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CURSOS BIBLICO

A DISTANCI

&I8WO&IOO&N¥'EA DEE* A. 9

Antonio Gonzalez Lamadri


CONTENIDO

Pâgs.

Iritrc5uceion general ... ... . . 9

HISTORIC DEUTE TIONOMISTA

Introduccifin . . ... . . . ... ... .. . 13


ElDeuteronomio . . .. . . . ... 17
1. Punto focal de la historia deuteronomista. 19
2. Principios teologicos del Deuteronomio 21
3. Examen de la historia a la luz de los prin-
cipios teologicos del Deuteronomio 27
4. Llamamiento a la conversifin 46
s. Llamamiento a la esperanza 52

HisTOR IA CRONISTICA

Introduccion ... 61
1. Plan y contenido 63
2. F’uentes 68
3. Traba jo redaccional del cronista ... 71
4. La historia del cronista, una teologia 77
5. Punto focal de la historia cronistica 87
6. Esperanzas mesianicas del cronista 89

HiSTORIA EPISODICA ... ... ... ... 91


...
[C] PPC. Edicabi. 93
Editorial PPC. 1971. I. Tobias .
Acebo, 54.—Madrid-16.—Teléfono 259 23 00.
98
Nihil obstat: Dr. Lamberto de Echeverria. Censor. II. Judit 106
Imprimatur: Constancio Palomo. Viczrio General. III. Ester ... 114
Salamanca, 21 de marzo de 1972.
Printed in Spain. Impreso en España. IV. Jonas ... 124
Deposito legal: M. 9.020.-1972.
Impreso en Marsiega, S. A.—Acebo, 54.—Madrid-16. V. Rut ... ... ... ..
NOTA BIBLIOGRAFICA

L. ARNALDICI-f: Ett›ros liistorico8 (Manual Biblico, vol.


II Editorial Casa de la Biblia.— J. Garcia Morato, 20. I

No solamente recomiendo este libro, sino que lo juzgo


tener una vision completa de los quince libros biblicos c
histories Deuteronomista, Cronistica y Episédica. En e
ciculo yo he omitido lo que el alumno puede eneontra
Biblico y he desarrollado aquellos aspectos teolégicos
toean en el Manual.

El modo, por lo tanto, de estudiar la presente asi


ser el siguiente:

1. Leer Io que dice el Mamial Biblico de cada uni


libros que aqui se tratan.

2. Estudiar este fascieulo, en el que se desarrollai


plitud los aspectos de los libros biblicos, pero agrupa‹
bloques, segun fueron concebidos por los autores origin
En el Antiguo Te8tamento encontramos diversa8
sintesis o panoramas lii8lâricos que cttbren periodos
mâ8 o menos largos de ta historic de Israet. Tenemo8
las lres grander tradioiones, que tunieron atgñn dia
vida independiente, pero que acIuatmen!e se hallati
integradas en el Pentateuco : has Historias Yavista,
Elohista y Sacerdotal, res cuates tratan de los origenes
det pueblo elegido; doc de ella8 se ramontan inctu8o a
los origenes det cosmas y de la humnnidad. L Histo-
ria Deuteronomista (Dt, Jos, Jue, 1/2 Sam, 1/2 ne)
toma el Wto de los acontecimientos en risperas de la
enlrada de Israel en Canaân y to conttnña Oslo et
destierro en Babilonia. la llamada Historia Cronistica
(1/2 Cron, Esd-NeIi) es la mâs Pasta de todas: a des-
de Adam, podre de la humaniclad, Itasta Esdras, co-
mienzos del s. IV a. J. C. Dentro del género Iii8torico,
hobr(a que cotocar, en parte, las r(s(ones del fibro de
Denied, pue8to que se trata de recapitulaciones histo-
ricas de caracter apocaliptico, que tratan de encua-
drar et reino mesiânico en eI morco de low grander
imperios medio-orientates. Nos libros de los Macabeos,
que oubren cuarenta años de liistoria (175-134 a. J.
C.), describe rz to Lucia det puebto judio por consernor
su fibertod religioso y polftico ]reztte a to in »osiâzz y
per- seczzcion he!énico. Nos tibros de 'Z'obios, Audit,
Ester, Jonâs y Rub norman un bloque Iiteror(o
liomogéneo, que podemos colocar bajo el titulo general
de Historia Episddica. Los personojes que dan nombre
o estoz
tibros protagonizan otros tantos episodios aparefz te -
mente htsioricos, eneuadrados en dtsiintos mod
euros de la historic ‹fe Israet.
Conoiene subrayar ya âesde aqu2 eI carâcter teo-
1ogico de toda la historiografia bzb/ico. Nos autores
sagrados fzo enocan et pasado por /Tfzes pur amente
his- târicos, sizzo com t/ na intencionalidad teolâgica.
Reeu- rren a la /ztsforio como medio o »ehicuIo para
ezponer tesis teolâgicas. Como zeremos en et presente
es/tzd7o sobre la z/istoria Deuteronomista, la
Crorzistica y la Zpisodica, mâs que de recapitulaciones o
panoramas
/zistJr2cos, /zobrio que hob/or de szrz/esis o esbozos teo-
logicos.

HISTORIA DEUTERONOMISTA
INTRODUCCION

La critica literaria moderna habia ya deseubierto


las huellas de la eseuela deuteronomista en los libros
que van de Josué a 2 Reyes. Min coneedérsele mayor
trascendencia, este hecho se explicaba diciendo que
un redaetor deuteronomista habia revisado y reto-
cado dichos libros. El 8 de julio de 1942 M. Noth hizo
una exposicifin muy distinta de los hechos ante la Zfo-
nigsberger Gelelirten Gescifscho/t. No se trataba de
simples adiciones y retoques superficiales añadidos a
libros ya existentes, sino que la influencia y aporta-
eion deuteronomista se colocaba en un nivel mas pro -
fundo. Segun M. Noth, no se trataba de simples redac-
tores, sino de verdaderos autores deuteronomistas.
Ademâs, Jos-2 Re no se debian considerar como libros
independientes unos de otros, sino que formaban par-
te de un todo a1 que debia añadirse también el Deu-
teronomio. Es decir, los siete libros que van desde el
Dt a 2 Re forman una sola obra compuesta por un
solo autor o escuela de autores. M. Noth ealifica esta
obra como “el monumento historico mas importante
de la historiografia oriental y la sintesis historica mas
antigua de la historia universal de la humanidad”.
Como se ve, la Historia Deuteronomista (— I3Dta)
eubre easi setecientos años de historia, el tiempo que
va desde las visperas de entrar en la tierra prometida
hasta unos años después de haberla abandonado por
causa del destierro. La HDta habria sido comp.uesta
en Mispa hacia el año 550 a. J. C.

13
Tradiciones anteriores
En la HDta se distinguen dos clases de Elias, Eliseo e Isaias esparcidos a lo largo de 1-2
material: Re).
a) tradiciones antiguas, que el autor De una manera mas concreta y siguiendo e1
deuteronomista tuvo a su disposicifin a manera orden
de fuentes, y b) partes redaccionales propias
del mismo autor. 14
Dentro del margen hipotético que
siampre acorn- patron a las cuestiones
critico-literarias, podemos dis- tinguir las
siguientes fuentes:
— Relatos o/retries.—El Dta tuvo, sin
duda, a su disposieifin relates y fuentes
oficiales. Por ejemplo, para 2 Sum 8, 16-18;
20, 23-26; 23, 8-39 tuvo, sin duda, a mano
listas de altos dignatarios y oficiales de David.
En Jos 15-19 se emplean datos oficiales sobre
la deli- mitacion y fronteras de las tribus, asi
como listas de comarcas y lugares. E1 relato
sobre la renovaeion de la alianza por Josias (2
Re 22, 3-20; 23, 1-3. 2-23) esta tornado de las
Memorial oJioiale8. La historia de los reyes,
tanto de Judi como de Israel, no hubiera sido
posible sin el acceso del autor a los Anales y
CronicaS de la corte.
— Material liistârico no o/ictaL—Dispuso
también de fuentes mas populares, en algunos
casos transmiti- das ineluso por via oral. Entre
estas fuentes no ofieia- les cabria incluir el
relato de due 9 sobre el reinado de Abimelec y
la Historia de la Ascension de David (1 Sam
16; 2 Sam 5). De calidad superior es la
Historic de la Sucesion be David (2 Sam 9-20;
1 Ite 1-2). Err otras ocasiones nos encontramos
con material mas po- pular: anécdotas (v. gr.
due 15, 1-8; 16, 1-3; 2 Sam 23, 8-22) ; sagas y
leyendas épicas sobre los caudillos de Is- rael
(v. gr. Jos 1-11; Jue 3-1fi; 1 Sam 11; 13-14;
17); no- rraciones etiolâgicas toponimicas
cultuales (v. gr. Jue 6, 11-24), sagradas (v. gr. l
Sam 1-4). Relatos proJéti- cos (los ciclos de
de los libros, podemos distinguir las siguientes
fuentes: El Dta no es un mero eoleccionador de
tradieiones. Ha trabajado, ciertamente, sobre
Deuteronomio: El “Libro de la Ley” o
material preexisten - te, pero ha realizado un
“Doe.umento de la Alianza”, que
trabajo de seleecion, la estruc- turado sus
corresponde fundamentalmente a Dt 5-28.
fuentes segun un plan historieo y teolñgi- co
Josué: Relatos etiologicos populares para preestablecido per él, y, sobre todo, ha
la prime- ra parte del libro (cc. 1-12), y listas ensamblado
geograficas para la segunda parte (cc. 13- todo el con junto en un armazñn de discursos y
21). reflexio- nes, originates suyos, que son los
que dan sentido y
7ueces: Historias de heroes y noticias
unidad a toda la obra. Generalmente, el Dta
breves sobre jueees locales. express su pensamiento historico-teologico a
Sotnuel: Tradiciones relativas a Paul; través de discur- sos que pone en boca de los
Historias ‹Ie la Ascension y de la Sueesion al protagonistas de la histo- ria de Israel. Otras
trono de David; tra- dieiones sobre las veces Io vierte en Korma de refle- stones
aventuras y desventuras del Area. personales.
ftepes: Anales de 8alomñn; crfinicas de
Entre los discursos destacan los siguientes:
los reyes; florecillas de los profetas Elias,
Eliseo, Isaias y Ajias. Job 1. Esta puesto en boca de Yavé y Josué.
Marca el paso entre Moisés y Josué y
señala el comienzo de la conquista.
Partes redaccionales
15
Jos P3. Diseurso en boca de Josué. Señala de Ga- bafin (Jos 10) y de Meron (c. 11),
e1 tin de la conquista. el nta face un balance provisional de la
1 Sami 12. En boca de Samuel. Marca el conquista.
paso en- tre el periodo de los jueees y la Inc 2, 11 zs. Presenta el esquema teolfigico
monarquia. que presidira la historia de los jueces.
1 Re 8. Esta puesto en boca de Salomon. P Re 17, 7 ss. Lecciones que se derivan de la
Coinci- de con la construcciñn del caida de Samaria.
templo, fecha clave de la HDta (véase 1
Re 6, 1). Toda esta serie de discursos y reflexiones,
1 Re 9, 4-7. Esta puesto en boca de Yavé. redacta- dos por el propio Dta, eonstituyen e1
Cuando no tiene un personaje clave a su esqueleto de toda la obra. No se trata de
dispo- sicion, el Dta expresa su adiciones mas o menos superfi ciales insertadas
pensamiento en Korma de reftexiones aqui y alla, sino de un armazon en el que se
personales. ensambla y encuentra cohesion toda la gran
sintesis historica.
Jos 12. Después de las batallas y victorias
Los discursos y reflexiones que aeabamos d) De Salomon al exilio. Es 1a pendiente
de enu- merar siguen la marcha de la historia hacia la gran catastrote, si bien
de Israel du- rante esos casi setecientos años, aparecen, de vez en cuando, elementos
y señalan sus etapas y periodos mas que la retardan (v. gr. las I’eformas de
importantes: Ezequias y Josias).
a) Etapa de la conquista o periodo de
Josué.
EL DEUTERONOMIO
b) Periodo de los jueces.
c) Establecimiento de la monarquia (— Segun la hipotesis de M. Noth, que ha
David y Salomon). Señala un eorto encontrado amplio eeo en la ciencia biblica
periodo de graeia y esperanza. moderna, en su ori- gen el Dt formaba parte de
la HDta: venia a ser en ella una especie de
16 introduccion. Fue después del des- tierro
cuando el Dt fue arrancado de la HDta, para ser
agregado a los otros cuatro libros del actual
Pentateu- co. Este desplazamiento del Dt se
debio, sin duda, al deseo de coloear todo lo
referente a Moisés en un solo bloque.
Cuando e1 Dta compuso su voluminosa
obra, el Dt ya existia. Es decir, fue una de las
fuentes, la mas ex- tensa e importante, que el
Dta tuvo a su disposicion. Pero no era un Dt
como el actual, de 34 capitulos, sino una
edicion anterior mas redueida, correspon-
diente, fundamentalmente, a los cc. 5-28. Al
colocar el Dt a la cabeza de su Historia, el
autor de1 Dta lo prologo con Dt 1-3, a los que
posteriormente se anadio Dt 4. Estos euatro
capitulos ( Dt 1-4) representan el preambulo
o proemio de toda la sintesis Dta. Con el fin
de hacer la union entre el Dt y el libro de
Josué, el Dta compuso también Dt 29-34, para
lo que se sir- vio de fuentes preexistentes.
En cuanto a Dt 5 P8, la ciencia moderna es
Das- tante unanime en afirmar que
corresponde a1 “Libro de la Ley” o
“Documento de la Alianza”, que fue ha- llado
en el templo de Jerusalén en el año 621 (2 He
22-23). Si quisiéramos continuar preguntando
por l a nistoria del Dt mas alla del 621, hasta
llegar a su forma mas original, entrariamos hipotetico, que nos llevaria
en un campo apasio nante, pero complejo e
17
demasiado lejos. Lo unico que si quiero
subrayar ec› que cuando hace su primera
aparicion en el año fi21, e1 Dt es un
“Documento de Alianza” (2 Re 22 23), y que
nuestras simpatias estan en favor de 1a
hipotesis que con5idera e1 Dt relacionado con
el culto y con la Alianza desde el I’lTRer
momerito. Por este tiem- po (ano 672) debia
existir en Jerusalén una copia del tratado hecho
1. PUNTO FOCAL DE LA
por Asar jadon con nueve reyes vasallos, entre
HIiSTORIA
los que se contaba, probablemente, e} de
DEUTERONOMISTA
Juda. Es muy posible que el formulario de
estcs tratados del antiguo Medio Oriente haya
La caida y destruccion de Jerusalén en el
de jado sentir tarn- bién su influencia sobre el
ano 587, con la consiguiente deportacion de la
Dt. De hecho, existen afi- nidades
mejor parte del pueblo, supuso para Israel un
significativas no solo en cuanto a la forma,
rudo golpe, con reper eusiones no solo
sino también en cuanto a algunos puntos de
politicas, sociales y econñmicas, sino, sobre
fonño. Respecto de la Korma, ya hacia tiempo
todo, religiosas. La destruecion de Jerusalén
que G. von
’y el destierro herian profundamente la
Rad (1938) habia llamado la atencion sobre la
conciencia israe-
cscrtic tura federal del Dt:
Y p!anteaban un probiema de be. cNo
Fabia com- prometido Dios su palabra en
Prâloqo IMstârico: Dt 5 11.
favor de la permanencia eterna de la dinastia
C/ausu/os de la Alianza.
davidica? ‹No habia ref rendado con
cc. 12-26. Conc/us7orz de
juramento la promesa de la tierra? cNo era
la Ation a: 26, 16-19. Jcru- salén ciudad santa e inviolable, elegida
Bendiciorzes matdiciorzes: cc. (27)-28. por Yavé para
18 Racer habitar en ella su Nombre? Los hechos
parecian desmentir todas estas promesas, y la
decepcion y el es- cepticismo asaltaban
violentamente la fe israelita. En medio de la
prueba eI pueblo se veia tentado a profe- rir
palabras de acusacion y de protesta contra
Dios, que parecia faltar a su fidelidad.
La HDta la sido escrita para explicar el
sentido de la catastrofe del 587 y para salir at
encuentro de todos esos interrogantes q.ue se
planteaban en la conciencia del pueblo. El para explicar el presente y el porvenir era una
autor Dta podia haber formulado su respuesta técnica oratoria ensaya da ya por los profetas
en términos abstractos en forma de disqui- y empleada con gran perfeccion literaria,
sicifin filosñfica. Pero ha preferido recurrir a especialmente por Oseas, Isaias y Jeremias.
la histo ria. El recurso al pasado como clave
Puesto que se trataba de explicar un reconocimiento y una justificacion de las
fundamentalmen- te el por que el pueblo se palabras del salmo Miserere : “Dios es justo
veia arrojado de la tierra que Yavé le habia cuando habla y sin reproche cuando juzga”
otorgado en cumplimiento de la prome- sa, e1 (Sal 51, 6).
Dta se remonta en su examen historico hasta La catastrofe del 587 es, pues, el punto
las visperas de la entrada en Canaan, para ver focal de toda la HDta. Desde aqui se coloca el
en que condiciones Dios habia dado a su autor a la hora de componerla y aqui se debe
pueblo la tierra. El resultado sera el siguiente: colocar e1 lector si quiere enmarcar e
Yavé otorgo a Israel la tie- rra no en términos interpretar todas sus partes en su justa medida y
absolutos, sino bajo la condiciñn de guardar perspectiva.
fidelidad a las clausulas de la Alianza. Ese es,
precisamente, el sentido que tiene el Dt al
comienzo de la HDta. El autor ha colocado ahi
ese Cfidigo de leyes para que sirva como 20
piedra de toque en el ana- lisis a que va a
someter la historia de Israel. Vicne a ser como
la Carta Magna que determina y en juicia de
antemano toda la historia subsiguiente. El Dt
se ex- presa aproximada.mente en estos
términos: He alz la End que Zavé os da. Si la
cumplis poseeréis la tierra y nadie os podrâ
arro jar de ella. Pero 32 la violâis, seréis
expulsados y conducidos at destierro.
El balance final del examen historico
llevado a cabo
por el Dta se inclinara en contra de Israel. Con
pocas excepciones, la historia que va de la
conquista at des tierro es una secuencia de
claudicaciones. El destie- rro es, por tanto, la
conclusion logica de las premisas puestas por
el pueblo de Israel. Israel no puede acusar a
Dios de injusticia y falta de fidelidad. I-ian
sido sus propios pecados los que lo han
conducido a este iatal desenlace. En el fondo,
la HDta es un canto a la Justi- era divina. Es
La unicidad de Yavé es un principio basico
que de- termina toda la vida cultual y religiosa
de Israel. Yave no puede ser confundido ni
equiparado con otras divi- nidades. El israelita
se debe enteramente a Yavé y bajo ningun
pretexto puede compartir su corazon con otros
Dioses:

2. PRINCIPIOSTEOLOGI “6scucha, Israel: P! 5ehor mtiestro Dtos


COS DEL es un Polo Sehor; y Iu amarâs at Sehor tu
DEUTERONOMIO Dios con todo tu corazon, con toda tu
alma y con toda In fuer- za” (6, 4-5).
E1 Dt esta hondamente preocupado por e1
proble- ma de la unidad. i7n Dios, un Estas palabras resumen el sentido de la vida
Santuario, un pueblo: he ant tres tesis basicas cultual e incluso de toda la vida de Israel. Yavé
de la teologia deuteronomica. Si a estas tres no puede ser identificado con ningun otro dios.
tests añadimos el fema de la tierra, habre- Yavé es el unico Dios. En el reconocimiento
mos enumerado los grandes principios de esta unicidad radicaba In. esencia de la vida
teolfigicos del Deuteronomio. religiosa de Israel.

21
Un Dios
Una prueba de la radicalidad y urgeneia de introducida por el Dt:
la fe del Dt en la unicidad de Dios puede “5olo frecuentaréis el lugar elegido por
verse en la intran- sigencia que profesa hacia Navé ruestro Dtos, de etttre todas tas tribus,
las demas religiones, hasta el punto de exigir para power aIIz la morada de 8u Nombre. A
la exterminacion de los pueblos pa- ganos para Hi llevaréis rues—
evitar de raiz toda contaminacion : espec. 7, 1 !ros liolocaustos y ruestros sncrtJictos,
6. 16. 25-26; 12, 29-31. rtiestros diezmos y las ofrendas resereadas
Las constantes y duras acusaciones del Dt de i›uestras morros..." (12, 5-6).
contra la idolatria subrayan, asimismo, si bien
de manera in- directa, el dogma de la unicidad Indudablemente, uno de los fines que
de Dios (véanse espe- cialmente 6, 14; 8, 19- pretendia ia ley de la unicidad de santuario
20; 13, l ss.). era salvaguardar la unicidad de Dios. Los
santuarios de provincias debian estar
bastante contaminados por los cultos
La centralizacion del culto en Jerusalén y el paganos cananeos, y eran una puerta abierta
reco - nocimiento de1 templo de Jerusalén al politeismo.
como unico san tuario legitimo en todo el En contraste con 1a unicidad de santuario
territorio de Israel es una ley nueva, intro- ducida por el Dt, véase el Codigo de la
Alianza: Ex 20, 24-26. De hecho, hasta la como una unidad y una totalidad. El hecho de
reforma llevada a cabo por Josias existian estar redactado después de la experiencia de
pluralidad de santuarios. dos siglos lar- gos de division y cisma hace
pensar que el autor insis- te
Us pueblo intencionadamente en este tema de la unidad
del pueblo. Israel no solo es un pueblo, sino
Desde sus primeras palabras el Dt tiene que es, ade- mas, una nacion, con su patria y
presente a “todo Israel”. Es decir, considera al sus instituciones re ligiosas, sociales y
pueblo de Israel politicas (véanse especialmente los cc. 17-
18).
22 Pero Israel no es como los demas pueblos,
sino que forma categoria aparte, es un pueblo
tanto:
“Porque tfi eres un puefilo sanlo yara
Yavé, tu Dios. El te ma elegido a ti para
que seas eI pueblo de 8u propiedad
personal entre todos low pueblos que day
sobre fn has de la tierra” (7, 6; c/. 4, 20;
14, 2; 26, 18-19).
“Santo” no se refiere tanto a la vida ética
de Israel cuanto al hecho de ser un pueblo
consayrado a Yave, en virtud de las relaciones
especiales que Ie unen con El.

la Amanda de £toreb (—— Sinai)

La existencia de Israel como pueblo santo


tiene su base y su punto de arranqae en la
alianza de Horeb. El tema de la alianza es
basico en el Dt. Mas arriba vimos que el Dt
presenta la forma de una alianza. La definicion
que mejor Ie cuadra al Dt es “Documento de la
Alianza”. Si bien ha sido promulgado Cn los
Llanos de Moab, el Dt es considerado por el
autor como una prolongacion de la alianza de
Horeb: 5, 1-2. Las esti- pulaciones
fundamentales de la alianza de Horeb son las
Diez palabras ( el Decalogo). El Codigo
De.utero- nñmico es una ampliacion y un
ulterior desarrollo del Decalogo y del Codigo Frente a las alianzas patriarcal y
de la alianza (Ex 20-23). davidica, que eran unilaterales y graciosas,
la alianza de Horeb era
bilateral y onerosa. Yavé se compromete a ser primacia de la gracia. Israel ha sido elegido
el Dios de Israel, con toda la asistencia y entre todos los pue- blos como pueblo peculiar
proteccion que este eompromiso llevaba de Dios no por ser el mps numeroso ni por ser
consigo, pero Israel se comprome- te a ser el el me jor, sino por pura gracia y amor de Dios
pueblo de Yavé también con todas las ob1i- (Dt 7, 6 ss.; 14,2). El Dt subraya la bon- dad y
gaciones que este compromiso importaba. los dones de Dios en favor de su pueblo con ct
Estas obli- gaciones son las clausulas de la fin de provoear en éstc el reconocimiento y la
alianza y estan reco- gidas en el Codigo corres-
Deuteronomic o (Dt 12-26). La asis- tencia
salvifica de Yavé en favor de Israel estaba 24
condicionada al cumplimiento de las clausulas
de la alianza por parte del pueblo. Este cs el
sentido de las le tanias de bendicioia es y
maldiciones que forman el epi- logo del
Codigo Deuteronomico (Dt 27-28). Este carac-
ter condicional de la alianza esta presentado
por el Dt en términos dramaticos:
“Mira, yo pongo top ante tz, rida y
/eItcidnd, muerte y desgracia. St escuchas
los mandamien- tos de Ynré to Dios que to
te pzesczibo hop, st anas a Curb txt Dior,
st sigues sus caminos y guardar z•us
mandamientos, sum preceptos y sus
normas, rivirâs y te mufttphcords, Yaré,
tu Dior, te bendecirâ en la tierra que ras a
entrar a poseer. Pero st In corazon se
desria p no esouclia8, 8i te de jaw
arrastrar y te postras ante otros dioses y
res dat cu!io, yo os declaro lioy que
pereceréi8 sin reriiedio y que no rioiréis
muclios dial en el ›•uelo en cuya posesiân
vas a entrar at pa8ar el Jof-- din...” (30,
15-18; cJ. 11, 26 ss.)

la tierra

En el Dt esta fuertemente accntuada la


pondencia que se deben manifestar en el la Alianza:
cumplimien- to de la Ley.
"Cuando ha9âis engendrado htjos y
Segun el Dt, entre los dones otorgados por ntetos y 4ayâis ence jecido en el pats, st
Dios a Israel ocupa lugar especial e1 doc de
precaricñts y hn- ceis alguna escuItu‹a de
la tierra.-
cualquier represcn/oczon, si hacéis to qtze
“No digas en In corazort cuando Yaré, desagrada a have, tu Dios, ftasta
In Dior, los arroje de delaflte de ti: Por
miv méritos me lia hecho Yaoé entrar en
posesion de este pats ,stem- do asi que
Polo por la perrersidad de estas noc/o-
nes las desalo ja Yavé axle Ii en
provech.o tuyo. No por fun méritos xt por
la rectttud de tu corazott was a tomar
posesion de su paid, stno que sâlo por iO
f)CTECrS idad de estas naciones tax
desalo ja has é tu Dior ante tt, y fstnbién
por cumpitr In palabra que jtiro a ins
pndTes, Abraham, fseac p 7ncob. Has de
saoer, pues, que Y avé, to Dzos, no te da
en po8esion esta esplénoida tierra por ins
méritos, porque eres un pueblo de dura
cervix” (9, 4-5; c/. 7, 1-2; 8, 17-18; 26, 3.
10).

