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Revista Atlántica-Mediterránea 15, pp.

81-112
BIBLID [11-38-9435 (2013) 15, 1-212]

HACIA UNA TEORÍA ARQUEOLÓGICA DEL ESTADO EN LOS ANDES PREHISPÁNICOS (II):
LOS ESTADOS MILITARISTAS ANDINOS 1

TOWARDS AN ARCHAEOLOGICAL THEORY OF THE PREHISPANIC ANDEAN STATE (II): THE


ANDEAN MILITARISTIC STATES

Henry TANTALEÁN

Instituto Francés de Estudios Andinos, Lima


henrytantalean@yahoo.es

Resumen: Incluso desde antes de su definición como una sociedad independiente de Tiwanaku,
la arqueología relacionada con lo que se conoce como Wari (600 d.C-1000 d.C.) ha sido la base
sobre la que se ha generado un importante debate especialmente con respecto a su naturaleza
sociopolítica y socioeconómica. En este artículo, desde nuestra perspectiva arqueológica,
queremos contribuir a darle sentido y contenido a lo conocido como Wari. En base a nuestro
análisis de la materialidad social relacionada con lo Wari hemos encontrado empíricamente que
este contiene una serie de manifestaciones de lo que podríamos llamar en nuestro mundo
contemporáneo como un estado y hasta un imperio. Sin embargo también entendemos que la
naturaleza de Wari se conforma adentro de un proceso histórico particular basado en
condiciones materiales especiales que denominamos andinas. En este artículo desplegamos de la
mejor forma posible algunos argumentos para darle mayor consistencia a dicha propuesta.
Finalmente, utilizamos el caso de Wari para identificar a otros posibles estados militaristas en
los andes centrales.

Palabras Clave: Imperio, Estado, Wari, Andes centrales, Indicadores arqueológicos, prácticas
sociales.

Abstract: Even before its definition as an independent society from Tiwanaku, archeology
related to what is known as Wari (600 AD -1000 AD) has been the basis on which it has
generated considerable debate especially regarding their sociopolitical and socioeconomic
nature. In this article, from our archaeological perspective, we want to help give meaning and
content to what is known as Wari. Based on our analysis of the social materiality related with
Wari we found empirically that it contains a series of demonstrations of what we might call in
our contemporary world as a state and even an Empire. However we also understand that the
nature of Wari is formed in a particular historical process based on special materials conditions
which we called Andean. In this article we display the best possible arguments to give some
consistency to the proposal. Finally, we use the case of Wari to identify other possible militaristic
states in the central Andes.

Key words: Empire, State, Wari, Central andes, archaeological indicators, social practices.

Sumario: 1. Introducción. 2. Definiendo al estado militarista andino. 3. La violencia


institucionalizada y Wari. 4. El sitio de Huari como capital de un estado militarista: espacio y
tiempo. 5. Indicadores arqueológicos del estado militarista andino llamado Wari. 6. Indicadores
arqueológicos y prácticas sociales. 7. Discusión: acerca de la naturaleza del imperio wari.
8. Bibliografía.

1
Versiones más extensas de este artículo fueron publicadas en la revista Investigación, número XX del 2013 de
la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga y otra se encuentra en prensa en la Revista del Museo de
Arqueología de la Universidad Nacional de Trujillo.

Fecha de recepción del artículo: 27-VI-2013. Fecha de aceptación: 17-III-2014


TANTALEÁN, Henry

1. Introducción Lumbreras sobre Wari no se ha modificado


en esencia y esto se debería a que él vio a un
Para la mayoría de los arqueólogos andi-
estado Wari donde lo militar fue un impor-
nistas el sitio de Wari, en Ayacucho, en los
tante medio de expansión de su territorio y
Andes Centrales, representa la capital de un
el control de los recursos políticos, una ex-
estado prehispánico que se desarrolló entre
plicación que se identifica con otros impe-
los siglos VI y XI d.C. Pese a ello, subsiste un
rios, principalmente del Viejo Mundo (por
problema ontológico cuando se le relaciona
ejemplo ver, Algaze 1993, Sinopoli 1994,
con el concepto de Imperio, lo cual ha gene-
Alcock et al. 2001), el principal lugar de pro-
rado una serie de discusiones académicas.
cedencia de la mayoría de nuestros modelos
Más aún, el desafío metodológico desde la
y analogías que aplicamos a nuestros mate-
arqueología, estribaría en establecer su
riales arqueológicos en los Andes. Obvia-
carácter material y desde ahí inferir su na-
mente, y así lo reconoce Lumbreras sin ma-
turaleza socioeconómica y sociopolítica. De
yor problema, existe una opción política en
esta manera, para efectos metodológicos, lo
tal planteamiento y el contexto en el que
que persiste como un desafío es la manera
surgió dicha propuesta y su propia forma-
en la que este estado se habría expandido
ción familiar son elementos que no pueden
materialmente a lo largo de los Andes Cen-
ser desvinculados de tal propuesta. Sin em-
trales y Centro Sur.
bargo, más allá de la subjetividad inherente
Desde la definición histórico cultural de
a una propuesta que necesita seguir siendo
Julio C. Tello (1970[1931]) con la que se
explorada y argumentada a través de las
inauguró la explicación de lo Wari pasando
evidencias empíricas, es importante re-
por el modelo de “imperio” de Luis G. Lum-
flexionar en torno a la capacidad real o no
breras (1974a) hasta el modelo de “empo-
de la sociedad Wari para expandirse efecti-
rio” de Ruth Shady (1988a), la discusión
vamente por el territorio andino3. Clara-
acerca del carácter de esta sociedad ha man-
mente, en este artículo nosotros nos encon-
tenido (pre)ocupados a una serie de investi-
tramos más cercanos a la propuesta de
gadores durante las últimas ocho décadas.
Lumbreras pero, sobre todo, cercanos al
De este modo, lo Wari ha sido sujeto de una
materialismo histórico que lo inspiró.
serie de discusiones en torno a su caracteri-
Así, en este artículo desde una perspecti-
zación sociopolítica (Chirinos 2006, Bergh y
va materialista histórica, retomamos el con-
Jennings 2012). De todas esas definiciones,
cepto de estado expansivo Wari, tratando de
la que quizá tomó mayor relevancia por su
otorgarle una mayor consistencia a la pro-
planteamiento original o, por lo menos, sir-
puesta lumbreriana. De este modo, siguien-
vió como contrapunto a otras perspectivas
do nuestro proyecto iniciado en base a
arqueológicas fue la de Luis Lumbreras
Chavín de Huántar (Tantaleán 2011) y luego
(1974a) quien expresó que el extenso sitio
ampliado a otras sociedades que denomi-
de Huari2 fue la capital de un Imperio que se
namos como “Estados Teocráticos Andinos”
extendió por medio del militarismo por un
(Tantaleán 2012), en esta ocasión queremos
gran área de la sierra peruana e, incluso,
explorar la definición de Wari como un Es-
llegó a la costa. Pese al tiempo transcurrido
tado Militar Andino y, sobre todo el cómo
desde su planteamiento inicial y sus versio-
podemos (como arqueólogos) establecer no
nes más sofisticadas, todavía, la idea de
solamente su forma sino, especialmente, su
2
contenido. Para ello, procuramos establecer
En este texto utilizamos la denominación “Wari” y hacer explícita nuestra forma de ver los
para la sociedad y la materialidad social directa-
mente relacionada con la producción de estilos
materiales arqueológicos, y nos esforzamos
(cerámicos, textiles, líticos, etc.) oficiales y asocia- en la presentación de diferentes indicadores
dos que se produjeron y expandieron desde Ayacu- arqueológicos para dar sustento a nuestra
cho o centros regionales directamente vinculados a
lo largo de los andes centrales entre los siglos VII y
3
X. Utilizamos “Huari” solamente para nombrar al Schreiber (2010: 154) calcula conservadoramente
sitio principal y capital del estado Wari en Ayacu- que la expansión máxima de Wari por los Andes
cho. alcanzaría los 320,000 kilómetros cuadrados.
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Andinos

representación arqueológica de Wari como sociales antagónicos (clases sociales4) de los


un estado expansivo andino. Aunque los cuales uno domina y controla la producción
arqueólogos andinistas han propuesto una y distribución de los bienes materiales que
serie de indicadores (Isbell 1985, Schreiber otro grupo social produce sin una contra-
2001, Finucane et al. 2007: 579), éstos aun parte similar a la de su trabajo entregado
nos parecen insuficientes para explicar una (explotación). En este sentido, un estado no
particularidad (por su propia universalidad) es una cuestión solamente cuantitativa (fe-
y una materialización del fenómeno Wari en nomenológica) o de complejización econó-
su propia trayectoria histórica, así como su mica sino, sobre todo, es la consolidación
contexto histórico de formación y desarro- sancionada y reproducida de una nueva
llo. En ese sentido es necesario exponer cual organización de las relaciones sociales en
sería el carácter económico-político de Wari las cuales un grupo minoritario de la socie-
dad se distancia de la producción básica
2. Definiendo al estado militarista (principalmente, de alimentos y medios de
andino producción como la cerámica, textiles, ins-
trumentos líticos, etc.) y se dedica a manipu-
Es necesario antes de todo establecer
lar, controlar y consumir el trabajo social de
explícitamente, cuales son las categorías
la población a la que tiene sujeta.
socioeconómicas y sociopolíticas que nos
Para nosotros la característica MILITA-
ayudan a reconocer las características del
RISTA de un estado se genera porque las
fenómeno Wari. Éstas suponen una primera
anteriores desigualdades sociales son origi-
aproximación a un fenómeno que ha resul-
nadas, mantenidas, controladas, normadas y
tado un reto epistemológico (Schreiber
justificadas institucionalmente mediante el
2001) para los arqueólogos que se han en-
ejercicio de la violencia fáctica que se prac-
frentado a éste. Sin embargo, como arqueó-
tica y dirige como medio de reproducción de
logos que nos enfrentamos a sociedades sin
la asimetría social (sistema político y
escritura debemos establecer una serie de
económico) y que tiene como objetivo apro-
conceptos heurísticos que nos ayuden tem-
piar y concentrar productos y la fuerza la-
poralmente a establecer correlatos entre
boral de sus subordinados mediante la fuer-
nuestras propuestas y la evidencia arque-
za. Esto no quita que el estado también re-
ológica de tal manera que esa dialéctica su-
curra a la religión como otra línea de coer-
ponga un acercamiento a la explicación del
ción, en este caso psicológica, para justificar
fenómeno de estudio específico. De esta
y establecer el orden, encubrir y amainar
manera, es menester establecer qué signifi-
las contradicciones internas de ese estado
ca hablar de un estado militarista andino,
de cosas5. Históricamente, estado e iglesia
conceptos que a pesar de tener un linaje
siempre han sido una dupla que ha estado a
occidental pueden ser utilizados adecuándo-
la cabeza de las sociedades estatales. Inclu-
los a la realidad andina por sus característi-
so, la dialéctica que surge entre esas elites
cas fundamentales. De este modo, creemos
(militares y religiosas) ha generado una
que un primer paso para esto, es establecer
dinámica que genera cambios en la misma
qué es el estado y el militarismo teniendo
estructura del estado militarista, la cual mu-
siempre en consideración a la realidad par-
chas veces se soluciona positivamente para
ticular andina.
Para nosotros, el ESTADO supone la insti-
tucionalización de las desigualdades socia- 4
A pesar que investigadores como Luis Lumbreras
les donde principalmente se da la estructu- utilizan el concepto de “clase social” para Wari,
ración de la sociedad en base a una división nosotros somos cautos en identificarlas como tales
clara entre productores y no productores. pues esta categoría marxiana fue definida en base a
Un estado, así, supone la existencia de una elementos objetivos de la sociedad capitalista y
ejemplos conocidos por Marx y Engels en su tiem-
contradicción objetiva entre dos grupos
po.
5
De hecho, González Carré y Mesía (2001:47)
refieren que el sitio de Huari pudo haberse iniciado
como un centro religioso.
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el poder específicamente político cuando nales para asimilar, conquistar o aliarse


