Sei sulla pagina 1di 4

ORGANIZACIÓN ARMONÍA. A.C.

Miércoles 30 de Marzo de 2005


Oración Comunitaria Pbro. Samuel Gallegos

Jesús puso en las manos de su Padre, su vida y su muerte. El clamor al Padre en el momento de morir, resume
todo su camino de vida y confianza. En la cruz le sale espontáneo, con toda la fuerza de quien está muriendo y con
toda la confianza de quien sabe que la vida depende del Padre.

Cansado del camino


Sediento de ti
Un desierto he cruzado
Sin fuerzas he quedado
Vengo a ti

Luché como soldado


Y a veces sufrí
Y aunque la lucha he ganado,
Mi armadura he desgastado
Vengo a ti

Sumérgeme
En el río de tu espíritu
Necesito refrescar,
Este seco corazón sediento de ti

¡PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU!


Lucas 23:44-47
44 Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde, toda la tierra quedó en oscuridad.45 El sol dejó de brillar, y el velo
del templo se rasgó por la mitad.46 Jesús gritó con fuerza y dijo:
— ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!
Y al decir esto, murió.
47 Cuando el capitán romano vio lo que había pasado, alabó a Dios, diciendo:
—De veras, este hombre era inocente.

YO CONFÍO EN TU AMOR
Salmo13

Señor, Dios mío, Y se burle el enemigo.


¿Tú me olvidarás por siempre?
¿Hasta cuándo esconderás tu rostro? CORO
Pues yo quiero verte Yo confío en tu amor
¿Será por siempre De corazón
que mi ser estará triste? Tu salvación
¿Hasta cuándo voy a estar así Es mi gran alegría
Sometido al enemigo? Yo confío en tu amor
Respóndeme con tu luz Me has hecho bien
Que siento que pronto voy a morir Canto a Ti
Que no diga de mí: Señor, Dios de mi vida
“Lo he vencido al fin”

¿A quién le encomendamos la vida? ¿A quién le encomendamos nuestro espíritu? Tal vez ni siquiera nos hemos
encomendado a nadie, porque ni siquiera sentimos que tenemos vida y mucho menos un espíritu que cuidar.
También pudiera ser, que nos hemos hecho cargo de nuestra propia vida, creyendo que podemos con ella y cuando
nos enfrentamos con las situaciones difíciles, entonces nos damos cuenta que nuestro espíritu es débil y que necesita
algo más que nuestra limitada y egoísta fuerza interior.
La vida nos presenta siempre situaciones que nos confunden, que nos duelen, que nos oscurecen la razón. La muerte
es una de ellas y, seguramente, la peor de todas. Es el vacío de la soledad, la oscuridad del abandono, y sin embargo,
más allá de toda lógica, vemos como Jesús confía en su Padre cuya misericordia es vida y cuyo perdón es el inicio
de nuestro camino de hijos suyos. Por eso el soldado romano cree: porque esa muerte dará inicio a un mundo nuevo,
pero eso sólo será posible cuando los discípulos crean, cuando nosotros creamos y encomendemos nuestra vida y
nuestro espíritu al Padre.

¡HOY ENCOMIENDO MI ESPÍRITU ATÍ!

Padre, no quiero más encomendar mi vida a mis fuerzas,


porque se me acaban
No quiero encomendar mi espíritu a mis familiares,
porque termino de pleito con ellos
No quiero encomendar mi vida a las instituciones,
porque me piden demasiados requisitos
No quiero encomendar mi espíritu a los líderes religiosos, políticos o de opinión,
porque fallan una y otra vez
No quiero encomendar mi vida al dinero,
porque mi vida no tiene precio
Quiero más bien, Padre, encomendar mi espíritu a ti
como me enseñó tu Hijo Jesús.
En medio de mis fuerzas acabadas
encomiendo mi espíritu en tus manos, Padre
En el centro de un pleito de familia
encomiendo mi espíritu a ti, Padre
En la lucha por conseguir los requisitos institucionales
encomiendo mi espíritu a ti, Padre
En la desilusión por los errores de nuestros líderes,
encomiendo mi espíritu a ti, Padre
En la necesidad de dinero para pagar lo necesario
encomiendo mi espíritu a ti, Padre
Sí, Padre, hoy encomiendo mi espíritu a ti.
Por tu Hijo Jesús. Amén.