En los sermones y discursos parenéticos


del Dt, el don de la tierra entra como uno de
los motivos mas frecuentes: 4, 40; 5, 16; 7,
13; 11, 9. 21; 21, 1. 23; 25,
15; z*6, 10. 15; 28, 11. 63; 30, 18. 20; 31, 13.
20; 32, 47.
Dado que la tierra es un don de Yavé, y
Yavé es el Dios de la Alianza con sus leyes,
de ahi que el Dt establece estrecha relaciñn
entre la tierra y el com- portamiento moral
del pueblo, entre la tierra y la Ley. Ley y
tierra son para el Dt un binomio inseparable:
quien pierde la una pierde la otra. La
a.menaza de perder la tierra y sus frutos
eonstituye el castigo pri- mordial en el caso
que Israel no se muestre iiel a las clausulas de
irritarle, aquel dia, pongo por testtsos contra ro8-
otros al cteio y o la tierra, desapareceréis râpida-
mente de esta tierra en cuya posesion va.•“s a en-
trar at pasar el Jordân. No seguiréis en ella mu-
clios dras, porque seréfs compfetomente destrui-
dos“ (4, 25-2G; cf. 8, 19-20; 28, 21. 24. 33. 36. 42.
51. 64 ss.).

8. EXAMEN DE LA HISTOEIA A LA
LUZ DE LOS PRINCIPIOS
TEOLOGICOS DELDEUTERONOMIO

Con su doctrina sobre Dios, la eleccifin, la alianza,


la Ley, la tierra, el santuario y demas instituciones
religiosas y civiles, el Dt pone las bases constituciona-
Yes del pueblo elegido y avanza los principios que ha-
Iran de informar su vida.
El autor Dta ya tiene, por tanto, en su mano 1a
norma o criterio que le habra de servir para en juiciar
la historia.

a) la conquista (—— Josué)


El mismo autor Dta ha hecho el comentario teolo-
gico sobre la conquista en varios pasajes redacciona-
les propios suyos, especialmente en los dos discursos
que van al comienzo (Jos 1) y al final (Jos 23) del
libro de Josué. Segun el Dta, el proceso de la conquis-
ta es una demostracifin practica de la dialéetica de la
Alianza, segun la cual, cuando el pueblo es fiel a la
Ley, es decir, a las clausulas de la alianza, entonces
have se muestra propicio e interviene en favor de Is-
rael; en cambio, si el pueblo es infiel a su compromiso
con Yavé, e1 elemento punitivo de la Alianza hace su
aparicion y la conquista no avanza.
Si se exceptua el ineidente de Acan (Jos 7 8), el
comportamiento de las tribus israelitas bajo eI caudi-

S7
llaje de Josué fue irreprochable. La generaeion de su
Josué fue una generaeion ejemplar (Jue 2, 10). De
ahi que la conquista ha sido una carrera triunfal: 28
las aguas del Jordan se detienen para que pase Israel;
las mu- rallas de Jerico se derrumban a toque de
trompeta; la batalla de Gabaon abre a Josué las
puertas del sur del pais, y la de Meron supone la
ocupacion de toda la parte septentrional. Con
razon la sido califieada la conquista de operacion
relampago, que, rr.ediante dos batallas, una al sur y
otra en el norte, puso en manos de Josué toda la
tierra.
Un estudio historico-critico del propio libro de
Jo- sué y, sobre todo, el testimonio de Jue 1 y 1-2
Sam demuestran que en la realidad la conquista fue
lenta y laboriosa. Pero el autor Dta no era un
historiador de profesion, preocupado por el estudio
critico de sus fuentes, ni era su proposito reprodueir
lo ma.s objeti- vamente posible e1 pasado. E1 Dta
era, ante todo, un teologo, y su version de la
conquista es teologica y profética, a1 servicio de una
tesis bien concreta que el propio autor enuncia en
términos cuasi técnicos:
“Yavé dio a tos isroefttas toda la tierra que ma-
bra prometido con juramento dar a sus padres.
Ea ecuparon y se esfablecieron en ella. Yale let
con- cediâ pay en todos sum con fines, taI como
Iiabia jurado a 8uz padres, y ninguno de sus
enemigos pudo traceries Jrente. Varé entreqâ a
todos sus enemigos en sus manos. No fallâ zoo
solo de to- das las espléndidas promesas que
Zaré habza he- cho a la casa de Israel. Todas
se cumplieron" (Jos 21, 43-45; c/. 23, 14).

A primera vista, el libro de Josué parece un canto


épieo al sueesor de Moisés, y en buena parte asi es.
Sin embargo, el acento no recae tanto sobre Josué
cuanto sobre Yavé. Yavé es el protagonista principal,
que ha llevado a cabo la conquista, eumpliendo asi
palabra. La doctrina de la gracia, tan fuertemente puesta por el Dta para hacer la transicion entre
acentuada por el Dt, sobre todo en relaciñn con el Jos›ue y los jueces (comp. Jos 24, 28 31 con Jue 2, 6
don de la tierra, encuentra en el libro de Josué su 9), y en eUa nos da explicitamente la interpretacion
mejor confirmaciñn. teolñgic.i del periodo de los jueces. Presenta una
tesis en cuatro términos o tiempos que luego tratara
b) Los jueces
de demostrar con cada uno de los seis jueces
Lo mismo que ocurria con ia conquista, mayores. En esque‹ma, la tests es la siguiente:
también la etapa de los jueces esta perfectamente o) Los hijos de Israel hacen lo que es malo a los
delimitada por dos pericopas redaccionales propias ojos de Yavé. Los hijos de Israel
del Dta: la primera, de caracter narrativo, sirve de abandonan a Yavé y sirven a los Baales y
introduc- cion (2, 6-3, 6); la segunda, en forma de Astartes (véanse 2, 11; 3, 7. 12; 4, 1; 6, 1;
discurso, hace la transicion entre los jueces y la 10, 6; 13, 6; 2, 11. 13; 3, 7; 10, 6).
monarquia (1 Sam 12).
El periodo de 1os jueces es en juiciado b) A causa de ello, Dios los entrega en manos ae
peyorativa mente desde el principio: “También los enemigos X (véanse 2, 14; 3, 8; 4, 2; 6, 1;
aquella genera- ciñn (la de 5osué) fue a reunirse con 10, 7).
sus padres, y les sucedio otra generaeion (la de los c) Entonces los hijos de Israel claman y se con-
jueces) que no co- nocia a Yavé ni lo que habia vierten a Yavé (3, 9. 15; 4, 3; 6, 6; 10, 10).
hecho por Israel” (Jue 2, 10).
Jue 2, 6-3, G es una introduccion doctrinal com- it9
d) Y Yavé les envia jueces o libertadores (2, 16; este desacoplamiento y disonancia estan todavia
3, 9. 15). mucho mâs acentuados en el libro de los Jueces. Aqui
se dis- tinguen claramente los dos niveles. Por una
Al final de cada juez se dice que “el enemigo fue parte, estan los relatos antiguos en torno a cada uno
humillado bajo la mano de los hijos de Israel” (3,
de los jueces. Son relatos concretos, referentes a
30; 4, 23; 8, 28), o que “el pais gozo de descanso X
héroes par- ticulares, que protagonizan los mas
años”
variados episo- dios y gestas, en el ambito de un
(3, 11. 30;5, 3; 8, 28). Estos años son casi siempre eua-
clan, de una tribu o grupo de tribus. Todo es aqui
renta; pueden ser también veinte y ocnenta, subm'ui-
particular y concreto, variado y episñdico. Por otra
tiplo y multiplo de 40.
parte, esta el esquema deuteronomista, que ha
Este esquema tetramembre de pecado-casligo-pe- estructurado los relatos anti- guos en forma de
nitencta-ftberacton se rcpite de ,manera mas o menos secuencia histñrica uniforme y ri- gida. Aqui todo es
explicita en cada .uno de los seis jueces mayores: Oto- igual, monotono y so.metido a un proceso ciclico que
niel, Aod, Débora-Barac, Gedeñn, Jef té, Sanson. se repite con una regularidad Ie- rrea. Ademas, e1 Dta
En la introduccion a Jef Ie el Dta vuelve a reproducir la elevado los relatos particula - res anteriores a
de manera expresa y extensa su tesis (10, 6-16). categoria universal: ya no son heroes particulares,
En los relatos de la conquista de la tierra del clanes, tribus, sino “todo Israel”.
libro de Josué se adivinaba ya una cierta disonancia El Dta se halla enfrentado con un problema de al-
y des- acoplamiento entre las tradiciones antiguas y eance nacional, y entonces en su examen de la his-
el es- quema teologico superpuesto por el Dta. Pero
toria tiende a generalizar y universalizar. Desde e.l primer versiculo del Dt tiene presente a “todo
Israel”. Segun la version deuteronomista, la
30 conquista de la tierra se ha llevado a cabo también
por “todo Israel”, a pesar de lo que dice Jue 1. Aqui,
en Jueces, parties- do de unos relatos particulares e
inconexos, la cons- truido una etapa mas de la
historia de todo Israel bien compacta y delimitada.
En el libro y periodo de los jueces encontramos
verificados de nuevo los principios teologicos del
Dt. especialmente la dialéctica de la Alianza: cuando
Is- rael es fiel, Dios le envia libertadores y tiene
tiempos de paz; cuando abandona a Yavé para servir
a los Baales, las maldiciones previstas por el Codigo
Deute- ronñmico caen sobre el pueblo.
La secuencia pecado-castigo-penitencia-
ftberacton, repetida de manera tan uniforme y
constante, subra- ya algunas otras verdades
teologicas. Por e jemplo, la debilidad y fragilidad
del pueblo, especialmente en lo relativo a los cultos
paganos; la amenaza que pesa sobre Israel a causa
de sus constantes cla.udicaciones; la inagotable
paciencia de Dios, que se manifiesta en la siempre
repetida aparicion de nuevos libertadores. La idea de
la gracia y providencia divinas, manifes- tadas en las
liberaciones y salvacioneo llevadas a cabo por Yavé
a través de los jueces ya estaban presented de alguna
manera en los antiguos relatos que el Dta tuvo a su
disposicion. En algunos casos estan incluso fuer-
temente acentuadas: Yavé sembro el panico en el
ejér- cito de Sisara (Jue 4, 15). Yavé es quien toma
la ini- ciativa en la eampaña de Débora (Jue 5, 23).
Gedeñn diezma el ejército para que se vea que la
fuerza viene de Dios y no de los efectivos humanos
(Jue 7, 1 ss.).

c) to monarquia ( Samuel-Reyes)
I) De la Jederacion de trtbus o la monarquia
Durante mucho tiempo después de la entrada en
Palestina, Israel estuvo organizado en forma de
una
31
Confederacion de doce tribus. La Biblia eonoce otras que “no se deben hacer en Israel” (19, 30; 20, G. 1 II;
confederaciones similares: doce tribus ismaelitas (Gen ct. 2 Sam 13, 12).
25, 13-1‹6) ; doce tribus arameas (Gen 22, 20-24) ;
doce tribus edomitas (3G, 10-14) ;seis tribus hurritas 32
(36, 20 28) ; seis tribus de Lia (29, 31 ss.). M. Noth ha
11a- mado la atencion sobre el paralelismo existente
entre estas confederaciones semitas y las anfiecionias
grie- gas y romanas.
La organizacion federal reposaba casi excIusiva-
mente en vineulos de orden religioso. En todos los
de- mas aspectos de la vida, cada tribu proveia
individual- mente sus necesidades. En Israel el area
de la alianza constituia el centro de gravedad de la
confederaeion tribal. En un comienzo el area debio
estar en Sique,m, donde tuvo lugar la gran
concentracion de tribus bajo la direccion de Josué y
la conclusiñn de una impor- tantisima alianza (Jos
24; cf. Dt 11, 29 ss.; 27, 1-26, y Jos 8, 30-35). El area
paso luego a Betel (Jue 20, lfl. 26; 21, 2), y,
finalmente, a Silo (1 Sam 3, 3; cf. Jer 7, 14), hasta
que cayo en manos de los filisteos.
Esta conciencia de solidaridad tribal se avivaba
cada año mediante la renovacion de la alianza. Con
motivo de esta renovacion, los miembros de la confe
deraciñn se reunian en el santuario del area y, en voz
alta y en términos cultuales, repetian las sucesivas
intervenciones salvificas de Dios en favor de sir pue
blo a lo largo de la historia.
En virtud de esta alianza, las doce tribus se con
sideraban unidas y llevaban un mismo nombre,
Israet, reconocian un mismo Dios, Yotݎ, y
celebraban las Fiestas en el mismo santuario donde
estaba el area, que simbolizaba la presencia de
Dios en medio de1 pueblo. Tenian un estatu/o comm
(Jos 24, 25) y, a veces, se reunian para condenar en
virtud de este es tatuto las transgresiones o, segun
dice el libro de los Jueces, las “infamias” y las cosas
La confederacion de tribus no tema un organo principados filisteos, Edom, Moad, Ammon y los
gubernamental con jurisdiccion sobre todas ellas, grupos arameos de la Transjordania septentrional
con verdadera eficacia politica. Formaban un mismo también formaban pequeños reinos. Los grandes im
pue- blo, participaban de1 mismo culto, pero no perios medioorientales de Egipto, Asiria y Babilonia
teman un jefe comun en el que residiera la autoridad eran, asimismo, regimenes monârquicos.
suprema. Esta magistratura suprema estaba en cA qué se debia que solamente Israel siguiera ale
manos de Yavé, que era el verdadero rey de Israel. rrado a su régimen federal? Algo debia de haber que
Yavé suscitaba en los momentos de emergencia obstaculizaba el paso a la monarquia. Gedeon to
hombres carismaticos (Jue 3, 9. 15; 4, 7; 6, 14; pone bien de relieve en la respuesta que da a las
13,5), sobre los que venia el gentes que querian aclamarlo rey: “No reinaré yo
“espiritu” (3, 10; 6, 34; 11, 29; 13, 25; 14, 6. 19) y sobre vosotros, ni reinara tampoco mi hijo. docg
liber- 8erâ ruestro Rey”
taban a1 pueblo del peligro del mo,mento: eran los (Jue 8, 22 23). Estas palabras de Gedeon reflejan la
11a mados jueces de Israel. actitud de 1as tribus f rente a la monarquia y nos
Llama la atencion esta supervivencia del dan la razon de por qué tardo tanto tiempo en
regimen federal en Israel durante tanto tiempo, cristalizar la monarquia, al tiempo que explican la
siendo asi que ya todos sus vecinos habian oposieiñn que encontro siempre en algunos ambientes.
adoptado el sistema mo- nârquico. Los cananeos Pero, finalmente, llevados del deseo de tener un
estaban organizados en Kor- ma de ciudades rey “como las demas naciones” (1 Sam 8, 5) y,
estados o pequeñas monarquias. El libro de Josué sobre
(12, 9-24) da una lista de 31 reyes cana- neos. La
misma organizaeion monarquica presentaba los 33

todo, presionados por el peligro filisteo, que amenaza- No se llego a la unificacion de las tribus, ni existio
ba seriamente la existencia misma de Israel (1 Sam un gobierno central, con sus correspondicntes
4, 1 7; 2 Sam 6, 1-19; etc.), los israelitas se vieron organos e institueiones. Todo este estaba rescrvado a
obliga- dos a dar paso al rey. En esta atmosfera subiñ David.
a1 tro- no Saul. Paul, mitad juez y mitad rey, hace la La instauracion de 1a monarquia constituia una
transi- eion entre la teocraeia carismatica y la profunda innovacion. Israel se habia convertido en
monarquia. Lo mismo que los j.ueces, Saul es un estado, con sus correspondientes orgariis.mos e ins’ti-
libertador elegido por Dior (1 Sam 9, 16; 10, 1), sobre tuciones, y esto abria la puerta a la tan temida eman
e1 que viene e1 es - cipacion y autonomia frente a Yavé. Ya no era Ya zfi
pzrttu de Yoré (1 Sam 16, G. 10; 11, 6). Pero, por pri quien suscitaba directamente los caudillos de Israei
m.era vez en la historia de Israel, a la eleccion divina y el que dirigia pop si mismo la marcha de los aeonte-
sigue el reconocimiento por parte del pueblo (1 Sam
cimientos, sino que entre Yavé y su pueb!.o se interpo-
11, 5) ; ei jeJe corisrnatzco ( =- el juez) se Fabia
nia la persona del rey. Es cierto que el rey era repre
conver- ftdo en ei red.
sentante y vicario de Dios, pero un vicario deficiente.
La de Saul era una monarquia en embrion. Se tra capaz de extraviar el eorazon del pueblo.
taba de un ensayo muy incipiente y elemental.
Ademas, la monarquia trata consigo una serie de
instituciones y toda una ideologia real muy inspira- Corriente Jouoroble
da en los p.ueblos paganos vecinos que podian
defor- m.ar y desnaturalizar la fe yavista. La Movida fu ndamentalmente por razones de orden
influencia ex- tran jera se veia favorecida por la practico, una buena parte del ptl e blo, sobre to5o
corriente humanis- ta y la politica de asimilacion de las clases dirigentes, recibieron favorablemente la
iniciada por David. rrio-
Ante e1 hecho de la monarquia se divide la n ar ouia. La corriente pro-monarquica encuentra ex-
opinion del pueblo en dos corrientes contrarias. prcsion :
— En la llamada tradieion favorable a la institu-
34 cion de la monarquia, que se halla recogida
en 1 Sam 9, 1-10, 16; 11, 1 11. 15.
— En toda una serie de pasajes que glorifican a
David y su dinastia,los cuales tienen como
pun- to de partida la profecia de Natan
(2 Sam 7, 8-16).
— yn Nos Ilamados Sa\mos reaTes : 2; 18; 20;
21;
45; 72; 89; 110; 132.
— En 1os textos proféticos que se alinean en la
corriente del mesianismo real: Is 7, 14; 9, ii-6;
11, 1-5; Jer 23, 5; Miq 5, 1.

CoTriente contraria a la
monarquia y sus instituciones

En muchos ambientes la .monarquia encontro


fuer- te oposicion y fue recibida con muchas reser
vas. El tiempo y la experiencia monarquica no
hicieron mas que agravar la situacion en este
sentido. He aqui al- gunos testimonios
antimonarquicos:
— El apologo de Jotam (Jue 9, 7 15) constituye
la critica mas ironica y mordaz que jamas se
haya escrito, no solo contra la monarquia,
sino con- tra la autoridad en general. Aqui, en
concrete, tiene presente la monarquia. La
figura de la zarza, estéril y asocial, que se
presta a cubrir a los demas arboles con una
sombra que no puede dar, es realmente B5
grotesca y arrogante.
Los arboles frutales, es decir, los arboles enfrentarse constantemente con los reyes por
fron- dosos y buenos, renuncian a la realeza y este motivo, st bien ello no signilica una
prefie- ren continuar beneficiando a los condenacion radi- cal del sistema monarquico
demas cum- pliendo su propia mision. mismo.
— El profeta Oseas se pronuncia abiertamente
contra los reyes e incluso contra la 36
monarquia (7, 3-7; 8, 4. 10; 10, 15; 13, 9-
11).
— Ezequiel tiene duras invectivas contra el rey
(34, 1-10; 43, 7 9). En su programa para la fu-
tura restauracion de Israel concede a1 “princi-
pe” (evita el nombre de “rey”) un papel bas-
tante borroso (45, 7-8. 17. 22 23).
— 2 Sam 24 es una critica contra la racionaliza-
cion del poder militar que trajo consigo la
mo- narquia.
— 2 Sam 7, 4-8 deja traslucir la oposicion de al-
gunos ambientes contra la construccion del
templo.
— El .movimiento de los nazareos y de los
recabi- tas (Jer 35) representa una reaccion
contra las innovaeiones traidas por la
sedentarizacion y por la monarquia.
— El movimiento profético ha nacido, en
buena parte, para neutralizar y corregir
desviaeiones introducidas por o con ocasion de
la monar - quia. Por e jemplo: la
cananeizaciñn de la be y y oulto yavista (
motivo religioso) ; el desequi- librio
socioeconomico ( motivo soczaI) ; la se-
cularizacion de la fe. Se pone la confianza en
los efectivos humanos y en la politica de alian-
zas, y no en la fe en Yavé (—— motivo
politico). Todas estas lacras habian tenido, en
parte, su origen y se veian agravadas por la
monarquia. Los profetas se vieron obligados a
2) Ju(czo del Dta sobre fa monarquia “olvidaron a Yavé”, “los entrego en manos de
extran- jeros”, “clamaron a Yavé”, los libro de sus
a) ufuzcto global sobre la monarqu ia
ene- migos”.
El Dta ha emitido un juicio global sobre la La historia de Israel, especialmente el periodo be
monar- quia en el discurso que pone en boca de los jueces, aparece ante los ojos del Dta en una doble
Samuel en 1 Sam 12. Este discurso se perspectiva: como una manifestacion de la
corresponde con la perico pa deuteronomista que misericor- dia divina, que periodicamente envia
encabeza el periodo de los jue- ces en Jue 2, 6-3, libertadores a su pueblo que le permitan vivir en paz;
6. Al colocar su reflexion teologica de Jue 2, 6-3, y como un cre- ciente alejamiento del pueblo, que
6 inmediatamente antes del primer juez (Otoniel) quiere emancipar- se de Dios para seguir a otros
y e1 discurso de Samuel (1 Sam 12) inme- dioses o, quiza mejor, para seguir su propio camino.
diatamente después del ultimo juez (Samuel), el
Dta ha delimitado perfectamente el periodo de los En este contexto se encuadra el deseo del
jueces. pueblo por tener un rey (v. 12). Ante el peligro de
los ammo nitas, lo logico parecia invocar de nuevo
El discurso de Samuel esta calcado en el a Yavé pars que E1 enviara un nuevo libertador.
esquema de la alianza. EJ nudo de la cuestion (vv. Pero ino! ; aqui se rompe el ritmo anterior de la
12-15) esta precedido por un pro!ogo kislorico (vv. historia y el pueblo pide un rey. Dentro de esta
6-11) en ct que evoca las siguientes
perspective, la peticifin de un rey se presenta
intervenciones salvifieas: el éxodo (dos veces), la
como una verdadera apostasia
donaeion de la tierra, y los jueces. En esta
evocacion historica el Dta sigue en predilecto
31
esquema en cuatro tiempos de1 libro de los Jueces:

del pueblo, que parece prescindir de Dios, para bus- contra la monarquia. El Dta no veia cfimo se podia
car la salvaeion por sus propios medios. salvar con la monarquia la auténtica teocracia, que
La misericordia de Dios condesciende a.un en no recono- ca mas rey que Yavé (Jue 8, 23). En la
este caso con la debilidad de su pueblo, y concede a institucion de los jueces, por el contrario, la realeza
Israel el rey que pide. La voluntad salvifica de Dios divina se salvaba, segun el Dta, suficientemente, ya
sigue en pie, y esta dispuesto a continuar obrando a que Yavé era el unico rey de Israel, si bien, a veces,
través de la nueva institueion. Solamente es cuando las circunstancias asi lo exigian, suscitaba
necesario que ml pueblo y e1 rey guarden fidelidad a jueces o li- bertadores.
la Ley. Conviene notar que el Dta insiste, sobre El juicio desfavorable del Dta sobre la monarquia
todo, en el primer man- damiento (vv. 14-15. 20-25). se halla confirmado por 1 Sam 8 y 10, 17-27. Si no
Este mandamiento serf la piedra de toque para en en su totalidad, estos capitulos se deben, en buena
juiciar luego cada uno de los reyes. par- te, a la redaccion deuteronomista. La poca
Comparada con la de1 tiempo de Josué, la simpatia del Dta haeia la monarquia se descubre ya
genera- eion del periodo de los jueces recibe del Dta en las re- ticencias con que formula la ley sobre el rey
un juicio peyorativo (Jue 2, 10). Sin embargo, desde en Dt 17, 14-ZO.
el punto de vista institueional, el Dta muestra toda
Bu simpa- tia en favor de los jueces y su animosidad
Entre dos cezt/ros de gra»edad el isinai y Jerusalén, Moisés y David, la alianza del
Sinai y la alianza de David. La alianza del Sinai, re-
Toda la historia y la teologia del AT gira, fun- novada en isiquem, señala el nacimiento del
damentalmente, en torno a dos centros de gravedad: pueblo de Israel. La alianza de David señala el
nacimiento del reino o estado de Israel. En la etapa
38 sinaitieo-si- quemita Israel estaba organizado por
tribus unidas en una confederacion. En la etapa
davidica el pueblo se organiza en régimen
imonarquico, con la consi- guisnte centralizacion del
poder y de la administra- eion en manos del rey y de
los organismos de la cor- te de Jerusalén.
Entre los dos polos de atraccion o centros de gra-
vedad, e1 que tiene md solera, ,mas cabida y mas
im- portancia es el sinaitico. La revelacion del Sinai
per- tenece al periodo canonico por antonomasia, a
saber, el periodo mosaico. De la importancia que
este perio- do, y mas concretamente ia revelacion
del Sinai, tema en la tradicion israelita, habla bien
claro el hecho de que los autores del AT han
retrotraido hasta alla toda la legislaciñn. Todos los
grandes cuerpos Regales es- tan cnmarcados en la
alianza del Sinai.
La alianza de David esta también en la lista de
intervenciones salvificas que forman eI Credo israe-
lita (Sa1 78, 67 ss.; Act 13, 21-22). Pero es una
inter- vencion mas tardia; cae ya fuera del periodo
canonico propiamente dicho.
Ante la tensifin existente entre el Sinai y
Jerusalén, entre Moisés y David, el Dta no puede
disimular su simpatia por la tradicion antigua y su
animosidad hacia la monarquia. Sin embargo, el Dta
es también consciente de que la monarquia ha sido,
al menos, per- mitida por Dios como institucidn
salvifica, y se ha esforzado por superar la tension,
con el fin de integrar ambos polos en una sintesis
homogénea. Este esfuer- zo por integrar la tradicion
mosaica y la davidica se descubre en el
Deuteronomio mismo, donde, al hablar de las
instituciones basieas del pueblo, incluye la ley o
estatuto referente a los reyes (Dt 17, 14-20). El mis-
39
mo deseo de integracion se advierte en el discurso Judâ y a los Anales de Nos reyes de Israel. Para la
de Salomon de factura deuteronomista: junto a la historia de Salomon re- mite at Libro de Nos hechos de
elec- cion o alianza de David aparecen referencias a Salomon (l Re 11, 41).
1a alianza del Sinai y de.mas tradiciones mosaicas
(véa- se 1 Re 8, 15 16. 20 21. 53. 56). En la imagen 40
idealiza- da que el deuteronomista nos ha dcjado del
rey Josias aparecen claramente integrados Moisés y
David:
“No hufio nrttes de éi ningun rey que se
rolrte- ra como él a Yavé, con todo su common,
con toda su alma y con toda en fuerza, segun
toda ta L,ey de Moisés, ni después de él se ma
levantado nadie como é/" (2 Re 23, 25).