una elite reúne ambas esferas o lo que ha (asimétricamente) con otras sociedades,
venido en denominar también en la literatu- beneficiándose directamente de los recursos
ra como “sacerdotes-guerreros”. En este naturales y/o fuerza de trabajo allí existen-
sentido, vale la pena ahondar un poco más tes6. Asimismo, al hacer esto se resguarda de
en la naturaleza y caracterización de la vio- ataques de otras sociedades y hasta, final-
lencia en los Andes, una cuestión que hemos mente, dicha expansión puede tener un ob-
abordado en otra parte (Tantaleán y Gonza- jetivo ideológico al asociar su imperio con
les 2013) y en la que nos enfocaremos más espacios sagrados, santuarios o templos que
adelante, para especificar el tipo de violen- le permitirán reproducir la ideología de su
cia institucionalizada que se puede haber ciudad capital.
dado en Wari. Finalmente, este estado militarista se de-
fine como ANDINO porque para nosotros es
una manifestación o fenómeno social con
características locales (andinas) y que esta-
ba basado en formas de producción también
originarias dadas las condiciones sociales de
la producción en el territorio andino. Dicha
forma de producción andina tuvo un proce-
so histórico relacionado con los estados
pero también independiente de ellos. En
algunos casos, los estados asimilan dicha
forma original de producción andina y las
relaciones sociales que esta supone para su
beneficio (por ejemplo, para época Inca, las
relaciones sociales establecidas en el ayllu).
Entender esta forma de producción y las
relaciones sociales que estas suponen en la
agricultura, el pastoreo, la caza, la pesca y/o
la recolección y el intercambio necesario de
estos productos, es crítico para entender las
particularidades de las sociedades andinas.
En este caso concreto, creemos que re-
sulta de primerísima importancia tratar a
los fenómenos históricos andinos sin homo-
logarlos directamente con las sociedades
Figura 1. Mapa del Perú donde se discuten los feudales o industriales, especialmente en el
principales sitios revisados en el texto: 1. San caso de la violencia efectiva y la forma en
José de Moro; 2. Viracochapampa; 3. Honco- que se realiza la coerción, dominación y
pampa; 4. El Castillo de Huarmey; 5. Socos; 6. conquista de territorios y grupos sociales.
Ancón; 7. Cajamarquilla; 8. Pachacamac; 9. Por eso, partimos de una perspectiva arque-
Huaca Malena; 10. Azángaro; 11. Jargampata;
ológica desarrollada desde una realidad
12. Huari; 13. Jincamocco; 14. Pacheco; 15. Pi-
killacta; 16. Collota; 17. Sonay; 18. Cerro Baúl y centrada en los Andes. En primer lugar esta
Cerro Mejía. Redibujado por Alexis Rodríguez perspectiva, está basada en relaciones socia-
Yabar en base a Jennings 2006. les sin la existencia de capital y donde la
acumulación o retención del excedente se da
Así, el Imperio se extiende como parte de en tributos de especies y fuerza de trabajo.
la necesidad de captar y explotar más y me-
jores territorios para sostener a las elites
6
Así, también, nuestra explicación estaría más
gobernantes y a los sujetos vinculados con cercana al modelo de “Sistema-Mundo”, inspirado
el manejo y mantenimiento del estado. Para en Wallerstein, como ha sido aplicado con mejoras
a la sociedad de Uruk del VI mileno antes de Cristo
ello, expandirá sus fronteras estatales origi-
(Algaze 2004[1993]).
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Andinos

En segundo lugar, también desde esta mis- es importante reconocer que Wari ya estaba
ma perspectiva, la forma de propiedad de la entre las formaciones sociales en las cuales
tierra, el principal medio de producción, la organización del trabajo y la propiedad
debió cambiar necesariamente a lo largo de sobre los espacios productivos y a la fuerza
la historia. Según lo que planteamos acá, de trabajo necesariamente supuso la exis-
durante la existencia de los primeros esta- tencia un orden establecido y mantenido
dos militaristas en los Andes, la propiedad por medio de la fuerza. La naturaleza y la
de la tierra (hecha productiva) fue controla- especificidad de esta violencia de estado es
da y explotada desde los Centros Políticos. algo que ha mantenido ocupado a varios
Asimismo, había un nivel de tributación a investigadores (Topic y Topic 1997, Arkush
través de la exigencia de tributos de las so- y Stanish 2005 para citar solo algunos). Sin
ciedades dominadas al interior del territorio embargo, es necesario, como ya se ha co-
controlado o directamente vinculado. Adi- menzado a hacer en otras partes, empezar a
cionalmente, habría que explorar la cuestión ver cómo se daría esta violencia en socieda-
del control de las rutas de movimiento so- des que ya no podían ejercer el control y a la
cial y especialmente comercial7 donde jus- explotación solamente a través de la reli-
tamente, como veremos hacia el final, varios gión, como en el caso de los tempranos es-
de los otros candidatos de Estados Militaris- tados teocráticos andinos (Tantaleán 2011).
tas Andinos ejercen un control espacial efec- Creemos que el militarismo, es decir, una
tivo, suponiendo un control indirecto de la forma característica universal de la institu-
tierra agrícola y de los productos que eran ción estatal expansiva sería la única que
beneficiados. Como dijimos hay todavía podría hacer que la contradicción existente
elementos de ritual y religión que tienen entre invasores e invadidos pueda ser man-
mucho peso por lo que hay un grado de tri- tenida a favor de los primeros.
butación ligado a la ideología religiosa que Ahora bien, como es de suponer, en un
moviliza dicha captación de tributo en mano estado militarista, dada su naturaleza y
de obra y bienes. dinámica, siempre es necesario un cuerpo
Sin embargo, antes de ver como esta de- de especialistas encargados de diseñar y
finición emerge de la evidencia empírica y ejecutar acciones violentas para mantener
como esta puede ser reforzada de manera un orden social casi siempre vertical. Sin
más sistemática, todavía deberemos explo- embargo, debemos entender la forma en la
rar la concepción acerca de la violencia en cual los especialistas en el mundo andino
los Andes y ver cuáles son sus principales podrían haber generado sus espacios de
indicadores y cómo esta forma específica de acción. Para empezar, es importante enten-
violencia pudo haberse dado en esta área. der que muchos especialistas, más allá de la
elite guerrera, eran posiblemente (como en
3. La violencia institucionalizada y Wari otros partes del mundo, por ejemplo en la
Europa clásica o feudal) especialistas a
En otros lugares (Tantaleán y Gonzales
tiempo parcial, lo cual condicionaba obvia-
2013, Tantaleán 2013) hemos desarrollado
mente las aventuras conquistadoras. Por lo
in extensu la cuestión de la violencia institu-
menos para época Inca, sabemos que mu-
cionalizada en los andes centrales y centro
chas acciones bélicas eran desarrolladas
sur prehispánicos y no redundaremos en
estacionalmente. Claramente, existía una
ello aquí. Lo que resulta de ese análisis pre-
elite de guerreros pero el grueso de efecti-
vio es que es importante reconocer su pre-
vos eran individuos que realizaban otras
sencia para comenzar a investigarla sis-
actividades laborales, generalmente en sus
temáticamente. Para el caso que nos ocupa,
unidades domésticas. Sin ánimo de llevar
esto hasta la situación previa, como la Wari,
7
En ese sentido vale la pena tomare en cuenta la es importante entender que a diferencia de
“Dinámica expansiva” de los estados tempranos las sociedades en las cuales había medios de
que siguiendo a Algaze (1993: 305) se iniciarían cambio como la moneda y que se constituía
con relaciones “informales”, especialmente con el como un salario para contraprestar los ser-
objetivo de expandir sus economías.
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vicios de los especialistas guerreros8, en el cioeconómico y sociopolítico que les permi-


mundo andino, que sepamos, no existía tal te establecer, mantener y defender verdade-
forma de retribución económica por lo cual ras ciudades.
el mantenimiento de una gran cantidad de A la vez, es importante reconocer que la
efectivos (y reservas) necesarios para un logística necesaria para ejecutar tales aven-
conflicto prolongado no podría ser realizado turas conquistadoras era mínima (quizá la
por el estado mismo9 (constituyendo un mayor tecnología bélica eran las armas de
estado que claramente no llegaría ser un metal, como porras (o también las estóli-
“estado burocrático”). cas), artefactos no muy extendidos según
Por otra parte hay que entender a qué ti- vemos en el registro arqueológico), lo cual
po de sociedades se enfrentaban tales esta- condicionaba las capacidades de atacar o
dos expansivos. Si bien las principales y más resistir. Asimismo, una cuestión importante
importantes acciones bélicas se realizaban es entender que la vida humana, en un
contra otros estados con similar capacidad mundo donde no se podía prescindir de la
de acción, muchas veces los grupos sociales, población y los medios de producción resul-
rápidamente conquistados y sujetados, ca- taban primordiales, tenía mucho más valor
recían de tal capacidad de enfrentamiento y por su importancia para la producción de
resistencia. Esto necesariamente tiene que bienes e infraestructura para el estado inva-
ver con la forma en que estos grupos se or- sor. Así, los estados expansivos, como se ve
ganizaban para el trabajo (campesinos, pas- en las épocas tardías de la prehistoria andi-
tores, pescadores, etc.). De hecho, como na, solo habrían generado grandes matanzas
otros investigadores (Makowski 2012, por o masacres en circunstancias inusuales o
ejemplo) han apuntado existe una mayor extremas, lo cual se confirma con el registro
tendencia a la dispersión de los grupos más arqueológico existente a la fecha. De todas
que a la concentración de grandes grupos de maneras, es importante reconocer que,
individuos en la prehistoria andina. Justa- quizás, existen elementos que todavía nece-
mente, las principales concentraciones per- sitamos explorar mejor para entender mejor
tenecen a dichos estados militaristas que aun. Lo más importante, una vez reconoci-
claramente han generado un desarrollo so- dos estos condicionamientos materiales
para el ejercicio de la violencia es que ésta
8
Como señala Marx en los Grundrisse (en Ste. fue necesaria en algún grado y a través de
Croix 1988: 40): “Entre los romanos, el ejército especialistas para que los individuos sujetos
constituía una masa –aunque casi divorciada del a ellos no pudiesen desasirse del estado y
pueblo en su totalidad- que había sido entrenada en generar levantamientos. En este sentido,
la disciplina para el trabajo y cuyo excedente de afortunadamente han comenzado a quedar
tiempo pertenecía también al estado; el que vendía atrás las explicaciones antropológicas en las
la totalidad de su trabajo al estado por una paga,
cuales los individuos eran sujetos pasivos y,
cambiaba la totalidad de su capacidad de trabajo
por un jornal necesario para mantenerse, lo mismo más bien, se ha comenzado a explorar la
que hace el obrero con el capitalista. Esto vale capacidad de los “agentes sociales” para
para la época en que el ejército romano no era ya generar su propia historia. Así, con estos
una milicia de ciudadanos, sino un ejército merce- planteamientos previos pasemos a describir
nario. Se trata también aquí de una libre venta del el sitio de Huari en su contexto espa-
trabajo por parte del soldado. Pero el estado no lo cio/temporal.
compra con la finalidad de producir valores. De
modo que aunque parezca que la forma de jornales 4. El sitio de Huari como capital de un
se da originariamente en los ejércitos, este sistema
de pagos es, sin embargo, esencialmente distinto
estado militarista: espacio y tiempo
del trabajo a jornal. La semejanza persiste en el El sitio arqueológico de Huari se encuen-
hecho de que el estado utiliza el ejército para obte- tra ubicado en la región de Ayacucho a unos
ner un aumento de poder y riqueza.”
9 25 km al noreste de la ciudad de Ayacucho o
Por eso me parece inspiradora la perspectiva de
Lumbreras (com. pers. 2011) cuando refiere que la
Huamanga, en una planicie o meseta delimi-
principal estrategia de guerra de los estados pre- tada por las quebradas de Pacaicasa y Ta-
hispánicos sería la de “guerra de guerrillas”. rawayko (Lumbreras 1974a: 125). Esta me-
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seta se encuentra entre los 2600 y 2900 (2009: 296) se presume que el área general
msnm y está en un área intermedia entre las del sitio de Huari tendría una extensión de
cuencas de Huanta al norte y la de Huaman- alrededor de 1,500 ha, si bien, el área nucle-
ga al sur. Según Lumbreras (1981b) el sitio ar ocupada por la ciudad, correspondería a
se encuentra entre una región oriental rela- unas 250 ha advirtiendo dos sectores prin-
tivamente húmeda y otra occidental más cipales, uno norte y otro sur. Las diferencias
árida, posición especial que debió ser ele- en el estado de conservación y en ciertos
gida por su ubicación estratégica con rasgos arquitectónicos presentes en uno y
relación a los recursos agrícolas de los otro sector permiten suponer que la ciudad
valles inmediatos y a la población que estos hubiera podido estar dividida en dos mita-
albergaban. Según Canziani (2009: 296): des (Isbell et al. 1991: 20-24). Por su parte,
“Dichas cuencas están rodeadas por exten- Lumbreras (1981b: 63 y 75) estima una
sas zonas de puna donde los cultivos y la extensión de la ciudad entre 120 a 150 ha
ganadería de altura, debieron de ampliar la que parece más ajustada a la realidad y de
gama de recursos alimenticios y productivos acuerdo a las mediciones de los planos pu-
disponibles. La presencia de terrazas agríco- blicados (Williams 2001: fig. 3). Finalmente,
las abandonadas en los alrededores del sitio, Idilio Santillana (2000) propone que el sitio
podrían corresponder a los esfuerzos reali- cubre un área de unas 2,000 ha, con un
zados para ampliar el acceso de los habitan- núcleo urbano de unas 400 ha, donde están
tes de la ciudad a mayores recursos alimen- concentrados los restos arquitectónicos y
ticios”. cerámicos.
Con relación a su extensión se han plan-
teado diferentes propuestas. Según Canziani

