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Tema 25

Lugar y tiempo de las actuaciones


judiciales: días y horas hábiles; plazos
y términos; los términos judiciales
en el proceso penal.

Referencias Legislativas
• Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial.
• Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.
• Real Decreto de 14 de septiembre de 1882, de Enjuiciamiento
Criminal.
Tramitación Procesal y Administrativa

Guión-resumen

1. Lugar de las actuaciones judiciales 3. Plazos y términos


2. Tiempo de las actuaciones judiciales: 3.1. Concepto y regulación legal
días y horas hábiles
3.2. Improrrogabilidad
2.1. Año judicial
3.3. Cómputo de los plazos procesales
2.2. Reglas generales
3.4. La presentación de escritos y el
2.3. Orden jurisdiccional civil requisito de tiempode los actos
procesales
2.4. Orden jurisdiccional penal
3.5. El cómputo de plazos en registros
2.5. Registro civil
electrónicos
3.6. Referencia a la normativa en
materia de plazos procesales en el
orden contencioso-administrativo y
en el orden social
4. Los términos judiciales en el proceso
penal

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Lugar y tiempo de las actuaciones judiciales

1. Lugar de las actuaciones judiciales


Según el art. 268 de la LOPJ, “las actuaciones judiciales deberán practicarse en la sede
del órgano jurisdiccional.
No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, los juzgados y tribunales podrán
constituirse en cualquier lugar del territorio de su jurisdicción para la práctica de aquéllas,
cuando fuere necesario o conveniente para la buena administración de justicia”.
Los juzgados y tribunales sólo podrán celebrar juicios o vistas de asuntos fuera de la
población de su sede cuando así lo autorice la ley.

Sin embargo, el Consejo General del Poder Judicial, cuando las circunstancias o el buen
servicio de la Administración de Justicia lo aconsejen, y a petición del tribunal o juzgado,
podrá disponer que los juzgados y las secciones o salas de los tribunales o audiencias se cons-
tituyan en población distinta de su sede para despachar los asuntos correspondientes a un
determinado ámbito territorial comprendido en la circunscripción de aquéllos.

Igualmente, las Salas de Gobierno de los Tribunales Superiores de Justicia dispondrán


que los Jueces de lo Penal, asistidos del secretario, se constituyan para celebrar juicios ora-
les con la periodicidad que se señale en las ciudades donde tengan su sede los juzgados
que hayan instruido las causas de las que les corresponde conocer, siempre que su despla-
zamiento venga justificado por el número de éstas o por una mejor administración de jus-
ticia. Los Juzgados de Instrucción y los funcionarios que en ellos sirvieren prestarán en
estos casos cuanta colaboración sea precisa (art. 269 LOPJ).

Lo anterior se regula en la LOPJ, pero también la Ley de Enjuiciamiento Civil contie-


ne disposiciones respecto al lugar de las actuaciones judiciales y que vienen a establecer los
mismos criterios que los contenidos en la LOPJ.

Así, se dispone en la LEC (art. 129) que “las actuaciones del juicio se realizarán en la sede
de la Oficina judicial, salvo aquellas que por su naturaleza se deban practicar en otro lugar.
Las actuaciones que deban realizarse fuera del partido judicial donde radique la sede
del tribunal que conozca del proceso se practicarán, cuando proceda, mediante auxilio
judicial.
No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, los tribunales podrán constituirse
en cualquier lugar del territorio de su circunscripción para la práctica de las actuaciones
cuando fuere necesario o conveniente para la buena administración de justicia.
También podrán desplazarse fuera del territorio de su circunscripción para la práctica
de actuaciones de prueba, conforme a lo previsto en esta Ley y en el artículo 275 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial”.
Dispone el art. 275 de la LOPJ que “podrán los jueces realizar cuales-
quiera diligencias de instrucción penal en lugar no comprendido en el terri-
torio de su jurisdicción, cuando el mismo se hallare próximo y ello resultare
conveniente, dando inmediata noticia al juez competente. Los jueces y tribu-

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Tramitación Procesal y Administrativa

nales de otros órdenes jurisdiccionales podrán también practicar diligencias de instrucción


o prueba fuera del territorio de su jurisdicción cuando no se perjudique la competencia del
Juez correspondiente y venga justificado por razones de economía procesal”.