En realidad, la base y el punto de arranque para


esta integracion entre e1 Sinai y Jerusalén la habia
puesto David mismo con la traslacion del area a la
capital del reins. En el arca, deposito de las
tablas de la alianza, se hallaban resumidas y
personificadas todas las tradiciones de la
confederacion israelita. Al trasladarla a Jerusalén, la
intencion de David era, sin duda, la de lorzar la
fusion entre las tradiciones anti- guas y la recién
instaurada institucion monarquica.

b) Juicio sobre cado uno de low reyes


(— lzbro de los Reyes)
Lo mismo que en Jueces, también aqui se distin
guen dos estratos literarios: Jas historias de cada
uno de los reyes, elaboradas generalmente a base de
los datos tornados de las crñnicas oficiales, y e1
estrato redaccional, propio del autor Dta.
Para composer las historias de los reyes el Dta la
tenido a su disposicion una abundancia de
materia- les mucho mayor y de mas calidad que en
el libro de los Jueces. Asi 1o demuestran sus
constantes referen eias a los Anates de los reyes de
De toda esta abundancia de material que tenia a
mano, el Dta hizo una cuidadosa seleccion, para
for- mar la historia de cada uno de los reyes de Juda 1. ' form. : sino lo malo a los o job de Vavé.
e Is. rael, y luego encuadro cada una de estas 2.‘ form. : Hijo lo que es recto a los oJos de Yavé,
flistorias en un marco redaccional, que es el que pero no desaparecieron todos los altos, y eI
da unidad y sen- tido teologico a toda la obra. Este pue- bio siguio ofreciendo SaCTi ficios y per
marco redaccion;il esta integrado por una fumes en eI/os (1 Re 15, 11 14; 2 Re 12, 3 4; 15, 3
introduccion, un juicio sobre cada rey y una 4. 34-35).
conclusion. 3. form. : Hijo lo que es reclo a los o jos de Yavé
Ya a partir de David, Salomon y Jeroboam nos en)eramente, como to hab(o hecho David, su
encontramos con frases mas o menos constantes padre (solamente de Ezequias y Josias: 2 Re
so bre la duracion de sus reinados, sepultura del rey 18, 3; 22, 2).
y nombre del sueesor (1 Re 2, 10-12; 11, 41-43;
14, 19-20), pero es, sobre todo, desde Roboam Concfuston: El resto de los hechos de Roboam,
cuando el formu- lario se hace mas uniforme y cuan- to hijo, ?no eslâ escrtfo en of libro de los
estereotipado. Suena asi: Anale8 de fos reyes de Judâ?. .. Durmiâse Roboam
con sus padres y Jue sepuitado en ia ciudad dv
Introduccion : Roboam, hijo de Salomon, subto ni David. Le sucedio Abtotn, su hzjo (1 Re 14, 29-
tro- no de ludâ. Tema cuarenta y on ofios cuondo 31).
em- pezâ a re?›nar, y reinâ diecisiete aho8 en
Jerusa- Ién. .. Su madre se I/amaba Noama, 41
ammonita (1 Re 14, 21-22).
La introducciân consta, por tanto, de nombre del
rey y, a veees, el del padre; duracifin del reinado, y
Aplicada a los reyes del sur, la primera formula
año del reinado del colega vecino (esto hasta la
se refiere al culto en los estos, es decir, en los santua-
caida de Samaria). La introduccifin es susceptible de
rios de provincias (1 Re 14, 23; 15, 3; 2 Re 16, 4), o
algu- nas variaciones, segun se trate de los reyes
a la adopcion de los usos religiosos de la familia de
del norte o del sur. Solamente en este Ultimo caso
Ajab (2 Re 8, 18. 27), o al culto de divinidades
se da el nombre de la madre y la edad del rey en
extran-
el momen- to de subir at trono.
jeras (2 Re 21, 2 ss.; 22, 21-22).
Respecto del juicto, la primera formula es
aplica- da invariablemente a todos los reyes del La segunda fñrmula se aplica a seis reyes del sur
norte. El reino del norte estaba viciado en su raiz, (Asa, Josaf at, Joas, Amasias, Azarias, Jotam). Es de-
debido al pecado original de Jeroboam, que cir, estos reyes son alabados, pero con la restriccion
establecio el culto cismatico en los santuarios de del culto cismatico de los altos, q.ue iba contra la
Betel y Dan (1 Re l2, 26-33 ; ct. 15, 26. 34, etc.). Al uni- cidad de santuario.
pecado de Jeroboam se añadio luego eI de A jab, Solamente Ezequias y Josias, los dos reyes refor
que introdu jo en Israel el culto de Baal influenciado madores, reciben alabanza completa, sin ninguna
por Jezabel (1 Re 16, 31 32; 22, 53-54; cf. 2 Re 3, res- triccion, segun la tercera formula.
2; 10, 28). Como puede verse, el Dta juzga los reyes de acuer-
do con el ejemplo o paradigma de David, que es pre- lizaciñn de David, la eual llegara a ser total y com-
sentado por el Dta como dechado de virtud y pleta en la Historia del Cronista.
santida5 (1 Re 9, 4; 11, 4. G. 38; 14, 8; etc.). La conclusion del formulario remite al libro
Solamente en 1 Re 15, 5 alude al crimen de Urias, que se debe consultar, st se quiere una mayor
que, ademâs, no figa- ra en la versifin de los LX X. informa- cién sobre ei rey de turno, y se añaden,
Esto supone ya una idea- ademas, al- gunos sobre la muerte y sepultura del
mismo, y el nombre del sueesor.
42
Balance pestrnista
ha conclusion final a que llega e1 Dta en su ana-
lisis de los reyes es francamente negativa. En el
reino del norte son eondenados los diecinueve reyes,
sin ex- cepcion. De los veintitrés reyes del sur son
condena- dos practicamente todos, menos David,
Ezequias y
Josie.
A pesar de las periodieas claudicaciones, el
perio- do de los jueces se mantenia siempre en un
mismo ni- vel, hecho de caidas y peniteneias o
eonversiones. Ade- mâs, alli era mas bien el pueblo
quien prevaricaba precisamente porque no obedecia
a sus jueces (Jue 2, 17). En cambio, aqui son los
reyes los protagonistas de la defeccion, y pl pueblo
parece seguir el mismo camino de perdicifin por
causa de sus jefes. Aqui, en el periodo de los reyes,
la historia sigue una linea des- cendente. La accion
de los profetas y las reformas de Ezequias y Josias
solo consiguen retardar la catastro- fe, que se
presiente inminente e inevitable.
El criterio seguido por el Dta a la hora de enjui-
ciar a los reyes ha sido tornado del
Deuteronomio. El dogma de la unicidad de Dios y la
ley del unico santuario han sido los dos grandes
principios que el Dta ha tenido presentes en su
examen historico.
c) Dtscursos, pro{ecies, re Jlex io;tes y
retoques zedaccionales deuteronomistas
Ademas del juieio que acompaña a cada rey, el
Dta ha distribuido a lo largo del libro de los
Reyes 43
discursos, profecias, reflexiones y retoques redaccio- interven- cion de Yavé en favor de su pueblo (v. 7; ct.
nales que ponen de relieve la dimension teologica de Ex 20, 2).
los acontecimientos y de la historia. Er tre Ics princi -
pales se cuentan los siguientes: 44
Tres discursos de Salomon (1 Re 8). Forma y
fon- do son deuteronomistas. El primero constituye
una especie de exordio o proemio (vv. 15 21) ; el
segundo esta redactado en forma de oracion (vv. 23
53), y e1 tercero es una bendieion (vv. 56-61). Ya
sabemos que el Dta aprovecha los momentos claves
de la historia para introducir sus comentarios
teologicos. La dedica- cion del templo es una fecha
cardinal en la historia Dta (ct. 1 Re G, 1; véase la
nota de la BJ). En e1 tras- fondo de los tres discursos
se descubren circunstan- cias y sentlmientos del
tiempo del exilio.

Discurso de Yavé (1 Re 9, 3 9). Es uno de los co-


mentarios teologicos mas claros de cuño Dta. Al
tiem- po que se recuerdan las promesas y fidelidad
divinas, se explicar apologéticamente las razones de
Ia catñs- trofe del 587.
Discurso de Yavé y profecia de A jias de Silo (11,
11—13 y 11, 31 39). La mayor parte del c. 11 es de la
mano Dta. Una vez mas, la coneepcion Dta de la alian-
za encuentra su verificaeion en la division del reino,
atribuid a a la in fidelidad de Salomon a la Ley.
ProJecia de A)ias de Silo (1 Re 14, 7-16). De
nue- vo vierte el Dta su teologia por boca de Ajias
profeta. La infidelidad de Jeroboam tendra como
resultado la destruccion no solo de la dinastia del
propio Jero- boam, s1no de todo el reino del norte.
Reale:cton teologica (2 Re l7, 7 23). La caida de
Sa- rraria ie da ocasion al Dta para hacer un amplio
co- mentario. Para acentuar mas la inridelidad de
Israel, el autor evoca el recuerdo del éxodo, la gran
ProJecia8 sobre eI destierro (2 Re 20, 1'6-19; 21, 11- templo por Joas (2 Re 11 12); a las reformas de
15; 22, 15-20; 23, 26-27). El Dta interpreta el hecho Ezequias y Josias. En pocas palabras, el Dta no es un
y las razones del destierro en forma de profecias. historiador, preocupado por reconstruir el pasado,
sino un teologo, que centra su atencion en eI aspecto
re- ligioso, sin prestarle interés a los argumentos de
3. Idea historia teologica. ca- racter profano.
La historia de la monarquia y de los reyes es pri-
El caracter teolñgico de la HDta esta, si cabe, mordialmente una teologia. El autor esta interesado
mas subrayado aqui en 1-2 Re que en los libros en demostrar que e1 tragico final de los dos reinos es
anterio- res. Este hecho se pone de relieve por la la consecuencia logica de una serie progresiva de in-
seleccion mis- ma del material. Reinados tan fidelidades a las clausulas de la Alianza,
importantes como los de Omri y Jeroboam II, q.ue especialmen- te at primer mandamiento y a la ley
marcan el momento de mayor esplendor del reino del de1
norte, son reducidos por el autor Dta a las frases
escuetas de1 formulario ha- bitual. En cambio, a los san- tuario.
acontecimientos religiosos se les concede una El Dta ha subrayado el mensa je teolfigico de la
extension desmedida; por ejemplo, todo Io referente his-
al templo; al cisma del reino del norte; a las toria mediante discursos, reflexiones, profecias y re -
historias de Elias y Eliseo, que encarnan la lucha toques redaccionales que constituyen una auténtica
contra e1 pecado de Ajab y el culto de Baal; a la interpretacion o comentario teologico de la
desaparicion del culto de Baal en Judi con la muerte historia.
de Atalia, y a las reparaciones llevadas a cabo en el
45
independien- te y a explicar las razones teologicas
de este hecho. En esta hipotesis la HDta se
mantendria en una linea puramente negativa, sin
alusion alguna a esperanzas positivas abiertas al
futuro.
De haber albergado alguna esperanza positiva pa-
ra el luturo—dice M. Noth—, el autor la debiera ha-
ber hecno figurar en aquellos pasajes en que habla
4. T.LAMAMIENTO A LA CONVERSION del destierro, por ejemplo, 1 Re 8, 44-53; 2 Re 17, 7
ss.; 21, 12 ss. Algunos autores (Von Rad) subrayan
Segiin M. Noth, la HDta estaria vuelta exclusiva- los ultimos versiculos del 2 Re, que hablan de la
mente hacia el pasado. El autor habria querido de- libera- cion de Joaquin, como de puerta abierta a la
mostrar unicamente que la catastrofe del 587 era la esperan- za. Pero M. Noth considera la noticia
conclusion logiea de las premisas puestas, de una demasiado in- trascendente y banal como para
par- te, por el libro del Deuteronomio, y, de otra, por fundamentar ningu- na esperanza. Es cierto que Dt 4,
la historia de Israel. La HDta se limitaria, por tanto, 29-31 y 30, 1-10, ape- lan a la conversion de los
a constatar el final de Israel como pueblo exiliados y, por tanto, abren un interrogante de
esperanza. Pero M. Noth conside- ra estos pasajes lectores, ya era mucho que el Dta les razonara teolo-
como adiciones posteriores y no les concede mayor gieamente el sentido de los tragicos acontecimientos
importancia. que habian puesto fin, primero, al reino del norte y
luego al del sur. Pero esto no era suficiente. No bas-
taba con explicar el sentido del pasado,’ era
necesario proyectar luz sobre e1 momento presente,
lleno de in- certidiimbre y desesperanza.
La HDta esta muy calcada sobre los esquemas
de la predicacifin profética, y los profetas, ouando
recu- rrian al pasado, Io hacian llevados de la
preocupacion de encontrar una respuesta para los
problemas con- temporaneos. No es probable, por
tanto, q_ue el autor Dta haya sometido a examen un
periodo tan amplio de la historia simplemente para
constatar la desapa- ricifin de Israel y de sus
instituciones y para justifi ear el hecho desde e1
punto de vista teologico. No es probable que el Dta
se haya contentado con explicar el pasado, sin
dirigir una palabra a las necesidades de1 momento
presente.
En su estudio sobre el kerygma de 1a HDta, H.
W. Wolff ha descubierto este mensaje positivo y lo
ha de- finido como un llamamiento a la conrersiân.
Al hablar de la historia primitiva (Gen 2-11)
veia- mos (1) que el J habia compuesto una historia
safufzs, hecha de peeados y castigos: pecado original
y ex- pulsion del paraiso; fratricidio de Cain y
expulsion de la tierra cultivable, eastigado a, la
vida erran- te; pecado de los hijos de Dios con las
hijas de los hombres y castigo del diluvio; pecado de
la torre de Babel y dispersiñn. Pero veiamos también
que los cas- tigos nunca eran totales y definitivos,
sino que iban siem.pre acompañados de la aetividad
salvifica de Dios: los primeros padres fueron
expulsados del pa- raiso, pero Dios les prometio un
libertador; Cain fue expulsado de la tierra cultivabie,
pero Dios Ie mareñ
Resulta, sin embargo, muy dificil resignarse a
aceptar esta interpretacion tan negativa de M. Consideradas las cosas desde el punto de vista de
Noth. los
(1) MToxio G. LAuxDRln: Teolog ia de las Tradiciones Yerisio $ Sacer-
46 dolal. Casa de la Biblia. Madrid, 1970, pp. 45 49.

4Y
su presencia ninguno de los pueblos que dejo Josué
con una señal para que nadie ie Niciera daño, i cuando murio (Jue 2, 20-23).
pecado de los hijos de Dios desencadeno el diluvi‹i. Pero, junto al castigo, encontramos también la
pero Dios preservñ la familia de Noé como germen sal- vacion. La actitud salvifica de Dios sigue
d‹' presente du
11na humanidad nueva; Ia humanidad fue rante el periodo de los jueces, como lo demuestran
Confundi- los sucesivos libertadores que suscita el espiritu de
da y dispersada en Babel en multitud de lenguas y Yave
pueblos, pero Dios le prometio a Ahraham que estos en los momentos de emergencia.
encontrarian en él la bendicion.
En el autor Dta, que, sin duda, ha con ocido la His 48
toria I, encontramos un esquema historico salvifico
muy similar. Si bien esta presente a lo largo de
toda la obra, donde adquiere relieve especial es en
los cé- lebres ciclos del libro de los jueces. De
manera unifor me y constante, el pecado del pueblo
va siempre acorn- pañado del correspondiente
castigo, pero éste nunea es tampoco definitivo y
total, sino que, previa la con- versiñn de los
israelitas, Dios les envia de nuevo la salvacion a
través de nuevos libertadores.
En los grandes periodos de la HDta encontramos
reproducido el mismo ritmo salvifico que se da en pe
queño en los ciclos de los jueces. Después de Josué y
su generaeion ya se habia eonsumado prâ
cticamente la defection de Israel:
“El pueblo zirvio a Yavé en gida de Josué y de
Nos nncinaos que ie soDrericteron y que hnbian
sido te8tigos de todas las grandes 4azañas quo
vase Itabia hecho a Jaror de Israel.. . Pero let 8u-
cediâ otra generaciân que no conocia a care
ni lo qt/e Fabia Echo por Israel" (due 2, 7.
10).
A causa de la claudicacion del pu eblo, se
encendiñ la ira de Dios contra Israel y no arro jo de
E1 paso a la monarquia supone una apostasia ma- conversion del pueblo con la consiguiente liberacion
yor. Pero tampoco en este momento la actividad sal- por parte de Yavé? La res- puesta parece que debe
vifica de Dios abandona a su pueblo, sino que ser afirmativa. Segun la dina- mica general de la
eondes- ciende con e1 deseo del pueblo, que pide un HDta, al castigo habia seguido siempre la liberacion.
rey; re- frenda la monarquia y la convierte en Logicamente. asi debia suceder también en este
instrumento de salvacion. Elige incluso la capital del momento.
reino, Jerusalén, para hacer habitar en ella su A partir, pues, del periodo de los jueces habria
Nombre. Solo exige que pueblo y rey se ajusten a em- pezado un nuevo ciclo, en e1 que la historia de
las clausulas de la alianza (1 Sam 12, 14-15. 20 los re- yes, con sus constantes defecciones,
25). correspondia al tiempo del pecado; el destierro
Todos los reyes del norte y casi todos los del sur señalaba e1 comienzo del eastigo; y ahora era el
siguieron una linea aseendente de prevaricacion que tiempo de elamar a Yavé y convertir8e, para
culmino en Manasés, cuya maldad desbordñ el alcanzar la liberociou. Para empu- jar aI pueblo haeia
vaso de la ira de Dios, que decreto ya sin apelaeiñn la conversion ha sido eserita tam- bién, sin duda, la
1a ruina de Juda y Jerusalén (2 Re 21, 12 13; 23, HDta.
27). Un examen de Ia HDta misma nos va a confirmar
En este momento preciso de la historia, cuando en esta impresion primera, deducida mas bien o
Ts rael se hallaba cumpliendo el castigo, eseribe el priori. En efecto, el pensamiento de la conversion se
Dta su obra. El pueblo estaba en el segundo tiempo halla presente en la HDta y, en algunos casos, en
de la tamosa tesis del 1_\}3yo de Nos Jueces. momentos claves e importantes.
ñEsperaba el Dta que se repitiera el eiclo completo?
Dicho en otras pa- labras, ñesperaba el Dta la 49
1 Sam 7, 3: “Entonces Samuel hablo asi a toda la sentimientos de los desterrados e implicitamente
casa de Israel: ’Si os volvéis ( stub) a Yavé con todo los este exhortando a la conversion. Lo mismo que
vuestro corazon, quitad de en medio de vosotros los en los cic.los de los jueces, la unica sa- lida que
dioses extranjeros y las Astartes.. .”’. Israel tiene en este momento es la de clamar a
Cual otro profeta, Samuel aparece aqui Yavé y convertirse.
llamando a la conversion. Una conversiñn que debe
exteriori- zarse en la renuncia a los dioses extran 2 Re 17, 13: “Yavé advertia a Israel y Juda por
jeros. Se trata de una doctrina tipicamente Dta (Dt boca de todos los profetas y de todos los videntes
12, 29 ss.), Evi- dentemente, es el Dta quien habla di- ciendo: ’Volveos (— shttb) de vuestros malos
por boca de Sa- muel. caminos y guardad mis mandamientos y mrs
preceptos...”’.
1 Re 8, 33-36. 46-53. Por cuatro veces leemos la El Dta interpreta la quinta esencia de toda la pre-
palabra-motivo s/tufi. Nos encontramos, ademas, dicacion protética como un llamamiento a la confer-
en un contexto sumamente relevante, ya que la stott. ¥ el veredicto justiciero de Dios ha caido
dedica- cion del templo es una fecha clave en la sobre e1 p.ueblo por desoir la invitacion de los
HDta. El tema de la conversion aparece, por profetas y ser infieles a la alianza. Por tanto, una
añadid.ura, asocia- do al recuerdo del destierro (vv. vez mas se les se ñala a los exiliados el camino a
46-53). El Dia refleja aqui elaramente los seguir en este mo- mento.
£ 2te PM, 25: “No hubo antes de é1 n ingun rey El ideal de la conversion aparece personificado
que se volviera ( shub) como él a Yavé, con todo su en la figura del rey Josias, que constitu,ye un
co razon, con toda su alma y con toda su fuerza, llamamien to implicito a la conversion del pueblo.
segun toda la Ley de Moisés. ..”. Josias no es presentado como ejemplo de hombre
fiel y sin defec- eiones, sino como modelo de
50 conversion.
Dt 4, 29-31 y 30, 1-10. Aun admitiendo con
M. Noth que sean secundarios, la presencia de estos
versiculos demuestra que el autor que los ha
añadido comprendio bien el sentido de la obra
original y que los añadio precisamente para
subrayan la intenciona lidad subyacente en la
HDta, a saber, el llamamiento a la conversion.
Tendr iamos, pues, que el deseo de despertar la
conversion en e1 Israel del destierro habria sido la
se- gunda motivac own poderosa que empujo al Dta
a com- poser su magna sintesis historica. La
conversifin que eI Dta espera debe empezar por
tomar conciencia de la propia culpabilidad, pedir
perdon y sensibilizar e1 alma para una n.ueva
obediencia a la voz de Moisés y a las clausulas de
la alianza. Debe ser subrayado el ca- racter acultico
de la conversion prevista por e1 au- tor Dta.
Dadas las circunstancias en clue se encontra ba el
pueblo, la conversiñn no puede consistir tanto en
una vuelta hacia unas praeticas Gultuales en un
templo que no existe cuanto en la vuelta hacia
Dios y en la fidelidad a su palabra. La conversion
Dta apa rece, finalmente, no tanto como obra del
hombre cuanto coino un don de Dios (Dt 4, 29 31;
30, 1 -10). Un don que el pueblo puede esperar
confiadamente I.undado en la fidelidad de Dios a las
promesas hechas a los patriarcas (Dt 4, 31).
51
30).

52

â. LLAMAMIENTO A LA ESPERANZA

La HDta esta vuelta hacia el pasado en cuanto


tra- ta de explicar los tragicos acontecimientos que
pusie- ron fin a los reinos de Israel y de Juda.
Encierra, a su vez, un mensaje actttoi en cuanto
constituye un lla- mamiento implieito a la
conversion del pueblo que se halla en exilio.
cAbriga también alguna esperanza para el porrenir?