Figura 2. Plano del sitio de Huari (tomado de Makowski 2012, dibujado por Gabriela Oré, basándose en
Williams 2001: fig. 3)

La dificultad para conocer la extensión (1931[1970]) y Bennett (1953) antes men-


real en superficie y la generación de un buen cionados y a las investigaciones arqueológi-
levantamiento planimétrico se debe a que el cas llevadas a cabo en las décadas del 70 y
sitio ha sufrido una transformación signifi- del 80 por William Isbell y sus asociados,
cativa por la apertura de chacras para el especialmente en el sector denominado co-
cultivo temporal, el huaqueo, la construc- mo Moraduchayoq. Asimismo, en las últimas
ción de carreteras, el derrumbamiento de décadas equipos de arqueólogos de la Uni-
los muros por el paso del tiempo y el creci- versidad Nacional de San Cristóbal de Hua-
miento de plantas xerofíticas. Lo que sabe- manga y el Instituto Nacional de Cultura han
mos en la actualidad sobre Huari se debe, ampliado nuestros conocimientos del sitio
principalmente, a los trabajos de Tello de Huari.

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TANTALEÁN, Henry

ción al ajuste o desajuste de las épocas de


CRONOLOGÍA RELATIVA Y ABSOLUTA Wari de Menzel con sus propios estudios
PARA EL ESTADO WARI (ver una discusión en Jennings 2010a o Ni-
gra 2012), los diferentes investigadores
Básicamente, la cronología relativa utili-
establecen que el lapso de vida más impor-
zada para Wari se fundamenta en los estu-
tante de la ciudad de Huari se encontraría
dios cerámicos realizados por Dorothy Men-
entre los 550 y los 1000 d.C. coincidiendo
zel (1964). Sus épocas en las que dividió al
con el proceso de construcción y manteni-
llamado Horizonte Medio, 1 (A y B), 2 (A y
miento de la arquitectura en el mismo Huari
B), 3 y 4, poseen una gran certeza con rela-
y la cultura material allí y la que se difunde
ción a los momentos por los que atravesó el
por el mundo andino.
desarrollo de la sociedad Wari10. Asimismo,
Sin embargo, según un reciente estudio
dicha se apoya en fechados de radiocarbono
realizado por Finucane et al. (2007), habría
que fueron obtenidos por John Rowe en la
que revisar la clásica cronología dada para
década de 1960, proporcionando las prime-
Wari la cual lo ubicaba temporalmente entre
ras fechas absolutas para cada fase11 y su-
los 550 d.C. hasta los 1000 d.C. Según sus
ministrando la escala de tiempo original
dataciones radiocarbónicas re-analizando
para el Horizonte Medio entre los años 600
muestras anteriores y de otras extraídas de
d.C. a 1000 d.C. (Jennings 2010a:5).
contextos bien claros de arquitectura de
Más allá de las necesarias discusiones en-
sitios claramente Wari como el sitio epóni-
tre los diferentes investigadores con rela-
mo, Conchopata, Azángaro, Marayniyoq,
10
Posoypata y otros establecen que el estado
“Menzel sugirió que el estilo Wari emergió en Wari comenzó la construcción de sus sitios a
Ayacucho en el Horizonte Medio 1A, y luego se mediados del siglo VII (circa 650 d.C.) y el
extendió a lo largo del Perú durante el Horizonte
uso de dichos asentamientos relacionados
Medio 1B (1964:68). Los principales estilos del
Horizonte Medio 1A de Ayacucho, Conchopata, con Wari se detuvo alrededor de la mitad
Chakipampa, Ocros, y el Negro Decorado se desa- del siglo XI (circa 1,050 d.C.) lo cual estable-
rrollaron de antecedentes locales y Nasca y contu- ce la horquilla de existencia del estado Wari
vieron imágenes cargadas religiosamente (también entre los 650-1050 d.C. Si bien estas data-
ver Knobloch 1983). Para el Horizonte Medio 1B, ciones aparentemente hacen un poco tardío
los estilos Wari, especialmente Chakipampa B, se el inicio de Huari como ciudad y como esta-
habían extendido a lo largo del Perú. Para Menzel, do, los mismos autores reconocen que esos
el Horizonte Medio 2 fue el mayor periodo de in-
fechados pueden haber fallado en datar las
fluencia Wari, y observó una proliferación de esti-
los Wari regionales existiendo durante este periodo ocupaciones más tempranas del sitio, las
(1964:35–36). En el Horizonte Medio 2A, el estilo cuales bien pudieron haber ocurrido un
dominante en la sierra llegó a ser Viñaque, un estilo siglo antes, tal como proponen las investiga-
tal vez representado por representaciones de las ciones de Isbell (2001) y la cronología esta-
cabezas sin cuerpo de la deidad de cara frontal y blecida y usada por la mayoría de los inves-
ángeles (1964:37). En el mismo tiempo, los estilos tigadores revisada previamente.
regionales Wari “con peculiaridades locales” se Asimismo, para Schreiber (2001: 70), la
comenzaron a formar durante este periodo, como expansión de esta entidad política, se daría
Pachacamac en la Costa Central y Atarco en la
Costa Sur (1964:37). La diferenciación regional en
alrededor del 750 d.C. , especialmente du-
los estilos Wari continuó en el Horizonte Medio 2B rante el HM1, siendo para esta autora el
cuando, de acuerdo a Menzel, el “imperio se ex- HM2 una época en la que más bien el Impe-
pandió muy rápidamente y alcanzó su máxima rio Wari se reduce en extensión pero pro-
extensión” (1964:70). Para el Horizonte Medio 3, el fundiza su interés más en la economía que
Imperio Wari había colapsado.” (Jennings 2010: 3). en la política expansiva del HM1.
11
“Él [Rowe] dató los inicios del Horizonte Medio 1 Con respecto a la desaparición de Wari
hacia el 605 DC, el Horizonte Medio 2 hacía el 723 según Finucane et al. (2007: 587): “El domi-
DC, el Horizonte Medio 3 hacía el 800 DC, y el
Horizonte Medio 4 hacía el 892 DC (Rowe
nio de Wari soportó por lo menos tanto co-
1967:24)” (Jennings 2010: 5). mo el de Tiwanaku. Utilizando modelización
de fase con OxCal, Bruce Owen (2005) ha

88 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112


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Hacia una teoría arqueológica del Estado en los Andes Prehispánicos (II): Los Estados Militaristas
Andinos

estimado que la entidad política hermana de en sitios vinculados indirectamente con el


Wari se desintegró a finales del siglo X. El estado militarista expansivo12.
período de la dominación de élite dentro del
corazón imperial de Ayacucho es más o me- A. INDICADORES ARQUEOLÓGICOS DE
nos coetáneo con la ocupación de las colo- HUARI EN GENERAL
nias de Cerro Baúl y Pikillacta, lo que sugie-
1. Ubicación espacial privilegiada y/o
re una rápida expansión y contracción im-
estratégica.
perial (Glowacki 2005; Moseley et al 2005).
2. Principal concentración de arquitectura
Sin embargo, sin información cronológica
de la región.
adicional de las provincias es difícil deter-
3. Vinculación directa con obras de hidr-
minar si el final de Wari fue un fenómeno
áulicas o infraestructura de gran enver-
cataclísmico, que se irradió hacia el exterior
gadura.
desde el epicentro imperial, o uno de ero-
4. Prolongado desarrollo arquitectónico y
sión y descomposición que comenzó en la
de ocupación humana.
periferia y se extendió hasta el núcleo.”
5. Control del acceso y circulación dentro
Así, a pesar de su crítica a la cronología
del asentamiento: accesos, corredores,
establecida, estos autores parecen coincidir
murallas, pasadizos, etc.
con el rango de tiempo generalmente acep-
6. Utilización de diseños estandarizados y
tado para la aparición, desarrollo y desapa-
modulares en la construcción de los
rición del fenómeno Wari. Una reciente pro-
edificios principales, estructuras y/o
puesta que recoge esta suerte de consenso
elementos arquitectónicos.
con respecto a la temporalidad del fenóme-
7. Existencia de espacios arquitectónicos
no Wari en lo Andes se puede encontrar en
abiertos vinculados a espacios arqui-
la división de esta época en Horizonte Medio
tectónicos cerrados y/o con control del
Temprano (600-800 d.C.) y Horizonte Medio
acceso a los edificios principales.
Tardío (800-100 d.C.) (Jennings 2010a,
8. Diferenciación de espacios arquitectó-
2010b, Green y Goldstein 2010). Por el mo-
nicos tanto en ubicación dentro del
mento, dejaremos la discusión acerca de la
asentamiento como técnica constructi-
aparición, declive y/o desaparición de Wari
va, materia prima como en contenido
para concentrarnos en la época de mayor
de restos de comida y artefactos.
auge de lo Wari cuando la mayoría de los
indicadores aquí presentados deberían es-
B. INDICADORES ARQUEOLÓGICOS EN
tar funcionando sincrónicamente, lo cual se
EL ÁREA PRINCIPAL DE HUARI
daría entre los siglos VIII y IX de nuestra
era. 9. “Palacios” asociados a las áreas más
importantes del asentamiento.
5. Indicadores arqueológicos del estado 10. “Templos” asociados a las áreas más
militarista andino llamado Wari importantes del asentamiento.
11. Estructuras arquitectónicas domésticas
Para un mejor entendimiento de los in-
de mayor calidad tecnológica y materia-
dicadores aquí aportados los hemos clasifi-
les de construcción.
cado jerárquicamente por su extensión en el
12. Espacios arquitectónicos para la con-
espacio, comenzando con el sitio mismo
centración de grupos de personas
hasta llegar a las zonas periféricas. Así te-
nemos: A) Indicadores arqueológicos de
Huari en general, B) Indicadores arqueoló-
gicos en el área principal de Huari, C) Indi-
cadores arqueológicos en los Centros Admi- 12
En este artículo no se presenta la materialidad
nistrativos “Provinciales”, D) Indicadores social de cada indicador desde la cual se represen-
arqueológicos en sitios (poblados) vincula- tan las prácticas sociales que las generaron puesto
dos directamente con el estado militarista que esta ya ha sido presentada en versiones anterio-
expansivo, y, E) Indicadores arqueológicos res de este trabajo y porque su inclusión extendería
en demasía este artículo.