2. Tiempo de las actuaciones judiciales: días y horas hábiles


2.1. Año judicial
El año judicial, período ordinario de actividad de los Tribunales, se extenderá desde el
1 de septiembre, o el siguiente día hábil, hasta el 31 de julio de cada año natural (art. 179
LOPJ).

Durante el período en que los tribunales interrumpan su actividad ordinaria, se for-


mará en los mismos una sala compuesta por su presidente y el número de magistrados que
determine el Consejo General del Poder Judicial, la cual asumirá las atribuciones de las
Salas de Gobierno y de Justicia, procurando que haya magistrados de las diversas salas.

Los magistrados que no formen parte de esta sala podrán ausentarse, a partir del fin del
período ordinario de actividad, una vez ultimados los asuntos señalados (art. 180 LOPJ).

Al inicio del año judicial se celebrará un acto solemne en el Tribunal Supremo.

El Presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo presen-
tará en dicho acto la Memoria anual sobre el estado, funcionamiento y actividades de los
juzgados y tribunales de justicia.

El Fiscal General del Estado leerá también en este acto la Memoria anual sobre su acti-
vidad, la evolución de la criminalidad, la prevención del delito y las reformas convenientes
para una mayor eficacia de la justicia (art. 181.3 LOPJ).

2.2. Reglas generales


El artículo 182 de la LOPJ, según la redacción dada por la Ley Orgánica 19/2003, de
23 de diciembre, establece que son inhábiles a efectos procesales los sábados y domingos,
los días 24 y 31 de diciembre, los días de fiesta nacional y los festivos a efectos laborales
en la respectiva Comunidad Autónoma o localidad.

El Consejo General del Poder Judicial, mediante reglamento, podrá habilitar estos días
a efectos de actuaciones judiciales en aquellos casos no previstos expresamente por las leyes.

Son horas hábiles desde las 8 de la mañana a las 8 de la tarde, salvo que la ley dis-
ponga lo contrario.

Por su parte, el art. 183 dispone que, serán inhábiles los días del mes de
agosto para todas las actuaciones judiciales, excepto las que se declaren urgen-
tes por las leyes procesales. No obstante, el Consejo General del Poder Judi-
cial, mediante reglamento, podrá habilitarlos a efectos de otras actuaciones.

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Lugar y tiempo de las actuaciones judiciales

Para la instrucción de las causas criminales, todos los días del año y todas las horas
serán hábiles, sin necesidad de habilitación especial (art. 184.1 LOPJ).
Los días y horas inhábiles podrán habilitarse, con sujeción a lo dispuesto en las leyes
procesales (art. 184.2 LOPJ).
Los juzgados y tribunales celebrarán audiencia pública todos los días hábiles para la
práctica de pruebas, las vistas de los pleitos y causas, la publicación de las sentencias dic-
tadas y demás actos que señale la ley.
Los jueces y presidentes de las audiencias y tribunales, dentro de los límites fijados por
el Consejo General del Poder Judicial, señalarán las horas de audiencia pública que sean
necesarias para garantizar que la tramitación de los procesos se produzca sin indebidas dila-
ciones, y se darán a conocer a través de un edicto fijado ostensiblemente en la parte exte-
rior de las salas de los juzgados y tribunales.
El Acuerdo 1/2005, de 15 de septiembre, del Pleno del Consejo General del Poder
Judicial, por el que se aprueba el Reglamento de Aspectos Accesorios de las Actuaciones
Judiciales, en materia de habilitación de días y horas establece lo siguiente:
1. Los sábados se considerarán días hábiles para atender los siguientes servicios:
a) Guardia de los Juzgados de Instrucción.
b) Oficinas de los órganos jurisdiccionales del orden penal, a los efectos de
información y traslado documental al Juzgado de Guardia de los particula-
res necesarios, en lo relativo a la presentación de sujetos sometidos a requi-
sitoria o busca y captura.
2. En las oficinas de los órganos judiciales podrán llevarse a cabo en sábado activi-
dades no procesales inherentes a la información y atención al público y a fun-
ciones gubernativas cuando así lo acuerden el CGPJ, el Ministerio de Justicia o
las Comunidades Autónomas con competencias en materia de personal y
medios materiales.
3. Los Jueces y Tribunales habilitarán aquellos días y horas inhábiles que sean nece-
sarios para la adecuada y puntual tramitación de los diferentes procesos sin dila-
ciones indebidas.
4. Las horas de audiencia pública que señalaren los Presidentes de los Tribunales y
los Jueces se ajustará a los siguientes límites:
— El límite mínimo de audiencia pública será el de cuatro horas durante todos
los días hábiles.
— Excepcionalmente, cuando las necesidades o circunstancias que concurran
en algún órgano judicial así lo requieran, podrá solicitarse del CGPJ, la
reducción del horario de audiencia pública por tiempo deter-
minado. La propuesta habrá de formularse por el Presidente o
el Juez de forma motivada e incorporando cuantos anteceden-
tes considere oportunos.

