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CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS

45º PERÍODO DE SESIONES

INFORME DE LA MISIÓN INTERNACIONAL INDEPENDIENTE DE INVESTIGACIÓN


SOBRE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

-El presente informe, presentado al Consejo de Derechos Humanos de conformidad con la resolución 42/25 del
Consejo, de 27 de septiembre de 2019, contiene las conclusiones de la misión internacional independiente de
investigación sobre la República Bolivariana de Venezuela.

-La misión ofrece un panorama general de sus hallazgos con respecto a las ejecuciones extrajudiciales,
desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes,
cometidos en el país desde 2014.

-La Misión elaboró dos informes: el presente informe y un documento ampliado, en el que se proporcionan más
detalles sobre incidencias, análisis y conclusiones.

-Se envió correspondencia oficial al Gobierno en seis ocasiones entre enero y agosto de 2020 y no recibió
respuesta.

-La falta de acceso al país y las restricciones de viaje, llevaron a la misión a tener un enfoque más restringido.
No obstante, se identificaron patrones e incidentes acerca de violaciones del derecho internacional de los
derechos humanos, junto con crímenes de derecho penal nacional e internacional.

-La Misión recolectó datos a través de: entrevistas con víctimas, familiares, abogados y testigos con conocimiento
directo de los hechos; entrevistas con ex funcionarios gubernamentales, policiales, de inteligencia y militares y
otras personas con conocimiento directo de casos o instituciones específicas; entrevistas con miembros actuales
y anteriores del poder judicial; entrevistas con miembros de las fuerzas de seguridad activos; información digital
certificada (videos, imágenes de satélite, fotos o contenido de redes sociales); declaraciones de representantes
gubernamentales a disposición del público; y revisión de las leyes, políticas y directivas venezolanas

-La Misión investigó 223 casos individuales, de los cuales 48 se incluyen como estudios de caso
detallados en el informe completo. Además, examinó otras 2891 denuncias de violaciones de
derechos humanos para corroborar patrones. Debido a limitaciones de tiempo y recursos, la Misión no
pudo investigar todos los contextos que involucraron violaciones relevantes a su mandato, incluidos aquellos del
Arco Minero, y violaciones contra pueblos indígenas.

FACTORES ESTRUCTURALES QUE CONTRIBUYEN A LAS INFRACCIONES

-Las violaciones documentadas en este informe ocurrieron en medio de un colapso gradual de las instituciones
democráticas y del estado de derecho en Venezuela desde 2014.

-Venezuela continúa sufriendo hiperinflación, severa escasez de alimentos y medicinas y una grave crisis
humanitaria, agravada por el Covid-19. Esta situación ha obligado a más de cinco millones de venezolanos,
aproximadamente una sexta parte de la población, a abandonar el país en 2020.

-La Asamblea Nacional, el poder legislativo del Estado, se ha visto obstaculizada continuamente, En septiembre
de 2016, el Tribunal Supremo sostuvo que toda la legislación de la Asamblea Nacional era nula y sin valor.

-Desde agosto de 2017, la Asamblea Nacional Constituyente, convocada por el presidente Maduro en mayo de
2017 y luego establecida por votación popular, ha actuado como una rama legislativa de facto, reemplazando
las funciones de mandato constitucional de la Asamblea Nacional.

-Desde la designación de los jueces del TSJ, en 2015, las decisiones del Tribunal se han alineado con el ejecutivo.
En marzo de 2017, el Tribunal Supremo asumió funciones legislativas levantó la inmunidad parlamentaria de
todos los diputados de la oposición, decisiones que posteriormente revocó parcialmente tras la protesta pública.

-Desde 2014, el Gobierno ha implementado al menos 27 cambios en el marco de seguridad, adoptando leyes,
planes y políticas a través de órdenes ejecutivas o planes ad-hoc, que eluden el proceso legislativo. Muchos de
ellos aumentaron la participación militar en tareas de seguridad ciudadana y permitieron o alentaron a las fuerzas
de seguridad del Estado a coordinarse con “ciudadanos privados” para mantener el orden público.
HALLAZGOS

REPRESIÓN POLÍTICA DIRIGIDA

-En 2014, el movimiento de oposición venezolano intensificó sus esfuerzos para cambiar de Gobierno. Ante
amenazas de desestabilización, el aparato estatal venezolano respondió con tácticas y medidas represivas. De
acuerdo con su metodología, la Misión investigó 110 casos relacionados con estas violaciones, identificando
patrones centrales.