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112 89


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13. Evidencia de violencia física y simbólica D. INDICADORES ARQUEOLÓGICOS EN


relacionados con los edificios principa- SITIOS (NO CENTROS ADMINISTRATIVOS)
les. VINCULADOS DIRECTAMENTE CON
14. Estructuras funerarias con gran inver- EL ESTADO MILITARISTA
sión de trabajo segregadas por espacios EXPANSIVO
y jerarquías.
29. Aparición de elementos relacionados
15. Existencia de espacios “laborales” espe-
con la arquitectura oficial Wari.
cializados asociados directamente con
30. Aparición de artefactos de estilo Wari o
los edificios principales del sitio.
con influencia.
16. Acumulación de artefactos estandariza-
31. Existencia de contextos funerarios rela-
dos producidos en el sitio en los edifi-
cionados con los de Wari.
cios principales y en el área inmediata.
32. Evidencias de violencia física y simbóli-
17. Existencia de espacios de concentración
ca.
de objetos muy elaborados y/o estan-
darizados en los edificios principales.
E. INDICADORES ARQUEOLÓGICOS EN
18. Existencia de producción de artefactos
SITIOS VINCULADOS
con representaciones de la ideología
INDIRECTAMENTE CON EL ESTADO
oficial que reproducen imágenes de
MILITARISTA EXPANSIVO
gran éxito en otras sociedades
19. Concentración de cerámica de estilos 33. Existencia de otros asentamientos de
asociados con el estilo oficial. elite alejados con artefactos producidos
20. Acumulación de materias primas ex- en Huari o en los centros provinciales.
traídas de diferentes área de los andes. 34. Existencia de asentamientos domésti-
cos alejados con artefactos de estilo
C. INDICADORES ARQUEOLÓGICOS EN Wari producidos en la capital o en los
LOS CENTROS ADMINISTRATIVOS centros provinciales.
“PROVINCIALES” 35. Cementerios locales o nativos con obje-
tos producidos en Huari u otros centros
21. Ubicación estratégica que controla ru-
provinciales Wari.
tas importantes, áreas de producción
36. Existencia de artefactos con la misma
y/o espacios sagrados nuevos o ya co-
morfología e iconografía Wari, espe-
nocidos previamente.
cialmente en otros contextos domésti-
22. Vinculación con obras de hidráulicas o
cos o funerarios de “elite”.
infraestructura de gran envergadura.
37. Evidencias de violencia física.
23. Construcción rápida y planificada del
sitio.
6. Indicadores arqueológicos y prácticas
24. Reproducción del diseño y técnica de
sociales
construcción de la capital.
25. Presencia de artefactos producidos en
1. UBICACIÓN ESPACIAL PRIVILEGIADA
la capital, especialmente depósitos de
Y/O ESTRATÉGICA
cerámica fina.
26. Existencias de espacios de reunión de
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
especialistas del estado: funcionarios,
militares, etc. Como espacio construido que tiene como
27. Conjuntos de depósitos al interior del uno de sus principales objetivos reunir una
centro administrativo. buena cantidad de individuos tanto para
28. Evidencias de violencia física y simbóli- utilizar su fuerza de trabajo como los pro-
ca en los centros administrativos. ductos que ellos puedan transportar, esta-
blecer el sitio en una zona económica y reli-
giosa privilegiada, así como un espacio tran-
sitivo entre dos zonas ecológicas de impor-
tancia en la sierra (valles interandinos y

90 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112


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puna) es uno de los elementos básicos. La establecer y reproducir las asimetrías socia-
atracción de grupos humanos además, pare- les desde la ciudad misma y para la gente
ce corresponderse con la nucleación de los que viene de fuera, tanto otras elites como
grupos de otros asentamientos cercanos y otros aldeanos. Asimismo, la producción
del campo. Elegir este sitio supone pues un agrícola supondría la manutención de ma-
punto de partida muy importante para ge- nera directa de los funcionarios alrededor
nerar el núcleo o capital de un estado donde de la elite dominante de la ciudad y el esta-
la elite política y religiosa se alberga y con- do.
centra su riqueza y poder.
4. PROLONGADO DESARROLLO
2. PRINCIPAL CONCENTRACIÓN DE ARQUITECTÓNICO Y DE
ARQUITECTURA DE LA REGIÓN OCUPACIÓN HUMANA

PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS

La existencia de tal concentración de es- Un prolongado desarrollo del asenta-


tructuras arquitectónicas y restos en super- miento, reproduciendo un mismo patrón de
ficie deberá reflejar una gran acumulación diseño, arquitectónico y de artefactos pro-
de habitantes permanentes y temporales en ducidos en un mismo estilo es un buen indi-
la ciudad de Huari. Como sabemos, existe un cador del establecimiento de una sociedad
problema metodológico para establecer con características estatales. Obviamente,
claramente la cantidad de población de un muchas sociedades que han alcanzado la
asentamiento sobre todo porque las ciuda- satisfacción de las necesidades puede gene-
des no están pobladas totalmente durante rar una ocupación permanente de un sitio
toda su existencia. Consecuentemente, tam- arqueológico, sin embargo, si esta ocupación
bién los estimados poblacionales en Huari se halla en un espacio como el señalado que
fluctúan. Según Adriana von Hagen y Craig no genera su propia autosubsistencia, exce-
Morris (1998:128) los estimados poblacio- de de lejos a los demás asentamientos plan-
nales para Huari fluctúan de 10,000 a teando una agregación o concentración de
70,000 residentes. Más allá de ello, resulta poblaciones periféricas y en la cual existe
importante que ningún asentamiento previo asimetría en los diferentes sectores que
alcanzó la extensión y consecuente pobla- tienen diferentes funciones claramente, no
ción en los andes centrales. habla de una ciudad en la cual se ha genera-
do un sistema político y económico capaz de
3. VINCULACIÓN DIRECTA CON OBRAS DE establecer de manera permanente una elite
HIDRÁULICAS O INFRAESTRUCTURA y a una población también permanente y
DE GRAN ENVERGADURA. que atrae a otras poblaciones también.

PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS 5. CONTROL DEL ACCESO Y


CIRCULACIÓN DENTRO DEL
El control de obras hidráulica, en una so- ASENTAMIENTO
ciedad eminentemente agrícola o que estaba
dentro de un ambiente que la necesitaba e, PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
incluso por la escasez de este elemento, es
una cuestión relevante para generar exce- Como toda ciudad, incluso siendo pre-
dentes en la sierra. Asimismo, para consumo hispánica, este es un espacio construido por
de la misma ciudad como para la producción sus productores con y por sus propios in-
en terrazas supone una producción amplia- tereses colectivos. De esta manera, los prin-
da y/o extensiva para la población interna cipales edificios tienen restricciones de ac-
como para generar excedentes y productos ceso a medida que la ciudad misma va con-
de valor para la reproducción de prácticas virtiéndose en un entramado social donde
sociopolíticas y socioideológicas que pueden se dirimen las relaciones sociales que se

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112 91


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tornan asimétricas o que por lo menos esta- tico (aunque compartir el religioso) es im-
blecen cuando los espacios pueden ser portante señalar que tienen como función
abiertos y cuando son limitados para el ac- principal la ubicación y concentración de
ceso de gente no asentada en los edificios personas en torno a un circuito o ruta de
principales. Esto mismo se reproduce para circulación dentro de ese conjunto y dentro
otros espacios y al final la misma ciudad se de ese espacio. Adicionalmente, el grado de
convierte en un lugar donde se controla de acercamiento de esas personas dentro del
forma vertical el acceso a áreas y espacios asentamiento sugeriría que estaban relacio-
delintados y construidos. nados a la visita a los funcionarios principa-
les de asentamientos. Asimismo, se daría
6. UTILIZACIÓN DE DISEÑOS una asistencia en la misma plaza o dentro de
ESTANDARIZADOS Y MODULARES EN los edificios a reuniones de alto nivel y vin-
LA CONSTRUCCIÓN DE LOS EDIFICIOS culamiento político y religioso en las cuales
PRINCIPALES, ESTRUCTURAS Y/O claramente los anfitriones recrean su poder
ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS político- religioso generando una asimetría
en las relaciones entre estos y los visitantes.
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
8. DIFERENCIACIÓN DE ESPACIOS
La capacidad para establecer diseños de
ARQUITECTÓNICOS TANTO EN
espacios construidos en primer lugar tiene
UBICACIÓN DENTRO DEL
como objetivo establecer un control del es-
ASENTAMIENTO COMO TÉCNICA
pacio construido dentro del asentamiento. A
CONSTRUCTIVA, MATERIA PRIMA
su vez, tiene como razón fundamental cons-
COMO EN CONTENIDO DE RESTOS DE
tructiva establecer los espacios de una ma-
COMIDA Y ARTEFACTOS
nera racional en base a cánones particulares
que se condicen con las ideologías dominan-
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
tes pero sobre todo con las funciones allí
realizadas. A su vez, desde un punto de vista
Este indicador claramente refiera a la
simbólico se establece una relación directa
existencia de una asimetría social dentro del
entre el grupo dominante y sus espacios
espacio urbano. La posibilidad de obtener
arquitectónicos como un indicador de su
un espacio cercano o no a la principal zona
lugar dentro de la sociedad en el asenta-
del asentamiento habla de su cercanía al
miento.
poder económico y político en la sociedad.
Asimismo, la tecnología y el ordenamiento
7. EXISTENCIA DE ESPACIOS
espacial de dichas estructuras hablan cla-
ARQUITECTÓNICOS ABIERTOS
ramente de la diferencia en la capacidad
(PLAZAS) VINCULADOS A ESPACIOS
para producir arquitectura. Relacionado con
ARQUITECTÓNICOS CERRADOS Y/O
esto habrá que ver los objetos asociados a
CON CONTROL DEL ACCESO A LOS
cada tipo de arquitectura para ver realmen-
EDIFICIOS PRINCIPALES
te cuales son los objetos que estos ocupan-
tes utilizaron cotidianamente. Finalmente, la
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
elite establece claramente a través de la
arquitectura su identidad con relación al
En el sitio de Huari, a pesar de la falta de
estado y en el caso de la arquitectura
exposición de grandes superficies se puede
doméstica de menor nivel socioeconómico,
notar claramente que los edificios principa-
muchas veces, están relacionados directa-
les están orientados hacia espacios delimi-
mente con espacios laborales.
tados de gran extensión. Estos espacios,
claramente se pueden reconocer como es-
pacios de reunión de una gran cantidad de
personas. En el caso de estos edificios que
pueden tener el carácter especialmente polí-

92 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112


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B. INDICADORES ARQUEOLÓGICOS EN 11. ESTRUCTURAS ARQUITECTÓNICAS


EL ÁREA PRINCIPAL DEL DOMÉSTICAS DE MAYOR CALIDAD
ASENTAMIENTO PRINCIPAL O TECNOLÓGICA Y MATERIALES DE
CAPITAL CONSTRUCCIÓN

9. “PALACIOS” ASOCIADOS A LAS ÁREAS PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS


MÁS IMPORTANTES DEL
ASENTAMIENTO La diferenciación en la materia prima y
las técnicas de construcción son la clara
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS manifestación de una mayor capacidad de
un grupo social para la producción de espa-
Los edificios en sí mismos y por su con- cios construidos. Obviamente, la fuerza em-
tenido acusan la materialización del poder pelada en estas construcciones procede de
político en el sitio de Huari. Su ubicación grupos de personas especializadas traba-
central, técnica, acabados y artefactos aso- jando para el grupo de elite. Si se comparan
ciados indican una acumulación de la fuerza con otras estructuras se puede ver que a
de trabajo en un espacio muy pequeño. Asi- nivel físico y simbólico se genera una asi-
mismo, establecen la diferencia material metría entre la misma población que habita
entre los edificios contemporáneos del el asentamiento.
mismo asentamiento. Desde su diseño esta-
blecen patrones y definiciones de espacios 12. ESPACIOS ARQUITECTÓNICOS PARA
construidos ex profeso, lo cual sugiere una LA CONCENTRACIÓN DE GRUPOS DE
institucionalización en las relaciones entre PERSONAS
la clase política que habitan el sitio. Su rela-
ción directa con otros edificios importantes PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
establecer una concentración de grupos de El objetivo principal de todo asentamien-
personas del mismo o semejante nivel so- to estatal es reunir personas. En este senti-
cioeconómico y sociopolítico. do, la ciudad se convierte en un atractor de
personas, en una forma centrípeta. Los me-
10. “TEMPLOS” ASOCIADOS A LAS ÁREAS canismos clásicos y primordiales andinos
MÁS IMPORTANTES (como en el caso de los Estados Teocráticos
DEL ASENTAMIENTO Andinos) ha sido la religión a través del pe-
regrinaje. A pesar que en Wari existe un
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS gran culto religioso que, quizá, se hizo más
importante cuando se adopta personajes
La analogía más cercana a este tipo de religiosos del altiplano de la cuenca del Titi-
edificios es la que describen los edificios caca (Cook 2012: 115), claramente existe
circulares o semicirculares construidos de- una compartimentación de lo militar allí
ntro de los principales sitio de época Inca. también. Por ello, no sorprende que más que
De esta forma estas edificaciones en forma nunca la religión se apoye en lo militar como
de D se tratarían de espacios relacionados hacen patentes los espacios religiosos aso-
con la religión, un elemento importante de- ciados a espacios seculares. Lo mismo tam-
ntro de la estructura estatal e imperial de bién se hace patente en la iconografía de la
Wari mediante la cual se generaban prácti- cerámica de elite. Asimismo, estos espacios
cas sociales que ayudaban a reproducir el además de personas ofrendatarias o tributa-
orden ideológico y político con respecto a la rias se completa con la concentración de
población relacionada e identificada direc- funcionarios o especialistas bajo el control
tamente con Wari y con relación a otros del estado. La analogía con las kallankas, un
grupos humanos. edificio espacial para la reunión de personas
soportadas y al servicio del estado es una
cuestión que ya ha comenzado a ser discuti-
da para el caso Wari.

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112 93


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13. EVIDENCIA DE VIOLENCIA FÍSICA Y y/o ideológica. Asimismo, en el sitio de Hua-


SIMBÓLICA RELACIONADOS CON LOS ri dichos complejos también se diferencian
EDIFICIOS PRINCIPALES entre sí estableciendo diferentes tradiciones
arquitectónicas funerarias como también la
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS separación de diferentes grupos sociales
adentro de la ciudad. Resulta relevante
La existencia de violencia efectiva y re- apreciar también la acumulación de fuerza
presentada en diferentes soportes expresa de trabajo y materia prima invertida en la
claramente la existencia de una violencia en construcción, mantenimiento y seguramen-
los mismos espacios de control y dominio te en los ajuares funerarios que acompaña-
político. Más importante, la producción con- ron a los individuos inhumados en dichos
trolada o influenciada por el estado repro- tumbas.
duce en estos artefactos discursos (icono-
grafía) que hacen patente la existencia o, 15. EXISTENCIA DE ESPACIOS
por lo menos, la intención de la existencia, “LABORALES” ESPECIALIZADOS
de dicha violencia. Si entendemos que es en ASOCIADOS DIRECTAMENTE CON LOS
el estado donde la coerción se instituciona- EDIFICIOS PRINCIPALES DEL SITIO
liza de una manera efectiva con respecto a
los sujetos de la ciudad y de las zonas aso- PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
ciadas, estas representaciones están mani-
festando ese estado de cosas. Interesante- La concentración de actividades labora-
mente estas prácticas y ese discurso coerci- les especializadas a diferentes niveles de-
tivo que le acompaña se encuentra vincula- ntro de la ciudad, en este caso de Huari, acu-
do y hasta monopolizado en los espacios san la existencia de una división laboral del
ocupados o relacionados con las elites que trabajo que tiene implicancias dado que al
serían la encargadas del monopolio, control estar dentro del acceso directo de las elites
y administración fundamental de dicho tipo estaría estableciendo su control o, por lo
de prácticas violentas dentro de la ciudad y menos, su monopolio dentro de la produc-
por extensión en otros espacios relaciona- ción del estado y de las elites quienes son
dos directamente con el estado. los que las maneja, distribuyen y consumen.
Asimismo, la transformación de dichas ma-
14. ESTRUCTURAS FUNERARIAS CON terias primas en algunas cosas de alta cali-
GRAN INVERSIÓN DE TRABAJO dad supone que el manejo de dichas fuentes
SEGREGADAS POR ESPACIOS Y estaría controlados o, por lo menos, asegu-
JERARQUÍAS rados por el estado con objetivos particula-
res.
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
16. ACUMULACIÓN DE ARTEFACTOS
En la arqueología, los contextos funera- ESTANDARIZADOS PRODUCIDOS EN EL
rios siempre han permitido establecer que SITIO EN LOS EDIFICIOS PRINCIPALES
adentro de una sociedad hubo asimetrías Y EN EL ÁREA INMEDIATA
sociales. En el caso de una ciudad como
Huari donde existen complejos funerarios, PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
estos representarían los sepulcros de los
principales dirigentes de la sociedad. Como La aparición de concentraciones de arte-
Christine Hastorf (2003: 548) ha demostra- factos acusa la acumulación de excedentes
do, estos sepulcros, siguiendo la idea de de producción que están controlados y aca-
William Isbell (1997), serian sepulcros parados por las elites. Esto tiene como fina-
abiertos sobre los cuales la elite y otras per- lidad principal establecer que la producción
sonas estarían reproduciendo relaciones de artefactos sea controlada por la elite.
sociales con el muerto y con el mundo de los Asimismo, establece su enajenación a los
vivos estableciendo su vinculación directa trabajadores y al circuito natural dentro de

94 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112


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las comunidades al extraer de esas comuni- la cerámica, metalurgía o los escultores líti-
dades artefactos que son producidos en cos. La cancelación y el internamiento de
localidades fuera de la ciudad de Huari. La estos productos como ofrendas es parte
forma más conocida y extendida es la tribu- fundamental en la recreación del ciclo pro-
tación en productos o fuerza de trabajo, una ductivo controlado por el estado.
forma que se encuentra en diferentes ejem-
plos de las sociedades andinas. Al concen- 18. EXISTENCIA DE PRODUCCIÓN DE
trar estos artefactos o materias primas en la ARTEFACTOS CON REPRESENTACIONES
ciudad principal, las elites a través de la DE LA IDEOLOGÍA OFICIAL QUE
fuerza o la religión, están provistos de con- REPRODUCEN IMÁGENES DE GRAN
diciones extraordinarias para su reproduc- ÉXITO EN OTRAS SOCIEDADES
ción social como elite y como grupo de po-
der económico y político. PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS

17. EXISTENCIA DE ESPACIOS DE La reproducción de iconografía de otras


CONCENTRACIÓN DE OBJETOS MUY sociedades pasada o contemporáneas nos
ELABORADOS Y/O ESTANDARIZADOS remite al hecho de que se está construyendo
EN LOS EDIFICIOS PRINCIPALES o reconstruyendo un discurso religioso-
PRODUCIDOS político, específicamente por las elites. La
utilización de iconos que ya tienen un peso
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS en la memoria histórica de las poblaciones
es un poderoso catalizador para las socie-
La estandarización en la producción de dades de tipo estatal al reunirlos en una sola
artefactos nos puede ofrecer la oportunidad forma de entender el mundo y establecer a
de evidenciar que el trabajo social es contro- través de ellos una explicación de la realidad
lado por una elite que tiene una intención y social. Asimismo, desde el aspecto material
una idea clara y exacta de que tipos de pro- estos iconos que se trasladan a las diferen-
ductos son necesarios para su reproducción tes producciones asociadas con la elite for-
social, especialmente a través de fiestas que man un elemento muy importante que pue-
realizan en sus espacios sociales privilegia- de ser observado, deseado, intercambiado y
dos como las plazas principales de sus asen- consumido. Así, se establece una producción
tamientos o patios cercanos a sus residen- particular que es estimada por las poblacio-
cias (Cook y Glowacki 2002, Isbell y Groleau nes que desean ser integradas en dicha so-
2010, Nash 2012, Rosenfeld 2012). Estos ciedad, en este caso, la Wari.
son consumidos en estas reuniones y en
otros casos son entregados a los visitantes o 19. CONCENTRACIÓN DE CERÁMICA DE
personas con las cuales quieren establecer ESTILOS ASOCIADOS CON EL ESTILO
una relación de tipo asimétrica. Desde la OFICIAL
reciente antropología arqueológica (Dietler
y Hayden 2001) este ha sido un modelo bas- PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
tante utilizado y desde el punto de vista
etnográfico contemporáneo todavía subsiste La posibilidad de incluir producciones de
como una práctica andina a través del com- otras comunidades dentro de sus conjuntos
padrazgo. Dicho símil etnográfico ayuda a de ajuares e incluso dentro de ajuares de
comprender como estos mecanismos pue- tumbas de elite, nos refiere a una práctica
den generar “prestigio” o “poder”. Sin em- de incorporación de ciertas producciones
bargo, no establecen que antes de dicha que tienen algún significado para la elite o
distribución o consumo ya existe una pro- que se asocia a ella a través de alguna forma
ducción que puede estar controlada total o como puede ser la económica o política o
parcialmente a través de la fuerza o el con- religiosa. Esto es algo relativamente común,
trol de los principales talleres de producción por ejemplo, que se ve desde época formati-
o casas-taller de artefactos como se da con va en Chavín de Huántar y en época Inca