Profecia-cumplimiento

La HDta esta jalonaJa por un sinniimero de pro-


mesas y profecias que van encontrando su cumpli-
miento a intervalos mas o .menos largos. La
conquista de la tierra es el cumplimiento de la
promesa patriar- cal (Jos 21, 43-45; 23, 14). La vida
toda de Israel en la tierra prometida no es mas que el
desarrollo y el cum- plimiento del programa previsto
por e1 Deuteronomio. Donde mas abundan las
figuras proféticas y las pro- feeias es en los libros de
los Reyes. En el 1 Re encon- tramos 25 relatos
basados en el esquema profecia - eumplimiento, y
20, en el 2 Re. Entre los principales podemos
enumerar los siguientes:

— Ajias de Silo profetiza la division del reino, la


desapariciñn de la dinastia de Jeroboam y la
muerte prematura de Abias (comp. 1 Re 11,
28-29 con 12, 15 ;1 Re 14, 1-18 con 15, 29-
— Jehu, hijo de Janani, profetiza la defeccifin y con sus correspondientes cumplimientos, constituye
destruccion de la dinastia de Basa (1 Re 16 1- en la HDta una verdadera infraestructura que da al
4). con junto de la obra cohesifin y dinamismo. Entre
profe- cias y cumplimientos se crean otros tantos
— Miqueas, hijo de Yimla, profetiza la ruina de
areos be tension que dan a la HDta un cierto sentido
Samaria y de la casa de Ajab (1 Re 22, 7 ss.;.
dramati- co. El arco de tension entre prediceion y
— Elias y Eliseo profetizan varios hechos de la cump1imien- to suele abarcar varias generaciones
historia de Israel (1 Re 21, 19 ss. con 2 (v. gr. 1 Re 13, 2 con 2 Re 23, 16 18; etc.). En otras
Re 9, ocasiones la profe- cia se eumple inmediatamente
30-11, 11; etc.). (v. gr. 2 Re 1, 6 con 1, 17).
— Jonas, hijo de Amitai, profetiza 1a extensiñn de
las fronteras de Israel (2 Re 14, 23-27).
Retroyecciân dv la hzstorta
— Juldaintervienecon
motyodelainvencondel Esta técnica Dta, de explicar el presente como el
GbrodelaLey(2Re22,14 20) cumplimiento y la realizacion de una palabra
— Un profeta anonimo prediee a Ajab la pronun- ciada en el pasado entra de lleno en la figura
suerte de las guerras arameas (1 Re 20, 13. histori- co-literaria que los autores suelen llamar
22). “retroyec- cion de la historia” (algunos hablan de
“proyeceion”, pero proyectar hacia atrâs implica
conlradictio tn fer-
Esta red de promesas, profecias y prediociones,
mints). Consiste, fundamentalmente, en retrotraer al retrotraidas al tiempo de Josué.
pasado la causa o razon de ser de los aconteeimientos Esta tendencia a considerar el presente como la
actuales. Asi, por ejemplo, toda la desilusifin posterior realizacion de una palabra pronuneiada en el pasado
que trajo consigo la monarquia, experimentada y su- obliga, a veces, al historiador a formu l a s pI’Of e C1aS, pr
frida durante largos años, es presentada por 1 Sam o- mesas, bendiciones y maldiciones alli donde no las
8 y 12 como una amonestacion hecha por Samuel al Fabia.
pueblo cuando todavia no tenian rey. Los abusos de ia
monarquia, ios cuales alcanzarian en Salomon
uno de sus momentos mls algidos (1 Re 10, 26-11, 1), EJicocio de In pnlnbrn dit›tnn
apa- recen preanunciadps por el Dt 17, 14 20 antes
de en- trar en Palestina. Particularmente Naturalmente, esta version de los hechos en nada
caracteristica es, en este sentido, la presentacion que se opone a la doctrina de la inspiraciñn y la
hace el Pentateu- co de las leyes de Israel: toda la inerrancia, ya que se trata de un recurso historico-
legislaciñn es retro- traida al periodo anterior a la literario. En el fondo de esta presentacion de la
entrada en Canaan, como si todas las leyes hubiesen historia se esconde la conviccion teologica de los
sido promulgadas por Moisés. La conquista de la autores biblicos, segun la cual la historia en general,
tierra y la redondez de sus f ronteras, que no se y mas especialmente la his- toria de Israel, no es mas
lograron hasta 1os dras de David Salomon, son que el desarrollo y la realiza- cion de la palabra de
Dios pronunciada periodicamen- te a través de sus — Los cananeos arrastran una vida sensual y es-
profetas: “No, no hace nada el Señor Yavé sin tan sometidos a los israelitas, porque sobre
revelar su secreto a sus siervos los protetas” (Am 3, ellos pesa la maldicion de Noé. Los israelitas,
7) : en cam- bio, son libres y viven en
prosperidad porque Noé bendijo a Sem (Gen
9, 24-27).
— La vida actual y las caracteristicas de las
tribus estan determinadas por las palabras
pronuncia- das sobre ellas por Jacob y
Moisés (Gen 49 y Dt 33).
— Juda tiene la supremacia sobre las demas
tribus, porq'ae asi fue predicho por Jacob
(Gen 49, 10).
— Las constantes fricciones y perpetua
enemistañ entre Esau ( edomitas) y Jacob (
israelitas) son la realizacion de una palabra
de Dios (Gen 25, 22-23).
— Aqui habria que referirse a las innumerables
predicciones, bendiciones y maldiciones que
de- terminan e1 curso venturoso o siniestro de
la historia.

ftse doble pnlobro: Let y Evangetio

Era necesario tener presentes todas las eonsidera-


ciones que preceden para poder valorar
exactamente la tesis de G. von Rad sobre la
intencionalidad ultima de la HDta. Segun von Rad,
la HDta no es una historia profana ni tampoco la
descripcion de la fe o de las instituciones de Israel,
sino la historia de la palabra eficaz y dinamica de
Dios segun se realiza en la vida de Israel. Esta
palabra es doble. Dios ha pronunciado una palabra
de amenaza y maldicion que se halla con- signada en
Dt 28, 15-68, la cual encontrñ su realiza- cion en la
ruina de Samaria y Jerusalén. Es el aspecto punitivo
y negativo de la palabra, que destruye, es de- cir, es la palabra eomo ley. Pero Dios ha pronunciado
también una palabra positiva de promesa y hijo de David (vv. 14 15) tiene, precisamente, la fina-
esperanza que se halla resumida en la profecia de lidad de reforzar la afirmacion de que la
Natan. Es la palabra que salva, es decir, la palabra defeccion
como evangelio. La palabra-evangelio tiene q.ue
cumplirse to mismo que la palabra ley. La profecia 56
de Natan (2 Liam 7), que von Rad califica de to
katéchon, irradiaba luz y espe ranza en los
momentos criticos. Mientras no se apague

4; 2 Re 8, 19), nada hay irr emediablement e perdido.


El exilio mismo no consigue abatir la esperanza de
Dta. hon Rad subraya el significado e importancia
que tie- nen en la HDta los versieulos finales (2 Re
25, 27 30), referentes a la renabilitacion de Joaquin
en pieno des- tierro: son como una interrogacion
abierta a la espe- ranza.
Ante todo, conviene tener en cuenta el earacter
pro- misorio e incondicional de la profecia:
“to seré para éI padre y él 8erâ para mi lii
jo. St haee et mal, ie castigaré con vara de
hombr.•,s y com i7ofpes de hombres, pero no
apartaré de éI
/ amor, como to aparté de Saui, a quien quité
de âelante de mi. Tu cada y tu reitio
permanecerân para siempre (— ’ad -’o!am ) ante
mi; tu trono es- tara firma eternamente (
’ad-’olam)" (2 Sam ’f, 14-16).

Frente a la alianza del Sinai, que era bilateral y


onerosa, la alianza davidica, to mismo que la patriar
“eal, es unilateral y graciosa. Este caracter gracioso
y promisorio esta aeentuado por la afirmacion,
repeti- da dos veces, de que la alianza de David sera
eterna. Si bien se exige la obediencia a Yavé por
parte de los sucesores de David; sin embargo, esta
obediencia no se considera como condicion de la
que dependa 1s continuidad de la alianza. La alusion
al castigo de1
no podra invalidar ni anular la alianza . El fracaso por sus siervos los profetas. Ahora bien, como ha
de la dinastia de Saul no se repetira en el caso de hecho notar von Rad, esta palabra es doble: como
David. isegun ha demostrado D. J. McCarthy, la ley, con poder destructor, que alcanza su objetivo
profecia en la desaparicion de los reinos de Israel y de Juda;
de Natan es pieza clave en la HDta. Esta en la y como evangelio, que salva y que en este caso se
misma linea de toda la serie de discursos y cif ra en la promesa hecha a David por Natan. St el
reflexiones teolo- gicos que forman las grandes Dta esta preocupado por demostrar como se van
articulaeipnes de esta sintesis historico-teologiea. cumpliendo las muchas profecias que jalonan su
De la importancia que e.1 Dta concede al orâciilo obra, cpor quo habria de desconfiar que también se
de Natan hablan bien claro las cumpliria la he- cha a David por Natan?
14 refereneias que de él hace a lo largo de 1-2 Re, Aunque sea un tanto sutil, podriamos
unas directas y otras indirectas (1 Re 2, 4. 45; 3, 6-7. establecer e1 siguiente paralelismo antitético:
14; 5, 5; I›, 12; 11, 32. 34. 36. 39; 15, 4-5; 2 Re 8, 19). mientras que so- bre los reyes del norte pesaba
Dado e1 caracter apodietico y absoluto de la desde el principio un veredicto de condenacion
pro- mesa y dado el relieve que el autor le concede debido al "pecado original" contraido por Jeroboam
en el con junto de la obra, logicamente debemos I (1 Re 14, 15-16), sobre la di- nastia davidica
concluir que el Dta tema razones mas que existia, en cambio, una "justicia origi nal" que daba
suficientes para es- perar en el futuro y para derecho a esperar su supervivencia. En distintas
expresar esta esperanza a través de su obra. Mas ocasiones el Dta subraya expresamente la garantia y
arriba dijimos que toda la HDta puede ser proteccifin que supone para la dinastia da-
considerada como eI desarrollo y la realiza- cion de
la palabra de Dios pronunciada periodicamen te 97
vidica la promesa hecha a David (1 Re 11, 12. 32. 34.
36. 39; 15, 4; 2 Re 8, 19; 11, 1 ss.; 19, 34).
Ciertamente, la nacion se hallaba destruida, los
ciudadanos se encontraban en exilio y el rey estaba
destronado. No es facil, por tanto, que el autor Dta es- perara
un cumplimiento historico de la promesa, por to menos a
corto plazo. Todo hace pensar que este es e1 momento en
que las esperanzas dinasticas empie zan a dar e1 paso del
nivel histfirico al plano de 1a fe mesianica. De necho, la
HDta se halla entre dos oracu- 1os mesianicos relativos a la
dinastia davidica: Jer 23, 5-6 e Is 55, 3. El oraculo de
Jeremias suele colocarse en e1 reinado de Sedecias, es
decir, poco antes de la caida de Jerusalén en 587. El del
segundo Isaias ha- bria sido pronunciado hacia el 540 a. J.
C.. .unos diez años después de la HDta. Contemporaneo del
Dta es, ademas, Ezequiel, que cuenta entre sus temas y mo
tivos eseatologico-salvificos el mesianismo real (véan- se
34, 23-24; 37, 22. 24-25; ct. 44, 3; 46, 1 15. 16-18).
58

HISTORIA CRONISTICA
Racialinalesdela dominaion persa o
comienzos dela Aeéiflcase heva a caboen
JerusaMnla compo- sicion de una voluminosa
sintesis historica, que va desde Aaam hasta la
restauracion postexilica por obra de Nehemias y Esdras.
Cierto, solamente la etapa mo- narquica y e1 periodo de la
restauracion después del exilio son tratados con amplitud
y deteneion. Los cin- cuenta años del destierro (587-538 a.
J. C.) son pasa- dos por alto, y los largos siglos que van
de Adam al establecimiento de la monarquia se reducen
a eseue- tas y descarnadas listas genealogicas.
Segñn 8an Jerñnimo, esta magna obra puede ser
ealilicada de “Cronica completa de la historia divi-
na”. En esta expresi0n del famoso exegeta de Belén
se inspira cl titulo de Historia del Cronista o
Cronizti- en, que ie dan los autores modernos.
Corresponde a los libros Ilamados tradicionalmente
de los Paralelipome- nos, y ahora de las Cronicas, y
a los libros de Esdras g Neh:emias.

61
1. PLAN Y CONTENIDO

El Cronista eentra la atencion en dos grandes eta-


pas de la historia de Israei: la monarquia y la restau-
racion postexilica:

A. Ex la etapa monârquica, que eubre los dos


libros de las Crñnicas, ei autor distingue cuatro tiem-
pos sueesivos:

1. Preliistoria de la monarquia (1 Cron 1-9)


Después de reseñar en el c. 1 la linea genealñgica
entre Adam y Jacob-Israel, padre de las doce tribus,
en los ocho capitulos restantes el autor recorre la his-
toria de cada una de estas, siempre sobre la base de
listas y arboles genealogicos.
En la intencion del Cronista, estos nueve prime-
ros capitulos de su obra son como la prehistoria de la
monarquia davidica. Asi lo demuestra la relevancia
que concede a la tribu de Juda (la tribu de David),
que es colocada en cabeza y a la que se le dedican,
ademas, 102 versiculos (2, 1-4, 23), frente a los 10 ver-
siculos que constituyen la media de las demas tribu,s,
exceptuadas las de Levi, con 81 versiculos, y la de
Ben- jamin, con 47 versiculos. Las preferencias por
Levi ra- dican, sin duda, en el hecho de que el Cronista
perte- necia a esta tribu y porque se trataba del
personal ads-
crito al templo de Jerusalén; la atencion dedicada a
Benjamin se debe, probablemente, a que en su tribu
esta ubieada Jerusalén, elegida por David como davidica, desde la division del reino a raiz de la
capi- tal de la monarquia. muerte de Salomon has- ta la caida de Jerusalén
y destierro de Babilonia. De nuevo, se repite
2. netnado de David (I Cron 10-29) aqui el mismo fenñmeno de los reina- dos
anteriores: el autor dedica mucho espacio a Asa,
Después de evocar la genealogia de Saul y
âosafat, Ezequias y Josias, que llevaron a cabo
deseri- bir su muerte en el c. 10, eI resto del
refor- mas religioso-cultuales, y los demas reyes
primer libro de las Cronicas esta todo él
desfilan
consagrado a la vida y obra de David: su
eleccion como rey, conquista y eleceion de
64
Jerusalén para capital del reino, traslacifin del
area, victorias de David, preparativos para la
eons- trueeion del templo y organizaeion del
culto.
Llama la atencion el gran espaeio
concedido por el Cronista a la actividad cultual
de David. De los â22 versieulos que dedica a1
fundador de la monar- quia, 329 se refieren a su
obra religiosa y cultual, y solamente 193 son
reservados para sus aetividades ci- viles y
militates.

3. ° Reinado de 3alomorz (2 Cron 1-9)


Para el Cronista el hecho central de la vida
de Sa- lomon es la construccion del templo. Es
decir, tene- mos aqui la misma jerarquia de
valores que en el rei- nado de su padre David.
Los aspectos profanos de la vida y obra de
Salomon estan reducidos al minimum y
ocupan lugar seeundario con relacion a su
aetivi- dad religioso-cultual.

4. ° Restantes reyes de Judâ (2 Cro7z 10-36)


En el euarto tiempo desfilan por la pluma
del Cro- nista todos los reyes de la dinastia
uno detras de otro con rapidez. En concreto, a escena, y en s.1i lugar aparece Zorobabel.
los cua- tro reyes reformadores mencionados Algunos autores piensan que se trata del mismo
les corresponden 13 capitulos, frente a los 14 personaje con nombres diferentes. Distintas
que se reparten los 16 re- yes restantes. earavanas de sionistas fueron llegando a Jerualén
a partir del 538. La edifi- cacion del templo, que
B. La restauracion posteziizco, segun se con tanto fervor se habia em- pezado en el primer
halla re- eogida en los libros de Esdras y momento, se vio pronto obstacu- lizada por las
Nehemias, eubre asi- mismo cuatro grandes intrigas y hostilidad samaritanas. Es- timulado por
etapas: Ageo y Zacarias, Zorobabel puso de nue- vo
manos a la obra en el año 520, y en el 515 fue
1.” £sct 1-6 (anos 538-515 a. 1. C.)
con- sagrado y abierto al culto. El nuevo
Consecuente con la politica tolerante y templo levanto los animos de la comunidad
condescen- diente de 1os Aqueménidas, sobre postexilica, y en sus men- tes revivio la
todo en el aspecto religioso, Ciro publiea en el esperanza mesianica, que se centro en la persona
verano del año 538 un edicto autorizando a los de Zorobabel (Ag 2, 23; Zac 6, 12-15).
judios desterrados en Babi- lonia a regresar a
su patria. Se organiza la primera ca- ravana de 2.• Neli 1-7. 11-12 (ahos 4*5-433 a. J. C.)
repatriados dirigidos por Sesbasar, especie de
alto comisario, que debe asegurar la devolucion Primera actividad de Nehemias. Habiendo
de todos los vasos sagrados y objetos Ilegado
cultuales llevados a Babilonia por a su conocimiento la situacion precaria en que
Nabucodonosor, y restaurar e1 templo de se en-
Jerusalén. Sesbasar desaparece bruscamente de la
65
contraban sus hermanos de Jerusalén y el encontraba la ciudad, comunico al pueblo su
estado de la ciudad santa, todavia en ruinas y pro- posito de reedificarla y asigno a cada
sus puertas que- madas, debido a la oposicion y familia su tarea. Pronto afloro la oposicion, que
hostilidad de los sa- maritanos, Nehemias dirigia esta vez Sam- balat, gobernador de
solicito, consiguio de s.u señor el soberano Samaria, y Tobias, perteneeien- te a una
persa, autorizacion para ir a Juda y reedifi- car influyente familia amonita.
la ciudad de sus padres. Llegfi a Jerusalén el La audacia e intrepidez de Nehemias
año vigésimo de Artajerjes I, a saber, el año superaron
445 a. J. C., y su primera misifin duro doce todas las dificultades, y en eincuenta y dos dias
años (Nett 2, 1; 5, 14). Después de una IaB murallas estuvieron terminadas (Neh 6, 15).
inspeceion nocturna del estado en que se En un segundo tiempo, se dedicfi a repoblar la
ciudad, que estaba casi desierta y con muchas
casas sin levantar. Se establecieron en cretario general en la corte persa, encargado
Jerusalén los principales del pue- blo, de los asuntos judios, que se regulaban de
sacerdotes, levitas y laicos. Nehemias llevo a acuerdo con la Ley del Dios de los Cielos o
cabo finalmente la ordenacion social. En el año Ley de Moisés. Esdras so- licita y obtiene del
trigésimo segundo de Arta jerjes, a saber, en el rey plenos poderes para organizar la
433, entrfi de nuevo en Babilonia. comunidad judia palestinense y las damas
comuni- dades judias de la diaspora. El firman
3.“ Set 13 (entre 433 y 424 o. 1. C.)
o autorizacion que Artajer jes II puso en
Segunda actividad de Nehemias. Pasado manos de Esdras (Esd 7, 11 26) implicaba
algun tiempo, pero dentro todavia del reinado tres puntos principales: permiso a los judios
de Artajer- jes I, muerto en 424, volviñ por que habia en Babilonia, para regresar a Juda;
segunda vez Nehemias a Juda, donde encontrfi elevacion de la Ley de Moisés a la categoria de
comprometida la obra de la restauracion y se Ley de Estado, obligatoria para todos los
vio obligado a actuar de riuevo con energia. El judios; y finalmente, varias disposiciones de
e. 13 de su libro nos informa sobre las me- orden financiero, que ponian generosamente a
didas reformadoras de esta segunda aetividad. disposici0n de Esdras donativos y colectas con
e1 fin de reorganizar y enri- quecer el culto
4.' Esd 7-10 y Set 8-10 (398-397 a. 1. C.) yavista en e1 templo de Jerusalén.
Esdras se puso en camino el dia primero
Aetividad de Esdras. “Saeerdote y escriba del pri- mer mes, y llego a Jerusalén
de la Ley del Dios de los Cielos”, Esdras era acompañado de muehos sacerdotes y levitas
una especie de se- (Esd 8) en el mes quinto del año séptimo de
Arta jerjes II, que corresponde al 398 a. J. C.
66 Aprovechando la reunion de todo el pueblo con
motivo de las fiestas del séptimo mes, leyo
publicamente la Ley de Moisés, que él habia
traido consigo de Babilo- nia y que habia de
constituir la Carta Magna de la comunidad
judia postexilica (Nett 8). La promulga- cion
solemne de la Ley por obra de Esdras
constituye una fecha decisiva en la historia del
pueblo elegido: es e1 dia del nacimiento del
Judaismo. La mision de Esdras, concretamente
la promulgacion solemne de la Ley de
Moisés, es importante también en la histo- ria
literaria del Antiguo Testamento. Los autores
es- tan cada vez mas de aeuerdo en afirmar Después de la promulgaciñn de la Ley,
que la Ley de Moisés, elaborada en los Esdras afronto el grave problema de los
circulos sacerdotales de Ba- bilonia a base de matrimonios mix- tos (Esd 9-10). Era
antiguas tradiciones, traida y pro- mulgadas importante este paso en su plan de
por Esdras en Jerusalén, corresponde sus-
taneialmente a nuestro Pentateuco. 67
llevar a cabo la reforma religiosa, pues los biblicos como extrabiblicos.
matrimo- nios con mujeres extranjeras habian
contaminado el yavismo con practicas A) I-II CRONICAS
paganas. En la pureza de la sangre y de la
Para la primera parte de su obra, que eubre
religion encontraria su cohesion la eo-
el espacio de tiempo que va desde Adam al
munidad postexilica. La reforma de Esdras
destierro, y que corresponde a l/2 Cronieas, el
tropezo con graves diJicultades, pues eran los
Cronista se ha ser- vido ampliamente de las
grandes principal- mente quienes estaban
sintesis histfiricas biblicas anteriores, sobre
implicados en estas irregula nidades, y la
todo, de la “Historia Sacerdotal” y de la
separacion de las mujeres extran jeras
“Historia Deuteronomista”. Las listas
deshaeia las familias, producia malesta r y
genealogicas de l Cron 1-9 estan compuestas
levantaba protestas, incluso en los pueblos
sobre los datos que ie han proporcionado los
vecinos, que se veian afectados y ofendidos
libros del Génesis, Exodo, Nu- meros, Josué y
por estas medidas. Sin embar- go, se tomaron
Rut. Las historias de David, Salomñn
resolueiones eficaces y se empezo la reforma.
No conocemos ni la duracion ni el alcance
68
de la misma, pues el relato en torno a Esdras se
eorta brus- camente en este momento y no
vuelve a apareeer mas. Las ultimas fechas de
sus Memorias se refieren a los meses noveno y
décimo del mismo año séptimo de Ar- tajer jes
II y al mes primero del año siguiente (Esd 10,
9. 16-17).

2. FUENTES
El Cronista ha tenido a su disposiciñn
fuentes an- teriores. Algunas veces las cita,
incluso, expresamen- te, cosa que no suele ser
frecuente en lo autores anti- guos, tanto
”Hechos de Gad, el vidente” (1 Cron 29, 29),
y la historia de Ia monarquia en general (1 Cron “Profecia de Ajias de Silo” (2 Cron 9, 29),
10 - “Visidn de Ido, el vidente” (2 Cron 9,
2 Cron 36) estan calcadas en los libros de 29), “Hechos del profeta Semeias” (2 Cron 12,
Samuel y Reyes, de los que reproduce 151, “Midrâs del profeta Ido” (2 Gon 13, 22),
capitulos enteros. “Hechos de Jehu, hijo de Janani” (2 Cron 20,
Ademas de las fuentes biblicas, e1 34), “Historia de Ocias, redaCtada por el
Cronista aduce otra serie de obras profeta Isaias, hijo de Amos” (2 Cron 26,
extrabiblicas, que cita expresamen- te 22), “Vision de Isaias. hijo de Amfis” (2
repetidas veces y a las que remite e1 lector Cron 32, 32), “Hechos de Jozai” (2 Cron 33,
deseoso de una mayor informacion. Unas 19) y
pertenecen aI géne- ro histfirico y otras son “Lamentaciones de Jeremiah” (2 Cron 32, 25).
de caracter profético. Entre las primeras cQué decir de esta variedad de obras y de
encontramos los titulos siguientes: “Li- bro titulos? cson fuentes independientes y
de los Reyes de Israel y de Juda” (2 Cron distintas unas de otras, o se trata mas bien de
27, 7; 35, 27; 36, 8; etc.), “Libro de los una misma y sola obra de ca- racter
lteyes de Juda y de antologico?
Israel” (2 Cron 16, 11; 25, 26; 32, 32; etc.), En cuanto a los titulos de género
“Libro de historico, pare cen referirse todos a la
los Reyes de Israel” (1 Cron 9, 1; 2 Cron 20, misma obra, presentad£t
34), “He- chos de los Reyes de Israel” (2 Cron distintos nombres. La denominacion que
33, 18) y “Midras del libro de los Reyes” (2 mejor le cuadraria serta la ultima, a saber,
Cron 24, 27). Los titulos pro- féticos, doce en Mtdrñs del Itbro de los Reyes. El “midras”,
total, son estos: “Los Hechos de Sa- muel, el que viene a ser una actualizacion de los
vidente” (1 Cron 29, 29), “Hechos del profeta textos sagrados, en orden a acomodarlos a las
Natân” (1 Cron 29, 29; 2 Cron 9, 2g), necesidades y exigencias cambiantes
de cada generaeion, fue un género muy a1 per- sonaje que lo protagonizaba. Algo asi
oultivado a partir del destierro. Nuestra misma como San Pablo cita el primer libro de los
“Historia Cronis- tiea” se alinean dentro del Reyes, diciendo: “cO es que ignorais lo que
género midrasico. dice la Escritura en Elias...?” (Rom 11, 2). Fs
Los titulos proféticos se refieren, decir, 1os distintos titulos proféticos men-
posiblemente, siempre, a su vez, a una misma cionados por el Cronista corresponderian a los
obra. Dado que los escritos no estaban distin- tos capitulos o secciones de una misma
divididos ni en capitulos ni en ver- siculos, obra.
como ahora, los autores antiguos, para refe-
rirse a .una seccion determinada, nombraban B) ESDRAS-NET-fEMIAS
A diterencia de lo que ocurria en 1/2 mismo en arameo el decreto de Artajerjes, que
Cronicas, aqui el autor nunca cita expresamente autori- za la mision y partida de Esdras para
s.us fuentes. Ciertamente, en el caso presente no Jerusalén. De procedencia oficial son,
ha podido inspi- rarsc en los libros canonicos, seguramente, también tas Its- tae de toe jefes
como lo hizo en la pri- mera parte, puesto que del pueblo de In pobfacion jud(n, y de tos
no existian. Sin embargo, es evidente que el sacerdotes y Veritas, que vienen en Neh 10, 2
Cronista no ha podido componer sit historia de la 27; 11, 3-36, y 12, 1-26.
restauracion sin tener a mano fuentes escritas. El
analisis de Esdras-Nehemias permite idcn- b) has Memorias de Esdras
tific*.r con f acilidad algunas de esas fuentes:
Todo lo referente a la actividad de Esdras,
a) Documentos o/retakes su He- gada a Jerusalén (Esd 7-8), la
promulgacion de la Ley (Nett 8 10) y la
El edzcto de repatriaciân que viene separacion de los matrimonios mix- tos (Esd
reproducido, con ligeras variantes, en 2 Cron 36, 9-10), procede de una fuente pre-existente,
23; Esd 1, 2 4, y Esd 6, 3 5, representa, sin que podriamos titular “Memorias de Esdras”.
duda, un documento oficial. La lista de Nos
repatriado8 en tie.mpo de Zorobabel (Esd 2 e) Memorial de Nehemias
Nett 7) procede, con toda seguridad, de los
arehivos ofieiales de Jerusalen. Esd 4, 6-6, 18, De igual manera, lo referente a las dos
reprodu- ce un documento arameo, q.Rae recoge actividades de Nehemias (Neh 1-7 y 13),
la correspon- dencia diplomatica entre la corte procede, con toda seguri- dad, de las
persa y sus repre- sentantes en Palestina, “Memorias de Nehemias”. Nehemias habla en
referente a la construccion del templo de primera persona y, sobre todo, lo relativo a la
Jerusalén. Esd 7, 11-26 reproduce asi- pri- mera actividad (cc. 1-7) forma una
narraeion muy homogénea y fluida.

