sin embargo, los prenombrados taparon el caudal con arena y lo
desviaron con piedras, acciones que carecen de sostén jurídico y pasan a constituirse en medidas
de hecho que vulneran derechos y garantías reconocidas constitucionalmente, poniendo en riesgo
la salud y la seguridad alimentaria, entre otras, de las comunidades a las que representan, debido
a que las aguas del referido río son también utilizadas en labores agrícolas y ganaderas, aspecto
que afecta la producción de hortalizas y de ganado vacuno, ovino y porcino. Tratándose de
violaciones al orden constitucional vigente que importan excepción al principio de subsidiariedad,
acuden directamente a la vía constitucional a través de esta acción tutelar, sin necesidad de agotar
otros mecanismos ordinarios ante las circunstancias de necesidad que los apremian. I.1.2.
Derechos supuestamente vulnerados Los accionantes consideran lesionados sus derechos al agua,
a la salud, al trabajo, a la seguridad alimentaria y a los derechos del menor, citando al efecto los
arts. 20.I y III, 35.I, 37, 46.I y II y 47.I de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3.
Petitorio Solicitan se conceda la tutela y en consecuencia: a) Se restituya el acceso al agua del río
“Keto”, retirando los escombros que impiden el cauce del mismo; y, b) Se ordene al pago de daños
y perjuicios en la suma de Bs10 000.- (diez mil bolivianos), más la cancelación de costas
procesales y honorarios profesionales. I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 18 de julio de 2016, según consta en el acta cursante de fs. 34 a
44, presentes las partes accionante y demandada; y, ausente el representante del Ministerio
Público, se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción La
parte accionante ratificó in extenso el contenido de su memorial de acción de amparo
constitucional y ampliándolo refirió que: 1) En concordancia con el principio rector del suma
kamaña -vivir bien-, se tiene que el agua del cual se está privando a las comunidades afectadas,
proviene de una vertiente que data de un siglo de antigüedad, siendo el cauce del mismo obstruido
con piedras y arena, con el uso de maquinaria pesada por parte de los ahora demandados,
acciones que al carecer de sustento jurídico se constituyen en medidas de hecho, afectando sus
derechos a la salud, al trabajo, a la seguridad alimentaria y sobre todo a los derechos del menor,
debido a que precisamente el agua del referido río es utilizado en la siembra de hortalizas y el aseo
personal de los habitantes de la comunidad; 2) Es incomprensible como un derecho
fundamentalísimo como es el acceso al agua pueda ser restringido por los ahora demandados
desde el 3 de julio de 2016 hasta la fecha de celebración de audiencia de la presente acción
tutelar, más si se considera que ello frena la productividad de la comunidad; y, 3) No se está
impetrando un derecho que no corresponda; al contrario, debe tenerse en cuenta que el acceso al
agua se constituye en un derecho fundamental de la comunidad, puesto que cuatrocientas familias
son las que están siendo afectadas con el corte del suministro de ese elemento vital, no
entendiéndose el motivo de dicho corte toda vez que el cauce del mismo es natural. I.2.2. Informe
de las autoridades y personas demandadas Juana Ali y Leonardo Laura Flores, ambos Sub
Centrales; Daniel Mollo Ali, Secretario General de la Sub Central Agraria de la comunidad
Viscachani; y, Nicacio y Germán Mollo Ali de la provincia Aroma del departamento de La Paz, a
través de su abogado en audiencia señalaron que: i) No se cumplió con el principio de legalidad,
pues los ahora accionantes no identificaron plenamente su personería jurídica ni tampoco la
ubicación geográfica exacta del lugar al que representan, indicando únicamente ser de la
“comunidad” de Viscachani, en ese marco se debe tener en cuenta que Viscachani está compuesto
por cinco comunidades -Mantecani, Irutira, Toloma, Pujravi y Centro Toloma-, por lo cual no
existe una comunidad con ese nombre, además el río “Keto” no es una vertiente que viene desde
Ayo Ayo, siendo necesario mencionar que desde hace unos cinco años existe un problema de
límites entre los cantones, vale decir entre las comunidades que tiene Villa Concepción de Belén y
Viscachani, las cuales no se ponen de acuerdo respecto a una hectárea de terreno; ii) Ante la
insistencia de la Subcentral Agraria de Viscachani, se fijó una reunión entre ambas Subcentrales
para el 20 de junio de 2016; sin embargo, tres días antes de su celebración, los ahora accionantes
fueron al río “Keto” y cerraron ese canal, el cual va dirigido al cantón Villa Concepción de Belén
y obstruyeron el acceso argumentando realizar la limpieza de dicho canal, razón por la cual fueron
los propios accionantes los autores del cierre del mismo, posteriormente, el día de la reunión
pactada con los comunarios de Villa Concepción de Belén, un total de trescientas personas
ingresaron al territorio de Viscachani, concretamente a la propiedad de la familia “Mollo”
quienes con una serie de amenazas y mentiras abrieron otro canal, logrando abrir dos canales,
motivo por el cual los afectados presentaron denuncia ante la Policía de Patacamaya por
agresiones físicas, avasallamientos e ingreso arbitrario y apertura de otro canal, posterior a este
acto, se celebró otra reunión de ambas comunidades el 25 de ese mes y año, con el objetivo de
tratar el problema de límites, del cauce y de los canales de agua, negándose los hoy accionantes a
pronunciarse sobre los límites, tratando solamente el tema del agua, sin concretarse acuerdo
alguno; iii) El 30 de igual mes y año, los ahora accionantes construyeron un nuevo canal
afectando a la población de Viscachani así como también a la embotelladora y al hotel que existe
en el lugar, ya que no tenían paso y por lo tanto estaban limitados en su circulación, razón por la
cual realizaron un nuevo camino con un costo de Bs10 000.-, después se volvió a convocar a una
reunión el 17 de julio del referido año para resolver el tema de los límites y del agua, acto al cual
los prenombrados no asistieron, denotando falta de voluntad para resolver esos asuntos; y, iv) El
agua en la actualidad está fluyendo con normalidad, aclarando además que el mismo es para el
riego y no para su consumo, debido a que el periodo de riego empieza en agosto y septiembre, no
iniciándose aún, asimismo señalaron que solo son trece días en lo que los ahora accionantes se
vieron privados de ese líquido vital, y en ese sentido no entienden de que perjuicio se habla. I.2.3.
Resolución El Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Sica Sica
del departamento de La Paz en suplencia legal del Juez Público Mixto, de Partido y de Sentencia
Penal de Patacamaya del mismo departamento, constituido en Juez de garantías, por Resolución
5/2016 de 18 de julio, cursante de fs. 45 a 51, concedió la tutela solicitada, disponiendo que de
manera inmediata los ahora demandados restituyan el curso normal del agua en las mismas
condiciones que se encontraba anteriormente, bajo los siguientes fundamentos: a) La Constitución
Política del Estado instituyó el derecho al acceso al agua como un derecho humano que toda
persona debe tener, siendo su acceso universal y equitativo, por lo que todos los habitantes del
Estado Plurinacional de Bolivia deben respetar los derechos de sus similares, aun cuando
existieren problemas limítrofes que afecten a sus comunidades; y, b) Nadie puede vulnerar ni
violentar el derecho a un elemento básico como es el agua, en ese entendido se tiene que asumir
medidas de hecho que atenten en el presente caso el derecho al agua, constituyen vulneraciones a
este derecho constitucionalmente reconocido. II. CONCLUSIONES De la debida revisión y
compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente: II.1. Cursa copia
legalizada de la denuncia realizada por Leonardo Laura Flores, a través de la cual se puso a
conocimiento de la autoridad policial de Patacamaya del departamento de La Paz que el 20 de
junio de 2016, aproximadamente trescientas personas identificadas como comunarios del cantón
Villa Concepción de Belén ingresaron a la fuerza al cantón Viscachani, empleando ofensas
verbales refiriendo que se dirigían a limpiar la acequia, sin pedir permiso ni respetar a sus
autoridades (fs. 33). II.2. Por Voto Resolutivo de “julio de 2016” suscrito por las autoridades y
comunarios del cantón Villa Concepción de Belén, solicitaron al “PODER JUDICIAL DEL
DEPARTAMENTO” (sic) dé una inmediata solución al problema del acceso al agua, señalando
que este es un elemento vital para la siembra y la crianza de animales, indicando que en caso de no
ser atendidos se verán obligados a tomar decisiones más drásticas (fs. 7 a 10). II.3. Consta citación
de “julio de 2016” expedida por la Central agraria de “Patacamaya” Tupaj Katari y Bartolina
Sisa, mediante la cual se cita con carácter de urgencia a Isidro Guachalla Chipana -ahora
accionante- del Cantón Villa Concepción de Belén, para que se presente en la oficinas de la
referida Central a efectos de solucionar los problemas de límites existentes así como el emergente
del agua (fs. 31). II.4. Por informe de 18 de julio de 2016 dirigido al Tribunal Departamental de
Justica de La Paz, las Autoridades Originarias de la Central Agraria de “Patacamaya” Tupaj
Katari y Bartolina Sisa, hicieron conocer que el hoy accionante y Adelia Poma Rojas -ahora
coaccionante- cometieron desacato a la Autoridad indígena, motivo por el cual solicitaron se
otorgue la correspondiente solución a los temas de límites y agua (fs. 32). III. FUNDAMENTOS
JURÍDICOS DEL FALLO La parte accionante alega la vulneración de sus derechos al acceso al
agua, a la salud, al trabajo, a la seguridad alimentaria y a los derechos del menor; toda vez que,
los comuneros del cantón Viscachani, mediante acciones sin sustento jurídico procedieron a cortar
de forma arbitraria el suministro de agua proveniente del río “Keto”, líquido elemento que utilizan
tanto para labores agrícolas y ganaderas como para el aseo de sus familias desde hace más de un
siglo, pues el mismo se constituye en un cauce natural. Precisado el problema jurídico,
corresponde verificar y determinar si la vulneración a los derechos fundamentales invocados
resulta evidente, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. Naturaleza procesal de la
acción de amparo constitucional El art. 128 de la CPE señala que: “La Acción de Amparo
Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley”; asimismo, el art. 51 del Código
Procesal Constitucional (CPCo), establece que la referida acción de defensa, “…tiene el objeto de
garantizar los derechos de toda persona natural o jurídica reconocidos por la Constitución
Política del Estado y la Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los
servidores públicos o particulares que los restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir”.