PERFILES DE VÍCTIMAS

-Los principales objetivos de las violaciones eran a menudo críticos del gobierno con un alto perfil público o
personas que representaban una amenaza debido a sus acciones: activistas sociales y líderes políticos al frente
de las protestas, políticos de oposición y disidentes militares acusados de rebelión o conspiración.

-Las agencias de inteligencia también se centraron en otros perfiles que consideraban que desafiaban las
narrativas oficiales, incluidos funcionarios públicos, jueces, fiscales, abogados defensores, defensores de los
derechos humanos, periodistas, blogueros y usuarios de redes sociales seleccionados.

-Familiares, amigos y colegas de los principales objetivos o defensores de los derechos humanos también fueron
blanco de ataques. Las preguntas que hicieron las autoridades a estas personas parecían sugerir que fueron
detenidas para extraer información o ejercer presión sobre los principales objetivos.

-Desde el 1 de enero de 2014 hasta el 15 de julio de 2020, la ONG Foro Penal registró 3.479 casos de detenciones
por motivos políticos, de los cuales 902 (26%) fueron detenciones selectivas (y el resto en el contexto de
protestas).

-A partir de 2014, una primera ola de objetivos incluyó a personas afiliadas a las protestas de La Salida y
asociados. Esto incluyó a líderes de partidos de la oposición, alcaldes de la oposición, activistas de derechos
humanos, usuarios de redes sociales, líderes estudiantiles y personas que se consideraba que estaban en la
primera línea de las manifestaciones. La represión se extendió a líderes políticos y otras personas que adoptaron
posturas críticas contra el Gobierno durante las crisis políticas de 2017 y 2019.

-Seis alcaldes de la oposición fueron detenidos entre abril de 2014 y diciembre de 2017, por períodos que van
desde 72 horas hasta más de cuatro años, por cargos que incluyen rebelión, conspiración y omisión de actos
para prevenir el desorden público. Las familias de los alcaldes de la oposición también se han enfrentado a
ataques.

-En diciembre de 2015, los parlamentarios de la oposición se convirtieron en foco de represión. Desde 2014, la
Corte Suprema ha solicitado que se levante la inmunidad de 32 parlamentarios de la Asamblea Nacional; en 28
de estas decisiones, se acusa a los parlamentarios de encontrarse en “estado permanente” de cometer delitos
en flagrante delito de traición a la patria, conspiración, instigación a la insurrección, rebelión civil, desacato al
tribunal y delitos de odio. Seis miembros de la Asamblea Nacional fueron arrestados y detenidos, y todos menos
uno estuvieron retenidos durante más de dos años.

-Desde 2017, ha habido una serie de arrestos a militares actuales y anteriores presuntamente involucrados en
rebeliones o intentos de golpe de Estado para derrocar al Gobierno de Maduro. A medida que aumentaron las
supuestas conspiraciones, también aumentó el número de actos de operaciones de contrainteligencia en su
contra. A partir de 2018, los civiles vinculados a los objetivos militares, como familiares, amigos y asociados,
también fueron cada vez más víctimas de la represión.
INFRACCIONES

-Los servicios de inteligencia del Estado han jugado un papel integral en los patrones de violaciones cometidas.
Las agencias de inteligencia identificaron objetivos, llevaron a cabo arrestos, detenciones e interrogatorios y
torturaron o trataron inhumanamente a los detenidos. Los detenidos fueron recluidos principalmente en la sede
de los servicios de inteligencia en Caracas, fuera del ámbito del sistema penitenciario.
a. SEBIN

-La Misión investigó 33 casos (donde las víctimas fueron 21 hombres y 12 mujeres) en los que encontró
fundamentos razonables para creer que el SEBIN arrestó, detuvo y / o torturó o maltrató arbitrariamente a
personas por motivos políticos. De estos, 13 se detallan como estudios de casos en el informe completo.
Los arrestos ocurrieron en una variedad de circunstancias: en la casa del arrestado, en lugares públicos o
mientras los arrestados conducían por la carretera. SEBIN registró las casas de los detenidos y confiscó artículos
sin presentar una orden de registro.

-Un ex empleado del SEBIN dijo a la Misión que las órdenes para determinar quiénes serían investigados a
menudo provenían del presidente Maduro y Diosdado Cabello. Las órdenes fueron entregadas al Director General
del SEBIN, quien pasó instrucciones a las direcciones operativas.

