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PERFILES DE CONDUCTA MARITAL

La observación clínica sugiere que, los integrantes de la pareja conyugal en sus


interacciones actúan entre sí según determinados <<perfiles de conducta>>.

Cónyuge igualitario. - La persona que interactúa con este perfil busca una relación
basada en la igualdad de ambos integrantes de la díada, la desee o no su consorte.
Espera que los dos tengan los mismos derechos, privilegios y obligaciones.
Cónyuge romántico. - Atribuye una gran importancia a los símbolos sentimentales,
a los aniversarios (la fecha de su primer encuentro, su primer beso o su primera
relación sexual), así como a compartir canciones que consideran encierran un
significado especial, entre otros aspectos.
Cónyuge parental. - Este cónyuge puede representar un rol benévolo y cariñoso, o
bien mostrar marcada autoridad para con su consorte. La esencia de su dinámica
consiste en que necesita apuntalar su sentido de adultez desempeñando funciones
paternalistas en la relación. Como es de prever, en la interacción conyugal surge
como la persona más auto-afirmativa de la pareja.

Cónyuge Salvador. - Es un consorte que asegura a su contraparte atención especial


y, por lo común, forma una relación complementaria con alguien con evidentes
necesidades por resolver, es decir, <<deseoso de que lo salven>>. En la diada
matrimonial quien desempeña bien su rol de salvamento puede convertirse poco a
poco en cónyuge parental.
Cónyuge infantil. - En la interacción, procura seguridad, protección, orientación…;
a cambio de esto, le ofrece al cónyuge una relación complementaria basada en el
derecho a permitirle afianzar su adultez. Es importante destacar que, la mayoría
de las personas conservan rastros de dependencia infantil.
Cónyuge deseoso de que lo salven. - Este tipo de cónyuge necesita encontrar a una
persona que le resuelva sus conflictos y dirima sus ambivalencias. A cambio, le
ofrece fidelidad y amor (gratitud).

Cónyuge racional. - Este cónyuge tiende a no admitir que las emociones puedan
influir en su conducta, y trata de establecer una relación marital razonada, lógica
y ordenada, delineando con claridad las obligaciones y responsabilidades mutuas.
No es habitual que muestre su afecto o pasión, pero puede amar profundamente.

Cónyuge camarada. - Este cónyuge actúa, más que nada, para evitar la soledad;
por lo común, es capaz de aceptar el trato íntimo. No espera recibir amor, pero sí
busca bondad y cuidado creyéndose dispuesto a retribuirlos, quizá con el agregado
de una seguridad económica.

Cónyuge paralelo. – Este cónyuge quiere que su pareja respete su distanciamiento


emocional y su independencia. Su relación matrimonial se basa en la resistencia a
perder su integridad como individuo. Parece una persona fría y precavida, aunque
puede ser alguien sumamente agradable.

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COMBINACIONES DE CONYUGES
Los perfiles de conducta marital van cambiando a medida que los cónyuges siguen
interactuando y recibiendo el influjo de las fuerzas ajenas a su relación, de modo
que el sistema diádico no es estático y siempre encierra un potencial de cambio.
Conviene tener presente que ningún perfil aparece en estado puro en la vida real.

Combinaciones del cónyuge igualitario: Cuando ambos cónyuges actúan conforme


este modelo tienden a convivir bien, pero es posible que haya problemas si uno u
otro tiene ambivalencia respecto de esa relación igualitaria. La competencia y el
desafío son frecuentes en las parejas igualitarias, y sus integrantes no evitan las
discusiones cuando son necesarias para resolver una cuestión.
Combinación cónyuge igualitario-cónyuge romántico.- Esta combinación genera a
menudo una buena relación, es decir, que puede ser perdurable en el toma y daca
de la vida diaria, en la medida de que su consorte respete su perfil de interacción.

Combinación cónyuge igualitario-racional.- Algunas de estas combinaciones inician


como relación entre cónyuges igualitarios. Por lo general, la convivencia entre el
cónyuge igualitario y el racional es estable; esto se debe, en buena medida, a que
el cónyuge racional se esfuerza en ser igualitario y no entrar en juegos que puedan
frustrar el potencial diádico positivo.
Combinación cónyuge igualitario-camarada.- Esta combinación suele ser de buen
funcionamiento. El igualitario cree que los dos deben gozar del mismo estatus y
oportunidades, que cada cual debe pertenecerse a sí mismo; mientras que el
camarada establece un compromiso realista y renuncia al amor a cambio de
consideración, bondad y dedicación; las dificultades pueden surgir cuando uno de
los cónyuges empieza a excederse en sus expectativas.
Combinación cónyuge igualitario-paralelo.- Esta combinación también es posible
que funcione satisfactoriamente si el cónyuge igualitario no se excede en sus
exigencias de intimidad. Uno y otro componente de la díada matrimonial pueden
colaborar para vivir en una combinación seudo-igualitaria, en tanto logren actuar
constructivamente dentro de su relación.

Combinación cónyuge igualitario-cónyuge parental.- Esta combinación tiende a ser


inestable. El cónyuge parental se ve impulsado a tratar de dominar al igualitario
y, comúnmente, sobreviene una lucha por el poder, aunque esto no ocurre si el
cónyuge igualitario posee la suficiente fortalece como individuo.

Combinación cónyuge igualitario-infantil.- Es otra combinación que tiende a ser


muy inestable, que debe cambiar para que la pareja pueda procurar alcanzar la
convivencia en armonía. En este caso, el cónyuge infantil recurre a todo su ingenio
para obligar al cónyuge igualitario a asumir un rol parental, ante lo cual es
posible que este se sienta explotado o deje de respetar al consorte –perdiendo,
además toda excitación y amor hacia él/ella- porque su conducta infantil le
resulta desagradable o insatisfactoria.

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Combinaciones del cónyuge romántico: Superficialmente hablando, el cónyuge
romántico se complementa más con otro romántico que con cualquier otro tipo de
consorte. Tal combinación encaja como dos piezas de un rompecabezas, como dos
partes incompletas que al unirse constituyen un todo complementario. Sin
embargo, esta combinación cuando se consuma, es de corta duración; su
atmósfera de apasionamiento, franqueza, intimidad y total interdependencia
tiende a derrumbarse al cabo de pocos años. El ex romántico puede volverse
igualitario, camarada o paralelo, o buscar una nueva combinación romántico-
romántico con otra persona, para volver a experimentar la intensidad de esta
clase amor.
Combinación cónyuge romántico-cónyuge racional.- Con frecuencia es una relación
difícil, porque el cónyuge romántico cree que el racional no mantiene suficiente
intimidad, no expresa sus sentimientos, es demasiado lógico, etc. No obstante,
muchos de estos matrimonios duran toda la vida, a veces porque dentro de esa
relación alienta el subtema de la pareja infantil-parental gratificante para
ambos. También hay una connivencia inconsciente, en la que el cónyuge romántico
puede sentirse superior por ser <<el más sensible>>.

Combinación cónyuge romántico-camarada.- Esta combinación se da raras veces


en las relaciones recién constituidas, no así entre las formadas originariamente
por dos cónyuges románticos. Es posible que el consorte que ve apagarse su pasión
siga amando a su pareja o sintiendo afecto hacia él/ella, aunque sin experimentar
las intensas reacciones sexuales o la necesidad de participación que sentía antes.
Combinación cónyuge romántico-paralelo.- Es una combinación muy inestable, ya
que al romántico le afecta en gran medida el distanciamiento emocional mostrado
por el paralelo; y es que el cónyuge romántico declara demasiado su deseo de
tener un consorte íntimo y afectuoso, generándose dificultades relacionales.
Combinación cónyuge romántico-parental.- Puede funcionar bien. Muchos cónyuges
románticos se vuelven infantiles junto a un parental que no sea muy exigente. Es
una de las pocas combinaciones eficazmente complementarias para el romántico.
La vivencia de una relación de este tipo genera en ambos integrantes de la pareja
una sensación de plenitud.

Combinación cónyuge romántico-infantil.- Esta combinación tiende a ser bastante


inestable. El cónyuge infantil puede inquietar y angustiar al cónyuge romántico, el
cual preferiría tener una pareja más ajustada a su tipología para mitigar su
propia angustia; está bien que su consorte sea un poco infantil, pero un verdadero
cónyuge infantil despierta en él/ella una reacción defensiva. Por supuesto, la otra
persona lucha entretanto por convertir al romántico en cónyuge parental.

Combinaciones del cónyuge parental: Este tipo de cónyuge halla su complemento


en alguien que interactúe con él/ella como un niño/a. Sus funciones implican unas
formas de tratar a la otra persona como si fuera alguien infantil, y ese alguien
ejerce manipulación para que asuma un rol parental. Cuando ninguno de los dos es

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ambivalente respecto de su propio rol o al de la contraparte, tienden a llevarse
bastante bien; muchas relaciones buenas están basadas en esta combinación.
Combinación cónyuge salvador-cónyuge deseoso de ser salvado: Cuando el cónyuge
salvador se niega a seguir actuando como tal, o su pareja deja de meterse en
situaciones de las que amerite rescate, sobreviene una crisis. Por ello, el cónyuge
deseoso de ser salvado tiende a meterse en situaciones muy complicadas: consumo
abusivo de alcohol u otras drogas, juego compulsivo, deudas financieras, pérdida
del empleo, conductas suicidas, etc.
Combinación de dos cónyuges parentales: Este tipo de combinación puede generar
una relación deficiente y turbulenta, a menos que se conviertan en dos cónyuges
paralelos o que uno de ellos asuma roles infantiles.

Combinaciones del cónyuge infantil: El cónyuge infantil encierra muchos aspectos


interesantes, y no debe estudiárselo con un enfoque simplista. Hombres y mujeres
retienen rasgos de dependencia infantil aun siendo personas adultas; el encanto y
talento de muchos individuos se funda en su capacidad de evocar y despertar al
niño o niña creativo/a que llevan dentro.
Combinación de dos cónyuges infantiles: Esta combinación consiste en una relación
constituida por dos personas adultas que actúan como niños/as o compañeros/as
de juegos, viviendo dentro de la matriz de un mundo infantil carente de futuro,
que no les exige grandes responsabilidades; pero cuando aparecen las crisis cada
cónyuge desea que el otro asuma un rol parental. Rivalizan por el papel infantil,
ya que ninguno quiere actuar como progenitor, y empiezan las hostilidades.
Combinación del cónyuge racional: Suele formar una relación complementaria con
alguien que aporte la emoción y espontaneidad que teme experimentar de manera
directa, eligiendo para ello una contraparte capaz de actuar como romántico o
infantil. Es poco frecuente llevarse bien con un cónyuge igualitario o camarada. El
cónyuge racional siempre mantiene sus pies en la tierra –lo cual puede frustrar y
enfurecer a algunos consortes- y sus características pueden montar el escenario
para juegos que los harán sentirse en desgracia a ambos.

Combinación cónyuge racional-cónyuge igualitario.- Puede funcionar bien si ambos


desean establecer una igualdad y adherirse a sus contratos. El cónyuge racional
manifiesta turbación y perplejidad si se genera una violación de lo pactado.
Combinación cónyuge racional-cónyuge parental, camarada o paralelo.- También
puede funcionar bien si los contratos son claros, sin ambivalencias; todo depende
de la claridad y aceptación bilateral de sus cláusulas. Es importante que una de
ellas especifique que el consorte de un racional no debe exigirle que dé lo que no
puede dar. Además, deberá cuidarse de no generar heridas en su amor propio.

Combinación cónyuge racional-cónyuge salvador.- Da resultado cuando el cónyuge


salvador ofrece un rico juego de afectos y vitalidad social, de los que tal vez
carece el cónyuge racional, salvándolo así –al menos por un tiempo- de una vida

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relativamente aislada e insulsa. A cambio de esto, el cónyuge racional aporta a la
relación orden, confiabilidad, amor, devoción y, a menudo, estabilidad económica.
Esta transacción es satisfactoria para muchas parejas.

Combinación cónyuge racional-cónyuge deseoso de ser salvado.- Es una relación


muy común. Los contratos y sus modificaciones con posterioridad al <<rescate>>
constituyen el área crucial en que naufragan muchas de estas uniones.
Combinaciones cónyuge racional-cónyuge infantil.- Puede generar buena relación.
El racional puede convertirse en parental cuando manipulaciones transferenciales
de la contraparte le provocan una respuesta de ese tipo. En caso de no aceptar el
rol parental, la pareja se verá en graves dificultades.
Combinaciones del cónyuge camarada: La combinación más satisfactoria para este
cónyuge es la formada con otro camarada: no pretenden dar o recibir amor, pero sí
bondad y consideración. Los problemas aparecen cuando hay cláusulas ocultas. Por
ejemplo, un hombre que actúa como cónyuge camarada puede brindar, al principio,
seguridad económica, pero al cabo de un tiempo quiere reunir en un fondo común
sus recursos y los de su esposa.
Combinaciones del cónyuge paralelo: Su mejor unión es con otro cónyuge paralelo.
Si los dos respetan mutuamente sus defensas y son compatibles en otras áreas –lo
cual sucede a menudo- pueden convivir en una relación cómoda y satisfactoria.
También puede llevarse bien con un cónyuge racional, con tal de que uno y otro se
adapte bien a los ajustes necesarios. Su unión con un cónyuge parental o infantil
lo arrastrará a una lucha ardua, porque tratará de hacerle desempeñar el rol que
satisfaga sus propias necesidades y pondrá fuerte resistencia.

Clifford J. Sager en su libro titulado “Contrato Matrimonial y Terapia de Pareja”.

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