3. TRABAJO REDACCIONAL DEL


CRONISTA

El Cronista no se ha limitado a ensamblar


sus fuentes en orden a conseguir una
narracion articula- da y organica. De suyo,
este hubiera sido ya un tra- bajo valioso y
positivo. No ha querido ser un mero co- lector
de fuentes y tradiciones. Su proposito era com-
poser una obra propia y personal con fines e de una obra nueva y original. El trabajo re-
intencio- nalidad bien determinados. La casi daecional del Cronista es perfectamente
totalidad de los materiales ya existia, pero con controlable en la primera parte de su historia,
ellos ha construido un edifieio nuevo. El pues, al ser paraIe-
Cronista es un verdadero autor, res- poiisable
71
la de los libros de Samuel y Reyes, podemos David hacia los hijos de Sant (2 Sam 9), el
establecer entre ambos un estudio comparativo. adulterio con Betsabé, el crimen contra Unas (2
Esta es la tarea que nos proponemos ahora en Sam
orden a descubrir sus procedimientos 11-12), el incesto de Amnon y la rebelion de
metodologicos y sus ideas teologicas. El Absalon (2 Sam 13-20). Silencia, finalmente,
Cronista la llevado a cabo una labor de elimi- la decrepitud de David y la presencia en la
mctda. Frente al Deuteronomista, que tenia en corte de Abisag la sunami- ta; las intrigas
euen- ta la existencia de los dos reinos y hacia eortesanas con vistas a la sucesion en visperas
la historia sincronica de ambos, el Cronista ha de su muerte y las instrucciones que da a
silenciado y eli- minado consciente y Salomon para que castigue a Joab .y Semei.
deliberadamente las dinastias del reino del Elimina- das las sombres, el David del
Norte. Para él, el unico auténtico pueblo de Cronista es una imagen luminosa, el prototipo
Dios es el reino de Juda presidido por la del rey ideal.
dinastia davidica. La separacion de las tribus Otro de los traba jos redaccionales del
del Norte a ia muerte de Salomon constituye Cronista son los retoques introducidos en las
un verdadero cisma que las eoloca fuera de la fuentes. En la histo- ria de David, por
eleccion y de la alianza. Dentro de la historia ejemplo, no sñlo ha eliminado los
del reino de Juda se nota en el Cronista la
72
preocupacion por eliminar todos aquellos
relatos que puedan ensombrecer la figura de
los reyes y dirigentes del pueblo elegido. Esta
preocupacion se hace especialmente
perceptible en el caso de David. El autor ha
silenciado las relaciones de David con Saul (1
Sam 16-31). Para él, Saiil habia sido un rey
infiel y no quiere verlo relacionado con David.
Omite asimismo las incidencias con Isbaal,
sueesor de Saul, y sus siete anos y medio de
reinado sobre Juda en He- bron (2 Sam 1-4).
Elimina las muestras de benevo- lencia de
relatos que podian ensombrecer su persona, de salvaguardar la justieia y santidad de
sino que a veces ha retocado también la Dios. Otra de las figuras muy retocadas por el
fuente recibida con eI fin de idealizar su Cronista en este mismo relato es el htt pei de
figura. Mas abajo, al nablar de las ideas Yavé, que figuraba cier- tamente en la fuente
teolfigieas del Cronista, veremos también mul (2 Sam 24, 16-17), pero no con la amplitud y
tiples retoques motivados por el deseo de ver relieve que tiene aqui. En ouanto a la falta o
cumpli- dv la ley de estricta retribucion. Uno pecado de David, el Cronista no la tenido mas
de los casos mas tipicos de texto retocado lo remedio que reseñarlo, si bien ha subrayado
tenemos en 1 Cron 21. Se trata de un relato con mas fuerza los atenuantes que ya se
poco favorable a David, pero, sin indicaban en 2 Sam 24. En la descripcion del
embargo, como habla de la adquisicion de la renso suprime los nombres ex- tranjeros (Tiro,
era de Oman, sobre la que se construira e1 Sidon, las ciudades jeveas y cananeas: 2 Sam
futuro templo, tema predilecto del Cronista, 24, 6-7), pues una de sus preocupaciones es
este se ha visto obligado a ineorporarlo a su con- servar la pureza de1 pueblo de Dios.
obra, pero retoeandolo y adaptan- dolo. Ande Finalmente, ha modificado y enriquecido lo
todo, en lugar de atribuir el hecno del cen- so referente a la era de Or- als, como futuro
a un impulso de la colera divina, como hacia lugar del emplazamiento del tern
la fuente (2 Sam 24,1), el Cronista introduce plo (1 Cron 21, 28-22, 1).
la figura de satân (v. 1). cComo podia hacerse En este mismo capitulo de retoques
a Dios responsable de una accion mala? Y, redaccionales podemos incluir los
ademas, ñcomo podf£t D1OS castigar a desplazamientos y reordenacion que el
David por una decisiñn que El mismo le Cronista ha realizado en los materiales recibi
habia inspirado? El recurso a Satan obedece dos. Segun muchos autores modernos, por
at deseo ejemplo, ha-
bria invertido en la segunda parte de su obra el ocasiones a sus reflexiones personales y a su
orden original que colocaba a Nehemias antes modo de concebir la marcha de la historia.
que a Esdras. Dado el earacter sacerdotal de Entre las adieiones mas caraeteristieas se ha-
Esdras, el Cronista ha- bria querido colocarlo llan los cinco largos capitulos que describes la
en cabeza, juntamente con su reforma religiosa, organi- zacion de1 personal sagrado y del culto,
desplazando a un seg.undo tiempo a Nehemias, llevada a cabo por David (1 Cron 23-27). Sobre
laico, y su obra de restauracion profana y las reformas de Eze- quias y Josias, que ya
material. figuraban en la fuente (2 Re 18, 4 y 23), el
Finalmente, la aportacion redaceional del Cronista ha añadido las de Asa y Joas (2 Cron
Cronis- ta se descubre en multiples adiciones, 15 y 24). Lo mismo que el Deuteronomista,
provenientes unas veees de nuevas fuentes también el Cronista ha jalonado su obra con
escritas u orales, pero debidas en otras muchas discursos, re flexiones personales y jutczos
valorativos, en orden a subrayan su concepcion
2 Cron 13, 4-12. Este discurso, puesto en boca
teologica de la historia. He aqui una lis- ta de
del rey Abias, es seguramente el que mejor
los principales:
resume la teo- logia del Cronista:
1 Cron 12, 19. El Cronista pone en boca de — Legitimidad de la dinastia davidica en
uno de los jefes de David un oraculo virtud de una alianza inviolable.
referente a los designios favorables de Dios — Jeroboam y las personas que Ie rodean
para con el rey. son los causantes y responsables del
1 Cron 28, 2-10. 20-21; 29, 1-5. 10-19. 'Fodoz cisma. Jeroboam y IaB tribus del Norte
estos dis- cursos testamentarios de David se han sido infieles a Dios.
deben segura- mente a la pluma del — Solamente Juda of rece a Dios el
Cronista. El centro de inte- rés es siempre auténtico cul- to. Luchar contra Juda es
el templo, uno de sus temas favo- rites. luchar contra Dios.
2 Cron 12, 5-8. A través de este discurso de — El cisma significa una rebelion contra
Semeias a Roboam, el Cronista expone su Dios, con- tra la dinastia davidica, contra
reiterada doctrina: Dios abandona a quienes el culto y el tem- plo de Jerusalén, los
ie abandonan y salva a quienes se unicos verdaderos.
arrepienten. Es preferible servir a Dios que — Detras de este discurso parece
a los hombres. adivinarse el con- flicto judeo-
samaritano. Frente a las pretensio- nes
74 de los samaritanos, el Cronista
proclamaria la legitimidad de Jerusalen
con todas sus insti- tuciones civiles y
religiosas.
— En este discurso esta asimismo
subyacente la doctrina del Cronista
sobre la estricta retribu- cion. Puesto
que Israel ha sido infiel, se halla
eondenado a la derrota. La victoria esta
de par- te de Juda, que se mantiene fief.
Jeroboam st ha rebelado contra Dios y
por eso va a morir. Abias, en cambio, va
a tener éxito.

2 Cron 14, 6. El rey Asa expone la elasica


doctrina del Cronista: Por haber buscado a abandonais, os abandonara.
Dios, él nos ha dado paz por todas partes. 2 Cron 16, 7-9. El discurso de Janani es de
2 Cron 15, 2 7. Una vez mas el Cronista repite faetura cro- nistiea, lo mismo que los
por boca del profeta Azarias su doctrina anteriores. Le dice a Asa,
sobre la retribucion : Si buscais a Dios se
dejara hallar de vosotros, pero si Io 75
rey de duda: Mientras te has apoyad o en 2 Cron 24, 20. Habla e1 profeta Zacarias a Joas:
Dios y has puesto tu confianza en él, has Por haber abandonado a Yavé, él os
triunfado de tus enemigos. Mas ahora has abandonara.
obrado neciamente, por eso en adelante 2 Cron 25, 7-9. Un profeta anfinimo proclama
tendras guerras. ante Amasias la descalificacion del reino
2 Cron 17, 3-6. Tenemos aqui un juieio del Norte y la genuinidad de1 reino de
valorativo de1 Cronista: Josafat conocio la Juda.
prosperidad y el éxito porque busco al Dios 2 Cron 25, 15-16. El mismo profeta anonimo
de los padres y no busco a los baales. Es
liabla de nuevo a Amasia sobre la doctrina
importante subrayar que tanto en estos
de la retribucion : Por haber abandonado a
juicios valorativos como en 1os discursos
Yavé y haber buseado a los dioses
hallamos siempre la misma terminologia y
edomitas, Amasias va a ser destruido.
las mismas ex- presiones, prueba evidente
de que unos y otros se deben at Cronista, k rO zt 29, 5-11. Dirigiéndose a los sacerdotes y
aunq.ue aparezean en boca de reyes y levitas, el rey Ezequias habla de la
profetas. retribucion : Por haber
2 Cron 19, 2 3. El vidente Jehu repite a Josafat 76
la con- sabida doctrina: Por haber ayudado
y amado a los que aborrecen a Dios, por
eso ha caido sobre ti su cfilera.
2 Cron 20, 87. El profeta Eliecer se expresa en
e1 mis- mo sentido: Por naberse aliado con
Ococias, Josa- fat tendra a Yavé en contra.
2 Cron 21, 12-15. Esta vez el Cronista vierte
su tesis a través de un escrito que se
atribuye a Elias. Se re- fiere a la doctrina
de la retribucion y a la descali- ficaeion de1
reino del Norte.
abandonado a Yavé y haber seguido a los
idolos, han venido sobre duda todos los Ante la libertad con que trata sus fuentes
reveses a lo largo de la historia. canoni- cas, la critica racionalista ha
2 Cron 30, 6-9. Los mensa jeros del rey Ezequias formulado contra el Cro- nista, a partir de W.
predi- can por las ciudades de Juda la doctrina M. L. de Wette, las mas duras acusaciones,
cronistica: Volveos a Yavé y él se volvera a negandole toda confianza y crédito his - tfirico.
vosotros. No seais como vuestros padres, que Frente a esta postura tan radical de la escuela
me abandonaron y yo los abandoné a ellos. critica, la exégesis tradicionalista se ha
esforzado por minimizar y revolver como ha
Algunos de los discursos estan insertados podido una por una las divergencias entre el
en mo- mentos elaves: al eomienzo (1 Cron 12, Cronista y sus fuentes. La cien- cia moderna
19) y al final (1 Cron 28, 2-10. 20 21; 29, 1 5. busca la solucion por otros caminos. Se
10-19) de la historia de David, la figura central esfuerza por colocarse en el punto de vista del
de toda la obra; al produ- cirse el cisma, otro de autor en orden a descubrir sus intenciones al
los momentos importantes, el Cronista explica componer la obra, sus principios exegéticos y
la significacion de los acontecimien- tos a sus procedimientos literarios. Evidentemente,
través del discurso de Abias, el mas denso de el Cronista no es ningun in- consciente ni se le
todos. puede aousar de falsear la verdad. Conoce
perfectamente la historia, Io mismo que la co-
nocen sus lectores, a los cuales serta inutil
4. LA HISTORIA DEL tratar de
CRONISTA, UNA
TEOLOGIA 77
engañar Seria absurdo acusarle de corromper la Escritura, de ahi la necesidad de recurrir a
los tex- tos canonicos, siendo asi que tanto él ella para apoyar sus doctrinas Era cons- ciente,
eomo sus eon- temporaneos reconocen su ademas, de que no se habia cerrado la revela-
caracter sagrado y, consi- guientemente, su cion y de que podia, por 1o tanto, usar con
santidad y veracidad Entonces, ccomo cierta liber- tad los libros sagrados Con tanta
explicar la libertad con que el Cronista trata mas razon euanto que las doctrinas que vertia a
el texto sagrado, los libros de Samuel y Reyes, través de su obra no eran invencion suya
por personal, sino que pertenecian al dominio
comuri y estaban contenidas en la tradieion En
La intencion del Cronista no era hacer el fondo, el Cronista no hacia mas que lo que
historia en el sentido moderno de la palabra, nosotros solemos hacer a veces en teologia, a
sino teologia Pero, eomo en sus dias ninguna saber, acomodar los textos de Escritura a
demostracion era valida si no descansaba en sentidos un tanto distintos del original,
basandonos para ello en la tra dicion La a) Doc td, figura central
diferencia esta en que, mientras nosotros
respetamos el texto canonico y consignamos Uno de los temas que se destacan con mas
nuestras exégesis al margen, el Cronista, que relieve es David La Historia del Cronista
vive en la época anterior a la codificacion empieza propiamen- te con David Los nueve
oficial del Canon y que goza, capitulos de genealogias que le preceden (1
consiguientemente, en este aspecto de mayor Cron 1-9) son una especie de introduc- cion Sr
libertad, retoca el texto y ie hace hablar por si habla en 1 Cron 10 de la muerte de Paul, el
mismo Su in- tencion no era corregir e1 rey descalificado y reprobado por Dios, lo
original, este continuaba en vigor y con las hace para que gane relieve la eleccion de
mismas prerrogativas de antes, se trataba David Los 19 capitu los restantes del 1 Cron
solamente de dar una especie de edieion razo- (11-29) estan dedicados a la obra de David Ya
nada en funcion de unas cuantas ideas vimos mas arriba que la figura 5e David na
teologicas ga- rantizadas por la tradicion sido intencionadamente idealizada por el
A través del traba o redaccional llevado a Cronista
cabo por Cual un segundo Moisés, el David del
el Cronista sobre sus fuentes, se descubren una Cronista tie- ne una profunda significacion
serie de temas constantes, por los que siente liturgica Empieza por acentuar cuanto ha
una gran pre- dilection, los cuales han podido su intervencion en la edi- ficacion del
presidido y determinado, sin duda, la templo Ha dejado todo preparado antes de
composiciñn de la obra morir el solar, los materiales, los obreros y
Jqasta los planos (1 Cron 22, 28 29) Se
78 adivina, incluso, el pesar que siente e1 autor
por no poder atribuir expre- samente a David
la construccion directa del santuario El
Cronista retrotrae hasta David y le hace
responsable de toda la organizacion y
ordenacion de la lit urgia y servicio del templo
de Jerusalén (1 Cron 23-26) En pocas palabras,
to que es Moisés para el Pentateuco, es
David para e1 Cronista