-El SEBIN realizó detenciones con frecuencia sin orden judicial, en particular antes de 2019. En varios casos
investigados, los funcionarios del SEBIN utilizaron la fuerza o la violencia durante los arrestos: ingresaron por la
fuerza a las casas, derribando puertas o entrando por las ventanas.

-La Misión tiene motivos razonables para creer que en varios casos el SEBIN falsificó pruebas, incluida la
colocación de pruebas sobre las víctimas, especialmente armas de fuego, y / o distorsionó los resultados de
allanamientos domiciliarios o de automóviles

-La Misión tiene motivos razonables para creer que en varios casos el SEBIN falsificó pruebas y / o distorsionó
los resultados de allanamientos domiciliarios o de automóviles.

-Un patrón común que detectó la Misión fue que funcionarios del régimen de alto nivel hicieron declaraciones
públicas refiriéndose a las detenciones poco antes o poco después de las mismas y comentando sobre la
responsabilidad penal de los acusados.

-Los detenidos fueron trasladados a la sede del SEBIN en Plaza Venezuela o al edificio SEBIN El Helicoide, ambos
en Caracas. Una vez allí, los funcionarios del SEBIN interrogaron a los detenidos sin la presencia de un abogado
y / o se negaron a permitirles contactar con sus abogados cuando se les solicitó.

-La Misión tiene motivos razonables para creer que algunos opositores políticos y personas asociadas con ellos
fueron objeto de desaparición forzada a corto plazo durante el período que se examina. La Misión documentó
casos en los que funcionarios del SEBIN y otras autoridades negaron tener a la persona detenida o dijeron a
familiares y abogados que intentaban localizar a los detenidos que no tenían información. El paradero de los
detenidos permaneció desconocido durante períodos que iban desde unos pocos días (la mayoría de los casos)
hasta varias semanas.

-La Misión encontró motivos razonables para creer que agentes del SEBIN torturaron o sometieron a los
detenidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes. Muchos ex detenidos también fueron testigos de la tortura
de otros detenidos no políticos en las instalaciones del SEBIN.

-Los actos se cometieron generalmente durante los interrogatorios para obtener confesiones o información,
incluidas las contraseñas de teléfonos y redes sociales, o para coaccionar a los detenidos a incriminarse a sí
mismos o a otros, en particular líderes de la oposición de alto perfil, en la comisión de delitos. En el caso del
diputado Juan Requesens, funcionarios del SEBIN presuntamente administraron psicofármacos para inducir una
confesión.

-Los casos examinados por la Misión ocurrieron principalmente entre 2014 y 2018. Entre las técnicas de tortura
que la Misión documentó se encuentran: las posiciones de estrés, asfixia, golpizas, descargas eléctricas,
amenazas de muerte, amenazas de violación contra la víctima y / o familiares, tortura psicológica que incluye
privación sensorial, iluminación constante y frío extremo, y desnudez forzada.

-En siete casos investigados, agentes del SEBIN perpetraron actos de violencia sexual o de género contra
detenidos en un intento de obtener confesiones o información que implicara a otros.

-La Misión investigó el caso de Fernando Albán, quien falleció mientras se encontraba bajo la custodia del SEBIN.
Funcionarios de alto nivel consideraron públicamente la muerte de Fernando Albán como un suicidio, aunque la
evidencia forense suscita dudas sobre esta conclusión. Este examen no aplicó los estándares requeridos por los
Protocolos de Minnesota o Estambul. Su familia no pudo realizar una autopsia independiente ni enterrar su
cadáver, a pesar de las numerosas solicitudes.

-El análisis de los relatos de ex detenidos por parte de la Misión indica que entre 2014 y 2018 se cometieron
torturas en presencia o bajo la supervisión de más altos funcionarios, incluido el Jefe de la Dirección de
Investigaciones Estratégicas y otros comisionados de alto rango de esta unidad.
-Los detenidos políticos pasaron largos periodos en prisión preventiva del SEBIN. En varios casos investigados,
el SEBIN no liberó a los detenidos a pesar de órdenes judiciales que aprobaban su liberación mientras esperaban
el juicio.

-Los detenidos políticos fueron recluidos en uno de los dos edificios del SEBIN, la sede del SEBIN en la Plaza
Venezuela o El Helicoide, a menudo con largos períodos de aislamiento. Las condiciones de detención en estos
edificios eran inadecuadas, llegando en algunos casos al nivel de tortura o tratos crueles, inhumanos o
degradantes.
B. DGCIM

-La Misión investigó 77 casos en los que la DGCIM arrestó, detuvo y torturó a oficiales y ex militares y civiles
asociados a ellos. De estos, ocho se detallan como estudios de caso en el informe completo. Las detenciones de
personal militar y civiles asociados aumentaron en 2017.

