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EFRAÍN CONTRA JUDÁ DE NUEVO

La lucha del Espíritu – 2 Reyes 11-12


En esta sección se observa como Atalía, por un lado muestra su desprecio a la
Palabra y la obra del Señor, haciendo honor a su ascendencia y por otro como
en ese desprecio el usada por el Señor para limpiar a la casa de David de su
relación con la casa de Acab. Lo hace mediante el asesinato de todos sus nietos,
puesto que ellos eran también de la línea de David.

También se nos muestra como la casa de David tiene una nueva oportunidad de
escoger los caminos del Señor, pero el hijo del sacerdote Joiada, Zacarías, es
asesinado, trayendo como consecuencia que la casa de David sea herida
nuevamente con juicio.

El autor resalta como a lo largo de la historia el Señor lucha constantemente por


producir la forma y el tipo de Cristo en dicha casa.

Pese a su infidelidad Joás es una vara del tronco de Isaí y un retoño de sus raíces
(Is. 11:1). De esa manera es un tipo de Cristo.

Pensamiento Clave
El Espíritu lucha por presentar el tipo del Cristo

La vara del tronco de Isaí


Al enterarse de la muerte de su hijo Ocozías, Atalía ve esta como la oportunidad
de apoderarse de la casa de David, su odio a dicha casa es una herencia de su
madre Jezabel. Para lograrlo ordena el asesinato de todos sus nietos. Su odio a la
casa de David, con quién el Señor había establecido su pacto, la lleva a odiar a
su propia carne y sangre. Así de extremo puede llegar a ser el odio a Cristo.

Atalía, sin saberlo fue un instrumento de purificación de la casa de David, en las


manos del Señor. Al haberse contaminado la casa como resultado de su pecado
de unión con la casa de Acab. Judá también fue castigado a través de esa
humillación de la casa de David.

Sin embargo, la fidelidad del Señor al pacto permanece y el Señor mismo


preserva a Joás, sobrino menor de Josaba, hermana de Ocozías y esposa del
sumo sacerdote Joiada. Lo esconde y lo cría en su propia casa cerca del templo.
Más adelante el Señor iba a exaltar a este niño, y a través de él a restaurar la
casa de David.
El pecado ocasiono que el Señor cortara la casa de David en su raíz. Sin
embargo, el Señor había conservado una vara en esta casa. Más adelante,
cuando la casa de David llegó su ruina total, el Señor hizo que el Cristo naciera de
dicha casa. A pesar del pecado del pueblo el Señor era fiel a su promesa hecha
a David.

La exaltación
Al cumplir siete años Joiada consideró que había llegado el momento de hacer a
Joás rey. Después de acordar con los capitanes de la guardia real su lealtad a
Joás, estos usaron sus influencias con todos los sacerdotes del país y con lo levitas
y jefes de familias. Todos se reunieron en Jerusalén.

El día señalado era cuando los sacerdotes y levitas se retiraban de su servicio, ese
día se presentaron desarmados los capitanes e hicieron tres compañías con los
sacerdotes y levitas rodeando el templo y con las armas que allí estaban desde el
tiempo de David. El grupo que llegaba a prestar su servicio fue dividido en dos
compañías y debía servir como guardia alrededor del joven rey.

Finalmente Joás fue presentado y le fue puesta la corona sobre su cabeza y la ley
del Señor en su mano. Fue ungido por el sumo sacerdote y sus hijos y fue
proclamado rey a la vez que tocaban trompetas.

Al oír Atalía, desde el palacio real lo que ocurría, rasgo sus vestiduras y gritó
“traición”. Por orden de Joiada, la llevaron y la mataron.

El pueblo en lugar de terminar en una guerra civil, se alegró por la restauración de


la casa de David. Joiada hizo un pacto con el Señor y otro con el pueblo.
También se hizo un pacto entre el rey y el pueblo. Juntos servirán al Señor y, en
señal de esta resolución, destruyeron el templo de Baal y mataron a su principal
sacerdote.

Bajo el cuidado del sacerdocio


Al crecer bajo la tutoría de Joiada, Joás aprendió acerca del servicio del Señor.

Ordenó una restauración completa de la casa del Señor, que había sido
descuidada por la impiedad de sus predecesores. Así que los levitas juntaron
dinero en todo el país y una parte de la entrada regular que provenía de los
servicios se destinaría para esta labor. Peor veintitrés años después aún no se
habían adelantado las reparaciones del templo. Respondiendo a la insistencia
del rey, Joida ordenó una caja grande para ofrendas con un agujero en su tapa.
La caja era para las ofrendas que tenían el propósito específico de la
restauración del templo.
Así el Señor despertó la disposición del pueblo y se pudo recoger una gran suma
de dinero que sirvió para la reparación del templo. De esta manera el pueblo
trabajó con gran fidelidad en el proyecto y por eso no fue necesario rendir
cuentas. El dinero que sobró se utilizó en el reemplazo de los utensilios del templo.
El pueblo pudo celebrar el servicio del Señor en su casa con gran alegría.