SALMO43

Señor defiende tu mi causa A tu altar llegaré


Y dame tu justicia Y allí te alabaré Señor
Líbrame de la gente impía Con instrumentos de alabanza
Pues tu mi vida llenas
Porque tú eres mi refugio De alegría mi Dios
¿Por qué he de andar yo triste,
y oprimido del enemigo? ¿Por qué voy a desanimarme?
¿Por qué he de preocuparme?
Dame de tu luz ¿He e desfallecer yo ahora?
Envíame de tu verdad
Y estas servirán de guía En Dios he puesto mi esperanza
A conducirme a tu Monte Santo Le seguiré alabando
Mi Dios es él y mi salvador

SILENCIO

REVISIÓN DE VIDA
1. ¿Cómo reacciono en medio de las dificultades, contratiempos y enfermedades? ¿Me desespero o
tengo esperanza? ¿Confío o desconfío? ¿Busco a Dios o lo hago responsable por lo que me
pasa? ¿Siento que Dios se olvida de mí?
2. ¿Tengo motivos para confiar en Dios como Padre?
3. ¿Le he encargado mi espíritu a Dios Padre?

SILENCIO

¿PORQUÉ QUIEREN ORAR HOY?

PARA PENSAR
En la hora de prueba la oración es la esperanza de comunión
Las contradicciones nos dividen, por eso nos hacemos reclamos, juzgamos a otros y nos peleamos porque nos
decepcionamos de esas fallas. Nos duele la impotencia, la injusticia que resulta de todas nuestras acciones humanas.
Orar es creer en la comunión, es conversar en la confianza de la hermandad. Orar es confiar en sembrar y tener
esperanza de un perdón que no conocemos, de una vida reconciliada que no sabemos inventar. Oramos y no
sabemos orar, pero Dios quiere que oremos, porque quiere oírnos y que lo oigamos, porque en esa conversación nos
comprendemos, nos hallamos de maneras nuevas y constatamos que no estamos solos, aún cuando lo parecía.

Dame fuerza Señor, porque muy débil me siento hoy


Dame fuerza Señor, pues muy dura es esta lección
Mi alma se aflige hoy
Lo siento en mi corazón
Ven pronto ayúdame
Ven pronto ayúdame

Dame fuerza Señor, dame fe y esperanza


Dame fuerza Señor, dame gozo alegría
Pues muy grande es tu amor
Grande es tu perdón
Te suplico que vengas a mi

Bendición pastoral y comunitaria


Que Dios el Padre nos bendiga con incomodidad ante las respuestas fáciles, las medias verdades, las
relaciones superficiales para que podamos vivir con intensidad dentro de nuestro corazón.
Que Jesús, su Hijo nos bendiga con ira ante las injusticias, la opresión y la explotación que sufren las
personas para que podamos trabajar por la justicia, la igualdad y la paz.
Que el Espíritu Santo nos bendiga con lágrimas derramadas por las personas que sufren dolor, rechazo,
hambre y guerra - para que podamos extender nuestras manos para consolar, ayudar y cambiar su dolor en alegría.
Que seamos bendecidos en esto todos los días, hasta que Jesús regrese para reinar para siempre. Amén
UNA ORACIÓN PARA QUE ORES EN TU CASA

ORACIÓN DE LA MAÑANA

Señor, al levantarnos a éste nuevo día


venimos a pedirte paz, sabiduría y fuerza
Hoy queremos mirar el mundo con ojos llenos de amor;
ser pacientes, comprensivos, humildes y bondadosos.
queremos ver detrás de las apariencias a tus hijos,
como los ves tú mismo,
para así, poder apreciar con amor a cada uno.
Cierra nuestros oídos a toda murmuración.
Guarda nuestra lengua de toda maldición.
Que tu Espíritu nos llene de pensamientos
que bendigan tu nombre.
Queremos ser tan bien intencionados y justos
para que todos los que se acerquen a nosotros durante el día
sientan tu presencia.
Revístenos de tu bondad, Padre,
y haz que durante éste día te reflejemos.
En el nombre de tu Hijo Jesús oramos. Amén.

Potrebbero piacerti anche