-De la información recibida del Foro Penal sobre 339 detenciones de personal militar y civiles asociados se tiene
187 personas continúan detenidas (dos han cumplido íntegramente sus condenas), 61 cuentan con medidas
sustitutivas y 41 han sido puestos en libertad (el estado del resto varía).

-En algunos casos, los funcionarios de la DGCIM al momento del arresto no se identificaron y a menudo se
cubrieron la cara y / o utilizaron alias.

-La DGCIM ha utilizado cada vez más instalaciones no oficiales o clandestinas desde 2018. La Misión documentó
24 casos de tortura ocurridos dentro de estas instalaciones entre 2018 y 2019.

-Funcionarios de la DGCIM no presentaron órdenes de captura y / o no explicaron el motivo de la detención. En


varios casos, hubo una discrepancia entre la fecha del último paradero conocido de la víctima y la fecha oficial
de detención o la fecha oficial en la orden de arresto.

-En cada uno de los casos investigados, horas o días después de las detenciones, altas autoridades
gubernamentales realizaron declaraciones públicas relacionadas con la detención, lesionando el derecho de los
detenidos a la presunción de inocencia.

-Una vez detenidos, se desconocía el paradero de los detenidos durante períodos que iban desde unos pocos
días hasta más de una semana. No se les permitió llamar a sus familiares ni a abogados para informarles sobre
su detención o su paradero. Cuando los familiares se acercaron a las autoridades de las oficinas de la DGCIM no
se les brindó información y en otros se les negó el paradero de la víctima.

-La Misión examinó 77 casos en los que militares y asociados fueron torturados bajo custodia de la DGCIM. Los
actos de tortura por lo general ocurrieron durante los interrogatorios.

-Las preguntas formuladas a los detenidos apuntan a que los hechos se llevaron a cabo para extraer una
confesión, obtener información sobre la participación de otras personas en supuestas conspiraciones y / o
sancionar al detenido. Los casos revisados por la Misión sugieren que los métodos utilizados por los agentes de
la DGCIM para infligir dolor han evolucionado entre 2014 y 2020, con un marcado aumento en los niveles de
violencia desde 2017.

-Algunos de los actos de tortura realizados por los miembros del DGCIM resultaron en lesiones físicas graves y
/ o permanentes, tales como la pérdida de funciones sensoriales o motoras, lesiones reproductivas, aborto
espontáneo, sangre en la orina y costillas rotas. Estos actos también resultaron en graves traumas psicológicos
y depresión. El ex capitán Rafael Acosta Arévalo falleció bajo custodia de la DGCIM. La Misión tiene motivos
razonables para creer que su muerte fue resultado de tortura.

-En tres casos investigados por la Misión, la DGCIM perpetró actos de violencia sexual o de género contra
militares detenidos durante el interrogatorio para degradarlos, humillarlos o castigarlos. Los custodios masculinos
amenazaron con violar a los detenidos con objetos puntiagudos y en un caso violaron a un detenido.

-En la mayoría de los casos investigados, las víctimas no fueron llevadas ante un profesional médico antes de
su comparecencia inicial ante el tribunal.
-Después de las comparecencias iniciales ante el tribunal, los detenidos permanecieron en prisión preventiva en
una de varias instalaciones, aunque con mayor frecuencia en la DGCIM de Boleíta o en la prisión militar de Ramo
Verde. En muchos casos, especialmente en la DGCIM de Boleíta, las condiciones eran lo suficientemente
precarias como para constituir tortura o trato cruel, inhumano y degradante.

-En algunos casos examinados, las personas también fueron sometidas a torturas mientras estaban detenidas
en espera de juicio en uno de varios centros de detención.
C. EL SISTEMA DE JUSTICIA

-La Misión constató que algunos fiscales y jueces desempeñaron un papel directo en los casos que constituyen
detenciones arbitrarias.

-En diversas etapas procesales, el Estado no aportó prueba fehaciente que sustente la participación de los
imputados en la comisión de hechos punibles. Más tarde se reveló que las acusaciones contra los acusados eran
falsas o estaban basadas en pruebas manipuladas. Las confesiones se extrajeron sin la presencia de un abogado
o bajo coacción. Los civiles también fueron imputados por delitos militares y contenidos dentro del Código
Orgánico de Justicia Militar.