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Tramitación Procesal y Administrativa

2.3. Orden jurisdiccional civil


Los artículos 130 y 131 de la LEC 1/2000, de 7 de enero, disponen:

Las actuaciones judiciales habrán de practicarse en días y horas hábiles.

Son días inhábiles a efectos procesales los sábados y domingos, y los días 24 y 31 de
diciembre, los días de fiesta nacional y los festivos a efectos laborales en la respectiva
Comunidad Autónoma o localidad. También serán inhábiles los días del mes de agosto.

Se entiende por horas hábiles las que median desde las ocho de la mañana a las ocho
de la tarde, salvo que la ley, para una actuación concreta, disponga otra cosa.

Para los actos de comunicación y ejecución también se considerarán horas hábiles las
que transcurren desde las ocho hasta las diez de la noche1.

De oficio o a instancia de parte, los tribunales podrán habilitar los días y horas inhá-
biles, cuando hubiere causa urgente que lo exija. Esta habilitación se realizará por los Secre-
tarios Judiciales cuando tuviera por objeto la realización de actuaciones procesales que
deban practicarse en materias de su exclusiva competencia, cuando se tratara de actuacio-
nes por ellos ordenadas o cuando fueran tendentes a dar cumplimiento a las resoluciones
dictadas por los tribunales.

Se considerarán urgentes las actuaciones del tribunal cuya demora pueda causar grave
perjuicio a los interesados o a la buena administración de justicia, o provocar la ineficacia
de una resolución judicial.

Para las actuaciones urgentes a que se refiere el párrafo anterior serán hábiles los días
del mes de agosto, sin necesidad de expresa habilitación. Tampoco será necesaria la habi-
litación para proseguir en horas inhábiles, durante el tiempo indispensable, las actuaciones
urgentes que se hubieren iniciado en horas hábiles.

Contra las resoluciones de habilitación de días y horas inhábiles no se admitirá


recurso alguno.

2.4. Orden jurisdiccional penal


Todos los días y horas del año serán hábiles para la instrucción de las causas criminales,
sin necesidad de habilitación especial (art. 184 LOPJ).

2.5. Registro civil


Son hábiles todos los días y horas del año.

1    Esta regla se aplicará también a los demás órdenes jurisdiccionales (art. 4 LEC).

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Lugar y tiempo de las actuaciones judiciales

EL TIEMPO EN LOS PROCESOS

CÓMPUTO DE PLAZOS DÍAS INHÁBILES HORAS HÁBILES

En días En meses o años

Se excluyen: • Se computan de • Sábados. Desde las ocho de la


fecha a fecha. • Domingos. mañana a las ocho
• Los días inhábiles.
• Si en el mes de de la tarde, salvo que
• El día inicial del • Festivos. la ley establezca otra
vencimiento no
cómputo. • El mes de agosto. cosa.
hay día equivalente
al inicial el plazo • 24 y 31 de diciembre.
termina el ultimo
día de tal mes.
• Último día inhábil,
Son hábiles todos
el plazo se prorroga
los días y horas del
IMPRORROGABLES hasta el primer día
año para:
hábil siguiente.

Las instrucciones Registro Actuaciones


de causas civil. de jurisdicción
criminales. voluntaria.