Tanto la casa de David como la casa del Señor habían sido restauradas y se
auguraba un futuro glorioso con esta nueva etapa de crecimiento en el favor del
Señor. Sin embargo, todo esto había ocurrido bajo la tutoría de Joiada, ahora
Joás debía demostrar que al igual que David, él demostraría personalmente si
escogía el pacto del Señor en su corazón. El tiempo mostraría si sería capaz de
conducir al pueblo y al sacerdocio en los caminos del Señor.

El asesinato de Zacarías
Tras la muerte de Joiada, de ciento treinta años, este fue sepultado con grandes
honores pues había servido al pueblo regresándolo al Señor y a su servicio. Para
Joás esta era su oportunidad de mostrar su fidelidad al Señor.

Los príncipes de Judá vinieron a Joás, lo adularon y le hicieron notar que ahora
que ya había muerto Joiada él podía mostrar su independencia permitiendo la
libertad religiosa en Israel. Joás se dejó persuadir por estas palabras pensando
que estaba actuando independientemente, pero en realidad estaba siendo
influenciado por los nobles. Aplicación: Solo somos independientes cuando
decidimos servir de todo corazón al Señor.

Así fue como, tristemente, la idolatría surgió de nuevo en Judá. El Señor, fiel a su
pueblo le envió profetas a fin de llamar al arrepentimiento a Judá y a su rey pero
no los escucharon. De forma especial el Espíritu del Señor, vino sobre Zacarías, hijo
de Joiada. Públicamente testificó contra su pecado, advirtiéndole que la
bendición del Señor le sería quitada.

Con la autorización de Joás, Zacarías fue apedreado en al patio exterior y murió


diciendo: “Lo verá el Señor y lo vengará”. Joás había mostrado no solo su
ingratitud con su benefactor sino que había decidido romper toda relación con la
palabra del Señor. Aplicación: Somos capaces de las cosas más terribles cuando
la Palabra del Señor se nos vuelve una carga.

Era evidente que la casa de David aún necesitaba ser purificada. El Señor usó de
nuevo a los enemigos de su pueblo. Hazael rey de Siria, con un ejército más
pequeño que el de Judá lo venció. El Señor había abandonado a Judá. Existía
una amenaza de sitio contra Jerusalén; sin embargo, Joás lo evitó al enviar todos
los tesoros que encontró en la casa del Señor a Hazael. Todo lo que había estado
dedicado al Señor ahora era entregado como el pago de la vergüenza.
Por todo esto la ira del Señor siguió encendida contra Judá. Joás fue herido en
batalla y muerto por sus siervos. Debido a esta humillación el pueblo se reveló
contra el rey, fue enterrado sin honores reales y aunque fue enterrado en la
ciudad de David, no lo fue en los sepulcros reales. Su nombre no entró en la lista
de honor de Judá.

Cristo: Un día el Cristo reconciliaría la injusticia de Judá y de todo el pueblo de


Dios y la injusticia de sus líderes. Su pueblo hallaría protección en Él. E Señor a lo
largo de la historia seguía buscando un rey que fuera un mejor tipo de Cristo de lo
que había sido Joás.

Longanimidad Extrema – 2 Reyes 13; 14:23 – 29


Por amor y fidelidad al pacto que el Señor había establecido con Abraham, Isaac
y Jacob, pese a su camino desbocado a su destrucción, la caída de las diez
tribus seguía siendo postergada. Pronto el reino sería abandonado, pero el Señor
preservaría a las diez tribus a través de algunos pocos creyentes que serían salvos
y que después del cautiverio, algunos de ellos regresarían junto con las dos tribus.

Pensamiento Clave
Por amor a su acto el Señor muestra longanimidad extrema a su pueblo.

Dios sigue respondiendo


Joacaz sucedió a su padre Jehú en el trono y fue fiel a los pasos de su padre.
Prosiguió con la adoración a los ídolos. De este modo se nos muestra que el
pueblo todavía no se volvía al Señor sino que lo reducía al nivel de un ídolo al
representarlo mediante la forma de un becerro. Pese a que el pueblo
pronunciaba el nombre del Señor, no había verdadera adoración a Él. El pueblo
rendía adoración a la fuerzas de la naturaleza. Para Joacaz el Señor era el dios de
Israel en la misma forma en que las otras naciones tenían sus propios dioses.

Debido a esto el Señor permitió que los sirios tomaran Transjordanía y ocuparan
parte de la tierra al otro lado del Jordán en tiempos de Jehú. El ejército de Israel
se vio fuertemente reducido y Hazael, rey de siria siguió debilitando a los soldados
de Israel que finalmente quedaron como el polvo de la tierra que se pisotea.
Joacaz no tenía el poder para resistirlos o enfrentarlos.

