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Más de 7.

400 niños y adolescentes fueron víctimas del reclutamiento de grupos armados ilegales
en Colombia entre 1985 y 2019, una "práctica generalizada y sistemática" que se adapta a las
nuevas dinámicas del conflicto en el país, advirtió un informe presentado este jueves.

Tras la firma de la paz con las Farc, en noviembre de 2016, "la dinámica de confrontación y
violencia se ha mantenido por la presencia, accionar y reconfiguración de otras estructuras
armadas", lo que afecta en particular a la infancia, señala el estudio "Reclutamiento y violencia
sexual, principales riesgos para niñas, niños y adolescentes en zonas de conflicto en Colombia".

El informe, elaborado por el Observatorio para la Protección de los Derechos y Bienestar de los
niños, niñas y adolescentes —Oprob— con el apoyo de la Unión Europea y la ONG Oxfam, fue
presentado hoy en Bogotá.

El estudio detalla que en los tres últimos años los grandes responsables del reclutamiento forzado
de menores fueron la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional —Eln—, el Ejército Popular de
Liberación —Epl— considerado por el Gobierno una banda narcotraficante-, las disidencias de las
Farc y bandas herederas de los paramilitares.

"Las amenazas, las falsas promesas de mejores condiciones de subsistencia, la irrupción en


escuelas y la ausencia o débil presencia del Gobierno ha hecho que miles de niñas, niños y
adolescentes pasen a ser parte de las filas de dichos grupos armados", alerta el documento.

El bombardeo de un campamento de las disidencias de las Farc en Caquetá, en agosto pasado,


dejó al descubierto que el reclutamiento infantil sigue siendo una constante en las filas
guerrilleras. La trágica muerte de ocho menores de edad en dicha operación militar, abrió el
dilema de cómo combatir a los grupos criminales cuando existe el riesgo de que caigan niños. En
las ciudades y en caseríos donde los alistan pero casi nadie denuncia, el clamor es cesar los
ataques; entre quienes sufren los embates de las bandas, la súplica es bien distinta.

Joven, bonita, altiva, segura de sí misma, Paola, 16 años, actuaba como si nada le hubiera
ocurrido. Se maquillaba con asombrosa destreza con una sola mano y no mostraba ningún
resquicio de tristeza pese a haber perdido un brazo. Ante las autoridades, que la interceptaron en
noviembre pasado en un retén, un caso que difundieron los medios nacionales, alegó que quedó
mutilada por un accidente de moto y no quiso comentar más. Pero todo apunta a que fue una de
las heridas en el citado ataque aéreo, dirigido contra alias Gildardo Cucho, comandante que tenía
la misión de fortalecer a las nuevas Farc-EP en el Caquetá y otras regiones del sur del país.

No acudió a ningún centro médico para curar la mutilación, la trató uno de los médicos que
trabajan de manera clandestina para dicha banda armada con unos medios precarios. Huyó de la
casa de acogida a donde había sido trasladada por el ICBF, con el único fin de restablecer sus
derechos.

Por lo que supimos, tanto en el bombardeo contra Gildardo como en el de alias Cadete, donde
también fallecieron menores de edad, algunos de los infantes que resultaron heridos no lograron
sobrevivir porque sus compañeros los trasladaron de cualquier manera a fincas de los alrededores
para primeros auxilios. Los moradores los atendían como podían hasta que arribaban guerrilleros
con vehículos y se los llevaban con rumbo desconocido.

Seguimos el rastro de Paola hasta la vereda la Novia Celestial, de San Vicente del Caguán, donde
estudió y reside su familia, con el fin de conocer las razones que mueven a niños y adolescentes a
incorporarse a las disidencias.

Pese a que algunos provienen de familias amorosas, los disidentes los engañan con falsas
promesas de una vida de “lujos” (motos nuevas, celulares de alta gama, trago, algo de plata) y hay
chicas que desean encontrar una pareja que las mantenga y buena parte de los jefes de las nuevas
Farc-EP son veinteañeros rumberos, sin mucha disciplina, que adoran rodearse de niñas bonitas.
“No hay futuro para ellas, no tenemos qué ofrecerle y por eso nos da miedo que venga cualquier
mugre y se la lleve”, me comentó una mujer.

Paola se enamoró de un comandante, conforme contaron distintas fuentes. Dejó la minúscula


vereda de casas de tablones de madera, calles embarradas y ni un lugar de esparcimiento juvenil,
para marchar con él. Debió asistir a la Escuela de cursantes, donde les instruyen durante un mes
en manejo de armas, alguno instalado en el Putumayo. Cuando finalizan, los trasladan a diferentes
comisiones e inician una azarosa vida de troperos bajo el mando de jefes de escasa trayectoria,
pocos escrúpulos y gran poder criminal.

Una de las madres de los menores fallecidos en un operativo militar, me hizo acompañarla a una
estancia discreta para llorar, a escondidas de sus vecinos, la muerte de un hijo, de 17. Relató que
suplicó a las disidencias que no se lo llevaran, después que lo dejaran regresar y no le hicieron
caso. “No puedo llorarlo delante de nadie para que esa gente no vaya a tomar represalias”, me
dijo entre lágrimas. “Pero no dejo de pensar en él”. Impera la ley del silencio, no solo rige entre los
familiares de los niños reclutados, de ahí que apenas existan denuncias de esas víctimas. También
deben guardar silencio quienes pagan vacunas y sufren las amenazas de las Farc-EP, por temor a
represalias.

LA OTRA CARA

Puerto Rico estaba comenzando a recuperar la economía tras la firma del proceso de paz con las
Farc. Hasta la irrupción de las disidencias, cada vez más crueles y poderosos. A golpe de vacunas,
atentados y amenazas acabaron con el turismo de parapente en las montañas aledañas, los baños
en las cascadas y los trayectos en moto y en cicla por paisajes preciosos, actividades que mientras
estuvieron las antiguas Farc jamás habían podido realizar.

La mayoría con quienes hablamos pidieron no citar sus nombres por temor a represalias, solo
Giovanni Angulo lo hizo de frente, con la cara al descubierto, a sabiendas del enorme riesgo que
asume. Pero ya no le teme a nada. Empresario hecho a sí mismo con enorme esfuerzo, estaba
resignado a pagar vacunas para que no lo deportaran o mataran desde los tiempos de la anterior
guerrilla. Con las nuevas, las exigencias crecieron hasta volver imposible cancelar la cuota. El
castigo fue atacar con una granada su casa en pleno casco urbano de Puerto Rico, estando con su
esposa y su niña pequeña. Todos resultaron ilesos. “Es un país de doble moral, prevalecen los
derechos de los que hacen daño. No saben en Bogotá el mal que puede causar un menor de edad
armado con un fusil o un revólver”, anotó. “¿Qué vale más, la vida de los menores que cayeron en
el bombardeo o la de mis hijas?”

En Puerto Rico rememoran el asesinato de dos alcaldes a manos de guerrilleros adolescentes,


para señalar que no son tan inocentes. A José Lisardo Rojas, conocido como Chirriqui, lo mataron
en 2001 cuando tenía 38 años. A su cuñado, Jorge Hernando Calderón, en 2009, al cumplir 46.
Visité la tumba de uno de los niños sicarios en el cementerio local. Hijo de una familia conocida en
el pueblo, lo había reclutado la guerrilla y lo mataron meses después.

Tanto en Puerto Rico como en San Vicente, ganaderos, comerciantes, transportistas y otros
sectores que pagan vacuna para que no los maten, al igual que la gente del común que teme a las
disidencias, exigen mano dura para confrontarlas. Son conscientes del peligro que corren los niños
reclutados.

¿QUÉ HACER MIENTRAS LLEGA EL ESTADO CON OFERTAS ATRACTIVAS PARA LOS
ADOLESCENTES? ES EL DEBATE QUE PLANTEAMOS.

El Oprob monitoreó durante tres años los riesgos de reclutamiento o violencia para la infancia en
regiones de conflicto como la zona del Catatumbo, los departamentos de Meta y Guaviare y las
ciudades de Buenaventura, Pasto y Tumaco.

"En Colombia el reclutamiento y la utilización de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, sigue siendo
una práctica generalizada y sistemática que se adapta con las nuevas demandas del conflicto
armado", indicó en el informe Olga Silva, de Humanidad Vigente Corporación Jurídica, una de las
organizaciones ejecutoras del proyecto.

Entre 2017 y 2019, el Oprob registró reclutamiento de menores en cinco departamentos y


estableció que los municipios donde hay mayor riesgo son Buenaventura —Valle del Cauca—;
Tibú, El Tarra y la Gabarra —zona del Catatumbo—, y Tumaco.

El estudio precisa, citando datos de la ONU, que en esas áreas el principal reclutador es el Eln,
seguido de las disidencias de las Farc y la banda criminal Clan del Golfo, grupos que intentan llenar
el espacio que dejó esa guerrilla tras firmar el acuerdo de paz.

Menores venezolanos y violencia sexual

El observatorio detectó que un "alto número de niños y adolescentes venezolanos se encuentran


en zonas de cultivos ilícitos y se están vinculando a las dinámicas propias de la producción de la
hoja de coca o en actividades irregulares" en zonas fronterizas.
PRONUNCIAMIENTO DE LAS Y LOS ADOLESCENTES

Y JÓVENES DE TIERRALTA

-CÓRDOBA-

“Nosotros los jóvenes hemos sido vinculados al conflicto armado como

informantes, vigilantes, sicarios, mandaderos para servicios sexuales,

labores de inteligencia como la obtención de información , el transporte

de municiones y víveres, transporte y venta de droga, trabajos en fincas,

cuidadores etc. Muchas veces nos involucramos en el conflicto sin tener

las cosas claras., haciendo uso de políticas de control y represión que

parte de la estigmatización hasta llegar a requisas ilegales, desapariciones

forzadas y ejecuciones extrajudiciales.

Con todo esto al terminar nuestros estudios académicos, no encontramos

oportunidades de empleo para desarrollar los proyectos de vida, por lo

que la única opción que muchos visualizan es participar de manera directa

o indirecta en acciones ilícitas. Ante esto problemática queremos plantear

las siguientes alternativas o propuestas: 1 Que el Gobierno brinde nuevas oportunidades de

profesionalización para que los y las jóvenes no busquen las

armas como alternativa de vida o sustento.

2 Que el gobierno se responsabilice de brindar una buena

educación para las y los jóvenes que han sido de los grupos

armados al margen de la Ley y los legales.

3- Que los grupos armados legales (Fuerzas Militares)

ilegales (paramilitares, guerrillas, delincuencia común) no

acampen, ni hagan bases en zonas de la población civil.

4 Crear organizaciones que viven el cumplimiento del derecho

que acoge a los y las jóvenes que son obligados a prestar el


servicio militar

5 Que todos los grupos armados ilegales hagan parte de un

proceso de paz

6 Que tanto las FARC como el Gobierno Nacional Colombiano,

dejen de usar a la población civil como escudo y que nos

deje fuera de su guerra.

7 Que el mismo Estado Colombiano y especialmente la

sociedad juvenil, pueda exigir al Gobierno Nacional respeto

de los DD.HH y el DIH , en cada miembro de la fuerza

armada, para que se respete la integridad de la población

civil.

8 Que el servicio militar no sea obligatorio, para que los

jóvenes al cumplir los 18 años, y quienes deseen hacerlo

sea voluntario.

El RECLUTAMIENTO FORZADO es el pan de cada día en nuestro contexto,

tomando como ejemplo que existen diferentes formas de reclutamiento

forzado directa o indirectamente, estos procesos son los más comunes en

nuestros territorios.

En muchas ocasiones los jóvenes buscan esa vida por las pocas oportunidades

que el gobierno les brinda. Las BACRIM utilizan a los jóvenes como

informantes y el micro tráfico se convierte en el modo operativo de los

grupos ilegales.

En cuanto a los grupos armados Legales como el Ejército nos hemos podido

dar cuenta que al igual viola los derechos de los jóvenes y de las personas

porque recluta dirigiéndose a las plazas y parques para acaparar a los

jóvenes, así como planteamos las dificultades que atraviesan los y las
jóvenes de nuestro Departamento Córdoba así mismo planteamos nuestras

POSIBLES SOLUCIONES entre ellas : • Que los jóvenes se les garantice la educación superior para

mejora calidad de vida

• Que los jóvenes afectados por el conflicto se les garantice un

acompañamiento psicosocial debido a todas las afectaciones de

tipo emocional que han sufrido a raíz de esta violencia.

• Que los jóvenes que presten el servicio militar cuenten con

becas garantizándole el acceso a la educación superior.

Los jóvenes nos sentimos víctimas desde el momento en que se nos colocan

como objeto de amenaza por las bandas que pasan con panfletos a decirnos

cuando encerrarnos o estar dentro de las casas y cuando no, ellos no son

autoridad para decirnos en que momento salir o entrar de nuestras casas”.

El observatorio detectó además que un "alto número de niños y adolescentes venezolanos se


encuentran en zonas de cultivos ilícitos y se están vinculando a las dinámicas propias de la
producción de la hoja de coca o en actividades irregulares" en zonas fronterizas.

El Oprob también analizó, entre 2017 y 2019, casos de violencia sexual contra menores en los
cinco departamentos, pero alertó que existe un subregistro muy alto de la situación.

Dentro de este tipo violencia, el informe denuncia un aumento de las amenazas contra las mujeres
y niñas que sostienen relaciones sentimentales con miembros de grupos armados ilegales y un alza
de la cifra de niñas venezolanas que son víctimas de explotación sexual en lugares públicos.

La población "no se atreve a denunciar los casos de violencia sexual por la presencia y las
amenazas de los actores armados, la falta de una acción efectiva de las autoridades judiciales
contra los responsables y la falta de confianza en las instituciones públicas.
https://www.youtube.com/watch?v=wFZARrCJFR4&feature=youtu.be
PRONUNCIAMIENTO DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y JÓVENES DEL

PUEBLO NASA INSTUTUCIONES EDUCATIVAS MUNICIPIO DE TORIBÍO

ASAMBLEA DE ACOMPAÑAMIENTO Y DEFENSA DEL CXHAB WALA KIWE

RESGUARDO INDIGENA DE TACUEYÓ, ABRIL 7 DE 2011

La creciente militarización del territorio, los frecuentes enfrentamientos

entre la insurgencia y el Ejército y la reciente operación “Damasco”

en el resguardo de Tacueyó, ha generado un fuerte impacto en las

comunidades; sin embargo esto no opaca la voluntad de paz y la

insistencia en el rechazo a todas las formas de violencia y la vinculación

de menores a los grupos armados.

Por lo anterior el cabildo indígena e Tacueyó, la Asociación de Cabildos

Proyecto Nasa y la Asociación de Cabildos indígenas del norte del Cauca

- ACIN, convocaron a la asamblea de acompañamiento y defensa del

Cxhab Wala Kiwe en el resguardo indígena de Tacueyo. En el primer día

de asamblea se realizó el acto de Posesión de los Cabildos Escolares de

las instituciones educativas de los resguardos de Toribío, San Francisco

y Tacueyó, donde alrededor de 1000 niños, niñas y jóvenes expresaron

a través de dibujos, coplas y cantos como viven y sienten su territorio.

Nosotros los niños, niñas y jóvenes de la Cxhab Wala Kiwe

manifestamos que:

• Nos sentimos tristes. Nuestro territorio está lleno de

helicópteros, de minas y balas, eso nos asusta

• Vemos frecuentemente personas en los filos de las

montañas a quienes les disparan, tenemos que estar

encerrados en las casas con miedo y en la escuela


escondernos debajo de los pupitres para que no nos

alcancen las balas.

84. Pronunciamiento de los niños, niñas y jóvenes del pueblo nasa instituciones educativas
municipio de Toribío asamblea de acompañamiento y

defensa del Cxhab Wala Kiwe resguardo indígena de Tacueyó, Abril 7 de 2011,
(http://www.nasaacin.org/inicio/1-ultimas-noticias/1888-vocesde-ninos-gritos-de-vida ). 142

143

CapÍtulo III

Informe Defensorial

• Nuestros corazones están tristes y lloramos por que

hay guerra.

No queremos eso. Queremos: • Soñar, queremos ser autoridades, guardias,

gobernantes, profesores,deportistas. Nos gusta cuando

las familias y el Cabildo nos acompañan y nos escuchan.

• Queremos tener un territorio en paz, queremos que

salga de nuestro corazón la rabia, los sentimientos de

venganza y el miedo

• Queremos que nuestros familiares nos corrijan con

amor, que no nos maltraten y que nos protejan.

• Queremos poder comunicarnos con nuestros espíritus,

queremos a los animales y a las plantas por eso pedimos

cuidar la madre tierra

• Queremos que caiga lluvia de agua limpia y no de

balas.

• Cuando seamos grandes queremos hacer asambleas

por la paz con la ayuda de toda la comunidad.


• Queremos que nuestro territorio esté en armonía,

poder crecer tranquilos para hacer muchas cosas, ser

trabajadores y solidarios

La guerra no es de los niños y no queremos que más niños mueran

en ella, queremos estar juntos con nuestras familias y amigos, no

queremos ver heridos ni muertos en nuestro territorio.

Cabildo indígena de Tacueyó

Asociación de Cabildos - Proyecto Nasa de Toribio

Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca - ACIN - Cxhab

Wala Kiwe

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