3. Plazos y términos
3.1. Concepto y regulación legal
Los actos de la relación jurídico-procesal se suceden en el tiempo, desde su constitu-
ción hasta su desenlace. Así, cada acto está condicionado por el anterior y condiciona, a su
vez, el siguiente, de forma que habrán de realizarse, inexcusablemente, en el momento
procesal adecuado. En otro caso, adolecerán de un vicio de nulidad, si bien el art. 242 LOPJ
dispone que las actuaciones realizadas fuera del tiempo establecido “sólo podrán anularse
si lo impusiere la naturaleza del término o plazo”.

El momento en que deben realizarse los actos procesales se establece en nuestro orde-
namiento mediante el mecanismo de los términos, plazos y señalamientos, entendiendo
por estos últimos los que se hacen para las vistas, comparecencias y audiencias.

Aunque la LEC de 1881 no distinguía entre término y plazo, se puede


decir que el primero es el “momento en que debe ser realizado un acto pro-
cesal” y el segundo el “período de tiempo en que ha de ser totalmente reali-
zado un acto procesal”.

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Tramitación Procesal y Administrativa

La LEC 1/2000, de 7 de enero, pretende acentuar la diferencia. Así:

— El art. 132 de la LEC establece que “las actuaciones del proceso se practicarán en
los términos o dentro de los plazos señalados para cada una de ellas.

Cuando no se fije plazo ni término, se entenderá que han de practicarse sin


dilación.

La infracción de lo dispuesto en este artículo por los tribunales y personal al ser-


vicio de la Administración de Justicia de no mediar justa causa será corregida dis-
ciplinariamente con arreglo a lo previsto en la LOPJ, sin perjuicio del derecho de
la parte perjudicada para exigir las demás responsabilidades que procedan”.

— Por su parte, el art. 211 de la Ley de Enjuiciamiento Civil señala que “Las
resoluciones de tribunales y Secretarios judiciales serán dictadas dentro del plazo
que la ley establezca.

La inobservancia del plazo dará lugar a corrección disciplinaria, a no mediar justa


causa, que se hará constar en la resolución”.

3.2. Improrrogabilidad
Tradicionalmente, en nuestro sistema procesal civil se distinguió entre plazos prorro-
gables e improrrogables, pero a partir de la reforma de la anterior LEC de 6 de agosto de
1984 se estableció que “los plazos señalados en dicha ley son improrrogables”, añadiendo
que “transcurrido un plazo procesal se producirá la preclusión y se producirá la pérdida de
la oportunidad de realizar el acto de que se trate” (antiguo art. 306). Actualmente la LEC
de 7 de enero de 2000 sigue la misma línea disponiendo al respecto, en el art. 136: “Trans-
currido el plazo o pasado el término señalado para la realización de un acto procesal de
parte se producirá la preclusión y se perderá la oportunidad de realizar el acto de que se
trate. El secretario judicial dejará constancia del transcurso del plazo por medio de dili-
gencia y acordará lo que proceda o dará cuenta al tribunal a fin de que dicte la resolución
que corresponda”.

Respecto a la improrrogabilidad la LEC previene en su art. 134 que “los plazos esta-
blecidos en esa ley son improrrogables. Podrán, no obstante, interrumpirse los plazos y
demorarse los términos en caso de fuerza mayor que impida cumplirlos, reanudándose su
cómputo en el momento en que hubiera cesado la causa determinante de la interrupción
o demora. La concurrencia de fuerza mayor habrá de ser apreciada por el Secretario judi-
cial mediante decreto, de oficio o a instancia de la parte que la sufrió, con audiencia de las
demás. Contra este decreto podrá interponerse recurso de revisión que producirá efectos
suspensivos.”

Hay que señalar que la ley otorga al órgano jurisdiccional la facultad de


impulsar de oficio el proceso, ya que como dispone el art. 237 de la LOPJ:
“salvo que la Ley disponga otra cosa, se dará de oficio al proceso el curso que
corresponda, dictándose al efecto las resoluciones necesarias”. Precisando el

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Lugar y tiempo de las actuaciones judiciales

art. 179.1 de la LEC que es al Secretario judicial a quien le corresponde dicha función:
“salvo que la Ley disponga otra cosa, el Secretario judicial dará de oficio al proceso el curso
que corresponda, dictando al efecto las resoluciones necesarias”.