En medio de esta situación Joacaz clamó al Señor, pero no fue una oración
sincera ni de arrepentimiento, lo hizo porque no tenía otro camino, sentía que sus
derrotas eran el justo juicio que debía recibir. Aplicación: Es terrible comprender
algo de dicho juicio y, sin embargo, no someterse a la justicia del eterno juicio de
Dios a fin de hallar eterna salvación.
Pese a que la oración del rey no fue una oración de fe, el Señor la contestó.
Cristo: el Señor miró a Cristo, quién es el verdadero intercesor de su pueblo. Ante
la opresión de su pueblo a manos de los sirios el Señor tuvo misericordia pues aún
lo amaba en Cristo. Ya que en el pueblo había algunos que aún temían al Señor,
Él estaba ligado al pueblo por ellos. El Señor oyó la oración de Joacaz, pero la
liberación vino solo hasta el tiempo de su hijo y nieto.

Dios todavía no rechaza


Joás sucedió a su padre Joacaz en el trono y durante su reinado el Señor
comenzó a librar a Israel de los sirios. Y Ben-adad, hijo de Hazael, reinaba en Siria.
Joás pudo hacerle frente a Ben-adad.

La liberación después dl juicio que había sido anunciado por Eliseo ahora vendría.
En su lecho de muerte Eliseo fue visitado por Joás y este, en un acto de
reconocimiento de que en la palabra del profeta, que era la Palabra de Dios,
habitaba la fuerza de Israel para sus batallas, se inclinó a él reconociendo que
era aún su padre espiritual.

El autor resalta que si bien Joás también adoraba a los ídolos, no tenía el valor
para separarse de la palabra del Señor. Y dado que el lazo con la Palabra del
Señor no había sido roto, el Señor aún mostraba misericordia y no rechazó al
pueblo. Tenía presente el pacto con Abraham, Isaac y Jacob y debido a que
este lazo se mantenía Eliseo pudo profetizar la liberación de Israel.

Eliseo le dio instrucciones al rey de entesar su arco y poniendo sus manos sobre las
del rey le ordenó lanzar la flecha hacia el este por la ventana abierta. Eliseo le dijo
que esa flecha era una señal de la liberación del Señor del poder de los sirios.

Joás aceptó la señal y el profeta le indicó que lanzara más flechas, pero solo
lanzó tres más. El autor señala que si realmente entendía que esa era una señal
de del poder libertador del Señor, debía haber agotado las flechas de su aljaba.
Aplicación: la fe siempre valora la señal y se aferra a la certeza de la promesa de
Dios en dicha señal. De la misma forma como creyentes utilizamos los
sacramentos que son una señal y un sello.

Debido a que solo había enviado tres flechas, Eliseo, enojado, le indicó que solo
derrotaría a los sirios en tres ocasiones, si hubiera enviado cinco o seis los habría
derrotado por completo.

Después de la muerte de Eliseo, la promesa siguió vigente y esta se confirmó por


medio de la señal de la resurrección de un cadáver que fue arrojado al mismo
sepulcro de Eliseo al tocar los huesos del profeta. El poder de la palabra de vida
que había llevado en él no había muerto. Israel debía vivir por el poder de la
Palabra del Señor.
Joás derrotó a los sirios tres veces, de acuerdo a la palabra del profeta. Cristo:
Esta liberación fue una señal de que Israel viviría, que el pueblo de Dios viviría
eternamente por amor a Cristo. El pueblo sería destruido en poco tiempo, pero un
remanente sería salvado.

Todavía no sentenciado
Jeroboam (Jeroboam II) sucedió a su padre Joás en el trono y como hizo su
antepasado homónimo anduvo en la idolatría.

Pese al pecado, el poder de la palabra no fue quebrantado por tal pecado. El


Señor respondería aún más a la oración de Joacaz. Jeroboam pudo expulsar a los
sirios de Transjordania y pudo restaurar los límites del reino. Derrotó a los sirios en el
norte y a los moabitas en el sur. Así Israel volvió a extenderse desde la ruta de
Hamat hasta el mar Muerto.

En todo esto se nos muestra que el Señor había mirado con misericordia a Israel,
después de todo el pueblo y su rey eran suyos. Pese a que Israel estaba
madurando para el momento del juicio aún la sentencia no había sido
pronunciada. Por el contrario el Señor envió al profeta Jonás, para anunciar que
una vez más sería restaurado el reino. Aplicación: ¿Cuánta compasión le estaba
mostrando el Señor a Israel?, ¿Aprendería la lección?

Santificado y hecho bendición – Jonás 1-4


Jonás fue el profeta enviado a Nínive y también fue el profeta que anuncio que
los límites de Israel serían restaurados.

Esta sección nos presenta a Jonás en su negativa de acudir a Nínive a anunciar el


mensaje que el Señor ha enviado. No se trata del riesgo eventual de que Asiría se
convierta en una amenaza para Israel sino el contemplar la posibilidad de que
Dios extienda su misericordia a un pueblo pagano lo que detiene al profeta. Israel
manifiesta un orgullo por su propia salvación y si no vivía por gracia no
comprendería que el plan de Dios se extiende, a través de Israel, a las demás
naciones. De este modo Israel se niega a ser una bendición a todas las naciones.

El autor señala el proceso de descenso y alejamiento del Señor por parte del
profeta, como una señal de la muerte de la carne que era necesario que muriera
en Israel. Esta muerte fue efectuada por Cristo. Es de esa forma que puede llegar
a ser de bendición a las naciones.