Bajo esta premisa constitucional y legal se constituye en una acción tutelar de defensa, cuya
tramitación es especial y sumarísima, teniendo carácter extraordinario, siendo su objeto la
restitución o restablecimiento inmediato de los derechos fundamentales y garantías
constitucionales, en los casos en los que sean amenazados, suprimidos o restringidos por actos u
omisiones ilegales o indebidos de servidores públicos o particulares, cuyo ámbito de tutela y
alcance de protección es más amplio, siendo requisitos para su interposición los principios de
inmediatez y subsidiariedad. Al estar consagrado como un mecanismo de defensa de derechos y
garantías constitucionales, tiene por finalidad asegurar el goce y ejercicio de los derechos y
garantías constitucionales de los particulares establecidos en la Norma Suprema, en las leyes y en
los tratados internacionales, tendiente únicamente a la constatación de la vulneración o amenaza
de lesión del derecho o garantía constitucional, a objeto de reestablecer su efectivo ejercicio, que
procesalmente repercute en la tutela judicial efectiva, como garantía de toda persona a tener
acceso a la justicia en forma expedita, sin dilaciones indebidas y sin formalismos, recurriendo a
los tribunales de justicia, concomitante con la preexistencia de un poder-deber del Estado
-iurisdictio- de resolver las demandas de protección a los derechos afectados a través de los
mecanismos constitucionales y procesales reconocidos. III.2. La acción popular: Naturaleza
jurídica y alcance de protección sobre los derechos colectivos y difusos La SCP 0879/2015-S3 de 8
de octubre estableció que: «“De conformidad con el art. 135 de la CPE, la acción popular procede
contra: ‘…todo acto u omisión de las autoridades o de personas individuales o colectivas que
violen o amenacen con violar derechos e intereses colectivos, relacionados con el patrimonio, el
espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza
reconocidos por esta Constitución’. En ese orden, la SCP 0237/2014-S3 de 8 de diciembre, señaló
que: ‘…a partir de la SC 1977/2011-R se entendió que en el ámbito de protección de la acción
popular estaban incluidos los intereses y derechos colectivos y también los intereses y derechos
difusos, pese a que estos últimos no estaban incluidos expresamente en la norma constitucional.
También aclaró que los intereses de grupo o derechos individualmente homogéneos no encuentran
protección en la acción popular, puesto que en esos casos, no existe un interés común -colectivo ni
difuso-, sino un interés individual que, en todo caso, podrá ser tutelado a través de la acción de
amparo constitucional, previa unificación de la representación. Asimismo, hizo referencia a que la
Constitución Política del Estado, a través de una cláusula abierta, permitirá la integración de
otros derechos similares a partir del bloque de constitucionalidad y el Derecho Internacional de
Derechos Humanos. La SCP 1560/2014 de 1 de agosto, también desarrolló la naturaleza jurídica
de la acción popular, señalando que es una acción de defensa, elegida por el constituyente
boliviano como el mecanismo jurisdiccional idóneo para la tutela de los derechos e intereses
colectivos y difusos relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública,
el medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por el art. 135 de la
CPE. Asimismo, estableció que su desarrollo legislativo previsto en los arts. 68 al 71 del CPCo,
establece reglas procesales que marcan una tendencia hacia un proceso especial revestido de
informalidad y flexibilidad; esto es, visibilizando normas procesales flexibles. Esa informalidad y
flexibilidad que predica per se la acción popular tiene como fundamento, mejorar el acceso a la
justicia en razón a los derechos e intereses colectivos y difusos objeto de protección relacionados
con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente y otros de
similar naturaleza reconocidos por la Constitución Política del Estado, que reconocen que el ser
humano forma parte de una comunidad en la que se desarrolla y desenvuelve; y por lo mismo,
necesita ser protegida en sus derechos e intereses colectivos y difusos, haciéndole sujeto de
derecho. También tiene en cuenta, el goce efectivo de los derechos e intereses colectivos y difusos,
que pasa primero por potenciar el acceso a la justicia con reglas flexibles que garanticen su
protección ante su violación o amenaza. Sobre la legitimación activa, recordando lo que dijo la SC
1977/2011-R, que precisó que la acción popular puede ser presentada por cualquier persona
cuando se alegue lesión a derechos o intereses difusos, sostuvo que en la acción popular la
legitimación activa es amplia, la que se justifica por la naturaleza de dichos derechos
resguardados por la acción popular, que debe su nombre precisamente a esa característica. Sin
embargo, debe aclararse que cuando a través de esta acción se pretenda la tutela de derechos o
intereses colectivos, en mérito a que la titularidad de los mismos corresponde a un grupo o