-El incumplimiento de los plazos procesales establecidos en el Código Procesal Penal fue sistemático. Estos
retrasos dieron lugar a períodos prolongados de detención preventiva, durante dos años en muchos casos.

-Todos los casos examinados revelaron violaciones recurrentes de las garantías del debido proceso en los
estándares nacionales e internacionales. Los detenidos políticos y militares también se enfrentaron a injerencias
en el derecho a una defensa adecuada y un abogado de su elección.

-Cuando los acusados pudieron obtener la representación de abogados privados, la capacidad del abogado para
preparar una defensa adecuada se vio obstaculizada porque los abogados no recibieron los documentos
esenciales, no se informaron de las fechas de audiencia, limitaciones en las visitas a sus clientes y / o sufrían
diversas formas de hostigamiento e intimidación contra ellos o sus familias.

-La Misión constató que en muchos casos se eludían los procesos de distribución de casos para asegurar que los
casos fueran asignados a fiscales y jueces específicos.

-Tradicionalmente, ha habido una interpretación restrictiva de la jurisdicción militar. Sin embargo, especialmente
desde abril de 2017, el análisis de los casos por parte de la Misión reveló un uso cada vez más frecuente de la
jurisdicción militar para procesar y juzgar a civiles.

-Las autoridades judiciales se negaron a ordenar investigaciones sobre denuncias de tortura, incluso en los casos
en que las víctimas comparecieron ante el tribunal con claros signos de maltrato o declararon durante las
audiencias que habían sido torturadas.

VIOLACIONES EN UN CONTROL SOCIAL O CONTEXTO DE SEGURIDAD

ANTECEDENTES

-Las violaciones de derechos humanos que la Misión tenía el mandato de investigar, en particular las ejecuciones
extrajudiciales, también se produjeron en el contexto de operaciones de seguridad. Se trataba de operaciones
policiales y / o militares destinadas a combatir la delincuencia, que dieron lugar a un elevado número de
ejecuciones extrajudiciales de personas percibidas como delincuentes.

-A pesar de la CRBV indican que el derecho a la vida es inviolable, las leyes orgánicas de las distintas fuerzas
policiales, incluidas la PNB y el CICPC permiten el uso de fuerza letal si es necesario.

-La Misión solicitó información al régimen sobre el avance de las investigaciones sobre homicidios cometidos por
las fuerzas de seguridad del Estado. En el momento de redactar este informe, no ha recibido respuesta. La gran
mayoría de los casos de homicidios cometidos por las fuerzas de seguridad no han sido procesados.

-El informe comenta que desde julio de 2015 hasta julio de 2017 el régimen creo las OLP con el objetivo de
liberar territorios de la actividad criminal, pero aseguran que “hay indicios de que fueron un esfuerzo por ganar
popularidad electoral”.
-La FFM asegura que de los 140 casos revisados “la mayoría ocurrieron en Caracas, Miranda y Carabobo”. “La
mayoría de las personas asesinadas en los casos investigados no tenían antecedentes penales ni órdenes de
arresto pendientes en su contra”.
ASESINATOS EN OLP / OLHP

-El informe asegura que “hay motivos razonables” para creer que las OLP cometieron ejecuciones extrajudiciales,
arrestos y detenciones arbitrarias. El Ministerio Público identificó que 505 personas fueron asesinadas durante
estos operativos.

-Aseguran que existe un patrón que afirma que las muertes ocurrieron como resultados de enfrentamientos o
resistencia a la autoridad, pero en los relatos de los familiares y testigos, se afirma que la última vez que vieron
a la víctima estaba con vida.

-Se demostró que las víctimas recibieron “disparos fatales en áreas vitales, a veces a quemarropa”. Esto sugiere
que los funcionarios no intentaron emplear métodos no letales de control o moderación antes del uso de la
fuerza letal. Además no se informó de la muerte de ningún funcionario, “lo que hace que los enfrentamientos
armados parezcan poco probables”.

-En su informe, la FFM también asegura que “hay motivos razonables” para creer que se simularon los
enfrentamientos, así como plantar armas, disparar contra las paredes de las casas para “que se había producido
un tiroteo”.

-El MP aseguró que entre julio de 2015 y marzo de 2017 detuvieron a 2.911 persona. Por su parte, la organización
Provea asegura haber documentado 15.946 arrestos en el contexto de OLP solo en el año 2015.

-“La Misión también documentó detenciones temporales de familiares de víctimas asesinadas, en particular
mujeres, niños y ancianos, quienes fueron desalojados por la fuerza o detenidos por breves períodos”.