3.3. Cómputo de los plazos procesales


Establece el art. 185 de la LOPJ que los plazos procesales se computarán con arreglo
a lo dispuesto en el Código Civil. En los señalados por días quedarán excluidos los inhábi-
les. Si el último día del plazo fuere inhábil, se entenderá prorrogado al primer día hábil
siguiente.
Por su parte, el Código Civil, en su art. 5, dispone: “Siempre que no se establezca otra
cosa, en los plazos señalados por días, a contar de uno determinado, quedará éste exclui-
do del cómputo, el cual deberá empezar en el día siguiente; y si los plazos estuvieren fija-
dos por meses o años, se computarán de fecha a fecha. Cuando en el mes del vencimien-
to no hubiera día equivalente al inicial del cómputo, se entenderá que el plazo expira el
último del mes. En el cómputo civil de los plazos no se excluyen los días inhábiles”.
Finalmente la LEC pormenoriza las reglas sobre el cómputo de los plazos procesales
siguiendo los mismos criterios que fija el Código Civil, en los términos que se exponen a
continuación.
Conviene precisar, sin embargo, que en relación con los plazos se debe distinguir
entre plazos propios e impropios:
— Propios son los concedidos a las partes para realizar un acto procesal; según el ya
examinado art. 136 de la LEC, quien incumple el plazo pierde la oportunidad de
realizar el acto de que se trate (es decir, se produce la preclusión).
— Impropios, en cambio, son los que las leyes conceden al órgano jurisdiccional
para que lleve a cabo una actuación determinada. Cuando no se fije plazo, se
entenderá que las actuaciones deben practicarse sin dilación. El incumplimiento
de estos criterios por parte de los tribunales es determinante de la exigencia de
responsabilidad disciplinaria.
Las reglas sobre el cómputo de los plazos procesales establecidas en la LEC (art. 133),
se pueden sistematizar así:
— Momento inicial del cómputo
• Los plazos comenzarán a correr desde el día siguiente a aquel en que se
hubiere efectuado el acto de comunicación del que la Ley haga depender el
inicio del plazo, y se contará en ellos el día del vencimiento, que expirará a
las veinticuatro horas.
• No obstante, cuando la Ley señale un plazo que comience a
correr desde la finalización de otro, aquel se computará, sin
necesidad de nueva notificación, desde el día siguiente al del
vencimiento de éste.

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Tramitación Procesal y Administrativa

— Cómputo de los plazos señalados por días.


• En el cómputo de los plazos señalados por días se excluirán los inhábiles.
• Para los plazos que se hubiesen señalado en las actuaciones urgentes no se
considerarán inhábiles los días del mes de agosto y sólo se excluirán del
cómputo los sábados, domingos y festivos.
— Cómputo de los plazos señalados por meses o por años.
• Los plazos señalados por meses o por años se computarán de fecha a fecha.
• Cuando en el mes del vencimiento no hubiera día equivalente al inicial del
cómputo, se entenderá que el plazo expira el último del mes.
• Los plazos que concluyan en sábado, domingo u otro día inhábil se
entenderán prorrogados hasta el siguiente hábil.

3.4. La presentación de escritos y el requisito de tiempo


de los actos procesales
En orden a entender cumplido el requisito de tiempo de los actos procesales, la LEC,
en su art. 135, recoge las siguientes reglas relativas a la presentación de los escritos que las
partes dirijan al tribunal:
1. Cuando la presentación de un escrito esté sujeta a plazo, podrá efectuarse hasta
las quince horas del día hábil siguiente al del vencimiento del plazo, en el servi-
cio común procesal creado a tal efecto o, de no existir éste, en la sede del órga-
no judicial.
2. En las actuaciones ante los tribunales civiles, no se admitirá la presentación de
escritos en el Juzgado que preste el servicio de guardia.
3. El funcionario designado para ello estampará en los escritos de iniciación del pro-
cedimiento y de cualesquiera otros cuya presentación esté sujeta a plazo peren-
torio el correspondiente sello en el que se hará constar la Oficina judicial ante la
que se presenta y el día y hora de la presentación.
4. En todo caso, se dará a la parte recibo de los escritos y documentos que presenten
con expresión de la fecha y hora de presentación. También podrá hacerse constar
la recepción de escritos y documentos en copia simple presentada por la parte.
5. Cuando las Oficinas judiciales y los sujetos intervinientes en un proceso dispon-
gan de medios técnicos que permitan el envío y la normal recepción de escritos
iniciadores y demás escritos y documentos, de forma tal que esté garantizada la
autenticidad de la comunicación y quede constancia fehaciente de la remisión y
recepción íntegras y de la fecha en que se hicieren, los escritos y
documentos podrán enviarse por aquellos medios, acusándose reci-
bo del mismo modo y se tendrán por presentados, a efectos de ejer-
cicio de los derechos y de cumplimiento de deberes en la fecha y