colectividad, la acción deberá ser presentada por cualquier persona perteneciente a dicha
colectividad o por otra a su nombre, sin necesidad de mandato. Respecto de la legitimación pasiva,
también sostuvo que debe tomarse en cuenta los elementos de informalismo y flexibilidad, por
cuanto, cuando la Norma Suprema reconoce legitimación pasiva a las autoridades o personas
individuales o colectivas, que con sus actos u omisiones lesionen o amenacen vulnerar los derechos
e intereses colectivos o difusos protegidos por dicha acción (arts. 135 de la CPE), prescinde del
mismo modo de cualesquier formalidad. En este marco, debe entenderse por cumplida la
legitimación pasiva en la acción popular, aceptando como suficiente los hechos expuestos, de los
cuales, el juez o tribunal de garantías, deducirá quiénes son las autoridades o personas
legitimadas pasivas, y los citará de oficio y en el caso de no poder citarlos, atendiendo cada caso
concreto, dimensionará los efectos del fallo estableciendo la responsabilidad de la autoridad o
persona particular o jurídica que lesionó o amenazó con lesionar los derechos o intereses
colectivos o difusos objeto de su protección, estableciendo la existencia de indicios de
responsabilidad civil o penal; aspecto, que debe analizarse en el caso concreto’. Por su parte, la
SCP 0176/2012 de 14 de mayo, señaló lo siguiente: “Respecto a la diferenciación entre derechos o
intereses colectivos, difusos e individuales homogéneos, se tiene que: ‘i) Derechos o intereses
colectivos en sentido estricto, correspondientes a un colectivo identificado o identificable como son
por ejemplo las naciones y pueblos indígena originario campesinos (art. 30.II de la CPE), cuyos
componentes están organizados y mantienen relaciones orgánicas entre sí. ii) Derechos o intereses
difusos, que corresponden a una pluralidad de personas que no pueden determinarse, lo que puede
suceder por ejemplo cuando la distribución de un medicamento dañado amenaza a todo potencial
usuario. Asimismo, por la naturaleza de estas circunstancias no existe la posibilidad de concebir
que la pluralidad de sujetos estén organizados mediante mecanismos de coordinación de
voluntades y menos que tengan una relación orgánica entre sí; iii) Derechos o intereses
individuales homogéneos -que en el marco de la SC 1018/2011-R de 22 de junio, se denominan
intereses de grupo-, corresponden a un conjunto de personas que accidentalmente se encuentran en
una misma situación cuyos componentes individualmente cuentan con derechos subjetivos por un
'origen común' siendo sus acciones procesales divisibles, pero que en virtud al principio de
economía procesal se pueden tratar de forma colectiva, aspecto que sucede por ejemplo cuando un
producto defectuoso provocó daños en la salud de varios individuos, en dichos casos los afectados
buscarán el resarcimiento, pero para no iniciar sucesivas demandas civiles en detrimento a la
administración de justicia pueden resolverse en una misma sentencia. En ese sentido, se puede
colegir que los derechos o intereses colectivos en sentido estricto y los derechos o intereses difusos
que en esencia son transindividuales e indivisibles y necesariamente requieren una solución
unitaria y uniforme, son tutelables por la acción popular, mientras que los derechos o intereses
individuales homogéneos al tratarse de derechos subjetivos donde se busca el resarcimiento no se
tutelan a través de la acción popular, puesto que en el derecho comparado se protegen por las
acciones de grupo (Colombia) donde la sentencia determinará diferentes grados de afectación y de
reparación económica’”» (las negrillas son nuestras). III.3. Jurisprudencia referida a la
reconducción de las acciones de defensa Sobre la reconducción de la acción de amparo
constitucional a acción popular, la SCP 1293/2015-S3 de 30 de diciembre concluyó que: “La SCP
0645/2012 de 23 de julio, la cual estableció lineamientos jurisprudenciales respecto a la necesidad
de reconducción del proceso de la acción de cumplimiento a la tramitación de una acción popular,
al sustentar su razonamiento en principios de interpretación constitucional, los mismos pueden ser
acogidos por este Tribunal en el caso concreto, máxime cuando refirió que: ‘… frente a una acción
presentada, el intérprete advierta que los contenidos de la demanda se acomodan más a la
tramitación de otra acción de defensa (acción de libertad, de protección de privacidad, amparo
constitucional, acción popular) y de esta manera pueda, al amparo de los principios de eficacia de
los derechos fundamentales, economía procesal, prevalencia del derecho sustantivo sobre el
derecho adjetivo, pro actione y iura novit curia, reconducir la tramitación de la acción de
cumplimiento a un proceso de acción de libertad, de protección de privacidad, amparo
constitucional o acción popular, atendiendo ciertos requisitos a ser desarrollados por la
jurisprudencia constitucional en el caso específico, donde se advierta la necesidad de reconducir