-También aseguran que durante estas “misiones” los funcionarios entraban a las casa e incautaban artículos
personales sin ningún tipo de orden de registro. Testigos y víctimas denunciaron que destruían muebles y se
robaban pertenencias como celulares, computadoras y efectivo.

-“Las víctimas de las ejecuciones y detenciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad eran en su inmensa
mayoría hombres jóvenes”; y en su mayoría, las mujeres eran las que presentaban las denuncias de asesinato
o buscaban información sobre el paradero de la víctima.

OTRAS EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES POR PARTE DE LAS FUERZAS POLICIALES

-“Existen motivos razonables para creer que agentes de dos ramas de la policía, la PNB / FAES y la CICPC,
cometieron ejecuciones extrajudiciales durante operaciones de seguridad fuera del contexto de las OLP / OLHP”,
aseguran en su informe.

-Las FAES fue creada en abril de 2016 como una fuerza táctica dentro de la PNB. La FFM investigó 11 casos de
18 ejecuciones extrajudiciales, así como denuncias de la prensa desde 2014 hasta 2019. Contó 2417 incidentes
que involucraron 4681 muertes fuera del contexto de las OLP.

-Las investigaciones revelaron que el CICPC y las FAES fueron responsables del 69% de los homicidios cometidos
entre los años documentados y estos responden administrativa y funcionalmente del Ministerio del Interior. La
mayoría de las víctimas eran hombres jóvenes.

-En el informe se asegura que los operativos se llevaban a cabo temprano en la mañana o tarde en la noche.
Además, para asegurarse que no hubiera testigos los funcionarios sacaban a los familiares de las víctimas de
sus casas y las víctimas eran aisladas en lugares separados.

-Una fuente con conocimiento interno aseguró a la Misión que luego de verificar los antecedentes de la víctima
el jefe de la operación podía solicitar y recibir “luz verde para matar”. Esta luz verde se conoce con el código
“Ochenta (80)”.

-“La Misión documentó un patrón de disparos a quemarropa en áreas vitales, incluida la cabeza y el tórax, con
uno o dos disparos”. Un ex oficial entrevistado por la FFM aseguró que “hay un triángulo desde el pecho de la
víctima hacia arriba donde se permite disparar a la gente”.
-Así como en las OLP, la Misión identificó que los funcionarios alteraron escenas del crimen, trataban de encubrir
asesinatos, destruían evidencia forense, simulaban enfrentamientos, plantaban armas y trasladaban a la víctima
a hospitales, incluso si la persona ya estaba muerta.

-Funcionarios han corroborado estos testimonios y confirman “prácticas de simulación de aparente


enfrentamiento”. También han publicado o confirmado información en sitios de noticias sobre dichos asesinatos.

VIOLACIONES EN EL CONTEXTO DE PROTESTAS

-Según cifras del OVCS, de enero de 2014 a diciembre de 2019 se llevaron a cabo 61.295 protestas. “Los períodos
de especial intensidad fueron febrero a abril de 2014, abril a julio de 2017 y enero a febrero de 2019. La FFM
priorizó la investigación en estos periodos.

-De las protestas que la Misión revisó, 13 de ellas involucraron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas
de seguridad del Estado. Aseguran que los funcionarios dispararon lacrimógenas, perdigones y el uso de
“camiones hidrantes usados”.

-“La Misión revisó más de 70 videos filmados en manifestaciones, ninguno de los cuales dio indicios de que las
fuerzas de seguridad del Estado intentaran medidas no violentas, como diálogos o advertencias, antes de tomar
estas medidas”, aseguran en su informe.

-Desde 2014, la estructura de mando que respondía a las protestas se militarizó cada vez más. En abril de 2017,
con el Plan Zamora se permite una respuesta militar en protestas y contra diferentes categorías de enemigos
percibidos.

-El informe afirma la militarización en las protestas, cada vez más, desde el 2014 hasta los periodos revisados.
Incluso, es señalado la intervención paramilitar, de colectivos y grupos armados en las tareas de seguridad,
protestas y manifestaciones.
DETENCIONES ARBITRARIAS Y PREOCUPACIONES SOBRE EL DEBIDO PROCESO

-La Misión tiene motivos razonables para creer que durante las protestas en los períodos revisados se produjeron
detenciones arbitrarias recurrentes de manifestantes en violación de su derecho a la libertad y seguridad.