Al mostrarse desobediente, Jonás fue un tipo de Israel; sin embargo, en Cristo, su


predicación en Nínive dio el fruto deseado.
La salvación de Nínive se obró por la gracia hacia el pueblo del Señor en Cristo. Es
con base en el pacto que se lleva a cabo la obra salvífica, como bien lo señala el
autor, no se trata de un lazo paternal por ser creación suya. Este lazo ha sido roto
por el pecado, pero en Cristo, Dios restauró esa unión con su pueblo mediante el
pacto de gracia. Así, por causa de su pueblo, el Señor está ligado también al
mundo, ese es el caso de Nínive. Dios guía a todo el mundo a fin de abrirlo a la
gloria que es en Cristo.

Pensamiento Clave
El enviado de Dios se convierte en bendición después de ser santificado.

Naufragando en desobediencia
Jonás es enviado a Roboam II para declarar que los límites de Israel serán
restaurados; pero también es enviado a pregonar a Nínive, capital del
ascendente imperio Asirio, el enojo del Señor por su pecado. Han saqueado a las
naciones para embellecer a su ciudad.

La advertencia de parte de Dios es que la ciudad sería destruida por su pecado,


estaba empobreciendo al mundo para su propio gozo y pasiones.

El autor señala como el celo en Jonás se despertó por causa de suponer que era
el pueblo escogido y nadie más debería gozar del privilegio de la gracia del
Señor. Arrogantemente Jonás creía, al parecer que Israel era mejor que los demás
pueblos. Israel no vivía por sola gracia y debido a esto no quería convertirse en
bendición para otros pueblos. El mismo espíritu de Israel como pueblo era el
espíritu de Jonás.

Jonás tomó la decisión de huir en desobediencia. Se alejó del lugar donde el


Señor había revelado su rostro y su gracia. Fue a Jope y tomó una embarcación
hacía el océano Atlántico, suponía poder alejarse de Dios a fin de ocultarse de Él.
Aplicación: Es un acto de necedad cerrar nuestro corazón al Señor al igual que
Jonás.

El Señor envió fuertes vientos contra a embarcación y al ver que las oraciones a
sus dioses no surtían efecto, despertaron a Jonás para que orar a su Dios. Los
marineros, fieles a su paganismo creían que las fuerzas de la naturaleza eran en s
mismas fuerzas divinas, no podían ver que tras ellas se haya la grandeza del Dios
único y verdadero y que era Él quién estaba permitiendo todo esto. Al echar
suertes, descubrieron que la ira del Señor se estaba revelando a través de la
tormenta contra Jonás.

Al interrogar a Jonás, este les reveló que servía al Dios del cielo quién por su
gracia lo controla todo, admitió su desobediencia y reconoció que la tempestad
se debía a esto. Aplicación: Los creyentes podemos ser una maldición para el
mundo debido a nuestra desobediencia.

Jonás les indicó que la tormenta se aplacaría si lo arrojaban por la borda, con
todo temor lo hicieron así y la tormenta se calmó en señal de haber hecho ellos lo
correcto.

Jonás se había entregado a la muerte, consciente de ser merecedor de la ira


divina por su desobediencia. Cristo: Cristo descendió a las profundidades de la ira
de Dios, y Él mediante el sufrimiento que padeció en su obediencia, salió de las
profundidades. A través de su obra los suyos tienen reconciliación y salvación, los
que deberían perecer bajo la justa ira de Dios.

De la misma forma el Señor dio liberación a Jonás. Dios hizo que fuera tragado
por un gran pez y mediante un hecho milagroso lo preservó dentro del pez.

Adorando al Dios de gracia


Jonás como tipo del Israel desobediente, ahora tendría que ser santificado para
ser tipo del Israel que se humilla y vive bajo la gracia del Señor. Esta muerte del
viejo Jonás es necesaria también en nosotros y solo puede ocurrir porque Cristo
murió por nosotros y se levantó de la muerte. Unidos a Cristo, Dios nos hace
compartir su muerte y resurrección.

Esta muerte del viejo Jonás ocurrió cuando estuvo en las profundidades del mar
en el vientre del pez. Desde allí clamo al Señor por su gracia y se rindió a su
soberanía. Confesó que había sido salvado por gracia y que su oración por
salvación había sido respondida por el Señor. Ahora se hallaba en condición de ir
a predicar a los ciudadanos paganos de Nínive, si él vivía por gracia y ya no se
jactaba de nada, le sería un gozo ir a predicar la gracia a los paganos.

Después de tres días fue vomitado por el pez en tierra seca. Habiendo a
travesado las profundidades, Jonás volvió a la vida. En esto el profeta fue un tipo
de Cristo, que pasó por la muerte y resucitó a la vida.