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Lugar y tiempo de las actuaciones judiciales

hora que conste en el resguardo acreditativo de su presentación. En caso de que


la presentación tenga lugar en día u hora inhábil a efectos procesales conforme
a la ley, se entenderá efectuada el primer día y hora hábil siguiente.
A efectos de prueba y del cumplimiento de requisitos legales que exijan dispo-
ner de los documentos originales o de copias fehacientes, se estará a lo previsto
en el art. 162.2 de esta Ley.
Cuando la presentación de escritos perentorios dentro de plazo, por los medios
técnicos a que se refiere este apartado, no sea posible por interrupción no plani-
ficada del servicio de comunicaciones telemáticas o electrónicas, el remitente
podrá proceder a su presentación en la Oficina judicial el primer día hábil
siguiente acompañando el justificante de dicha interrupción.
6. En cuanto al traslado de los escritos y documentos, se estará a lo dispuesto en el
Capítulo IV del Título I del Libro II, pero podrá aquél efectuarse, a los procura-
dores o a las demás partes, conforme a lo previsto en el apartado anterior, cuan-
do se cumplan los requisitos que establece.
A la cuestión relativa a la comunicación con la Administración de Justicia por medios electrónicos
también se refiere en términos generales el art. 33 de la Ley 18/2011, de 5 de julio, reguladora del uso de
las tecnologías de la información y la comunicación en la Administración de Justicia, estableciendo las
siguientes reglas:
"1. Los ciudadanos podrán elegir en todo momento la manera de comunicarse con la Adminis-
tración de Justicia, sea o no por medios electrónicos, excepto en aquellos casos en los que una
norma con rango de ley establezca o infiera la utilización de un medio no electrónico.
2. Las comunicaciones a través de medios electrónicos se realizarán, en todo caso, con sujeción
a lo dispuesto en la legislación procesal y serán válidas siempre que exista constancia de la
transmisión y recepción, de sus fechas y del contenido íntegro de las comunicaciones, y se
identifique con la autenticación que sea exigible al remitente y al destinatario de las mismas.
3. Las Administraciones competentes en materia de justicia publicarán, en el correspondiente
«Diario Oficial» y en la propia sede judicial electrónica, aquellos medios electrónicos que los
ciudadanos pueden utilizar en cada supuesto en el ejercicio de su derecho a comunicarse con
las oficinas judiciales.
4. Los requisitos de seguridad e integridad de las comunicaciones se establecerán en cada caso
de forma apropiada al carácter de los datos objeto de aquellas, de acuerdo con criterios de pro-
porcionalidad, conforme a lo dispuesto en la legislación vigente en materia de protección de
datos de carácter personal y en las leyes procesales.
5. Los profesionales de la justicia deberán realizar sus comunicaciones por medios electrónicos
cuando técnicamente estén disponibles.
6. Las oficinas judiciales utilizarán en todo caso medios electrónicos en sus comunicaciones con
otras Administraciones y organismos públicos, salvo imposibilidad legal o material".