-Debido a la ausencia de estadísticas oficiales, las organizaciones de la sociedad civil han intentado rastrear el
número de arrestos en el contexto de las protestas, identificando entre 3.459 y 3.696 en 2014, entre 2.553 y
5.549 en 2017 y aproximadamente 2.252 en 2019.

-Se mantuvo a los detenidos en régimen de incomunicación antes de ser llevados ante un juez, sin poder ponerse
en contacto con familiares y abogados. En la mayoría de los casos, los detenidos no fueron informados de los
motivos de su detención hasta que fueron llevados ante un juez para la comparecencia inicial ante el tribunal,
que a menudo se llevó a cabo más allá de las 48 horas posteriores a la detención exigidas por la Constitución.

-Los delitos más comunes imputados bajo la jurisdicción civil fueron la incitación pública, instigación a cometer
un delito, asociación criminal y obstrucción de la vía pública. La Misión tiene motivos razonables para creer que
en algunos casos los cargos se basaron en información introducida o fabricada por las fuerzas de seguridad.

-La Misión entrevistó a un testigo que trabajó durante más de diez años en los servicios de inteligencia en
Venezuela, quien manifestó que “hubo momentos en que hubo intervenciones contra estudiantes, pero no había
mérito para hacerlo, entonces [la GNB] tuvo que sembrar información”.

-En 2017, muchos manifestantes detenidos fueron procesados bajo la jurisdicción militar. Los cargos más
comunes fueron los delitos de atentado al centinela (delito militar que implica el atentado a un guardia militar,
que conlleva una pena de 14 a 20 años de prisión), rebelión y daños a las instalaciones de las fuerzas armadas.

-La Misión constató que la independencia judicial comprometida y la injerencia del poder ejecutivo en los
procesos judiciales contribuían a la detención arbitraria de manifestantes. Un ex juez dijo que “La presión fue
tremenda durante esos días [2014] y también lo fue el miedo a las represalias”.
TORTURA Y TRATOS CRUELES, INHUMANOS O DEGRADANTES

-La Misión tiene motivos razonables para creer que las fuerzas de seguridad, incluidas la GNB, PNB y SEBIN,
sometieron a los manifestantes a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes durante los períodos
examinados.

-Los detenidos sufrieron malos tratos y torturas durante el arresto y el traslado a los centros de detención, así
como durante la detención.

-La Misión constató que los actos de tortura o malos tratos infligidos a las personas arrestadas y detenidas en
las protestas incluyeron golpizas, descargas eléctricas, ser forzados a posiciones de estrés, exposición a gases
lacrimógenos en áreas cerradas, violencia sexual y de género y / o tortura psicológica y malos tratos.

-En muchos casos, los entrevistados relataron que los agentes de seguridad les obligaron a firmar documentos
que decían que se habían respetado sus derechos y que no habían sido maltratados durante la detención.

HOMICIDIOS EN PROTESTAS

-La Misión tiene motivos razonables para creer que en los casos investigados no se respetaron las normas
internacionales y nacionales sobre el uso de la fuerza, provocando privaciones arbitrarias de la vida.

-El Ministerio Público reportó 43 muertos en las protestas de 2014 y 124 (entre abril y julio) de 2017. Según las
ONG, entre 41y 61 personas murieron en protestas en enero y febrero de 2019.

-Diferentes fuerzas de seguridad fueron responsables de los homicidios, la mayoría de las veces la GNB, seguida
de la PNB, la policía local, otros miembros de la FANB y el SEBIN y siete casos en los que colectivos, grupos
ciudadanos armados, fueron responsables de utilizar armas letales que mataron a manifestantes.

RESPONSABILIDADES

-La Misión tiene motivos razonables para creer que los actos y conductas descritos en este informe equivalen a
ejecuciones arbitrarias, incluidas ejecuciones extrajudiciales, tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos
o degradantes, incluida la violencia sexual y de género, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias, en
violación de la legislación nacional de Venezuela y las obligaciones internacionales.

-Las violaciones de derechos humanos y los delitos investigados por la Misión y descritos en este informe dan
lugar tanto a la responsabilidad del Estado como a la responsabilidad penal individual, ya sea en el derecho
penal nacional, internacional o en ambos.