su tramitación a otro proceso constitucional. Precisamente son los principios antes mencionados
que constituyen la razón primordial por la cual debe operarse la reconducción del proceso
constitucional; así se tiene que, no obstante las acciones de defensa tienen delimitados sus
requisitos de admisibilidad así como un procedimiento específico y que en su tramitación, según la
naturaleza de la acción de defensa invocada, deben exigirse la concurrencia de formalismos que
ayudan a preservar su naturaleza excepcional, ello no significa que deba darse prioridad a estas
formalidades, entendidas como una unidad, por encima de la esencia misma del sistema de control
tutelar cuyo fin primordial es el resguardo de derechos fundamentales y garantías constitucionales,
por lo cual deberá extenderse la comprensión del alcance de exigibilidad de estos requisitos, a fin
de garantizar la tutela constitucional efectiva y la esencia de los procesos constitucionales’.
En esta misma línea de exegesis constitucional, se deben considerar la concurrencia de las reglas
enunciadas en la misma Sentencia Constitucional Plurinacional referida ut supra, que por las
características jurídicas análogas que presentan y rigen alrededor de las garantías
constitucionales jurisdiccionales de la acción de cumplimiento y la acción de amparo
constitucional, resultan de aplicación vinculante a la reconducción de ésta última a la tramitación
de una acción popular, siendo las siguientes: ‘a) Se evidencie error en la vía procesal elegida, lo
cual guarda relación con el rol esencial del juez constitucional que advierte una voluntad implícita
del accionante, aunque la misma no haya sido planteada correctamente en la demanda. b) Se
cumplan los requisitos inexcusables de la demanda de acción popular, en ese sentido,
principalmente se identifiquen a través de los hechos denunciados, derechos o intereses colectivos
o difusos y un sujeto de derecho colectivo.
c) No se modifiquen el petitorio ni los hechos que sustentan la demanda, por cuanto supondría que
el juzgador sustituya al accionante, alterando su naturaleza imparcial. d) Se preserve el derecho a
la defensa de la parte demandada, es decir, que la misma haya tenido la oportunidad de
contraponerse a la pretensión de la parte demandante; ejerciendo de modo sustancial su derecho
de defensa, puesto que en ningún caso se puede habilitar la tutela de un derecho fundamental
dejando desprotegido a otro de la misma clase. e) Exista riesgo de irreparabilidad del o los
derechos o intereses colectivos o difusos; es decir, la reconducción sólo será posible si existe una
necesidad apremiante de evitar la ocurrencia de un daño irreparable en los derechos
fundamentales involucrados, aspecto que guarda relación con el principio de economía procesal y
tutela judicial efectiva. Es preciso establecer que la reconducción de la tramitación de una acción
de cumplimiento a una acción popular deberá producirse siempre a favor y nunca en perjuicio de
la parte accionante’”. III.4. Naturaleza y alcances del derecho al agua La SCP 0122/2016-S3 de
18 de enero sostuvo que: “El Tribunal Constitucional Plurinacional, en la SCP 0032/2014-S3 de
14 de octubre, ha establecido que: ‘El derecho al agua es un derecho fundamental y se constituye
en una innovación de la Constitución Política del Estado de 2009, que introdujo por primera vez
en el léxico constitucional boliviano dicho derecho, el constituyente boliviano en el art. 16. I,
establece que toda persona tiene derecho al agua, más adelante, el art. 20 de la CPE establece que
toda persona tiene derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos, entre ellos el de
agua potable, por lo cual el acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos, en esa
dimensión el art. 373 de la CPE, precisa que el agua constituye un derecho fundamentalísimo para
la vida, en el marco de la soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre
la base de principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y
sustentabilidad. De dichas normas se tiene que el constituyente proyectó el derecho al agua en
dimensión individual, colectiva y general (de toda la humanidad); en el ámbito individual y
colectivo particularmente la jurisprudencia constitucional fue extensa y estableció un principio de
prohibición de privación arbitraria de este derecho, ya sea por particulares, comunidades o
cooperativas, concediendo en varios casos tutelas constitucionales por vulneración de este
derecho, en aplicación de la doctrina constitucional de la prohibición de medidas de hecho (SSCC
0156/2010-R 0478/2010-R, 0559/2010-R, 0684/2010- R, 0795/2010-R,
0908/2010-R, 1106/2010-R, 1189/2010-R, 1174/2010-R, 0122/2011-R, 0052/2012, 0084/2012,
1027/2012, 0994/2013, 1059/2013, 1421/2013, 1632/2013, 1696/2014)’. La SCP 0052/2012 de 5
de abril, sostuvo qué: ‘El derecho al agua tiene una doble dimensión constitucional, tanto como un
derecho individual fundamental como un derecho colectivo comunitario fundamentalísimo, que
está reconocido en el texto constitucional como en instrumentos internacionales, cuya tutela y