3.5. El cómputo de plazos en registros electrónicos

De acuerdo con lo dispuesto en el art. 32 de la Ley 18/2011, de 5 de julio, regulado-


ra del uso de las tecnologías de la información y la comunicación en la Administración de

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Tramitación Procesal y Administrativa

Justicia, los registros electrónicos se regirán a efectos de cómputo de los plazos imputables tanto a los inte-
resados como a las oficinas judiciales por la fecha y hora oficial de la sede judicial electrónica de acceso,
que deberá contar con las medidas de seguridad necesarias para garantizar su integridad y figurar visible.
Los registros electrónicos permitirán la presentación de escritos, documentos y comunicaciones
todos los días del año durante las veinticuatro horas.
A los efectos del cómputo de plazo fijado en días hábiles o naturales, y en lo que se refiere a cum-
plimiento de plazos por los interesados, la presentación, en un día inhábil a efectos procesales conforme a
la ley, se entenderá realizada en la primera hora del primer día hábil siguiente, salvo que una norma per-
mita expresamente la recepción en día inhábil.
El inicio del cómputo de los plazos que hayan de cumplir las oficinas judiciales vendrá determinado
por la fecha y hora de presentación en el propio registro.
Cada sede judicial electrónica en la que esté disponible un registro electrónico determinará, aten-
diendo al ámbito territorial en el que ejerce sus competencias el titular de aquélla, los días que se consi-
derarán inhábiles a los efectos de los párrafos anteriores.

3.6. Referencia a la normativa en materia de plazos procesales en el


orden contencioso-administrativo y en el orden social
También contienen normas relativas a los plazos procesales las leyes reguladoras de la
jurisdicción contencioso-administrativa y de la jurisdicción social.
Así, el art. 128 de la LJCA dispone que los plazos son improrrogables, y una vez trans-
curridos el Secretario judicial correspondiente tendrá por caducado el derecho y por per-
dido el trámite que hubiere dejado de utilizarse. No obstante, se admitirá el escrito que
proceda, y producirá sus efectos legales, si se presentare dentro del día en que se notifique
la resolución, salvo cuando se trate de plazos para preparar o interponer recursos.
Por otra parte, durante el mes de agosto no correrá el plazo para interponer el recur-
so contencioso-administrativo ni ningún otro plazo de los previstos en la Ley salvo para el
procedimiento para la protección de los derechos fundamentales en el que el mes de agos-
to tendrá carácter de hábil.
Por último, en casos de urgencia, o cuando las circunstancias del caso lo hagan nece-
sario, las partes podrán solicitar al órgano jurisdiccional que habilite los días inhábiles en
el procedimiento para la protección de los derechos fundamentales o en el incidente de
suspensión o de adopción de otras medidas cautelares. El Juez o Tribunal oirá a las demás
partes y resolverá por auto en el plazo de tres días, acordando en todo caso la habilitación
cuando su denegación pudiera causar perjuicios irreversibles.
La Ley Reguladora de la Jurisdicción Social también contiene un precepto –su art. 43–
relativo al tiempo en las actuaciones judiciales, ya analizado en el tema correspondiente a
los procedimientos laborales. En parecidos términos se proclama el carácter improrrogable
de los plazos procesales, se precisan las modalidades procesales para las que
son hábiles los días del mes de agosto, y se contempla la posible habilitación
de días y horas inhábiles.

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Lugar y tiempo de las actuaciones judiciales

4. Los términos judiciales en el proceso penal


La LECrim también incluye en sus arts. 197 a 215 unas disposiciones relativas a los
términos en el ámbito del proceso penal.
Así, con carácter general, dispone que:
“Las resoluciones de Jueces, Tribunales y Secretarios Judiciales, y las diligencias judi-
ciales, se dictarán y practicarán dentro de los términos señalados para cada una de ellas.
Cuando no se fije término, se entenderá que han de dictarse y practicarse sin dilación.”
Igualmente, tal como establece la LOPJ, la LECrim señala que todos los días y horas
del año serán hábiles para la instrucción de las causas criminales, sin necesidad de habili-
tación especial.
La improrrogabilidad de los plazos también está expresamente regulada en la LECrim
al establecer que: “Serán improrrogables los términos judiciales cuando la ley no dispon-
ga expresamente lo contrario.
Pero podrán suspenderse o abrirse de nuevo, si fuere posible sin retroceder el jui-
cio del estado en que se halle cuando hubiere causa justa y probada.
Se reputará causa justa la que hubiere hecho imposible dictar la resolución o practicar la
diligencia judicial, independientemente de la voluntad de quienes hubiesen debido hacerlo.”
En relación con el tiempo en que deben adoptarse los principales actos del órgano
judicial, la LECrim establece las siguientes reglas:
— Providencias y diligencias: se dictarán y firmarán inmediatamente que resulte de
las actuaciones la necesidad de dictarlas, o en el mismo día o el siguiente al en
que se hayan presentado las pretensiones sobre que recaigan.
— Autos y decretos: se dictarán y firmarán en el día siguiente al que se hubiesen
entablado las pretensiones que por ellos se hayan de resolver, o hubieren llegado
las actuaciones a estado de que aquéllos sean dictados.
Se exceptúan, sin embargo, los autos, decretos, providencias y diligencias que
deban dictarse en más corto término para no interrumpir el curso del juicio
público, o para no infringir con el retraso alguna disposición legal.
— Sentencias: se dictarán y firmarán dentro de los tres días siguiente al en que
hubiese concluido el juicio. Se exceptúan las sentencias en los juicios sobre fal-
tas, las cuales habrán de dictarse en el mismo día o al siguiente.
Esta última norma general, contenida en el art. 203 de la LECrim, es sin embar-
go, corregida y precisada por el mismo texto legal en posteriores dis-
posiciones al regular los diferentes procedimientos penales. De
modo que hay que entender que la regla de los tres días se aplica-
ría tan solo en el procedimiento ordinario, ya que en el abreviado