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112 95


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cuando diferentes producciones pero que PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS


comparten un nivel de desarrollo de su tec-
nología, son incorporados dentro de la pro- Como parte de la conquista, expansión y
ducción, manifiesta que las elites reconocen control de nuevos territorios y pensando en
dicha tecnología y la subsumen dentro de su que controlan más bien espacios producti-
universo artefactual. Si son los productores vos13 que extensos terrenos vacios de co-
o sus elites lo que mueven dicho intercam- munidades, establecer los asentamientos
bio o apropiación es algo que todavía falta provinciales en áreas donde caminos o rutas
definir bien. Por el momento, en contextos importantes unen diferentes zonas ecológi-
muy importantes desde el sur hasta el norte cas es una estrategia importante. Asimismo,
como por ejemplo en depósitos de ofrendas dado que Wari es un imperio que se articula
se puede ver la ocurrencia de cerámica de principalmente a lo largo de la sierra, en un
estilo Cajamarca (Valdez 2009: 197) y otros eje norte-sur, los sitios más importantes
aún no bien definidos. están controlando las partes altas de los
andes aunque con asentamientos ubicados
20. ACUMULACIÓN DE MATERIAS PRIMAS en potenciales caminos o rutas que unen a la
EXTRAÍDAS DE DIFERENTES ÁREA DE costa con la sierra y con la ceja de selva. De
LOS ANDES esta manera, establecen ubicaciones es-
tratégicas desde el punto de vista económi-
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS co, político y también dentro de antiguas
rutas relacionadas con la religión o las hua-
Una práctica de estados antiguos es la cas que se siguen reverenciando por dife-
captación de materias primas inexistentes o rentes grupos. Tal puede ser el caso de Ce-
necesarias para la reproducción social de la rro Baúl.
elite, sobre todo a nivel ideológico o religio-
so en un mundo como en el andino pre- 22. VINCULACIÓN CON OBRAS DE
hispánico donde no existe dinero. De esta HIDRÁULICAS O INFRAESTRUCTURA
manera, las principales minas han sido cap- DE GRAN ENVERGADURA
tadas o subsumidas dentro del control del
estado Wari. De este modo, ellos antes que PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
controlar a los especialistas, están contro-
lando su materia prima, anticipándose a la Como parte de la producción para la cap-
producción misma de los artefactos y te- tación y acumulación en los centros admi-
niendo una ventaja con respecto a otros nistrativos con el objetivo de abastecer a los
estados para la producción de artefactos de funcionarios del centro administrativo y
elite o de “prestigio”. Las colonias de estos para ser enviados en un porcentaje a la capi-
estados, como en el caso Wari, además de la tal, la creación de espacios productivos es-
producción agrícola también tendrían como pecialmente agrícolas es algo necesario para
motivo principal el control de las rutas o de el mantenimiento de dichos centros. De esta
las mismas fuentes de materias primas en manera, se hace patente que además de la
los andes. construcción de edificios también se genera
infraestructura productiva cercana a los
C. INDICADORES ARQUEOLÓGICOS EN sitios. Esto también indica la capacidad de la
LOS CENTROS ADMINISTRATIVOS
“PROVINCIALES”
13
Aquí, la propuesta de Schreiber (1992: 276) de
21. UBICACIÓN ESTRATÉGICA QUE un “mosaico de control” de territorios por los Wari
CONTROLA RUTAS IMPORTANTES, nos parece mucho más adecuada que la de un con-
trol territorial total y extenso. Un modelo parecido
ÁREAS DE PRODUCCIÓN Y/O es el que propone Stanish (2003) para Tiwanaku.
ESPACIOS SAGRADOS NUEVOS Un desarrollo de este y otros planteamientos aso-
O YA CONOCIDOS PREVIAMENTE ciados con los “territorios discontinuos” se puede
encontrar en Tantaleán 2008.

96 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112


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Hacia una teoría arqueológica del Estado en los Andes Prehispánicos (II): Los Estados Militaristas
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elite allí ubicada que tiene para que la po-


blación local desempeñe laborares para la 24. REPRODUCCIÓN DEL DISEÑO Y
producción para consumo de la elite. TÉCNICA DE CONSTRUCCIÓN
DE LA CAPITAL
23. CONSTRUCCIÓN RÁPIDA
Y PLANIFICADA PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS

PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS Como diferentes imperios del mundo an-


tiguo y dado que son proyectos subvencio-
La ubicación de centros administrativos nados y controlados por el estado, es justa-
en regiones alejadas de la capital de Wari mente en los nuevos sitios fundados donde
tiene que ver especialmente con la capta- se puede apreciar con mayor claridad los
ción de recursos naturales y transformarlos patrones arquitectónicos que se plasman en
para ser enviados hacia la capital y para las áreas controladas. Justamente los princi-
mantener a la elite local que administra el pales sitios como Viracochapampa o Piki-
sitio, así como otros “colonos” enviados a las llacta coinciden en establecer una norma en
nuevas regiones conquistadas. Dicho plan la construcción de centros provinciales.
geopolítico establece la construcción de Otros sitios también lo hacen y aunque no
edificios de una manera rápida para esta- son idénticos comparten características
blecer el control de esas nuevas áreas. La generales definidas por la elite que controla
rapidez con la que se realiza tiene que ver el imperio. Asimismo, además de adminis-
con la capacidad para captar la fuerza de trar las nuevas regiones se convierten en
trabajo y las materias primas locales. Asi- espacios logísticos para expandir las fronte-
mismo, el diseño responde a un plan previo ras u ocupar nuevas zonas de interés para el
y que se lleva a la materialización rápida- imperio. En esa dialéctica entre Wari y otras
mente puesto que existe ya un diseño esbo- sociedades también puede darse el présta-
zado desde la capital y que se construye mo o emulación de estilos o elementos ar-
respectando dicho diseño. quitectónicos ajenos a lo Wari.

Figura 3. Vista de Google Earth del sitio Wari de Pikillacta, Cusco

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112 97


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TANTALEÁN, Henry

Figura 4. Vista de un sector del sitio Wari de Pikillacta. Foto cortesía de Ilder Cruz

Figura 5. Vista de Google Earth del sitio Wari de Viracochapampa

98 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112


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Figura 6. Vista de la Plaza principal del sitio de Viracochapampa. Cortesía de Víctor Tufinio

25. PRESENCIA DE ARTEFACTOS como pueden ser Conchopata, un sitio con-


PRODUCIDOS EN LA CAPITAL, trolado directamente por el estado Wari,
ESPECIALMENTE DEPÓSITOS DE supone que las elites provinciales estaban
CERÁMICA FINA reproduciendo a menor escala las tradicio-
nes relacionadas con las prácticas sociales
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS instauradas y realizadas en la capital en
contextos oficiales dentro de los centros
La aparición de cerámica importada desde provinciales.
la capital del Imperio en sitios asociados

Figura 7. Vista panorámica del sitio de Wariwillka. Cortesía de Santiago Morales

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112 99


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TANTALEÁN, Henry

Al hacer evidente a través de los artefac-


tos su relación con el mismo estado Wari
generaban en las poblaciones locales su
vínculo directo con el estado ayacuchano.
Asimismo, invitar a compartir dichas activi-
dades dentro de los sitios Wari a las elites
locales o a otras comunidades sujetas su-
ponía la reproducción práctica de ciertas
normas establecidas dentro de las activida-
des oficiales y dentro de calendarios esta-
blecidos para tales ocasiones. La capacidad
de poder desechar y descartar dichos arte-
factos después de ser utilizados es algo que
los antropólogos denominarían “consumo
conspicuo”, en el cual se hace gala de la ca-
pacidad para derrochar bienes y artefactos
de gran calidad y estética sobresaliente, con
imaginería relacionada con el culto oficial.
En esos pozos se hallaron grandes cantida-
des de vasijas enteras pero fragmentadas. Se
trata de vasijas posiblemente utilizada en
algún tipo de rito que suponen su uso y lue- Figura 8. Vasija Wari de estilo Robles Moqo.
Foto Henry Tantaleán
go su sacrificio; y en el caso de La Oroya su
incineración. De los tres primeros sitios
serranos dos se ubican en la misma zona
26. EXISTENCIAS DE ESPACIOS DE
ayacuchana y el cuarto en una región cerca-
REUNIÓN DE ESPECIALISTAS DEL
na, mientras que los cuatro depósitos coste-
ESTADO: FUNCIONARIOS, MILITARES,
ros señalados se ubican interesantemente
ETC.
en zonas con alta capacidad agrícola. Adi-
cionalmente, en el caso de Pacheco, ubicado
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
a solo 7 kilómetros al este de Cahuachi, es
inevitable pensar en que se relacionó de
Uno de los espacios más solicitados por
alguna manera con esta importante ciudad
los investigadores es la existencia de espa-
Nazca y con los geoglifos asociados a esta. A
cios construidos por el estado para albergar
pesar que según Schreiber (1999) para la
a una gran cantidad de sujetos para emple-
época 1B, cuando se plantean que llegan
arlos en actividades vinculadas directa y
estas ofrendas al valle, Cahuachi parece ya
exclusivamente por el estado. Una de las
estar abandonada por la gente asociada con
posibles funciones es la de reunir y mante-
la cerámica de estilo Nasca, Cahuachi pudo
ner a los sujetos relacionados directamente
haber conservado algún valor práctico e
con la expansión del Imperio. De hecho,
ideológico para los Wari. En el caso de La
Schreiber (2001: 85) habla de algunos sitios
Oroya, se eligió un espacio de valle y cerca-
Wari, especialmente los centros mayores en
no a un sitio Wari más extenso reconocido
el norte y el sur durante el HM1 como luga-
por Riddell ahora ya desaparecido (Valdez
res con “cuarteles militares”.
2009).

100 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112


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27. CONJUNTOS DE DEPÓSITOS AL D. INDICADORES ARQUEOLÓGICOS EN


INTERIOR DEL CENTRO SITIOS (NO CENTROS
ADMINISTRATIVO ADMINISTRATIVOS) VINCULADOS
DIRECTAMENTE CON EL ESTADO
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS MILITARISTA EXPANSIVO

En diferentes modelos arqueológicos, la 29. APARICIÓN DE ELEMENTOS


existencia de depósitos o conjuntos de al- RELACIONADOS CON LA
macenes, incluso en los Andes como los de ARQUITECTURA OFICIAL WARI
la época inca, es un indicador contundente
de la capacidad del estado para acumular PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
excedentes y redistribuirlos según sus in-
tereses dentro de su “economía política”. En Obviamente, lo que se puede interpretar
este caso, la tributación de especies o de a partir de estos hallazgos es que sujetos
fuerza de trabajo estaría manifestada en la procedentes de Wari han ingresado de algu-
construcción y en el contenido de dichos na manera en un contextos ajenos a su pro-
almacenes que, además están dentro de los pia formación social, alterando material e
mismo muros del asentamiento o muy aso- ideológicamente su forma de vida, estable-
ciados a este. Dicha acumulación supone ciendo a un nivel aldeano o de poblados
una organización de la recaudación de pro- elementos imperiales con los cual se estaría
ductos, los cuales son utilizados para el elite materializando su presencia efectiva y su
de la capital (si son transferidos para allá), dependencia con el Imperio ayacuchano.
para las celebraciones en las que se estable-
cen alianzas con las elites locales, para hacer 30. APARICIÓN DE ARTEFACTOS DE ESTILO
“regalos” a las elites locales o, simplemente WARI O CON INFLUENCIA WARI
son el aprovisionamiento necesario para los
trabajadores del estado o en el proceso de PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
conquista militar para el aprovisionamiento
de vestidos, armas y comida. La aparición de diferentes artefactos re-
lacionados con lo Wari, incluso en este tipo
28. EVIDENCIAS DE VIOLENCIA FÍSICA Y de sitio, no directamente vinculado total-
SIMBÓLICA EN LOS CENTROS mente con los cánones de producción cerá-
ADMINISTRATIVOS mica y arquitectónica, nos plantea la exis-
tencia de una infiltración de la cultura mate-
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS rial a niveles muy profundos dentro del pai-
saje social. La cantidad y densidad de estos
La reproducción de prácticas sociales artefactos nos hablara de una mayor o me-
que incluyen la cancelación de la vida nor influencia directa de la sociedad impe-
humana, su exposición e internamiento en rialista y las formas en la que los sitios en
centros administrativos del imperio Wari es contacto directa con ello hacen evidente su
parte de la reproducción de las prácticas relación. En ese sentido es importante ver
sociopolíticas y socioideológicas estableci- hasta qué nivel llegan estos (si es que llegan
das y sancionadas por el Imperio. Asimismo, por ejemplo hasta las más pequeñas unida-
de cara a la población local es un potente des domesticas o si solo se encuentran en
mensaje acerca de su capacidad para ges- ciertos edificios del asentamiento).
tionar y controlar la violencia estructural
que acompaña al establecimiento de centros
administrativos. Asimismo, mantienen el
control social y reproduce el monopolio de
la violencia en estas nuevas localidades
conquistadas o anexadas y, que posterior-
mente, necesitan mantener controladas.