protección no debe responder a una visión antropocentrista y excluyente; en este sentido por la
naturaleza de este derecho en su ejercicio individual, no puede arbitrariamente ser restringido o
suprimido mediante vías o medidas de hecho en su uso racional como bien escaso por grupo social
alguno -sea una comunidad campesina o sea una colectividad diferente- ni tampoco por persona
particular’” (las negrillas nos pertenecen). III.5. Derecho fundamentalísimo al agua como derecho
difuso La SCP 0176/2012 de 14 de mayo, precisó que: “De nuestro texto constitucional puede
extraerse la denominada ‘Constitución Ecológica’, entendida como el conjunto de postulados,
principios y normas constitucionales en materia ecológica que permiten entre otros el uso racional
de los recursos naturales renovables y no renovables, para preservar la vida no únicamente del ser
humano sino del resto de los animales, plantas y otras formas de vida que conforman los diferentes
ecosistemas cuyo análisis supera el antropocentrismo que estableció al ser humano como la
medida de las cosas y la considera como una especie más de entre las otras, no más importante
sino complementario al resto de seres vivos, la tierra y lo que se encuentre adherido a ella y
permite resolver las causas sometidas a éste Tribunal en base al principio pro natura justamente
porque dicha tutela a la larga no sólo busca proteger al ser humano concreto sino el derecho de
existir de futuras generaciones. Dicha protección y el nuevo enfoque en el análisis referido deviene
incluso desde el primer párrafo del preámbulo contenido en el texto constitucional que dice: ‘En
tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra
amazonía, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y
flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde
entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas’ de
donde se extrae no solo un sentimiento de orgullo del legislador constituyente de la naturaleza que
nos rodea sino de protección a aquello que nos enorgullece. Así en otro contexto, el art. 373 de la
CPE, establece que: ‘I. El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco
de la soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de
principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad.
II. Los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos, constituyen recursos
finitos, vulnerables, estratégicos y cumplen una función social, cultural y ambiental. Estos recursos
no podrán ser objeto de apropiaciones privadas y tanto ellos como sus servicios no serán
concesionados y están sujetos a un régimen de licencias, registros y autorizaciones conforme a
Ley’. De lo anterior puede extraerse que el derecho al agua como derecho fundamentalísimo
extralimita el interés de una persona o colectividad, que por su naturaleza de bien escaso es decir
limitado es de interés de la humanidad entera. Por lo expuesto, el derecho fundamentalísimo al
agua como derecho autónomo está íntimamente relacionado al derecho al medio ambiente,
saludable, protegido y equilibrado (preámbulo y art. 33 de la CPE), en razón a que la protección
de este último derecho, implica a su vez, la protección, conservación, preservación, restauración,
uso adecuado y sustentable de los recursos hídricos (arts. 373 y ss. de la CPE), así como de los
ecosistemas asociados a ellos, sujetos a los principios de soberanía, solidaridad,
complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad (art. 373.I in fine de la
CPE), y al configurarse como derecho difuso se tutela mediante la acción popular, así el art. 34 de
la CPE, establece que: ‘Cualquier persona, a título individual o en representación de una
colectividad, está facultada para ejercitar las acciones legales en defensa del derecho al medio
ambiente, sin perjuicio de la obligación de las instituciones públicas de actuar de oficio frente a los
atentados contra el medio ambiente’; por lo que, en este contexto para activar la acción popular
no se requiere formar o integrar un colectivo específico conforme se determinó en la SC
1018/2011-R de 22 de junio”. III.6. Análisis del caso concreto La parte accionante sostiene que se
vulneraron los derechos invocados en la presente acción tutelar; puesto que, los hoy demandados
procedieron arbitrariamente al corte de suministro de agua proveniente de una vertiente natural
que discurre por el río “Keto”, afectando a toda la comunidad de Villa Concepción de Belén
compuesta por aproximadamente cuatrocientas familias, limitando el normal desarrollo de las
actividades de riego y crianza de ganado, atentando de esta forma contra sus derechos
fundamentales. De lo expuesto en la audiencia de consideración de esta acción de defensa de 18 de
julio de 2016, se tiene que conjuntamente el problema del corte de suministro de agua, existe
también un conflicto de límites entre las comunidades que tienen los cantones Villa Concepción de
Belén y Viscachani, desde hace cinco años aproximadamente; por otra parte, los ahora