-El Estado tiene la obligación de prevenir las violaciones de derechos humanos y garantizar recursos accesibles
y efectivos a las personas cuando se produzcan, el hecho de que el Estado no investigue y procese a los autores
de tales violaciones genera en sí mismo un incumplimiento separado de las obligaciones internacionales de
derechos humanos.
HALLAZGOS POR CONTEXTO

- Con respecto a las violaciones cometidas por los servicios de inteligencia contra disidentes políticos y militares
seleccionados, la Misión ha registrado en su base de datos los nombres de los oficiales identificados por las
víctimas como directamente responsables de las violaciones y crímenes cometidos. La Misión también tiene
motivos razonables para creer que autoridades de alto nivel dentro del SEBIN y la DGCIM cometieron, ordenaron
o contribuyeron a violaciones, o sabían que subordinados las estaban cometiendo y, teniendo la autoridad para
hacerlo, no las previnieron ni reprimieron.

-En relación a las violaciones y delitos cometidos durante las OLP / OLHP, la Misión constató que las ejecuciones
extrajudiciales fueron cometidas por oficiales del ejército, policía e inteligencia, quienes actuaron de manera
conjunta. Además, la Misión tiene motivos razonables para creer que los superiores y comandantes policiales y
militares conocían o debían haber tenido conocimiento de las violaciones cometidas durante las operaciones y,
habiendo tenido un mando y control efectivos, no tomaron las medidas adecuadas para prevenirlas y reprimirlas.

-En cuanto a las ejecuciones extrajudiciales cometidas por la PNB / FAES y el CICPC, la Misión tiene motivos
razonables para creer que ciertas autoridades de alto nivel tuvieron conocimiento y contribuyeron a la comisión
de estos delitos.
-En cuanto a las violaciones de derechos humanos en el marco de las protestas, en los casos investigados, la
Misión ha recabado información sobre personas y unidades presuntamente involucradas en la comisión de
detenciones arbitrarias, torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes y privaciones arbitrarias de la vida,
en varios niveles de la cadena de mando, incluidos los niveles táctico, operativo, estratégico y político.

RESPONSABILIDAD PENAL INDIVIDUAL

-La Misión tiene motivos razonables para creer que la mayoría de las violaciones y crímenes documentados en
este informe se cometieron como parte de un ataque generalizado y sistemático dirigido contra una población
civil.

-La Misión tiene motivos razonables para creer que se cometieron en Venezuela los siguientes crímenes de lesa
humanidad en el período que se examina: asesinato, encarcelamiento y otras privaciones graves de la libertad
física, tortura, violación y otras formas de violencia sexual, desaparición forzada, y otros actos inhumanos de
carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o lesiones graves en el cuerpo o la salud
mental o física.

-Todas las violaciones y delitos documentados en este informe dan lugar a responsabilidad penal individual, ya
sea como delitos de lesa humanidad o bien como delitos diferenciados establecidos en la legislación nacional, o
ambos.

-Las autoridades brindaron contribuciones esenciales, incluidos los recursos materiales, logísticos y humanos
necesarios para las operaciones de seguridad e inteligencia que, como se documenta en este informe, dieron
lugar a la comisión de delitos.

-La Misión tiene fundamentos razonables para creer que tanto el Presidente como los Ministros del Poder Popular
para Relaciones Interiores, Justicia y Paz y Defensa, ordenaron o contribuyeron a la comisión de los delitos
documentados en este informe, y teniendo la capacidad efectiva de hacerlo, no tomó medidas preventivas y
represivas.

-Sobre la responsabilidad de los violadores de DDHH, el informe afirma: “Los autores directos de los delitos
documentados en este informe son responsables de sus actos y deben ser debidamente investigados”.

RECOMENDACIONES

-En el informe completo, la Misión hace 65 recomendaciones detalladas sobre las medidas que deben tomarse
para abordar las violaciones y crímenes documentados, incluidos los factores estructurales que contribuyen a
las violaciones. La Misión recomienda que la República Bolivariana de Venezuela lleve a cabo de inmediato
investigaciones rápidas, efectivas, exhaustivas, independientes, imparciales y transparentes sobre las violaciones
de derechos humanos y los crímenes descritos en el presente informe, haciendo que los perpetradores rindan
cuentas de conformidad con las normas y estándares internacionales de derechos humanos y brindar justicia y
reparación a las víctimas.

-La Misión también presenta recomendaciones a la comunidad internacional, incluyendo que los Estados deberían
considerar la posibilidad de iniciar acciones legales contra los responsables de las violaciones y crímenes
identificados en el informe. El informe recomienda que, en su consideración de los casos, la Fiscalía de la Corte
Penal Internacional tenga en cuenta las necesidades de las víctimas de que se haga justicia oportunamente.

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