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Diversidad Lingüística del mundo

Dice en la historia que un faraón egipcio, en un intento por saber cuál fue la primera lengua que se
desarrolló en el mundo, puso dos niños recién nacidos en una cuarto, sin ningún contacto con el
mundo exterior, y esperó a que articularan sus primeras palabras. Su primer palabra fue ‘’bekos’’
que significa ‘’pan’’ en frigio, idioma hablado en Anatolia, por lo que el faraón concluyó que esta
era la lengua original del mundo. Con la misma idea, se desarrollaron posteriormente teorías que
planteaban explicar el origen del lenguaje, aunque para el siglo XIX no tenían significado. Al día
de hoy, los avances en arqueología, genética y lingüística nos abren el camino a estudios para
determinar la evolución de la lengua. Uno de estos es el llamado estudio comparado de las
lenguas o Lingüística Comparada, que ha encontrado semejanzas entre varias lenguas y se dio
cuando el juez William Jones advirtió un parentesco entre el sánscrito, el griego, el latín, el gótico y
el persa. Los lingüistas posteriores han desarrollado la Lingüística Histórica, que busca, dentro de
las familias de lingüísticas, desarrollar una hipotética protolengua. Este tipo de estudios se
encuentran también en la biología evolutiva, en la cual por medio de anatomía y fisiología han
intentado reconstruir parentescos. En los últimos años, este estudio ha llevado al estudio
molecular para encontrar secuencias específicas en el ADN, dando cuenta de que, en el cambio
evolutivo, se van generando divergencias y convergencias que resultan en innovaciones. A pesar
de que lingüísticamente la convergencia resulta en un préstamo que rara vez afecta a los
elementos de la lengua original. Otro supuesto habla de la posibilidad de un origen común, lo que
explicaría las semejanzas de una lengua a otra.

Ahora bien, aunque muchos estudiosos se han interesado en esta disciplina, no hay una creencia
unánime frente a los resultados que esta puede arrojar. Por un lado, los fragmentadores hablan
que, hasta no tener una lista demostrable de semejanzas y diferencias, no deberíamos hablar de
familias lingüísticas. Por otro los aglutinadores aceptan criterios que les permitan agrupar muchas
lenguas en familias, varias con una alta aceptación como la indoeuropea, afro asiática y uralica.
Otras no han sido legitimadas aún. En 1963, Joseph H. Greenberg, clasificó las lenguas de África en
cuatro grandes grupos dominantes por medio de un método de análisis multilateral. Luego,
aplicaría esta técnica para clasificar los idiomas en américa. En lugar de verificar la veracidad de
esta distribución, vamos a pensar en ¿Cómo se produjo?

Sabemos que la humanidad inició en África hace unos 4 o 5 millones de años, hace 1.6 millones,
empezó a dispersarse por Asia y Europa y hace 100.000 años evolucionó a su forma actual de H.
sapiens sapiens. Teniendo esto en cuenta, podemos hablar de una dispersión gradual por el viejo
mundo. Hace unos 40.000 años se extendieron los pueblos modernos por el Mediterráneo, Asia,
Europa, Nueva Guinea y Australia, y entre 36.000 y 16.000 años antes de nuestros días, se inició la
colonización del nuevo mundo. Debemos suponer que se hablaba una o más lenguas, más no
como era esta lengua. Un segundo punto a tener en cuenta es el cambio cultural generado por
procesos económicos y sociales. Teniendo esto en cuenta, tenemos 4 casos en los que una lengua
puede hablarse en un territorio, la divergencia, la convergencia, la ocupación inicial en un
territorio no ocupado, caso que se pudo haber dado en nuestro continente hace escasos milenios
con hablantes esquimo-aleutianos y na-dené, y la sustitución dada cuando un pueblo que ha salido
de su territorio de origen y al alcanzar una posición de poder, obliga a los ocupantes del territorio
a adaptarla por sobre la propia.
En otros casos, el asentamiento para la agricultura y la domesticación de animales generan un
índice alto en la natalidad, lo que generaría una difusión démica de las lenguas con la lenta
expansión del pueblo o bien la lengua de los agricultores fue adoptada por agricultores y
cazadores en procesos de aculturización. Este tipo de argumentación debe pormenorizarse debido
a que esto le corresponde a la arqueología. En casos de plantas o animales, podemos determinar
su domesticación, en el caso de las lenguas, podemos solo inferir ya que no tenemos registros o
huellas arqueológicas y no hay un sistema fiable para realizar una datación de las protolenguas.

Para hacer un mapeo acerca de cómo ciertas lenguas llegaron a ciertos territorios, la genética
estudia a algunos individuos de estos territorios y, de acuerdo a su mapeo genético, se puede
establecer un árbol cuyas ramas representan la distancia genética. El mejor caso estudiado es el de
Europa en el que el mapeo genético muestra una distribución geográfica amplia, que sustenta la
teoría de Sokal que una población expansionista llevó la agricultura a nuevos territorios. Barbujani
realiza un estudio que arroja una tesis similar con otros pueblos y Excoffier encuentra una
correlación entre el mapeo genético y el lingüístico de un grupo de hablantes.

No podemos referirnos a mapeos que superen los 100.000 años ya que los lingüistas no ha elegido
esta época para estudiarla. A este punto podemos hablar de la teoría aglutinadora de las
macrofamilias. Una de las más conocidas es la Nostráica, que une una mayor cantidad de pueblos
y cuya protolengua fue hablada hace unos 15.000 años en oriente medio y se apoya en los
estudios genéticos de Cavalli-Sforza y las pruebas arqueológicas encontradas. Algunos científicos
han sugerido que Algunas expresiones usadas actualmente son derivaciones de expresiones
usadas por nuestros antepasados en la protolengua hablado por nuestros antepasados en África.
Esta afirmación, aunque difícil de comprobar, no contradice las pruebas antropológicas,
arqueológicas y genéticas. Aquí vemos las convergencia de ciencias que esperamos aclare la
diversidad de lenguas, culturas y genes.

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