demandados por intermedio de su abogado señalaron que la problemática surgió en virtud de la
limpieza del canal del río “Keto” y a cuya consecuencia fueron los propios accionantes quienes
cerraron el mismo, además de realizar la apertura de un segundo canal el cual perjudicaba al
hotel y a la embotelladora del lugar, razón por la cual se procedió a abrir un nuevo camino,
debido a que se encontraban limitados en su circulación, asimismo, al finalizar la referida
audiencia indicaron que actualmente el agua está fluyendo con normalidad, recalcando que ese
elemento vital que proviene del mencionado río sería para riego y no así para el consumo humano,
manifestando que efectivamente fueron trece días en los cuales los ahora accionantes no tuvieron
acceso al agua y en ese sentido no se observa que haya existido un perjuicio a la comunidad. De lo
referido, se advierte que efectivamente existió un corte del cauce del río “Keto”, paralizando el
normal abastecimiento del líquido elemento a la comunidad de la cual son parte los accionantes,
situación que conforme se estableció en los Fundamentos Jurídicos del presente fallo
constitucional, no condice con el alcance que tiene el derecho humano de acceso universal al
agua; toda vez, que se trata de un elemento vital para la vida y que en este caso se constituye
además en el soporte de otros derechos vinculados ganadería, agricultura, etc.-, cuya privación sin
causa jurídica resulta inadmisible; así, conforme a lo previsto por la Norma Suprema, el derecho
al agua es reconocido y garantizado a todos los seres humanos cualquiera sea su condición, cuya
restricción atenta en primer término contra los derechos a la vida y la salud, afectando en el caso
concreto también los derechos al trabajo y a la seguridad alimentaria debido a que el sostén
económico y productivo de la comunidad afectada es la agropecuaria. Cabe señalar que los
accionantes sustentan la presente acción tutelar, en la imposibilidad de acceder a la vertiente del
río “Keto”, del cual su caudal de agua no solo serviría de aprovisionamiento a la comunidad de
los accionantes, sino también a otras comunidades; en ese sentido, se evidencia que el problema
expuesto, también está relacionado con los derechos colectivos de las comunidades Kata Katani,
Isquillani Pampa, Belén Iquiaca y Pinaya Pampa, mismas que también usan el agua para
actividades agrícolas, ganaderas y consumo personal, por lo que sin duda alguna se encuentran
involucrados intereses colectivos o difusos, los cuales sobrepasan la pretensión individual; toda
vez que, la vulneración de derechos en este caso no solo incumbe a una persona o se individualiza
en ella, sino que afecta a varias personas -cuatrocientas familias de las diferentes comunidades- y
otras aledañas que también utilizan el cauce natural del río “Keto”, advirtiéndose así la existencia
de intereses homogéneos que asumen relevancia constitucional, mas no bajo la protección de la
acción de amparo constitucional tal como fue planteada por los accionantes, sino a través de la
acción popular, debiéndose abrir el acceso en el presente caso a la jurisdicción constitucional a
partir del mecanismo de la acción popular. Por lo anterior y de acuerdo a los hechos fácticos que
sustentan la presente acción de defensa, la vulneración del derecho al acceso al agua emergente de
los actos lesivos denunciados, convergen en el ámbito de protección y alcances de la acción
popular, debido a que en este caso se identifican derechos e intereses colectivos, siendo el sujeto
colectivo afectado las comunidades de Kata Katani, Isquillani Pampa, Belén Iquiaca y Pinaya
Pampa y otras más las cuales si bien no fueron parte de esta acción de defensa también son
beneficiarias del caudal del río “Keto”, por tal motivo, en razón a la naturaleza y esencia de los
derechos aducidos como vulnerados del sujeto colectivo afectado, permite denotar la existencia de
un riesgo irreparable del mismo, por lo que corresponde la activación del control tutelar de
constitucional de la acción popular en virtud del principio de pro actione, a partir de la
reconducción o reconversión del presente proceso. Por lo expuesto precedentemente, los ahora
demandados al haber desviado de manera directa el cauce normal del río “Keto”, vulneraron
derechos fundamentales de las comunidades a las que representan los hoy accionantes, no siendo
argumento válido señalar la existencia de un conflicto limítrofe entre las comunidades de Villa
Concepción de Belén y el Cantón Viscachani, los cuales deben ser resueltos ante las instancias
competentes, por lo que corresponde en el caso conceder la tutela demandada por los accionantes,
más si se tiene en cuenta que en la presente causa el derecho reclamado como es el derecho al
agua constituye un derecho fundamentalísimo, el cual de acuerdo a los fundamentos citados “…
tiene una doble dimensión constitucional, tanto como un derecho individual fundamental como un
derecho colectivo comunitario fundamentalísimo, que está reconocido en el texto constitucional