La bendición de la predicación
Jonás fue enviado nuevamente a Nínive y en la ciudad proclamó que sería
destruida dentro de cuarenta días. Pese a lo grande de la ciudad, Jonás solo
predico durante un día, al parecer el viejo Jonás seguía manifestándose, no
estaba dispuesto a mostrar la misericordia del Señor había decidido mostrar a la
ciudad. Pese a todo, la predicación, por la gracia del Señor, no quedó sin fruto. El
rey de Nínive lo oyó y se sometió inmediatamente a la voluntad del Señor. Se vistió
de penitencia y dio orden de ayuno para todo hombre y bestia. Todos implorarían
juntos misericordia al Señor.
Cristo: los frutos de la predicación de Jonás no se debieron a su esfuerzo, sino por
amor a Cristo quién obedeció hasta la muerte, y que habiendo sido santificado,
llegó a ser causa de eterna bendición para todo aquel que lo obedece. La
gracia ganada por Cristo para los suyos también trae consigo el refrenamiento
temporal del pecado en los incrédulos. Nínive se apartó temporalmente del
pecado. Su arrepentimiento no se basaba en la fe en la gracia eterna del Señor
sino en el temor de ser destruidos. Sin embargo el Señor no destruyó a Nínive,
consideró, por amor a Cristo este acto de arrepentimiento como fruto de la
palabra y de Cristo.

Endureciéndose en la desobediencia
Jonás manifestó su endurecimiento nuevamente al sentarse frente a la ciudad a
esperar su destrucción. Le molestaba que la ciudad pudiera arrepentirse porque
en ello se le mostraba la misericordia del Señor.

Jonás logra endurecerse tanto, en palabras del autor, debido a que Dios lo ha
dejado librado a su propio camino, en esa condición ya no vive por gracia. En
Jonás se nos revela que solo podemos vivir para el Señor mediante el Espíritu de
Cristo.

El Señor permitió que creciera una calabacera para dar sombra a Jonás, pero de
la misma forma permitió que un gusano hiciera secar la planta. Y Jonás desmayó
por causa del sol. Jonás se amargó delante del Señor por haberse secado la
planta. Allí el Señor le enseño su pecado. Se amargaba por haberse secado una
planta a la cual él no había contribuido en nada. Porque no habría de tener
entonces compasión de la gente en la ciudad a la que el mismo había
predicado.

Cristo: Cristo en su sufrimiento fue santificado totalmente a Dios. Por su Espíritu, el


poder de su obediencia se manifestará constantemente para que su pueblo
pueda ser santificado para el servicio a Dios.

Autocomplacencia – 2 Reyes 14:1-22; 15:1-7; 2 Crónicas 25 y 26


Amasías y Uzías muestran un espíritu de autoexaltación pese a que llegan a ser
fuertes por causa de la buena voluntad del Señor sobre ellos por amor a David.
Esta autoexaltación está basada en la autocomplacencia. En contraste, se halla
la buena voluntad del Señor por amor a David y por amor a Cristo. La fe en esa
buena voluntad produce humildad.

Amasías muestra esta actitud a través de la idolatría, acumulando la mayor


cantidad de dioses a “su servicio” en una fuerte actitud pagana.
Uzías, pese a no admitir el servicio a dioses extranjeros, se extralimito llegando
incluso a actuar como sacerdote, causa por la que llevó en su frente la marca del
enojo del Señor.

Pese a todo el Señor no los desechó del todo.

Pensamiento Clave
E beneplácito del Señor por amor a David supera la autocomplacencia de los
reyes de la casa de David

La exaltación de Amasías
Amasías sucedió a Joás en el trono. Sirvió al Señor pero no perfectamente, en su
corazón seguía sus propios intereses.

Inicialmente actuó conforme a la ley del Señor al castigar exclusivamente a los


asesinos de su padre, pero preservó la vida de sus hijos. Luego movilizó al ejército
de Judá y quiso contratar los servicios de cien mil soldados más de Israel para
luchar contra Edom que se había rebelado. Pero fue advertido por el profeta del
Señor acerca de dejar ir a los soldados de Israel por que el Señor no estaba con
ellos, por esto traerían la ira del Señor sobre él. Amasías obedeció pese a la
pérdida de cien talentos de plata que había prometido pagar a los soldados. El
profeta le dijo que el Señor podría darle mucho más, era más importante la
obediencia.

Al enfrentarse a los edomitas, el Señor le dio la victoria, pero de inmediato se


posesionó sobre el u sentimiento de orgullo, autosuficiencia y sed de venganza;
ordenó asesinar a diez mil prisioneros despeñándolos. De regreso encontró, como
una advertencia del Señor, que los soldados de Israel, ofendidos por su despido
estaban saqueando Judá. Mataron a muchos y saquearon la tierra.

Trajo consigo a los dioses de los edomitas y les rindió culto. Quería contar con la
ayuda de la mayor cantidad de dioses posible. Evidentemente no comprendía
que el servicio a esos falsos dioses contradecía la gracia del Señor. Solamente la
buena voluntad del Señor por amor a David, es decir, por amor a Cristo, exaltaría
a Judá y a la casa de David. Aplicación: Cuando una persona cree eso, se
humilla y vive dependiendo del Señor. Rechaza todo lo demás como una
abominación.

