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En esta condición, el animal no mostrará signos de comportamiento del estro, aunque los
síntomas fisiológicos del calor estarán presentes. Aunque el patrón general de
comportamiento sexual es casi similar en bovinos y búfalos, la intensidad de la expresión
de los signos de comportamiento del estro en los búfalos es notablemente menos
pronunciada, especialmente durante los meses de verano, ya que los búfalos son
relativamente ineficientes para mantener su termorregulación bajo un aumento de la
temperatura ambiental y en Alta humedad relativa. Por esta razón, los búfalos están en
constante estrés por calor durante los veranos, lo que provoca la supresión de los signos
de comportamiento del estro. El signo conductual del calor, como el bramido, puede estar
ausente y, por lo tanto, el calor se denomina silencioso. Además de esto, los otros signos
de comportamiento del estro, como montar a otros animales y permitir que otros
animales monten, la inquietud también se puede expresar en una intensidad muy
disminuida.
La vulva del búfalo en celo estará ligeramente hinchada y de color ligeramente rojo, así
como un hilo de moco que se encuentra colgando de la vulva o presente dentro de los
labios vulvares es un signo seguro de calor en la temporada de verano. Sin embargo, los
signos de comportamiento del estro son más pronunciados durante las horas más frías del
día, especialmente durante la mañana y la noche. Por lo tanto, el búfalo en celo se puede
detectar haciendo desfilar un toro durante estos períodos y también mediante la
observación cercana de una persona entrenada durante las primeras horas de la mañana.
Se ha encontrado que la incidencia del calor silencioso es mayor en vacas y búfalos, a los
que no se les permitía pastar ni hacer ejercicio, y que se mantenían en pisos de concreto.
Los animales que no reciben suficientes medidas de protección contra los extremos del
clima son los que más sufren.
Solución
Este problema puede superarse eliminando diferentes restricciones, como permitir que
los animales pastan o dejarlos sueltos durante unas horas donde los animales han sido
atados. Debe haber una provisión de pisos no resbaladizos para facilitar la actividad de
montaje de las vacas que están en celo. En la temporada de verano, se debe rociar agua
sobre el cuerpo de los animales durante 5-10 minutos dos veces o tres veces al día o
permitirles revolcarse durante dos horas al día por la mañana y por la noche para aliviar el
impacto del estrés por calor. En una gran granja lechera organizada, se encuentra que el
sistema de enfriamiento instalado dentro del cobertizo es muy efectivo para mantener el
comportamiento normal del estro de búfalos y vacas cruzadas. Si el techo está hecho de
asbesto o láminas de hierro, extienda un poco de paja de arroz sobre él para humedecerlo
rociando agua. Los animales deben ser alimentados con forraje verde y la alimentación
debe hacerse durante las horas frescas del día. Durante el verano, el consumo de alimento
del animal se reduce, por lo que la calidad de la ración debe mejorarse para satisfacer sus
necesidades fisiológicas. Además de esto, debería haber métodos mejorados o eficientes
de detección de calor. Una combinación de métodos es mejor que confiar en un solo
método de detección de calor. La observación visual debe ser realizada por personas
capacitadas durante las horas más frías del día, especialmente durante la mañana y al
anochecer, ya que los signos de comportamiento del estro son más pronunciados durante
este período. Desfile de toro teasure / vasectomizado durante la mañana temprano y
tarde en la noche.
Detección de calor
Un toro siempre notará una vaca en celo y la servirá si no hay límites entre el toro y la
vaca. Muchas vacas tienen signos de calor que son difíciles de notar para los humanos. Los
signos de calor que los humanos pueden ver son: