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LA ARGENTINA DEL FUTURO,

CONTADA POR LOS CHICOS


Selección del Concurso de Cuentos 2019

El Congreso de los Chicos


Los cuentos que integran esta publicación fueron seleccionados por la Dirección General de Cultura del Senado
y la Dirección de Cultura de la Cámara de Diputados de la Nación entre los participantes del Concurso
de Cuentos de El Congreso de los Chicos 2019. La edición general estuvo al cuidado del equipo de Contenidos
de la Dirección General de Comunicación Institucional del Senado y del equipo de Contenidos de la Dirección
de Prensa y Comunicación de la Cámara de Diputados, y el diseño gráfico fue realizado por el Departamento
de Diseño de la Dirección de Prensa y Comunicación de la Cámara de Diputados de la Nación.
Ilustraciones: Celeste Volpe.

Atribución - No comercial - Compartir igual.


Prólogo
La literatura puede ampliar la percepción que tenemos sobre el mundo y su
propósito, los lectores lo saben. Quienes, además, disfrutan de la aventura de
escribir relatos saben también que la literatura es un terreno de experimentación
constante. La ficción literaria se construye con lecturas, experiencia e imagina-
ción. La ciencia ficción, como género literario, propone un relato sobre el futuro,
una proyección fantástica en el tiempo y a veces en el espacio.

Para este III Concurso de Cuentos de El Congreso de los Chicos les pedimos a
los chicos que escriban un cuento de ciencia ficción guiados por dos preguntas:
¿cómo te imaginás la Argentina del siglo XXV?, ¿qué temas preocuparán a los
ciudadanos del futuro?. El propósito fue trabajar con un género literario que no
necesita mayores presentaciones, pero enfocado en nuestro país y, específica-
mente, en los posibles debates y preocupaciones de los argentinos, como quiera
que sean, en un futuro muy distante: dentro de cuatrocientos años.
El resultado fue muy sorprendente. Casi setecientos chicos y adolescentes de 6
a 18 años de todo el país mandaron cuentos al concurso. Cada uno inventó un
mundo, un país, personajes, circunstancias y controversias. Cada uno puso en
juego la creación de universos con palabras, con retazos de realidades, de sue-
ños, de temores, de deseos, de preocupaciones, algunas muy conectadas con el
mundo actual en que vivimos.
Por ejemplo: ¿qué pasaría si siguiéramos descuidando el planeta?, ¿qué pasaría
si delegáramos completamente la educación de los niños a las computadoras?,
¿qué pasaría si llegaran extraterrestres? ¿Y si pudiéramos viajar en el tiempo?
Estas fueron algunas de las hipótesis de escritura que se han planteado nuestros
más jóvenes escritores.
Los cuentos de ciencia ficción no predicen el futuro. Aun así, son un ejercicio
maravilloso para pensar y proyectar el mundo, el país y la sociedad en que que-
remos vivir. Fue magnífico leerlos a todos.

Desde El Congreso de los Chicos agradecemos la participación de todos los


chicos que se entusiasmaron con esta consigna. Invitamos a todos a disfrutar de
los cuentos que aquí se publican. Sus jóvenes y talentosos autores y autoras ya
comenzaron a construir, con este pequeño aporte, la Argentina del futuro.

El Congreso de los Chicos


Índice

Categoría de 6 a 9 años LA OTRA PARTE DEL PLAN …...........................................………….... 54


Emmanuel Recabarren
Historia del abuelo …….............................…........….................... 12 10 años. Luján de Cuyo, Mendoza
Elisa Torres Basilico
7 años. Chivilcoy, Buenos Aires LA JAULA RUIDOSA ................……........................................………….. 62
Dámaris Gala Talavera
Mis amigos de Pupo Upo ...............................……………................ 16 13 años. Pilar, Buenos Aires
Ana Victoria Macías Ochoa
8 años. Ciudad de Córdoba, Córdoba
Categoría de 14 a 18 años
Ensalada del futuro .....………..............................................….. 22
Sofía Risso Crouzeilles Un mundo en silencio ...............................................…………...... 70
9 años. Ciudad de Buenos Aires Mateo Machado
15 años. Casilda, Santa Fe
Tom Jon, el hombre ACUÁTICO ..............................…………….. 26
Mariano Gómez Álzaga Elena contra el Sistema Aptron .....................………........ 76
8 años. Ciudad de Buenos Aires Catalina Elena Peña
14 años. General Fernández Oro, Río Negro
Árboles del futuro .............................................................….. 30
Sofía Rubini y Ana Rubini Lo lamento, señor Álvarez .....................................………..... 82
8 años. La Chacarita, Catamarca Consuelo Ongay
14 años. Godoy Cruz, Mendoza

Categoría de 10 a 13 años LO CORRECTO ES LO CORRECTO ..............……...................…….. 90


Cecilia Abigail Farías
BUCLE ...................................…………….............................................…..... 36 16 años. Bandera, Santiago del Estero
Rocío Duarte
12 años. Ciudad de Buenos Aires Robot que siente es cosa rara ....................................….. 96
Anahí Franco
EL IMPRESIONANTE TELE-VIAJE ARGENTINO ......................... 42 15 años. Ciudad de Córdoba, Córdoba
Agustina Bogado, Camila Preus y Sofía Salguero
11 años. Godoy Cruz, Mendoza

7723 Y LOS LIBROS PROHIBIDOS ..........................………………..... 48


Catalina Paz Díaz
11 años. Sierra Grande, Río Negro
Categoría
6 a 9 años
Historia
Hace mucho tiempo, en este siglo
XXV, no recuerdo el año, mi abuelo
me contó que muchas personas de

del abuelo
este país no querían a los vecinos de
la galaxia de Andrómeda, que ya eran
bien recibidos en Europa. Entonces,
como se acostumbraba en Argentina,
los padres de mi abuelo fueron a la
Elisa Torres Basilico plaza de los debates donde se reunía
el presidente de la Nación junto con
los representantes de muchas ciuda-
des.
7 años
Chivilcoy, Buenos Aires Había muchos en contra y muchos
más a favor de que ellos nos visiten.
Mi abuelo decía que los que estaban
en contra tenían miedo porque eran
distintos y hablaban en idioma desco-
nocido, comían cosas raras y se ves-
tían de manera extraña. Los que esta-
ban a favor de recibirlos eran los que
querían conocer y aprender de otras
culturas, y tal vez hacer negocios con
ellos, ya que tenían medios de trans-
porte y tecnología que serían muy úti-
les en este país.

Al final, después de tres días de de-


bate, resolvieron permitir su entrada.
Casi todos estuvieron de acuerdo,
porque entendieron que de ellos po-
dían aprender cosas nuevas, y que to-
dos somos diferentes. Así fue como,
desde ese día, los argentinos y los de
Andrómeda somos amigos.
Mis amigos
Era un sábado por la tarde del año ojos, una gran boca y dos narices pun-
2608 en Argentina. Juana estaba allí, tiagudas. Eran niños y niñas muy sim-
bajo un árbol de manzanas rojas, en páticos y amigables.

de Pupo Upo
la pequeña casa de su abuela. Bien
vestida, perfumada y peinada con —¿Cuántos son? ¡Qué distintos a noso-
dos trenzas, acompañada de su pe- tros! ¿Vienen a llevarme a otro plane-
rro Theón. La niña comenzó a caminar ta? —todas esas preguntas hizo Juana
de una vez. El niño respondió solo con
Ana Victoria Macías Ochoa
mientras jugaba y jugaba con el ani-
malito. Cuando terminó la tarde y apa- un “¡tranquila, niña humana!”.
recieron las primeras estrellas, Juana
Juana comenzó a comprender que
vio una luz fuerte que se acercaba al
el asunto era más delicado de lo que
patio poco a poco.
8 años pensaba. Sintió un poco de miedo.
Ciudad de Córdoba, Córdoba De repente, un objeto volador de for-
—¿Quién eres tú? —volvió a preguntar.
ma esférica cayó junto al árbol de
manzanas de la abuela. Juana pare- —Soy Lextu, el encargado de salvar a
cía no creerlo, parpadeó con sorpresa tu país. Nosotros somos once herma-
y alegría. Dudaba en acercarse, tenía nitos que vivimos en el planeta Pupo
miedo, pero también tenía curiosidad Upo.
de saber qué había adentro.
—¿Y sus papás? —preguntó Juana,
—¡Vamos, Theón, vamos a ver desde pensando que quizás era una broma
más cerca! —gritó la niña. de algún primo o vecino.
La puerta se fue abriendo lentamente —Mis papás se quedaron en nuestro
y se asomó un niño vestido de azul. Su planeta y nos dieron la misión más im-
piel era parecida a un cristal, brillante portante de nuestras vidas: salvar a la
pero transparente, casi de color celeste. Argentina.
Ella no conocía a ese niño, pero sus —¿En serio?
ganas de hablarle eran muy grandes.
—En serio.
—¿Quién sos? —le preguntó Juana con
voz temblorosa. —Peroooo, ¿salvarla de qué? —gritó
Juana.
—¿Te referís a mí o a mis amigos?
—dijo él, sonriendo. —Resulta que todos los planetas están
muriendo por la contaminación. Na-
En ese momento, se asomaron a la die cuida a los animales, los ríos, los
puerta de la nave unos diez niños. To- mares, las plantas, las flores, el aire, y
dos con la piel parecida a un vidrio tampoco cuidan lo que comen —dijo
de botella de gaseosa, tres inmensos el niño con voz seria.
—Entonces, ¿cuánto tiempo se queda- algo rico. Ella siempre veía muy flacos —Nuestra familia investiga cómo sal- ras que ya había pagado hace tiempo.
rán? a todos los niños, y estos no iban a ser var a otros planetas. Esos que están Puso todo sobre la mesa, las recortó y
distintos, a pesar de ser niños extrate- del otro lado del sol, lejos y lejos del metió dentro de la licuadora. Luego le
—El tiempo que sea necesario hasta rrestres. nuestro pero que corren riesgos. sacó el agua y finalmente puso a secar
que la Argentina cuide su planeta. la pasta en la ventana.
Lextu miraba todo a su alrededor: a —¿Riesgos? ¿De qué? ¡Me estás asus-
—¿Yo puedo ayudar a esa misión? sus hermanitos, a la niña, a la abueli- tando, niño! —dijo la abuelita gritando, Juana sacó los juguetes que ya no
ta, al perrito Theón, la casa, las cos- con miedo. usaba para regalarlos a otros niños
—Solo si te comprometes a cuidar tu
tumbres raras que tenían y cómo se que lo necesitaran, para que disfruten
país y no abandonar este equipo —dijo —Tranquila, abuela. ¡Estamos para
alimentaban. Entonces, comenzó a de ellos. Lextu caminó hacia la hela-
Lextu. ayudarlos! Pero es necesario cambiar
hablar: dera porque a su costado vio botellas
algunas cosas que hacen ustedes aquí, de plástico vacías. Las agrupó para
—¡Juana, Juana! —se escuchó la voz
—Abuelita, ¡nosotros venimos a salvar en su planeta. llevarlas a un contenedor especial de
de la abuelita.
a tu país! —dijo Lextu. plásticos. Luego, continuaron con la
—¡Lo tienen bastante descuidado,
Lextu se asustó, pero dijo: ropa guardada en placares y estantes,
—Pero, ¿de qué?, si estamos perfectos, ehhh! —dijo el más pequeño de los ni-
maderas que guardaban en el garaje,
—Es tu abuela, viene hacia acá. niño extraterrestre —dijo algo enojada ños, el más charlatán y simpático.
bolsas de plástico y todo lo que se
la abuelita.
—¡Abu, abu! —gritó contenta la niña. —Bueno, bueno. ¿Pero, qué hacemos? cruzaba por su camino. Todo era todo,
Ven a conocer a mis amigos. —Mmm, no. No, no, no y no. ¿Cómo? ¿Por dónde empezar? ¿Servi- reciclaron hasta las macetas que tenía
rá nuestra ayuda? la abuelita sin usar.
La abuelita, caminando lentamen- Lextu se paró y comenzó a caminar
te con su bastoncito, apareció por la entre las sillas marrones y la mesa re- Todas esas preguntas hizo Juana de Pero faltaba algo muy importante:
puerta del patio porque el perrito la- donda de la cocina. una vez, mientras la abuela miraba y cuidar los animalitos y las plantas. Fue
draba y ladraba sin parar. pensaba también. entonces cuando Lextu, agitado, inte-
—No quiero que se enojen. Pero es ne- rrumpió el trabajo con un grito:
—¿Dónde estabas, hijita? ¡Me preocu- cesario que sepan algunas cosas des- Lextu, algo mareado de tantas pre-
paste tanto! de el lugar de dónde venimos —dijo guntas, sacó de su bolsillo un espe- —¡Alto! ¡Alto! ¡Alto! Deberíamos ir por
Lextu. jo ovalado, tocó un botón de color los animalitos, ahora.
Juana tomó la mano de su abuela y la turquesa y rápidamente el espejo se
guió hacia la nave. —Escuchemos, abuelita —suplicó la Los extraterrestres corrieron a su nave
convirtió en una especie de mapa. Se
niña. y en un dos por dos salieron vestidos
podía ver lo contaminado que esta-
—No te asustes, ellos son mis amigos de niños argentinos. Llevaban la cami-
ba el país, las aguas no eran celestes
—dijo la niña. Todos en silencio profundo y bajo la seta de la Argentina, una gorra y unos
sino marrones, los ríos llenos de plás-
luz amarilla de la cocina se dispusieron lentes súper a la moda, pantalones
La abuela, que leía y leía historias de ticos, peces muertos, animales flacos
a escuchar. cortos de color azul y unos botines
extraterrestres y fantasmas de otro y sin alimento, fuego provocado por
blancos y rojos. No se les notaban las
El Congreso de los Chicos

mundo, parecía no asustarse. Tenía la —Venimos de Pupo Upo. Es un planeta el hombre y humo, que también hace
dos narices puntiagudas y los tres in-
cara dura y pálida. Sus anteojos se ca- con forma de ombligo que tiene dos mal a los humanos. Realmente, era una
mensos ojos. ¡Realmente, ya eran ar-
yeron. Su boca se abrió del asombro. lunas, tres soles y miles de estrellas situación muy preocupante para no
gentinos!
Poco a poco, la viejita se acercó para que brillan en la oscuridad de las no- recibir la ayuda de los extraterrestres.
poder tocarlos. Nunca pensó que iba a ches de verano, pero no de invierno, La abuelita y Juana, asombradas, co-
—Pienso que podemos reciclar los ali-
poder conocer extraterrestres y ahora porque se guardan por el frío polar. menzaron a reír y juntos salieron a las
mentos —dijo la abuela.
los tenía frente a ella. Lextu presentó Está lleno de plantas, frutas, verduras, calles para dar agua limpia a los perri-
a sus hermanitos a la abuelita y a la agua sana que no está contaminada, —Entonces, ¡manos a la obra! ¡Todos a tos, pajaritos, gatitos, ratitas, conejitos
niña. Parecía un sueño, pero no; era océanos de color cristal y animales trabajar! —dijo Lextu. y toda clase de animalitos que se cru-
18 todo muy real. que viven por cientos de años. zaban en su camino. Regaron las plan- 19
La abuelita sacó de los cajones diarios tas secas. Y, finalmente, levantaron la
Pronto, la abuelita los invitó a pasar —¡Qué hermoso debe ser su planeta! viejos, tickets del supermercado, lis- basura de las calles.
a la cocina para que pudieran comer —dijo Juana. tas de las próximas compras y factu-
Después de horas y horas de larga
tarea llegaron cansados a la casa de
la abuelita. Contentos y con risas se
sentaron alrededor de la mesa de la
cocina recordando lo gracioso que
había sido verlos vestidos de niños ar-
gentinos.

—¡Ya son argentinos, ustedes! —dijo


Juana.

Todos comenzaron a reír hasta que


llegó la hora de la despedida.

—¡Nos tenemos que ir! —dijo Lextu a


sus hermanitos, a la abuela y a Juana.

—¿Ya es hora? ¿Por qué? —dijo Juana.

—Porque ustedes ya aprendieron a


cuidar su propio planeta, nuestra mi-
sión terminó. Ahora sigue la misión de
ustedes. Ustedes deben recordar a sus
hermanos argentinos lo importante
que es el medio ambiente, los anima-
les, las plantas, los vegetales, lo que
comen, lo que toman, lo que se ponen
como ropa. Todo eso hicieron ustedes.
¡Ustedes comenzaron a cuidar a la Ar-
gentina! —dijo Lextu, orgulloso.

—¡Todo eso fue gracias a ustedes, que


vinieron de Pupo Upo solo para hacer
que tengamos conciencia! —dijo la
abuelita.
El Congreso de los Chicos

Los hermanitos, Lextu, Juana, la abue-


lita y el perrito Theón caminaron hacia
el patio, se abrazaron fuertemente, se
dieron besos y los extraterrestres su-
bieron a la nave. Por la ventana, los
pequeños saludaron mientras Lextu
ponía a funcionar el aparato.

Sin duda, la abuelita y Juana lloraron.


Quizás de emoción, quizás de tristeza,
20 nadie lo sabe ni lo sabrá porque guar- 21
dan en lo más profundo de su corazón
esta bella historia.
Ensalada
En la reunión de comando, el capitán neuronales, hasta en las calles. ¿Había
glamalista tomó la palabra y dijo: que echarlos?

—Me gustaría comerme un humano. Mientras tanto, el capitán glamalista

del futuro —No es buena idea, capitán —respon-


dió un comandante—. Los humanos se
están dando cuenta de que cada tan-
bajó sigilosamente de la nave para
calmar su apetito. Caminó por una
calle oscura hasta que encontró una
casa iluminada y espió por la venta-
Sofía Risso Crouzeilles to los estamos comiendo, no se olvide
que nuestra misión principal es llevar-
na. Lo que vio lo asustó: una humana
tenía en su mano un cuerno de gla-
nos el agua a nuestro planeta. malista y lo estaba cortando en roda-
jitas finitas. Al rato entró en la cocina
Era el año 2493, las naves habían lle-
9 años un humano pequeño, la mamá le dio
gado a la Tierra hacía ya varios meses
Ciudad de Buenos Aires cuatro rodajitas naranjas y el niño se
y se habían estacionado sobre dis-
las comió:
tintas ciudades del mundo, como en
las antiguas películas de ciencia fic- —¡Mmm, qué rico! —dijo.
ción. Los glamalistas eran verdes (un
poco babosos) y tenían en la frente El capitán glamalista se horrorizó. “Yo
un cuerno que parecía una zanahoria. quería comerme un humano y aho-
Para dar una buena imagen, cuando ra ellos nos están comiendo a noso-
salían en las propagandas usaban un tros”, pensó, y se volvió a su nave para
disfraz electrónico. Parecían súper lin- transmitir lo que había visto:
dos y prometían muchas maravillas
tecnológicas extraterrestres. —¡Nos están comiendo a nosotros,
nos están comiendo a nosotros!
Pero en la Tierra, muchas personas ¡Volvamos antes de que nos coman!
desconfiaban de sus buenas intencio-
nes, no todos les creían. En el Congre- Y las naves, de pronto, se fueron. Así
so de la Argentina un diputado hizo fue como una ensalada de zanahoria
una grave denuncia: sirvió para salvar el agua de nuestros
ríos.
—¡Señor presidente, los glamalistas
son una amenaza para nuestro país,
nos engañan con sus tonterías y se es-
tán robando el agua de nuestros ríos!

Esta denuncia causó un gran revuelo:


en todas partes, las personas discu-
tían si los glamalistas eran buenos o
malos: en los hologramas, en las redes
Tom Jon,
En Argentina del 2400 vivía un chico la superficie para respirar. Empezó a
llamado Tom Jon. Su sueño era meter- nadar hacia arriba con toda su ener-
se en el Río de la Plata, pero era im- gía. Pero era muy profundo y tardaba

el hombre
posible porque estaba todo contami- en llegar al aire libre. Mientras subía,
nado. Desde hacía mucho tiempo los vio que le salían burbujas del pecho.
habitantes de la Ciudad de Buenos Ai- Tenía branquias. Se sorprendió mu-
res lo habían ensuciado y para el 2100 cho y siguió subiendo porque no en-

acuático
ya era un río arruinado y los animales tendía qué estaba pasando. Llegó a la
acuáticos habían desaparecido por- superficie y nadó hasta la orilla. Allí lo
que se habían muerto todos. recibieron los marcianos, que lo abra-
zaron. Tom empezó a hablar y pregun-
Un día Tom decidió viajar al pasado tar. Les dijo que siempre había sido su
Mariano Gómez Álzaga para ver si podía solucionar el daño
que le habían hecho las personas a ese
sueño meterse en el Río de la Plata y
que le había encantado. Los marcia-
río. En esa época se podían inventar nos se reían. Hasta que lo interrum-
máquinas para muchas cosas y Tom pieron para decirle que ya sabían todo
construyó un auto del tiempo. Se des- de él. Lo habían investigado. Le habían
8 años
pidió de su familia y amigos, se subió leído toda la mente y por eso le habían
Ciudad de Buenos Aires a su auto y arrancó. puesto branquias y llevado al río.
La máquina funcionaba, pero tuvo la Tom les contó cómo era ese mismo
mala suerte de aterrizar donde había río en la Argentina del 2400. Los mar-
un gran tacho de basura. Al chocarlo cianos ya se habían enterado al leerle
se desparramó todo lo que había en el la mente cuando lo investigaron. Por
tacho. Las personas que lo vieron eran eso, ya tenían preparados unos robots
como veinte. Se enojaron con él y le limpiadores de agua que viajaron en el
gritaron cosas feas. Entonces Tom se auto del tiempo junto a Tom a la Ar-
subió a su auto y regresó a su época. gentina del 2400.
Como estaba un poco triste por haber
hecho tanto lío y haber ensuciado las Así fue como limpiaron el Río de la
calles del pasado, se distrajo y se pasó. Plata, y además los mares y océa-
Avanzó hasta quedarse sin nafta. Y nos. Para el 2401 ya estaban limpios y
cuando su auto se detuvo y se bajó, empezaron a crecer algas. Aunque a
vio robots y marcianos. Ellos lo mira- Tom lo habían mirado raro por eso de
ron, se acercaron y luego Tom perdió las branquias y de andar con robots,
la memoria de lo que sucedió. igual lo querían mucho porque todos
los porteños y porteñas podían darse
Cuando despertó estaba en el río. Un chapuzones en la costanera y apren-
río azul, tibio y lleno de peces de colo- dieron a nadar. Pero el único que po-
res. A Tom le encantaba estar ahí, pero día dormir una siesta bajo el agua era
pronto recordó que tenía que subir a Tom Jon, el primer hombre acuático.
Árboles
En el año 2400 en Argentina existían tancia de cuidarla. El aire puro volvió
árboles electrónicos porque la gente a sentirse y, junto con él, aparecieron
había talado en forma indiscriminada mariposas, abejas y pájaros. La gente

del futuro
los árboles naturales. Entonces, un estaba feliz y todos decidieron cuidar
inventor creó estos árboles que, con los árboles porque entendieron que la
un mecanismo sofisticado, producían tecnología, por más novedosa y avan-
aire puro. Pero un día se cortó la ener- zada que fuera, jamás reemplazaría
gía y los árboles electrónicos dejaron las bellezas que nos brinda la natura-
Sofía Rubini y Ana Rubini de funcionar por un cortocircuito. El
aire puro empezó a agotarse y las
leza.

personas tuvieron que usar tanques


de oxígeno, que también se iban aca-
8 años bando.
La Chacarita, Catamarca
Mateo, que tenía 8 años, estaba muy
preocupado por esta situación. Habló
con su abuelo, que conoció los árbo-
les naturales que ya no existían en
ese momento, y le hizo acordar de un
cofre que le había regalado su papá
(que era el bisabuelo de Mateo). Ma-
teo se preguntaba: “¿qué habrá en ese
cofre que mi abuelo busca?”. Cuando
el abuelo le mostró el contenido del
cofre, logró ver muchos puntitos den-
tro. Al ver la cara de Mateo, el abuelo
le explicó que eran semillas de árbo-
les y flores de muchas variedades, y
que esa era la solución para tener aire
puro de nuevo. Pero Mateo seguía sin
entender cómo de esos puntitos po-
dían crecer árboles. El abuelo empezó
a sembrar las semillas y les enseñó a
los vecinos cómo hacerlo.

Con el paso del tiempo, las semillas


germinaron y poco a poco aparecie-
ron las flores y los brotes de los ár-
boles. Mateo empezó a entender la
existencia de la naturaleza y la impor-
Categoría
10 a 13 años
BUCLE
De repente, una luz blanquecina res- nos proclamamos ¨los de arriba¨. Los
plandeció adelante mío; parecía algún de abajo no saben que nosotros tra-
lugar sin final aparente. Una silueta de bajamos por computadora todos los
mujer apareció repentinamente. Yo días ni que, gracias a nosotros, nun-

Rocío Duarte no podía mover ninguna parte de mi


cuerpo, sin embargo, pude alcanzar
ca les falta comida, ya que tenemos
recipientes donde se ponen los restos
a decirle unas palabras antes de que de comida, que los lleva directamen-
esa figura desapareciera. Le pregunté te hacia los de abajo. Tampoco saben
quién era, pero no me dio respuesta que trabajamos en las últimas innova-
12 años
y, simplemente, se desvaneció. O al ciones como la sredtyl, un producto
Ciudad de Buenos Aires menos eso vi yo, ya que aquel lugar que elaboran los expertos sobre cómo
empezaba a cambiar, volviéndose una controlar la gravedad en nuestro país
oficina. Ya recuerdo, ese era mi escri- sin que afecte al mundo en sí.
torio. Estaba calculando cuánto gana-
rían las personas de abajo a diferencia Sin embargo, nosotros tampoco sa-
de nosotros, los de arriba. bemos lo que hacen los de abajo y
no nos interesa mucho que digamos,
En 2231, hubo una transformación, ya que, por mi parte, soy una perso-
la cual afectó nuestra forma de vivir. na algo atareada. No es fácil ser el
Un hombre llamado Herlling Slaqui presidente de una población de más
descubrió que podía hacer suelos, de cuatro mil millones de habitantes.
alejados de la tierra ya destruida por Mientras pienso en cuánta diferencia
nuestros antepasados, a través del ganamos más que ellos, se abre la
magnetismo. Entonces, desde 2244 puerta: es mi secretario, él me da una
en adelante, prácticamente empe- vara de metal. La aprieto de ambos
zamos a crear suelos en los aires. La lados y salen las noticias de la última
mayoría de las personas necesitaban semana en un holograma, como siem-
un pase para habitar la nueva era, pre. Las noticias dicen, además, que el
se requería un trámite y había un lí- campeonato mundial de inventos está
mite (aproximadamente cinco mil por llegar, que los de abajo están in-
millones). No todos pudieron subir. tentando subir hacia estas alturas con
Muchas personas se quedaron en el cartas, lo cual es muy extraño y de-
suelo rocoso y seco por no tener los masiado preocupante; nosotros po-
requisitos suficientes para entrar al dríamos preocuparnos por lo que co-
S. A. (suelo del aire), por querer ha- meremos mañana para poder trabajar
cer una tierra mejor o, simplemente, con nuestro mayor potencial, pero no,
por ser extranjeros. A esas personas nosotros solo nos preocupamos por
se las llama ¨los de abajo¨. Nosotros, el papel de nuestra billetera, nuestra
que tenemos tecnología avanzada escala en la jerarquía y si llegaremos
solo para algunos pocos adinerados, a obtener esa ropa de última textura.
Los políticos piensan diferente; ellos vaso hermético y lo pongo en la mesa, nas hacia abajo. Una vez que llego allí,
piensan en cambiar la idea de “solo así la máquina pone el café en el vaso veo que la tierra es diferente a nuestro
yo”, y tal vez en volver a reunir de y me lo entrega. Luego salgo hacia la suelo artificial. Ellos cinco eran repre-
nuevo a los de abajo con los de arri- puerta y me dejo caer, como siempre, sentantes de los cinco clanes que ha-
ba. Pero algunos de nosotros no que- en el auto y le digo la dirección a la bitan estos lugares. Me explican que,
remos aceptar el cambio propuesto. cual quiero ir. En este caso, a la Nueva a diferencia de nosotros, la mayoría
Por si alguno no está de acuerdo, la Era (un alias para la A.S.A). de los de abajo se dividen las tareas.
ley dice que el cambio de alguna pro- Unos plantan los nuevos frutos (que
puesta, por más que tenga mayoría, Una vez allí, pongo el carnet que me fueron creados por ellos gracias a una
no será hecha. O sea, no se aceptan representa en una pared e ingreso al tecnología diferente a la nuestra, pero
propuestas, así de claro. Creo que edificio de 24 pisos y mientras camino con el mismo propósito, progresar
sería interesante dejar entrar a cinco para ir al ascensor que está al frente económica, social y políticamente),
personas de abajo para ver su mane- de mí, empiezo a ver a la gente que otros enseñan a los niños la tecnolo-
ra de vida y escuchar lo que tienen trabaja. Los monitores que utilizan gía, cómo utilizarla para beneficio de
para decir; en cualquier caso, noso- están conectados a una red que les sus colonias y del país. Me encuentro
tros tenemos una tecnología que per- permiten ver todo, tanto a los de arri- con que ellos están en un nivel supe-
mite defenderse de cualquier ataque, ba como a los de abajo. La receptoría rior en medicina, tienen cura a ciertas
como los anichanis (los cuales son una está llena de nombres de la gente que enfermedades que nosotros aún no.
especie de animales robóticos) que investiga. Todos parecen estar preo- También me explican que todos vivi-
están en reparación porque suelen te- cupados. Una vez que llego al ascen- mos gracias a ellos, porque plantan
ner ciertas fallas. Mientras, tendremos sor, le indico que debo llegar al piso árboles. Cuando me llevan a la planta
que usar nuestra otra tecnología de- 24 y el magnetismo antónimo me lle- superior, es una casa enorme donde
fensiva. En fin, conseguí aprobar esa va a aquel piso. Mientras subo, pienso residen los extranjeros. Presiento algo
decisión con la A.S.A (Asociación Se- en lo que podría haber estado hacien- extraño, pero ignoro mi instinto. Subi-
creta Argentina). Mañana hablaremos do esa familia de animales. Cuando se mos los escalones de la casa hasta lle-
con parte de los miembros para ver si abre la puerta, saludo a las personas gar a un balcón que muestra el pueblo
podremos ayudarlos en algo. de alrededor y les pregunto cuál es la con sus magníficos árboles, pero en el
situación, a lo que ellos me responden medio de eso hay una nave, similar a
A la mañana siguiente, me levanto de que los de abajo quieren hablarme. las nuestras. Nos dirigimos a aquella
mi lecho, algo agobiado por la hora, Yo accedo, siempre y cuando tengan nave misteriosa, me piden que la abra.
5 a. m., le pido a la máquina de café propósitos pasivos. De repente, se es- Una vez que me acerco, la nave me
que me haga uno, me aseo la cara, me cucha un trueno, una tormenta se ha pide mi nombre, yo le respondo. En
arreglo el smoking, voy a despejarme desatado sin ninguna advertencia. un momento se abrió la puerta y yo
a mi balcón y me quedo mirando el entré, el interior estaba todo oscuro.
cielo azul puro, sin ninguna nube que Una vez dentro de la habitación me
El Congreso de los Chicos

lo opaque. Miro los bosques espe- explican que desde arriba ha caído De repente, una luz blanquecina res-
sos que hay a mi derecha, y los ríos una nave, ellos creían que era nuestra plandeció adelante mío; parecía algún
visibles que aparecen a mi izquierda. y me indican que la vea. Les explico lugar sin final aparente. Una silueta de
Mientras veo más allá del horizonte, que debo hacer cosas, les pregunto si mujer apareció repentinamente. Yo
me encuentro una familia de animales es necesario que yo vaya con ellos, a no podía mover ninguna parte de mi
reales mirándome con sus ojos bicolo- lo cual me responden que los LOBOS, cuerpo, sin embargo, pude alcanzar
res. Aparentemente, de unos 70 centí- que son unos parientes de los perros a decirle unas palabras antes de que
metros de alto, cuadrúpedos con cola, que tienen cuatro patas con pelaje asi- esa figura desapareciera. Le pregunté
con pelajes asimétricos parecidos a la métrico y tienen cola, son símbolo de quién era, pero no me dio respuesta y,
raza antigua de los perros. Jamás los cambio. De repente se me cae el vaso simplemente, se desvaneció.
38 39
había visto, así que les saco una foto y de café, estoy paralizado. Seriamente,
la guardo en mi archivo hologramáti- acepto el acuerdo y me dirijo en ese
co. Una vez listo para salir, preparo un mismo momento con las cinco perso-
EL
El siglo XXV no era gran cosa. La vida temperatura de esta bebida. Además,
humana ya no era “vida”, todo estaba mamá organizaba su ducha a través
mediatizado informáticamente. Las de la cápsula húmeda, recinto donde

IMPRESIONANTE
familias tenían un nuevo integrante: podías teletransportarte a cualquier
un televisor inteligente que les brin- playa paradisíaca del planeta. De re-
daba la posibilidad de interactuar per- pente, llegó a casa el código de tele-
manentemente con él. En cuestión de transportación escolar rumbo a mi es-

TELE-VIAJE un segundo podías teletransportar-


te a cualquier parte del planeta. Las
cocinas y los livings estaban repletos
cuela. Se leía: “Agustina, código 146,
espere frente a su domicilio”. En la
escuela esperaba encontrar a mis dos

ARGENTINO
de botones automáticos: algunos, con mejores amigas como todos los días.
cápsulas de sueños; otros, con cintas
transportadoras de alimentos y clósets La escuela ya no era un sitio seguro:
automatizados para la ocasión. olvidarse el código de acceso a las
diferentes aulas y materias podía re-
Por otro lado, las familias no se comu- sultar un desastre. Suerte que siempre
nicaban interpersonalmente. El “diá- en la puerta estaba la señora maestra
Agustina Bogado, Camila Preus logo”, esa palabra que significa e im-
plica al otro, había desaparecido para
robot para codificar y decodificar
nuestra trayectoria escolar. Aquel día
y Sofía Salguero siempre. Las relaciones eran virtuales, llegué rápidamente, encontré a Sofi y
tan virtuales que los gestos y las ca- Cami en el aula virtual 1. La maestra
ricias ya no se conocían. Aun así te- robot estaba entregando las indica-
níamos que vivir en este mundo que, ciones para un tele-trabajo práctico
11 años a pesar de todo, tenía dos personitas grupal. El fin de este trabajo era viajar
Godoy Cruz, Mendoza importantes para mí: Sofi y Cami. al pasado para recolectar datos y ela-
borar un informe.
Sofi es muy lista. Su rostro siempre
estaba iluminado. Era la única perso- ¿Pasado? No conocía esa palabra.
na que me había dirigido la palabra Para mí, el presente lo era todo.
en los primeros días de escuela. Así, la Incluso el avance tecnológico de la
confianza en ella surgió rápidamente. época no reconocía otras etapas de
Cami también tenía luz en su rostro. evolución humana y artificial.
Era paciente y muy crítica. Ambas le
hacían muy bien a mi vida. —Chicas, ¿cuándo nos teletransporta-
mos? Pongan fecha y hora —dije.
Ese día me levanté como siempre. A
las 6 a.m. me esperaba el desayuno —A las 17.30 podemos teletranspor-
con un café inteligente: el dato de la tarnos en el garage de mi casa —dijo
temperatura de las manos podía brin- Sofi.
darte un código específico de sabor y
—Los datos históricos los podemos —Mi nombre es José de San Martín y —dijo Cami— ¡No lo puedo creer! En —Adiós, señor. Usted ha sido un ejem-
obtener del código de memoria de mi junto al general Bernardo O’Higgins algún código de biblioteca estaba su plo de compromiso y lealtad.
casa y de la máquina del tiempo de mi estamos por realizar la travesía de los historia…
papá —agregó Cami. Andes. De repente y con gran velocidad llegó
—Ese mismo, querida. Las máximas el código 2025 de teletransportación
—Buenísimo. No se olviden de tele- —Señor, señor, disculpe la molestia. son enseñanzas que redacté para mi al garage de Cami. Ahí, su papá nos
transportarse en modo seguro —acla- No entendemos absolutamente nada. niña para que no tuviera ninguna duda recibió con nuevo código de llegada.
ré. Solo sabemos de codificación y deco- de cómo comportarse en la sociedad. Apenas pisamos lo de Cami, sabíamos
dificación de sistemas de información. ¿Ustedes tienen máximas? exactamente qué colocar en el infor-
Ya en el garage de Cami todo se em- La palabra “libertad” es nueva para me final del teletrabajo. Sofi tuvo que
pezó a complicar. La máquina del nosotras. Y contamos con usted para —Mmmmm, no señor. Nuestros pa- utilizar el último código del día para
tiempo creada por el papá de Cami que nos ayude a realizar este teletra- dres no elaboran máximas. Nuestros llegar a su casa. Cami ingresó a su do-
estaba en reparación. Era la única bajo escolar —dije. papás, al nacer, nos brindan un códi- micilio feliz con la experiencia vivida.
solución para realizar el teletrabajo go que nos permite corregir nuestro
práctico. El tema del pasado nos ha- —Sí, niñas. A disposición. En este mo- comportamiento a medida que las es- Finalmente, el día de la exposición y la
bía complicado la vida. mento íbamos a realizar una campaña tadísticas de error lo requieran. entrega del teletrabajo práctico llegó.
independentista. Pero las escucho… El clóset automático se codificó se-
De repente, el papá de Camila encon- —¡Qué interesante! En mi época, los gún la ocasión. Necesitaba un vestua-
tró unos cables que podían poner en —Señor San Martín, ¿quién es usted? padres enseñabamos a nuestros hi- rio justo para este momento. La maes-
funcionamiento a Dolby 2.0. Así se —preguntó Sofi. jos el valor de las cosas y la forma tra robot ya estaba preparando el aula
llamaba esta gran máquina que nos de comportarse con los demás. Ese con las telesillas y los telelibros para
cambiaría la vida. Finalmente la cone- —Me llaman “El Libertador de Améri- aprendizaje no tiene ningún sistema los trabajos. Nuestros padres asistie-
xión del cable estaba lista y así pudi- ca”, ya que por mis luchas y estrate- informático. Se aprende solo, a medi- ron, impresionados con las invitacio-
mos teletransportarnos al código 056 gias militares pudimos llevar a cabo la da que uno va viviendo. El contacto nes institucionales.
que correspondía al siglo XIX. independencia de tres países: Argen- humano es fundamental.
tina, Chile y Perú. En aquel momento, —Gracias por venir. Nuestro trabajo
Encontramos a un señor muy elegan- los países no eran independientes y —Señor San Martín ¿Qué es el contac- final tiene el código 1816 y consta de
te y apuesto. Además tenía mucha necesitaban a una persona que llevara to humano? ¿Lo podría definir? —pre- un televiaje al siglo XIX. Queríamos
grandeza interior. Estaba junto a un a cabo esta tarea. guntó Sofi. encontrar a alguien del “pasado” que
caballo blanco y detrás de él había con su experiencia nos transmitiera
una gran fila de soldados dispuestos —¿Tuvo miedo? —El contacto humano no requiere
una hermosa enseñanza de su época
al combate. Intentando comunicarnos de un programa informático. Solo de
—Por supuesto que sí. El miedo formó —dije.
con él, enviamos el código de conver- personas que quieran estar reunidas
parte de mi vida. Me pasó en España en un mismo lugar y a la misma hora.
sación específico pero no obtuvimos —En plena travesía de Los Andes nos
con la nueva escuela y cuando tuve la Conversar, intercambiar, dialogar son
respuesta alguna. Nos acercamos y encontramos a un señor que se hace
obligación de ser padre. palabras para un efectivo contacto
él hizo un movimiento con sus manos llamar “El Libertador de América”.
El Congreso de los Chicos

que no supimos decodificar. Al pare- humano. Este señor obtuvo la independencia


—¿Formó una familia?
cer, ese movimiento tendría el nombre de tres países y muchas escuelas del
—¡Qué linda época! Le vamos a colo-
de “gesto” tal cual figuraba en los ma- —Sí. Conocí a mi esposa, una bella siglo XXI llevan su nombre —aclaró
car el código 1816 para realizar nues-
nuales de la escuela. mujer, en una tertulia política. Luego Cami.
tro trabajo —dije—. Este trabajo va a
se convertiría en mi compañera de
—¡Vamos a liberar a América! ¡Prepá- llevar su nombre, señor. Usted trans- —Además se casó y tuvo una hija, lla-
toda la vida. Remedios fue la única
rense! —dijo el señor apuesto—. La li- mite mucha paz y una grandeza inte- mada Mercedes, quien fue educada
persona que me acompañó en los mo-
bertad es lo único que necesitamos. rior inigualable. a través de unas normas de compor-
mentos difíciles. El nacimiento de mi
Seamos libres que lo demás no im- hija, Mercedes, fue el momento más tamiento llamadas “máximas”. Estas
—Gracias niñas. Ojalá puedan trans-
44 porta nada. emocionante de mi vida. máximas fueron inculcadas a través 45
mitir todo esto a sus compañeros. Ha
del contacto humano y el diálogo.
—¿Libertad? ¿Será un dispositivo? sido un placer conocerlas. Espero ver-
—¿No me diga que usted era el au- Sí, señores. A todos los presentes les
¿Un teletrabajo? —dijimos al unísono. las pronto.
tor de las máximas para Mercedes? digo que en ese siglo no había siste-
mas informáticos ni códigos. Las per-
sonas conversaban y dialogaban. El
contacto humano era fundamental en
las relaciones. Es más, este señor co-
noció a su bella esposa conversando
en una tertulia —finalizó Sofi.

De repente, alguien de los presentes


preguntó cómo era posible que al-
guien no utilizara un código informá-
tico y aun así desarrollar normas de
comportamiento.

—Con la palabra y el contacto, señor,


—respondí—. Las relaciones no esta-
ban mediatizadas. Había gestos, mira-
das, caricias y abrazos.

Sin más que decir y con un público


atónito, los códigos de finalización
llegaron. Los presentes se hicieron
ausentes. Pero con una pregunta para
toda la vida: ¿sería posible transmitir
lo de San Martín en este siglo XXV?
¿Resultaría? Cada uno miraba a su al-
rededor sin entender mucho. Pero re-
sultó ser un teletrabajo distinto e ins-
pirador que cambió la vida de muchas
personas a partir de ese instante.
El Congreso de los Chicos

46 47
7723
Ya pasaron muchos años desde aquel Al levantarte de la cama no te desper-
tiempo en que la tecnología casi nos tabas con la claridad del sol a través
consumió. A mí, a mi familia, a todos. de la cortina. Te despertabas con un

Y LOS LIBROS
Nunca llegué a pensar que nuestra robot que usualmente era el que se
Tierra Argentina iba a terminar así, encargaba de todo en tu casa: limpiar,
controlada por robots. Nuestra única cocinar, enseñar, jugar, cuidar, vigilar,
función era estar frente a una panta- etc., etc., etc…

PROHIBIDOS lla todo el día, las veinticuatro horas.


No te preocupes por cocinar, limpiar,
nada. Hay un robot para cada cosa.
Ustedes pensarán que estos cambios
Ese día, yo estaba en clase y le pedí
permiso a la seño, que también era un
robot, para ir al baño. Era así, yo escri-
son para bien, ya que no habría que bía en mi tablet que quería ir al baño,
Catalina Paz Díaz hacer nada, pero debo informarles
que se equivocan. Mucha gente, en
ese mensaje le llegaba a la seño y ella
me respondía de la misma manera. Me
la gran mayoría escritores, no estuvo contestó con un sí.
de acuerdo con la nueva idea de vida
11 años Me dirigía hacia el baño cuando di una
porque así también estaría prohibido
Sierra Grande, Río Negro pisada y noté que la madera del piso
leer y escribir, y era de lo que ellos
se encontraba floja. Me fijé que nadie
vivían y amaban hacer. ¿Recuerdan
viniera y levanté la madera. Lo que allí
que les dije que los cambios no iban a
encontré jamás me lo hubiera imagi-
ser para bien? Pues si, eso fue lo que
nado, hallé un libro.
pasó. Las personas que se oponían
a la nueva forma de vida, de pronto, De repente se escuchó a lo lejos:
desaparecían y a los pocos días, apa-
recían más robots. —7723 ¿Qué hace fuera del aula? —In-
mediatamente escondí el libro tras mi
Me llamo RC7723, mi nombre real es espalda ya que se acercaba la seño.
Octavia. Todo comenzó hace unos Lo único que dijo la maestra fue:
cuantos años, cuando yo creía que mi
vida era normal, solo con tecnología. —Vaya al aula inmediatamente.

En la escuela todo era eléctrico, el pi- Asentí con la cabeza, esperé a que die-
zarrón era una pantalla gigante. No se vuelta en el pasillo y fui corriendo
teníamos cuadernos, ni lápices de co- hacia el baño. Ya en él, trabé la puerta
lores, ni gomas que borraran nada, ni y procuré no hacer ruido para que na-
libros que te invitaran a soñar. Sólo ta- die me descubriera. Abrí el libro, y leí
blets, notebooks, celulares y pantallas como nunca lo había hecho, sintien-
digitales hasta en las plazas. do el olor del papel. Estuve como dos
horas leyendo, hasta que parece que Esa noche iba a haber una quema de Casi susurrando dije: los libros y se opuso a eso. Pero el
mi ausencia se notó en el salón, por- libros cerca de mi casa que organi- gobierno no necesitaba distraccio-
que empecé a sentir que golpeaban la zaban los robots, no lo dudé y deci- —Yo. nes en ese momento y para sacarse
puerta y la voz de mi maestra robot dí escabullirme, quería saber. Ya eran el problema de encima le asignaron
—Levántese y venga con nosotros
que decía: las diez de la noche y sentí que era la una misión secreta. Pero desde ese
—ordenaron.
hora. Salí por la ventana de mi cuar- momento ya no lo volvimos a ver. Una
—7723 Si está ahí dentro salga inme- to, trepé el paredón y salté hacia el desaparición más…al menos eso fue lo
Respondí que no, pero no se rindieron
diatamente. otro lado. Caminé un par de cuadras y que le dijeron a mi mamá. Ni ella ni
así de fácil. Se acercaron a mi mesa,
llegué. El humo, una fogata que toda- me tomaron del brazo y me levan- yo lo creíamos al principio, no podía-
Obviamente ni abrí la boca e hice si-
vía ardía. Me escondí detrás de unos taron de la silla. Mi maestra intentó mos aceptar que mi papá no regresa-
lencio, pero eso no resultó. Porque la
arbustos, esperé a que los robots se detenerlos pero uno de ellos la miró ra, pero al pasar el tiempo no tuvimos
maestra robot destruyó la puerta, ya
fueran y tomé un libro que aún no se fijamente y se lo impidió. En ese mo- otra opción que creerles.
que las puertas eran eléctricas y sólo
había llegado a quemar, entonces re- mento temí que les hicieran daño a
podían abrirse desde adentro o con Volviendo al tema, el hombre estaba
gresé a mi casa y escondí mi pequeño mis compañeros y decidí ir con ellos.
un robot desde afuera. Una vez fue- por decirme algo más, pero en eso
tesoro. Me subieron a ese vehículo extraño y
ra del baño me llevaron a la dirección empezó a sonar una sirena ensorde-
y un robot se encargó de llamar a mi me llevaron del domo de San Luis al
Al día siguiente, en la escuela, vi por cedora y se cortó la luz. Se escuchó
mamá para que fuera a la escuela con de Buenos Aires.
la ventana de mi salón que unos hom- que a través de un walkie-talkie le avi-
urgencia. Pasaron al menos unos cin- bres de traje y corbata estaban en- saron que los robots se habían vuelto
Yo estuve dormida todo el viaje, no
co minutos y mi mamá llegó. trando. Con Rodi, mi amiga, nos mira- locos. Y rápidamente, con una manio-
sabía cuánto tiempo, supuse que en
mos intrigadas y a través del teléfono, algún momento me habían sedado. bra de manos desconecté los meca-
Cuando la maestra y la directora le
por un mensaje, nos escribimos lo si- nismos que me sujetaban y corrí hacia
explicaron lo ocurrido, ella se hizo la
guiente: Cuando llegamos desperté en un sa- una puerta que estaba pintada con
desentendida porque no podía creer
lón oscuro y estrecho, un reflector se algo que brilla en la oscuridad. Salí de
que su hija, o sea yo, la que siempre —¿Quiénes serán? —preguntó Rodi. encendió sobre mi cara. Sentí que al- la sala y justo en ese momento se en-
sacaba diez, la de los “excelentes
guien se acercaba, intenté moverme cendieron las luces de emergencia y
o sobresalientes” hubiera hecho tal —Ni idea —le contesté yo.
pero no pude. Me di cuenta de que escuché que el hombre alertaba por
cosa. Hasta que mi mamá no tuvo
—¿Serán del gobierno? —Escribió mi estaba sujeta a una silla llena de tecla- su walkie-talkie: “Fugitiva suelta, to-
otra opción que creerles y ponerse
amiga. dos pequeños y luces. Luego empecé davía debe seguir en el edificio”. Más
del lado de las maestras, y entre las
a ver con más claridad, era un hombre me asusté. Corrí por un pasillo muy
tres me preguntaron sobre lo que ha-
Si son del gobierno algo importante alto, de piel clara y también de traje. largo buscando una salida y me de-
bía ocurrido.
deben estar buscando, puse yo. Sus únicas palabras fueron: tuve al ver una puerta que llamó mi
Yo apenas había cumplido trece años atención, aún no sé por qué. La abrí
Y en ese momento… ¡Pum!, se abrió de —Dígame, ¿por qué le interesan tanto y lo que allí vi me dejó paralizada. Era
y estaba aventurándome en las locu-
pronto la puerta de mi salón… los libros? ¿Cuál es su curiosidad? mi padre. Lo reconocí enseguida y él
ras de la adolescencia y les dije que
El Congreso de los Chicos

fue un acto de rebeldía, y suponga- —¡Manos arriba! —dijeron los hombres No respondí. igual a mí.
mos que me comprendieron. que entraron—. Somos del Gobierno
—¿Quiere que hablemos de su padre? —Hija, creí que jamás volvería a verte.
Nacional de la Tierra Argentina ¿quién
Mientras estaba saliendo de la direc- —dijo.
de ustedes es 7723? —¿Papá? ¡Eres tú, papá! —Fui corrien-
ción y de regreso al aula, justo tocó
—No meta a mi padre en esto, ustedes do y lo abracé llorando—. Creí que te
el timbre de salida. Llegamos a casa Nadie contestó, menos yo.
lo secuestraron. habías ido…
y sin dar más explicación de lo ocu-
rrido, le dije a mamá que me sentía Volvieron a preguntar: —Hija, quise escapar pero no lo logré…
cansada y fui a mi habitación. Marqué No me había olvidado. Cuando yo era
—¿Quién de ustedes es 7723? ¡O nos una pequeña todavía, mi padre traba- Dijeron que si lo hacía se las llevarían
50 mi contraseña en el panel y la puerta a ustedes, no podía permitirlo, así que 51
se cerró. llevamos a todos! jaba en el gobierno. A él no le gustaba
la idea de que estuviesen prohibidos me quedé aquí.
—Eso ya no interesa, lo que importa rojo, estaba por oprimir el botón pero
es que estás bien —dije, secándome justo llegaron los hombres del gobierno.
las lágrimas.
—¡Detente en este mismo instante!
En ese momento recordé que yo esta- —me gritaron—. Te daremos todo lo
ba escapando. Entonces, le expliqué: que quieras: libros, libertad, lo que pi-
das.
—Papá, debemos irnos, me están per-
siguiendo y hay que detener a los ro- —¡Nada tendrá el valor de mi familia,
bots, se han vuelto locos. Todos están jamás! —Y oprimí el botón.
en peligro, mamá también.
—¡Noooo! —Fue lo último que escu-
—Yo les advertí, les dije que a los ro- ché de ellos.
bots les iba a pasar esto, pero como
siempre no me escucharon. Hija, yo sé Y corrí hacia la puerta que estaba des-
cómo detener esto, pero vas a tener pejada. Busqué a mi padre, salimos
que hacerlo tú. del edificio y fuimos a la Delegación
de Seguridad Nacional y contamos
—¿Qué? ¿Cómo voy a hacerlo? lo ocurrido al inspector general. Ellos
descubrieron y arrestaron a un grupo
—Octavia, yo no puedo, me instalaron de científicos rebeldes que se hacían
un chip en el cuello y con eso saben pasar por agentes del gobierno, pero
mi ubicación, nos encontrarían. Mira, estaban creando robots que reempla-
ten este walkie-talkie, yo te diré todo zarían a los humanos. Por eso, parte
lo que tienes que hacer a través de él. del plan era hacer de los humanos que
Pero hija, si no te vas ahora nos usarán quedaban, lo más parecido a las má-
en alguno de sus experimentos, como quinas. Sin libros, sin imaginación, sin
lo han hecho con otros. sueños. Esclavos de la televisión, de la
computadora, del celular. Pero no lo
—Está bien, es la única alternativa y en
lograron.
cuanto termine nos largamos de aquí.
Pero antes te sacamos el chip. Mi papá y yo salimos en las noticias,
los titulares eran: “Adolescente de tre-
Salí de la habitación y mi padre co-
ce años y su padre salvan a Tierra Ar-
menzó a guiarme. Estaba por dar un
gentina de robots y científicos locos”.
paso cuando vi que venían corriendo
El Congreso de los Chicos

unos hombres. En ese momento, la Cuando papá y yo regresamos a casa,


voz de mi padre: después de todo lo vivido, mamá nos
estaba esperando y el abrazo que nos
—Gira a la izquierda, corre unos cin-
dimos nos recordó que los humanos
co metros hasta encontrar unas es-
necesitamos del amor. Algo que las
caleras, sube y por encima tuyo verás
máquinas no tienen y no pueden dar.
una puerta pequeña color roja, ábrela
y ya estarás en la terraza. Allí está mi Pasaron los años, y los años se convir-
máquina, quita el panel, corta el cable tieron en décadas. Ya no dependemos
rojo y aprieta el botón de autodes- de la tecnología. Algunas leyes se re-
52 trucción. escribieron y ahora sí está permitido 53
leer e imaginar mundos mejores. Nos
Seguí las instrucciones al pie de la le-
volvimos humanos nuevamente. Ha-
tra. Llegué a la terraza, corté el cable
bíamos empezado de cero.
LA OTRA PARTE
Increíble cómo es ahora Argentina en alcanzan los 315 km/h. Sorprendente-
el año 2419. Están los que viven en el mente, hay edificios con estructuras
aire, conocidos como los airentinos, gigantes de materiales inteligentes

DEL PLAN
cuya ciudad se ubica a unos diez mil que contienen tierra para cultivar ve-
metros de altura. Pero también están getales y también animales para co-
los que viven bajo el agua, conocidos mer carne, tomar leche y demás de-
como los aguartinos, y que se encuen- rivados.
tran no muy lejos de la costa.
Emmanuel Recabarren Los que viven bajo el agua supieron
Tanto los airentinos como los aguarti-
nos tienen cosas en común: por ejem-
tener numerosos edificios construidos plo, ambos van a la superficie para
con muchos corales y algas para no intercambiar sus productos y, lo más
contaminar a la mayoría de los anima- importante, ambos usan unas máqui-
10 años
les, pero inicialmente no tuvieron en nas muy complejas para fabricar unas
Luján de Cuyo, Mendoza
cuenta que, con tantos habitantes y pastillas que les permiten vivir en don-
edificios, muchas algas quedaron en de estén (los del agua, en el agua, y
peligro de extinción. Afortunadamen- los del aire, en las alturas). Por desgra-
te aplicaron técnicas y conocimien- cia, las pastillas tan solo duran 24 ho-
tos sobre las algas, que empezaron a ras, así que necesitan varias. También
crecer más y más y dejaron de estar tienen otra cosa en común: ambos vi-
en peligro de desaparición. Pero a pe- ven donde viven porque escapan del
sar de esto decidieron no hacer más agobiante calor que se padece como
casas, total ya había suficientes para consecuencia del calentamiento glo-
toda la población. Como medio de bal imperante. Y también tienen otra
transporte subacuático usan “nauti- cosa en común, y es que se llevan ex-
lus” capaces de alcanzar los 130 km/h. tremadamente mal.
Los aguartinos se alimentan general-
mente de peces, pero a menudo mu- A pesar de lo dicho, un tercer grupo
chos salen a la superficie por un rato y de personas se adaptó a vivir en el in-
traen alimentos de los que viven en el tenso calor de la superficie. Ellos son
aire o de los que viven en la superficie. conocidos como los continentales.
Este grupo integrado por un número
Los que viven en el aire tienen edi- reducido de miembros (en compara-
ficios con un material muy especial. ción con los airentinos y los aguarti-
Ahí, los edificios flotan. Es tan avanza- nos) quiere la unión, el respeto y la
da la tecnología que no se caen nunca fraternidad entre todos los pueblos. Y
sin importar el peso. Los vehículos pa- precisamente por esto, convocaron a
recen más bien naves espaciales que una reunión para el 19 de agosto del
año 2419. Evidentemente, la desunión Un día, un niño de ocho años llamado de los aguartinos, pero no se moles- y Sebastián, y convocó a una reunión
no solo es consecuencia de la separa- Fernando estaba jugando a la pelota taron por ello. Es más, se apenaron y para el día siguiente a los otros líderes
ción física o geográfica sino también con sus primos y hermanos cuando en dijeron que no les gustaba para nada quienes también estuvieron de acuer-
cultural. un momento dado pateó la pelota tan que sus padres (ambos líderes) estu- do, sobre todo por tratarse de una
pero tan fuerte y tan alto que cayó en vieran desunidos, igual que la gente a idea propuesta por sus hijos.
El 30 de marzo del año 2030, el cam- la grieta que dividía Argentina. Enton- la que ellos representaban.
bio climático hizo eclosión en el pla- ces, a escondidas, Fernando se fue a Al día siguiente, Fernando y Sebas-
neta Tierra. El mismo se inició trági- buscar la pelota. Se las rebuscó para Entonces, Fernando y Sebastián, du- tián, más que contentos, fueron a
camente con un megaterremoto en la salir a la superficie y sintió muchísimo rante una entretenida charla, decidie- participar de la reunión, pero al llegar
falla de San Andrés que hizo explotar calor. Recordó que le habían enseña- ron unirse a los continentales, es de- notaron que todas las personas con-
a la vez muchísimos géiseres en Ye- do que solo podía quedarse allí de cir, al grupo de personas que quería vocadas estaban desesperadas… Las
llowstone, lo cual terminó hundiendo 30 a 60 minutos sin que le pase nada la unidad de todos. Pero no solo de- máquinas habían sido robadas y solo
gran parte de América del Norte, un porque, si bien la temperatura en la cidieron unirse a ese grupo sino que les quedaba una semana de vida para
poco de Asia, muchas más islas de superficie había disminuido bastante también idearon un plan, y por ello recuperarlas.
Groenlandia y, finalmente, hizo de- desde 2030, aún era demasiado alta fueron a buscar al líder de los conti-
saparecer la Antártida en el Polo Sur. nentales llamado Luis Gélvez, quien —¡Silencio! Sé que el problema que
para quienes no estaban adaptados
Todo esto como consecuencia del estaba esperando al padre de Sebas- tienen es angustiante, pero juntos lo
y más aún para los airentinos y los
megacataclismo que generó terribles tián. A todo esto y en medio de la vamos a solucionar —dijo Luis, líder
aguartinos que habían optado por vi-
terremotos y altísimas temperaturas charla, encontraron la pelota. de los continentales.
vir en el aire y bajo el agua para dis-
en todo el planeta. Aquel fatídico año, frutar de temperaturas más agrada-
Ya en presencia del líder de los conti- —¡¡Cómo no!! Los aguartinos debe-
Argentina sufrió un tremendo terre- bles. Sabía entonces que, de superar
nentales, Sebastián y Fernando expu- mos unirnos a estos ladrones. ¡Ja, fal-
moto que provocó una grieta que di- aquel tiempo en la superficie, correría
sieron su tristeza y también su plan, taba más! —dijo el líder de los aguarti-
vidió casi toda la superficie del país a riesgo de enfermarse.
o al menos una parte del plan, que nos, José Carrera.
la mitad. No se separó del todo, pero
la grieta fue muy extensa y profunda Cuando Fernando se metió en la consistía en lo siguiente: teniendo en
—¡¡Claro!! Siempre nosotros somos
y afectó a todos. grieta, aterrizó cerca de allí la nave cuenta que tanto los aguartinos como
los culpables de todo. Apuesto a que
del líder de los airentinos, quien iba los airentinos necesitan consumir pro-
estos nos quitaron las máquinas para
A partir de entonces, los argentinos acompañado de su hijo. Como este, ductos especiales para poder vivir y
deshacerse de nosotros —acotó Juan
debieron adaptarse a la nueva situa- mientras aterrizaban, también había adaptarse unos a las grandes alturas y
Rodríguez, líder de los airentinos.
ción y también debieron replantearse visto la pelota en la grieta, apenas se otros a las grandes profundidades del
muchísimas cosas. Como surgieron bajó de la nave salió corriendo presu- mar porque sin ellos mueren, y apro- —¡Alto, calma! No piensen solo en sus
distintos puntos de vista en los cuales rosamente a buscar la pelota. Fernan- vechando que ambos grupos debían defectos, piensen en sus virtudes —
no podían ponerse de acuerdo para do, escondido, vio al niño que bajaba abastecerse en esos días para sub- agregó Luis.
mitigar el terrible calor y por el cual por las piedras. Pero luego, el niño se sistir los próximos meses, el líder de
escaseaban los recursos para cubrir resbaló y se lastimó la rodilla con una los continentales debía convocar a los —Yo no veo nada más que un grupo
El Congreso de los Chicos

sus necesidades, los argentinos co- enorme roca. Fernando fue corriendo otros líderes a una importante reunión de burros intolerantes —dijo José Ca-
menzaron a agruparse y dividirse se- a ayudarlo y lo curó. Así se conocieron para intentar lograr de una vez por to- rrera.
gún su modo de pensar. Y es así que a y presentaron. Fernando descubrió das la tan ansiada unidad. Estos pro-
partir del año 2389 cada grupo empe- ductos especiales son elaborados en —Yo qué sé, pero me parece que me
que tenían la misma edad y que el está hablando un asqueroso violento
zó a materializar sus puntos de vista otro niño se llamaba Sebastián. Se pu- la superficie, y los aguartinos y airenti-
y estilos de vida, unos en la superfi- nos solo tenían reservas para subsistir —dijo con desagrado Juan Rodríguez.
sieron a charlar y entre otras coinci-
cie terrestre del país, otros en el aire y dencias descubrieron que el papá de tan solo una semana. —¡¡¡¡¡¡SILEEEEEEEEENCIO!!!!!! ¿¡No se
otros bajo el agua. Sebastián era el líder de los airentinos dan cuenta de que están poniendo
El líder de los continentales estuvo
y que el papá de Fernando era el líder en riesgo sus vidas y las de sus seres
de acuerdo con el plan de Fernando
56 57
queridos perdiendo el tiempo en pe- persona con la que se comunicaban, Los argentinos decidieron seguir vi-
lear!? Les queda una semana de vida a los líderes airentinos y aguartinos tra- viendo donde vivían: unos en el te-
cada uno de ustedes y su gente. Están taron de unir fuerzas e ideas durante rritorio continental, otros en el aire y
actuando de un modo egoísta, incivi- horas y horas para encontrar las má- otros bajo el mar. Pero se comprome-
lizado e infantil. ¡¡Deben unirse!! Los quinas. tieron a reencontrarse todos los me-
airentinos parecen intolerantes pero ses en la superficie para conmemorar
no lo son. Entiendan que les ha sido Sebastián y Fernando también usa- y celebrar la unidad ya que, después
muy dificultoso poder adaptarse a las ron teléfonos holográficos para co- de lo que padecieron, aprendieron
alturas, lidiar con fortísimos vientos, municarse entre ellos y seguir con su que no hay que estar separados y
tormentas eléctricas, granizo, grave- propio plan. La situación era deses- que verdaderamente ¡la unión hace la
dad, rayos cósmicos, etc. Y los aguar- perante, faltaba solo un día para que fuerza!
tinos parecen violentos pero también se acabara la supervivencia de los ar-
ellos han tenido otras tantas dificulta- gentinos del aire y del mar... Ante tal Pero una duda o misterio llamó la
des como lidiar con tiburones, orcas, angustia, las diferencias entre ellos atención de los líderes airentinos
pulpos e innumerables animales acuá- habían quedado totalmente saldadas. y aguartinos durante años y años:
ticos agresivos y venenosos, además ¿quiénes habían hecho desaparecer y
Ante el fin irremediable de ellos y sus aparecer las máquinas que lograron la
de la terrible presión del océano bajo
compatriotas, y como última medida, tan ansiada unidad?
el agua. Reflexionemos, pensemos
decidieron reunirse al día siguiente al
un poco, unámonos y seamos cons-
amanecer en el sitio en el que habían Solo Fernando y Sebastián conocían
cientes de que dependemos unos de
sido robadas las máquinas para hon- la respuesta. Era la otra parte del plan.
otros. Unidos podremos recuperar las
rar la vida y memoria de todos por úl-
máquinas que nos abastecen a todos
tima vez. El sitio estaba muy vigilado.
—gritó Luis.
José, Juan y Luis caminaban lenta y
Entonces, recapacitando, se levantó tristemente hacia el lugar acordado
José Carrera y dijo: cuando de repente Luis observó que
algo cubría el espacio físico en el que
—Perdón, señor Rodríguez, he sido antes estaban las máquinas. Retiró
muy injusto con usted al decirle vio- la cubierta que cubría ese sector… ¡y
lento. resultó que allí estaban las máquinas!
Juan, José y Luis se fundieron en un
—Usted pide perdón y tal vez piense terrible e interminable abrazo. La fe-
que es su culpa, pero yo también le licidad era incontenible. La vida de
pido perdón por haberlo llamarlo bu- continentales, airentinos y aguartinos
rro ignorante —respondió Juan Rodrí- estaba asegurada.
El Congreso de los Chicos

guez.
Inmediatamente y sin perder un se-
Ambos aceptaron las disculpas, se gundo, pusieron en marcha las com-
dieron un abrazo y volvieron a sus plejas máquinas y, fruto de la energía
hospedajes angustiados porque aún necesaria para encenderlas, se produ-
tenían que recuperar las máquinas. jo un terrible terremoto sobre Argen-
tina. Como efecto del terremoto, la
Mediante un teléfono holográfico que
grieta dejó de existir.
les permitía comunicarse y ver a la

58 59
LA JAULA
Desde el comienzo del fatídico siglo por sus ojos tan blancos y penetran-
XXV, una serie de catástrofes afecta- tes como los de una muñeca.
ron a todo el mundo, más que nada
—A veces me gustaría no poder ver

RUIDOSA
a Argentina. El país se encontraba
en una situación bastante desfavora- la realidad en la que estamos, tú no
ble debido a las constantes guerras y deberías estar pasando por esto a tan
epidemias que se desataron después temprana edad. —Su padre la miraba
de una bomba nuclear. Todos los edi- con melancolía mientras la envolvía

Dámaris Gala Talavera ficios estaban destruidos, había muy


pocos alimentos que se podían in-
con su abrigo para protegerla del frío.
Los dos estaban acurrucados en po-
gerir, el aire era muy tóxico debido a sición fetal y la pequeña podía sentir
la contaminación provocada por los cómo el cuerpo de su padre tembla-
avances tecnológicos y los químicos ba, por lo tanto, pensó que estaba
13 años
de la bomba y, en consecuencia, mu- asustado.
Pilar, Buenos Aires
cha gente había muerto.
—¿Sabes, papá? A mí me aterran los
En la antigua ciudad de Palermo, un ruidos desconocidos pero siempre
padre y su hija de 9 años llamada Te- creí que los adultos como tú no le te-
resa se escondían entre los escom- mían a nada.
bros de un local de comida rápida que
—¿De qué hablas? No hay nada de
estaba situado dentro de lo que en
qué temer.
algún momento fue un zoológico. La
noche era fría y oscura pero eso no Ni bien terminó de decir esto se es-
parecía importarle a la niña. cuchó un rechinido por todo el lugar.
—Oscuridad, esa palabra que logró —¿Qué fue eso?
aterrar a miles de personas durante
varios siglos, simboliza la ausencia de —No lo sé, pero será mejor que nos
luz en algún lugar determinado. Solía quedemos aquí, en un rato se deten-
utilizarse este recurso en las películas drá.
y los cuentos con la obvia intención
de provocar miedo en el espectador, Pero no lo hizo. Además, el ruido se
pero sinceramente nunca llegó a cau- volvió más fuerte debido al eco y es-
sarme nada, principalmente porque taba empezando a ponerles los pelos
eso es lo único que mis ojos ven — de punta.
aclaró Teresa haciendo referencia a —¿Y si investigamos? Es muy difícil
su ceguera. La pérdida de su vista fue dormir con tanto ruido —dijo ella po-
una de las tantas consecuencias del niéndose de pie.
desastre mundial y eso era evidente
—¡Acabas de decir que te asustan esta ba seguía consumiéndolo. De repente —Parece que encontré ese objeto tan
clase de sonidos! —exclamó el padre, unas gotas cayeron sobre su cabeza, ruidoso —dijo la niña, como si nada.
también levantándose de su lugar. había empezado a llover y todavía no
había encontrado a la niña, era como si —Pues también parece que yo pasé
—La curiosidad es más fuerte que el de la nada alguien se la hubiera traga- de estar buscando una reja vieja a
miedo y el miedo más grande es el do sin dejar rastro alguno. Tenía pen- estar buscando a mi hija —respondió,
miedo a lo desconocido —respondió, sado refugiarse de la lluvia hasta que con cierto sarcasmo.
emprendiendo su camino. El hom- repentinamente vio unas huellas pe-
bre soltó un suspiro de resignación y Luego de unos minutos recordó aque-
queñas que conducían a una dirección
la agarró de la mano para que no se llas huellas enormes que seguramen-
que no había visitado antes, comenzó
chocara con nada. te indicaban que no estaban solos en
a seguirlas casi de inmediato pero en
ese lugar.
el camino se cruzó con otra especie
Mientras caminaban hacia el lugar de
de pisadas, unas que por su tamaño —Bueno, ya descubrimos qué era, así
donde provenía el rechinido, pudieron
descomunal no pertenecían a su hija que lo mejor es que volvamos por
detectar varios olores extraños como
y tampoco eran suyas. Estaba seguro donde vinimos —finalizó, agarrando
a chatarra, humedad, barro y cemen-
de que esas huellas poseían garras y su mano y comenzando a caminar.
to, pero el olor más fuerte era el de
no tenía ganas de saber quién era el
excremento de animales, más especí-
portador de aquellas marcas, por lo “A veces agradezco que los humanos
ficamente de caballo.
tanto solo se concentró en seguir las sean tan tontos, parece que es cosa
—Esto parece ser un establo de caba- pisadas que había dejado Teresa. de todos los días que una niña ciega
llos —dijo el hombre, mirando el lugar se aleje por sí sola”, pensó “ella” mien-
Con cada paso que daba sentía que tras miraba de reojo la jaula donde,
en ruinas y lleno de moho. Estaba tan
el olor del ambiente empeoraba, ya muy en el fondo, se encontraba el ca-
distraído que había soltado la mano
no era una mezcla de barro, basura y dáver de la pequeña Teresa.
de su hija inconscientemente—. Se-
humedad sino que el aroma era como
guramente aquí es donde enseñaban
si el lugar estuviera rodeado de ca-
a los niños a cabalgar, sinceramente
dáveres en descomposición y, por si
a mí me hubiera gustado aprender
fuera poco, escuchó un fuerte alari-
pero con todo el asunto de la bomba
do salir de la boca de Teresa, así que
muchos animales murieron, pero bue-
empezó a correr como si estuviera en
no, todavía tengo lo más importante
un maratón. Cuando al fin consiguió
para... ¿mí?
llegar a su destino, pudo ver a su hija
Al voltear vio que ella no estaba y parada enfrente de la antigua jaula de
un sentimiento de desesperación co- leones y con la mano apoyada sobre
menzó a invadirlo. la puerta de metal. Las rejas oxidadas
El Congreso de los Chicos

causaban un sonido bastante agudo


—¡¿Teresa?! ¡¡¡TERESA!!! —gritó, mien- e insoportable, no le sorprendió que
tras empezaba a correr. se escuchara hasta el puesto de co-
mida. Él se acercó con la intención de
Comenzó a buscarla por todos lados, reclamarle por haber desaparecido de
recorrió todos los puestos del zooló- esa manera, pero un olor a podrido le
gico pero no estaba ahí, ni en los ba- llegó a la nariz y le revolvió el estóma-
ños, ni en la entrada, ni en los puentes, go, así que tuvo que retroceder unos
ni en la granja y toda esa sensación de pasos.
haber perdido lo único que le queda-
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Categoría
14 a 18 años
Un mundo
“Corría el año 2465; Argentina se ha- persona es el comienzo de nuestro
bía convertido en uno de los países fin”, “Marchemos o perderemos nues-
con la tecnología más avanzada del tra identidad”, “Cuidemos el futuro de

en silencio
mundo”. nuestros hijos, prohíban la clonación
humana”, “No juguemos a ser Dios”,
Eran casi las tres de la tarde del 19 de entre muchas otras frases que demos-
marzo cuando un joven llamado Alex traban el repudio de la gente hacia la
comenzó a correr velozmente por las misma.
Mateo Machado calles de una inmensa ciudad tras ha-
ber visto una noticia en su celular. Los medios de comunicación no se hi-
cieron esperar, ya sea en la televisión,
Autos voladores pasaban cerca de él en internet o en la jamás olvidada ra-
a gran velocidad sin que existiese la dio, cientos de debates y discusiones
15 años más ínfima posibilidad de un acciden- comenzaron a surgir.
Casilda, Santa Fe te, todo esto gracias a un sistema de
freno automático incorporado a los El debate más importante fue trans-
mismos un siglo atrás. Para ese enton- mitido en TV, fue visto por más del
ces no sorprendía ver autos que vo- 70% de la población argentina. Este
laran, patinetas que flotaban, robots mismo se dio entre 4 personas con
construyendo edificios o videojue- reconocimiento a nivel mundial. Al-
gos tan realistas que parecían poder rededor de una mesa circular negra,
transportarte a otro mundo. iluminada con un potente reflector
se encontraban Raúl Pérez, empresa-
El país tuvo una gran evolución tecno- rio y dueño de la industria de belleza
lógica sin inconvenientes por un largo más grande del país, Julio Fernández,
período de tiempo, hasta que el 11 de un escritor argentino famoso, María
marzo llegó una noticia que alertó a Morganti, una científica que había
todo el pueblo argentino, el Estado ganado dos premios Nobel y Alfredo
tenía pensado experimentar con la Miori, un periodista del más alto nivel
clonación humana, Argentina sería que se encargaría de guiar el debate.
el primer país en el mundo en imple- El periodista pidió que cada integran-
mentarla. En animales y órganos para te de la mesa planteara su punto de
trasplantes ya estaba muy visto, pero vista. Primero tomó la palabra Raúl
jamás habían intentado algo semejan- Pérez.
te a generar copias de un individuo
humano. Este hecho fue demasiado —La clonación es el futuro de la per-
impactante, en pocos días las ciuda- fección humana —dijo con mucha
des comenzaron a llenarse de perso- seguridad—. Deberíamos clonar a
nas furiosas con carteles que rezaban aquellos hombres que sean atrac-
cosas como: “La clonación de una tivos y musculosos, y a las mujeres
más hermosas de este mundo, de te subjetiva, la ciencia lo confirmó aquellas parejas que sean infértiles de hacerlo en este momento. Porque
esta manera las próximas generacio- hace siglos. podrían tener hijos. incluso el argumento más irrefutable
nes gozarán de la belleza en su es- tiembla de miedo al toparse con la
tado puro. Además tendrían un pelo —Exactamente, y es muy decepcio- —Aquellas personas que quieran te- realidad. Estamos ensuciando nues-
rubio y lacio, con preciosos ojos ce- nante, señor Raúl, que usted se fije en ner un hijo podrían adoptar, señora, tras almas y perdiendo nuestra huma-
lestes, la sonrisa más blanca posible algo tan irrelevante como la belleza allá afuera aún hay niños que por di- nidad. Estamos haciendo de nosotros
y cuerpos dignos de dioses griegos, —agregó la científica. versos motivos son huérfanos y nece- un producto, un comercio, ¿quién
básicamente serían prefectos. Creo sitan un hogar y padres que les brin- sabe si el día de mañana estos clones
La cara del empresario mostraba aún den cariño —agregó Julio—. Además,
que la gente debería dejar de preo- no son comprados por grandes em-
más rabia, comenzó a ponerse un ¿cuántas vidas habría que perder
cuparse y terminar con sus absurdas presas de forma clandestina? ¿El fin
poco roja de tanta furia. De todos mo- para perfeccionar la clonación en hu-
marchas, les aseguro que sus hijos justifica los medios? Porque yo no lo
dos se mantuvo en silencio. manos? ¿Es acaso un precio justo sa-
y nietos lo van a disfrutar —conclu- creo. La clonación humana no debe
yó, mirando fijamente a una cámara. crificar nuestra humanidad a cambio ser implementada en este país, ni en
—En tercer lugar, ¿qué haríamos cuan-
Los demás integrantes se quedaron de experimentar con algo que podría ninguna parte del mundo, seremos es-
do nos pregunten de dónde vienen?
mirándolo atónitos y mudos, hasta ser extremadamente perjudicial para clavos de nuestras elecciones. Le pido
¿O quiénes son? ¿O por qué son todos
que el escritor, con cara de indigna- nuestra raza? a todo aquel que esté escuchando
iguales?
ción, comenzó a hablar. este debate que luche por un mundo
—Yo creo que sí —respondió María
—Les diríamos que son humanos mejor, y no permitan que esta locura
—Señor Raúl, ¿acaso usted está es- mostrándose totalmente segura de lo
creados por la ciencia, que son el fu- siga avanzando —concluyó el escritor
cuchando lo que dice? ¿Qué clase que decía—. La ciencia siempre tuvo
turo y la raza perfecta. Tal vez para con cara de preocupación.
de pensamiento tan primitivo y des- que arriesgarse para poder obtener
que puedan reconocerse mejor po-
cabellado es ese? En primer lugar, la buenos resultados. Estoy a favor de Alfredo Miori siguió haciendo decenas
drían tatuarse el nombre en la frente o
implementación de la clonación hu- la clonación y de que se experimente de preguntas hasta que finalmente la
ponerse un collar como los perros, ¿o
mana haría que perdamos nuestra va- con ella, es hora de que nuestras men- transmisión llegó a su fin.
no, señor intelectual? —dijo Raúl casi
riabilidad genética, todos y cada uno tes se abran a nuevas posibilidades,
riéndose del escritor.
de nosotros seríamos prácticamente aún nos queda mucho por aprender. Durante los próximos 7 días el caos
iguales. —Es antinatural crear y controlar vida en las calles llegó a su punto máximo.
Y de vuelta el silencio apareció, pero La locura consumía a las personas y
de esta manera. Su idea es demencial,
—¿Y qué? —lo interrumpió Raúl. este silencio era muy distinto a los el Estado no decía ni una sola pala-
usted está loco. Espero que la elección
otros, era aterrador. Estaban nervio- bra acerca del tema. Hasta que el 19
del Estado sea la correcta —dijo Julio,
—Que sería muy común confundir a sos, ellos sabían que cada palabra que de marzo, el presidente anunció que
concluyendo su opinión mientras al-
nuestra pareja con un vecino o incluso dijeran iba a influir mucho en la socie- realizaría una transmisión a nivel mun-
gunas lágrimas salían de sus ojos.
con algún familiar. Es muy perturba- dad, pero a la vez sentían un miedo dial para informar el veredicto final, y
dor pensar que usted defienda algo El periodista Alfredo estaba muy ex- profundo acompañado de mucha an- que lo haría esa misma tarde, a las 3
tan monstruoso. pectante sobre lo que iba a opinar la siedad por saber qué les depararía el específicamente.
El Congreso de los Chicos

señorita María Morganti, una científica futuro. En sus mentes pasaban volan-
Raúl se quedó sin palabras con el do miles de ideas y futuros posibles, El joven Alex, luego de haber estado
que había dedicado gran parte de su
ceño fruncido, escuchando cómo el en sus corazones sentían una inquie- corriendo hasta quedarse sin aliento,
vida a estudiar la genética y las posi-
escritor seguía hablando. tante inseguridad y en sus almas, un pudo llegar a su casa y encender la te-
bles mutaciones del cuerpo humano.
mal augurio comenzó a surgir. levisión en el momento justo en el que
—En segundo lugar, ¿usted cree que
—Creo que ahora me toca a mí —dijo el presidente comenzó a hablar.
deberíamos volver a tener los mismos Fue entonces cuando llegó el momen-
María con una gran sonrisa en su
estándares de belleza que los del siglo to de que el escritor Julio Fernández —Hay algo que debo decirles, algo que
cara—. Pues yo no descarto la idea
XX o XXI? ¿Por qué una mujer debe planteara su postura, y de esta mane- ninguno de ustedes podría imaginar,
de que sería muy interesante ver a un
tener senos y glúteos exageradamen- ra el silencio se fuera por un tiempo. ni siquiera el hombre más intelectual
humano clonado. En un futuro evita-
72 te enormes para ser linda? ¿El hombre de este país podría saberlo, solo yo y 73
ríamos todo tipo de enfermedades
necesita tener músculos y un cuerpo —¿Qué estamos haciendo? De verdad, cualquier otro presidente del mundo.
congénitas ya que solo se clonarían
esbelto para ser considerado un hom- quisiera que alguien me lo respondie- Siento la necesidad de que alguien
personas saludables, además todas
bre atractivo? La belleza es totalmen- ra, pero la realidad es que nadie pue- sepa esto, porque me está volviendo
loco conservar un secreto tan grande.
¿Recuerdan ustedes algún evento im-
portante del siglo XXII? Pues su res-
puesta es no, estoy seguro. Podemos
leer mucho de esa época en los sitios
web de historia nacional, vemos algu-
nas fotos e imágenes, incluso existen
algunos videos informativos, pero a
ese siglo no se le da mucha importan-
cia, es casi como si no hubiera existi-
do, ¿es raro, no? Ya que en este siglo
fue el auge de la tecnología avanza-
da que tenemos al día de hoy. Fue en
ese siglo donde la clonación humana
comenzó a utilizarse. El Estado fue
creando clones y conservándolos en
un laboratorio secreto. Generación
por generación el número de clones
fue aumentando y a finales de ese si-
glo se rebelaron contra la humanidad,
nadie en el mundo pudo detenerlos
porque se camuflaban perfectamente
entre las personas normales. El hu-
mano se extinguió hace siglos, y cada
uno de nosotros somos clones, vesti-
gios de la humanidad.

El silencio volvió, Alex se quedó ca-


llado. María Morganti, Raúl Pérez,
Julio Fernández y Alfredo Miori
quedaron mudos. El pueblo argen-
tino se quedó sin palabras. El mun-
do se paralizó en un silencio eterno.
El Congreso de los Chicos

74 75
Elena
Elena vivía con sus padres en un nano A Elena todo el mundo externo le re-
departamento de la zona Omega 27 sultaría normal, debido a que la má-
Delta 32 de la ciudad de Cipolletti. quina había generado en ella miles de

contra el
recuerdos familiares.
Era un domingo primero de marzo del
año 2532 y sus padres, Rodrigo y Na- El método Aptron había sido diseña-
talia Alcázar, debían despertarla ya de do de tal manera que no solo ayuda-

Sistema
su estado cibernético virtual para que, ba a los padres en la crianza, sino que
por primera vez en su vida, lograra in- además les brindaba a los niños un
corporarse al mundo real. conocimiento total y una seguridad

Aptron
física absoluta. Todas las experiencias
Ocurría que, por aquel entonces, los traumáticas que los niños experimen-
niños y niñas eran introducidos en taban durante ese plazo de quince
una máquina que les proporcionaba años no existían físicamente, pero sí
una experiencia de ocho dimensiones les brindaban la experiencia necesa-
hasta que cumplían los quince años ria para comprender los riesgos a los
Catalina Elena Peña de edad. Hasta ese entonces, todo
su mundo era una realidad virtual en
que pronto se enfrentarían. Aptron
era una evolución de la educación y
la cual eran educados, alimentados y la crianza humana que se había ido
ejercitados bajo las normas Aptron, perfeccionando, basado inicialmente
14 años que provenían de la sabiduría cuánti- en técnicas pedagógicas y biológi-
General Fernández Oro, Río Negro ca absoluta. cas extraídas de grandes pensadores.
Luego, la cyber inteligencia había ge-
Las normas físicas e intelectuales Ap-
nerado grandes cambios que alejaron
tron eran una evolución forjada por el
más y más a los niños de su naturaleza
pensamiento mega que les daba a los
humana hasta convertirlos en perso-
niños un conocimiento absoluto, to-
nas muy parecidas a un simple pro-
mado de la fuente web e introducido
ducto masivo.
en sus recuerdos vía Bluetooth. A la
vez, en dichas máquinas, los niños y Elena no percibió su despertar a la
niñas tenían la posibilidad de formar- vida real, ya que, para ella, ese día era
se físicamente de manera perfecta, ya uno más entre los muchos que tenía
que les proporcionaba una nutrición y en su recuerdo. Para sus padres sí fue
una rutina de movimientos personali- un día especial y por ello la llevaron a
zadas y exactas para cada uno. conocer el mundo real, que ella cono-
cía perfectamente desde sus recuer-
El momento del despertar era muy
dos virtuales. Su madre estaba histé-
traumático para sus padres, ya que
rica. Se adelantaba a cada paso que
ellos no habían podido ver a Elena,
daba su hija con el fin de protegerla y
desde que la introdujeron en la má-
ayudarla, mientras que su padre, que
quina Aptron, a los dos días de nacer.
estaba mucho más relajado, observa- que tenían problemas motivacionales tremendamente drástica. No existía la inmediatamente la puerta de acero
ba a su pequeña Elena. Él estaba muy eran reintroducidos a las diversas má- cantidad de cabinas necesarias para indestructible en una galleta de oblea
orgulloso de lo que había logrado. quinas Aptron, las cuales “mejoraban” reeducar a tantas personas, y mucho con dulce leche. Algunos de ellos en-
esos problemas borrando de estas menos la voluntad de estas para ser traron sigilosamente para aniquilar a
Un día, decidieron ir a festejar a un personas sus sueños y nostalgias. reeducadas por un sistema en el cual Elena, mientras que otros, dominados
restaurante. Luego de llegar, mientras pocos confiaban. Por ello, el pensa- por el hambre, comenzaron a comer-
pedían la comida, una persona de una Fue por esto que a Elena la reintro- miento Aptron creó biotecnólogos se la puerta. La cosa produjo tantos
mesa cercana a la de ellos comenzó a dujeron en la máquina Aptron para con conocimientos erróneos que, en crujidos que alertaron a Elena, quien
atragantarse con algo de su comida, poder corregir su psiquis. Sin embar- poco tiempo, crearían nano alimen- alcanzó a escapar, vía Instagram. Ele-
por suerte había un médico que pudo go, su talento era tan fuerte que, en tos capaces de envenenar a todas las na decidió no regresar a Cipolletti, y
asistirlo en el momento. Luego de ese lugar de dejar que el sistema Aptron personas que tuviesen una educación quedó oculta en una zona marginada,
episodio, Elena empezó a interesarse modificase sus pensamientos, logró defectuosa. llamada Cerro Azul.
por ayudar a las personas (médica- que el sistema incorporase en su red
mente hablando). la frustración que ella sentía. Eso pro- Las cartas estaban echadas: millones La guerra estaba desatada. Elena jun-
vocó que su realidad se introdujera en pensaban cómo aniquilar a un sistema tó a sus tropas subversivas, las cuales
La máquina Aptron tenía una particu- el pensamiento de millones de niños, que, a la vez, creaba la forma de ani- comenzaron a destruir la red Aptron
laridad. Estaba diseñada para reco- y, sin que nadie lo notara, el mismísi- quilar a esos millones de personas. desde ondas que la bloqueaban de
nocer los talentos naturales de cada mo sistema comenzó a crear personas manera manual y telepática. Este era
niño, y así brindarles mejor formación que comprenderían tarde o temprano Elena encabezó un movimiento que un método antiguo y básico, pero los
reforzando sus virtudes. A decir ver- que ese modo de enseñanza debía ser inducía a los padres a criar a sus hi- integrantes del método Aptron jamás
dad, esto había sido así en un inicio finalizado. jos de manera natural, pero muchos contemplaron la posibilidad de un
pero, desde hacía ya varias generacio- de ellos no lo hacían porque, para ese ataque tan básico. Los biotecnólogos
nes, la máquina Aptron borraba los ta- Elena salió de dicha máquina sin ser tiempo, ya no les parecía factible a las comenzaron crear los nano alimentos
lentos naturales de las personas y las corregida en lo más mínimo, pero personas perder parte de sus vidas asesinos, y las muertes comenzaron
educaba dependiendo de la demanda comprendió perfectamente qué ocu- criando a sus hijos del modo natural. a ocurrir, en el sudeste asiático, en
laboral que debían satisfacer. La ma- rría, y fingió un falso bienestar para Poco tardaron los promotores Aptron Groenlandia, y en la República de Su-
yoría de la gente desconocía esta si- poder continuar con su vida sin vol- en descubrir el movimiento que Elena rinam. Los medios de comunicación
tuación y seguía confiando sus hijos al ver a la perversa máquina. Los años había iniciado y, entonces, mandaron adjudicaban estas muertes masivas a
sistema Aptron, ignorando las conse- continuaron pasando en la vida de a un grupo de creadores de paz a ani- una pandemia de sabiduría extrema
cuencias que provocaría. Cada vez era Elena, mientras los millones de niños quilarla. que producía el colapso mental de
mayor el porcentaje de personas que que el sistema Aptron había creado quienes intentaban doblegar al siste-
no sentían plenitud en sus vidas, pero de manera errática comenzaron a Era una noche sin luna, y un corte
ma. Esto no solo provocaba la muerte
nadie llegó a imaginar que la verdade- salir de sus educadoras virtuales y a del suministro eléctrico dominó a Ci-
de millones, sino también el miedo en
ra razón de esto se debía a la perversa insertarse en sus vidas reales. Arqui- polletti. Viejos historiadores reían,
otros miles. Cuándo no, los medios de
manipulación que habían sufrido du- tectos que soñaban con dirigir a sus comparando dicho momento con
comunicación, alterando realidades.
El Congreso de los Chicos

rante su educación cibernética. pueblos. Maestros que miraban con una lejana historia del pueblo cuan-
envidia a los médicos, y pilotos de do, por los años 2000, una empresa Es verdad que todo estuvo a punto
Cuando Elena vivió ese episodio, algo avión que temían a las alturas eran nefasta llamada Edersa había dejado de colapsar, pero cuando todo pare-
en su interior la apasionó al respecto. cada vez más comunes, hasta que un a la antigua ciudad sin electricidad cía encaminarse a un desenlace sin
Sin embargo, ella había sido educada día comenzaron a juntarse y a orga- debido a una malísima red, a la cual retorno, Catalina se despertó con su
para lograr enfocarse en lo relacio- nizarse para hablar entre ellos de sus nunca le daban el mantenimiento ne- alarma. Ya eran las ocho y cuarto de
nado a las matemáticas. Pocos años frustraciones. Mientras esto ocurría, el cesario. Los creadores de paz aprove- la mañana y, como ocurría gran parte
bastaron para que Elena comenzara a sistema Aptron continuaba creando charon la oscuridad para entrar en el de la semana, se había quedado dor-
frustrase en su trabajo, hasta que una perversamente nuevos niños. nano complejo en el que vivía Elena, mida, y al despertar se decepcionó
mañana una gran depresión la hizo y sin que nadie los viera, colapsaron un poco. Era el año 2019 y todo había
78 abandonar la rutina con la cual había Hasta que llegó el día en que detectó la puerta magnética que resguardaba 79
sido solo un sueño.
sido educada. En esos tiempos ya no su falla. Pero esta tenía una dimensión el complejo, inmovilizando a los re-
existían terapeutas y todos aquellos tan grande que requería una solución ceptores cuarks, que transformaron
Lo lamento,
—¿Cómo se encuentra, señor Álvarez? —No, no recuerdo nada, ¿cómo es
esto posible?
Sentí el frío tacto del suelo en mi meji-
lla, comencé a despertar. Tenía la vis- —Concéntrese, cierre los ojos y con-

señor Álvarez ta nublada, apenas si podía distinguir


unos ojos eléctricos que me obser-
vaban; con ayuda de la pared me fui
incorporando sobre mis piernas entu-
teste, solo así podrá irse.

Comencé a asustarme, la voz de la


mujer ya no era tranquila sino amena-
zadora; algo me decía que debía salir
Consuelo Ongay
mecidas.
de allí como sea, que no era seguro.
—Veo que no muy bien, tome asiento, Cerré los ojos.
por favor.
—Me recuerdo corriendo… estaba
14 años Me desplomé en una única silla frente apurado, nervioso…
Godoy Cruz, Mendoza a la mujer que me hablaba e intenté
calmar mi respiración —¿Hacia dónde?

—¿Quién es? ¿Dónde estoy? —No lo sé, de verdad, no puedo recor-


darlo, pero… escapaba, sí, alguien me
—M-644, de psicología humana, un estaba persiguiendo.
gusto.
—¿Estaba solo o a su lado iba otra
Me tendió la mano, era muy bella, con persona?
largo cabello negro y tez blanca.
—Solo, iba solo...
—Se encuentra en el hospital psiquiá-
trico de Mendoza, deberá responder Cada pregunta llevaba a un recuerdo
algunas preguntas. más extraño y aterrador, un impulso
inconsciente me estaba advirtiendo el
—¿Hay algún problema? peligro.

—Eso, señor Álvarez, nos lo respon- —¿Sabe si habló con alguien o se co-
derá usted. Necesito que me relate el municó de alguna manera con otros
transcurso de su día, desde el comien- humanos?
zo. Y no evite ningún detalle.
—¿Podría decime a qué se deben es-
—Pues… tas preguntas?

Fragmentos borrosos de las últimas —Usted tuvo un accidente hoy, quere-


veinticuatro horas aparecieron en mi mos comprobar que sea estable su sa-
cabeza, tan rápido que solo lograban lud mental. Si es capaz de mantenerse
confundirme. concentrado y responder mi pregun-
ta, pues entonces lo dejaré tranquilo.
Mi sudor se detuvo y pude calmarme, —Yo no he venido, no sé qué es este El niño me guio hacia su casa, allí me Me desperté exaltado aún al lado del
era simple paranoia, no corría ningún lugar ni cómo llegué, solo sé que ne- recibió una mujer de mediana edad, fuego, me levanté de mi silla; mi ros-
riesgo, solo debía responder y volve- cesito volver a mi hogar ¿Cómo pue- me colocó una silla junto al fuego y tro se había teñido de un rojo intenso,
ría a casa. do llegar a…? pude sentir cómo mis extremidades estaba temblando.
volvían a funcionar. Mis párpados pe-
—Con nadie, estoy seguro. El niño me interrumpió con una car- saban, poco a poco me quedé dormi- —¿Qué te ocurre?
cajada. do.
En ese momento M-644 se paró de La madre del niño se acercó a mí.
su silla y su expresión calma se borró —No puedes entrar a la ciudad si eres Estaba corriendo, gotas de sudor
de su rostro, levantó la mano y le hizo de las montañas, mira allá. —Me han borrado la memoria, acabo
caían por mi frente, corría sin un des-
una seña a alguien detrás de mí, sentí de recordarlo, sabía mucho y decidie-
tino, solo quería ocultarme. Detrás de
un fuerte golpe en la nuca y mientras A lo lejos se alzaba una enorme es- ron alejarme. Necesito saber qué era
mí resonaban en la oscuridad unos pa-
mis ojos se cerraban, las palabras “lo tructura redonda de metal, era tan tan importante, qué esconden.
sos metálicos; sin dudas un androide
lamento, señor Álvarez” hicieron tem- grande que me era difícil encontrar su
me pisaba los talones, seguí corrien- —Puedo hacer que vuelvas, si lo de-
blar mi cuerpo. comienzo y final. Las paredes impe-
do, mis pulmones estaban a punto de seas.
netrables se perdían en el cielo azul
estallar, de repente alguien me tomó
Desperté tras una sacudida. Frente y, aunque estaba muy alejada, era tan
de atrás, me llevaron a un hospital. Yo —Es lo que necesito, por favor.
a mí, un niño intentaba levantarme, imponente que me hizo caer al suelo.
no dejaba de luchar, luego estaba en
tomé su mano y me puse de pie. Está- La mujer se dirigió fuera de la casa y
—¿Qué es eso? esa habitación, la mujer de tez blanca
bamos en una montaña, el aire helado me hizo una seña para que la siguie-
frente a mí.
golpeaba mi rostro y el brillo del sol ra, caminamos hacia algo que parecía
—Ahí vives, toda la población huma-
me enceguecía. Estaba muy asustado, —¿Cómo se encuentra, señor Álvarez? ser una fábrica, era la única estructura
na-androide está dentro, separada de
miré al niño, aparentaba tener unos 11 hecha de metal. Me acerqué a la ven-
las afueras y de nosotros.
años y era muy delgado. A pesar del La miré con odio mientras me habla- tana, había muchas personas adentro,
frío, vestía únicamente unos pantalo- Estaba atónito, muchas preguntas ba, estaba tan aterrado como furioso. trabajaban.
nes cortos. Su cuerpo estaba cubierto azotaban mi cabeza. Me crie viendo
de tierra y no pude evitar notar que —Le repito, ¿cómo se encuentra? —Son androides, trabajan para el go-
esas paredes alzándose sobre mi ca-
sus ojos reflejaban ansiedad. beza, y nunca existió en mis pensa- bierno de la ciudad. Una vez al año
—No finjan conmigo, sé toda la ver-
mientos la posibilidad de que había vienen y todos los de las montañas
—Tengo que llevarte a casa, tuviste dad, vienen a borrarme la memoria,
algo más que ello. abandonamos el lugar, nos vamos a
una fuerte caída. ¿No eres de aquí, no quieren que el mundo sepa lo que
la ciudad, esos androides nos ayudan
cierto? han hecho, y no puedo permitirlo.
—Ahora de verdad, sígueme, puedes con nuestra “preparación” para el cru-
entrar a mi casa y calentarte; luego, —Tiene razón, le borraremos la memo- ce.
El niño me inspeccionó de cerca, pa-
tal vez puedas aclarar alguna de tus ria y ruegue usted que funcione. No
recía realmente interesado en mi apa- —No entiendo, tu hijo me dijo que no
dudas con mi madre. podemos dejar cabos sueltos, si no
riencia. había forma de entrar a la ciudad.
El Congreso de los Chicos

olvida completamente y es necesario,


Seguí al pequeño montaña abajo, ca-
—No, nunca había visto este lugar, ¿en lo eliminaremos. —No en forma humana, pues más bien
minamos a paso firme durante una
dónde nos encontramos? a la ciudad llegamos… diferentes.
hora, y me llevó a un espacio angosto, —Tengo preguntas, necesito entender…
El desconcierto me aterraba, lo ocu- era un tipo de pasillo entre dos mon-
En ese momento un zumbido comen-
rrido en las últimas horas había sido tañas, serpenteamos a través de la —Si me permite darle mi opinión, es
zó a sonar en mi cabeza, era intolera-
tan rápido e inesperado que aún no nieve, y cuando pensé que no podría su sed de respuestas lo que lo ha me-
ble, tapé mis oídos con las dos manos,
lograba darme un tiempo para enten- más de agotamiento, nos detuvimos. tido en esto, yo que usted, solo lo ol-
pero no cesaba. Se hacía más fuerte,
der. Estábamos en un pueblo, sus casas vidaría.
comencé a gritar, hasta que de repen-
eran pequeñas, la mayoría destruidas
Me apuntó con su dedo, y una luz te, mis ojos se cerraron.
84 —La cordillera de los Andes, claro, ¿si o abandonadas. Todo el pueblo esta- 85
no dónde? Tú vienes de la ciudad, ¡es ba rodeado por roca y montaña, esta- blanca salió de él, mi cabeza se en-
Estaba en un callejón, enfrente de mí
más que evidente! ¿Qué te hizo venir ba totalmente aislado. volvió en un fuerte zumbido y caí al
había un androide, parecía no tener
aquí? suelo.
mucho más que catorce años, estaba ron de ser humanos para convertirse Abrí los ojos, la mujer aún estaba a mi
muy agitado, yo intentaba ayudarlo. en androides que no necesitan ningún lado.
tipo de recurso para sobrevivir. Per-
—Escucha —me susurró—, ya vienen dieron las necesidades básicas del ser —¡Debemos irnos! ¡Los convertirán en
a matarme, no tengo mucho tiempo, humano, y así, con un 80% menos de máquinas!
necesito que alguien mantenga viva la personas, la tierra se fue recuperando.
verdad hasta que sea el momento de Ella no se movió.
revelarla… Elegir quién sería el representante no
—Ya lo sabemos, es nuestra oportuni-
era tarea fácil, las familias entraban
—No entiendo, ¿qué te ocurre?, llamo dad de dejar este infierno e irnos a la
en conflicto entre sí, padres e hijos
a alguie… ciudad.
luchaban, hubo asesinatos, traicio-
nes, todos querían ser el último de su —¡La ciudad es el infierno, es todo una
—No, primero me corresponde decir-
apellido en pie, la ley los había vuelto mentira, debemos salvar a estas per-
te que lo siento, la información que
salvajes. Al transcurrir ese año se creó sonas!
te daré podría afectar tu vida, nunca
la nueva ciudad, se creó una estruc-
fue mi intención poner este peso en
tura para proteger a los androides y —No puedes salvar a alguien que no
hombros de otro, pero no veo opción.
humanos de cualquier posible ataque quiere ser salvado, lo lamento, no to-
Hace 200 años, en el 2.219, se dio el
o imprevisto, y todo marchó bien, dos pudimos crecer en la ciudad, no
acontecimiento más importante en la
pero después de un tiempo la gente intentes quitarnos esto.
historia de la humanidad, el mundo
comenzó a rebelarse, sus familiares ya
se había sobrepoblado, ya no había La miré con asco, no podía creer lo
no eran los mismos, ahora los androi-
agua, tampoco animales, los bosques que escuchaba, corrí entre la multitud
des no podían sentir ni razonar por sí
estaban desiertos y la gente moría. Se de gente que hacía fila para entrar a la
solos, tampoco podían recordar nada
desataron muchas guerras, cada país fábrica y comencé desesperadamen-
de su pasado; muchos humanos se
luchaba por sobrevivir, y no importa- te a decirles que se fueran, pero nadie
quitaban la vida, y otros levantaban
ba a cuántas comunidades tuvieran parecía escucharme, se estaba come-
oposiciones al gobierno. El androide
que destruir si les daba más tiempo tiendo una injusticia. La furia brotó de
que los dirigía decidió que lo mejor
y recursos, hasta que llegaron a un mí como una bestia que había espera-
sería borrarles la memoria a todos, así
acuerdo. Todos los líderes del mun- do todo ese tiempo para salir, me aba-
no recordarían a sus familias y podrían
do se reunieron ese día, desespera- lancé sobre un androide y comencé a
vivir sus vidas sin traumas ni rencores.
dos por hacer algo, recurrieron a una gritarle, a dañarlo. En ese momento
Así se hizo, y han vivido en una burbu-
fuerza mayor, la inteligencia artificial. todas las miradas se posaron en mí,
ja de mentiras creada por una mente
Crearon un androide que los dirigiera, algunas reflejaban lástima; otras, de-
macabra durante todo este tiempo,
tenían la esperanza de que les daría sagrado, y mientras esos asquerosos
durante muchas generaciones.
la solución a sus problemas, pero ol- androides me ataban a la cinta trans-
El Congreso de los Chicos

vidaron que los androides no conocen —¿Qué dices? ¿Por qué me dices esto? portadora solo pude pensar que no
la piedad. A pedido suyo, se estable- quería luchar más, ante el filo del bis-
ció una ley, al final de ese año, cada —Una falla en mi transformación logró turí cerré mis ojos, y ante las palabras
familia debía elegir un representante que al menos una parte humana perma- “lo lamento, señor Álvarez” esperé
por su apellido para mantener pura la neciera en mí, por eso te convierto a ti nunca más volver a abrirlos.
raza humana y que los represente; los en el responsable de que esto se sepa,
demás serían enviados a algún lugar ya que no es posible que lo haga yo.
aislado en las montañas. A ellos no los
mataron, los transformaron, cada uno En ese momento se escuchó una pa-
de los humanos no elegidos fueron y trulla, me miró nervioso y me susurró
86 aún son sometidos a una modifica- al oído, 87
ción en su interior, sus órganos fueron
—Corre.
reemplazados por dispositivos, deja-
LO CORRECTO
—¿Entonces tu respuesta es no? do hacia el Centro Educativo N° 1, el
último al que debían asistir antes de
—Exacto. graduarse, puesto que ya tenían die-

ES LO CORRECTO
cinueve años y habían asistido a los
—Pero, ¿por qué? Destruimos fácil-
cuatro centros anteriores, dos años
mente todo un planeta antes.
en cada uno, justo como se suponía
—No lo vamos a arruinar. Les llevó si- debían hacerlo, este sería su último
glos construirlo, o acaso piensas que año. Mientras tanto, la Correspondien-
Cecilia Abigail Farías esto surgió de la nada. Es increíble
todo lo que uno puede hacer por un
te Base Educativa (C.B.E.), ubicada en
el corazón del país, los esperaba para
poco más de vida. No va a ser destrui- nutrirlos de “indispensable informa-
do, a menos que quieran destruirlo… ción” durante trescientos sesenta y
16 años cinco días.
Bandera, Santiago del Estero —Solo digo que no podemos hacer
esto eternamente. “GRACIAS POR ELEGIR NUESTRO
SERVICIO”, fue lo que emitió el trans-
—No irás a la escuela por siempre, portador antes de apartarse y dirigir-
pronto te graduarás. se a una de las muchas estaciones de
transporte de la ciudad. En un mundo
—Sabes lo que digo, un día alguien se donde las estructuras se mantienen
hartará de esto y… en lo alto, estaban diseñados para
—¡Adivino!, y ese alguien ¡vas a ser eso, transportar personas de un lado
vos! No es que no crea que no puedas a otro, de una superficie flotante a
arruinar todo un sistema construido otra, pues era todo lo que realmente
en conjunto por las mentes más bri- se necesitaba.
llantes del mundo para evitar la extin- El dúo de compañeros se dirigió a su
ción de la raza humana. Pero… respectiva celda recreativa, listos para
—¿Sabes qué?, no importa. recibir su primera lección del día, dos
largas horas de Regulación Ambiental.
El esférico transporte aéreo llegó a la Al entrar en la sala de paredes blan-
dirección anunciada en el micrófono, cas libres de cualquier imperfección,
posicionado en la puerta corrediza el tutor ya se encontraba presente al
hecha del mismo material que el resto igual que algunos de los demás cur-
del vehículo, mientras que la peque- santes. Se ubicaron uno a la par del
ña lámpara colocada en la parte su- otro como siempre lo hacían; pocos
perior de este se encendía, emitiendo minutos después, cuando ya todos los
un sonido demasiado irritante para el asientos estuvieron ocupados, la clase
par de amigos, que ya se encontraba comenzó. El profesor habló sin parar
bajando del transportador y caminan- durante casi dos horas completas, uti-
lizando palabras al parecer comunes Básica Argentina (C.E.B.A.), absoluta- la posibilidad de encontrarse con al- rante mi descanso. Inmediatamente
en su vocabulario diario, pero cuyos mente todas las personas recibían en guno de ellos en las vías de transición llamó mi atención, así que decidí to-
estudiantes jamás las habían pronun- ellas sus primeros conocimientos del o en alguna parte del lado oeste, don- marlo. Era un libro demasiado extenso
ciado, y la expresión en sus rostros sistema mundial y de las personas que de era más común verlos recorrer la para estar en la sección de poesía, se
demostraba no haberlas oído antes. lo integraban, y para eso cada país del sección de libros o hacer su pedido en veía antiguo y su aspecto demostraba
mundo tenía la suya. algún local de la zona, ya que algunas que no había sido abierto en mucho
Un par de minutos antes de que la cafeterías ofrecían literatura solo para tiempo. Comencé a pasar las páginas
familiar voz que anunciaba el térmi- “LO CORRECTO NO ES IDEALIZAR ellos. una a una, observándolas detenida-
no de la clase se hiciera presente en O TRATAR DE CAMBIARLO, LO CO- mente. No era un libro de poesía.
la habitación, el tutor preguntó acer- RRECTO ES LO CORRECTO”, las per- El profesor que daba la clase de Regu-
ca del interrogante surgido durante sonas parecían comprenderlo per- lación Ambiental salía por las puertas Todos sabemos sobre el problema sur-
su último encuentro: “¿podríamos los fectamente, teniendo en cuenta que del centro con prisa, sosteniendo en gido durante la creación del sistema,
humanos destruir este nuevo mundo se les enseñaba cuando niños. Pero su mano derecha un libro al parecer dos grupos en conflicto con diferentes
también?”. Los jóvenes y el mayor de- al crecer parecía no importarles el demasiado antiguo y de hojas ama- opiniones acerca de cómo debíamos
batieron durante quince minutos; el hecho de que aceptarlo sería no te- rillentas. Caminó unos cien metros y organizarnos y de cómo se regiría
salón se dividía entre quienes afirma- ner opción, aun así, no opusieron re- subió a unos de los transportadores nuestra vida una vez todo termina-
ban que la respuesta a esa pregunta sistencia, no lo hicieron durante casi que allí permanecían, pronunció la di- do. Sabemos también que un grupo
definitivamente era un “sí”, mientras dos siglos, así que tampoco lo harían rección en el micrófono y el vehículo logró imponer sus ideales y aún hoy
que la otra mitad declaraba desbor- ahora, después de todo eso era lo co- emprendió vuelo. Minutos después se se respetan esas imposiciones. Pero
dando confianza y ofreciendo sólidos rrecto. Lo que debían hacer o incluso detuvo justo en frente de su vivienda, ninguno de nosotros sabe las ideas
argumentos: “nada de eso es posible pensar era lo que decía cada mensaje bajó y se dispuso a ingresar, mientras que mantenían los otros y tampoco
si respetas el reglamento”, y en defini- leído y escuchado en los monitores y el vehículo pronunciaba las cordiales porqué no fueron aceptadas. Bueno,
tiva, nada de eso era posible si respe- micrófonos, pues al final de cada uno palabras de agradecimiento y se ale- evidentemente alguien lo sabía.
tabas el reglamento, cada punto en él de ellos se escuchaba: “eso es lo co- jaba.
evitaba cualquier posible desperfecto rrecto”, y no querían ser vistos como Es un poco complicado de explicar.
en el sistema. Aun así, el profesor no sujetos incorrectos. Una vez dentro, fue hacia la cocina Al parecer, nuestro sistema no fue
le otorgó la razón a nadie, ese era uno por una fruta. Manzana, su favorita. siempre como hoy lo conocemos. No
de los puntos principales, fundamen- Las clases transcurrieron como nor- Tomó asiento en una de las cuatro si- existían centros a los cuales asistir, no
tales para mantener la paz y evitar los malmente lo hacían, adultos explican- llas de la circular mesa y dejó el libro existía una Central de Educación Bási-
conflictos entre los habitantes. Uno do y jóvenes escuchando y tratando sobre ella, encendió el televisor y se ca que les designara a las personas la
de los estudiantes preguntó al tutor de comprender cada palabra que salía dispuso a comerla mientras buscaba tarea a la que se dedicarían el resto de
qué opinaba al respecto y este dijo, de sus bocas, conscientes de que ne- algo interesante para ver en el apara- sus vidas. Los jóvenes tenían la posibi-
expresándose con las manos y dejan- cesitaban procesarlo y saberlo todo, to, pero no halló más que comerciales lidad de elegir entre un enorme núme-
do notar un ligero toque de satisfac- aunque solo se les asignaría una tarea de productos que realmente nadie ne- ro de opciones, suena algo imposible
ción en su voz: al salir de la C.E.B.A., y esa sería la que cesitaba. pero existió.
El Congreso de los Chicos

mejor habían desempeñado dentro.


—Lo correcto no es idealizar o tratar Cumplir su parte como el resto de las Después de haber comido, y encon- “Lo correcto no es idealizar o tratar de
de cambiarlo… personas era simple, pero esa simple- trándose ya un poco menos aturdido, cambiarlo, lo correcto es lo correcto”,
za era realmente necesaria para man- se levantó y se dirigió a su escritorio, el conflicto surgió por esa oración.
—Lo correcto es lo correcto —acota- tener el complejo sistema del siglo XXV. llevando el libro consigo. Se ubicó Había quienes querían seguir mante-
ron los demás. donde siempre y posó su vista en el niendo el viejo sistema y conservar la
Las ocho horas diarias que pasaban reloj, aún tenía algo de tiempo. Tomó vieja línea, pero sus opositores tenían
Indudablemente conocían esa frase, en el centro se cumplieron, la voz se una hoja y un lápiz rojo, el único lápiz buenos argumentos. El poder elegir y
todo el mundo la conocía, pues era dejó oír a través de los parlantes y la con punta, y comenzó a escribir: ser responsables no era tan sencillo,
algo aprendido durante los primeros jornada educativa llegó a su fin. Los eso generaba cierto temor y más de la
92 cuatro años de vida, cuatro años que aprendices eran libres de sus maes- No estoy seguro de cómo empezar mitad de la población mundial no po- 93
pasaban lejos de sus progenitores, tros, no completamente, pues se vol- esto. Hace unas semanas encontré un día con eso. A alguien muy brillante se
dentro de la Central de Educación verían a ver al día siguiente y estaba libro en la biblioteca del centro du- le ocurrió esa frase, añadiendo al final
“lo correcto es lo correcto”, y aseguró quierda del más alto de ellos, el libro
que de esa forma nadie tendría miedo, que por semanas había mantenido
la ansiedad en los jóvenes no se desa- cerca suyo, tratando de ocultarlo.
rrollaría y todos serían felices. Desde
ese momento todos hacemos lo que Los hombres se acercaron y le pidie-
es correcto, y al parecer todos somos ron que los acompañe. El maestro, sin
felices. ninguna otra opción, aceptó. Subieron
al transportador que los esperaba y se
Pero si me dieran la posibilidad de alejaron.
idealizar y tratar de cambiarlo, elijo el
viejo sistema. Creo que la ansiedad y Después de haber intercambiado
la tristeza solo son formas de expresar apuntes escolares y de haber comido
preocupación. algo en la cafetería ubicada enfrente
del centro, justo como lo hacían cada
Estoy conforme con lo que estoy ha- tarde, el par de amigos se encontraba
ciendo, creo que al saber esto tienen en el esférico vehículo de regreso a
más posibilidades de ser felices, justo sus hogares. Sus respectivas casas es-
como lo plantearon en la primera cla- taban ubicadas una a la par de la otra,
se del año. No sé si estaré para elogiar eso explicaba por qué eran amigos
lo que lograrán al final del día como desde pequeños. Pero al llegar a sus
siempre lo he hecho, así que por fa- hogares notaron que había un paque-
vor sean cuidadosos, y como decía la te en la puerta del castaño, quien ca-
vieja línea, “donde quiera que estés, minó hacia él con su acompañante de
el mundo será comprensivo”. Quizás cada día. Una vez dentro y protegidos
este sistema no sea comprensivo, del frío invernal, se ubicaron en la sala
pero a diferencia del resto del mundo, uno a la par del otro. El castaño, ma-
mis aprendices no lo miran con dolor. yor que su amigo por dos días, abrió
la pequeña caja azul, tomó la nota es-
El profesor dejó el lápiz sobre el escri- crita en lápiz y comenzó a leerla.
torio, y procedió a buscar algo en la
habitación, tomó una pequeña caja de Nada llamaba su atención, pues nada
color azul en la que se enviaban obje- parecía comprender, hasta que luego
tos de poco peso y en ella depositó de unos párrafos reparó en una frase
la despedida que con tanto cuidado que había escuchado repetir unas ho-
había escrito. ras antes: “Lo correcto no es idealizar
El Congreso de los Chicos

o tratar de cambiarlo, lo correcto es lo


Salió de su casa llevando la caja correcto”.
consigo, se dirigió a una central de
transporte y dejó su paquete en el
transportador, pronunció la dirección
y este se alejó. Y sin más que hacer
comenzó a caminar de regreso a su
vivienda. Pero al estar a pocos metros
de ella, pudo divisar a dos de los trein-
ta funcionarios de seguridad de la ciu-
94 dad. Se le había acabado el tiempo. Al 95
acercarse pudo notar en la mano iz-
Robot
Una vez finalizada la charla con mi Faltaba sólo un minuto para que las
hermana sobre lo linda que crecía la campanas de la catedral coronaran la
huerta de casa, cerré las puertas del noche con sus doce golpes, cuando

que siente es
balcón y bajé hasta la cocina con la la puerta principal comenzó a abrirse
velocidad que demandaba mi madre. lentamente dejando ver a ese hombre
Nos mandó a buscar los elementos tan esperado mientras abría los bra-
necesarios para comenzar la cosecha zos para el encuentro con nosotros. 

cosa rara y así renovar nuestro almacén de fru-


tas y verduras.

Fuimos muy ruidosos. Entonamos


Pero no llegó solo… A su lado había
un robot apenas más alto que yo, con
brazos que llegaban al suelo y largos
canciones, hablamos sobre lo ocurri- dedos. 
Anahí Franco do durante el día y lo visto en las no-
ticias, contamos los días que faltaban —Su nombre es Agro 857. Es un ami-
para que iniciaran las clases y demás. guito que, de golpe, no quiso trabajar,
Huerto es sinónimo de unión en esta así que lo traje para que se anime y
15 años familia. Porque, al fin y al cabo, ¡quién, ver si podemos solucionarlo —dijo mi
Ciudad de Córdoba, Córdoba en pleno siglo XXV, cultiva su propia padre.
comida y la prepara con sus manos
—¿Cómo es posible que se niegue a
cuando hay tantas alternativas para
trabajar cuando recibe órdenes de fá-
no hacerlo! Podríamos encargar a un
brica? —pregunté.
drone para que nos traiga la ración del
día, pero aquí nos gusta hacer las co- Entonces, el robot levantó la vista,
sas por nuestra cuenta y trabajar para como clavándomela, y me dijo:
ver una colorida plantación antes del
invierno.   —Cualquiera de nosotros puede es-
tar programado para algo que no nos
Sin embargo, hoy no trabajaremos agrade. Yo me niego a hacer siempre
hasta tarde. Mi papá llegará a casa lo mismo y aburrirme viendo trabajar
después de una larga jornada de tra- a los gigantes que dominan el campo
bajo en los maizales. A él le gusta ver y no hablan más que para contar los
que nos involucremos con la naturale- granos de maíz que plantan o extraen.
za como él lo hace, supervisando que
los robots trabajen como es debido Y, aunque su voz no tiene irregularida-
en los campos y juzgando la calidad des por ser robot, casi pude percibir
de la materia prima. su enojo cuando lo dijo.
Los siguientes días se resumen en mi Al llegar a la fábrica, nos recibió un miento sobre ellos. Tarde o temprano El tiempo pasó despacio, pero no se
padre y yo investigando al robot; el hombre de aspecto simpático. Nos se contagian de los humanos y termi- notó cuando llegó el día de la despe-
robot negándose a seguir nuestras hizo pasar a una sala donde un es- nan sintiéndose como tales. dida. Vendrían dos meses de trabajo
órdenes.  cáner evaluó a Agro para encontrar para Agro y mi padre.
anomalías. No halló nada. Entonces, ¡Pobre Agro! Debió estar tan solo en
Resolvimos que la única manera de le revisaron el “cerebro” a través de aquel maizal… No merece que le qui- —Cuídense los dos —me despedí.
arreglar el problema sería enviarlo a la preguntas (que también las hacía una ten su memoria.
fábrica para que sea desmantelado y —Y vos cuidá bien de este departa-
máquina) y los resultados nos los co-
comprar después uno nuevo. Contra las indicaciones del técnico, mento y quienes viven en él. Sé que
municó de inmediato: 
volvimos a casa los tres, pero con una no quieren quedarse solos, pero este
Salimos de casa, no sin antes avisar a —Todo se halla en perfecto estado, ex- propuesta para el robot rebelde: lo trabajo es importante —alegó mi pa-
mamá y a mi hermana que volvería- cepto que se niega a cumplir la misión volveríamos parte de nuestra unidad dre.
mos para la cena. para la que fue creado. Esto tiene una familiar y así, mi padre y Agro traba-
jarían juntos en el maizal como pa- —Lo entiendo y no me quejo. Soy feliz
explicación: su propósito desde que
El drone transportador nos trasladó a rientes y ya no se sentirían tan solos, cuando todos lo son y sé que siempre
fue desarrollado ha sido el de traba-
la fábrica. Esa, como siempre, fue la ¡nunca se aburrirán! Y juntos regresa- volverás.
jar en un campo, pero por una mala
parte más divertida, ya que las rutas rían a casa para compartir los días de
diligencia acabó en la puerta de un —Nunca terminaré de agradecer lo
aéreas son mucho más elevadas en vacaciones y los cinco cuidaríamos
restaurante y desde entonces ejerció paciente y amable que eres. Eres úni-
la ciudad de Buenos Aires que en el del huerto. 
como mesero. De allí viene su caris- co.
resto del país, se puede ver hasta la
ma y los razonamientos aprendidos
forma esferoide de la Tierra. Finalmente entendí la función de
por la convivencia con humanos. Por Me abrazó y se marchó.
aquella tarea. Eso y el campo son los
Agro y yo comenzamos a debatir so- esta razón, cuando esta equivocación
únicos lugares cien por ciento natura- Apenas se fueron, los tres que que-
bre el riesgo de que un transporte fue descubierta, lo enviaron a su ver-
les donde la gente puede acceder. damos nos fuimos a preparar la cena
falle y cause un accidente, pues una dadero sitio de trabajo. Pese a esto,
su memoria ya ha sido transformada como siempre. Mi hermana seguía
caída de esta magnitud terminaría en La ciudad moderna es linda en todo
y no hay manera de hacerlo cambiar. entusiasmada con la productiva cose-
una tragedia para muchos peatones momento, pero cuando se está solo,
Razona de igual forma que nosotros. cha familiar de este año y mi madre
desprevenidos. es necesario ver colores genuinos y
La única manera de arreglarlo es rei- respondía sus exclamaciones con las
no píxeles en el paisaje (los ambientes
El viaje se hizo largo, pero antes de niciando su memoria. mismas frases que venía repitiendo
virtuales no igualan la realidad).
llegar los tres nos sumimos en una desde hacía semanas.
charla que terminó en una amistad. A No íbamos a permitir que ocurriese. Agro quedó encantadísimo con la
Los modelos con sentimientos son La pequeña no se da cuenta todavía,
papá le hacía gracia lo intelectuales idea y más aún cuando mamá y mi
escasos, pero no es sorprendente que pero mamá no es como Agro. A dife-
que éramos y soltaba una risa de vez hermana se alegraron de tener un
aparezcan. Pensar es un privilegio y la rencia del otro robot, ella nunca tuvo
en cuando, aunque su preocupación nuevo compañero.
memoria es única.  un fallo en su funcionamiento como
dejaba verse de igual forma porque
El Congreso de los Chicos

Así pasaron las mejores vacaciones para responder de manera conscien-


las posibilidades de que desmantela-
Siempre estoy preguntándome qué de mi vida. El huerto creció más que te. De todas formas, su compañía es
ran a Agro eran altas. No quería pen-
tan positivo es que un robot iguale a nunca y cada día gozábamos de co- protectora y cariñosa pese a que no
sarlo, él no era un mal robot, solo tenía
un humano. A veces actuamos de for- midas coloridas y deliciosas prepara- siempre pueda resolver todas las du-
algo que se ve poco en las máquinas,
mas tan similares que, cuando algún das por manos humanas y metálicas. das de mi hermana.  Para eso estoy
algo que en ellos es un mal funciona-
robot sufre el cambio de dueño, cuan- El ambiente cálido de casa hacía que yo, la solución para la soledad de una
miento, pero que en los humanos es
do se ofenden o cuando reconocen el hasta el movimiento de la ciudad se niña cuyo padre trabaja más de lo que
raro no tenerlo: frustración.
sarcasmo, no afecta nuestro conoci- viera alegre. puede estar en casa.

98 99
Aunque yo nunca pueda imitar todas
sus acciones, sé que tengo algo en co-
mún con los humanos: ellos no saben
cómo comenzaron a sentir, no eligen
quién los impulsa a hacerlo, ni entien-
den la función de esos sentimientos.
Todavía, yo tampoco.
El Congreso de los Chicos

100
Se terminó de imprimir en la Imprenta del Congreso de la Nación,
en la Ciudad de Buenos Aires, diciembre de 2019.

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