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112 101


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TANTALEÁN, Henry

31. EXISTENCIA DE CONTEXTOS te es reconocer que los artefactos llegados a


FUNERARIOS RELACIONADOS CON estas tumbas no necesariamente establecen
LOS DE WARI una relación directa con el Imperio Wari ya
que bien podrían ser piezas de intercambio
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS (ver indicador 33). Si, finalmente, encon-
tramos que es un cementerio de poblaciones
Este indicador es el que más clásicamen- Wari (sobre todo si se hacen estudios bioan-
te se ha relacionado con la presencia Wari. A tropológicos) este será uno de los mejores
pesar de su supuesta “fuerza” explicativa o indicadores nos solo de presencia Wari sino
argumentativa, es necesario entender mejor de ocupación y apropiación del territorio,
las formas en las que ciertos lugares son física como ideológicamente.
utilizados como cementerios. Mas importan-

Figura 9. Vista de Cerro Baúl, Valle de Osmore, Moquegua. Foto de Henry Tantaleán

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Figura 10. Motivo de personajes sobre vasija Wari con escudo, flechas y pintura facial sobre embarca-
ción de totora. Tomado de Ochatoma y Cabrera 2000:10a

Figura 11. Vista del Templo de Pachacamac. Foto: Henry Tantaleán

32. EVIDENCIAS DE VIOLENCIA FÍSICA Y oficiales del imperio Wari. A pesar que el
SIMBÓLICA. monopolio de la violencia institucionalizada
se encuentra reservada a las elites y se rea-
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS liza en los centros administrativos Wari
(indicador 13 y 28) también se encuentran
La reproducción de la violencia física algunos sacrificios humanos y artefactos
como simbólica es parte de las prácticas que reproducen dicha violencia institucio-
Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112 103
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TANTALEÁN, Henry

nalizada en asentamientos vinculados direc- 35. CEMENTERIOS LOCALES O NATIVOS


tamente con el imperio Wari, posiblemente CON OBJETOS PRODUCIDOS EN HUARI
por líderes de comunidades que reproducen U OTROS CENTROS PROVINCIALES
dichas prácticas a un nivel inferior. WARI

E. INDICADORES ARQUEOLÓGICOS EN PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS


SITIOS VINCULADOS INDIRECTAMENTE
CON EL ESTADO MILITARISTA Este indicador supone que otros grupos
EXPANSIVO sociales están utilizando algunos artefactos
de la sociedad Wari para sus contextos fu-
33. EXISTENCIA DE OTROS ASENTAMIENTOS nerarios. Ya que resultan objetos de un alto
DE ELITE ALEJADOS CON ARTEFACTOS valor (por su procedencia y su vinculo con la
PRODUCIDOS EN HUARI O EN OTROS elite Wari)otros grupos sociales pueden
CENTROS PROVINCIALES utilizarlos como parte de la producción de
sus contextos locales. La forma en la que
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS estos artefactos Wari son adquiridos ha de
ser estudiada específicamente.
En algunos contextos funerarios se han
encontrado vasijas relacionadas con Wari, a 36. EXISTENCIA DE ARTEFACTOS CON LA
pesar que existe toda una cultura material MISMA MORFOLOGÍA E ICONOGRAFÍA
local. En este caso se puede reconocer que WARI, ESPECIALMENTE EN OTROS
dichos objetos han sido allí reunidos por su CONTEXTOS DOMÉSTICOS O
calidad tecnológica y quizá también como FUNERARIOS DE “ELITE”
alguna influencia en la población. Esto que
generalmente se ha reconocido como in- PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
fluencia directa o hasta de presencia de gen-
te Wari en dichos asentamientos tiene que La existencia de estos artefactos y la imi-
verse también como la relación que existe tación de los mismos en contextos de elite
entre personas que se relacionan en sitios como domésticos nos refieren a la impor-
intermedios o relacionados directamente tancia y valor que estos tienen para comu-
con los sitios netamente Wari. nidades no vinculadas directamente con el
estado Wari. La imitación en este sentido o
34. EXISTENCIA DE ASENTAMIENTOS la influencia en la producción local nos co-
DOMÉSTICOS ALEJADOS CON munican la importancia que la cultura mate-
ARTEFACTOS DE ESTILO WARI rial de Wari tiene para otros grupos huma-
PRODUCIDOS EN HUARI O nos y la forma en que la producción del es-
EN LOS CENTROS PROVINCIALES tado Wari supone para la generación o man-
tenimiento del poder político de las elites
PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS locales en áreas fuera de la influencia dire-
cta del estado Wari.
A través del ingreso y obtención de los
objetos Wari a través de las elites se puede 37. EVIDENCIAS DE VIOLENCIA FÍSICA
encontrar que estas, a su vez, distribuyeron
adentro de sus propia comunidad artefactos PRÁCTICAS SOCIALES IMPLICADAS
producidos dentro del estado Wari, Así, en
sitios domésticos se pueden encontrar arte- La existencia de evidencias de violencia
factos Wari como textiles o cerámica. Inclu- física en los mismos cuerpos representaría
so, es posible que muchas imitaciones loca- la existencia de enfrentamientos entre los
les hechas en espacios domésticos estén grupos locales o nativos en un momento en
reproduciendo en cierto grado los cánones que el imperio Wari se está expandiendo
Wari. por el sur del Perú. Asimismo, denota que
las poblaciones luego de un proceso autó-

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nomo se enfrentan a otros grupos que gene- bién económico-político estratégico. Así, la
ran un ambiente de violencia por un largo dialéctica costa-sierra, warpa-nasca explica
de tiempo. En el caso de Beringa resulta en parte la aparición de lo Wari. Asimismo,
relevante que conjuntamente con la presen- es importante la decadencia de Nasca lo cual
cia de los traumatismos también aparecen pone a uno de los “socios” en mejor ventaja.
objetos Wari o influenciado en este estilo, lo De esta manera, este primer acercamiento
mismo que también se registra en el cemen- se asemeja en algo a los planteamientos
terio de La real. asociados a lo conocido como teoría de “Pe-
er-polity”, esbozada originalmente por Ren-
7. Discusión: acerca de la naturaleza del frew (1986) en la cual dos entidades políti-
imperio wari cas “compiten” por el poder dentro de un
área geográfica en la que ambos conviven.
EL ORIGEN DE WARI Para ello, también hay que ver un poco más
de cerca lo que pasaría en el valle de Huarpa
En general, en la arqueología, las explica- mientras Cahuachi, el principal asentamien-
ciones acerca de los orígenes de las socieda- to de la época está en pleno apogeo en la
des suelen presentarse como monocausales cuenca del rio Grande en la costa. Debe exis-
y/o deterministas. El materialismo histórico tir algún tipo de asentamiento que este mos-
no ha escapado a este tipo de explicaciones, trando algún tipo de formación de tipo elite.
decantándose casi siempre por las explica- Las causas de esta existencia de elite se ex-
ciones estrictamente económicas. Pese a plican sin ningún problema por la tradición
esta tendencia, la economía tal como se en- local pero sobre todo por un aparente con-
tiende en los escritos de Marx es una eco- trol importante de la zonas agrícolas y ga-
nomía siempre política, es decir que eco- naderas más productivas pero, sobre todo,
nomía y política, en tanto practicas socioe- por una relación entre diferentes espacios
conómicas y sociopolíticas, mantienen una ecológicos, uno de los más importante desde
dialéctica que es la que genera los fenóme- el punto de vista económico y político posi-
nos particulares de orden social, sobre todo blemente el de Nazca. El sitio de Ñawimpu-
los que llegan a estar institucionalizados. kio ya planteado por Lumbreras en su mo-
Condiciones materiales, formas de produc- mento sigue siendo ese candidato antecesor
ción, propiedad y formas de control social de lo Wari, aunque también siguiendo a Is-
son elementos interactuantes que confor- bell no debemos de dejar de lado al mismo
man en un proceso irregular a las socieda- asentamiento de Huari previo al siglo VI
des sobre todo de tipo estatal y es así como durante su denominada fase Ocros (400-
entendemos esta teoría que puede seguir 600 d.C.).
siendo útil para explicar al fenómeno Wari, Asimismo, no debemos dejar de lado el
como muchos otros investigadores explícita componente altiplánico que ha demostrado
o implícitamente han hecho. tener mucha importancia a nivel ideológico
De esta manera, a pesar que existe un pero seguramente a nivel político. La socie-
gran problema en la investigación de las dad Tiwanaku tiene una mayor profundidad
bases sociales del surgimiento de Wari, si histórica y su existencia también habría
asumimos que una base social como la War- promovido relaciones con diferentes socie-
pa podría ser el elemento básico para la dades de los andes centro sur del Perú entre
creación de una formación económico- ellas la de Ayacucho. Sin llegar a tener que
política Wari, es importante entender que hablar de una relación directa vía coloniza-
los Warpa es una parte de esa cuestión o ción, si existiese alguna elite local o una co-
ecuación. Como muchos colegas han reco- munidad fuerte abierta a la posibilidad de
nocido existe una gran influencia de la costa, generar asimetrías socioeconómicas y so-
concretamente de la zona de la Cuenca del ciopolíticas, el referente Tiwanaku no solo
rio Grande. De hecho, el rio Grande durante ideológico sino a nivel de colonizaciones
época Wari sigue teniendo gran importancia como las de los valles occidentales, cuenca
no solamente a nivel ideológico sino tam- norte del Titicaca y yungas orientales serían

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experiencias muy importantes e influenciar- y sus formas materiales en los andes, es


ían de alguna manera a la formación del posible que no encontremos muchas de es-
estado Wari. Asimismo, otras sociedades de tas huellas. Quizá, uno de los correlatos más
diferentes niveles de organización económi- potentes que tenemos son los encontrados
ca y política, retomando el concepto de “de- por Tiffiny Tung (2012) en diversos contex-
sarrollo desigual”, serían muy importantes tos bioantropológicos en sitios Wari. Adi-
para entender las relaciones intersociales en cionalmente, es importante tener en cuenta
la época previa al surgimiento de Wari. El la geopolítica durante la expansión Wari,
establecimiento de la capital de este estado pues sociedades vecinas pueden haber ac-
en ese proceso, bien podría estar relaciona- tuado como detonantes de la expansión, en
do con un modelo de articulación y apropia- el sentido que las elites comienzan a enten-
ción de espacios económicos, políticos e der el papel de ellas en su desarrollo unila-
ideológicos. teral y también que dichas sociedades son
competidores en potencia si es que ya no lo
CAUSAS DE LA EXPANSIÓN WARI son. Asimismo, un estado en expansión ne-
cesitará los recursos humanos y naturales
A medida que el proceso de fundación y acumulados o por generar que se encuen-
crecimiento de la ciudad de Huari como tran bajo posesión o control de otro grupo o,
correlato del empoderamiento de la elite se incluso, comenzarán a interesarse por luga-
iba haciendo más claro, la expansión fue una res que contengan importancia ideológica.
consecuencia de la necesidad de reproducir En ese contexto, no podemos dejar de lado
objetivamente al grupo en el poder político que la expansión de Wari también podría
y económico. Y esto se da porque los recur- relacionarse a una prolongada sequía (562-
sos materiales deben de proceder en mayor 594 d.C.) que obligó a las elites a buscar sus
cantidad y calidad de las zonas bajo control recursos en zonas alejadas de Ayacucho
de la elite Wari. Aquí ya estamos en un pro- (Williams 2013).
ceso que los arqueólogos han fijado en el Por lo anterior, es necesario adicionar a
siglo VII d.C (McEwan 1996, Isbell 1991: 34, las causas económico-políticas causas ide-
Williams 2001). Obviamente, este proceso ológicas, las cuales en sociedades como las
de expansión basado, sobre todo, en cues- andinas son muy importantes también para
tiones económicas no puede dejar de estar controlar a las poblaciones y las nuevas zo-
vinculado plenamente con la cuestión políti- nas de extracción de recursos naturales. Un
ca, como decíamos, ambas cuestiones no ejemplo de esto, quizá sea, la ocupación
pueden ser separadas y conviven en tanto Wari del sitio de Cerro Baúl en Moquegua.
prácticas sociales, en este caso del grupo
dominante. Así, las causas fundamentadas LAS FORMAS DE EXPANSIÓN DE WARI
en las necesidades cada vez mayores y dife-
renciadas de la elite y de los habitantes de la Como vimos arriba las formas de expan-
ciudad-capital misma y otros centros admi- sión, si se quiere tomando el modelo Inca
nistrativos dentro del valle generarán cam- (D´Altroy 1992), necesariamente son limi-
pañas de control de nuevas zonas. Obvia- tadas por las condiciones materiales andi-
mente, muchas sociedades pueden haberse nas prehispánicas. Definitivamente, la forma
anexado a Wari por cuestiones políticas más importante para expandirse fue la con-
(alianzas) pero en el caso en que las socie- quista por medio de la fuerza, la forma vio-
dades no hayan aceptado o soportado ese lenta, es la forma más extrema de control y
control, necesariamente debió darse el con- dominación social de una sociedad sobre
flicto. Muchas veces este conflicto puede otra. Esta se dio en territorios principalmen-
dejar huellas en el registro arqueológico te de la sierra centro y centro sur con algu-
(saqueos, incendios, campos de batalla, ar- nos enclaves en la sierra norte como puntos
mas, traumas, representaciones, etc.) pero de avanzada en la conquista de nuevos terri-
también si consideramos, tal como hemos torios. Sin embargo, parece que esta expan-
hecho arriba, la violencia institucionalizada sión hacia la sierra norte no terminó de con-