La humillación de Amasías
Frente a la amonestación de un profeta del Señor, Amasías se mostró altivo y
presuntuoso. No reconocía que la gracia del Señor era más fuerte que todo el
poder de los falsos dioses edomitas. Se enfrentó a Joás con la intención de
regresar el dominio de todas las tribus a Judá y pese a la advertencia de Joás,
quipen era usado por él Señor mismo en esto, lo enfrentó y fue derrotado.

Amasías fue capturado, Jerusalén capturada, y parte del muro derribado.


Amasías fue liberado, tras haber entregado prisioneros y un gran tesoro. De esta
manera fue humillado.

En la humillación de Amasías el Señor manifestaba su gracia hacia la casa de


David y hacia Judá por amor a Cristo. Dios estaba recordando su pacto.

Con todo el Señor le mostró misericordia. Recuperó su libertad y vivió quince años
más que Joás. Sin embargo había quedado en el pueblo una intranquilidad que
lo llevó a dar muerte al rey en Laquis donde se escondía. Fue traído a Jerusalén y
sepultado con sus padres. Pese a haberse alejado del Señor y de su pueblo, en su
sepelio hubo misericordia para él.

La exaltación de Uzías
Uzías sucedió a su padre Amasías y fue fiel al Señor, fue bendecido más que los
demás reyes de Judá. Vivió 52 años y fue aconsejado por Zacarías profeta del
Señor.

Uzías subyugó a los edomitas, filisteos y árabes, forzó a los amonitas a pagarle
tributo y extendió el reino hasta la frontera con Egipto. Fortificó el muro de
Jerusalén, construyó torres en el desierto y cavó muchos pozos para sus rebaños.
Hizo crecer la agricultura y reorganizó el ejército, sus ingenieros inventaron
instrumentos para arrojar flechas y grandes piedras. La fama de Uzías se difundió
debido a la gracia del Señor que estaba con él por amor a su pacto con David.
En palabras de autor, Uzías fue un favorito del Señor.

La humillación de Uzías
Su conocimiento del favor del Señor con él lo llevó a enaltecerse. Demostró su
autoexaltación al pasar los límites que le habían sido puestos. Decidió ofrecer
incienso sobre el altar, un privilegio que solo les correspondía a los sacerdotes. Al
hacerlo se estableció a sí mismo como dios.

Pese a las advertencias de Azarías y de otros ochenta sacerdotes al respecto de


su presunción, Uzías insistió en sus deseos y en la medida que crecía su enojo,
también brotaba de su frente la lepra. El Señor mismo lo cubrió de vergüenza
debido a su orgullosa confianza en sí mismo al agredir lo que el Señor mismo
había santificado.

Los sacerdotes lo expulsaron del santuario y hasta entonces, bajo su humillación


comprendió la gravedad de su pecado. A la luz del favor del Señor pudo ver la
abominación que había cometido. Quedó marginado de su reino y de la
sociedad, pero en Jotam, su hijo, el Señor proveyó un regente sabio que supo
conducir al pueblo en los caminos del Señor.

Por amor a Cristo, el Señor conquistó esa autoexaltación en la casa de David.

Hijos extraviados – 2 Reyes 15:32-16:20; 2 Crónicas 27 y 28


Esta sección nos muestra el terrible pecado de Acaz en contraste con la
misericordia del Señor para Judá. Mostró un gran interés por los prisioneros que
fueron llevados de Judá para ser esclavos en Israel. Se observa en Isaías 7 al Señor
pidiendo con insistencia a Judá que acepten su favor para enfrentar en batallaa
Rezín y Peka. En esos días el Señor dio la señal del Emanuel, en todo esto el Señor
estaba llamando a sus hijos extraviados a volverse a Él.

Pensamiento Clave
Poe causa de su pacto el Señor llama a sus hijos extraviados.

La vida ante los ojos de Dios


Jotam, hijo de Uzías lo sucedió en el trono. Siguió la fe de su padre y fue fiel al
Señor, sabiéndose el favorito del Señor no por eso se exaltó a si mismo.

El Señor lo bendijo y a Judá con Él. Embelleció la casa del Señor y fortificó a
Jersusalén. Construyó fortalezas y torres en los bosques, y sometió nuevamente a
los amonitas obligándolos a pagar tributos.

Jotam guió al pueblo a obedecer y a adorar al Señor, sin embargo no todo el


pueblo se había vuelto al Señor, la falsa adoración continuaba en lugares altos. El
Señor exigía que se le ofreciera culto solo en el templo en Jerusalén. El vínculo con
el templo, donde Dios se revelaba a sí mismo, señalaba el vínculo con Cristo en
quién Dios revelaba su favor.

Durante el reinado de Jotam, Rezín de Siria y Peka de Israel hicieron una alianza
para invadir a Judá. Así el Señor castigaba a Judá, a sus hijos.