como en instrumentos internacionales, cuya tutela y protección no debe responder a una visión
antropocentrista y excluyente; en este sentido por la naturaleza de este derecho en su ejercicio
individual, no puede arbitrariamente ser restringido o suprimido mediante vías o medidas de hecho
en su uso racional como bien escaso por grupo social alguno -sea una comunidad campesina o sea
una colectividad diferente- ni tampoco por persona particular”, criterio establecido en el
Fundamento Jurídico III.4. del presente fallo constitucional. En consecuencia, el Juez de garantías,
al conceder la tutela solicitada, aunque con otros argumentos, actuó de forma correcta. POR
TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad
que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: 1° CONFIRMAR la Resolución 5/2016 de 18
de julio, cursante de fs. 45 a 51, pronunciada por el Juez Público de la Niñez y Adolescencia e
Instrucción Penal Primero de Sica Sica del departamento de La Paz en suplencia legal del Juez
Público Mixto, de Partido y de Sentencia Penal de Patacamaya del mismo departamento; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, no pudiendo limitarse el derecho al acceso al
agua de ningún comunario, mientras no se dilucide los conflictos subsistentes en la zona por la
vías correspondientes. 2° Disponer que los ahora demandados procedan al retiro de escombros y
materiales, y permitan que fluya el cauce natural del río “Keto” para el aprovechamiento de las
comunidades afectadas. 3° Notificar a las Máximas Autoridades Ejecutivas del Órgano Ejecutivo
como del Órgano Legislativo, Deliberativo y Fiscalizador del Gobierno Autónomo Municipal de
Patacamaya, provincia Aroma del departamento de La Paz, para el cumplimiento de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional. 4° Exhortar al Ministerio de Medio Ambiente y Agua, para
que coadyuve con el Gobierno Autónomo Municipal de Patacamaya así como con otros municipios
colindantes que aglutinen a comunidades que se benefician de las aguas del río “Keto”, en la
implementación de proyectos de distribución de agua para consumo humano, realizando la
verificación de las fuentes existentes y los estudios necesarios al respecto. Regístrese, notifíquese y
publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Ruddy José Flores Monterrey
MAGISTRADO CONCLUSIÓN
La Acción Popular puede ser presentada por toda persona que considere que se restringen o se
amenazan con restringir derechos colectivos, por ejemplo el derecho a la salubridad pública. Este
derecho debe ser comprendido como la potestad que acompaña a todas las personas que integran
una comunidad humana para pedir y recibir del Estado aquellas prestaciones de salud básicas y
necesarias para vivir dignamente. Así lo entendió también el Defensor del Pueblo, quien presentó
una Acción Popular contra el paro de médicos, hace unas semanas, y que obtuvo un fallo favorable
que cabe destacar.
• La novísima acción popular para la protección de derechos e intereses colectivosrequerirá
del compromiso ciudadano y de la sapiencia de los jueces para que esta no se convierta en una
simple declaración constitucional.
• Si bien habría resultado ideal que sea el legislador ordinario quien amplíe la lista
dederechos e intereses colectivos referidos en el art. 135 de la Constitución Política del
Estado, ello no impide que sea el órgano de control de constitucionalidad quien desarrolle los
mismos en el marco de una interpretación integradora y extensiva – moralidad administrativa,
derechos de los usuarios, entre otros-.
• Para el cumplimiento de fallos emergente de acciones populares el gobierno
bolivianodebería contar con un presupuesto adicional específicamente reservado a tal efecto,
pudiéndose conformar por parte del Tribunal Constitucional para el seguimiento al cumplimiento
de sus fallos comités de ONG´s, sociedad civil, etc. como sucede en Colombia país del cual en
primera instancia tendría que aprehenderse para luego recién crear doctrina propia.
BIBLIOGRAFÍA.
· Constitución Política del Estado de Bolivia de febrero de 2009
· Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional ó Ley 027 de 6 de julio de 2010
· www.corteidh.or.cr/
· http://www.tribunalconstitucional.gob.bo/
· www.corteconstitucional.gov.co/
· CABANELLAS DE TORRES, Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental. Editorial
Heliasta S.R.L. 1991.
· ARIAS LOPEZ, Boris Wilson. Amparo Constitucional y Habeas Corpus en la
Jurisprudencia Constitucional. Quipus. Cochabamba – Bolivia. 2008.
· MARTINEZ VERGARA, Marianela y TRUJILLO HERNANDEZ Sara. Las Acciones populares en
Colombia. En www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/derecho/dere2/Tesis26.pdf visitada el 22 de
febrero de 2011.
Constitución Política del Estado de Bolivia de febrero de 2009
Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional ó Ley 027 de 6 de julio de 2010
www.corteidh.or.cr/ http://www.tribunalconstitucional.gob.bo/ www.corteconstitucional.gov.co/

Potrebbero piacerti anche