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Tramitación Procesal y Administrativa

la sentencia se dicta en cinco días, mientras que en el juicio rápido se dicta en


tres. Finalmente, en el juicio de faltas, de acuerdo con el art. 973 de la propia
LECrim, la sentencia se dictará en el mismo acto y, no siendo posible, dentro de
los tres días siguientes.
A propósito de la dación de cuenta por el secretario, dispone el art. 206 que el secre-
tario dará cuenta al juez o tribunal de todas las pretensiones escritas, en el mismo día en
que le fueren entregadas si esto sucediese antes de las horas de audiencia o durante ella; y
al día siguiente si se le entregaren después.
En todo caso, pondrán al pie de la pretensión, en el acto de recibirla y a presencia de
quien se la entregase una breve nota consignando el día y hora de la entrega, y facilitará al
interesado que lo pidiere documento bastante para acreditarlo.
Asimismo, y en relación con la realización de los actos de comunicación, la LECrim
dispone lo siguiente:
a) Las notificaciones, citaciones y emplazamientos que hubieren de hacerse en la
capital del juzgado o tribunal, se practicarán lo más tarde al siguiente día de dic-
tada resolución que deba ser notificada, o en virtud de la cual se haya de hacer
la citación o emplazamiento.
b) Si las mencionadas diligencias hubieran de practicarse fuera de la capital, el secre-
tario entregará al Oficial de sala o agente (hoy, funcionarios de los Cuerpos de
Gestión Procesal y de Auxilio Judicial) la cédula, o remitirá oficio o entregará a la
parte, según corresponda, el suplicatorio, exhorto o mandamiento, al siguiente
día de dictada la resolución. Estas diligencias se practicarán en un término que
no exceda de un día por cada 20 kilómetros de distancia entre la capital y el
punto en que deban tener lugar.
c) Las demás diligencias judiciales se practicarán en los términos que se fijen para
ello, al dictar la resolución en que se ordenen.
Por último, dispone la Ley que los secretarios tendrán obligación de poner, sin la
menor demora y bajo su responsabilidad, en conocimiento del juez o tribunal el venci-
miento de los términos judiciales, consignándolo así por medio de diligencia.
Transcurrido el término señalado por la ley o por el juez o tribunal, según los casos,
se continuará de oficio el curso de los procedimientos en el estado en que se hallaren.
Si el proceso estuviere en poder de alguna persona, se recogerá sin necesidad de pro-
videncia, bajo la responsabilidad del secretario, con imposición de multa de 0,15 a 1,5
euros a quien diere lugar a la recogida, si no lo entregare en el acto o lo entregare sin des-
pachar cuando estuviere obligado a formular algún dictamen o pretensión. En este segun-
do supuesto, se le señalará por el juez o tribunal un segundo término prudencial; y si,
transcurrido, tampoco devolviese el proceso despachado, la persona a que se
refiere este artículo será procesada como culpable de desobediencia.
También será procesado en este concepto el que, ni aún después de
apremiado con la multa, devolviere el expediente.

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