Castigado con impiedad


Debido a su negativa de volverse al Señor durante el reinado de Jotam, el Señor
les concedió al rey Acaz, quién fue un perfecto idolatra a semejanza de sus
contrapartes de Israel. Fue tal su pecado de idolatría que llegó a extremo de
ofrecer a sus propios hijos en sacrificio a los dioses falsos. Todo el país se lleno de
lugares altos para la adoración idolátrica.
La misericordia del amor
El Señor llevó a Rezín y a Peka a enfrentar a Judá. Judá cayó bajo el dominio de
Efraín y 200.000 hombres, mujeres y niños fueron llevados al cautiverio para ser
esclavos de Israel. La tierra fue saqueada, los edomitas y filisteos ocuparon partes
de Judá y Jerusalén terminó sitiada por los reyes.

Cuando los israelitas regresaban a Samaria con los prisioneros, el profeta Obed les
salió al encuentro y les advirtió sobre la gravedad del pecado que estaban
cometiendo y les dio instrucciones acerca de dejar en libertad a los presos.
Impresionados por la palabra del profeta, algunos hombres de Efraín, vistieron y
alimentaron a los prisioneros y los llevaron de regreso a Jericó.

En medio de esta situación tan caótica para Judá el Señor mostró, por la obra de
la palabra y su Espíritu la unidad de su pueblo para favor de los suyos en Judá. EL
Señor no había rechazado a sus hijos descarriados, en Cristo, el pacto permanece
eternamente seguro.

Emanuel es rechazado
Cuando Judá era atacado por Rezín y Peka, el Señor envió al profeta Isaías a
Acaz para que no temiera sino confiara en el Señor, incluso le propuso pedir una
señal al Señor de su favor. Pero a Acaz no quería al Señor ni a su ayuda.

En medio de esta situación el Señor, determinado a cumplir su promesa, reveló el


nombre Emanuel, cuyo significado es que en el Cristo, Dios está con nosotros.
Aplicación: El pacto de Dios es tan seguro que aún en los tiempos más oscuros el
Señor puede dar sus promesas.

Acaz buscó la ayuda de Asiria pero no vio la mano del Señor a su favor en eso.
Más adelante Asiria se volvería contra Judá. El mismo rey y el pueblo habían
pedido esa plaga.

Acaz tomo de los bienes de su casa y de la casa del Señor para comprar el favor
de Tiglat-pileser, el rey asirio. Así ganó un poco de alivio, pues el rey asirio tomó
Damasco e invadió la tierra de Peka. Al acudir a Damasco a presentarle sus
respetos a Tiglat-pileser, Acaz vio un altar que a sus corrompidos ojos le pareció
más hermoso que el altar del Señor y lo codició. Aplicación: En el servicio al Señor,
puede parecernos que la forma en la que nosotros queremos hacerlo es más
hermosa que las líneas rectas de la vida que se vive conforme a las leyes del
pacto de Dios.

Acaz dio instrucciones al sacerdote Urías acerca de la construcción de un altar


replicando el de Damasco. Con esto, quién debía ser un tipo de Cristo como
mediador del pacto, se prestó para participar de este pecado. Al regresar y ver el
nuevo altar el mismo, junto con el sumo sacerdote ofreció sacrificios mientras el
altar del Señor fe puesto a un lado mientras decidía que hacer con el.

Endureciéndose bajo el castigo


Para mantener la amistad con el rey asirio, Acaz tuvo que saquear el templo una
vez más. Tiglat-pileser amenazaba con invadir Jerusalén. Por eso Acaz,
avergonzado del servicio al Señor, ocultó todo lo que pudiera mostrar a los asirios
adoración al Dios único y verdadero. Debía dar la impresión de que Judá era un
país semejante a otros países paganos.

Cuando más debía volverse al Señor, Juda, en cabeza de Acaz, le daba más y
más la espalda al Señor. El punto más bajo de la historia se nos presenta cuando
Acaz decide cerrar con llave las puertas de la casa del Señor. Emanuel, el Cristo,
había sido rechazado por completo.

Isaías no solo había profetizado que el Señor rechazaría a Rezín y a Peka; también
había declarado que Dios juzgaría al poder mundial de Asiria. Dios seguía
llamando a sus hijos descarriados a volverse a Él.

Un regreso al Señor – 2 Reyes 18:1-8; 2 Crónicas 29-31


Esta sección nos presenta a Ezequías, un rey del cual se afirma que no hubo antes
de él ni después de él otro igual. Fue un gran hombre de fe y adelantó una gran
reforma en Judá. Así él fue un tipo del Mediador, a través de Cristo, el poder de la
fe estuvo presente en Ezequías.

Un tema que el autor resalta es el papel de la música mediante la cual es


alabado el Señor. Se demuestra su relación con la gracia del Señor y como la
exaltación de dicha gracia debía abrir los corazones del pueblo a la fe. También
se señala el vínculo con la confesión del pecado.

Pensamiento Clave
El mediador conduce al pueblo a regresar al Señor

La restauración del servicio al Señor


Dios había castigado al pueblo al darle un rey perverso como Acaz, pero ahora
se volvía a su pueblo dándole un rey que temía al Señor, se trata de Ezequias. Fue
un digno hijo de David al seguir sus pasos y mantener su buena conducta.