106 Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112


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solidarse. Como hemos visto, hay varios supuso una necesidad de recursos cada vez
indicadores arqueológicos que plantean la mayor y diversificada, sobre todo. Así, esta
existencia de una violencia coincidente con inversión en la infraestructura y en el sus-
la expansión territorial de la sociedad Wari tento de los funcionarios del estado es una
en el mundo andino. parte muy importante a tomar en cuenta
La segunda forma de expansión Wari de- para la existencia del Imperio Wari. Asi-
bió haber sido una forma de alianza entre mismo, este mantenimiento que, obviamen-
las elites Wari y las elites locales de otros te se hizo con mano de obra, necesitaría de
territorios. Dichas elites no Wari devendrían una justificación para tal esfuerzo. Como ya
en elites intermedias en un contexto mayor varios autores han señalado (por ejemplo,
relacionado con Wari, y que administrarían Nash 2012, Rosenfeld 2012), muchos de los
en nombre de los ayacuchanos a las regio- sitios administrativos Wari y la misma ciu-
nes asimiladas o anexadas al Imperio Wari. dad-capital eran espacios en los cuales se
A un nivel de mayor compromiso con las instalaban lugares específicos para la cele-
elites Wari, las elites locales asumieron to- bración de grandes festejos en los cuales se
das las características de la sociedad Wari. A hacían intercambios de objetos y comidas y,
un nivel de menor compromiso, las elites por supuesto, de información orientada
solamente consumieron artefactos de estilo hacia objetivos concretos. En ese sentido, la
Wari o simplemente los imitaron. reproducción del estado Wari, se habría
Una tercera forma de expansión Wari se- servido de tales fiestas para mantener el
guramente fue la alcanzada a través de me- control y justificar el estatus quo de su elite.
dios religiosos, forma que todavía se puede Asimismo, habría sido necesario algún tipo
encontrar en poblaciones que reproducen de trabajo forzado como la mit´a en el impe-
ese control de tipo teocrático que se dio en rio Inca. Este necesariamente es un trabajo
las sociedades formativas precedentes (Tan- no voluntario sino que a manera de tributo
taleán 2012). La inserción de diferentes o simplemente enajenación de la fuerza de
grupos en movimientos religiosos y la vin- trabajo se habría dado para mantener dicho
culación de las poblaciones en peregrinajes estado y su materialización en infraestruc-
multirregionales hacia centros políticos tura y producción consumida por las elites
religiosos Wari funcionan como parte im- locales y ayacuchanas. Necesariamente este
portante en la estrategia de control de las trabajo no voluntario debería haberse con-
poblaciones durante el Imperio Wari. seguido a través de la fuerza o la amenaza
La cuarta y última forma de expansión de de ejercerla por parte de la elite Wari o las
Wari sería una en que las mismas comuni- elites intermedias. En algunos casos, este
dades o sociedades se habrían vinculado mantenimiento de los centros provinciales
directamente y libremente como poblacio- Wari fue exitoso pero también en algunas
nes autónomas y asumirían el control de situaciones tuvieron que ser abandonados14.
Wari a través de la capital misma o de los
centros provinciales. Así, también vemos ¿QUÉ TIPO DE ESTADO FUE WARI?
que no solamente el control se da de arriba
hacia abajo sino que las mismas poblaciones Así, después de todo lo anterior vertido,
pueden acceder a Wari por interés propio. sería necesario establecer qué tipo de esta-
do habría sido Wari. Pero antes, me gustaría
EL MANTENIMIENTO Y REPRODUCCIÓN decir que no sería Wari. Obviamente, Wari
DEL IMPERIO WARI no es una sociedad de tipo comunitario ni
una “jefatura compleja”, “cacicazgo”, “cura-
Un aspecto muy importante es que, visto cazgo”, señorío o “sociedad intermedia”. Su
como un proceso en flujo constante con al- expansión por más reducida que se pueda
tas y bajas, el mantenimiento del Imperio creer siempre alcanzó una extensión física
Wari fue una cuestión que consumió mu-
chos recursos humanos y naturales. De esta 14
Por ejemplo, Viracochapampa (Topic, T. 1991,
manera, la misma expansión del imperio Topic, J. 1991).

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 15, pp. 81-112 107


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TANTALEÁN, Henry

suficiente bajo cualquier propuesta teórica intercambio entre seres humanos, lo cual se
para confirmarse como un estado. Incluso, puede reconocer en lo que pudo haber sido
reconociendo que este haya sido una “ciu- un trueque realizado en los espacios contro-
dad-estado” o restringido a la zona del valle lados por el Imperio Wari y que necesitó,
de Ayacucho la jerarquización de los asen- para su aprovechamiento por parte del es-
tamientos y el mismo entramado de la ciu- tado, ser gestionado en esos espacios del
dad nos refiere a la existencia de una serie estado Wari para poder ser canalizados
de grupos sociales diferenciados y excluyen- hacia sus intereses propios. Obviamente, la
tes entre sí. inexistencia de moneda hizo que las relacio-
Asimismo, no creemos que Wari haya si- nes sociales fuesen mucho más “intimas” en
do solo un movimiento religioso en el cual el sentido en que no existió un medio de
muchas elites y/o comunidades se hayan cambio entre personas, lo cual explicaría
entrelazado entre sí alrededor de la ciudad que las relaciones sociales fuesen mucho
de Huari por una cuestión eminentemente mas importantes a la hora del intercambio
ritual, cultista o de peregrinación. Creemos de productos. Asimismo, esto imposibilitaría
que una religión de tal magnitud y espectro el pago de impuestos en moneda al estado,
no podría haber generado tal cantidad de lo cual devendría que se siguiese utilizando
infraestructura y, sobre todo, de cánones el pago de estos mediante el trabajo humano
estilísticos tan estandarizados en su pro- o de productos.
ducción en una zona tan amplia e incrustar- Asimismo, la forma de control social no
se de tal manera en las áreas fuera de Aya- solamente fue a través de la fuerza sino
cucho e, incluso, en áreas que ya tenían una también a través de la religión una forma
tradición religiosa muy importante previa- que estaba muy relacionada con tradiciones
mente. más tempranas existentes en el mundo an-
Asimismo, tampoco creemos que Wari dino. Finalmente, la forma de agregación
haya sido un estado laxo que haya estable- social difirió, como lo han señalado otros
cido relaciones débiles con otros estados autores (Makowski 2012) de las formas
(v.gr. “estado segmentario” sensu Southall imperiales en otras áreas. En este caso, sal-
1956). Su intromisión en áreas nuevas y vo algunas grandes concentraciones huma-
alejadas de su lugar de origen así lo certifica. nas como Huari o Conchopata, en general,
Su existencia y presencia claramente modi- estamos ante un patrón de poblamiento
ficó las prácticas sociales y espacios sociales disperso (lo cual también estaría relaciona-
de una manera tan dramática para que solo do con que la forma de reproducción social
haya sido un estado más en el universo an- era mayoritariamente a través de la produc-
dino de los siglos VI al XI. ción en unidades domesticas cercanas a los
Nosotros creemos que Wari, efectiva y campos de cultivo o pastoreo). Sin embargo,
objetivamente, fue un Imperio en el sentido lo que sí se puede ver es que esta tendencia
como se entiende, por ejemplo, al Imperio hacia la concentración de poblaciones se dio
romano de su época expansiva, salvando las en el Horizonte Medio donde por ejemplo se
distancias. Obviamente, el mundo andino le funda una gran cantidad de asentamientos
confirió una serie de características a este Wari o relacionados con Wari. Asimismo, la
Imperio en tanto formación histórica origi- agregación social sin necesidad de ser per-
nal y local. Por eso, a un nivel más profundo, manente, no excluyó la concentración tem-
tendríamos que aceptar que las formas poral de poblaciones para la realización de
económico-políticas variaron en algo con actividades oficiales y su consecuente apro-
respecto a otros ejemplos imperiales. Por vechamiento para tareas estatales.
ejemplo, la no existencia de dinero o mone- Por todo ello, para nosotros Wari es un
da es un elemento que no permitió la acu- Imperio de tipo militarista con particulari-
mulación de riqueza, especialmente de la dades andinas, en el sentido en que hemos
elite, de la manera en que se dio en otros planteado líneas arriba. Obviamente, se ne-
imperios conocidos. Asimismo, esa inexis- cesita mayor trabajo de campo para afinar
tencia de dinero condicionó las formas de nuestros planteamientos pero creemos que

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Hacia una teoría arqueológica del Estado en los Andes Prehispánicos (II): Los Estados Militaristas
Andinos

podemos avanzar más seguros con indica- Otros posibles candidatos serian estados
dores contrastables empíricamente y, sobre que no llegaron a consolidarse como Impe-
todo, otorgándole a las formaciones históri- rios pero que se encontraban en una situa-
cas andinas la posibilidades de ser origina- ción de expansión. El caso del estado Moche
les con relación a otras sociedades del mun- (350-900 d.C.) parecería ser uno de ellos,
do, sin dejar de comprender que, al final, aunque posiblemente no llegó a consolidar
más allá de esas particularidades, imperios ni unificar su poder económico y político tal
como el Wari, forman parte de la compleja como lo plantean recientemente sus princi-
historia de la humanidad que muchas veces, pales investigadores.
y sorprendentemente, se asemejan a otras Más allá de estos dos ejemplos, queda
realidades sociales del mundo. claro que existieron sociedades andinas
prehispánicas que no tuvieron la capacidad
OTROS ESTADOS MILITARISTAS real para poder invadir otras sociedades y,
ANDINOS posiblemente no tuvieron dicha intención.
Así, en el futuro será necesario seguir inves-
Aparte del caso del Imperio Inca que ya tigando otras formas políticas existentes
ha sido definido por otros investigadores y aun en el espacio andino. Lo más importante
que siguiendo los indicadores aquí plantea- aquí es reconocer que existieron formas
dos encaja claramente dentro de un estado socioeconómicas y sociopolíticas con pecu-
militarista andino, otros casos pueden ser liaridades andinas que fueron similares a
planteados aquí. Sobre todo estos casos se otras en el mundo en base a sus elementos
pueden tomar en cuenta a partir de la des- fundamentales y esenciales. Así pues, el de-
aparición de Chavín de Huántar como esta- sarrollo de una teoría arqueológica sobre el
do teocrático andino y sus similares (Tanta- estado andino prehispánico necesariamente
leán 2012: 63). El caso más relevante aquí tendrá que abocarse al estudio de estos ca-
es el Estado Chimú (1100-1470 d.C.) de la sos y, en última instancia, encontrar la nega-
costa norte peruana el cual, además, fue un ción dialéctica de los mismos estados: las
importante rival del mismo estado Inca. sociedades no estatales andinas.

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