b) Unidad del pueblo de Dior


isalvaguardar la unidad religiosa del pueblo
de Dios fue una de las preocupaciones mas
fuertemente senti- das durante e1 periodo
postexilico Cada vez iba sien- do mayor el Jerusalén,la met ropoli del udaismo La
numero de judios que vivia en la diaspora, ereccion de templos en el extran jero, como el
esparcidos en colonial y comunidades en de Elefantina en e1 s V y el de Onias en el s II
Mesopota- mia, en Egipto y en la cuenca del a I C , no podian me-
Mediterraneo, y co- rrian el peligro de
distanciarse e incluso de romper con 79
nos de provocar recelos y temores en Jerusalén.
In- cluso dentro de Palestina surgian con abierto e) Jerusalén, ciudad santa.
matiz antagonieo y cismatico la comunidad y el
templo de Samaria y el Garizim. Jerusalén esta ya en el pensamiento del
Cronista desde los primeros capitulos. Esta es,
En este marco se encuadra perfectamente la
en buena parte, la razon que explica la
His- toria del Cronista. Su obra es una importancia y extensiñn que concede a las tribus
exhortaciñn inn plicita a la unidad. Muestra de Juda y Benjamin. I.uda es, en efecto, la tribu
esta preocupaciñn desde los primeros de David, el fundador de Jerusalén, y Benjamin
capitulos. Las listas genealogicas de l Cron es la tribu en la que esta emplazada la ciu- dad
1-9 tienden a entroncar las doce tribus con los santa. Jerusalén esta en el centro de la historia
patriarcas, los primeros beneficiarios de la de la monarquia: tanto la vida y obra de David,
eleccion, en orden a subrayar su ascendencia
comCi la de su sueesor, Salomon, con la const ruc
eomun de un mis- mo tronco, Jacob-Israel, y ciñn del templo, como la del resto de los reyes
acentuar los lazos étnicos y religiosos que las de Juda, gira ll
unen mutuamente. La misma in- tencion se
descubre en e1 Cronista cuando limita su 80
historia al reino de Judi como el unico
verdadero pue- blo de Dios, y silencia
deliberadamente las tribus del Norte, que se
han separado y han perdido su
dad. El relieve que el Cronista concede en su
obra aI templo y a la ciudad de Jerusalén debe
interpretarse en este mismo sentido. Quiere
defender los titulos y derechos de la ciudad
santa y su santuario como uni- co y exclusivo
centro legitimo del judaismo frente a otras
posibles ciudades y santuarios antagonieos. Al-
gunos autores modernos descubren en la obra
del Cro- nista un transfondo polémico contra los
samaritanos.
en torno a la ciudad santa. Los libros de Esdras es idealizado de manera similar a David, sin
y Nehemias estan centrados, a su vez, en duda, por razon del santuario, tan asociado a su
Jerusalén: Describen e1 retorno de los persona. El Cro nista quiere presentar at autor
exiliados a la ciudad san- ta, su reconstruccion, del templo sin sombras ni manchas: silencia las
la restauracion del templo y la reorganizacion intrigas cortesanas que ro- dearon su aseension
social y religiosa de la comunidad ju- dia de al trono (1 Re 1-2), su matrimo- nio con una
Jerusalén. mujer pagana, la hija del faraon egipcio, el
excesivo lujo de su corte, la presencia de
d) Templo, personal sagrado, culto numero- sas mujeres extranjeras en su harén, y
sus concesiones a la idolatria (l Re 11). El resto
Cuantitativamente considerada, la mayor de los reyes de Jitdâ son considerados, en buena
parte be la obra del Cronista esta dedicada al parte, desde el punto de vista de sus relaciones
templo, at per sonal relacionado con él y a la con el templo. El autor dedica especial ateneiñn
organizacion del servi- cio liturgico y cultual. y espacio a aquellos que han lleva do a cabo
Ya vimos al nablar de OOrzd que una de las obras de reparacion y reforma en e1 santua- rio
caracteristicas del Cronista con rela- cion al y en el culto. La primera parte de Esdras (ce. 3-
Deuteronomista era la extraordinaria inter G) describe la reconstruccion del templo, que
vencion que le atribuia en la construccion del habia sido destruido por Nabucodonosor (2
templo, en la del culto y en la Cron 36).
organizacion de1 personal sagrado. Ocño largos Dentro del personal sagrado, llama ia atencion
capitulos (1 CTOn 28-29), que no figuraban en la
la fuente canonica, dedica el Cro- nista a estos
temas. La construceion del templo llena 81
practicamente todo el reinado de Salomon, que
importancia extraordinaria otorgada por el entu- siasmo que siente por los levitas,
Cronista a los ferifas. La presentacion que el especialmente los dedicados a la actividad
Cronista hace de los levitas es muy dilerente musical, y tal la irecuencia con que los hace
de la de las tradieiones Deu teronomista y inter venir a lo largo de la obra, tanto en la
Sacerdotal. Ademas de atribuir a primera (1/2 Cronicas) como en la segunda
David la organizacion de los levitas, concede a par- te (Esdras-Nehemias), que la Historia del
éstos servicios y funciones mucho mas nobles Cronista ha sido calificada como un canto de
que las que les otorgaba el Pentateuco. alegria y de accion de gracias de caracter
Aparecen casi igualados con los sacerdotes. liturgico. Los levitas acompa- nan incluso a
Llevado de su admiracion por los levitas, a los e jércitos, y las batallas mls parecen
veces habla menos f avorablemente de los
celebraciones liturgical que acciones de guerra
sacerdotes (2 Cron 29, 34; 30, 3; etc.). Es tal el (2 Cron 20, 3-29; etc.).
Dada la importancia y la cabida que les profano. Dios lo invadia todo y la historia se
concede
en su obra, algunos autores han querido conver- tia en una cadena de intervenciones
milagrosas y ex- traordinarias, sin dejar lugar
descubrir en el Cronista la intencion y eI
alguno para las causas segundas. (Piénsese,
deseo de rehabilitar cl levitismo, que
por ejemplo, en la salida de Egip to, la
atravesaria un momento de posterga- cion y
desprestigio, relegado a quehaceres puramente confiuccion por el desierto y la donacion de la
materiales en el servicio del templo. Por tierra). Con el establecimiento de la monarquia
esta misma y de las instituciones que esta llevaba consigo,
razon, otros autores creen que el Cronista especial- mente la escuela de eseribas, se
debe ser identifiicado con alg in levita del produce una impor tante promocion cultural,
templo de Jerusalén. De otra forma no se cientifica y humanista, que se empieza a
expliea como podia Nablar de ellos con tanto rellejar en las produceiones literarias del
encomio y profusion. momento. Buen ejemplo son la “I-historia
Yavista” y la “Historia de la S›ucesion al trono
e) Sacralizacion de la historia. de David” (2 Sam 7- l Re 2). En esta ultima,
Normalmente, la evolucion y avance sobre todo, es Dios quien di- rige la aceion
cientifico lle- va consigo una durante un largo e intrincado suspense, pero
“desacralizacion” progresiva en el modo de solamente en tres ocasiones lo hace de manera
pensar y Nablar de los pueblos. De esta ley directa, 2 Sam 11, 27; 12, 24; 17, 14). En el
no se ha sustraido ni siquiera el pueblo resto actua a través de 1as causas segundas. Es
elegido. Las tradiciones y escritos antiguos decir, respeta el desenvolvimiento y
apenas si estableeian separacion alguna entre concatenacifin ordinaria de causas y eiectos
el ambito de lo sagrado y lo dentro del orden natural.
Comparada con la Historia
82 Deuteronomista, la del
Cronista marca un paso amps en el proceso de
desacra- lizacion. El ambito de lo profano se
reduce en benefi- cio de Io sobrenatural y
sagrado, que invade compIe- tamente la
escena. Los factores y motivaciones que de-
terminan la marcha de la historia son,
generalmente, de orden religioso y
trascendente. Saul murio a causa de la
infidelidad que habia cometido contra Yavé
(1 Cron 10, 13-14). Roboam vio invadidos sus
territo- rios por Sesonq I por haber
abandonado a Yavé (I Cron 11, 5-8). Abias la segunda parte sufrifi castigos por no
derroto a Jeroboam y tubo un reinado prospero apoyarse ni buscar a Yavé (16, 7-9, 12). La
por haberse apoyado en Yavé, el Dios de sus misma alternancia de prosperidad e infortunio,
padres (1 Cron 13, 18). Durante la primera de acuerdo con su fidelidad e infidelidad para
parte de su reinado, Asa conocifi victorias y con Dios, se repite
prosperidad porque se apoyo y busco a Yavé
(2 Cron 14, 10; 15, 12-15). En cambio, durante 83
en e1 reinado de Josafat, segun la teologia del 29; 24, 25;
Cronis- ta (2 Cron 1’f-20). El mismo esquema 25, 8 ss. 20; 36, 5-7; 28, 5 ss.; 32, 7 ss.; 33, 11
teologico encon- tramos reproducido en los Ss.).
restantes reyes de Juda. Es de notar la
facilidad con que el Cronista recurre a los f) Rtgido y estricta ley de retribuciân
factores de orden sobrenatural para explicar la
mar- eha de los acontecimientos. La presencia Una nueva faceta de la sacralizacion de la
e influeneia del mundo religioso y historia llevada a cabo por el Cronista la
trascendente en el ambito de to profano no tenemos en la extre- mada rigidez con que
solamente se advierte en las lineas axiales de aplica la ley de la retribucion, segun la cual, en
los diferentes reinados, sino que e1 Cronista esta vida el bueno prospera y el malo es
recu rre a las motivaciones del orden castigado. Este ley, admitida como buena por
mu-
sobrenatural y tras- cendente para explicar los
acontecimientos mas in trascendentes. Por cho tiempo en Israel, esta asimismo en la base
ejemplo, si Asa enfermñ de los pies es porque de -a Historia Deuteronomista. Pero el Cronista
no busco a Yavé (2 Cron 16, 12); si Libna se la ha lleva- do hasta limites de insospechada
rebelo en los dias de Joram es porque este rigidez e inflexibili- dad. Para él todas las
abando- nfi a Yavé (21, 10) ; st Ocias se ve desgracias que vienen sobre los reyes se deben
cubierto de lepra es porque intento ofrecer a peeados precedentes. Es decir, no hay
incienso en el templo, funcion reservada a los desgracia sin pecado previo, como tampoco
hay peca-
sacerdotes (26, 16-20) ; etc.
Ya dijimos mas arriba que las batallas mas 84
bien parecen celebraeiones liturgieas que
acciones milita- res. El rey, los sacerdotes o los
levitas invocan a Dios, quien interviene
milagrosamente en favor de Israel, y se ganan
las batallas sin necesidad de luchar (2 Cron
13 ,13 ss.; 14, 10 ss; 16, 7; 18, 4. 31; 20, 3-
do q.ue no reciba castigo. En la Historia del usurpaciñn de poderes sacerdotales (2
Cronista la ley de la retribucion viene a ser Cron 26, 16 ss.).
una especie de dis- positivo que actua de — Manasés, a pesar de su impiedad, habia
manera automatiea y mecanica: tenido uno de los reinados mas largos. El
Cronista explica eI hecho poniendo
— En e1 año quinto de Roboam, Sesonq
una conversion en su vida (2 Cron 33,
habia sa- queado Jerusalén (1 Re 14, 25
11 ss.).
ss.). El Cronista anade sobre e1
Deuteronomista, que Roboam, en el — La tragica y prematura .muerte del pro
año cuarto de s.u reinado habia rey Jo sias planteaba la misma
faltado a la ley de Yavé (2 Cron 12, 1). dificultad en sentido contrario. El
Cronista la soluciona haciendo hablar a
— El rey Asa enfermo gravemente (1 Re
Yavé por boca de Necao (2 Cron 35,
15, 23). Era éste un castigo porque no
21).
habia observado las leyes de guerra,
añade el Cronista (2 Cron 16, 7 ss.).
Voy a reproducir a continuaeion, en
— Josafat habia construido naves para ir a
columnas pa- ralelas, la descripcion de la
Tarsis, las cuales se vieron destruidas
m.uerte de Josias segun el Deuteronomista y
en Asiongaber (1 Re 22, 49). Ocurria
segun el Cronista para que el lector pueda
esto—dice el Cronista— como castigo
apreciar por st mismo los retoques tan
de la alianza que habia hecho con
significa- tivos introducidos por el Ultimo en
Ococias, rey de Israel (2 Cron 20, 35
e1 texto con el Jin de salvar la rigidez de Ia ley
ss.).
de retribucifin.
— Ocias fue herido de lepra (2 Re 15, 5).
Se debia, añade el Cronista, a la 85
2 Re 23, 29
2 Crott 35, 20-23
cuanto to vio.
En sus dias subio el
Después de todo lo que hizo para reparar el
fa raon Necao, rey de
tem- plo, subifi Necao, rey de Egipto, para
Egipto, hacia el rey de
Asiria, junto at rio combatir en KarRemis, junto at Eufra- tes; y
Eufrates. F’ue el rey Josiah ie salifi al en- cuentro. Necao le envio
Josias a su encuen- mensajeros para decirle: “clue tengo yo que ver
tro, pero Necao ie contigo, rey de Juda? No he venido hoy contra
mato en Meguido ti, sino contra la casa que es- toy en guerra; y
en Dios me ha mandado que me apre- sure. Deja
de oponerte a Dios, tiempo. Las faltas al autor a lg hora de escribir, y que da
que esta conmigo, no de los reyes podian cohesiñn y unidad a todo e1 eonjunto. cExiste
sea que é1 te ser castigad$ mas ta1 idea dominante en la Historia del
destruya”. Pero Josias tarde, incluso Cronista? cCual es?
no se aparto de él, después de su Muchas son las respuestas que han
pues estaba decidi- do muerte. El CroniS recibido estas preguntas, y hasta la fecha no
a darle batalla, sin es- a, sin embargo, se hay ninguna que haya logrado imponerse
cuchar las palabras de esfuerza por como definitivamente valida. Siem pre es
Necao, que venian de demostrar que la dificil adentrarse en las intenciones secretas
la boca de Dios. Y salvg_ de un autor. Esta dificultad es mayor cuando
avanzfi para librar ciñn y el castigo se trata de un autor antiguo, perteneciente,
batalla en la llanura de suceden a sus ademas, a una cul tura distinta de la nuestra.
Meguido. Los eausas a corto pla3q En el caso presente el problema se agrava
arqueros tiraron contra dentro de la misma porque desconocemos el marco historico
el rey Josias, y dijo e1 generaeion. concreto en que nacifi la Historia Cronistica.
rey a sus siervos: Se supone que fue compuesta hacia finales del
“Llevadme fuera, pues s. IV o primera mitad del s. III a. J. C.,
estoy grave- mente 5. PUNTO F'OCAL precisamente uno de los periodos menos
herido”. DE LA documentados y peor conocidos de la historia
HISTORIA de Israel.
CRONISTICA Sin datos externos e internos suficientes
para po- der descubrir la intencionalidad
En toda obra iiltima del Cronista, me voy a limitar a
literaria suele haber subrayar el tema que, a mi parecer, tiene
una idea dorni- mas relieve en su obra y que puede haber
nante que la movido sido, por tanto, la idea motora y tesis
de manera decisiva principal. Ese tern*
Los ejemplos podrian alargarse mâs, pero es el binomio David-Jerusalén.
son ya suficientes para ver eomo el Cronista Cada una de las grandes sintesis histfiricas
ha retocado sus fuentes en funcion de una del Antiguo Testamento gira en torno a un
doctrina que queria ver cumplida al pie de la persona je central. En la Historia Yavista el
letra. El De.uteronomista conce- dia al proceso centro de graveda es Abraha,m. En la obra
infidelidad castigo mayor margen de del Elohista, en la Histor *

86
Deuteronomista y en la Tradicion Sacerdotal, Cronista y el ex- traordinario espacio que le
eI cen- tro lo ocupan Moisés y el Sinai. En la concede en su historia: 19 largos capitulos (1
Historia Cronisti- ca el centro se ha Cron 11-29). Para el Cronista, la historia de
desplazado a David Jerusalén. En el Credo Israel empieza propiamente con David. Las
israelita antiguo figuraban como articulos de genealogias de los primeros capitulos son solo
fe: la eleccidn de los patriarcas, el Exodo y la pre-
Moisés, la donaeion de la tierra (Dt 26, 5-9; historia.
Jos 24, 2-13). Posteriormente se añadieron Estrechamente asociada con la persona de
ulteriores articulos, en- tre los que destaca la David y s.e alianza apareee en el
eleccion de David y de Jerusalén como pensamiento del Cronista la ciudad santa,
binomio inseparable (Sal 78, fi7 72; 132). Jerusnlén. En opinifin de Frank Michaeli,
Si bien el Cronista tiene también presente uno de los ultimos comentaristas de la His-
la Ley de Moisés, especialmente en la segunda
parte de su obra (Neh 8), sin embargo, su 88
figura preferida es Da- std. Frente a la Historia
Sacerdotal y frente a la tra- dicion biblica en
general, que retrotraen hasta Moisés toda la
legislacion israrelita, incluida la religiosa y la
cultual, e1 Cronista atribuye a David la
ordenacion juridica, cultual y liturgica del
segundo templo (1 Cron 23-27). Para el
Cronista, el gran legislador, no es Moisés, sino
David. David es el Sombre de la alian- za. Al
sileneiar en sus genealogias introductorias las
célebres alianzas del pasado (la de Noé, la de
Abraham, la de Moisés y la de Josué) ; mas
aun, al introducir, en pasajes donde no
figuraba, la alianza de David, el Cronista logra
dar a esta un relieve que no tema en las
fuentes. (Comparese 2 Cron 7, 18 con 1 Re
9, 5;
2 Cron 21, 7 con 2 Re 8, 19; véanse ademas 2
Cron 13,
5; 23, 3).
Recuérdese asimismo lo dicho mas arriba
sobre la idealizacion de David por parte del
toria Cronistica, ésta se artieula precisamente MESIANICAS DEL
en tor- no at tema de Jerusalén. As nueve CRONI£iTA
primeros capitu- los (1 Cron 1-9) estarian
vueltos hacia Jerusalén como ciudad del A partir de la profecia de Natan (2 Sam 7),
pueblo de Dios. De ahi la extension que se sobre David y su dinastia gravitaban promesas
concede a las genealogias de Juda, la tribu de salvificas proyectadas hacia el futuro. Los
David, el fundador de Jerusalén; a las de salmistas y los pro- retas construyeron toda
Benjamin, la tribu de Jerusalén; a las de Levi, una teologia mesiñnica sobre el oraculo de
la tribu del templo. El resto del primer libro Natan. Hablan de la permanencia y esta- bilidad
de las Cronicas (1 Cron 10 2fi) esta centrado eternas de la dinastia davidica (Sal 89; 132;
en Jerusalén como ctudad de David. El Is 9, 6-7; 11, 1), de su fifliacion divina y de su
segundo libro de las Cronicas (1 Cron 1 36) dominio universal (Sal 2) de su entronizaeion a la
sigue la historia de Jerusalén, ciudad del derecha de Dios (Sal 110). En medio de la crisis
templo de Salomon, desde la construccion de que s.upuso la destruccion de Jerusalén, la
este hasta su destrucciori, pasando por toda desaparicifin de la mo- narquia y e1 destierro, los
una alternancia de defecciones y reformas. La israelitas, no solamente no perdieron su fe
segunda parte de su obra se refiere, fun- mesianica, sino que reduplicaron sus esperanzas
damentalmente, a Jerusalén, ciudao del en la reapariciñn de un rey ideal, descen- diente
segundo tem- plo (Esd 1 6) y Jerusalem, la de la dinastia davidica (Jer 23, 5; Ez 37, 23-24;
ciudad de la comunidad judza restaurada (Esd Is 55, 3). Después del exilio, el dominador persa
7 10; Neh 1-13). no permite la restauracion de la monarquia,
pero la es-

6. ESPERANZAS 89
peranza del pueblo sigue gravitando en torno a la del Cronista esta también
des- cendencia davidica (Ag 2, 23; Zac 6. 12-14). vuelto hacia el fu- turo.
Colocados en esta perspeetiva, es muy dificil re- Cuando idealiza a David, no to
signarse a creer que el Cronista ha escrito su obra hace por motivos puramente
simplemente por fines historicos, a saber, por estéticos, sino con la mirada
recons truir la historia de la monarquia davidica y la puesta en e1 rey ideal del
restau- racion de la comunidad postexiliea. Ni futuro reino mesianico. El
satisface tam- poco plenamente una finalidad Cronista ha- bla de la
puramente polémica o apologétiea: la monarq.uia davidiea y de la
reivindieacidn de la autenticidad del templo de Jerusalén histo- rica, pero
Jerusalén y sus instituciones frente a1 tem- plo de piensa en la teocracia
los samaritanos. Sin duda alguna, e1 pensa- miento mesianica y en la Jerusalén
escatolfigica. De la obra del Cronista dice Hiinel:
“No es una historia ordinaria la que escribe; es
una historia profética; su obra, mas que una hlSto-
ria, es una profecia”.

HISTORIA
EPISODICA

90
I. ’I’OBIAS

1. Te:rto

Habiéndose perdido eI original semita, e1 libro de


Tobias nos ha sido transmitido solamente a través de
traducciones, que difieren bastante unas de otras. El
llamado “textus receptus” o traditional, representado
por los cñdices griegos Vatieano y Alejandrino y al-
gunos minusculos, ha sido limado y retocado por los
copistas en orden a resaltar la doctrina moral y pa-
renética del relato. Este es e1 texto seguido por Nacar-
Colunga en su traduccifin de la Biblia. Refle ja mejor
el original la familia representada por e1 codice Sinai-
tico y por las antiguas versiones latinas. La traduc -
cidn castellana de Bover-Camera sigue el texto Vati-
cano como base, pero coplementado con las adiciones
del Sinaitico, que van entre eorchetes, y con la de la
Vulgata, que va en cursiva. Los fragmentos arameos y
hebreos encontrados en las cuevas de Qumran apoyan
el texto de la familia sinaitica.
Todas las copias de Tobias existentes actualmente
dependen de las traducciones griegos, incluso los tex-
tos hebreos y arameos de la Edad Media, pues el ori-
ginal semita se perdio muy pronto. Ni Origenes ni
San Jeronimo conocieron ya el texto hebreo. A ruegos
de Cromacio de Aquileya y de Heliodoro de Altino,
San Jerfinimo tradujo el libro de ToDias para la Vulga-
ta de la siguiente manera: un judio traducia al
hebreo el texto arameo segun lo iba leyendo, y San

93
Jeronimo dictada en latin a sus copistas lo que leia eI judio. Es decir, la traduecion de la
Vulgata esta necha a vuela pluma. San Tobias, que es eurado, asimismo, de su
Jeronimo no consideraba como canonico el enfermedad. En este momento, el arcangel se da
libro; de ahi que hiciera la traducciñn en un a conocer.
solo dia y con poca ilusion, segun éI mismo La conclusion recoge el cantico de acciñn
con- fiesa a Cromaeio y Heliodoro cuando les de gra- cias y los ultimos consejos del anciano
dice: “He sa- tisfecho vuestros deseos, pero no Tobias antes
mi gusto. Lo he he- cho como mejor he
podido”. 94

2. Plan y conte rzido.

El anciano Tobias es un piadoso israelita


deporta- do a Ninive en tiempo de isalmanasar.
8u piedad y buenas obras no reciben la debida
retribucion, sino que se ve sometido a
sucesivas pruebas y sufrimien- tos; sobre todo,
pierde el favor real y se ve privado de la
vista. Con todo, su paciencia y su eonfianza en
Dios no ceden ni desfallecen.
Al mismo tiempo, alla en Ecbatana, Sara,
hija de Raguel, es también un ejemplo de
paciencia y de vir- tud, a pesar de haber sido
probada con la muerte su- cesiva de sus siete
maridos (1,1-3, 15).
E1 ouerpo del libro muestra cfimo Dios ha
venido en auxilio de uno y de otro: 3, 16-12,
22. El hijo de Tobias, que lleva en mismo
nombre, parte a instan- cias de su padre, hacia
Ragués, en Media, para reco- ger en casa de
Gabelo la suma de diez talentos de plata que
habia él depositado alli en otro tiempo. El
arcangel Rafael, bajo el nombre de Azarias, ie
sirve de guia, le libra del pez siniestro del
Tigris, le acon- seja pedir la mano de Sara,
libra a ésta de las ase- elaanzas del demonio,
conduee al joven Tobias a Ra- gués y to
devuelve sano y salvo a la casa de su padre
de morir, juntamente con la descripcion de la llanura, no habria, segun 5, 6, mas que dos
la muerte y un resumen de la vida feliz del hijo dias de marcha; ahora bien, Ecbatana esta a
I J3, 1-14, lS). 2.000 metros 5e altura, mucho mas que
Ragués, y la distancia entre ambas es de 300
kilometros.
3. Género l•:terario.
b) Se inspira ampliamente, tanto en su
Existen unos cuantos indieios contra eI Korma literaria como en su contenido, en
caracter estrictamente historico del libro, que obras anteriores, unas veces biblicas y otras,
nos obligan a colocarlo dentro del género extrabiblicas. Entre los eseritos biblicos, el que
didactico o sapiencial: .mas resonaneia tiene en To- bias es el
Genesis, especialmente las tradiciones pa-
o) Trata la historia y la geografia con
triareales. Podria decirse que el libro de Tobias
mucha li- bertad. Segun Tob 1, 1, el anciano
es una historia patriarcal mas. E1 viaje del
Tobias ha visto en s.e juventud la division
del reino, que tuvo lugar a raiz de la muerte joven Tobias, que culmina en el encuentr o y
de Salomon en el año 931 a. J. C.; ha sido matrimonio con Para, evo- ca el viaje de
deportado con la tribu de Neftali (año 734), Eliecer en busca de esposa para Isaac (Gen
segun 1, 5. 10; y su hijo murio después de la 24). El libro de Tobias se inspira asimismo en
caida de Ninive (ano 612), segun 14, 15. Es la historia de José. Lo mismo que el Génesis,
decir, entre padre e hijo cubririan un periodo el de To- bias es un libro de bendiciones.
de tres siglos largos de existencia. Tob 1, 15 Entre las fuentes extrabiblicas se encuentra
habla de Senaquerib como su- eesor de la Le-
Salmanasar, o sea, omite a Sargon. Entre
Ragués, situada en la montaña, y Ecbatana, en 95

yenda de Ahilar, de la cual reproduce algunos morales y parenéticas co- rresponden at


textos literalmente (1, 21 s. ; 2, 10; 11, 18; 14, judaismo postexilico tardio.
10. 15), La Es- posa desgraciada, El Muerto Todo ello, como dijimos mas arriba, nos
agradeoido y El luato pociente. obliga a pensar en una composicion de carâcter
c) Predominio de la doctrina parenética y edificante y sapieneial mas que en una
sapien- cial (oracion, limosna, ayuno, narracion estrietamente histories.
observaeiones Regale s, cuidado de los Probablemente, se trata de un nucleo histo-
muertos, etc.). Una doctrina, ademas, que no rico, que ha sido elaborado y embellecido con
corresponde al marco historico en que va en- una fi- nalidad moralizante y didactica.
cuadrado el libro. Ya vimos mas arriba que la
accifin del libro se situaba entre los siglos X-
VII a. J. C. Aho ra bien, sus preocupaciones 4. Etisertanzas del Itbro.
b) El libro de Tobias constituye una
El libro de Tobias supone un progreso en la predicacion viviente de los llamados tres pilares
reve- lacion en Io que se refiere a la del judaismo: ora- ciñn, limosna y ayuno. Estas
angeologia. Precisa me- jor el papel de los tres virtudes constitu- yen e1 clima en e1 que
angeles buenos y malos. Los nombres de se desarrolla la accion de los distintos per SoIl £tJ e
RaJael medicina de Dios) y Asmodeo (— .
quo hace parecer), son significativos en este c) Abundan las enseñanzas de caracter
sentido. El uno cura y el otro mata. moral y ético: piedad hacia los padres y
Pero las enseñanzas del libro de Tobias se cumplimiento exacto de los deberes f amiliares
central mls bien en el terreno ético-moral: segun las exigencias del ma- trimonio judio; se
inculca, sobre todo, la pureza de la sangre;
a) Los cc. 1, 3-13; 2, 1-9; 13, 7-18; 14, 4 7, n S Sara, como hija unica, estaba reservada a un
presentan al anciano Tobias como modelo del hombre de su parentela (Nu 27, 9-11; 36, 1-12), y
israe- lita piadoso, que, a pesar del cisma, Dios, a troves de Asmodeo, que era instrumento
acude puntual- mente al templo de Jerusalén, de la justicia divina, castiga a quienes quebrantan
paga los diezmos, las leyes matrimoniales (Lev 20). Otra praetica
una vida matrimonial ejemplar, practica la especialmente recomendada por e1 libro es la
cariddd \ observa la pureza legal. caridad y cuidado ha-
cia los muertos.
96
d) La tesis fundamental del libro
posiblemente sea ésta: el justo puede ser
sometido a grandes prue- bas, pero si se
mantiene fief, Dios le colmara de bie- nes y
bendiciones temporales (3, 17; 4, 21; 11, 17;
12, 12 14). A través de adiciones y retoques la
Vulgata de San Jeronimo da a esta tesis un
alcance mas pro- fundo y trascendental (2, 18;
3, 6. 21. 22; 6, 12-22; 12, 13 de la Vulg.).

ñ. Pecha de composiciân.

Todo nace pensar en el periodo postexilico


tardio como fecha de composiciñn. Tanto e1
tema de la nue- va Jerusalén con f.uerte acento
escatolfigico (c. 13) como las practical
legates del ayuno, la limosna y el cuidado de no conoce la persecucion helenistica ni lv
los muertos, son caracteristicos del judais- mo reaceion maeabea. po- dria colocarse entre los
postexilico tardio. Por otra parte, tampoco siglos III-II a. J. C.
pode- mos descender demasiado, pues el autor
iguales:
A) La primera parte (cc. 1-7) describe los
prota- gonistas y prepara el momento

neuralgico de la acciñn dramâtica, a saber, et


enJrentamiento det min ñseulo pueblo judio
com el poderoso e jército de HoloJernes.
He aqui la sucesion de los hechos.
Nabucodonosor,
1. ’Texto. rey de Asiria, quiere presentar batalla a
Escrito originariamente en hebreo, el texto Arfaxad, rey
de Ju- dit nos ha sido transmitido a través de la
traduceifin griega, que presenta tres 98
recensiones distintas: la re- presentada por los
codiees Vaticano, Alejandrino y Si- naitico; la
representada por los manuscritos 19 y 108,
Y a repmsentada por e1 mariuscrito 58, seguido
de eerca por las antiguas versiones latinas y
la siriaca. La Vulgata of rece un texto
notablemente mas cor-
to. No merece mucho crédito, pues el mismo
San Jero- nimo confiesa que ha hecho la
traduccion con poco cuidado, fijandose mas en
el sentido que en la letra del texto original.

2. Argumento det libro.

Paralelamente al de Ester, el libro de Judit


es la historia de una liberaciñn del pueblo
llevada a cabo por una mujer llamada Judit.
La narracion se divide en dos partes casi
de Media. Invita a tomar parte en la rendicion (c. 7). Esta a punto de triun- far la
expedicion a 1os pueblos establecidos en las tesis de Holofernes.
llanuras del Tigris y del Eufrates, a los que B) En este momento interviene Judit,
habitan las regiones de la alta Mesopotamia, de que abre la segund a parte del libro (cc. 8-
la alta Siria, asi como los que viven en los 16). Se trata de una joven viuda, sabia,
valles del Orontes y del Jordan y en e1 delta piadosa, observante, clarividente y decidida
del Nilo (1, 1-10). Nadie presta oidos at ‹8, 1-10). Tendra que enfrentarse sucesiva
llamamiento tI, 11 12). Comienza, sin mente con la cobardia de los suyos y con ct
embargo, la campaña, y Ar faxad es ejército de Holofernes.
rapidamente derrotado {1, 13-16). Nabucodo-
nosor toma entonces represalias contra los
pueblos que desoyeron su invitacion, los cuales
se rinden sin resistencia al ejército del rey de
Asiria, dirigido por el general Holofernes (P, 1
3, 10). Solamente el puebio judio se hizo
fuerte y se atrincherñ en las montañas (4,
1-8). Mientras e1 pueblo elegido reza,
Holofernes quiere forzar el estrecho de Betulia
para penetrar en Judea (4, 9-5, 2).
ParaleJamente a este contlicto armada se
desarzo- 11a otro de caracter religioso.
Holofernes tiene la mi- sifin de destruir todo
culto local con el fin de erigir eI culto a
Nabucodonosor. El santuario y 1a religion del
pueblo judio estan, por tanto, condenados a la
des- truecion (S, 8; 6, 1-4). Pero la causa judia
es la causa misma de Dios. Este aspecto del
conflicto esta expues- to con fuerza por el
sabio amonita Aquior (5, 5-21), cuya tesis es
que Israel es el pueblo de Dios, el cual es
inexpugnable si permanece fiel. A esta tesis se
opo- ne la de Holofermes, para el que
Nabucodonosor es el unico dios, y la fuerza
triunfara sobre la debilidad.
El ataque a Betulia, privada de agua,
pone a prue- ba la fe vaeilante de los judios
asediados y se empie- za a hablar de
Contra la actitud de Ocias, de los ancianos y del
pueblo se dirige a Jerusalén a dar gracias a Dios (/5,
pueblo en eneral, Judit opone una tesis profunda- 13-16, 20). De nuevo en su tierra natal, Judit vive to-
mente religiosa basada en una confianza inalterable davia largos años, honrada y venerada por todos. Mue-
{8, 11-17). Preguntad a la historia, dice Judit, y en- re y es sepultada con su marido (16, 21-25).
contraréis motivos para confiar (8, 18-20). No pode-
mos capitular, pues la suerte de Jerusalén depends Contrariamente a Io que sucede con Ester, el libro
de nosotros (8, 21-25). Dios no urns castiga, nos prue- de Judit no alude a ninguna fiesta conmemorativa de
ba, to mismo que hizo en otro tiempo com los patriar- tan significada victoria. Solamente la Vulgata en un
cas (8, PS-P7). versiculo añadido sobre el griego, hace ilusion a tal
Después de su discurso, que cubrio de confusion fiesta (Vulgata 16, 31).
al timido Ocias (8, 28-31), Judit anuneia su decisiñn
de actuar, si bien guardando en secreto sus planes
(8, 32-34). Después de haber orado largamente (c. 9), 3. género Itterarto.
se hace acompañar de una esclava, que lleva provisio-
nes, abandona Betulia y se dirige hacia el campamen- El libro de Judit trata la historia con una indife-
to asirio, donde es atendida por los centinelas, que la rencia y una libertad desconcertantes. Se abre el li-
conducen a Holofernes. En el frente asirio se produce bro con est a sorprendente afirmacion : “Nabucodono-
una gran emocion (10, 18 23). sor, rey de los asirios, en la ciudad de Ninive”. Ahora
Judit ve a triunfar sobre Holofernes valiéndose de bien, sabamos por la historia que Nabucodonosor no
la seduccion y de la astucia. Se gana la simpatia del fue rey de Asiria, sino de Babilonia; que no reinñ en
general y de su séquito con un discurso lleno de mm Ninive, destruida en el año filZ, sino en Babilonia,
bigiiedades {11, 1-19) y se presta a la fiesta (IP, desde el 605 al 562 a. J. C. Todo el conjunto se situa,
10 18). No tuvo diffcultad, incluso, en quedarse sola ademas, después de la vuelta de1 destierro y recons-
con aquel generalote bañado en vino (13, 1-3). Fue truccifin del templo (años 538-515 a. J. C.), siendo asi
este precisamente el momento de la victoria para Is- que habia sido precisamente Nabucodonosor quien ha-
rael. Heeha una invocacion a Dios, Judit eorta la ca- bra destruido el templo y habia llevado eautivo al
beza de Holofernes, la mete en la alforja y regresa a pueblo.
Betulia con ella (13, 4-10). En el e jército judio cunde La Jibertad con que trata la geografia no es menor.
la estupetaccion (13, 11-20). Aquior, que habia sido El itinerario militar seguido por Holofernes (2, 21-
entregado a los judios por Holofernes (c. 6), se convier- 28) parece un desafio a la geografia. No es posible
te a la fe yavista {14, 5-10 j. Judit eonserva la sereni- identificar en curso ni las ciudades a que se refiere.
dad y prepara el golpe final contra los asirios (14, 1-4 j. Cuando entra en Palestina, la incertidumbre sigue
Los asirios, sorprendidos, van a dar cuenta al general, siendo la misma. La propia ciudad de Betulia, que
que aparece decapitado. Se apodera de ellos e1 pani- constituye el centro de la accion, sigue todavia sin
co, se dan a la Juga y son perseguidos por los judios identificar.
hasta Damasco (14, 11-15, 7). Segun Lefevre, nos hallamos ante esta disyuntiva:
El libro termina describiendo el pillaje del campa O el Izbro de Judit se refiere a hechos liisloricos, pero
mento asirio y el triunfo de Judit (15, 8-14). Todo el relados bajo seudânimos, o bien el autor, tomando

101
elementos de distinta8 époeas histdrtcos, to compues- Judit no son tanto la personificacion de la fuerza mi-
to una historia /tettczo con fines didâcticos. litar cuanto los campeones de una idea religiosa: son
Los autores de finales del siglo pasado para aca se el mal y el bien los que se encuentran frente a frente.
habian orientado en e1 primer sentido, buscando una Con razon se ha hablado de opocaitpsis a propñsi-
situacton histortcn concrela del pueblo judio, con la que to del libro de Judit. Es cierto que falta la imagineria
coincidieran los elementos del libro. i-ian sido exotérica, cosmica y altisonante del género apocalipti-
propuestas no menos de dieciocho hipotesis distintas, co, el simbolismo riumérico y las referencias habitua-
que, empezando por Adadnirari III (ano 810 a. J. C.) y les a la escatologia. Pero la idea fundamental del librs
siguiendo por sucesivos reyes asirios y babilonios, es ciertamente apocaliptica; a saber, el enfrentamien- to
persas y griegos, van incluso hasta la dominacifin ro- de Dios con sus enemigos y su triunfo final sobre ellos.
mana. Nabucodonosor “es un persona je de todos los tiem-
Entre todas estas hipotesis, la mas verosimil ha pos y de ninguno en particular. No es un hombre con-
parecido ser la que identifica los acontecimientos del ereto, es una fuerza, una idea encarnada. Es el orgullo
libro con una de las campañas hacia Occidente, lleva- personificado, es Satanas. Aquior, lo mismo que Na-
das a cabo en tiempo de Artajer jes III Ocos (años 358- bucodonosor, tiene en cl texto funcion de simbolo o
336). Este principe, eélebre por su crueldad, tuvo, en arquetipo. En cuanto al persona je central, Judit, se
efecto, a su servicio un Holofernes y un Bagoas. Por identifica en 16, 4 con la nacion judia. Segun De Vaux,
Eusebio sabemos, ade.mas, que deporto judios a Hir Judit, que significa la judio, representa a1 partido de
cania y que su reinado habia empezado con una ex- Dios, identificado con el de la naeion. Es probable que
pedicion hacia el Este contra los Cadusianos, después Judit no sea otra que Jael de Jue 4, 5, transfor- mada
de lo cual sus tropas lucharon contra los satrapas su- primeramente por los de Elefantina y ultima- mente por
blevados en Asia Menor y llevo a cabo, finalmente, los judios de Leontopolis, en la heroina que conocemos
una campaña desafortunada con direccion a Egipto. con el nombre de Judit” (Arnaldich).
Esta ultima campaña, en la cual no participo el rey, cno Merece acentuarse la maestria con que es condu-
serta la campaña de Holofernes descrita por el li bro de cida Ia accion a lo largo de la obra. El conflicto se va
J.udit? Desgraciadamente, no se parecen en nada y, estrechando cada vez mas hasta que termina enfren-
ademas, el Holofernes de Arta) er jes III entra en la tando a dos personajes: Holofernes y Judit, cada uno de
corte cubierto de gloria cuando regreso victorio so de ellos personificacion de una idea religiosa. La lar- ga
su campaña. preparacion a través de los siete primeros eapitu- los
Ante la imposibilidad de dar con la situaeion con- contrasta con la rapidez con que se produce el
creta de la historia del pueblo judio a la que pudiera desenlace.
referirse el libro de Judit, los autores modernos se in-
elinan por la segunda parte de la disyuntiva; es de-
cir, el a.utor de Judit ha tornado elementos de distintos g. Z'eologia.
periodos de la historia y ha comp.uesto una obra de
caracter didâctico. Ya vimos mas arriba como parela- El fin primordial del libro de Judit es levantar la
mente al conflicto militar se descubria otro de orden moral y el animo del pueblo en un momento de pos-
religioso en el segundo plano del libro. Holofernes y
103
102
Oracion nacional. Es decir, f undamentalmente, es un — Alusiñn a costiimbres griegas (3, 8). Los asirios
libro de consolacion. El autor se sirve para ello de la y los babilonios nunca tuvieron la pretension
teologia de la alianza. La situaeiñn angustiosa en que de reclamar para si el titulo y los honores de
se encuentra el pueblo se debe a sus peeados. Esta es dioses. Los seléucidas, siguiendo el ejemplo de
la tesis que el autor pone en boca de Aquior (5, 5-21) y Alejandro, fueron los primeros que exigieron
que hace suya Judit (11, 9-19). Contra esta tesis opone honores divinos y e1 titulo ofieial de “dios”. Las
Holofernes la dialéctica humana de la historia, en la que coronas de laurel y olivo a que alude 15, 12-13,
lo unico que cuenta no es la fidelidad a Dios, sino el son tipicas del folklore griego.
poder y las fuerzas de las armas (5, 22-6, 4).
— P.untos de contacto con la teologia del Eclesias-
El libro de Judit demuestra la Ialsedad de la tesis tico.
pagana y quiere convencer al lector de que la salva-
cion esta en la fidelidad, confianza y obediencia a — Piedad y espiritualidad farisea, propia del ju-
Dios. Armados con estas virtudes, los débiles vence- daismo tardio.
ran a los fuertes (c. 9). La fidelidad a Dios se mues- tra,
— El hecho de que e1 autor coloque a la cabeza del
segun el autor, en la obediencia a la ley y practi- cas de
pueblo un sacerdote asistido por on conse- jo de
la ascética personal: retiro, oracion, ayuno y
ancianos, y no un rey, pudiera situarnos en un
mortificacion (8, 4 ss.).
marco mas concreto: el movimiento de
Esta fe en Dios no excuye los elementos humanos. hostilidad farisea contra la dinastia asmonea bajo
De hecho, la liberacion no descansa en milagros, sino Alejandro Janneo (103-76 a. J. C.).
en la habilidad y energia de una mujer, y cuando in-
voca a Dios es para pedirle que la ayude en el uso de
ellas. Se diria incluso que Judit abusa de su astueia,
siguiendo e1 ejemplo de su padre, Simeñn (9, 2 ss.).
Debe tenerse en cuenta que el autor no se inspira en la
moral evangélica, ni siquiera en la moral del judais- mo
eontemporaneo, sino mas bien en motivos arcai- cos de
las antiguas guerras santas de Israel: en la conducta, por
ejemplo, de Rajab (Jos 2, 1-14) o Jael (Jue 4, 17 ss.).
Son motivos clasicos de guerra, sobre todo, cuando esta
un tanto idealizada.

Es imposible asignar a Judit un autor y una fecha


precisos. Algunos datos esparcidos a lo largo del libro
hacen pensar en los ultimos años del siglo II a. J. C. :

104 105
das las distintas recensiones entre si? cCual es la rela- cion
de todas ellas respecto de1 original?
a) Comparando los suplementos del texto griego
con el TM se deduce una primera conclusion; a saber,
que no se trata propiamente de 8uplemen!os, puesto que
no parecer haber sido compuestos con el fin de
completer el TM. En efecto:
III. ESTER — 12, 1-6 ya figuraba en 2, 21 23.
— Los edictos vienen a ser también duplicados de
1. Te:cto. los resumenes que ya figuraban en el TM (3,
Ester ha llegado hasta nosotros en dos textos dife- 13 y 8, 11-12). El segundo edicto (16, 1-24) no
rentes: o) un texto corto representado ppr el TM, y responde exactamente a su resumen.
b) uh texto largo representado por la ver.tion griega, la — Los suplementos no siempre estan en armonia con
cual, a su vez, presenta tres formas disti ritas: o) el texto el TM. El odio, por ejemplo, de Annan con- tra
comun de la recension ale jandrina (efidices Si- naitico, Mardoqueo no tiene la misma motivacion en
Alejandrino y Vaticano) ; fi) el texto de la recension de 12, 6 y en 3, 1-5. Contra 12, 5 se nos dice en 6, 3
Luciano de Antioquia (mss. 19, 23 y 108), y c) el texto que los servicios de Mardoqueo no habian sido
griego del que depende la /etLat, que parece ser eI mas recompensados. La fiesta de Purim, des- tinada a
antiguo. solos los judios segun 9, 20-28, lo es también
San Jeronimo tradujo el TM y a continuaeion aña- para los persas segun 16, 22. Dios y su
dio en forma de apéndices, señalandolos con sus res- providencia, silenciados en el TM, se ven posi-
pectivos obelos, los “suplementos” de la veFSion grie- tivamente subrayados por la versiñn griega.
ga. Las adiciones de la version griega sobre el TM son Parece imponerse, por tanto, la conclusion de que no
las siguientes: se trata propiamente de suplementos, sino de dos
ediciones diferentes de Ester.
1) Sueño de Mardoqueo: Vg 11, 2-12.
2) Complot contra Asuero: 12, 1-6. b) I Cull es la relacion mutua entre estas dos edi-
3) Edicto de exterminaeion judia: 13, 1-7. ciones?
4) Oracion de Mardoqueo: 13, 8-18. Los autores catñlicos Juan sostenido generalmente
5) Oracion de Ester: 14, 1-19. que la original era la edicion larga, la cual habria sido
6) Ruego de Mardoqueo a Ester: 15, 1-3. escrita en hebreo o arameo, pero que habria He- gado
7) Acogida de Ester por Asuero: 15, 4-19. hasta nosotros solo a través de la traduccion griega. El
8) Edicto en favor de los judios: 16, 1-24. TM actual seria un resumen compuesto para ser leido
9) Interpretacion del sueño inicial: 10, 4-13. en la fiesta de Purim; por eso precisa- mente se habria
10) Suscripcion: 11, 1. eliminado de é1 todo sentido religioso. Hoy se defiende
Todos estos hechos presentan un complicado pro- mas bien la existencia de dos tex- tos originales
blema de eritica textual: ccual es la relaeiñn de to- independientes, ambos inspirados: el

106 107
'Pdf actual y la versiân griega, que, segun algunos, no
seria una traduccion, sino que habria sido com- puesta esta bien informado de los hechos. Conoce perfecta-
en griego desde el principio. mente los nombres de los personajes, refle ja con exac
titud el cuadro cronolfigico, la topografia de Susa, con
2. Argumento. su palacio real, la organizacion administrativa del im-
perio persa, e1 protocolo de la corte, el caracter del
Los acontecimientos del libro de Ester giran en torno soberano y las intrigas cortesanas; esta informado
a intrigas cortesanas que ter.minan tragica- mente. La igualmente de la situacion de los judios en el impe- rio
protagonista es Ester, una judia descono- cida, que fue persa.
preferida a todas sus compañeras para suceden a la reina Por otra parte, sin embargo, existen una serie de
Vasti, la cual habia caido en des- gracia del rey. Aman, datos y detalles poco verosimiles:
secretario del reino, sintiéndose ofendido por
Mardoqueo, tio de Ester, decreta su per- diciñn y la de — E1 decreto de exterminacion general de los ju-
toda su raza. A la hora en que Mardo- queo debia ser dios se armoniza ma1 con la tolerancia de los primt3r *S
ajusticiado, Amin se ve obligado a pa- searlo aqueménidas, segun nos es conocida por los libros dix
triunfalmente por las calles de Susa. Aman creia gozar Esdras-Nehemias. En e1 plano de la eficacia, ccom
del favor de la reina Ester y, sin embar- go, era su explicar la gran antelaeion con que es publieado el
mayor enemigo. En el banquete intimo, que Aman decreto?
interpretaba como una pru eba de confianza, se
— Mas inverosimil es todavia el decreto del rmi
determinfi preeisamente su perdicion. Morira, ade- mas,
autorizando la matanza de sus propios subditos.
en el patibulo que él habia preparado para Mar- doqueo, inverosimil asimismo la antelacion con que es anun-
el cual le sueedera en el puesto de seeretario de la
ciada, asi como el crecido numero de muertos (9, 16)›
eancilleria. Se anula el decreto de exterminio contra los
sin oirse una sola palabra de resistencia. La impui
judios mediante otro que esta formulado en términos
sividad del rey contrasta en este caso con la pr l l d e f l cia
de signo contrario. No seran los persas quienes tomen
que mostro en el asunto de la reina Vasti (3, 13-21) •
venganza de los judios, sino todo lo contrario. De esta
manera, e1 que iba a ser un dia de — Es dificil admitir como esposa del rey y r e iTl° del
imperio a una jovencita, cuyo origen se descon
luto para el pueblo judio se eonvirtifi en dia de ale- 108-113)
ce en la corte persa. Herodoto (VII, 61; IX,
gria nacional. La fiesta de Purim o dia de las suertes habla de Amestris como esposa de Jerjes y reino del
perpetuaria para siempre esta fecha.
imperio para los dias preeisamente a que se refiere el
Es una trama habilmente llevada a través de con-
relato biblico de Ester. Añadase que la dign id £td real
trastes y paralelismos antitéticos, que hacen avanzar la
acciñn y la intriga en medio de temores y espe- ranzas. estaba reservada a las mujeres de sangre persa.
— Mardoqueo aparece como desterrado en t*e
3. Género lilerario. po de Nabucodonosor (año 597) y como of ieial del p<-
lacio en tiempos de Jerjes (486-465), lo cua l es p°*°
A primera vista, Ester se presenta como un libro
historico e incluso da la impresion de que el autor verosimil.
Esta libertad en el tratamiento de la histOr 1* 11 °'
O
108 face pensar en un género literario de earâ eter m S
109
menos artificial. La misma presentacion de la intriga,
limitada primero a dos personajes, Aman y Mardo- Incluso dentro de la Biblia existen situaciones
queo, y extendida luego a la hostilidad entre los dos historicas en las que se ha podido inspirar el autor del
pueblos, el persa y e1 judio, nos confirma en e1 mar- libro de Ester. Por ejemplo, el caso de Jose, ealumnia-
gen de esa ficcion literaria. do, encarcelado por su fidelidad a la virtud; liberado
El paralelismo del libro de Ester con otras obras luego y promovido a intendente del reino, en el que se
novelescas son otro argumento mas en el mismo establecerân sus hermanos. En la misma linea estân los
sentido. ejemplos de Judit, que salva at pueblo de Israel en
Tenemos en primer I,ugar el episodio transmitido Betulia; el de Daniel, Esdras y Nehemmias, judios
por Herodoto acerca del infiel Smerdis, cuya desIeal- mplares que ganan para sus compatriotas el favor
tad es denunciada por Otanis con la ayuda de su hija, de los principes extranjeros.
concubina del rey, e1 cual es eastigado con la matan- za En definitiva, el libro de Ester es una obra, parte
de la tribu de los magos. historica, parte artificial, compuesta con el fin de
Igualmente, el tercer libro de los Macabeos pre- acentuar la providencia especial que asiste al pueblo
senta, en un marco judio, una narracion que parece estar judio, la cual ie permite triunfar, incluso, entre los
ealcada en e1 libro de Ester. Desp.ués de la bata- lla de gentiles.
Rafia, Tolomeo Filopator quiere visitar Pales- tina. Es
bien recibido por las autoridades de Jerusalén, pero se Ie
pro libe, sin embargo, 1a entrada en el tem- plo. Vuelve 4. Carâcter religio’so det libro.
furioso a Egiptn y hace una proclamaeion antijudia
diciendo que eI que no sacrifique a las divi- nidades La primera lectura de Ester deja la impresion de un
griegas pagara con la esclavitud. Un nuevo edicto en nacionalismo exacerbado; agravado por e1 odio en- tre
términos mas severos todavia anuncia que. 1os judios los judios y los gentiles. Cierto, es Aman quien
seran buscados por todos 1os rincones del imperio con el desencadena la tragedia (3, fi), pero, cno es verdad
fin de reunirlos en e1 flipodromo de Ale- jandria, donde también que Mardoqueo se muestra insolente frente al
moriran pisoteados por 500 elefantes. Entre tanto tiene visir y provoca la aversion contra el judais- mo? (3,
lugar una serie de banquetes y eI rey olvida la orden 2-5). Del mismo modo, la defensa de la propia vida
dada, pero I.uego se recuerda y manda ejeeutarla. Los cautoriza los excesos de una venganza sangrien- ta? (9,
elefantes entran en el hipodro- mo, pero en vez de atacar 1-10). El nombre de Dios no aparece nunca a lo largo
a los judios se vuelven con- tra los guardianes egipcios. del libro. El Nuevo Testamento silencia total- mente el
Viéndolo el rey, declara que ha sido engañado por sus libro de Ester. Es, asimismo, el unico libro del canon
amigos y publica un nuevo edicto en que elogia el judio que no se halla representado en la biblio- teca de
comportamiento de los judios. Los pone en libertad, les Qumran.
autoriza una fiesta de siete dias de duracion, que costea Sin embargo, una leetura mas atenta del libro per-
el propio rey, y mite emitir un juieio menos duro sobre él. Aunque no se
les da autorizacion para matar a todos sus correligio le nombre expresamente, Dios cond.uce la accion y
narios apostatas. Todos los años se celebrara el aniver- los personajes dejan traslucir su fe en la Providen- cia.
sario de esta liberacion con una fiesta. cNo es la Providencia la que evoca Mardoqueo
diseretamente cuando explica a Ester el sentido de su
110
111
elevacion al trono? (4, 13-14). cNo son llamamientos tacitos 3." Con e1 lin de dignificar 1a fiesta, que seguia
de1 Cielo los gestos penitenciales de Mardo- queo (3, 1), ia
teniendo un matiz popular, se añadio al libro de Ester, que
invitacion a1 ayuno dirigido por la rei- na a todos Nos
se venia leyendo en ella, esta narracion final, aso- ciando
judios de Susa? (4, 16). La tesis funda - mental del libro,
la Fiesta a la liberacion llevada a cabo por mano de Ester.
ademas, es la victoria de Dios y de su pueblo sobre sus
enemigos. Es decir, nuestro libro se eoloca en la linea de
Judit y Daniel, si bien es ver- dad que no alcanza la
elevacion espiritual de estos. 6. Fechn de composicion y nutor.

La suscripcion de la Vulgata 11, 1, nos da el tér- mino


s. Ester y la /testo de Purim. ad qttem de la composicion de libro. Habria sido
introducido en Egipto en el añn 114, con preferencia a1
48 a. J. C., segun se trate de Tolomeo VIII o To- lomeo
£? libro de Ester termina com una narraclon que parece
XII, ambos casados con una Cleopatra. Es decir, el texto
asociar 1os episodios del mismo con la fiesta de Purim (9,
nebreo existia para estas fechas. El 160, se- gun 2 Mac
20 23). ‹iCual es la verdad de todo ello?
15, 36, se celebraba ya en Palestina una fiesta
Es cierto que desde antiguo los judios vienen cele- corimemorativa del “Dia de Mardoqueo”. La his toria que
brando esta fiesta (Flaw. Josefo, A. J. XI, 6, 13). El refiere el libro de Ester era, por tanto, ya conocida, y
nombre de la fiesta parece estar en favor de un ori- gen probablemente el libro mismo estaba ya compuesto para
persa o babildnico. Con todo, la fiesta de Purim no esta fecha. El espiritu de revancha latente en el libro
parece que haya sido instituida por los judios de Persia en obliga a colocarlo en un momento en que los judios
memoria de su liberacion. El texto de Es- ter 9, 2D-23, habian salido de una crisis difieil y abrigaban la esperanza
presenta todas has caracteristicas de una adicion posterior, de una restauracion nacional. El momento que sigue a la
destinada a dignificar la festividad, de sentido vulgar y crisis ,macabea seria el mas indicado. Es posible, sin
pagano, asociandola a la historia de Ester, que se leia embargo, q.ue el libro reeoja una tradicion popular cuyos
precisament e en ese dia. Bajo la influencia de esta origenes se remonten a la época persa.
adiciñn final, se insertñ luego la alusion a Purim en 3, 7.
Podriamos resumir la génesis de la fiesta en los si-
guientes tiempos:
1.° Existia entre los judios una Fiesta de caraeter
pagano, de origen babilfinieo, analoga a las fiestas que
solian celebrar todos los pueblos al comenzar la
primavera, equivalente a nuestros Carnavales.

2.° En un segundo tiempo fue relacionada con la


liberacion triunfal de los judios de Persia y designada con
el nombre de “Dia de Mardoqueo” (2 Mac 15, 36).
113
112
Dios. Esta vez ei profeta obedecio la voz del
cielo. Ninive era una vasta ciudad, en cuyo
recorrido se empleaban tres dias de eamino. Al
final de la primera jornada, Jonas hizo publico
su mensaje en estos términos: “Cua- renta
dias, y Ninive sera destruida”.
1. Argumento.
Cap. 3. La predicaeion de Jonas llego al corazon
de los ninivitas y la ciudad en bloque se con-
IV. JONAS
virtio a Dios. El rey mismo se vistio de saco y
ceniza y proclamñ ayuno y penitencia gene-
ra1 en todo Ninive, con la esperanza de que
El libro de Jones es muy distinto de los demas libros Yavé revocara su senteneia de eondenacion y
proféticos. No es una colecciñn de oraculos pro- nuneiados se apiadara de la ciudad. Efectivamente, Dios
por un profeta, sino una narracion histo- rica en torno a se arrepintio del castigo que habia pensado
un profeta, llamado Jonas (cf. 2 Re 14, 25). enviar sobre Ninive y perdonfi a la ciudad.
La conducts de Yavé provocfi una pro-
funda tristeza en Jonas, que descubre en este
Cap. 114 Lla ed hacia Tarsis, lejos de la presencia de Yavé. El
L mad
o mar se vio sacudido por una fuerte tern- pestad
por que amenazaba hundir la embarcn- ciñn. Con la
Dio
s intencion de identificar at cul- pable, los
para marineros echaron suertes, y la. suerte recayo
pre
dica sobre Jones, que fue arro jado at mar.
r la
peni Dios dispuso un gran pez que se trago vivo a
tencia Jonas y lo devolvio sano y salvo al cabo de tres
en dias a una playa desconocida. Duran- te su
Ninive, permanencia en el vientrc del pez, lo- nas
Jonas compuso una plegaria, que se sujeta per-
desobe fectamente al esquema de los salmos de ac- cion
decio de gracias (2, 3 10).
la voz Por segunda vez Jonas oyo la voz de Yavé que
del le ordenaba. trasladarse a Ninive parn anunciar a
cielo y la ciudad peeadora el juieio de
se
dirigifi
a hope,
donde
se
embar-
.momento los motivos que le indujeron a em- para d. Dios dispuso entonces un ricino, que creeio
barcarse hacia Tarsis para eludir la mision conte junto a Jonas, to cubria con sus ramas y lo
que Dios le encomendaba. Confiesa Jonas mplar protegia con su sombra. El profe- ta saludo
que ya sabia él que Yavé es un Dios tierno y desde con alegria la presencia del
bon- dadoso, tardo a la ira y pronto a la su Pero, a la mañana siguiente, Dios dispuso
miseri- cordia. Es decir, ya sabia él que Dios tiend asimismo un gusano que agu jereo e1 ricino y
perdo- naria a Ninive. En estas a la este se seco. Cuando salio el sol, el calor se
circunstancias, Jo- nâs prefiere la muerte. suerte dejo sentir sobre la cabeza de Jonas, que se
de la
Cap. 4. Gontrariado por la conducta de Dios, Jo- ciuda 115
rias abandona Ninive y se sale a las afueras
deseaba la muerte diciendo: ' iMejor seria perfectamente en la historia de Israel.

para mi morir que vivir!”.


La exégesis moderna, incluso catolica, se inclina
Jonas estaba ya preparado para escuchar la
unânimemente por la ficcifin literaria de caracter di-
suprema leccion. Yavé dijo a Iotas : iSien- tee dactieo. Naturalmente, esta postura no obedece a nin-
Iu compa’siân por et rieino, en el mial no
gun prej.uicio dogmatieo sobre la imposibilidad de los
tuni8te ni arte ni parte, que en una noc4e
milagros, sino que se apoya en unos cuantos criterios
creciâ y en obra se secâ, y no voy yo a tener
positivos intrinsecos al libro:
pfedod de Niki e, to gran ciudad , donde day
phs de cierto Bernie butt Nombres d ue no dis-
tinguen en mano derecha de la izquierda, y, 116
ademâs, numeroso’s animates?

2. Zfistorio o ficciân titerorio.


a) Norrocién historico.
La exégesis antigua ha venido in terp retando el libro
de Jonas en sentido historico. Los principales ar-
gumentos que han motivado esta interpretacion son los
siguientes: 1.° Jonas, e1 protagonista de la narra- cion,
es claramente una figura historica (2 Re 14, 25), que
vivifi bajo el reinado de Jeroboam II (ca. 783-743). 2.°
El Nuevo Testamento parece concedes realidad his-
torica a la estancia de Jonas en el vientre de la ballena y
a su predicacion en Ninive (Mt 12, 39-42). 3. La mision
de Jonas en Ninive tiene otros pgralelos en el Antiguo
Testamento: v. gr., Elias, en Fenicia, y Eli- seo, en Siria
(1 Re 17-19; 2 Re 2-9) ; es decir, encuadra
1. • Lo compostcion Cardia del ftbro y su carâcter Dios es dueño de la naturaleza y de la historia, y pue- de
abstracto y trascendente.—Como luego veremos, el cambiar su curso segñn so voluntad. Sin embargo, en el
libro de Jonas ha sido compuesto en el periodo postexi- libro de Jonas estas alteraciones del curso ordi- nario de
lico, tres siglos después de la existencia del profeta los acontecimientos estan tan amontonadas y son tan
Jonas de que habla 2 Re 14, 25. Esto nos pone ya en caprichosas que mls bien parece fruto de la imaginacion
guardia sobre la historicidad del libro. El 2 Re, cuando del autor que las ha combinado para con- seguir un fin
habla de Jonas, no refiere ninguna de las aventuras q.ue prestablecido. Es decir. no se trata de un milagro, sino
narra nuestro libro. de una eatarata de milagros: tern- pestad repentina; la
Es asimismo signifieativo el caracter general y abs- suerte cae sobre Jonas; el pez misterioso; eomposicion
tracto que presenta la narracion : se silencian los da- tos de un salmo en el vientre del cetaceo; via je a una
personajes de Jonas, no se da el nombre del rey de ciudad lejana (mas de mil kilo- metros de distancia),
Ninive, se omiten muchos datos cronologieos y geogra- extranjera y hostil, de lengua desconocida, que se
ficos, que serian necesarios en una narration histo- rica. convierte en masa; aparicion del ricino que crece en una
En este sentido, e1 libro de Jonas se alinea per- noehe y se seca en otra. Todo esto esta narrado, ademas,
fectamente en la corriente postexilica que gusta de en un tono ironico, impro- pio del género historico.
presentar tesis doetrinales en forma de historia con eI
fin de hacerlas mas atrayentes y plastieas: éste es e\ 3." Acumulaciân dv inverosimiiitudes.—Es inve-
cano he Job, Cobras, âubil, Ester, Danidi... rosimil la misma predicacion de Jones en Ninive, ciu-

2.° Carâcter orti/icioI del elemento milagroso.—- 117


dad pagana y alejada de Israel. La historia conoce las ejemplo y modelo al hijo prñdigo, al publi- cano, al buen
misiones de Elias y Eliseo en Fenicia y Siria, pero es- samaritano. .. ; la Iglesia misma habla en su liturgia del
tos parses eran vecinos de Israel, y la misifin de estos Lazaro de la parabola como de un personaje real (“... et
profetas difiere mueho del caso de Jonas en Ninive. La cum Lazaro quodam paupere aeternam habeas
conversion repentina y masiva de Ninive es inve- requiem”) ; la 1 Cor 10, 4, cita la le- yenda rabiniea,
rosimil y desconocida totalmente por la historia uni- segun la cual la roca que dio agua herida por Moisés
versal. Los eambios que se produeen en el animo de acompaño a los israelitas durante todo e1 desierto: la
Ronas (rebeldia, conversion, entristecimiento ante la corte de San Jt«fns (v. 9) cita la disputa entre Miguel
conversion de Ninive) son bruscos y poco naturales. Arcangel y Satanas, tomada de la Asunciân de Moisés,
4. Respuesta a las ob jeciones Oe lo sentencta ma- la carta de Sontiopo {ñ, 10 11) presenta a Job como
dicionoI.—La mas grave radica en el uso que el Nuevo ejemplo de paeiencia. En todos estos casos se trata de
Testamento hace de la conversion de Ninive y de la es- enseñar y adoctrinar mediante ejemplos e imagenes,
taneia de Jonas en el vientre de 1s ballena como sim- bolos conocidos por los oyentes, pero sin animo de
y presagios de la verdadera conversion y de la estancia de pronunciarse sobre la realidad historica de los mismos.
Jesus en el seno de la tierra durante el tri- duo sacro (ct. Dicho en pocas palabras, la cita de Je- sus supone una
Mt 12, 41; Le 11, 29-32, y Mt 12, 40). realidad literaria, no nun realidad his- tories.
Esta utilizacion del libro de Jonas por parte de Jesus
no puede ser invocada como prueba de su histo- ricidad. 118
Jesus cita lv historia de Jonas de la misma manera que
los predicadores cristianos citan y utili- zan las
parabolas del Nuevo Testamento: se suele po- ner como
3. Género titerario. reservo para si la revelacion de Dios, y fue infiel a su
mision, to mismo que Jonas. En la huida de Jonas ha-
Supuesta la fiecion literaria, el libro de Jonas pue- era Tarsis, lejos de la presencia de Yavé, podemos ver la
de interpretarse en sentido alegorico o en sentido pa- conducta del Israel preexilico, que volvio las espal- das a
rabolico. Yavé y se embarco sobre el mar de la politica en la
Una aiepor(o.—El libro de Jonñs puede ser enten- nave de las intrigas diplomatieas. La tormenta, que
dido como una alegoria de la historia de Israel. Err significaria en la historia de Israel la inestabili- dad del
esta hip0tesis, cada uno de los elementos del libro ten- pueblo elegido, que oscilaba entre Asiria, Ba- bilonia y
dria su sentido y significaeion correspondiente. Algu- Egipto, fue seguida por el naufragio del des- tierro.
nos autores aducen como prueba de esta interpreta- Convertido a Dios en la cautividad, lo mismo que Jonas,
cion alegorica e1 nombre mismo de bonds, que signifi- Israel recibifi de nuevo la mision de pro- clamar su fe
ca en hebreo “paloma”, la cual esta to,mada en la his- ante las naciones pagan as, como la reci- biera también
toria biblica como simbolo de Israel (ct. Os 7, 11; Jonas (Ninive).
l1, 11; Sal 74, 19; cf. Ct 5, 2). Este es el momento historico que vive el autor del
En esta interpretacion alegorica, la mision profé- libro de Jonas. En la conversion instantanea y masiva de
tica de Jonas representaria la mision de Israel como Ninive se trasluce la generosidad de los pueblos pa-
pueblo de Dios. Lo mismo que Jonâs, también Israel ganos. En la conducta mezquina de 3onas se refleja la
habia sido llamado para llevar a las naciones el cono- estrechez de la com unidad postexiliea, que vivia en-
cimiento de Dios. Avaro de sys privilegios, Israel se
119
cerrada en si misma y se reservaba para st sola los encarna en la parabola la figura ridicula y mezquina de
privilegios de la eleccion. Jonas, el autor del libro proclama la voluntad salvifica y
tuna porâbofo.—Probablemente, el libro de Jonas es miserieordiosa de Dios, que otor- ga la salvacion incluso
sencillamente una parabola al estilo del iii jo Prâ- digo a Ninive, la ciudad mas odiada por Israel (cf. Nahum).
(Le 15, 11-32) o de lets Obreros de la viña (Mt 20, 1- Con esta doctrina de la voluntad salvifiea, el libro de
16). En este caso no es necesario b.usear una signifi- Ronas alcanza iina de las metas mâs altas de la re-
cacion parabolica de una o varias tesis doctrinales. velacion veterotestamentaria y presagia las parabolas del
La tesis principal esta formulada en las ultimas Hijo Prodiso y de los Obreros de la cita, que estan en la
palabras del libro (4, 10-11) : e8 la doctrina de la ro- misma linea. Jonas, eI hermano mayor del hijo prodigo y
luntod solzifico de Dios hocio todos los pueblos y ho- los obreros de la primera hora son tres figu- ras paralelas
etc todos los liombres. que enearnan el espiritu mezquino del pueblo de Israel.
El protagonista de la parabola, Jonas, es la perso- Ninive, el hijo prodigo, y los obreros de ultima hora son
nificacion del exelusivismo, mezquindad y estreehez en también figuras paralelas que re- presentan a los
que se habia encerrado el pueblo elegido. Israel habia pecadores y a los gentiles, los cuales estan llamados
sido elegido para ser bendtcton de todos los pue- blos asimismo al reino de Dios.
(Gen 12, 1-3), para ser me y testigo de Dios ante todas El autor del libro de Jonas ha expresado esta doc-
las naciones (Is 40-55, poss(m), pero habia sido infiel a trina con cierto tono de ironia. Ha ridiculizado en la
su vocacion y, sobre todo, después del destie- rro se
habia encerrado en un separatismo y exclusi- vismo que
rayaba en la heterodoxia. Contra esta co- rriente, que
figura estrecha y mezquina de Jonas la mentalidad co de las amenazas proféticas. También Jonas an.un- cio
ruin y exclusive de Israel, que contrasta: i) con la no- en forma absoluta el juieio sobre Ninive (“ Cuaren- ta
bleza de los marineros paganos, que hacen lo posible dias, y Ninive serâ destruida”) y, sin embargo, la ciudad se
por salvar a Jonas y que se convierten a Yavé (e. 1); eonvirtio y Dios la perdonfi. Es decir, aun las profecias
ii) con los habitantes de Ninive, que se convierten a conminatorias son un llamamiento a la conversion.
Dios y hacen penitencia. Todos los personajes y ele- Solamente quedan excluidos de la salva- cion aquellos
mentos narrativos que intervienen en eI libro se pre- que voiuntariamente se obstinan en el pecado.
sentan con cierto aire de nobleza y simpatia, hasta las
bestias de Ninive, que ayunan y hacen penitencia. So- 4. Autor y fec4a de composiciân.
lamente Jonas es ruin y mezquino.
La votuntad salvifica de Yavé esta presente aun Tradicionalmente se venia asociando el libro de
en los mismos vaticinios conminatorios de 1os profe- Jonas con el profeta que vivio con este nombre en Is-
tas. Esta es la segunda preocupacion doctrinal del rael durante el reinado de Jeroboam II (ea. 783-743), del
autor del libro de Jonas: demostrar el carâcter condi- cual habla el 2 Re 14, 25: este profeta del siglo VIII
cionat de los orâculos conminatorios proféticos. Los seria no solamente el protagonista del libro, sino tam-
profetas, al anunciar el juieio de Dios sobre las nacio- bién el autor. Existen, sin embargo, unos cuantos in-
ries en forma obsoIu/a y categârica, parecen colocar dicios y argumentos que obligan a colocar la redae- ciñn
a éstas fuera del area de la salvacion n przori. El libro del libro de Jonas en época posterior:
de Jonas demuestra que no es este el sentido auténti-
121
1. " Argumento sicotâgico.—A diferencia de otros reaccion contra la corriente separatista de la co- munidad
profetas, Jonas no aparece nunea como autor del libro, postexilica (cf. Esdras y Nehemias).
siempre se habla de él en tercera persona. Es poco
probable, ademñs, que Jonas Saga de st misma una
5. Zf salmo de occTon de grocTos (2, 3-10).
critica tan mordaz e irfinica.
2. ° Argumenlo 4istârico. — Ninive (destruida en El salmo del c. 2-3-10 no guarda relacion ninguna
el 612) parece ser para el autor un recuerdo pasado y con la situacion concreta de Jonas, puesto que no se
lejano (3, 3) trabajado por la imaginacion popular y por alude para nada at vientre del pez donde el profetn se
la leyenda (3, 3-4) ; la cifra de 120.000 niños (4, 11) es encuentra, ni con la enseñanza general del libro.
asimismo desorbitada. El “seno del seol” del v. 3 no se refiere al vientre del
pez, sino al seno de las aguas subterraneas, at abis- mo,
3. ' Argumento ftterario.—La lengua y la reutili- zacifin
como simbolo de un peligro mortal. Los mares y los
que hace el autor de obras anteriores (sobre todo,
monstruos marinos tienen en la Biblia un caracter
Jeremias y Ezequiel) colocan la composiciñn del libro en
siniestro como enemigos de Dios (cf. Job 3, 8; 7,
el periodo postexilico.
12;
4. Argumento teologico. — El espiritu universa- 9, 13; 26, 12; 40, 25-36; Sa1 65, 8; 74, 13-14; 77, 17;
lista, concretamente su simpatia hacia Ninive, se ex- 89, 10-11; 93, 3-4; 104, Y. 26; 107, 29; 148, 7; Is 27, 1;
plica mal antes del destierro (ct. Nahum). El libro de 51, 9), y son considerados como eT reino de la muerte o
Jonas, lo mismo que el de Rut, se explica bien eomo una como eI camino que conduce a eIIa.
No se trata ademâs, de una suplica, como seria de
122 esperar en el presente caso, sino de un salmD de ac- cion
de gracias, integrado por elementos tornados de distintos
salmos (ed. Sal 5, 7; 18, 6; 31, 22; 42, 7; 120, 1;
142, 3; 143, 4). E1 salmista da gracias porque se ha
visto rescatado de una angustia mortal. Por eso, en caso
de ser auténtico, el liigar mas lñgico del salmo seria
después del v. 11.
Posiblemente, este salmo no figuraba en la obra
original. Segun varios exégetas, habria sido anadido por
un autor posterior, que escribia ciertamente bajo el
earisma de la inspiracion. La razon de esta adiciñn
podria encontrarse en la afinidad existente entre el
abismo o seol, donde se halla el salmista en peligro de
muerte, y el vientre del pez, donde se encuentra Jonas.

12g
casado entre tanto con dos jovenes moabitas,
Rut y Orfa. Una vez que cesñ el hambre, Noe-
mi decidiñ regresar a su patria. Sus dos nue-
ras manifestaron estar resueltas a irse con ella,
pero al fin la acompañfi solamente Rut.
Llegaron a Belén cuando empezaba la siega de
la cebada.
V. RUT Cap. 2. Haciendo uso de las facultades que el de-
reeho israelite concedia a los pobres, Rut se
1. lugar en eI Canon. dedica a recoger espigas por los campos re-
Siguiendo las versiones de los LX X y de la Vulga- cién segados con el fin de proveer su susten-
ta, las traducciones modernas colocan el libro de Rut a to y el de so suegra. Quiso la suerte que la
continuaeion de los Jueces. Esta colocacion se debe, sin joven moabita fuera a espigar a los campos de
duda, a las palabras iniciales que dicen asi: “En ftempo Booz, pariente de Elimelec, el cual la aco- giñ
de los Jueces. ..”. También ha podido influir el hecho muy favorablemente y se intereso viva- mente
de que en e1 libro de Rut se habla de la genea- logia de por ella.
David (2, 42), cuya historia se describe en los libros de
Samuel, que siguen a continuaciñn. Cap. 3. Obedecie ndo las sugerencias y deseos de
En la Biblia hebrea se encuentra en la tercera par- te su suegra, Noemi, Rut va de noehe en busca
del Canon judio, o sea, entre los llamados Hagifigra- de Booz a la era donde yacia dormido junto a
fos, como uno de los cinco rollos o meguitlot, que se la parva de cebada, con el fin de insinuar- se,
leian en las fiestas principales. El de Rut, concreta- captar su corazon y reeordarle la ley del
mente se leia en la fiesta de Pentecostés, que coincidia levirato, que obligaba al pariente mas cerca-
con el eomienzo de la reeoleccion. Esta inclusion en- tre no del marido difunto a tomar a la viuda por
los Hagiografos parece ser la original y la que me- jor se esposa. Booz se declara dispuesto a casarse
ajusta al earacter del libro. con Rut, siempre que otro pariente mas cer-
cano que existe renuncie a sus derechos.

2. Argumento. Cap. 4. Preguntado publicamente en presencia de


los ancianos de la ciudad, el mencionado
Cap. 1. Con motivo de un hambre que se dejfi sen- tir pariente renuncio a sus derechos sobre Rut
en Judy en tiempos de los Jueces, Elimelec de y sobre la herencia de Elimelec y de sus dos
Belén abandono e1 pais en compañia de su hijos, Kilyñn y Majlon, y en el mismo
esposa Noemi y de sus dos hijos, y se estable- momento y con la solemnidad y ri- tos de
ciñ con ellos en los campos de Moab. Aqui, en rigor, hacienda y mujer fueron ad- quiridos por
tierra extranjera, murieron, primero, Elime- Booz. De este matrimonio entre la moabita
lec y, mas tarde, sus dos hijos, que se habian Rut y Booz de Belén nacio Obed, de obed
nacio Jesé y de Jesé naeifi David.
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3. €lénero literario. liados de Babilonia. En las historias de Noemi y Rut
Segun la ciencia moderna, el libro de Hut ha sido podian leer los desterrados so propia historia y conso-
compuesto en el periodo postexilico con el fin de con- larse con el desenlace feliz que tuvieron las vidas de
trarrestar la corriente particularista, exclusivista y ambas mujeres.
puritana de Esdras, que extremo su reforma hasta el Una tesis muy generalizada entre los autores, tan- to
punto de separar los matrimonios mixtos, obligando a antiguos como modernos, es la siguiente: El libro de
las mujeres extranjeras a abandonar a sus maridos Rut, lo mismo que e1 de Jonas, representa una reac-
israelitas. La composicion tardia del libro, junto con su cion contra la corriente rigorista protagonizada por
caracter polémico, inclina a pensar que se trata no de Esdras, especialmente en el problema de los matrimo-
una obra historica, sino de una parabola en accion con nios mixtos (Esd 10).
finalidad teologica. Nos encontramos ante un es- crito La ciencia biblica actual cree que e1 centro de inte- rés
muy similar a1 de Jonas. La disposicion general de1 del libro recae en el hecho de la incorporaciân de but eg
libro de Rut, los nombres de los personajes y su modo et seno de una /o tiitn judia. Dentro de esta perspectiva, se
de conducirse, los contrastes habilmente esco- gidos, la plantea el problema de saber si la alu- sion a David es
utilizacion libre y forzada de textos de indo- le juridica, original o no. La mayoria de los exé- getas creen que es
la frecuencia del dialogo, la accion cons- tante de la una adicion posterior, o sea 4, 18-22, o, incluso, 4, 17,
providencia que preside el desarrollo de los habrian sido anadidos en un segundo moments. Mediante
aeontecimientos, todos estos factored dan a entender que esta adicion, Rut y Booz habrian venido a convertirse en
el autor no tiene una intencionalidad historica, sino que los aseendientes de David.
la historia entra aqui como vehiculo de un mensaje. Procesos literarios de este género se dan con cierta
freeuencia en la Biblia. Pero en el caso actual presen- ta
dificultades, pues mediante dicha adicion se le dan a
4. Mensaje del libro. David unos ascendientes, entre los que se mezcla una
mujer extranjera, mas concretament e, una mujer de
Segun algunos autores, el libro de Rut seria un canto Moab, pais que tiene en la Biblia sentido peyorati- vo
a la Providencia divina. Seria una confesion de fe en la (Gen 19, 30-38).
Providencia. Se trataria de una ficeion his- torica que Pero esta inclusifin de una moabita entre los as-
querria escenificar y presentar de una ma- nera plastica eendientes de David parece haber sido intencionada.
la filosofia popular cuando dice que: A la tormenta Parece que existir en Israel una tradicion, segun la cual
sigue la calma. La protagonista del libro pasa por la David era de ascendencia moabita. Ahora bien, el
prueba y la afliccion, pero a1 fin recibe su recompensa. origen moabita de David era como una pesada car- ga
Es decir, tendria.mos escenificada la ac- cion de la que gravaba la conciencia del pueblo elegido. La
Providencia en el caso de una joven viuda, cuya intencifin del autor, que ha relacionado a David con la
fidelidad heroica encuentra con el tiempo el pre- mio historia de Rut, ha sido la de dar una versiñn idea-
merecido. lizada y favorable de ese hecho transmitido por ln
Otros ven en el libro de Rut una historia de conso tradicion. Trata de embellecer y ennoblecer una tra-
lacion escrita hacia finales del destierro entre los exi- diciñn innoble. Detras de la historia de Rut se adivi- na,
por tanto, una tradieion antigua que hacia naeer
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a David de una inmigrante moabita (ct. 1 Sam 22, 3). C IN E 5 T I O N A R I O
El libro de Rut quiere decir: la tradicion sobre e1 ori-
gen moabita de David no debe entenderse como si el Responder a cinco de los £/iez pr iguzz/os que siguezz ‹
rey de Israel perteneciera directamente a una familia
moabita asentada en Israel. No, la familia de David 1. iCuñi es la /tnaii‹fad o /inaIidodes de la Historia D
era oriunda de Belén, pero se vio obligada a emi-
grar a Moab por razon del hambre. Solamente su 2. DiJerencias entre la Historia Deuteronomista y C
abuela era moabita. Pero una moabita que se convir- que se reJiere n tos preparati os por parte de Dari
tifi a1 judaismo y se integro religiosa y politicamente en truceiân det templo.
Juda. En esta perspectiva deben leerse las palabras de
Rut en 1, 16, y 2, 11-12. La mejor manera de inte- grar 3. Di f erezzcias entre 2 Re 11 y 2 Cron 22, 9-23, 11.
a Rut dentro del pueblo elegido era mediante su 4. Dif erezzcias entre 2 Sam 24 y 1 Cron 21.
integraciñn en el seno de una familia israelita: 4, 1-12.
En resumen. El libro de Rut no solamente es la es- 5. Di|erencias entre 2 Ae 23, 29 y 2 Cron 35, 20-24.
cenifieaciñn de la Provideneia divina en un ejemplo
6. Punto Jocai de ta Historia Cronistica.
concreto, sino que sale al encuentro de las posibles du-
das y escrupulos sobre el origen de David. Es cierto que 7. ‹cci es e¿ mensaje det libro de 2'ot›zas?
en su aseendencia hay una mujer moabita, pero estos
acontecimientos fueron queridos y dispuestos por Dios. 8. 4Cuât es ta tesis del Itbro de Judit?
9. ‹ Crees que pttede armouizarse eI Itbro de Enter
econpéitcn?
10. i7'(ene olptino octualidnd parn eI hombre de hc›y

aesarrollar uno de tos cunfro temas siguientes:

b) +St ud io cornpara t(co del libro de Jonâs con las pc


Micas del Hijo Prodigo {Ec 15) i/ ‹fe los Obreros de
C) Tstuaio comparati»o entre In reforma de Esdras ;

q) in doctrina de ia reiribuctñn segun ta Histortn Chi

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