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Salmo 19.1–14
Estamos considerando en el libro de Efesios la responsabilidad de los
Padres con los hijos, los Padres no deben causar ira en sus hijos, sino
criarlos en la disciplina y amonestació n del Señ or.
Un padre que obedece este mandamiento necesariamente deberá estar
Lleno del E.S., este deber es imposible llevarlo a cavo en al carne. Ser lleno
del E.S. es estar bajo el gobierno de Cristo, lo que implica estar lleno de la
palabra del Señ or, la palabra debe abundar en el corazó n.
Dice Lou Priolo. ¿Alguna vez ha escuchado este acertijo?
Pregunta: ¿Cuá l es la primera regla a seguir para enseñ arle hablar a un
perico? Respuesta: ¡Su vocabulario debe ser má s extenso que el
vocabulario del perico!…
El mismo principio aplica a la crianza. Si usted (tal como la madre y la
abuela de Timoteo) le va a enseñ ar a sus hijos la Palabra de Dios,
primero debe conocerla usted mismo. No puede escapar de ella. No
hay atajos efectivos para que usted estudie la Biblia. Claro está , puede
leer historias de la Biblia, anécdotas de una revista trimestral de
devocionales diarios y catequizar a partir de un manual de catecismo.
Pero, si bien estos métodos son muy buenos, no son tan efectivos como
comunicar la verdad bíblica directamente desde el corazó n de usted al
de ellos acompañ ados de un entendimiento personal y de aplicació n....
Alguien dijo que el mensaje que se preparó en la mente alcanza la
mente, pero el mensaje que se preparo en la vida alcanza la vida. En
otras palabras, mientras má s Palabra de Dios internalice en su vida (vs.
6) mas será capaz de adoctrinar a sus hijos en las Escrituras (vss. 7–9).
2. El libro de la Ley
Como Ley debemos entender “Toda la revelación escrita de Dios” es decir
el libro del pacto - David pasa de exaltar al Elyon al Dios altísimo
Creador, a exaltar a Yahweh, el Dios personal que entro en pacto con su
pueblo escogido y les dio su ley escrita, donde no solo manifiesta su
voluntad, sino también sus promesas de salvación en Cristo.
Ley aquí no solo son los diez mandamientos escritos en piedra, que traen
muerte, condenació n, culpa, tristeza sino la también las promesas de
redención en Cristo que traen por el E.S. vida, salvación, gracia,
alegría y esperanza.
Dios de manera intima, le hizo conocer a su pueblo su gloria, su gracia y
misericordia en este libro.
De manera que el pueblo de Dios pueda disfrutar con los ojos abiertos por
la palabra de Dios, no solo la gloria de Dios en la creación, sino la
gloria de Dios en el evangelio, así que nuestros corazones están
doblemente persuadidos a temer a Dios y a servirlo con reverencia,
amor y gratitud.
Tenemos dos libros para nuestra instrucció n y para la instrucció n de
nuestros hijos, que privilegiados somos hermanos. Y para animarnos
a echar mano de este segundo libro observemos todo lo que Dios
dispuso que su ley hiciera por el E.S.:
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre, son
las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a
nosotros por el Espíritu” (1 Corintios 2:9–10).
B. El ‘testimonio’ de Jehová
La palabra de Dios, da testimonio de Dios mismo. Su palabra testifica a los
hombres sobre su persona, su cará cter y su obra, ella da testimonio de
aquello que le agrada a Dios y de aquello que le desagrada.
E. El ‘temor’ de Jehová
Las escrituras nos revelan la gloria de Dios, de manera que puede ser
llamada el temor de Jehová por aquello que produce en nuestro corazó n,
pues es por medio de ellas que nuestros corazones se llenan de asombro
ante Dios de manera que le reverenciemos y le adoremos. Esta
característica es aquello que la palabra produce en nosotros.
Cualidad: es limpio; no hay una mancha de maldad en la biblia. “Las
palabras de Jehová son palabras limpias, Como plata refinada en horno de
tierra, Purificada siete veces.” (Salmo 12.6) Uno no podrá confiar en la
palabra de un hombre, pero si en la palabra de Dios, no hay nada torcido
en ella. Nunca pasa de moda, ella permanece confiable en el tiempo. Es
tan limpia que no necesita ser actualizada, ni ser editada, ni ser
refinada. Por lo tanto ella es suficiente para purificar la vida, es
eternamente relevante, es todo lo que es necesario para la limpieza del
alma.
Dios nos ayude a leer sus dos libros y siendo iluminados por ellos con la
gloria de su poder y de su gracia, le temamos, amemos y obedezcamos
con amor reverente.
Padres, espero que la palabra de Dios te halla convencido de la necesidad
que tienes tu de ellas y del deber que tu tienes como creyente de
enseñ arlas a tus hijos, no es una opció n.
Deuteronomio 6.6–7 RVR60
oremos.