En uno de los primeros actos públicos de Ezequias, abrió las puertas de la casa del
Señor que habían estado cerradas por tanto tiempo, además las recubrió de oro,
mostrando así su reverencia al Señor. Al poner en el corazónde Ezequías el deseo
de buscarlo era una muestra de su favor con el pueblo y una señal de que su
relación con Judá no había terminado pese al pecado de Acaz y el pueblo.

Ezequías condujo como fiel mediador entre Dios y el pueblo, a este de regreso al
Señor. Lo pudo hacer mediante la fe de nuestro Mediador quién obtuvo
liberación para su pueblo.

Llamó a los levitas y sacerdotes a consagrarse al Señor con el propósito de


ayudarlo a renovar el pacto con el Señor a favor del pueblo. Los levitas se
tomaron las palabras del rey más seriamente que los sacerdotes, estos se habían
acostumbrado a la idolatría y no le encontraban sentido a la adoración a un Dios
que no se ve. Sin embargo algunos si respondieron al llamado y comenzaron la
labor de lavar, restaurar y preparar todo para ofrecer sacrificio al Señor. 16 días
después le dieron aviso al rey de que todo estaba listo.

Se reunieron en el patio con los oficiales y se ordenó preparar un sacrificio para


consagrarse al Señor nuevamente y buscar así la reconciliación con el Señor
ofreciendo por el pecado, todo el pueblo pondría sus manos sobre los machos
cabríos, simbolizando que los macho cabríos tomaban el lugar del pueblo y su
pecado era puesto sobre ellos. Cristo: los machos cabríos eran sacrificados como
tipo de Cristo en la cruz. Aplicación: de la misma forma podemos poner nuestras
manos en Jesucristo para hallar reconciliación.

Mientras se hacían los sacrificios Ezequías dio instrucciones a los levitas de cantar y
tocar música, el pueblo no se volvería al Señor sin fe en la gracia del Señor.
Mediante la música y los cantos Ezequías hizo que el pueblo alabara la gracia del
Señor para que pudiera creer.

Junto al rey el pueblo se inclinó delante del Señor y se humilló confesando su


pecado. Así mostraron que deseaban la gracia del Señor nuevamente y así
hallaron al Señor, quién quería darse a ellos como lo había hecho antes.

Después el rey declaró que el pueblo debía traer ofrendas y fueron traídas en
abundancia y con gratitud con el Señor y gran alegría en servirle.

La pascua para todo Israel


Dado que todo ocurrió en el primer mes del año, el rey no quiso esperar para
celebrar la pascua que hace tanto no se celebraba y dado que era permitido
por la ley, decidió celebrarla en el segundo mes, antes de esperar un año entero.

Recordó también a las diez tribus, que pese a que no quería ponerlas bajo su
mando, si deseaba que pudieran participar con Judá en la celebración de la
pascua. En Ezequías estaba obrando el Espíritu del Mediador.
Ezequías no solo llamó a Judá a celebrar la pascua sino que envío mensajeros por
todo Israel con catas para invitarlos. Lamentablemente los mensajeros eran
recibidos con burlas y desprecio. La idolatría y el culto a los becerros se habían
enquistado en el corazón de los israelitas. Solo unos cuantos fieles de unas pocas
tribus se mostraron humillados delante del Señor y fueron a Jerusalén.

La pascua se celebró en una ciudad purificada, y dado que no alcanzaron


algunos a purificarse conforme a la ley, entonces los levitas sacrificaron los
corderos pascuales por ellos, mientras el rey oró al Señor pidiendo ser vistos con
gracia pese a esa falta y así lo hizo el Señor escuchando a la oración de Ezequías.

La celebración de la fiesta de los panes sin levadura duró siete días y estuvo
rodeada de cantos y música para alabar la grandeza del Señor. La fiesta se
prolongó por otros siete días y hubo regocijo entre los habitantes de Judá y de as
otras tribus que habían venido y los que habían venido a vivir en Judá. Al final los
sacerdotes se pusieron de pie y bendijeron al pueblo, habían sido oídos por el
Señor quién les devolvió su favor.

El pueblo recorrió toda la tierra de Judá e incluso algunas regiones de Israel


santificando al pueblo y eliminando cualquier indicio de idolatría.

Amor al servicio del Señor


El rey volvió a establecer los servicios según lo que David había ordenado y
exhortó al pueblo a traer sus ofrendas al Señor y dar a los sacerdotes y levitas sus
primicias y diezmos.

El rey mismo puso el ejemplo y por el Espíritu del Señor Jesucristo el pueblo fue
conmovido con las palabras del rey. Y fue tanto lo que el pueblo dio que tuvo
que ser puesto temporalmente en unas habitaciones que Ezequías dispuso con
ese propósito.

Fue así como la gracia del Señor gano la victoria una vez más. La fe brotó en el
corazón del pueblo y todo esto ocurrió bajo el reinado de Ezequías quién fuera
dado por el Señor el pueblo como un tipo del Mediador.

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